"LO QUE HE PERDIDO DE TI"
Algo iba mal.
Una vez más ese terrible sentimiento. Ahogándome. Desgraciadamente, mi mente y mi corazón estaban tan hundidos en el caos, que no era capaz de distinguir qué podía ser.
Quedaban menos de 6 horas para la presentación del primer disco. Y ni una llamada. Nada.
Cierto era que había roto mi tlf móvil. Cierto era que no había cogido el tlf de mi casa durante algunas horas, pero. Ahora funcionaba. No me había movido de casa. Y aún así;
Nada.
Tenía el recuerdo de tus palabras en la oscuridad, clavado en mi corazón como una espina envenenada. La cual poco a poco me estaba enfermando sin remedio. Devorando mis fuerzas.
Por primera vez sentía que podía mantenerme alejado de ti. Podía por ti.
La posibilidad de que te hubieran hecho algún mal mis sentimientos por ti, había empezado a golpear mi razón con fuerza, desde que entendiera el daño que mis dudas y mis rechazos, que mis continuos cambios de parecer y mi humor cambiante habían hecho.
Si alguien mencionara la característica “humor cambiante” para describir el comportamiento de alguno de los miembros del grupo, cualquiera que nos conozca hablaría de ti. Diría que jaejoong no es mas que un manojo de emociones cambiantes como el sentido del viento.
Desde luego esa característica se podría relacionar con cualquiera menos conmigo.
Así eran las cosas.
Pero por qué, sin embargo, en la única cosa en la que la volátil constancia de Jaejoong se había mantenido firme como el acero era en su relación conmigo.
Puede que jamás declarase sentimientos poderosos, definitivos sobre mí, ni hubiera hecho grandes actos de demostraciones de amor, pero... aún así... la constancia de su afecto era inigualable.
Quizá esa constancia había hecho que le tomara por seguro y abusara de la confianza entre los dos. Que lo quisiera todo en vez de tomar lo que me daba.
Quería que lo que sintiera por mi le desesperara tanto como me ahogaba a mí.
Yo lo quería todo.
Lo quiero todo.
Tantos cambios en mi parecer ahora me habían llevado a hacerte daño de nuevo.
Y ahora me daba cuenta con pesar, de que jamás había pensado en lo que tu querías.
No en los momentos en los que había sido realmente necesario, al menos.
A pesar de la seguridad que siempre me habías dado, dependiendo de si te quería o no a mi lado en cada momento, yo no había sido capaz de hacer lo mismo por ti.. Aunque supera que siempre estarías ahí.
¿Qué te había dado yo?
Había sido tan inconstante contigo como con ninguna otra cosa. Eras la única excepción, la ecuación incompleta, el punto de inflexión en mi vida.
Por eso estaba tan seguro de que era amor.
Por eso no me esperaba nada, nada... parecido.. comenzando por esa primera visita.
Estando aún bajo los efectos de las pastillas y el alcohol, me levanté tambaleante de mi sofá, para abrir la puerta de mi apartamento a la quinta vez que la escuché sonar.
Junsu estaba al otro lado.
Su aspecto no era de los mejores, en un primer momento pensé que venía para reñirme, sabía que se me notaba que había vuelto a los malos hábitos. Pero él en seguida me quitó esa idea.
-No creas que vengo para echarte la bronca, me importa una mierda lo que hagas con tu cuerpo.- Diciendo esto entró por la puerta sin mirarme y encendió todas las luces del salón, cegándome. Le seguí a paso trabajoso.
-¿Entonces qué quieres?- No parecía que fuera a hablarme de trabajo. Pensé entonces que Jaejoong había hablado con él.- ¿Qué te ha dicho Jae?
-JAE? A mi¿¿ nAda!!- Parecía tremendamente molesto por la mención de su nombre, pensé que era sarcasmo.
-No es como él te ha dicho, en realidad.
-En realidad me importan muy poco vuestras estupideces, Changmin.
Seguía sin entender nada y decidí dejarle hablar. Mi mente funcionaba despacio en esos momentos.
-Será mejor que te vistas y te pegues una ducha. Quizá después de todo no sea mala idea que estés medio drogado.- murmuró entre dientes la última frase.
Algo no iba nada bien. Los ojos de Junsu no demostraban realmente enfado ni molestia, y Junsu estaba enfadado y molesto , cuando no estaba trabajando lo sabia bien. Pero sus ojos no decían eso.
Tenían dolor. Tenían pesar, tristeza.
-¿Qué es lo que pasa? ¿Qué he hecho?.
Cuando se quedó en silencio, por un momento pensé que iba a empezar a llorar.
No lograba imaginar que podía pasar. Podía imaginar muchas cosas pero ninguna para tenerle así. Nada por lo que no hubiéramos pasado ya... habíamos pasado por tantas cosas....
Algo por lo que habíamos pasado ya....
-Mientras tu jugabas al escondite, Jaejoong ha tenido un accidente con el coche.
Fruncí el ceño pero él esperó unos instantes para continuar. Se me encogió el estómago cuando vi que lo que hacía era recobrar el aliento, tragar saliva.
-Tardamos mas de 3 horas en sacarle del coche... Yoochun tuvo que darle sangre, también varios amigos... ha estado en la mesa de operaciones hasta esta mañana. Esta vivo pero su pierna jamás volverá a ser la misma. Su familia.....
Junsu se detuvo al verme vomitar las cuatro porquerías que había comido esta mañana y la mitad del alcohol que había bebido.
La ira de Junsu, su desprecio, era implacable. Aún así no le gustaba ver a la gente sufrir.
Sabía que apreciaba la comida tanto como para no querer que volviera a salir una vez la había comido. Yo no solía vomitar.
-Yo no estaba allí.- murmuré cuando tuve de nuevo la boca libre.- podría haber muerto y yo... no estaba allí.....
allí mismo , de rodillas frente a Junsu, en silencio, con el olor en el aire de mi sudor seco y el de mi vómito. Me juré algo a mi mismo.
Jamás volvería a separarme de él. Me costara lo que me costara... ya me rompiera el corazón, la cabeza, la razón.......pasara lo que pasara de ahora en adelante, aunque Jaejoong me repudiara.....yo siempre estaría a su lado.
Jamás volvería a sentir ese dolor indescriptible, ese pozo oscuro de muerte en los huesos, que sentí durante esos segundos en los que pensé que le había perdido lejos de mi lado y solo, herido por mis palabras.
Jamás.
Podía ver en la expresión de Junsu, que cuando había entrado por esa puerta, pensaba que no habría manera de que yo pudiera pagar por lo que él y yo pensábamos que era responsable. Pero había cambiado de idea.
No sabía cuál debía ser exactamente la expresión de mi cara. Si mostraba la mitad de mis sentimientos a través de mis nublados ojos, quizá entendiera que no había lección que hubiese aprendido mejor.
-Si te digo que te vistas, sin embargo, es porque tenemos una rueda de prensa dentro de 3 horas en el mismo hospital. Te aconsejo que vayas cuanto antes, ya queda bastante feo que no hayas ido antes.
Antes de que hubiera terminado de pronunciar las últimas palabras yo ya iba corriendo hacia la ducha.
Junsu me llevó en su coche hasta el hospital, discretamente. Entramos por el garage privado del personal del hospital. A pesar de que me había duchado y lavado a conciencia, y de que apenas habíamos salido del invierno, yo sudaba.
No levanté la mirada de mi regazo durante todo el tiempo. Sentía mi cuerpo entero temblar de pura tensión, hasta que el coche se detuvo y noté una mano cálida en mi hombro.
-Tanquilo. Él está bien. Estará bien. Ahora sal y sé un miembro de Tvxq.
No se por qué, pero por primera vez en mi vida, escuché la dulce y fuerte voz de Jaejoong cantando en mi cabeza. Cantando la única canción que él se atrevió a reconocer que yo cantaba mejor que él. Una canción sin real importancia entre los dos, pero que quizá significaba para mi mucho más de lo que pensaba.
Aún tenía la cabeza algo embotada y parte de mis sentidos atontados por las drogas. Pero sólo podía escuchar la voz de Jaejoong en mi cabeza, cantando Forgotten season en un susurro. Cuando el último resquicio de su estrella aún estaba en él. Antes de que todos perdiéramos el brillo con el paso de los años.
Ese fue el último destello.
El sonido de su voz en mi mente, ninguna otra nota más, ni un violín, ni un piano, solo el sonido de su voz.
Como un solo de un niño de un coro. Su voz solitaria resonando en las paredes de una vacía catedral. Una potente voz sin compañía, luchando por mantener esas notas altas que a él mismo se le escapaban de los labios sin dificultad alguna.
Cuando se acercaron a la habitación, en el pasillo se escuchaba el ruido de un gallinero.
Reconocía a varios de sus guardaespaldas, y algunos de los miembros de ambas familias de Jaejoong. Cuando siguió avanzando Junsu le detuvo con una mano y la voz de Jaejoong se apagó.
-¿Esta despierto?
-Si, pero es mejor que esperes aquí.
-¿por qué?
-Cuando me iba Yunho y manager Kim habían entrado en la habitación para hablar con él. Perdieron casi una hora intentando calmarle para que dejara de intentar levantarse él solo de la cama. Pero no querían volver a sedarle, tenemos que hablar con él. Después de esa operación no se como aún era capaz de moverse.. con todos esos sedantes en la sangre...Jae hyung siempre ha sido tan fuerte....- los ojos se me empañaron de orgullo sin querer.- Entre manager Kim y Yunho tuvieron que sujetarle, casi le salta un ojo a un enfermero Yoochun les hubiera ayudado, de hecho eso pretendía, pero al verle así no podía parar de llorar. Fueron en parte los gritos de Yoochun lo que hizo que finalmente Jaejoong entrara en razón.
-Junsu, por favor, no me detengas, tengo que entrar, por favor.....- le supliqué en un susurro, aunque con los gritos de las escandalosas familias de Jae no era necesario.
-Aún hay algo mas... lo primero que dijo.... fue que no quería, bajo ningún concepto.... que entraras o te acercaras a él.- El corazón se me encogió en un puño.
-Oh dios mío.....
-Ha puesto esa, por encima de cualquier otra condición. Ha sido férreo en cuanto a eso.Y la situación es muy delicada en estos momentos. Hoy también vendrá Lee Soo Man al hospital, aun están por decidir que van a decir a la prensa. De lo primero que se ha hablado ha sido de aplazar el lanzamiento. Pero eso no ayudara mucho. Esa operación mantendrá a Jae en cama por varios meses. Ni siquiera podrá ponerse de pie. Ni siquiera podrá volver a ......correr nunca más... probablemente.... le pongan las drogas que le pongan. Se acabó.
-No por dios no.. por favor no....- Finalmente me vine abajo sin poder evitarlo. Todo se había ido al garete. La pierna de Jae, el grupo...... nosotros.... no quiere verme... la opresión en el pecho no me dejaba respirar... tenía miedo de sufrir otro ataque pero las drogas mantenían mis pulsaciones demasiado bajas para tener una taquicardia.
-Cálmate Changmin.- Me dijo Junsu poniendo de nuevo su mano sobre mi hombro.
Sabía que me lo merecía lo sabia.......
Lo sabía Jaejoong... pero no poder verte, simplemente era... demasiado doloroso.... demasiado...
Jaejoong...
Jaejoong....
Mis sollozos alertaron a las familias que dejaron de discutir entre sí y se volvieron hacia mí.
-¿qué es lo que pasa?
-¿sabéis algo nuevo?
-decidme qué le pasa a mi hijo!!
-Tenemos derecho a saber lo mismo que la compañía!
-¿Cómo es posible que la compañía pueda ver antes a nuestro hijo que a su familia?
Junsu se apresuró a calmar el jaleo lo mejor que pudo.
-no, no se trata de nada nuevo... os lo aseguro... ammoni
Parece que no le hicieron mucho caso.
-Eso nos dijeron la última vez, hijo.- Reconocí la entristecida voz de la madre adoptiva de Jae. No había gozado de buena salud últimamente, los años se le habían echado encima de golpe desde que Jaejoong entró al servicio militar.
-ammoni, es cierto.... Changmin había cosas que aún no sabía sobre el estado de Joongie...- la voz de Junsu al hablarle, sonaba igual de apenada. Aunque a Junsu le incomodaba a veces la familia adoptiva de Jaejoong por su falta de educación tan apreciada en la suya propia, siempre había encajado bien con su caluroso carácter y era el más querido entre ellos, existía un afecto especial entre Junsu y la madre adoptiva de Jae, así como lo había entre ella y Jae.
Yo no podía mas que murmurar “no” hilando las palabras, ajeno a la conversación. Tenía que entrar en esa habitación, tenía que verle... aunque estuviera dormido, aunque no me viera... necesitaba verle de nuevo, estuviera como estuviera, verle respirar , ver que estaba vivo.
“Jae....”
-Tengo que verle, por favor Junsu, aunque no sea ahora mismo, aunque él no me vea, no me hable.. tengo que verle....
-Shhhh- me chistó Junsu empujándome lejos de aquél pasillo para que nadie me viera.
Claro que sí... entendí que seguro me tenía que ver realmente patético en este estado....loco de dolor...de pena. De culpabilidad y por qué no?... de que otra cosa si no.... de amor...
Este amor que pronto acabaría conmigo, o con uno de los dos.
¿Por qué era tan imposible dejarle ir aunque me arrastrara a mí o a él, que era lo que mas quería, a la misma ruina?
¿Dónde estaba Changmin el inteligente?
¿Changmin el maduro, el racional?
¿Changmin el hombre?
Changmin nunca llegó a ser hombre.
Se quedará para siempre en su estado de muchacho formal y educado, queriendo parecer más mayor de lo que es, como solía decirme Junsu.
Shim Changmin, nunca creció....seguirá siendo eternamente el chiquillo que se enamoró del mas desastroso de sus hyung por pura torpeza y accidente.
Yo era la constancia de mi Jae, y él era mi único desastre.
Jamás podría separarme de él en la vida.
Lo supe desde aquél momento, en aquél baño del garaje. Donde juré volverme su tormento por enredarme en su telaraña de deseo.
Tenía que haber aceptado mucho antes que no estaba dispuesto a hacer las cosas correctamente por él jamás. Mi corazón salvaje no puede domarse.
Sólo quería...escuchar su respiración una vez mas....
Recupere de nuevo el habla.
-Junsu escúchame... entiendo que Jae no quiera verme.... lo entiendo.- le cogí por la solapas de su camisa, desesperado. – Pero yo tengo que verle a él. Me da igual en qué condiciones.... pero tengo que verle, y tiene que ser hoy, lo entiendes?
Tendría que tener la mirada de un desequilibrado, de un hombre desesperado.
La mirada que Junsu me devolvía, sin embargo, no era de susto, ni de sorpresa ni de enfado. Era triste. Una mirada poco corriente en alguien como él y que resultaba tremendamente descorazonadora en sus ojos.
Esos ojos fieros, ingeniosos e inquietos, que siempre llevaban el brillo de una sonrisa en ellos.
Seguro que se preguntaba en qué me había convertido. Habíamos estado los dos juntos, en el mismo barco, sobretodo al principio, siendo los menores del grupo. Tan distintos... aunque yo pareciera el hyung y él mi tonsaeng. Necesitábamos un poco de lo que al otro le sobraba.
Hubiera dado lo que fuera por poseer esa calidez innata que poseía, el cariño que mostraba con aquellos que le rodeaban. MI familia había sido igualmente cariñosa pero por alguna razón a mi siempre me costó interactuar con los demás fuera de mi familia.
Mi humor taciturno tampoco ayudaba.
Aún así JUnsu sabía como estimular la parte más positiva de mi carácter. Mi parte más optimista. Mi parte competitiva.
Ahora, la parte de mi que Junsu estaba viendo, le estaba afectando a él. Me sentía como un despojo al que tuvieran que tener lástima, pero;
¿qué podía hacer yo ahora, Jae?
No era como si empeñara en autodestruirme. Solo lo necesario para arrancarte de mi. Y parecía que eso significaba acabar conmigo. Demasiado tarde para darme cuenta.
Entiéndelo, Junsu.- Le dije sin palabras, en este incomodo y denso silencio que se había creado entre ambos.- Jae se me ha enquistado en el corazón de tal forma… que no puedo extirparle, es demasiado tarde para intentar separarle de mi corazón con la fría precisión de un bisturí…. Lo más vital de mí, se iría con él. Por favor entiéndelo.
Me siento tan profundamente enfermo de amor…. Que no hay cura ni esperanza para mi.
Estoy tratando de sobrevivir…
De Sobrevivir Junsu….
-Está bien.- Contestó fríamente después de unos instantes. –No te puedo decir cuando, pero haré todo lo que esté en mi mano. Tendrás que esperar a que todos se vayan y a que termine toda la rueda de prensa..serán horas.
-Esperaré.- le afirmé, soltando su camisa y alejándome, ahora algo mas calmado.
-¿Qué está pasando contigo, Changmin?- Preguntó mirándome a los ojos, los suyos brillantes de emoción. Al intentar responder me di cuenta de que realmente no esperaba recibir ninguna.
Se giró y volvió al lado de la familia de Jae.
Lo que él quería que me preguntara eso, que notara como los demás se lo preguntaban.
Lo se, lo se. Simplemente no podía evitarlo.
Me senté en el suelo, respaldado por una de las paredes del pasillo en frente de la habitación de Jae. Mucha gente pasó por allí a lo largo del día.
Hablando, moviéndose. Tras unas horas, nuestro manager salió de la habitación, hablando por teléfono. Yunho salió poco después. Tan preocupado que ni siquiera me vio, allí sentado en el suelo. Cuando salía del pasillo, Junsu le salió al paso.
-Ahora no, Junsu.- Le respondió a lo que fuera que JUnsu le hubiera dicho. De pronto giró la cabeza y me vio.- Dije a ese que se prepare, tenemos la rueda de prensa en 20 min. Lee Soo Man esta aquí ya.
Junsu asintió y me miró. Yo me levanté rápidamente y me reuní con el grupo de estilismo que también acababa de llegar. Todas tenían unas caras de preocupación tremendas, y su estado no mejoró al verme la cara.
Me arrastraron a los baños.
Les dejé maquillarme, peinarme, y cambiarme de ropa en aquél baño con olor a antiséptico, mientras pasaba frío. No era la primera vez.
Les dejé arrastrarme hasta esa estúpida rueda de prensa, para ocupar mi lugar detrás de Yunho, mientras nuestro manager, y Lee Soo Man hablaban a los periodistas. Estaba allí y a la vez no estaba. NO escuchaba a nadie, era como si estuviera en el fondo de una piscina. La luz de los focos no me llegaba, las voces no me llegaban con claridad.
Allá donde yo estaba… el exterior no me alcanzaba.
Cuando hubo pasado todo, contesté al fin al teléfono. Mis padres llamaron para saber de mí. Les contesté lo de siempre y colgué. NO hablé con un alma a parte de ellos durante el resto del día.
Todo el staff me conocía suficiente como para no intentar molestarme cuando estaba gruñón.
Me senté en mi lugar en el pasillo. Con las rodillas dobladas, mirando a ningún sitio en particular. Ni siquiera Yoochun se atrevió a decirme algo. En un momento de la tarde, se quedó parado frente a mi. Pero no me dijo nada.
¿Qué podía decirme, al fin y al cabo?
No quería escuchar nada.
Sabía que debía escucharlo. Debía escuchar todo lo que habían hecho él y Junsu, y Yunho por Jae, mientras yo estaba a solas con mis tonterías. Pero dolía demasiado para escucharlo en ese momento. Sólo quería volver a verle.
Pasó aún más tiempo, y ya apenas notaba las piernas. Ahora todo estaba vacio, en silencio. Escuché la puerta de la habitación de Jae abrirse y luego cerrarse.
Yunho se acercó a mi. Le miré y su gesto de desprecio me hizo bajar la mirada de nuevo.
-Levántate.- Me ordenó.
Obedecí, gimiendo levemente al estirar mis piernas dormidas. Sin decir nada mas, se giró sobre sí mismo agarrandome con firmeza de la muñeca. Me hizo seguirle, hasta la puerta de la habitación donde estaba Jae…
......y de pronto tuve miedo.
De pronto después de llevar todo el día esperando sentí que no estaba preparado. Lleno de miedo vi como abría la puerta. Solo las luces de emergencia estaban encendidas, podía ver los pies de la cama… no…. No puedo entrar aún…. No puedo…..
-Hyung…. – murmuré.
-Ni se te ocurra hacer ruido o despertarle.- Dijo Yunho desde detrás de mi, en tono férreo.- Y no tardes mucho, nos tenemos que ir ya.
Cerró la puerta a mis espaldas, y al encontrarme ahí frente a ti, comencé a llorar como un bebe.
Estabas en aquella cama blanca, tan grande, tan alta, y parecías tan pequeño en ella.
Tenías la pierna atravesada de clavos, cubierta de escayola hasta el muslo, apoyada en una especie de mesa sobre la cama.
Tu cabeza estaba ladeada, y en tus brazos había varias vías con varios cables saliendo de ella. Tenías un collarín en el cuello. Y te habían cortado el pelo. Tenías una cicatriz en la cabeza. No parecía muy grande, pero estaba cerca de la frente, y estaba tapada con esparadrapo y gasas.
Tenías tremendos moratones en los brazos, y arañazos en la mejilla. Respirabas pausadamente en tu sueño inducido, y yo no podía, no podía moverme de allí ni dejar de llorar.
Me tapé la boca para no hacer ruidos.
No necesitaba escuchar nada, habías pasado por todo eso y yo no estaba… no estaba…. Me perdonaras o no algún dia, al verte ahí supe que yo jamás me perdonaría a mi mismo.
No debí haberte dejado escapar de entre mis brazos. Debí sujetarte con fuerza y nunca dejarte ir, no dejarte ir….
¿Por qué me había permitido ser tan egoísta?
Había cosas que no tenían remedio. Y esta era una de ellas.
Mi corazón sentía un alivio al verte respirar en paz bajo tu sueño, pero estaba tan magullado y herido al mismo tiempo, como tu cuerpo.
Abultabas casi la mitad que yo, apenas sin ropa, pero eras tan , tan fuerte.
Sabía que tarde o temprano algo como esto volvería a pasar, y sabía que no podía hacer nada… pero no así, no de este modo…. No cuando solté tu mano.
Al cabo de unos minutos no pude soportar estar tan lejos de tí.
Me acerqué, tembloroso. Mis sentidos estaban agudos, se me había pasado cualquier efecto de las pastillas de ayer. Por eso el dolor era claro y afilado.
Había un sillón al lado de la mesilla, llena de gasas, de inyecciones, pero no la usé.
Tu cama estaba en alto…. Me acerqué… e intenté tocar tu mano tímidamente. El dorso de tu mano estaba atravesado por una via, de la que salía uno de esos cables transparentes. Temía hacerte daño, de modo que no moví tu mano, solo la toqué. Estaba tan cálida. La temperatura en aquella habitación, como en casi todo el hospital era muy alta.
No podía dejar de mirarte, y noté que mis dedos temblaban sobre tu piel. Una uña de tus fuertes dedos estaba ennegrecida, debiste haberte pillado la mano con algo en el coche…..
¿En qué estarías pensando?
No bebiste nada. No sabía los detalles, pero tu eras demasiado buen conductor y con demasiada experiencia como para no chocarte si no lo provocaba otra persona.
¿Estabas pensando en mi……?
Si pensabas en mi…. Si yo… he sido el culpable…..que el diablo me lleve, no tengo perdón.
Pero me he prometido, que jamás, jamás volveré a separarme de ti, pase lo que pase, no importa cuanto sufra, no importa lo que me hagas, lo que me pase….. nunca me alejaré de ti. Lo siento hyung. Quizá justo ahora que ya no me necesites, que no me quieras a tu lado…. No importa. Yo estaré aquí….
-He estado siempre aquí, Jae……- conseguí decir en un quebrado susurro.
Viéndole dormir, de pronto recordé aquella mañana…. En el hotel de los ängeles…justo antes de mi primera vez. Cuando me deleitaba con tu cuerpo mientras dormías.
No eras más que un hombre. Uno como yo, uno como tantos que había visto. Tu cuerpo no representaba ninguna novedad para mi.
Tus anchos hombros, tu fina cintura, tus gruesos huesos, y esa piel lustrosa y fuerte que poseías.
Te habían hecho de plástico y de sangre.
Un muñeco perfecto, duro y cálido. Vano, sensible y fuerte.
Recordaba como tocaba tu cuerpo en aquella ocasión, sintiendo tu húmeda piel y tu calidez. Y al ver tu cuerpo ahora… se me saltaron las lágrimas de nuevo.
Quisiera borrar tus heridas con mis manos….
Quisiera borrar esas heridas de tu piel y tu cuerpo con estas manos que te aman y te desean sin medida alguna.
Ya sabía que no te gustaba enseñar más tus piernas… tan delgadas y con aquella cicatriz en la rodilla. Pero ahora era totalmente seguro que Jaejoong nunca vestiría de nuevo un traje de baño.
Recordé sin remedio nuestros juegos en aquella isla al rodar Hiyaya. Hace ya tantos años...
Con qué inocencia sujetaba tu resbaladiza piel mojada mientras jugábamos, en aquel entonces. Cómo recuerdo esa sincera risa que perdiste durante el camino a la gloria.
El dolor aprisionaba mi corazón al entender que algo así jamás se repetiría.
De hecho no se había repetido desde entonces. Pero ahora sabía que nunca ocurriría en el futuro.
Quería volver a jugar contigo en aquella piscina, hyung, quería que ganáramos al boley a Yunho. Quería ver aquella risa de nuevo en tus labios.
Quería a nuestros amigos, te quería feliz.
Ya no sabía por qué me lamentaba o por qué lloraba. Solo sabía que no quería separarme de ti, pero tenía que hacerlo.
Querrías estrangularme si me veías cerca de ti. Y estarías en tu derecho.
No sabía bien como podías salir de ésta. Yo debería ser el primero en estar a tu lado cuando los duros días de rehabilitación llegaran. Pero a ti no te gustaba que te vieran asi, querías hacer aquellas cosas tu sólo. No le dirías nada a nadie sobre tus sentimientos, tu rabia, tu frustración, tu pena.
Pero ese era el tipo de hombre que eras. Habías crecido en soledad.
Y así era como tu hacías las cosas. Y ni siquiera tu tonsaeng favorito había podido cambiar eso de ti. Nada podría.
-Te quiero….- susurré sin pensarlo si quiera.- Te quiero….
Los colores subieron a mis mejillas, las noté arder.
“es el calor de este lugar” Me dije.
Las lágrimas no dejaban aún de caer.
“tengo que controlarme”
Con dos de mis dedos alcancé tu pelo. Te habían quitado todos los pendientes.
Santo dios como te quería ……
Quería besarte, pero no quería despertarte, ni hacerte daño.
Mojé con mis lágrimas tus dedos cuando me acerqué a besarlos suavemente. Me agaché para quedarme a esa altura, y poner mi mejilla sobre tus dedos. Sujeté tu muñeca.
Me sentía mal por tocarte si tu no lo sabías, sabiendo que en realidad no querrías.
Pero no podía evitarlo. No sabría cuando podría volver a verte cuando al fin despertaras….besé de nuevo tu mano, y más y más lágrimas cayeron.
Cuando estaba tratando de dominarme escuché la puerta abrirse.
-Tenemos que irnos ya.- Dijo Yunho desde la puerta.
Levanté la cabeza y lo que vió en mi cara pareció conmoverle. Su ceño que estaba fruncido, desapareció y su expresión se suavizó de repente.
De pronto parecía sentirse culpable por tener que sacarme de allí.
-Vamos.- Repitió con cariño esta vez, haciendo un gesto con la cabeza.
Me incorporé y solté la mano de Jae.
Le miré una última vez antes de salir rápidamente por la puerta, o no podría salir jamás.
Una vez fuera intenté recuperar la compostura. Tendríamos que encontrarnos con el staff para volver a casa, y con los demás. No quería que me vieran así. Yunho cerró la puerta y comenzó a caminar junto a mi por el pasillo. Ninguno de los dos dijo nada. Hasta que de pronto se paró, y yo también.
-Changmin……- Intentó decirme, con tono de preocupación, volviéndose hacia mi.
Yo le miré y mis ojos se nublaron de lágrimas de nuevo… simplemente no podía pararlas.
-Hyung….- dije con voz desgarrada antes de lanzarme a sus brazos. Le abracé y apoyé mi cabeza en su hombro. El rápidamente me abrazó con mucha fuerza. Sabía que era eso lo que necesitaba.
Necesitaba tanto que alguien me perdonara… alguien. Yo no podría perdonarme.
Lloré desconsoladamente, desahogándome de verdad. Sólo Yunho podía hacer esto por mí. Había sido mi mejor amigo durante todos estos años y sabía que él pensaba de la misma forma.
Le necesitaba tanto como a Jae. Sabía que él me entendería mejor que nadie.
Me sujetó con fuerza, me dijo que todo saldría bien. Que Jae estaría bien.
-Hyung…- repetí, entre sollozos. Era un gracias, era un “me duele”.
Era con el único con quien me podía permitir el lujo de comportarme como un chiquillo, que eso era en realidad lo que era.
Me calmé un poco y me separó suavemente de él.
Me miró a los ojos. Él no lloraba, pues siempre quería manternerse fuerte frente a mi, pero sus ojos brillaban. Estaba haciendo el mejor de sus esfuerzos para que sus lágrimas no se escaparan. Juntaba los labios con dificultad para que no se torcieran en una mueca, en un sollozo. Intentaba no mirarme a los ojos para no perder el control.
-¿Estás bien?- Me preguntó con voz temblorosa, preocupado por mis ataques de pánico. Yo asentí.
Pasó uno de sus fuertes brazos por mis hombros y no me soltó hasta que entramos en el coche que nos dejó en casa. No obstante, Yunho se vino a casa conmigo.
No quería dejarme solo. Yo sabía cuanto necesitaba estar cerca de Yujin, pero él prefirió quedarse conmigo.
Una vez me sentó en el sofá, y trajo bebida para ambos, se puso serio de nuevo.
-Changmin, esto tiene que acabar de una vez. Sin excusas.
-¿El qué?- pregunté con voz débil. Podía referirse a muchas cosas. ¿Pensaba culparme por lo de Jae? Seguramente si.
-Por todo, Changmin. Por todas estas… mierdas que tomas, -dijo cogiendo las pastillas de la mesa y volviendo a tirarlas con desprecio.- Por las tonterías que te traes con Jae, todo esto tiene que acabar ahora.
Yo escondí la cara entre las manos y lloré de nuevo.
Noté que se había sentado a mi lado, y me abrazó de nuevo.
Mientras me acomodaba en su hombro y él se acomodó en el sofá para dejarme llorar lo que necesitara, siguió hablando.
-No quiero hablarte así justo ahora, Changmin, pero tu también lo sabes…. No podéis seguir así. … joder no tenía que haber permitido que si quiera comenzara….si hubiera…
-Yunho no digas eso.- Dije entre sollozos sin despegar la cara de su hombro.- Ya hiciste suficiente, recuerdas?
-Nunca quise que vieras eso, changmin.
- No se trata de lo que yo viera.-repliqué.- Simplemente no pudiste haber hecho nada para impedirlo.
-No me gusta verte asi, Changminnie. Deja de hacerte daño. Seguro que Joongie tampoco quiere esto.
-Lo se, hyung, lo se… lo siento…
-¿por qué no vienes a mi? Por qué dejas que todo llegue a estos extremos….-dijo en tono de exasperación.
-Tu ahora estás con Yujin noona. Además hace tanto que no hablamos, desde que nos fuimos al servicio militar.
-Sabes que siempre estaré aquí, bobo. Ya eres mayorcito.. eh?
Ambos reímos.
-Me prometes que nada de mierdas de estas?- Me dijo en ese tono cálido y jugueton que solo Yunho ponía cuando le daba la gana.
-Si, prometido. Pero no te vayas.
Yunho pareció muy sorprendido. No esperaba que fuera tan abierto. Siempre tuvo que forzar este tipo de cosas conmigo, él es muy cariñoso y quería que nuestra relación fuera mas parecida a la que tenía con Junsu. Pero yo no estaba acostumbrado a eso….
Se había pasado años esperando por una respuesta mia como esta. Pero a mi después de que él se enterase de lo que Jae y yo hacíamos, se me hacía raro acercarme a él sin un buen motivo, no sea que se sintiera incómodo o pensara que iba con otras intenciones.
Pero necesitaba paz, necesitaba calma, necesitaba dormir. Ahora que sabía que Jae estaba a salvo, me odiara o no, podría dormir, y con Yunho a mi lado.
-Venga, te llevaré a la cama.- Dijo con su tranquilizadora voz. Sin darme cuenta me estaba quedando dormido sobre su hombro.
Me acompañó a la cama y salió cuando comencé a cambiarme.
No obstante recordó mis palabras, y tras hacer una llamada a su casa y otro par más, fue al cuarto libre a dormir.
Era un cuarto con un piano y otros instrumentos para grabaciones, que había preparado para Jae. Pero aún no lo había estrenado. Ni siquiera sabía que existía. Era una sorpresa.
Recordé la noche que pasamos en esta misma cama, Jae y yo, cuando nos reconciliamos, tras aquél día en el estudio.
Al día siguiente le convencí para que viniera a pasar la noche a mi casa.
La suya no estaba habitable, de hecho creo que estaba en proceso de vender el apartamento. Yo arreglé el otro cuarto con esperanza de que se mudara conmigo.
Aquél dia lo pasamos grabando juntos, y estábamos cansados.
Ya habíamos comido con el staff, de modo que sólo nos duchamos para después irnos a dormir.
Cuando yo llegué de la ducha, donde le había echado de menos, de hecho le había llamado, le encontré dormido a medio tapar sobre mi cama.
Sonreí. Quizá ya se había dormido cuando comencé a llamarle.
Le tapé y me coloqué a su lado. Pasé un brazo por debajo de su cuello y le atraje hacia mí. A Jae no le gustaba nada dormir así, pero como estaba tan cansado, se dejó hacer.
Se acurrucó no sobre mi pecho, pero si con la cara enterrada en mi cuello. Y yo suspiré de felicidad. Le rodeé con mis brazos, y besé su pelo. Hasta sin duchar olía bien.
No le habían peinado hoy, se había peinado él en casa, y su pelo no olía a esa asquerosa laca que siempre le echaban.
No podía creer que le tuviera entre mis brazos de nuevo, de esta manera además. Y casi no podía relajarme y pegar ojo.
Me relajaba, enredando mis dedos distraídamente entre su lacio pelo, haciendo planes para el día siguiente. Sonreía con los ojos cerrados, sabiendo que cuando despertara al dia siguiente, que sería dentro de poco, estaría cansado, pero al abrir mis ojos, le encontraría en mi cama. Con su pelo despeinado, su pecho descubierto, sobre la almohada descolocada.
Me empujaría para despertarme, me pellizcaría, y me haría rabiar hasta que me despertara del todo.
Pero estaría allí. Sería lo primero que viera al despertar.
Y ahora yacía boca arriba en aquella cama demasiado grande,demasiado vacía, cerrando mis ojos para recordar su tacto, para intentar escucharle respirar en mi mente, para recordar la sensación de su cálido aliento en mi cuello mientras dormía.
Una última lágrima cayó de mi párpado cerrado antes de que el sueño profundo, uno de paz y sin sueños, me llevara al fin.
aaaahh que bonito por Dios... he llorado muchisimo...
ResponderEliminarsnif T__T me encanta...
ME ENCANTAA!!!! dioos enserio es buenisimo
ResponderEliminarese amor que siente por Jae es... es .. iahqueheurehqut
simplemente me encanta *_*
quiero maas!!
Gracias de nuevo por este maravilloso fic!!
T-T no me gusta nada que sufran pero pero ahhh ese amor que se tienen solo les hace muuucho daño
ResponderEliminarestoy triste... bueno en fin gracias por este maravilloso, exelente fic! ^^
otro increíble capítulo!!
ResponderEliminarYumeme-san te adoro!!
Tada esta situación es tan desastrosa .. me dan tanta pena Jae y Min ... me pregunto si las cosas podran solucionase de algún modo ...
gracias gracias gracias!!!
Su destino es estar juntos... cada vez me queda claro eso. Lo malo es que sus personalidades y la falta de control sobre sus emociones les han dejado en el borde.
ResponderEliminarSin embargo, definitivamente están destinados a estar juntos... La necesidad que tienen, es mayor a ellos. Ojalá... a pesar de todo, terminen juntos. Vivos o muertos. Nada es eterno... ni la felicidad, pero creo que aun con malos momentos, ellos podrán permanecer juntos hasta el final.
Ah, que triste u_u...
Buena historia.
Es tan hermoso.
ResponderEliminar"Yo era la constancia de mi Jae, y él era mi único desastre."
Hasta esta frase sostuve las lagrimas,despues no heparado de llorar T.T
waaaaa no puedo evitarlooo las lagrimas estan q se me saleen yumemee eres una diosaaa TTOTT !!!! changmiiiinn <333 jaeee <3333 como saldra mi hermoso jaeee de estooo DDD: ay minnie xq lo dejaste irrr DD: hahaha me emocionee wehh ya dije AMO ESTE FIIIIC!!!
ResponderEliminarCompletamente adictivooooo y no he podido evitar el llorar como desesperada
ResponderEliminarla verdad que este tira y adloja me fascina, espero pronto el proximo capitulo
pobre Changmin, pobre Jae
ResponderEliminarojalá todo se solucione
tiene que haber un modo!
esta historia me tiene al borde ... por favor no te demores tanto en poner el próximo capítulo!
lo AMO LO AMO LO AMO LO AMO LO AMO LO AMO!!! me he leido este fic en un solo dia mis ojos no puden mas! pero esta tan genial Q waaaaa! vale la pena utilixarlentes depues de esto TE KIERO yuuki!!! sigue publicando GRASIAS!!!
ResponderEliminarlo LO AMO LO AMO LO AMO LO AMO LO AMO LO AMO!!!
ResponderEliminarme he leido este fic en un solo dia! mis ojos no puden mas!! pero vale la pena no importa ke use lentes despues hahahahxD TE KIERO YUUKI!!! actualiza pronto GRASIAS!
por qué es todo tan complicado? justo cuando salen de una , algo pasa y la situación se vuelve peor
ResponderEliminartodavía me carcome la curiosidad por saber qué fue exáctamente lo que le dijo Yoochun a Jae ...
la historia y la trama son de lo mejor!
Yumeme eres una genia!
Yuuki pon el próximo capítulo lo más rápdo que puedas, por favor!
Esta es realmente una historia espectacular!!! ya me he visto varios doramas y ninguno pero ninguno tienen la calidad de narracion que tiene YUMEME. Eres una idola!!!!!!! y dejando de lado talvez eso del yaoi y las barreras moralistas al respecto, la historia, la forma de narracion, toooodo esta diseñado para volverte completamente adicta a esta historia. YUMEME tienes que vender los derechos de tu historia a alguna televisora (dificil que hagan doramas yaoi actualmente verdad) bueno igual espectacular!!!!
ResponderEliminarcomo siempre Yememe me has sorprendido una vez más, cómo es que escribes tan, pero tan bien?
ResponderEliminarTe agradezco mucho por la grandiosa historia, pero te lo ruego no nos hagas esperar tanto por el siguiente capítulo!
hola hola¡¡¡ no puede ser no he parado de llorar de verdad que esta muy intensa la historia pero por fis continualo pronto de verdad que esto de no saber que pasara me esta matando bueno muchas gracias por escribir esto .. cuidate mucho y te estamos esperando con la actualizacion ...
ResponderEliminarPor culpa de este fic ayer me dormí a la una de la mañana y no le segúi porque tenía que levantar me a las cinco a trabajar, pero ahóra que he llegado a esta parte, no sé como reaccionar. nunca he sido partidaria del jaemin, pero a partir de este drama, juro que lo estoy viendo con nuevos ojos.
ResponderEliminarque decir de la historia, te has volado la barda, es increíble, como haces que en uno se entremezclen tantos sentimientos, amor, odio, pasión, ternura, risa, lágrimas, despesperación, angustia, dolor, frustración, impotencia.
lo has logrado todo, hasta que uno se la pase alucinando durante el día y soñar con la historia.
¡Felicidades!
y a esperar la continuación.
uaaaaaaaaaaaaaaaah kontinualo por dios!!!
ResponderEliminaraiiii mi pobre y lindo jae! todo lo ke le okurre es malo TTTTT.TTTTT
felicidades, me tienes enganchadisima
W.W estoy al borde de las lagrimas
ResponderEliminarque tristeeeeeeeeee!!!! TT.TT
Waaaaaaaaaa!!!...
Los 2 están sufriendo, ojala que Jae se recupere pronto y que llegue a perdonar a Min, ese amor es purooooooo...
Esta buenisisisimo el fic, que ya no hayan mas lagrimas....
kekeke
Estoy de acuerdo con la anonima del post 16
ResponderEliminaryo no soy partidaria del jaemin, apesar que me lo he leido todo y lo he encontrado muy, muy bueno en todo sentido.
quiza este fic me da la razon el jaemin es muy complicado, aun que esa no es la palabra que buscaba.
prefiero a changmin con minho,
y a jae no se....
me da pena el pobre yunies que sigue creyendo que el cariño que le tiene es otro...y lo ve sufrir y le duele mas que a nadie por que quiere demasiado a jae y a minnie, debe ser una iimpotencia feroz la que tiene el de no poder hacer nada, si seamos justa lo ha intentado casi todo hasta el extremo mas horrible y no funciono.
y el yoosu cada uno con sus engaños y sus vidas a medio vivir
(k-ede)