"Un febril beso" (Vol. I)
Cuando se dieron cuenta, ambos ya habían terminado su recorrido hasta acabar inconscientemente en la desdeñada entrada de aquel misero edificio donde Jaejoong vivía.
La mano de Jaejoong se acerco sutilmente al cuerpo de Yunho, quien seguía frente a él, hasta que sus dedos rozaron la ropa que cubría su pecho, mientras susurraba:
— Si te gusto de verdad, si eres tan oscuro como dices ser ... entonces sube a mi apartamento, Yunho ... — le propuso al fin, como si en esa frase se encontrasen todas sus fogosas intenciones, e incluso con un sólo dedo sobre el pecho podía sentir bajo su yema el corazón de Yunho latir intensamente al escuchar aquella simple frase.
Inundado por aquel movimiento que agitaba su pecho, tardo en contestar debido al feroz latído, contestando al fin con una tartamuda voz:
— ¿Es otra broma? — dio unos pequeños pasos hacia atrás apartándose de la mano de Jaejoong, quien mostró un rostro confuso:
— ¿Ves algo en mi cara que indique que estoy bromeando? — le preguntó tan indignado como extrañado.
— ¿No es lo que siempre haces? ¿Jugar con ese tipo de frases?— Jaejoong infló sus mejillas ofendido por las preguntas que ahora escuchaba de Yunho — Hace un momento me hablabas de lo mucho que deseabas cambiar. Y ahora mismo me dices esto ... ¿Es un modo de tratarme como a los demás? ó ¿Quieres ponerme de nuevo a prueba? — en la luz de la calle el rostro de Yunho se veía serio pero intensamente sonrojado.
— ¿De verdad piensas de ese modo? ¿Crees que propongo también estas cosas a los demás? — Jaejoong no pudo evitar sonreír ofendido — En todo caso ... son ellos los que piden de mi. ¿No lo sabias?. Pero, esta bien ... — sus jóvenes ojos intensamente oscuros se clavaron en los de Yunho — ¡Olvidalo! — le gritó — Tú no tienes nada "oscuro". ¡No puedo creer que quisiera hacer algo contigo sin obtener nada a cambio! — exclamaba mientras se acercaba más a la puerta para introducirse en el edificio — Si tanto te gusto ..., como me has confesado antes, espero que tengas suficiente con la imaginación y la mano. ¡Desaparece! — dijo por último Jaejoong con sus ojos tiernamente enfurecidos.
Como un felino dio su último zarpazo en forma de frase y se introdujo en el edificio a la vez en la que de pronto tosía descontroladamente.
— Jaejoong ... — susurró Yunho, aunque el pelinegro ya había desaparecido por la puerta dejándolo solo en la calle sin opción a explicarse.
Yunho debía anotar mentalmente que Jaejoong odiaba ser rechazado, aunque no era su intención que él se enfadara de ese modo tan pueril, quizás sus frases habían sonado demasiado crudas y Jaejoong esperaba otra respuesta por su parte, esa respuesta con la que Yunho había sido incapaz de complacerle, ya que solamente deseaba ser tratado de forma diferente .... ¿Qué tiene de especial ser tratado como los demás? ¿No era la aspiración de cualquier persona ser trado de forma diferente?.
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El pasillo parecía mas oscurecido de lo normal debido a aquellas parpadeantes y amarillentas luces, y aquel papel de pared que parecía arañado y desgastado. Jaejoong pasaba por aquella zona para llegar a la puerta en la que se encontraba su pequeño apartamento junto a las demás habitaciones vecinas.
Mientras caminaba, aún tosiendo, observo como alguien estaba frente a la puerta de su habitación, aguardándole sentado sobre él polvoriento suelo.
— ¿Qué haces ahí parado? — preguntó Jaejoong nada mas ver a aquel chico frente a su puerta, el cual se levanto nada mas escucharle. — ¿Por qué todos saben donde vivo? — Jaejoong saco sus llaves y preguntó con indignación mientras observaba a aquel chico junto a él — El casero es un anciano al que no le gusta que la gente se quede parada en este angosto pasillo. Además ¿Crees que mi casa es un prostíbulo? ¡Largate, Park! — dijo Jaejoong finalmente con una voz fuerte mientras abría la puerta de su apartamento.
Park, se había presentado de pronto. Aquel chico molesto, de sonrisa seductora pero comportamiento insoportable, que conocía a Jaejoong desde hacia un tiempo, aclaro su garganta antes de contestar a la vez en la que se introducia dentro del apartamento:
— ¿Estás de mal humor?. Yo estaba preocupado por ti desde que me entere de que tu "encuentro" con Yunho era completamente falso — comentó cuando recordo la pasada situación vivida con Yunho en el restaurante.
— No quiero hablar de eso ... — suspiró Jaejoong.
— ¿Tuviste problemas? Sé que sí ... — dijo convencido.
— ¿Qué es lo que sabes? — le preguntó el pelinegro ahora que ambos se encontraban en la pequeña sala.
— El tenebroso y oscuro chico al que habéis hecho enfadar — comenzó a responder con un halo de misterio — va con su labio roto y enrojecido amenazando por las calles —
Jaejoong dedujo rápidamente de quien se trataba aquel oscuro y tenebroso ser. Aquel había sido un día agotador, sin duda ...
— Yunho ... le hizo estallar la boca — comenzó a explicar Jaejoong, mientras cansado se sentaba sobre una de las sillas— Deberías haberle visto .... Yunho, le dio un buen golpe en la boca con su codo, y desde mi posición pude ver como expulsaba la sangre de entre sus labios — mientras lo relataba recordaba todo aquello pasado — Fue una escena terrorífica, pero, debo admitir que me divertí viendo a ese canalla maldecir entre borbotones — sonrió con sus rosados labios — Él era patético, como todo su grupo ... —
Park le observó preocupado mientras Jaejoong comenzaba a subir sus pies a la silla en la que se encontraba sentado.
— Cuando le vi ... él no parecía alegre de llevar aquella herida en su boca — le comentó sin borrar la preocupación en su rostro — Yo diría que estaba furioso. GangJa siempre tiene una mirada siniestra y oscura, bastante horrible, pero cuando le vi parecía poder asesinar con un solo un parpadeo ... — le advirtió Park, aun en pie.
Jaejoong suspiro mientras con los brazos rodeaba sus piernas quedando en una posición casi fetal encima de la silla:
— Es culpa de Yunho, y ... quizás ahora él este en peligro — hundió el rostro en sus rodillas dejando solo su cabello oscuro visible — Odio su amabilidad, y su estúpida compasión — comenzó a comentar al recordar lo recientemente sucedido. Odiaba que Yunho le rechazara, pues ahora estaba allá sentado quejándose y pensando que realmente quería estar en ese momento con aquel estúpido chico envuelto entre las sabanas. — Tiene un rostro tan fuerte como sus nudillos, pero tiene el corazón demasiado blando. ¡Realmente me logra enloquecer su actitud! No debería haber venido a rescatarme— Jaejoong volvió a descubrir su "inocente" rostro mostrándose cansado — Después de su ayuda, creí que era oportuno recompensarle como era debido ... — subrayo con su voz la palabra "recompensarle", por lo que leyendo entre lineas Park entendió completamente — pero me rechazo por que es incapaz de tratarme con normalidad. — confesó al fin.
— Te rechazo por que no te desea ... — respondió tajante tras escucharle en silencio.
— Hoy me dijo que le gustaba ¿No significa eso lo mismo?—
Park rodó sus ojos — ¿Y desde cuando alguien deja pasar la oportunidad de estar con la persona que le gusta?. Si tú me lo hubieses sugerido a mi ... yo ya estaría encima tuya. Pero él te rechazo, por lo que es bastante obvio lo que pasa ... — Jaejoong le observaba curioso, expectante por saber aquella teoría que comentaba con tanta seguridad — Le has contado toda tu historia, es normal que el tenga un poco de ... — hizo una pausa — aversión, ... incluso asco — concluyó, por lo que los ojos de Jaejoong se volvieron casi redondos:
— ¡Eres realmente fastidioso! — le gritó mientras de un sólo salto se levantaba de la silla.
— ¿Cuantas veces has sido tocado por los demás? — le preguntó.
Jaejoong se vio algo avergonzado — Eso es irrelevante ... — intentó auto-convencerse.
— Por lo que tú haces ..., que es sexo por dinero, para los ojos de cualquier persona eres un chico despreciable — Jaejoong bajo su mirada al escucharle, quizás era verdad — Pero a mis ojos tú eres perfecto, Jaejoong. No hace falta que cambies. — se acerco un poco mas al pálido chico —Y ese Yunho ... desde que le conociste llena tu cabeza de cosas insignificantes. ¡Te mete en problemas! Desde que llegaste aquí siempre has sido así, has sobrevivido de este modo y has hecho este tipo de cosas ... ¿Qué importa seguir siendo de esta forma? —
— Pero ... no lo soporto más — Jaejoong alzo de nuevo su mirada hasta llegar a la de aquel chico que ahora estaba demasiado cerca.
Los ojos de Jaejoong estaban humedecidos como enfurecidos, pues aquel que ahora estaba frente a él parecía decir verdades demasiado dolorosas —Cof Cof Cof — tosió de nuevo fuertemente llevándose la mano a la boca — No puedo seguir, ¡largate! — le gritó apartándose al sentir las intenciones de la cercania — No voy a hacer más esto ¿Lo entiendes?... Así que marchate, no vas a conseguir nada — le empujó con ambas manos.
— Lo que quieras — Park le miró sorprendido — No van a acabar bien las cosas ... —
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<<. Hace una semana que no veo a Jaejoong — pensó Yunho mientras caminaba por el oscurecido pasillo con una bolsa en su mano — desde aquella última conversación en la que se marcho resentido y enfadado. Aún recuerdo aquel "desaparece" que dijo vociferando. Me sentí culpable. Desde entonces ... no he tenido valor para pasar por su apartamento y visitarle. Hasta ahora ... — Yunho quedo parado frente a la puerta del apartamento de Jaejoong. Por unos minutos miró el desgastado numero de la puerta — No sabia que al ser rechazado podría ser tan repentino e intratable. Aunque era algo que debía de haber intuido, seguramente pocas veces Jaejoong habrá sido rechazado. Aunque yo no quería rechazarle, debo de admitir que su invitación era de lo más tentadora ... Pero ¡¿Qué estoy pensando?! — suspiró, mientras aún en el pasillo no paraba de reflexionar: — Ya que antes no he sido capaz de ir a su apartamento, he intentado hacer un encuentro casual, y he visitado bastantes veces al restaurante que siempre frecuenta él, e incluso las calles. Pero no le encontré ni una sola vez, y fue entonces cuando comencé a preocuparme por él. ¿Cómo no hacerlo? Viendo las situaciones pasadas, es imposible que no me preocupe .>> pensó por último, y cuando aquellas preocupaciones golpearon su mente él golpeo la puerta ...
Jaejoong abrió la puerta tras de unos segundos. Su rostro pálido apareció, y miro de hito en hito a Yunho.
— Eres tú ... — comentó con total desgana, y sin ninguna ilusión en su voz.
Abrió la puerta y se introdujo de nuevo en el apartamento. — Pensé que no volverías nunca más — dijo
— Dejame entrar — le pidió Yunho cordialmente.
— Haz lo que quieras — Jaejoong se cruzo de brazos y levemente tembló.
— ¿Cómo estás? — le pregunto Yunho — Te he traído algo para comer, me lo dio la señora Neung Mi, es guiso de kimchi y cerdo, y aún esta muy caliente — dejó la bolsa sobre la baja mesa. Jaejoong dio un vistazo al interior de esta, y de nuevo se aparto en silencio.
— He ido al restaurante ..., me dijeron que no habías pasado en días, y ella estaba preocupada por ti — continuó comentando.
(Neung Mi, ya bien conocida por Yunho, se trataba de aquella señora robusta y oronda que se encargaba de un empobrecido negocio, ella se ocupaba arduamente de Jaejoong por petición de la familia, aunque él era incontrolable.)
Jaejoong pareció reaccionar con aquella frase: — Pues no quiero que Neung Mi se preocupe por mi, no quiero causarle problemas, por eso decidí no pasar por allá en estos días — pasó sus manos por su frente tan colorada como sus mejillas.
— ¿Estás enfermo? — Yunho se acerco preocupado.
— Es un simple resfriado — intentó quitarle importancia, aunque sus labios se veían resecos.
— Eres realmente orgulloso — le dijo Yunho, aún estando ambos en mitad de aquella habitación que constituía toda una minúscula casa — Ella cuida de ti, no creo que le molestase que tú le pidieses ayuda —
Jaejoong le dio la espalda — No fui por que tampoco quería encontrarme contigo —
— ¿Por qué tan distante? — le preguntó, intento acercarse un poco más pero fue incapaz de tocar su espalda — ¿Por lo de la última vez ...? — el silencio se hizo entre ambos — Yo lo rechace porque ... — intentó explicarle pero Jaejoong se volteó:
— ... te doy asco — Jaejoong finalizó su frase seguro de que aquella era la explicación, tal y como Park le había dicho días atrás — El brillante Yunho no puede caer bajo, él siempre debe ser admirado por todos, ¿Por qué iba a meterse en la cama con un chico al que tratan como zorra? — Jaejoong se sentó sobre la cama derrotado por el cansancio de su fiebre, cada vez mas patente.
Su rostro casi de porcelana se veía más turbio que de costumbre, y sus brazos se veían realmente finos bajo su ropa.
— Jaejoong-ah ... — suspiró su nombre preocupado — Llevas días sin hacer ningún trabajo ¿verdad? — le preguntó sorprendiendo al pelinegro.
La palabra “trabajo” sonaba infinitamente pura en Yunho, sabiendo el significado tan corrompido que tenia.
— No es porque este enfermo .... Te dije que no lo iba hacer más. — contestó observando como Yunho se ponía de cuclillas frente a él.
— Te ves mal. ¿Qué es lo que te sucede? — le preguntó.
— Es solo un resfriado, comenzó el último día en el que hablemos. No hago mas que toser y mi fiebre suele estar mas alta a estas horas. También molesta bastante mi garganta, y siempre esta seca — le relató mientras preocupado pasaba su mano por el cuello.
— Por fin que he traído comida caliente, ¿cierto? — Yunho sonrió señalando la bolsa sobre la mesa — Voy a comprar algo en la farmacia ... ¿esta bien? —
— Haz lo que quieras ... — le contesto fríamente mientras sentado le miraba fijamente.
Yunho continuaba agachado frente a él, con sus graciosos ojos rasgados a la misma altura.
— Lo haré. —contestó irritado por aquella última frase fría de Jaejoong, un chico demasiado orgulloso y resentido — No quería que mis palabras en ese día te hirieran. Sabes que comprendo la situación, incluso tengo la sensación de conocerte más de lo que puede parecer. Sólo es que ... tus frases me ponen nervioso, Jaejoong. — Yunho movió su cabeza mientras continuaba de cuclillas frente al sentado Jaejoong, que le escuchaba con atención — Ese día creí que estabas jugando conmigo de nuevo. Siempre lanzando esas vergonzosas frases por tu boca. Hablas con tanta facilidad de cosas que realmente tengo ganas de hacer contigo, y es vergonzoso y confusó — su rostro se vio nervioso y su masculina aunque joven cara casi triangular se vio de nuevo avergonzada — No rechace la propuesta por las cosas que acabas de decir.— negó con su cabeza — No es nada semejante al "asco". Solamente no quiero que .. sufras como has estado haciendo este tiempo, como me has contado y relatado, suena horrible. No creo que sea oportuno ... me haría sentir muy incomodo, como si yo fuese igual que esos tipos ... ¿Lo entiendes? — ambos mantuvieron la mirada y Jaejoong finalmente comentó, sentado al borde de la cama:
— Eres un chico extraño — confirmó tras escucharle. — Yo estoy acostumbrado a que todos se muestren ante mi, pero tú ... Yunho, eres realmente difícil. Apareciste sin querer nada conmigo, como un maldito preguntón, no te importan todas esas cosas que digan, no eres como los demás. Y lo que al comienzo pareció extraño termino por ser curioso y divertido ... Me hablas de sueños, me hablas de cambiar ... Y pensé que tener sexo con Yunho seria completamente diferente a hacerlo con los demás miserables. — le explicó con un engañoso tono inocente —Tú te ves bien ... hermoso y brillante. Por lo que es normal que terminara fijándome en Yunho-ah —
Jaejoong parecía hablar de forma natural cuando confesaba aquello, no parecía que su hermoso rostro cambiara. Él sintió como las manos de Yunho habían sido puestas sobre sus sentados y cubiertos muslos, y le miraba conmocionado por aquella última frase.
Ambos habían quedado en silencio tras aquellas palabras, y sus rostros, en la misma altura aunque en diferentes posiciones, parecían ir acercándose poco a poco. Como si después de haber explotado en un sin fin de frases ridículas sus bocas quisiesen dejar de hablar aproximándose mutuamente, de forma mas rápida cuando sólo había unos centímetros de distancia.
Cuando sus labios rozaron por primera vez los labios enfermos de Jaejoong sus sentidos quedaron sensibilizados, y cualquier movimiento que hiciera aquella mullida carne en forma de esponjosos labios hacia que su corazón comenzase a excitarse de la forma más fascinante que Yunho había experimentado.
Era la primera vez que besaba de manera tan intima los labios de un chico, pero este dato carecía de interés cuando al besarle sintió una dulzura semejante a los labios femeninos.
Súbitamente las manos de Jaejoong se apoderaron de los cortos cabellos de su nuca, excitando a Yunho aquella cada vez más intima cercanía. Rodeó las pálidas mejillas con sus manos. Cuando el enfermizo beso se prolongo la húmeda y sonora boca se abrió sobre sus labios tentándole a entrar a su interior, sin que Yunho pudiese hacer nada más que intuitivamente introducir su lengua, escuchando por primera vez un suave suspiro entre ambos, comprendiendo así el por que era tan deseado.
¿No podía empezar con un beso discreto? ¿uno modesto, puro e infantil? Al parecer eso era imposible. Yunho se había dejado llevar por aquello como si él también padeciera una fiebre alta y delirante. Acerco más su rostro al ovalado rostro de Jaejoong hasta rozar su frente con la de él, la cual ardía como el fuego.
Yunho se detuvo al sentir aquel abrasador calor sobre su frente. Aparto su boca de la de Jaejoong haciendo un sensual sonido húmedo.
Jaejoong ahora parecía tener más vida, sonría complacido con sus labios rojos y por lo tanto menos resecos que al comienzo. Soltó su nuca y en silencio observó como Yunho tocaba su frente con el dorso de la mano.
— No recordaba que besar a alguien que te gusta pudiese ser tan gratificante, los demás besos parecen una broma en comparación — dijo al fin el pelinegro, sintiendo aquella gran mano sobre su frente — Ha sido tan caliente. Resulto ser que Yunho es un chico muy pasional al fin y al cabo — sonrió dejando salir de nuevo una de aquellas tormentosas frases — Realmente besas muy bien, pero estoy enfermo ... Así que no vuelvas a hacerlo por el momento, o enfermaras también — le advirtió.
Yunho asintió sin habla, se puso en pie avergonzado y cálido por la reciente acción — Voy a por medicinas. Ahora vuelvo ... — le comunicó mientras se dirigía a la puerta despistado y desorientado, como si acabara de tomar una fuerte droga — Ábreme de nuevo cuando regrese — le pidió antes de desaparecer por la puerta.
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Durante todo el camino Yunho estaba dudando de si las medicinas para la bajada de fiebre que había comprado eran para Jaejoong o para él. Pues su cuerpo estaba tan cálido como si no hubiese pasado el tiempo y el calor de aquel pasional beso continuará formando parte de su boca, alterando su temperatura.
No le importaba enfermar, y por un momento no le importaba nada más, besar a Jaejoong fue descubrir que realmente le gustaba más de lo que se imaginaba, por muy peligroso que esto pudiese parecer.
Tomo fuertemente entre su mano la bolsa con las medicinas que acababa de comprar con el poco dinero que en ese momento él tenia, con sólo echar un vistazo en el interior sabia que aquello era mas que suficiente para sofocar el malestar de Jaejoong, por lo que se sintió seguro cuando regreso al apartamento de él.
Mientras Yunho caminaba por el pasillo para encontrarse de nuevo con la puerta de la habitación que ocupaba Jaejoong, descubrió un extraño panorama... La puerta principal estaba abierta de par en par. Yunho recordaba haberla cerrado antes de marcharse, pero ahora estaba abierta dejando ver todo su interior.
— ¿Jaejoong? — preguntó preocupado cuando al introducirse en la minúscula casa no encontró al febril pelinegro.
Cerró la puerta, y miro todo a su alrededor mientras caminaba completamente extrañado y sus pasos resonaban en el endeble suelo.
Observo sobre la mesa la desordenada bolsa de comida que habita traído antes, lo que le indicó que Jaejoong había curioseado en ella, o eso imaginó, y no muy lejos se encontraba la única silla tirada en el suelo <<. ¿Que significa todo esto? ¿Por qué de pronto este ambiente tan extraño? .>> se preguntó Yunho al ver que no había rastro del pelinegro, y aquella extraña sensación se apoderaba de aquel silencioso escenario.
<<. ¿Se ha marchado? Pero ... Jaejoong está enfermo, por lo que no debe estar muy lejos .>> pensó con cierta sensatez, sólo había un sitio en toda aquella habitación escondido del resto de la casa, el único espacio que disponía de una puerta con la que aislarse.
Había muchas posibilidades de que Jaejoong se encontrara en el aseo, por lo que Yunho se acerco sigilosamente para asegurarse de que continuaba en la casa.
Al llegar a la puerta, antes de ni tan siquiera rozar la manilla, se percato de algo inquietante. El tirador (agarrador) de la puerta estaba manchado de algo rojizo, un tanto seco y ahora casi descolorido, similar a un pequeño rastro de sangre.
A pesar de ser una mancha moderada esto alarmo a Yunho casi al instante de verlo. <<. ¿Qué a pasado? .>> pensó.
— ¿Jaejoong? — volvió a preguntar ahora mas cerca de la puerta y con una voz mucho mas alarmada que la anterior.
De ese modo, cerca de aquella puerta, logró escuchar unos ruidos en el interior ...
Ahhh q paso?!! ><
ResponderEliminarPorqe lo paran ahi, estq bn jaejoong?
o ese gordo llego por el?
alfin aunque sea un beso humedo
Hola Himenie;
ResponderEliminarPerdona-me por tardar tanto en mandarte un comentário. Estoy acompañando su fic y creo que ella és maravillosa! És muy angustiante,pero muy hermosa!
Tiene me encantado y ya estoy loca por el próximo capitulo.
Lo que pasó y lo que JJ tiene en la verdade?
No tardes,por favor ^_-.
Un abrazo y matta ne.
Hanajima-san.
PD: La parte del beso esta perfecta,sensacional *_*!
T,,,,,,T pobrecito JJ enfermo >,,,,,,,< parece q es algo grave T,,,,,T
ResponderEliminar:O ohh con que intriga lo dejan a uno T-T esperareee aqui sentada :P
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