KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Love is a Force of Nature. Cap 32

“Temple de Acero”

Imagina esto, si yo podría hacer el cambio […]
Aquí dentro soy como el metal, ¿No lo eres tú?
Sólo sé que nadie muere…
[Metal, Gary Numan]


“¡¿LO DEJASTE ESCAPAR!?” Jaejoong bramó, paseándose de un lado a otro como fiera enjaulada por su habitación, furioso ante lo que Roosevelt le había confesado. No podía creer que había tenido un encuentro con Junsu y ni siquiera había sido capaz de retenerlo. Y así se consideraba uno de los siete demonios mas fuertes del infierno, tan sólo eran una tropa de incompetentes.

“¿Y cómo diablos pretendías que pudiera retenerlo si un maldito terremoto remeció las tierras?” Roosevelt le contrarrestó, sin moverse de su asiento y observando a Jaejoong caminar; el chirrido de sus colmillos siendo ya evidente mientras lo escuchaba hablar.

“Si, lo dejé escapar es cierto, pero eso…no significa que no le hice daño”

Jaejoong se paró en seco, girando su rostro para mirarlo, arqueándole una ceja inquisitiva.

“¿Qué…has dicho?”

“Alteré su sed de sangre…no por nada soy uno de los Siete de la Orden del infierno. Tengo varios trucos bajo la manga” Roosevelt le sonrió ampliamente, sus ojos azulados centellando en confianza mientras se cruzaba de brazos para mirar el rostro de sorpresa de Jaejoong. Era evidente que lo había subestimado…

“¿Eso quiere decir qué—?”

“No, si estuviera muerto ya lo sabría” Roosevelt lo interrumpió, haciendo un ademán de resignación con la mano. “Mis sombras me lo habrían comentado, pero…te puedo asegurar que está débil, y todavía no sabe utilizar su verdadero potencial por lo que en combate será presa fácil si te apuras…”

“Necesito una estrategia y rápido” Jaejoong lanzó un suspiro de frustración, pasando una mano por sus cabellos en gesto agobiado. “Pero me es imposible planear un golpe si no tengo a absolutamente a nadie que me pueda informar sobre los movimientos de la colonia del bosque”

“Nada es imposible, Jaejoong” Roosevelt lo escudriñó con la mirada, adquiriendo una expresión más seria. “Le he estado dando varias vueltas al asunto y te tengo una propuesta, aunque no será nada de fácil”

“¿Tú tienes algo en mente?” Jaejoong le arqueó ambas cejas, mirándolo con desconfianza.

“Puedo poner un espía dentro de la colonia del bosque, y es más…nadie podrá percibir que está allí porque proviene de las sombras”

“Explícate” Jaejoong lentamente comenzó a caminar hacia él, deteniéndose a pasos de la silla en la que Roosevelt yacía sentado.

“Puedo traer a la vida una sombra que obedecerá mis ordenes, pero…se necesita un vehículo porque no puedo crearla sólo con mi energía”

“¿Vehículo? ¿No podrías ser más especifico?” Jaejoong rápidamente comenzaba a perder la paciencia con los acertijos del engendro.

“Es simple, Jaejoong. La vida…sólo puede pagarse con la muerte, por lo que necesito saber si tú… estarías realmente dispuesto a darme una vida a cambio de la sombra”

“Por supuesto, puedes llevarte a cualquiera de mis empleados no me importa” Jaejoong le contestó al instante, pero él negó con la cabeza.

“No, no quiero a ninguno de tus empleados” Roosevelt lanzó un resoplido. “Estoy pensando en algo más especifico. Alguien…de tu familia, por ejemplo”

Jaejoong abrió los ojos de par en par al escucharlo, sorprendido.

“¿Mi familia?“

“Quiero a una de tus hermanas como vehículo, Jaejoong. Tu sangre por la mía, así de simple”

Jaejoong tardó en procesar la propuesta, su mente lentamente asimilando lo que el demonio le estaba insinuando. Su familia, sus hermanas…Jaejoong llevaba años sin haber vuelto a verlas; su padre se había encargado bien de su desaparición, para su familia Jaejoong se había marchado al extranjero a buscar nuevos rumbos y una nueva vida. Nadie nunca cuestionó la decisión y Jaejoong lentamente fue olvidando su pasado humano para abrazar su condición. Pero a pesar de todo… ¿Estaba realmente dispuesto a condenar la vida de una de ellas por una oportunidad?

Ciertamente Jaejoong ya había tenido que pagar un alto precio por su búsqueda de venganza. La ausencia de Yoochun aún lo atormentaba noche tras noche pero… ¿Podía realmente seguir involucrando a la gente que amaba? ¿Hasta qué punto realmente llegaban sus convicciones?

“¿Por qué…quieres a una de mis hermanas? Mi familia es toda humana, no tengo a ningún pariente viviendo aquí”

“No puedo hacer el maleficio en una criatura, tiene que ser un mortal. Es tan sólo una prueba, Jaejoong. Quiero saber si tus objetivos de erradicar a los licántropos son claros, sabes que hay mucha sangre por derramar…”

“¿Y si…acepto?” Jaejoong se sintió titubear al hablar.

“Me estarías entregando el alma de una de tus hermanas. Te preguntarás por qué tú tienes voto sobre ellas y es muy simple: tú como criatura de la noche perfectamente podrías hipnotizarlas para que siguieran tus órdenes, es un don innato de ustedes. Una vez que hayamos sellado el acuerdo con sangre, mi verdadera forma irá a tomar posesión del cuerpo de una de tus hermanas y sólo entonces podré concebir a la sombra”

“¿Concebir? ¿No estarás hablando de—?”

“Sólo la muerte puede darle vida a la sombra” lo interrumpió y su expresión se tornó aún más sombría que sus palabras.

“Diablos…” Jaejoong lanzó un suspiro de agobio. Se encontraba en un callejón sin salida. Por un lado tenía la opción perfecta para saber todos los movimientos de la colonia del bosque y buscar una brecha para el contrataque, pero por el otro...estaba la vida inocente de una de sus hermanas. El precio era horrorosamente caro, devastador…

“¿Cómo me puedes asegurar que funcionará, y que la sombra será realmente imperceptible a los ojos de las bestias?”

“Porque está hecha de la misma oscuridad que los rodea por la noche. Por más agudos que sean sus sentidos no hay forma que puedan distinguir entre la niebla espesa que los rodea. Tu tiempo se está acabando, Jaejoong. Tick, tock…” Roosevelt lanzó una risita y Jaejoong se sintió enfermo, enfermo consigo mismo al saber que no tenía alternativa. Era…ahora o nunca.

“De acuerdo…” susurró, casi devastado. “Voy a sellar el acuerdo”

“Realmente eres lo que dicen, Jaejoong. Tienes temple de acero…” Roosevelt se paró del asiento, acercándose hasta quedar frente a frente.

“¿O será que…el mayordomo ese se llevó tu corazón?” Jaejoong lo miró a los ojos y su rostro se desencajó, perplejo. Roosevelt lanzó una risita, sonriéndole con malicia.

“Yo también soy un demonio, no creas que no puedo sentir su energía latente vibrando por tus venas. A mí no me engañas”

“Sólo cierra el maldito acuerdo, Roosevelt” Jaejoong restalló, sus palabras chorreando ácido. Se sentía expuesto, y odiaba saber que el vínculo que…casi había formado con Yoochun era notoriamente visible para los demonios. Pero por lo menos…le quedaba el consuelo de que algo quedaba aún latente, un recordatorio…

“Tus deseos son órdenes”

Jaejoong expuso su pálida muñeca y llevó una de sus uñas puntiagudas a la piel, haciendo un rápido corte que no tardó en sangrar. Roosevelt imitó sus acciones y ambos juntaron las muñecas mientras él evocaba unas palabras en la lengua de los muertos. Jaejoong pudo sentir la energía del demonio vibrando mientras decía su compromiso en voz alta, vendiendo la pura alma de una de sus hermanas al mismo infierno. Nada importaba, Jaejoong ya no podía ser más monstruoso de lo que actualmente era, pero no daría marcha atrás. Había llegado demasiado lejos y ahora era tan sólo cuestión de tiempo para tener a la cabeza de Changmin entre sus colmillos…


xXx



Jaejoong no habría querido ver la creación de la sombra, de hecho…lo estaba evitando a toda costa, pero Roosevelt dijo que no funcionaría a menos que él contemplara su creación con sus propios ojos. Evitó en todo momento ver cuando Roosevelt volvió con el cuerpo de una de sus hermanas entre sus brazos, pero ni siquiera él fue capaz de ignorar los desgarradores y abrumantes gritos que escapan de su boca cuando la encerró en un cuarto. Aquellos gritos lo atormentarían hasta el final de sus días, porque Jaejoong sabía que era su culpa…todo el sufrimiento que ella estaba pasando era culpa suya y de su ambición, pero lamentablemente…ya no podía dar marcha atrás, estaba sacrificando todo por ello y no podía dar el brazo a torcer.




Subió pesadamente las escaleras que lo conducían a la habitación donde se encontraba Roosevelt, las manos temblorosas al finalmente llegar a la puerta y girar la perilla. Casi podía sentir la creciente energía concentrada adentro…la más oscura de todas, era una energía que provenía del mismo infierno. Finalmente se dio el coraje suficiente para lentamente abrir la puerta y revelar…una de las escenas más traumáticas de toda su vida, Jaejoong casi no pudo articular palabra y sólo atinó a avanzar hasta el lecho ensangrentado donde yacía su hermana. Su largo pelo caía sin brillo sobre su rostro desfigurado; ella tenía los ojos abiertos y prácticamente dilatados, todos sus ropajes hechos jirones, empapados de sangre y ambas piernas separadas, chorreando sangre; su sexo completamente expuesto y partido en dos…

Jaejoong se arrodilló a un costado de su cama, tomando su mano inerte entre la suya mientras ahogados sollozos le comprimían la garganta.

“Perdóname, perdóname por favor…” sollozó con amargura, apretando la mano contra su rostro. Jamás se imaginó la atrocidad que esto realmente significaba. Su hermana había dado a luz a un engendro, y el engendro…la había desgarrado por dentro.

“Creí que tenías claro lo que sucedería”

Roosevelt estaba sentado en una silla a pasos de la cama. Tenía una expresión impávida en el rostro y cuando Jaejoong volteó a mirarlo; ojos topacio centellando cargados de ira, él simplemente le sonrió.

“Pensé que le darías una muerte limpia, pero esto…e-esto es monstruoso…” murmuró, tomando lo que quedaba de la sabana rota y cubriendo la parte baja de su hermana, evitando mirar a toda costa la sangre desparramada por todo el lecho.

“Ningún trato con demonios es limpio, te olvidas que somos criaturas del mal” Roosevelt lanzó un resoplido, levantándose de la silla y caminando a su dirección. “Bueno, ¿No quieres ver a mi criatura? Es tu as bajo la manga, después de todo”

Jaejoong asintió, derrotado, lanzando un suspiro y finalmente desviando la mirada de su fallecida hermana, rogando por su descanso eterno. No importaba que él tuviera que pagar las mismas penas del infierno durante su eterna vida, por lo menos quería…que ella fuese un ángel y descansara para siempre en los cielos. Roosevelt volvió a sonreírle, e hizo un ademán con sus manos, sus ojos azulados ardiendo con energía que irradió oscuridad dentro de la habitación. Lentamente Jaejoong sintió como una densa neblina se iba formando en medio de la oscuridad, y de un segundo a otro la neblina tomó forma humanoide, parándose al frente de él.

“Saluda a tu nuevo espía, Jaejoong. Es casi tu hermanastro ya que fue pagado con tu sangre y está…esperando tus órdenes”


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Yunho despertó al sentir el suave roce de los labios de Junsu contra la piel de su cuello, comenzando a darle pequeños besos. Lanzó un suspiro, aprisionándolo más cerca de su cuerpo mientras abría los ojos para contemplarlo.

“¿Despertaste hace mucho?” le preguntó. Junsu alzó el rostro para sonreírle y luego darle un ligero beso, descendiendo nuevamente hasta la piel de su cuello para succionar la zona en que comenzaba su clavícula.

“Sólo un poco antes que tú, me despertó la sed…” Junsu susurró contra la piel de su cuello y sonrió al sentir a Yunho estremecerse cuando él apenas lo tentó rozando sus dientes, pero cuando hizo presión Yunho se tensó…de pronto pudo sentir a su lobo interno en alerta y el recuerdo del Junsu enajenado drenándolo volvió a su mente en un flash. Empuñó las manos de abrupto y lo empujó hacia un costado, alejándolo de su cuello.

“No” murmuró y Junsu le abrió los ojos de par en par.

“¿Yunho?”

“Lo siento” lanzó un suspiro y Junsu pudo observar sus facciones comprimidas. “Es sólo que…aún tengo el recuerdo latente en la mente de todo lo que pasó…”

Sólo entonces a Junsu recordó el incidente con el demonio y lo trastornado que había actuado por culpa de su influencia. Yunho le había hablado con dureza en ese entonces, de seguro aún guardaba algo de miedo al haberse sentido prácticamente drenado…

“Lo entiendo” Junsu volvió a dejar descansar la cabeza en el torso de Yunho, lanzando un suspiro. “Descuida, Yunho…si tú realmente deseas que no vuelva a morderte no lo haré. Sé que debe haber sido…bastante fuerte para ti todo lo que pasó”

“Sé lo que te dije” Yunho llevó una mano a perderse en los mechones de cabello de Junsu. “Y quizás exageré, fueron las circunstancias y todo. Tan sólo necesito algo de tiempo”

“Está bien, descuida” Junsu le sonrió al subir el rostro y rozar sus labios. El beso rápidamente comenzó a ganar velocidad y Yunho pudo sentir a Junsu trepando a su figura, perdiéndose entre sus brazos y el calor. Un pulgar de Yunho se deslizó por su pezón, erectandolo con el roce y Junsu inmediatamente reaccionó al contacto, lanzando un pequeño gemido contra sus labios y luego reaccionando con un beso hambriento, cargado de la urgencia que comenzaba a encenderse dentro de su cuerpo al sentir la fiebre de la excitación comenzando a crecer. Yunho respondió al beso con igual urgencia, colando la lengua dentro de su boca y enredándola a la suya, mientras el vaivén de sus lenguas se tornaba agresivo en el despertar del calor. Junsu comenzó a agitarse en su regazo; la erección de Yunho presionada como acero hirviente a su parte baja lo estaba comenzando a descontrolar. Las manos de Yunho fueron a deslizarse por la piel de su dorso, lentamente descendiendo hasta llegar a sus glúteos. Junsu rompió el beso, un gemido escapándose de sus labios al sentir las manos de Yunho tentando su parte baja a través de la tela de su pantalón. Estaba a punto de deslizarlos cuando escuchó un sonido de pasos. Ambos se sobresaltaron; Junsu prácticamente cayendo del regazo de Yunho para quedar acostado a su lado, aún agitado. Casi pudo escuchar el gruñido de Yunho ante la pérdida de contacto y ambos se cubrieron completamente con las pieles cuando vieron a Dakho asomarse por la entrada.

“Buenos días” hizo un gesto con la cabeza, arqueando una ceja al ver la expresión sorprendida en ambos y lo agitadas que se oían sus respiraciones.

“Espero no haber interrumpido nada…” su sarcasmo fue tan evidente que Junsu casi lanzó una risita ante la incomodidad del momento. “Hina los estará esperando en la madriguera central para comenzar las actividades. No se tarden”

“De acuerdo, gracias” Junsu trató de que su voz sonara normal, a pesar de que aún se encontraba excitado, y agradeció internamente que su voz no haya sonado jadeante ni entrecortada. Dakho les lanzó una última mirada insidiosa y luego finalmente se volteó, abandonando la cueva sin decir más.

“No pudo haber sido más inoportuno...” Yunho le dijo al momento que rodeaba los brazos por su cintura, apegándolo nuevamente a él. “No sabes lo que odio quedar a medias”

Junsu rio con el comentario, dándose vuelta para quedar al frente suyo y sonreírle.

“Estoy seguro que encontraremos la ocasión para terminar lo que empezamos, pero por ahora…será mejor no hacerlos esperar”

Le dio un suave beso, lento y pausado, y Yunho suspiró contra la piel de sus labios al romperlo. Sabía que tenía razón, así que lentamente se levantó de la cama, estirando sus músculos.

“Iré como lobo, es la única forma que podré disimular…ya sabes”

Junsu explotó en una estruendosa carcajada, y el sonido de su estridente risa lo acompañó todo el trayecto a la gran cueva. A pesar de que se encontraban en terrenos desconocidos, el optimismo de Junsu era algo que Yunho jamás dejaría de agradecer. Él jamás perdía su sentido del humor y su buena disposición, y Yunho estaba seguro que Junsu no abandonaría ninguna de sus convicciones y llegaría hasta el final con tal de cumplir lo que ahora se habían propuesto, por el nuevo futuro.




“¿No te vas a destransformar?” Junsu le preguntó cuando entraron a la cueva, pero Yunho sólo le negó con la cabeza, lanzando una especie de bufido. Junsu decidió dejarlo por la paz y ambos llegaron finalmente al salón; Hina estaba sentada en el futón con Chunho entre sus brazos e inmediatamente se paró para recibirlos.

“Buenos días” hizo una pequeña reverencia que fue inmediatamente imitada por Junsu. Hina escudriñó con sus ojos al gran lobo blanco que se encontraba al lado de Junsu y lanzó una risita.

“Por lo menos si te quedas así no podrás refutarme cada cosa que diga”

Yunho lanzó un gruñido bajo; una de las manos de Junsu fue a enredarse en el pelaje de su cabeza, entre sus orejas para apaciguarlo. Sabía que Yunho aún no confiaba plenamente en ella y que en parte estaba haciendo todo esto por él, pero aun así no le agradaba que fuese arisco y grosero, esa parte no iba con él.

“Perdón por no presentarlos con la comunidad, sé que toda la gente está expectante por saber a quiénes he traído, pero simplemente tengo que asegurarme de que ambos adquieran las habilidades que les podrán dar la credibilidad necesaria como para mover masas. Estoy al tanto de que Yunho ha despertado, pero aún no posee la capacidad como para manejar su poder a su antojo, necesitas un estimulo fuerte… ¿O me equivoco?”

Lo observó asentir con la cabeza y sus ojos magenta se posaron en Junsu, suspirando.

“Eso me temía, y bueno…hay que trabajar contigo Junsu, para que despiertes tu nuevo potencial por lo que vamos a empezar hoy mismo. Yunho estará lejos por un par de días, le abriré un portal con mis energías para que pueda entrenar con sus propios poderes pero te advierto que no será nada de fácil y que incluso…podrías morir si no logras adaptarte”

Al escucharla, la figura de lobo de Yunho se desfiguró con un estruendoso gruñido como conjunto; sus extremidades lentamente alargándose y el pelaje decreciendo en una voraz convulsión para retomar su forma humana. Yunho estiró sus músculos y la tela de su estrecho pantalón para finalmente mirarla a los ojos.

“¿Si dices que puedo morir en el transcurso del entrenamiento, es por qué…tendré que enfrentarme a algo, no es así?”

“Toda fortaleza tiene un costo, y en tu caso será poner a prueba tu determinación. Tendrás que luchar contra la nueva fusión de tu lobo interno, aquel lobo que me dijiste que viste…el que está hecho de fuego”

“Entonces no me importa, voy a correr el riesgo”

Junsu entrelazó una de sus manos con la suya, apretando su mano en señal de apoyo. Estaba en parte nervioso por los riegos de la situación, pero confiaba plenamente en Yunho y en sus capacidades. Si él estaba seguro entonces lo apoyaría.

“Un verdadero líder siempre está dispuesto a correr riesgos” ella habló con solemnidad, otorgándoles una mirada. ¿Empezamos, entonces?”

Yunho asintió y la observó concentrar sus energías. El magenta de sus ojos se encendió cual llama ardiente y una energía del mismo color se concentró en la zona de sus manos. Hina hizo un ademán con ellas, moldeando la energía en forma de círculo y éstas parecieron quemar el aire con la fuerza; el círculo trazado brilló en luz y se abrió una grieta en el aire donde sólo se podía ver oscuridad.

“El tiempo fluye más rápido allí dentro. Salir de la dimensión sólo dependerá de ti” ella le advirtió, su voz sonando más ronca y mucho más omnipotente de lo normal.

Yunho observó la oscuridad naciente en la ruptura y tragó saliva. Sabía que estaba pactando con una figura maligna y que lo que estaba ante sus ojos eran energías oscuras, pero si era la única forma de dominar lo que sea que tuviera dentro en un tiempo record…correría el riesgo. Se acercó hasta Junsu y lo envolvió en un abrazo, enterrando la cabeza en la piel de su cuello e inhalando con fuerza, llenándose con su dulce esencia y dándose las últimas fuerzas para proceder.

“Prométeme que vas a volver…” la voz de Junsu pareció quebrarse mientras lo estrechaba con fuerza. La oscuridad del portal lo había hecho temblar y ahora estaba completamente aterrado por lo que Yunho pudiese encontrar allí dentro, después de todo…Hina se había involucrado con un demonio, había entrenado y adquirido magia negra… ¿Y si todo era una trampa? ¿Y si Hina tan sólo quería vender a Yunho al infierno, atrapándolo dentro y no lo dejaba volver jamás? Todo lo que ella les relató podría haber sido perfectamente falso… ¿Qué les hacía realmente confiar en ella? No por nada las llamaban mujeres malditas…

Aquellos pensamientos estaban carcomiendo su sanidad. Junsu realmente ya no estaba seguro y hasta se sentía en parte arrepentido, la decisión de confiar en ella había sido realmente precipitada.

Yunho se percató de la inseguridad de Junsu. Él también estuvo inseguro desde el principio, pero ésta era su oportunidad y ya estaba decidido, iba a correr el riesgo…aún si la posibilidad de todo fuese una trampa carcomía su mente.

“Su, tranquilo” Yunho le susurró cuando se separó de sus brazos; una de sus manos fue al borde de su mentón, levantándolo para establecer el contacto visual. “¿Acaso alguna vez no he vuelto por ti?”

Junsu le sonrió, sus ojos comenzando a humedecerse con sangrientas lágrimas. Lentamente observó como Yunho acortaba la distancia y le daba un suave beso para finalmente separarse de su lado, volteando para mirar a Hina. Ella asintió y se hizo a un lado para dejarlo entrar.

Yunho respiró hondo y comenzó a avanzar hacia el portal. Cuando estuvo a puertas, se dio el coraje final y antes de entrar volteó su rostro para sonreírle a Junsu, dando el último paso y desapareciendo en una succión de energía.




“Descuida, si Yunho es realmente el indicado para dominar el fuego…volverá”

Sus palabras no lo ayudaron en nada a sentirse mejor. Junsu lanzó un suspiro y se acercó a ella, expectante.

“¿Serás tú la que me entrene?” le preguntó.

“Voy a enseñarte a escuchar tus energías, porque el hibridaje hizo pasar algunas de las energías de Yunho a tu cuerpo y si el lazo es lo suficientemente fuerte se equipararán con las de Yunho y podrán tomar forma de llamas, siendo tus sensores y tus defensas cuando no puedas pelear cuerpo contra cuerpo. Con algo de práctica podrás usarlas como forma de ataque, reaccionarán a tu llamado”

Junsu asintió, tratando de grabar las palabras en su mente. Estaba en parte ansioso por saber más acerca de sus habilidades. Hina le sonrió y luego sus ojos volvieron a encenderse, cargándose de energía y concentrándola nuevamente sobre sus manos.

“Esto va a dolerte un poco, pero es la única manera…”

Junsu no fue capaz ni de responderle cuando ella dirigió sus energías hacia su cuerpo. Fue azotado por la descarga eléctrica y lanzó un agudo grito, cayendo de bruces al suelo; las ondas quemando a través de su piel y tensando sus nervios. Hina intensificó la descarga, sus ojos centellando mientras la energía quemaba con más fuerza y Junsu sintió su garganta desgarrarse con sus gritos. El dolor era prácticamente entumecedor; Junsu sabía que tenía que hacer algo, cualquier cosa…pero no podía moverse, su cuerpo no reaccionaba y estaba seguro de que en cualquier momento la energía le quemaría la piel y entonces sería su fin. Una nueva descarga azotó su cuerpo, implacable, y en nuevo desgarrador grito Junsu abrió los ojos de par en par; consciente de que estaba a punto de desvanecerse, su cuerpo comenzando a tornarse igual que una piedra. Hina se percató de que lo estaba friendo por dentro e inmediatamente desasió sus energías, disipándolas en forma de un millar de cristales magenta resplandecientes que desaparecieron de sus ojos.

“Junsu” se acercó hasta su trémulo cuerpo, aterrada y bastante descolocada con la falla en la activación. Junsu permanecía en el suelo, inmóvil, y con evidentes señales de quemaduras internas.

“¿Puedes oírme?”

Junsu apenas asintió y Hina inmediatamente descendió hasta su lado, procediendo a levantarlo del suelo con sumo cuidado y luego caminando con él en brazos hasta la cama. El asunto era un verdadero misterio para ella. Técnicamente, con la amenaza de sus energías ella debió haber despertado las energías internas de Junsu, heredadas de la habilidad de Yunho producto de las mezclas de sangre. Al ser Junsu la Sangre de la sangre de Yunho poseía también su fortaleza además de su naturaleza de lobo, pero…él en ningún momento reaccionó, Hina ni siquiera percibió un atisbo de energía dentro de su cuerpo. ¿Cómo podía ser posible? ¿Acaso el hibridaje no había sido completado de forma correcta? Todo aún le era muy confuso para tratar de encontrar una respuesta.

Recostó a Junsu en la cama y volvió a encender sus energías, pero ésta vez las dirigió directo a su torrente sanguíneo para reavivar sus propias fuerzas. Percibió como la movilidad del cuerpo de Junsu lentamente comenzaba a retornar y decidió no hacerle ninguna pregunta. No quería preocuparlo, así que sólo esperaría el regreso de Yunho para poder indagar mejor en su ritual de hibridaje.


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“Gracias por venir. Realmente no les hubiese pedido que vinieran desde tan lejos si no estuviéramos en una situación crítica” Changmin hizo un gesto con la mano, animando a ambos líderes del norte y del sur a tomar asiento en la mesa dentro de su madriguera. Sólo había averiguado atisbos de habilidades relacionadas con energías y la situación de Yunho aún no lo dejaba dormir en paz. Lo sulfuraba el hecho de que Yunho hubiese mordido la mano del que le dio de comer y hubiese…escogido llevar semejante camino. Tenía que ponerle un alto a la situación a como de lugar.

Observó a Kim Heechul y a Choi Siwon tomar asiento a ambos extremos de la mesa. Parecían estar algo incómodos, pero Changmin decidió que no le daría importancia al asunto. Bien sabido era por todos que la gente del norte no compartía simpatías con la del sur, a pesar de ser colonias hermanas. Changmin siempre pensó que la razón de ello recaía en los climas en que se encontraban ambas colonias. Los valles del sur eran fértiles, llenos de prados, vegetación, riachuelos y cálido sol; los lobos que crecían en los valles solían ser gente de carisma, con movimientos ligeros y precisos, acostumbrados al calor. La colonia del norte, en cambio, yacía en el corazón de las frías montañas, en los últimos recovecos de las tierras. Allí el frío y la nieve eran característicos, por lo que los lobos que crecían en ella eran máquinas de combate por excelencia, el clima adverso les daba una alta ventaja en resistencia y a menudo se decía que no tenían corazón. Changmin pensó que éstas eran sólo tonterías que se rumoreaban entre su gente, pues semejante cambio le parecía irracional…pero al ver a sus líderes incómodos y evitando a toda costa el contacto visual, todo pareció tener más sentido.

“Supongo que están al tanto de toda la conmoción que ha remecido a nuestra colonias después de la guerra” Changmin finalmente les dijo, dejando descansar sus dos manos sobre la mesa y fijando su rostro en ambos rostros inexpresivos que parecieron alumbrarse al escuchar sus palabras.

“Oh, sí” Heechul fue el primero en hablar. “De hecho creo que aún no puedo procesar realmente lo de…” vaciló un poco, mordiendo su labio inferior, a lo que Changmin respondió con un suspiro.

“No eres solamente tú, Heechul” Changmin hizo una moción vaga con la mano, reafirmándolo. “Estos días han sido un verdadero infierno y me he devanado los sesos tratando de encontrarle una explicación lógica”

“¿Qué hay de…la profecía?” la voz de Heechul fue tan sólo un susurro, y por unos segundos ninguno dijo nada, la pregunta haciendo ecos en sus mentes para reflexionar. Siwon lanzó un bufido, rompiendo finalmente el silencio.

“No serás uno de esos ilusos que cree realmente en esas cosas” le espetó.

“Qué tú no lo hayas dicho no significa que no lo has pensado” Heechul contrarrestó al instante, su mirada encendiéndose con ofuscación.

“No, no” Changmin interrumpió, haciendo un gesto con la mano. “Heechul tiene razón, y aunque yo también me mostraba bastante reacio a prestarle atención a las historias de fogata acerca de nuestros comienzos…si hay algo que aterradoramente hace sentido”

“Changmin, por favor” Siwon insistió, su expresión tornándose tosca mientras fruncía el ceño en señal de incredulidad. “No estarás realmente insinuando que Yunho es una especie de sucesor o algo por el estilo”

“¿Y qué explicación lógica tienes para explicar el fuego? ¿Cómo ha podido hacerlo entonces? Que yo sepa, Yunho no es ningún demonio elemental o algo por el estilo…el fuego ha venido desde adentro” Changmin finalmente habló los pensamientos que por mucho habían revoloteado por su mente. Era la única explicación lógica que le hacía sentido, y si semejantes habilidades habían despertado en él sólo debían ser sólo para un fin: el inicio de una revolución.

Siwon apoyó la espalda en el respaldo de su asiento, lanzando un suspiro de derrota. Aún no estaba muy convencido, pero tampoco tenía argumentos como para seguir protestando. Y es que aún no podía creer que Yunho haya sido capaz de hacer nacer un fuego oscuro a raíz de su propia energía. El asunto era un verdadero enigma.

“Y entonces…. ¿Has pensado en algo? Digo, para tomar el toro por las astas…” Siwon llevó una mano hasta su cabello, revolviéndolo en un gesto ansioso.

“Que Yunho haya despertado semejantes habilidades sólo puede traernos problemas. Si él verdaderamente logra abrazar su nueva condición y hacer contacto con sus pares…las consecuencias podrían ser nefastas. Hasta el momento habíamos mantenido la situación de los híbridos controlada, las sanguijuelas por lo menos parecen estar conscientes de que una nueva especie sólo puede crearnos problemas, por lo que han colaborado para mitigar pero…siempre está la posibilidad de un levantamiento. Tenemos que actuar rápido”

“¿Y qué propones que hagamos?” Heechul le preguntó.

“Necesito que ustedes, como líderes, aumenten la cantidad de lobos que mandan a patrullar por las zonas, hay que eliminar el máximo número de híbridos posibles. Sé que estamos en una alta desventaja con respecto a fuerza, pero vencerlos no es imposible. Sólo se requiere de movimientos precisos y exactos, directo al blanco”

“Lo que nos pides es prácticamente suicidio” Heechul inquirió. “Bien sabes que nos doblan en velocidad y fuerza, además…no estoy muy seguro de la amenaza que los híbridos realmente podrían significar en estas tierras. No es como si quisieran erradicarnos o algo por el estilo”

Hubo un silencio. Siwon miró de reojo a Heechul; él también pensaba lo mismo y siempre se cuestionó la verdadera amenaza que podría significar para ellos si los híbridos fuesen reconocidos como especie. Sin duda aquí no existía ninguna victima, pues no habitaban humanos. Siwon pensaba que se trataba netamente de un choque de egos, pero para cuestionar a Changmin…se necesitaba bastante coraje.

“Tienes que estar bromeando” Changmin clavó los ojos en Heechul, su rostro rápidamente adquiriendo una expresión de disgusto. “Creo que tienes claro lo aberrante que es traicionar a tu propia raza”

“Bueno a mí no me gustan nada” Siwon lo interrumpió, tratando de apaciguar un poco el ambiente al notar el creciente disgusto en Changmin; lo menos que podía hacer era tenderle una mano a Heechul si se había atrevido a cuestionarlo.

“Para mí es negro o blanco, pero el gris…jamás ha sido buen color” lanzó una risita, golpeando la mesa con el puño. “Mis lobos pelearan, Changmin. No hay híbrido que pueda con un lobo de hielo”

“Me alegra escuchar eso, Siwon. Tus lobos siempre han sido los más fieles a sus convicciones”

“Y los más sanguinarios, también” Siwon agregó, lanzando una risita que fue rápidamente seguida por él. Finalmente, Changmin desvió la mirada de Siwon para posarla nuevamente en Heechul, arqueándole una ceja.

“Si no hay otra alternativa…” se encogió de hombros, evitando el contacto visual.

“Excelente. Como ya hemos llegado a un acuerdo espero el aumento en las patrullas lo antes posible. Planeo amortiguar un poco la situación antes de realizar un viaje a la tierra de los mortales; los lobos de la Resistencia necesitan estar al tanto de nuestra situación y tomar medidas de resguardo. Sé que han tenido una dura pelea contra el tráfico de humanos y odio molestarlos con nuestros problemas pero lamentablemente es un tema que nos involucra a todos”

“¿Qué hay con nuestra batalla, quedará inconclusa?” Siwon le preguntó.

“El siguiente paso se centra netamente en encontrar la tribu de híbridos, pero que algo te quede claro: ese Kim Jaejoong va a pagar por cada vida nuestra que fue tomada por sus sanguijuelas”

-o-


Koiko: Avanzamos y Jaejoong con Roosevelt hacen una jugada, yo ya había avisado que Roosevelt venía a hacer mal y ya lo pudieron leer, no los pierdan de la mente que esa cartita bajo la manga será crucial más adelante e.e
Yunho y Junsu también han tomado direcciones como pudieron leer, cada uno por su parte tendrán que enfrentar más de algun obstáculo x) el primer obstáculo de Junsu ya está planteado…saquen sus propias conclusiones jeje x) y no me podían olvidar de Changminnie en la colonia del bosque queriendo erradicar a todo el que se le ponga en contra! Bueno, vamos a ir más rápido a partir de esto así que abrochen sus cinturones que aún no han leído nada.
Finalmente, tengo nuevo poster! Y como dice mi autor favorito, me quito el yelmo ante la grandiosa Mery y sus excelentes habilidades con el photoshop para crear semejante imagen ;O; te adoro te juro, tendrás todo mi amor por esto y un one-shot dedicado <.3 gracias por este increíble trabajo waa estoy tan emocionada, eres la mejor! ;O;

Bueno, es eso! Gracias nuevamente por leer y por todos sus comentarios, son la motivación para mis días <.3

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