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Arualthings

Why / empty?: Cap. 9

"Después de una heroicidad" (Vol. I)



Yunho se puso en pie avergonzado y cálido por la recientemente beso  — Voy a por medicinas. Ahora vuelvo ... — le comunicó mientras se dirigía a la puerta casi despistado, como si acabara de tomar una fuerte droga — Ábreme de nuevo cuando regrese — le pidió antes de desaparecer por la puerta.


Jaejoong resopló, y ahora que se encontraba solo en el apartamento, rozó con sus dedos los labios abrasados por el reciente y ardiente beso con Yunho.
Sentado al borde de la cama, sintió una agradable sensación totalmente imprevista que le hizo sonreír en la soledad. Su joven boca había besado a una variedad de despreciables labios, y hacia bastante tiempo que no besaba por deseo. Incluso aunque su cuerpo ardía debido a su fiebre, en aquel momento en el que ambos tuvieron ese intimo contacto, pudo sentir un diferente, nuevo y sofocante calor.

Finalmente, Jaejoong se levanto de la cama, ya que desde su posición podía oler algo delicioso que le empujaba hacia la mesa.

—  Traerme incluso la comida ..., ¿tanto te gusto, Yunho-ah? — preguntó a la vez en la que abría un poco aquella bolsa.
En su interior se encontraba un ardiente bol de kimchi y cerdo que Jaejoong moría por llevarse a su estomago vacio.

Removió la bolsa con el propósito de sacar tal suculento manjar, pero la puerta principal fue golpeada de pronto.

Jaejoong dejo de remover la bolsa y se dirigió a la puerta:  — ¡Qué rápido eres Yunho! ¡Es increíble!  — comenzó, entre su seca tos, a exclamar sorprendido.


Al abrir la puerta sólo unos centímetros, ésta fue empujada violentamente desde el exterior arrollando a Jaejoong, que sólo fue capaz de ver unas ágiles sombras introducirse en el apartamento agitando todo con sus fuertes pasos y sus sonoras risotadas.

 — ¡Sorpresa! — exclamó una potente y fuerte voz que se posiciono velozmente tras su espalda, aproximándose y cubriéndole la boca con su apestosa mano.

Jaejoong, quien sintió su corazón violentamente alterado por la repentina "sorpresa", mordió (como le fue posible) la palma de la mano que le cubría los labios

— ¡Ah! ¡Maldito perro!  — exclamó el tipo tras él, liberando su boca   — Ahora incluso muerdes ...  —

Jaejoong se volteo y observó a aquel tipo de rostro redondo y ennegrecido, sudado y malicioso, quien enfurecido se miraba la mano mordida (y ahora muy ligeramente ensangrentada).

 — Oh, Creí que serias incapaz de hablar después de semejante golpe en tu inmunda bocaza  —  soltó Jaejoong sin ningún temor, a pesar del susto que aún ahogaba su cuerpo y de aquel chico-monstruo frente a él.

 — ¡¡Callate!!  — gritó GangJa con su labio partido, ofendido con sólo recordar la herida que había sido creada por Yunho días atrás.

Jaejoong retrocedió unos pasos, asustado por aquel último gritó, tropezando con la silla y volcandola haciendo un duro sonido, mientras las miradas (en total ocho inmóviles ojos) de aquellos asaltadores le exploraban.

— Hemos visto salir a ese Yunho de tu habitación, su rostro estaba completamente rojo .... ¿Qué diablos estabais haciendo?. Él regresara ¿verdad? — de modo amenazante GangJa se acerco y le tomo repentinamente de los hombros. Jaejoong se mantuvo silencioso tras las preguntas, aunque esa presión sobre sus hombros le obligaban a acercarse más a la sucia cara — Va a ser realmente divertido — afirmó sonriendo de forma despiadada, sin necesidad de decir alguna palabra más para lograr que una persona se sintiera atemorizada.

Jaejoong se mostró algo intrépido y se movió para intentar rehuir y escaparse de las manos que le sujetaban   — ¿Crees que olvido lo que pasó ese día en el callejón? ... — le preguntó GangJa apretándole un poco más aquellos admirados hombros — Sólo hay que esperar a que bajéis la guardia y ¡BAM! — empujó el cuerpo de Jaejoong, quien incapaz de mantener el equilibrio se estrello sobre la puerta del aseo — Bienvenido a mi plan —dijo por último mientras ponía su gruesa mano sobre el tirador de la puerta ensuciandolo al rozar el mordisco recibido en la palma.



~~~~~~~



Yunho regresó tras comprar lo necesario en una farmacia cercana, al llegar se encontró un extraño panorama.
La puerta principal estaba abierta y recordaba haberla cerrado antes de marcharse ....

— ¿Jaejoong? — preguntó Yunho preocupado al entrar al apartamento. Cerró la puerta tras él, y miro todo su alrededor mientras caminaba extrañado.

Observo sobre la mesa la desordenaba bolsa de comida que había traído antes, y no muy lejos se encontraba la única silla tirada en el suelo.
Aquella extraña sensación se apoderaba de aquel silencioso escenario.

<<. ¿Se ha marchado? Pero ... Jaejoong está enfermo, por lo que no debe estar muy lejos .>> pensó Yunho con cierta sensatez, sólo había un sitio en toda aquella habitación escondido del resto de la casa, y había muchas posibilidades de que Jaejoong se encontrase en el aseo, por lo que Yunho se acerco sigilosamente.

Al llegar a la puerta, se percato de que el tirador (agarrador) estaba manchado de algo rojizo, un tanto seco y ahora casi descolorido, similar a un pequeño rastro de sangre. <<. ¿Qué a pasado? .>> pensó tras verlo.

— ¿Jaejoong? — volvió a preguntar Yunho, ahora más cerca de la puerta y con una voz mucho mas alarmada que la anterior.

Estando cerca de aquella puerta, logró escuchar unos ruidos en el interior. Se trataban de murmullos que se hicieron de pronto más sonoros, hasta que finalmente la puerta se abrió sobresaltando a Yunho (que continuaba manteniendo en una de sus manos la bolsa con las medicinas que había traído).  


—  Hola, Yunho — se escuchó gravemente mientras ante los ojos de Yunho se mostraba el interior del asfixiante y atestado aseo blanco — Has vuelto ... — susurró aquella misma profunda voz. La visión era aterradora, en un reducido espacio estaban aquellos rostros de miradas malvadas ya reconocibles para Yunho. — Sabia que volverías, eres como una rata directa a la boca del reptil ¿verdad? — pronunció GangJa quien se mantenía en pie, no muy lejos de la estrecha y descubierta ducha que se encontraba escondida al final. — Di "Hola" a Jaejoong-ah — comentó a la vez en la que se movía hacia un lado, lo suficiente como para dejarle ver durante unos segundos el cuerpo de Jaejoong sobre el suelo de baldosas.

No presentaba signos de haber sido violentado, su ropa se mantenía en su sitio y su rostro limpio, aunque opaco debido a su reciente afección, notable en sus lagrimosos ojos y nariz rosada. Jaejoong parecía estar allí extendido boca abajo sobre el suelo por una simple ordenanza, u obligado también al incrementar su malestar.

Maldiciones fueron las únicas palabras que Yunho fue capaz de musitar cuando observo a toda aquella banda de asaltantes, imprevista pero esperada ...
Yunho observo directamente los hermosos y expresivos ojos de Jaejoong entre el muro de piernas que se encontraban frente a su pálido rostro ahora ladeado. Su preocupación era visible atraves de sus inmóviles pupilas alteradas por la fiebre.


Los cómplices de las fechorías del "comandante" se acercaron de forma veloz y casi violenta a Yunho (quien se encontraba todavía en el umbral del aseo) sosteniéndole repentinamente de los brazos. Él no hizo ninguna resistencia, fingiendo indiferencia al ser inmovilizado por aquellos tipos:

 — Yo fui quien te hizo daño, pero eres incapaz de defenderte solo, y debes llevar a un buen ejercito pisando tus talones — Yunho dio un vistazo a los tres chicos que estaban sujetándole y de nuevo miro al frente, en el interior donde se encontraba GangJa, quien con voz ruda y fuerte gritó:

— ¡Ignorante!  Podría con ambos yo solo. ¿Por qué crees que mi apodo es "fuerte"?. — hizo alarde, con extrema seguridad en su voz; que se trataba de un coreano atropellado, rápido e ininteligible, y pasó a un tono burlón cuando finalizó: — Pero ya sabes que las fiestas son mas divertidas con más personas. — se inclinó para tomar con sus manos el cabello oscuro de Jaejoong, y éste se quejó al instante.

Le tiro del cabello con tanta fuerza que Jaejoong no tuvo otra opción que alzarse del suelo.

— Jaejoong esta enfermo — la  voz de Yunho sonó rápida, creyendo quizás que aquel dato detendría cualquier acción de ellos.

Todos miraron a Jaejoong, ahora erguido y con el rostro notablemente mas congestionado. Su cabello negro había caído sobre su sudada y ardiente frente.

— Nos dimos cuenta de su fiebre, pero fue realmente difícil, ya que él siempre está caliente — comentó uno de los que sostenía a Yunho,

Todos los idiotas comenzaron a reír como chimpancés al escuchar la frase, y Jaejoong contestó con una mirada asesina a la vez en la que tosía de nuevo.

Al animarse uno de los tipos que sostenían a Yunho y soltar aquella frase, otro de ellos siguió el juego y agarro de una forma hábil la bolsa que él aún sostenía en su mano: — Interesante ... — comentó con gracia al echar un vistazo a su interior.

GangJa hizo un gesto con su mano, ordenando que le diera aquella bolsa. Él cómplice la lanzo y él la agarro al vuelo.

— ¡Resultáis ridículos! — exclamó cuando saco la medicina de la bolsa, sin poder evitar soltar una risa tras otra al ver que Yunho había traído aquello preocupado por Jaejoong. —  Una adorable escena —  susurró. GangJa abrió la pequeña caja de pastillas, las comenzó a sacar y finalmente las dejo caer por el cercano desagüe del lavamanos con la atenta mirada de todos los presentes — Oh, lo siento Jaejoong, tendrás que estar más tiempo enfermo ... — le comentó a la vez en la que todas aquellas pastillas desaparecían, y Yunho mordía su grueso labio inferior, indignado al ver la escena.


2 Comentarios:

  1. :( jae sigue enfermito y a ese desgraciado de GangJa le debería de poner una paliza yunho para que entienda que no se tiene que meter ni con el ni con jae y que los debe de dejar vivir en paz que se valla por el hoyo que salio

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  2. esperanza12/20/2015

    DIOS, POR QUE MI ÁNGEL SIEMPRE TIENE QUE SUFRIR TANTO,MALDITO GANGLA,YUNHO TE VA A DAR TU MERECIDO ....

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