Newton's Third Law cap 8

Pasaron dos horas completas antes de que Changmin se atreviera a hablar con Yoochun. Se paró frente al cuarto de trabajo (más pequeño) que compartían Yoochun, Jaejoong y Yunho. Su mano estaba fija en la perilla de la puerta, incapaz de abrirla. Entonces la perilla giró sola y la puerta se abrió, revelando a Yunho.

—Oh, hey, ¿buscas a Yoochun? Está adentro. Yo ya terminé mi trabajo —dijo Yunho, revolviendo el cabello de Changmin.

Changmin respiró profundamente y entró a la habitación. Se dejó caer en la silla de Jaejoong y observó a Yoochun tocar el teclado electrónico. Tenía los audífonos puestos, así que no podía escuchar realmente lo que el otro estaba tocando.

La intensa mirada en las facciones casi angelicales de Yoochun, le hizo a Changmin preguntarse cómo se sentiría tener toda esa intensidad centrada en él y sólo él. Yoochun abrió de pronto los ojos y se sorprendió por la presencia de Changmin. Se quitó los audífonos.

—¿Hay algo que quieras? —preguntó Yoochun al fin, después de unos minutos de estar bajo el intenso escrutinio de Changmin.

—¿Tienes fiebre? —preguntó. Changmin necesitaba asegurarse de que no era otra broma cruel. El menor se acercó para tocar la frente de Yoochun. Estaba fría al tacto.

—No, estoy muy bien —Yoochun quitó la mano de Changmin y la puso gentilmente sobre la mesa.

—¿Estás seguro de todo eso de salir el sábado? —los ojos de Changmin se abrieron casi cómicamente y Yoochun pudo sentir las oleadas de inseguridad saliendo de él.

—Sí.

—Entonces, ¿vamos a salir el sábado?

—Sí.

—¿Sólo nosotros dos?

—Sí.

Changmin debía confirmar una última cosa.
—¿No chicas?

—No chicas —repitió Yoochun.

—Entonces, ¿es como una cita? —Changmin miró a Yoochun con ojos esperanzados, mientras el otro enarcaba una ceja.

—Es lo que te prometí ayer por la noche, ¿no?

El corazón de Changmin, que había estado haciendo él mismo una fiesta de celebración, llegó a un alto repentino.
—A ver, estoy confundido. Explícame otra vez. ¿Por qué vamos a salir?

—Me dijiste que te hice prometer algo anoche, ¿cierto? ¿No era salir conmigo en una cita? —Yoochun lo miró irónicamente.

—¡No! Me hiciste prometer que nunca… espera un segundo. ¿Todavía no puedes recordar?

Yoochun personalmente pensaba que el no poder recordar era el tema del año. Su única conclusión era que, lo que sea que fuere, debió haberlo dicho mientras dormía. Yoochun escondió su decepción al no ser capaz de lograr que Changmin le dijera. Sabía que debió haber sido algo más importante que tener una cita. ¿Qué tal si había dicho esas dos pequeñas palabras?

—Yo… no hice nada… estúpido, o remotamente me confesé, ¿cierto?

Changmin miró larga y duramente a Yoochun antes de negar lentamente con la cabeza, apretando los labios fuertemente.
—Tú… nunca me dirías eso. Ni siquiera dormido.

Los ojos oscuros de Changmin brillaron de dolor un momento, antes de que una brillante y falsa sonrisa apareciera en su cara.
—Pero está bien por ahora. Además, me debes una cita a cambio de las cuatro citas ciegas a las que fui. No tienes permitido cambiar de opinión.

Yoochun tuvo que forzar las palabras para que salieran de su repentinamente seca garganta.
—No tengo intención de hacerlo.

—Bien.

—Bien —repitió Yoochun. Con esto Changmin salió del cuarto de trabajo con un agridulce sabor de boca.

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Serendipity era una palabra que Changmin amaba. Serendipity, de acuerdo al diccionario, era la afortunada tendencia de encontrar casualmente cosas valiosas o interesantes. Changmin tenía la suerte de encontrar lugares, cosas y personas interesantes.

Como la semana pasada, que conoció a un hombre hermoso, de ojos azules y cabello negro, en su restaurante favorito, quien le dio algunos consejos interesantes. El mismo hombre que ahora estaba parado en su estudio de baile, vestido en ropa de baile, y esperando por Dong Bang Shin Ki para iniciar los ensayos de baile.

—¡Eres tú! —Changmin soltó en el momento en que entró al estudio. Los otros tres se giraron para ver a los dos chicos.

—¡Min! Sabía que te conocía de algún lugar ese día, pero no podía ubicar de dónde —Hyun Ki exclamó en voz alta mientras se veían con una mezcla de sorpresa y alegría.

—Pero… ¿qué estás haciendo aquí?

—Estoy reemplazando a su instructor usual, Lee Yong Won. Tuvo un accidente menor la semana pasada. Por eso me marché rápidamente el día que te conocí —se disculpó Hyun Ki.

—¿Yong Won está bien?

—Tiene una fisura en el hueso del muslo. Pero estará de pie y caminando en algunos meses.

—Es bueno saber que está bien. Por favor dele nuestros saludos, le diré al manager que mande algunas flores —Yunho terminó de hablar e inclinó la cabeza cortésmente.

—Les agradezco de antemano su cuidado y preocupación —Hyun Ki también inclinó la cabeza.

—Soy Yunho, y ellos son Yoochun, Jaejoong, Junsu Y Changmin —el resto del grupo sonrió cortésmente, esperando por su presentación.

—Perdón, déjenme presentarme. Soy Park Hyun Ki, estaré reemplazando a su usual instructor, Lee Yong Won —dijo, con una pequeña reverencia.

—¿Ustedes se conocen? —preguntó Junsu apuntando a Hyun Ki y luego a Changmin.

—Algo así. Podrías decir que fue serendipity —Hyun Ki sonrió, poniendo a Yoochun incómodo. Apoyaba su peso sobre un pie y luego el otro, en vez de golpear el suelo con los pies como hacía cuando estaba ansioso o algo.

—Sí, más o menos —añadió Changmin.

—Entonces, comencemos. Iremos por todos los pasos que han aprendido hasta ahora antes de comenzar con los nuevos. ¿Alguna pregunta?

Hyun Ki miró alrededor. Yunho estaba concentrado y listo para comenzar. Jaejoong estiraba sus músculos mientras Junsu bostezaba sonoramente. Changmin le sonrió a Hyun Ki animándolo y Yoochun estaba sin expresión alguna.

Hyun Ki le devolvió la sonrisa a la única cara amistosa en la habitación y palmeó una vez.
—De acuerdo, practiquemos.

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—¡Buen trabajo, chicos! Muy bien, tomaremos un descanso para almorzar —Hyun Ki aplaudió animosamente y sonrió de satisfacción hacia los cinco jóvenes que estaban cubiertos de sudor y respirando pesadamente.

—Nos haces trabajar más duro que Yong Won —dijo Yunho, dejándose caer al suelo. Le sonrió agradecido a Jaejoong cuando éste le pasó la botella de agua, y tomó un enorme sorbo. Le pasó una toalla a Jaejoong quien le sonrió a cambio.

Yoochun le pasó en silencio a Changmin la botella de bebida isotónica, quien la bebió ansiosamente. Luego puso una toalla en las manos del menor, adelantándose a Hyun Ki quien estaba a punto de ofrecerle una. En recompensa, Yoochun fue el único en recibir la patentada sonrisa brillante que Changmin reservaba para sus seres queridos.

Junsu examinó a Hyun Ki de la cabeza a los pies.
—No pareces coreano. Tus ojos… ¿Son contactos azules?

—No, es mi color de ojos natural. Lo heredé de mi padre. Es francés. Mi madre es coreana.

—De verdad eres mitad francés mitad coreano —dijo Junsu, emocionado.

Changmin, quien estaba exhausto, se animó un poco.
—¿Puedes hablar francés?

—Sí. Soy más fluido en francés que en coreano.

—Ooh, ¿puedes decir algo en francés?

Hyun Ki tomó la mano de Changmin y parpadeó tiernamente, sin notar la extraña mirada de Yoochun.
—Vous êtes beau. Veuillez sortir avec moi.

Changmin estaba totalmente cautivado por la belleza del idioma.
—¿Qué dijiste?

—Eres hermosa. Por favor, sal conmigo —dijo Hyun Ki, soltando su mano. Le dio a Changmin un golpecito en la espalda—. Deberías usar eso con tu chica. Tal vez resuelva tu problema.

—¿Problema con una chica? —cuatro hombres voltearon a ver fijamente a Changmin.

—¿Tienes una novia? Pero yo creí que estabas interesado en… —Yunho se detuvo, mirando a Yoochun de reojo.

—¿Eh? ¿Una novia? ¿Es bonita? —dijo Junsu sonriendo.

—¿Qué clase de problema tienes? ¿Quiso decir que las fans te están molestando? ¿Te están mandando fotografías de desnudos otra vez? —preguntó Jaejoong casualmente.

—Espera un minuto… ¿Changmin recibe fotos de chicas desnudas en su fan mail? ¿Por qué yo no? —protestó Junsu.

—Bueno, yo no las recibo tampoco —dijo Yunho rascándose la cabeza.

—Es porque escaneo tu fan mail —Jaejoong sonrió, recordándole a Yunho la vez que amenazó con castrarlo. Yunho sabiamente eligió cerrar la boca. Jaejoong de verdad daba miedo cuando sonreía así. Como sea, Yunho secretamente disfrutaba cuando la parte celosa de Jaejoong salía a flote.

—Además, los managers comenzaron a revisar nuestros fan mails luego de aquel incidente.

Yoochun estaba a punto de hablar, cuando un fuerte golpe en la puerta lo interrumpió. La comida que habían ordenado ya estaba aquí. Cada uno tomó su almuerzo y se sentaron juntos. Changmin pensó que se había librado de responder a una pregunta incómoda. Estaba abriendo su caja de almuerzo cuando la suave voz de Yoochun llamó la atención de todos.

—¿Qué problema tienes con una chica?

Changmin abrió la boca y la volvió a cerrar, como lo haría un pez en una pecera, sólo que él lo hacía con más gracia y estilo. Tenía una difícil decisión que hacer. ¿Debería Changmin admitir que estaba de hecho hablando de Yoochun en frente de Hyun Ki y arriesgarse a que todo el mundo lo descubriera? ¿O debería seguir fingiendo y posiblemente darle celos a Yoochun? ¿Hacer todo eso de “sacrificar el amor en pro del grupo”?

Elecciones y consecuencias. Hizo su elección, y tendría que vivir con ello. Changmin se aclaró la garganta ruidosamente y todos lo miraron, expectantes.

—Tengoqueiralbaño —un coro de quejas y gruñidos le siguieron. Cuando se levantó del suelo tuvo que esquivar una toalla usada que le arrojaron.

—Hyun Ki, tú dinos. ¿Qué clase de problema es? —preguntó Junsu. Hyun Ki volteó a ver a Changmin, quien negó con la cabeza violentamente. Sonrió disculpándose y comenzó a comer su almuerzo.

Yoochun abrió su almuerzo y miró en blanco la deliciosa comida que les llevaron. Por un rato estuvo jugando con su comida. Su estómago se revolvía ante la sola idea de comer algo.

—Puedes comer mi almuerzo. Necesito café —dijo, dándole la comida a un encantado Junsu.

Se puso de pie, haciendo sonar el cambio en sus bolsillos mientras se adelantaba a la máquina expendedora afuera del estudio de baile. Con un ruido, la expendedora soltó una lata de café frío, que cayó con un golpe seco. Yoochun volvió al estudio y se sentó cerca de su mochila. Sacó su iPod y se puso los audífonos. Una revista siguió al iPod y comenzó a hojearla, completamente en su propio mundo.

Cuando Changmin volvió del baño, Yoochun levantaba la vista de vez en cuando para ver al menor que reía y jugaba con Junsu. En el momento en que Changmin comenzó a conversar con su nuevo instructor de baile, Yoochun volvió de vuelta a su propio mundo.

Yunho suspiró internamente y se preguntó qué tanto control de daños tendría que hacer esta vez.

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—¡Jaejoong! ¿Qué estás haciendo? —dijo Changmin apuntando a la gran cantidad de comida en la barra de la cocina. Sacó un racimo de uvas y comenzó a comer.

Jaejoong le dio a Changmin una mirada preocupada.
—Estaba pensando en hacer el almuerzo para mañana. Yoochun no ha estado comiendo bien desde hace dos días y me preocupa.

Changmin frunció el seño y dejo las uvas en el plato. Yoochun se había estado saltando el almuerzo optando por café, y había estado inusualmente callado, hasta para él.
—También me di cuenta. Y estaba un poco pálido después de la práctica hoy.

El otro se mordió la lengua fuerte para evitar decirle a Changmin que probablemente el que su nuevo instructor pusiera sus manos en la cadera de Changmin para enseñarle los movimientos tenía algo que ver con que Yoochun se agitara. Jaejoong se preguntó si habría personas en el universo que posiblemente fueran más despistadas que Yoochun y Changmin.

—¿Tú sabes qué le pasa? —preguntó ansiosamente Changmin.

Jaejoong se encogió de hombros mientras rebanaba algunas zanahorias.
—Yunho le ha estado preguntando si algo está mal, pero él mantiene la boca cerrada al respecto. Sabes que sólo se pone así cuando algo lo atormenta de verdad.

—Yo me hago cargo. Haré almuerzo para Yoochun mañana y me aseguraré de que lo coma —prometió el menor con un brillo de determinación en los ojos.

—Gracias, Min.

Jaejoong salió de la cocina y se unió a Yunho en el sofá de la sala. Recostó la cabeza en las piernas de Yunho y disfrutó de esos gentiles dedos en su cabello.
—¿Cómo fue todo con Changmin en la cocina? —murmuró Yunho.

—Todo bien. Estoy comenzando a disfrutar este lado malvado de ti. Es algo… estimulante.

Jaejoong estiró los brazos deliberadamente, causando que su camisa se levantara. La camisa dejó a la vista un poco de piel, atrayendo la atención de Yunho. Suavemente comenzó a recorrer la pálida piel con sus dedos, antes de ponerlos uno a uno en su ombligo. Jaejoong abrió los labios en silencioso deseo. Yunho se inclinó hacia él hasta que pudo oler el suave aroma a vainilla de su cuello. Un leve mordisco causó que Jaejoong soltara un suave suspiro.

—Estoy tratando de ver algunos deportes aquí, no porno gay en vivo. Gracias —comentó Junsu en voz alta, sin molestarse en voltear a verlos. Yunho vio a Junsu con una mirada que prometía casi una muerte segura.

Al menos Jaejoong se sintió lo suficientemente culpable como para disculparse.
—Perdón, Junsu… nos… uhm… dejamos llevar.

—Sólo me iré y los dejaré solos.

Junsu se puso de pie de mala gana y volvió a su habitación. Mientras entraba, se preguntó cuándo conocería a la chica de sus sueños y sería tan ridículamente feliz como Jaejoong y Yunho.

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