Martes, misma hora que ayer, misma situación, mismos individuos, misma cantidad exorbitante de estudiantes regresando a clase. Mismos extraños apretados uno contra el otro. Lo único diferente de la situación era que el rubio estaba de espaldas en vez de estar de frente, entonces la situación era por mucho peor que la de ayer.
Changmin desde la noche anterior había decido que por más absurdo que fuera, se pondría a entrenar sus brazos un poco más para poder sostener su peso y el de toda la gente en el vagón para que no aplastar a al muchacho que por pura determinación y necedad quería proteger.
El vaivén propio de la movilización del tren, hacía que el movimiento de choque entre el hombre más grande y el pequeño contra la pared junto a la ventanilla, fuera rítmico y pausado. Además el calor acumulado, y el hecho de que ahora podía apreciar la fragancia que despedía aquel cuerpo, mientras observaba la firme nuca del rubio, no era algo con lo que uno pudiera permanecer cuerdo.
Durante los tramos en los que el tren iba por la superficie Changmin, se mantenía todo lo rígido que la multitud le permitía, con precisión milimétrica se mantenía, separado del otro cuerpo, pero era imposible no transmitirle su calor. Sin embargo en los tramos en los que el tren viajaba por los túneles en los que tan solo una escasas lámparas apenas iluminaban el rostro de los pasajeros, se sorprendió al sentir el cuerpo del muchacho buscar el suyo y no huir, sin pensar si era bueno, malo, normal o no, el respondió, con una embestida y le dio lo que el otro venía buscando.
Increíble, el tipo era increíble, su miembro estaba duro de veras y se lo estaba haciendo saber. Había perdido el equilibrio por cambiar la posición de sus pies adoloridos, sin embargo el otro había malinterpretado sus movimientos, pensando en que él le estaba pidiendo algo más, sin embargo al contrario de sentirse ultrajado, le agrado, este mirón hermoso le hacía olvidar todo lo que acarreaba como una bola con grillete tamaño familiar en su vida y le hundía en esa nube de placer y vergüenza al estarse frotando descarada y literalmente en medio de la gente.
La verdad es que debió quedarse de frente pero le había parecido que si no le veía la cara sería menos vergonzoso, pero no era mejor y la verdad sea dicha CÓMO DEMONIOS TERMINARON EN LA MISMA SITUACIÓN QUE AYER????!!!! (sólo el universo podría saberlo), no lo sabía pero ahora se había dado cuenta de que esa estrategia fue mala idea. Ahora no podía parar en imaginarse al tipo follándolo desesperadamente contra la pared del tren, con un movimiento más feroz del que ahora sentía. Puso sus manos en la pared para aumentar la resistencia de su cuerpo y poder recibir al otro más fuerte, no lo hizo conscientemente, pero casi se muere cuando escuchó un gemido, y un susurro ronco y varonil en su oído.
- Detente……..o no podré parar……………….
Pero parar qué, si no estaba pasando nada……………………, oh no!!! sus ensoñaciones se habían hecho presentes y él, estaba levantando su trasero para sentir mejor el grueso miembro que se mecía tras él. Rojo como un tomate y a punto de explotar quiso disculparse, pero salieron a la superficie una vez más, tiritando por lo exótico del efecto de la voz del hombre había provocado en él, no dijo nada, no se movió incluso parecía no respirar.
Escuchó la megafonía indicar su parada, pero no reaccionó a tiempo, sin embargo una vez más era jalado por una fuerte mano, aunque ni así fue capaz de sacarle en su parada.
- Lo siento has perdido tu parada otra vez…………
Esta vez el tono de voz había perdido del susto, todo el sensual tono de hace unos minutos. Junsu miraba a mirón hermoso con la boca abierta. Ésta vez ya en la puerta, fue fácil para los dos salir en la estación de Gagnam.
Esta vez no perdería su oportunidad, tenía que hablarle. Sin embargo el otro le ganó.
- Mi nombre es Junsu………….., Kim Junsu…………y tú eres?
- Shim Changmin………mucho gus..-carraspeo-…………to, mira disculpa, lo que pasó dentro……………..-intentaba explicarse pero al observar la inquisidora mirada del rubio melancólico que ahora sabía se llamaba “JUNSU”, se turbó, vaya si hasta su nombre es “bonito”, rio divertido para sus adentros, no va con su triste expresión.
- Oh……..por favor no lo menciones………….me avergonzarás más…………….
- Esta bien……….perdona…es que tu………….
- Changmin no lo digas…………….
- Bueno……………….entonces salgamos…………
- Sí, salgamos……………………..
Una vez más, caminando sin mirarse, se alejaron caminando cada cual por su lado. Junsu reflexionaba en el hecho de que el susto de bajarse del tren, o de ser descubiertos había sido lo que ayudó al “mirón hermoso”, ahora Changmin a librarse de su problema inferior, porque si no aquellos pantalones plomos que llevaba hoy, no le habrían ayudado en nada.
Mientras trabajaba Changmin no podía pensar de manera coherente, todo el verano mirando su expresión de perro apaleado, todo el verano cuando había poca gente en el vagón, no se le acercó y justo cuando empieza el otoño y sus intenciones de acercarse, sucede esto, qué pensaría el pequeño de él, que era un pervertido???, que era un enfermo???, que era una mala persona??, ahora y tras el leve rechazo se había sentido fatal. “Mañana tomaré otro vagón y ya no me le acercaré”, pensó.
Sin embargo que pedazo de culo tiene el infeliz, mientras se sobaban uno al otro en la oscuridad con clara intención y en mutuo acuerdo, porque nadie puede negar que así fue, el muchacho parecía disfrutarlo, o sería una ilusión???, me estoy volviendo loco, pensó. Pudo sentir dos masas completamente firmes de músculos que formaban ese espléndido trasero, redondo y grande, demasiado grande para un hombre promedio, era femenino y masculino al mismo tiempo. Él no era homosexual y sin embargo esa forma de esa anatomía en especial, le había provocado la necesidad de follar como nunca nadie antes lo había hecho.
Al él no le importaba la tendencia sexual, eso no era algo difícil de pensar, viviendo en un mundo en qué toda la gente vive solo para satisfacer sus deseos, sin embargo para sus padres si sería difícil una declaración de “Soy gay”, esperen un momento por qué estaba pensando en esto, ni siquiera iba a volver a repetirse.
Lo malo es que ahora no iba poder dejar de pensar en el trasero de Junsu.
Esa tarde en el trabajo tuvo varios desacuerdos y problemas, llegó a la estación del tren a la hora de siempre, con el saco del traje en la manga y la camisa abierta como de costumbre, distraído como iba, ni se percató de que entró en el vagón N°5, y se colocó en el mismo lugar de siempre, y que en la estación siguiente a la de Gagnam un sorprendido Junsu volvía a subirse.
Cómo Changmin estaba ido, Junsu se dio cuenta y no llamó su atención, solo se puso a observarlo otra vez, su rostro denotaba cansancio, y preocupación, su ceño fruncido daba la idea de problemas, “ojalá no sean muy graves”, se dijo. Sonrió para sí, pensando en lo irónico de la situación, él mismo en realidad no podía estar peor.
La verdad es que se sentía mal, por no haber dejado a Changmin hablar, seguro quería decirle algo más y él le cortó. Era un estúpido, ahora sabía que todo el verano había querido hablarle y ahora que podía, no lo dejaba. Vaya babo.
Changmin sintió una especie de calor como una caricia suave, y se volvió, ahí estaba Junsu con un rostro angelical mirándolo, con expresión atenta y preocupada. Al sentirse descubierto soltó una de esas risitas que ahora a Changmin le parecían excitantes, sin embargo en un destello de atención se dio cuenta de que era hora de bajarse.
Esta vez puso atención y captó que Junsu vivía más lejos que él. Pues no se bajaba aun del tren, o se le había pasado la parada otra vez? Con la curiosidad renacida, una vez más a la mañana siguiente entró en el vagón N°5, de la misma línea 7 de trenes, a la misma hora, con la misma cantidad de gente.
Le buscó entre la multitud y ahí estaba, justo junto a la ventana. Esta vez quiso acercarse, pero la multitud se lo impidió, no era irónico?, demonios quería acercarse, quería tocarlo…………, sí porque eso quería. Sus ojos solo se encontraron una vez, Junsu le sonrió de forma cálida entrecerrando sus graciosos ojos en forma de gotita. Esta vez viajó siempre intentando hallarlo, pero no le fue posible, hoy se había bajado en su parada y él no pudo hablarle. Rayos!!!
Tampoco lo pudo ver en la tarde porque salió ya pasada la noche de su trabajo, esta vez ya habiendo solucionado los problemas del día previo que no lo dejaron dormir en paz.
A la mañana siguiente, jueves, Changmin se mecía con una mano sobre su miembro contra su propio colchón, mientras soñaba que follaba a Junsu contra esa bendita pared del tren, gritó el nombre del muchacho y se corrió con fuerza en su mano. Se despertó desorientado y asustado en su cuarto y departamento de soltero. Esto estaba cada vez peor, no era normal hacerse una paja mañanera pensando en algo como eso. Otra vez “Vas mal, Changmin, vas mal”. Para cuando cayó en cuenta de la hora, era demasiado tarde así que fue a tomar una ducha en la que claro el agua no tuvo tiempo de calentarse, así que se la pegó fría, desayunaba una tostada mientras corría a la estación, el tren de su línea acababa de llegar, como huracán sin control entró con las justas estrellándose contra todo el conglomerado de gente, y el tren cerró sus puertas. La gente de alrededor lo miraba con verdadero desprecio, varios habían sido víctimas de pisadas y golpes propinados por este “atrasado lunático”.
Ya calmado y tras haber terminado de tragar su tostada. Miró su reloj de pulsera y se dio cuenta de que era la hora de siempre, se alegró en su fuero interno y como halcón empezó a buscar a Junsu, el chico no estaba, en el sitio de siempre. Su altura siempre le daba la ventaja.
Algo se le hizo frío en el pecho y supo que algo no estaba bien, pisando a la gente, y recibiendo pisotones en venganza se fue acercando al sitio de su………….de su………….de su “cualquier cosa” que Junsu fuera para él, ah sí, de su “acosado”. Se sorprendió al encontrarlo antes de lo que hubiera pensado con cara de asustado, Junsu respiró aliviado al ver a Changmin y le hizo un gesto con la cabeza para que se fijara en el hombre que estaba detrás de él.
Era un viejo mal nacido, parafílico de mierda que se había empeñado en perseguir a Junsu, estaba frotándose contra él, e incluso había intentado agarrarle una nalga. Junsu temblaba de la rabia y del miedo, trataba con mucho esfuerzo de alejarse y muy maldito lo seguía. Dónde estaba Changmin cuando se lo necesitaba?. Porque su altura y su expresión de enojo que él ya conocía hubiera sido efectiva para librarse de este enfermo.
Como si sus oraciones hubieran sido escuchadas, en una salida a la superficie lo encontró y casi chocan de frente en medio de la multitud, aliviado le rogó con los ojos que lo salvara, justo en el instante en el que sentía que una mano se iba a poner en su bien ponderado cabús, una mano fuerte detuvo a la huesuda y macilenta. Los ojos de Changmin parecían de fuego, era una fiera, oscuro y varonil. El atacante no tuvo más que rendirse y se hizo más atrás, ocultándose entre los demás que obviamente se quejaban de los pisotones.
- Estás bien?.......-dijo pegándose a su oído, mientras afortunadamente ingresaban a un túnel y la oscuridad y los murmullos los protegían.
Demasiado cerca, la voz emitida cerca de oreja izquierda le hizo vibrar otra vez, esta vez se sentía tan agradecido, no había sabido cómo reaccionar ante el ataque, no que eso les pasaba solo a las mujeres?, aunque él también era hombre se había sentido inútil para defenderse. Se apegó al cuerpo de su salvador y pegó su cabeza a su pecho mientras sus brazos rodeaban su cintura, en un extraño gesto de agradecimiento.
Pudo escuchar cuando ya se calmó lo desacompasados y rápidos que eran los latidos del pecho del más alto. Más de cien por minuto, percibió como se quedaba tieso tras su abrazo, era tan normal. Le parecería mal que un hombre lo abrace?, No!, qué va, si cuando se estaban frotando disfrutó gratis de su cuerpo, se gustaban, Junsu estaba consciente de eso.
Cuando salió el tren a la superficie volvieron a separarse. Changmin se sintió decepcionado, pero al recobrar su cordura se dio cuenta de que eso era lo mejor. El chico era agradecido, le agradó esa actitud. Lo vio bajarse en su parada y le dedicó una de sus sonrisas más conquistadoras, dejó de sonreír como bobo cuando una ancianita lo miró mal. La expresión de la mujer era “Maldito marica”.
A la tarde salió como bólido de la oficina para alcanzar el tren de las 5:45, siempre iban de regreso en ese turno. Sin embargo, Junsu no estaba ahí. Otra noche sin verlo.
La mañana del viernes se despertó soñando con el tímido y cariñoso abrazo que Junsu le había dado, ya era hora de conocerlo mejor, no importa lo que el chico piense de él, esta vez lo invitaría a tomarse un café con él. Y claro le pediría perdón por casi follarselo en el tren.
Pasó todo el fin de semana deprimido, fue a entrenar con su mejor amigo Yunho, en el gimnasio, le pidió una rutina para mejorar sus brazos, como lo había pensado el lunes, y así poder protegerlo mejor, claro si es que lo volvía a ver. Soñó toda la noche con él y se hizo muchas pajas mientras se duchaba pensando en sus ojos en forma de gotita, su nariz, sus labios redonditos, su risita excitante y su maravilloso trasero.
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Ese viejo descarado, menos mal que Min llego a tiempo y lo ayudo, pero gracias a eso recibio un abrazo de recompenza que lindo C: ... ese Min no cambia, cuando no el teniendo esos sueño húmedos...
ResponderEliminarGracias por compartir.
que susto paso susu pero llego su salvador al rescate y puso a esa basura en su lugar
ResponderEliminary el problemita de min ya se esta agravando mucho tiene que hablar seriamente con susu pues el es el único que le puede ayudar con el y curarlo para que no lo padezca mas XD :)
Super Changmin al rescate. Parece que muchos desean hecharle manos a las pompas Junsunescas, menos mal que ahi esta el mirón para rescatarlo de los pervertidos sobre rieles. Me pregunto quien de los dara ese primer paso y comenzar a conocerse fuera del vagon de tren.
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