Título: Changmin ah.
Género: Lemon/Lime
Parejas: Changmin x Todos
Autor: Aemin
Extensión: Oneshot
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No recuerdo…
-Ahh…ahh…si…
Cuántas veces…
-Sí…más…dame más…
En cuántas posiciones…
-Mmmm….ahh… ¡maldita sea así!
Lo he hecho…
-¡Dámelo! ¡Todo!
Con mis hyung.
-¡Ahhh!
Soy una bestia. Insaciable. Y me encanta.
Creo que empecé con Yoochun…sí, estábamos en la cocina. Eran
las 2 de la mañana. Yo estaba hambriento. Él estaba excitado. O eso me gusta
pensar…
-Será un bocadillo nocturno…- murmuré mientras husmeaba por
el refrigerador. Era un maknae inocente todavía…bueno, un maknae que aparentaba
inocencia aún. Y eso sólo ponía más carnívoros a mis hyung. Yo lo sabía. Con mayor
razón los provocaba fingiéndome infantil. Quería su locura. Hasta que Junsu tomó
el papel del niño inocente…pero esa es harina de otro costal.
Aunque lo oí bostezar, pude sentir la mirada caliente de
Yoochun sobre mi espalda y bajando a mi trasero, viéndome mientras yo elegía
qué comer con medio cuerpo dentro del refrigerador, inclinado en una L casi
perfecta. Una vista, según sé, muy erógena para aquéllos a los que les gustan
los traseros bien formados, no importa el género. Me relamí y no precisamente
por el bote de empanadas que había encontrado. Sino porque podía sentir cómo
Yoochun se deleitaba cogiéndome en su imaginación, sólo con sentir su mirada en
mis nalgas podía percibirlo. Y me gustaba atraerlo así. Abrí el bote, saqué una
empanada y la metí en mi boca, saqué otra y cerré el bote, y cuando estaba por
morder la segunda empanada mientras cerraba el refrigerador, Yoochun me atrajo
hacia él.
-Changmin ah…tengo que decirte algo muy importante…
Usó esa voz grave y sexy que provoca gritos hormonales en
las fans…y debo reconocerlo, a mí también hace que se me enchine la piel y se
tense mi trasero. Voltee a verlo con las mejillas infladas de comida.
-¿Ung?
Me sonrió, esa sonrisa pícara y sensual que solo da ganas de
morderle el labio inferior.
-Me gustas, Changmin ah.
Tragué y lo miré, pestañeando con incredulidad. Incredulidad
verdadera, no porque no esperara una confesión, sino que no esperaba esas
palabras exactas. Ah, había olvidado que Yoochun hyung era el romántico del
grupo. Caliente como un horno, pero romántico.
-¿Qué quieres decir, hyung? – le pregunté.
-Esto, Changminnie…
Y sin más me besó. Directo en los labios. Sus expertos
labios lentamente encontraron el modo de separar los míos y permitir el acceso
a mi boca. Yo me dejé, sonrojándome y acalorándome rápidamente. Mi mente estaba
perversamente más avanzada que mi cuerpo esa vez. Mientras me besaba,
abrazándome así, detrás de mi, se dio su tiempo para pasear sus manos por mi
cuerpo. Sentía cómo me recorrían con la yema de los dedos, presionando las
zonas que él intuía más erógenas aparte de las obvias. Pronto el pantalón del
pijama empezó a fastidiarme. Gemí y aparté mi boca de la suya.
-¿Changmin? –me observó con detenimiento. Nuestras respiraciones
estaban pesadas y sus labios algo enrojecidos. Lo miré apenas de soslayo, una
mirada muy inocente…lo suficiente para provocar a un seme pedófilo ganas de
abrazar, besar y guiar a su uke hasta el orgasmo más inesperado…
-¿Es tu primera vez con otro hombre?
Asentí. Sonrió con ternura, tal como esperaba.
-Entonces primero me limitaré a hacerte sentir bien, ¿uhm?
¿Limitarse? No, Yoochun hyung, yo quería que no te
limitaras, sino que le enseñaras a mi cuerpo en la práctica todo lo que ya
conocía en la teoría. Y sólo para poder usarlo a la larga a mi favor.
Entonces tuve mi primer oral. Aja, si no mal recuerdo. Oral en
la cocina. Vienen a mi mente muchos dobles sentidos aplicables a esa situación
pero por respeto a mi hyung me las guardaré.
Aferrándome por mi vida al techo con mis dedos y mis uñas,
con la camisa remangada sobre mi pecho, el pantalón perdido en algún lugar del
suelo al lado de mi pie derecho, mi pie izquierdo apoyado sobre la manija de la
estufa, y Yoochun hincado frente a mí, sentí como la boca experta de mi hyung
iba llevándome lenta y segura hasta el orgasmo. Podía sentir como temblaban mis
piernas, como mi pecho se tensaba con mi acelerada respiración, como mis manos
no encontraban la manera de sostenerme para resistir los embistes del placer
provocado, y mi miembro inflamándose y calentándose más y más…
Se enderezó limpiándose los labios con el reverso de la mano
y me jaló de nuevo hacia él, besándome con pasión.
-¿Quieres continuar, Changmin ah?- susurró sobre mis labios.
Asentí.
De pronto escuchamos el despertador de Yunho hyung. ¿Tanto
nos habíamos tardado? ¿O nos teníamos que levantar tan temprano? Más bien lo
segundo… Me aparté rápidamente de él y me vestí. Yoochun rió suave y se acomodó
la ropa también.
-Mañana entonces, Changminnie.
-Aja…
-Te haré el amor como se le hace a los príncipes como tú…-
me susurró al oído, abrazando mi cintura otra vez por detrás, con sus manos
sobre las mías que aún trataban de atar los cordones de mi pijama. Me sonrojé y
asentí.
¿Príncipe? Sólo que se refiriera a mi ridículo disfraz del
Principito que había usado por esas fechas, porque en otro contexto no venía al
caso el apelativo. Yo era, soy, más bien un rey.
Y sí. Me hizo suyo en su cama del hotel a la noche
siguiente. Habíamos viajado a Japón temprano y yo había dormido durante todo el
vuelo. Durante la entrevista en el programa de tele Yoochun estaba como ido y
yo me porté igual que siempre…sólo pensando en los labios de mi hyung con discreción.
Esos labios que me habían recorrido por completo esa noche…sí…
Y después me había tomado. Debajo de mí, para darme un poco
de seguridad al estar encima. Su miembro entraba y salía con rapidez, impulsado
por los rebotes que Yoochun provocaba con su cadera y sus pies contra el
colchón. Yo parecía una rana sobre él, con mis piernas dobladas a cada lado y
apoyadas en el colchón igual que mis brazos, mi cadera pegada a la suya
provocado continuos roces en mi miembro, mi pecho arriba del suyo a unos centímetros
y recibiendo erráticas lamidas de vez en cuando, mi cabello alborotado y mi
frente perlada de sudor.
-Ahh…duele…
-Aww…Chang….
Yoochun no dejaba de moverse, no dejaba de penetrarme, su
miembro persistentemente abriéndose paso en mi estrechez, pulsando y quemando
mi ser cada vez más profundo. Sus manos acariciaban mis nalgas, las apretaban,
las masajeaban alrededor de su erección. Yo no podía dejar de gemir, sintiendo
esa mezcla de ardor y placer hasta que sólo el placer tomó posesión de mi
cuerpo, uniéndose por completo al suyo y moviéndome a su ritmo, buscando sólo
sentir más y más hasta que sentí su líquido, espeso e hirviendo llenando mi
cuerpo. Una sensación extraña y placentera que me hizo llegar también. Me besó
como si el mundo se fuera a terminar al amanecer y entonces decidí que me
gustaba. Me gustaba Yoochun. Y me gustaba hacerlo con él. Quería que él domara
mi cuerpo y lo hiciera sexualmente activo. Repetimos a la noche siguiente, esta
vez me invadió por detrás mientras con su mano de pianista me masturbaba hasta
la locura. Y así continuamos hasta volver a Corea.
Y por alguna muy curiosa razón, desde entonces los demás
hyung, excepto Junsu, empezaron a verme con otros ojos. Como si algo en mí
hubiese cambiado, o como si Yoochun hubiese encontrado el botón que accionaba
la testosterona en mi cuerpo, cambiando mi aroma natural a una fragancia
completamente afrodisíaca. Yo me hice el desentendido, disfrutando en silencio
las miradas furtivas de appa y omma. Es que Junsu en ese entonces era un baboso
que no se daba cuenta de nada. Y todavía lo es. A veces.
Por ese entonces appa y omma ya tenían sus queveres en donde
podían. La web siempre ha caracterizado a la pareja YunJae como la más famosa y
la más candente, y francamente se lo ganaron a pulso. Lo más divertido que
sucedió a continuación fue que, sin quererlo, empecé a provocar algo como celos
entre Yunho y Jaejoong; no estoy seguro de quien a quién o si entre ambos, pero
lo cierto es que empezó a sentirse algo de tensión en sus cercanías. ¿Qué culpa
tenía el inocente maknae de que hubiera llegado su moteki? Maknae caliente que
no haya logrado que sus hyung le tengan ganas, no es un maknae caliente que se
respete.
Y con esa curiosidad que de repente me caracteriza, una
noche que me levanté a buscar un bocadillo nocturno, solo esta vez, al escuchar
ruido en el estudio de baile fui de metiche a ver de qué se trataba.
Discretamente
pegué mi oreja a la puerta y pude escuchar los gemidos de esos dos, haciéndose
mutuo coro.
Mis oídos ya estaban acostumbrados a escuchar porno…pero es
diferente oírlo en tus audífonos, proviniendo de la computadora a escucharlo en
vivo y en directo, aunque fuera con una puerta de por medio. Picado por la
curiosidad suavemente sujeté la perilla y abrí, muy despacio, lo suficiente
para que mi ojo pudiera observar y deleitarme. Estaban en el suelo. Casi desnudos.
Desde mi punto de vista podía ver las piernas delgadas y blancas de Jaejoong
dobladas contra el trasero bronceado de Yunho, estando debajo de él, la mano
del mayor sobre la cadera del líder, y la camisa de éste último enrollada
descuidadamente hasta sus hombros dejando su perfecta espalda descubierta y
totalmente visible para mí. Aunque sólo podía ver su costado, era más que
suficiente. Se besaban cada vez que sus caderas volvían abajo en las embestidas,
según alcanzaba a distinguir sus caras entre los brazos de Yunho, tensos
sosteniendo su cuerpo sobre el de Jaejoong. Y aunque el muslo de Jaejoong no me
dejaba ver cómo entraba y salía su miembro del cuerpo de Yunho, la escena en sí
fue demasiado erótica para mí. Yunho montando a Jaejoong; Jaejoong penetrando a
Yunho desde abajo. Ambos en un mismo vaivén, besándose, gimiendo envueltos en
el mismo placer. Sentí envidia. Y demasiado calor por lo que me fui rápidamente
al baño y me metí a la regadera helada.
A la tarde siguiente pasó algo que no me esperaba. En serio.
Creí que había sido suficientemente discreto…
Prácticamente me asaltaron entre los dos en la sala.
-Changmin ah – Jaejoong llegó primero y se sentó a mi lado. Sin
separar la botella de jugo de mis labios voltee a verlo, - ¿dormiste bien
anoche?
Qué pregunta más maternal. Tanto que la verdad no entendí de
buenas a primeras a dónde iba con ella. Me encogí de hombros.
-¿Seguro? – insistió. En eso llegó Yunho y se sentó al lado
de Jaejoong, dejándonos bastante apretujados en el sillón.
-Hola, Changmin ah – me sonrió presidencialmente como si yo fuera
un fan. Ladeé mi cabeza, viéndolo , - ¿dormiste bien?
Otra vez. En ese momento me di cuenta que algo tramaban. Asentí
y dejé la botella en la mesa.
-¿Por qué lo preguntan?
-Bueno…- empezó Yunho y se detuvo, seguramente porque no
sabía cómo poner palabras a la situación que quería aclarar. Jaejoong, más
descarado como buena omma, prosiguió:
-Creímos verte…viendo porno otra vez.
Me mordí los labios. Ambos me miraban inquisitivamente y me
sentí sin quererlo como un niño atrapado tras una travesura. Una travesura de
muy alto calibre. Jaejoong se me acercó más y Yunho apoyó su mano en su brazo.
-¿Disfrutaste de vernos, Changmin? – me interrogó, serio. Desvié
mi mirada, atrapado. Así que sí me habían notado…
-Yo…no quise interrumpirlos…sólo escuché ruido…pensé que no
me habían notado… -traté de defenderme.
-La verdad no, no te vimos – dijo Yunho.
-Solo que encontramos la puerta entreabierta y sospechamos
que alguien nos había espiado. Y tú lo acabas de confirmar.
Mierda. Eran unos tramposos. Fruncí el ceño e hice un
puchero, tratando de protegerme con la careta del maknae inocente.
-Oh, no, no vas a escaparte con esa carita de niño regañado
así como así, Changmin – dijo Yunho, levantándose. Lo miré, tenso. Se me acercó
y me sujetó firmemente por los brazos y me jaló, levantándome, - ¿crees que es
muy bonito espiar a dos amantes? ¿Ah? – parecía regañarme, mirándome a los
ojos, pero de algún modo no sonaba tan estricto como cuando se enojaba en los
ensayos de baile. Le respondí la mirada sin decir nada. Y luego sucedió algo
sorpresivo. Me besó.
-¡¿Yunho?!
Jaejoong tampoco se lo esperaba. La boca de su amante
tratando de arrancarle los labios a su hijastro. Molesto, celoso, sujetó los
hombros de Yunho y lo apartó de mi.
-¡¿Qué haces?!
-Joongie…
-¿Por qué lo besas?
-Yo…
-Hyung… - intervine, metiéndome entre ambos y besando a
Jaejoong de vuelta.
-¡¿Qué dem…?! ¡Yah! – escuché a Yunho atrás de mi. Jae
correspondió un poco pero luego me apartó.
-¿Qué sucede aquí, huh? –preguntó, jadeante.
-Nada, omma, sólo te devolví el beso de appa.
Se miraron, atónitos. Luego la atmósfera se volvió
increíblemente pesada y cálida.
-Así que…el pequeño quiere hacer cosas de adultos, ¿no? –
dijo Jaejoong, acerándose.
-Vamos a enseñarle, Jae…
Me llevaron al dormitorio. Yoochun había salido con su
hermano que estaba de visita y Junsu estaba con su madre en quién sabe qué cosa
religiosa. Mejor para mí porque esa noche, Yunho appa y Jaejoong omma se
encargaron de terminar de instruir a su hijo más pequeño en el universo del
sexo candente. Por incestuoso que eso suene. Fui arrollado por el deseo que
ambos sentían entre sí y que se mezcló con el que yo había despertado de ellos
hacia mí, como una gigantesca ola de éxtasis.
Pronto me dejaron en ropa interior y mientras Yunho besaba
mi nuca, masajeaba mi miembro sobre la tela y pellizcaba uno de mis pezones,
Jaejoong lamía el otro pezón y acariciaba mis muslos. Eché mi cabeza atrás, sintiendo
de nuevo placer que hacía días no sentía, apoyándola en el hombro de Yunho. Mi líder
sujetó entonces mi mejilla y me besó de nuevo, devorándome toda la boca en el
proceso mientras Jaejoong lamía mi cuello y me apretaba entre ambos al sujetar
la cintura de Yunho. A tientas y tropezando un poco terminé sentado en la cama
sobre Yunho y con Jaejoong enfrente de mí, recorriéndome el cuerpo a besos y
lamidas. Era sucio. Ambos, porque Yunho no se quedaba tras nunca. Mientras mi
miembro era humedecido sin tregua por omma, los dedos nudosos de appa me fueron
dilatando con diligencia, simulando una cogida tan perfecta que me vine muy
pronto. Incitados a seguir por mi excitación, Yunho empujó su miembro dentro de
mí, invadiéndome sin muchas contemplaciones, entrando aún así con facilidad gracias
a la previa estimulación que me había dado. Empezó a moverse de inmediato,
haciendo que los gemidos provocados por mi orgasmo continuaran mientras Jae
besaba mi cuello, mi pecho, mi abdomen y de nuevo mi hombría.
-Aaahh….así….Changmin…qué bien se siente…- Yunho gemía como
un animal en celo contra mi cuello, besando y mordisqueando mi nuca. Yo no podía
más que gemir en respuesta, sintiendo placer por ambas extensiones de mi cuerpo,
buscando apoyarme en los fuertes muslos de Yunho, sintiendo los dedos de
Jaejoong en mi boca y lamiéndolos entre jadeos de placer.
Después, abrazando firmemente mi cintura, sin salirse de mí
pero frenando por un momento su pelvis, Yunho me cambió de posición, llevándome
más al centro de la cama. Mientras besaba mis labios como podía me acomodó
hincado igual que él, mi espalda contra su pecho. Jaejoong se acomodó luego, debajo
de mí, doblando sus delgadas piernas hacia su pecho y mordiéndose los labios. Lo miré con ojos nubosos por el placer,
jadeando aún con mucha excitación y con Yunho todavía dentro de mí.
-Jaejoongie…- le habló Yunho apoyando su cabeza en mi
hombro, - ¿estás listo?
Jaejoong asintió. Vi su trasero completamente expuesto debajo
de su erección y, para que negarlo, se me antojó. No había penetrado antes. A nadie.
Quería sentirlo.
-Sostente… - me indicó Yunho y obedientemente apoyé mis
manos en el colchón, a cada lado de los hombros de Jae. Yunho sujetó su
femenina cintura y lo jaló hacia nosotros, brusco, prácticamente colocando su
trasero debajo de mi miembro, y luego apoyó sus manos en sus muslos para
mantenerle las piernas dobladas. Ansioso Jae gimió. Sintiendo mi sexo contra su
entrada gemí también.
-Méteselo – me ordenó Yunho. Fue una orden, así como así. Tragué
saliva y sujeté mi miembro con una mano para guiarlo.
-¡Aahhh!
Creo que gemimos al mismo tiempo porque en cuanto mi punta
logró meterse, Yunho me empujó hasta el fondo de Jaejoong al embestirme. Estábamos
frenéticos. Esos dos por el verse cogiendo y siendo cogido por otro al mismo
tiempo, y yo al ser penetrado y penetrar a la vez. No podíamos dejar de gemir. La
misma ola de placer nos revolcó sin clemencia hasta que Yunho se vino en mi
interior, seguido por Jaejoong, empapando mi abdomen. Sintiendo esa líquida
sensación dentro de mí y con mi miembro apretujado por el estremecimiento del
orgasmo del mayor, me vine también, llenando a Jae violentamente.
Y repetí con Yunho por supuesto. Esa noche me di cuenta que
él era el más fácil de calentar y de inducir a las ganas de coger salvajemente.
Así que por qué no, lo asalté en el vestidor y lo dejé penetrarme de nuevo,
contra la pared, sólo para que a continuación, aprovechando que aún estaba
caliente, me dejara invadirlo sobre la banca. No volvimos a hacerlo sino hasta
unos cuantos años después, en la soledad de nuestro departamento…
Hum…
Sólo me faltaba añadir a uno en mi caldero de perversión. Yo
ya estaba listo para seducirlo, disponía de todas las armas psicológicas y
físicas…pero es que Junsu era todavía demasiado baboso para entender una
insinuación. Todavía lo es. A veces. Bueno no tanto. Menos cuando entra en su
papel de Death…
Pero en el fondo sigue siendo un menso.
Y en ese entonces lo era más. Tenía que usar eso a mi favor.
La oportunidad se presentó una tarde que nos quedamos solos
en el departamento. Los otros tres…la verdad no me acuerdo a dónde se fueron,
yo estaba ocupado desayunando cando salieron. Junsu estaba en el dormitorio,
acostado en la cama revisando unas partituras, con su muy notorio trasero hacia
arriba. Entré buscando qué hacer cuando lo vi. Mi subconsciente rápidamente
entendió que era la oportunidad perfecta.
Sonreí de lado y con sigilo, aprovechando que estaba inmerso
en su análisis, me le puse encima, aunque un poco de lado, con mi pelvis
discretamente encima de su muslo.
-¿Qué haces, hyung? – le pregunté asomándome por encima de
su hombro. Tras dar un respingo por la sorpresa me volteó a ver, algo enfadado.
-Eish, ¿qué quieres ahora, Changmin? – me preguntó,
mirándome y luego volviendo a ver su libro.
-¿Qué estás haciendo?
-¿Qué parece?
Uy, lo había encontrado de mal humor. Eso o ya estaba harto
de que yo lo molestara a diario. Como fuera. Pegué mi barbilla a su hombro,
leyendo también lo que él. Apartó mi cabeza subiéndo bruscamente su hombro y ni
me volteó a ver.
-No entiendo… - probé.
-Claro que no, tú no sabes de música, Changmin. Ue kyang
kyang kyang – de la nada se rió. Sonreí y me reí con él.
-¿Qué pretendes ahora, Changmin? ¿O necesitas un favor? –
volteó a verme, cerrando el libro.
-De hecho…sí necesito un favor, hyung.
-¿Uhm? – me miró extrañado. Era la segunda vez en un día que
lo llamaba hyung, con respeto. Normalmente le decía simplemente Junsu, o Junsu
yah, ni siquiera Junsu-shi, sólo para fastidiarlo.
-Tengo mucho calor – susurré cerca de su oído.
-Pues quítate la chamarra o la camisa –me respondió,
volviendo a abrir el libro y centrando su atención en él. No iba a dejar que su
falta de entendimiento a indirectas frenara mis intenciones. Me levanté un
poco, me quité la chamarra y la camisa, los aventé por ahí y volví a pegármele.
-Hyung…- gemí después de un rato, - aún tengo calor…
-Eish, toma agua o date un baño y ya, Changmin. No te portes
como un niño… - me reprendió apenas volteando a verme.
Fruncí el ceño. Tenía que ser más directo. Volví a acercar
mis labios a su oído.
-Tú me das calor…
-Si no estuvieras encima de mi tendrías menos calor.
Reí.
-Eso definitivo, Junsu hyung.
-Changmin, - cerró el libro y volteó a verme, girándose para
estar boca arriba- ya en serio, ¿qué quieres?
-¿No lo intuyes? – le pregunté, inclinándome hacia él. No podía
ser más obvio ahora. Me miró, expectante. Su mirada decía que había entendido
pero que no creía que yo fuera capaz. Que no creía que yo quisiera seducirlo a
él precisamente, a él a quién no paraba de molestar todos los días. Me incliné
más hacia él para besar sus labios y los desvió, viendo a otro lado. Entonces besé
su mejilla y delinee con mis labios su quijada hasta su barbilla.
-Changmin-shi… - trató de detenerme con palabras. Para hacerle
entender que iba en serio dejé que sintiera mi peso sobre él. Entonces trató de
empujarme con sus manos pero las sujeté por las muñecas. Forcejeamos mientras
continuaba dejando un húmedo camino de besos por su cuello. Por más que se
resistiera, por más que su boca lo negara, su piel se erizaba bajo mis labios, comprando
que una de sus zonas sensibles era en efecto su cuello. Sentí mucho orgullo de
saberlo y de haber atinado. Además yo era algo más pesado que él y me tenía
encima completamente. Volteé a verlo. Había cerrado los ojos. Era mi
oportunidad. Besé sus labios sin perder más tiempo, voraz. Al principio no pude
más que besar sus labios inmóviles, pero a fuerza de insistir conseguí que me
correspondiera, tal vez por desquite para deshacerse pronto de mí, o tal vez
porque en el fondo lo estaba logrando calentar. Empecé a sobarle el pecho sobre
la camisa, buscando provocarlo más. Rompió
el beso.
-Changmin…
Sentí su pezón endurecido bajo la ropa y lo apreté. Gimió y
sonreí. Continué estrujándolo entre mis dedos, viendo como eso lo hacía
sonrojarse. Lo lamí aún sobre la ropa y luego apliqué las mismas medidas en el
otro pezón. Junsu agitó sus brazos, tentado con golpearme pero no lo hizo,
dejándolos a los lados, luchando contra las sensaciones que le estaba provocando.
Volví sobre sus labios para besarlo y sujetándome por el hombro me jaló para
besarme. Saqué mi lengua y lamí su labio, él sacó la suya y las introduje en mi
boca, luego en la suya. No sabía que Junsu podía besar así. Por eso dicen que
los más callados son de cuidado. Procedí a quitarle la camisa sin dejar de
besarlo, o más bien sin dejar de besarnos. Rompí el beso sólo para poder quitársela
completamente y lo miré. Me miró. Estaba my sonrojado y apretando los labios. No
sabía qué decirme. Pero yo sí sabía qué hacer. Volví a besar su cuello y bajé a
su pecho, lamiendo sus pezones ahora descubiertos.
-Ahhh…
Lo hice gemir. Logré que un gemido que había tratado tanto
de mantener en silencio se le escapara de los labios.
-Changmin, no… - volvió a tratar de apartarme, esta vez con
menos fuerza, y volví a sujetar su mano, entrelazando nuestros dedos ahora.
-¿No? ¿Crees que nos basta un beso?
Continué distribuyendo besos por su pecho, su cuello, su
clavícula, y su cuerpo lentamente empezó a ceder, relajándose, acomodándose
para mí. Volví hacia sus labios y nos besamos largamente mientras me colaba
poco a poco entre sus piernas, acomodándome entre ellas.
-¿Junsu hyung? Respóndeme eso…
-Yah…sólo vuelve acá…
Me abrazó de repente
por el cuello y me jaló para besarme. Correspondí mientras me inclinaba más
hacia él, recostándome sobre su cuerpo y entre sus piernas, que al sentirme
sobre sí él mismo dobló, provocándonos un roce. Colé mis brazos bajo su cintura
y me le rocé de nuevo él hizo lo mismo. Nos rozamos, nos frotamos aún con los
pantalones puestos, sin dejar de besarnos por largo rato. Nos pusimos bien a
tono con eso. Nada más para tentarlo me aparté un poco y acaricié su bulto con
mi mano.
-Mira hyung…sí estás duro por mí…- bromeé, acariciándolo con
mis dedos.
-Aja…- fue lo único que respondió. Volví a besarlo y
continué acariciándolo. Le desabroché el pantalón y seguí mis caricias,
endureciéndolo aún más. Entre más erguido estaba bajo la trusa, más movía su
lengua en mi boca. Lo saqué de su ropa interior y lo manosee con descaro,
haciéndolo gemir en mi boca. Me quité entonces el pantalón y la ropa interior
también, a tirones, acelerado, y volví sobre él, frotándome, frotándonos
miembro con miembro. Me abrazó con fuerza y me besó con pasión. Deslizó sus
manos por mi espalda y, para mi sorpresa, me apretó el trasero. Eso me desbocó.
Empecé a manosear su entrada, a picarla con mis dedos, apretando su base y volviendo
a su entrada. Quería hacérselo. Quería metérselo ya. El manoseo en su base le
gustó, pero al tocar su entrada se tensó. Quizás…
Tomé su mano y la llevé a mi trasero, guiándola hacia mi
entrada.
-¿Changmin?
-Mételos, hyung…
Frunció el ceño, no muy convencido sobre todo tras mi amenaza
a su intimidad.
-Tócame…anda…- le pedí.
Dudoso insertó un dedo. Me mordí los labios.
-Más adentro…
-¿De verdad te gusta esto, Changmin?
Por toda respuesta le agarré su hombría y la acaricié de
abajo hacia arriba.
-¡Ah!
-Sí, hyung…me encanta…
Guiándose por lo que le hacía en su miembro empezó a mover
más su dedo.
-Otro…
Así lo fui guiando a dilatarme con dos, luego con tres.
-Hyung…estoy listo…para ti…
-¿Eh?
Cambié nuestra posición y me acomodé con mis piernas a cada
lado de su cadera.
-¡Espera!
-¿Junsu? ¿No te mueres por hacerlo? Tu miembro está muy
despierto…
Desvió la mirada.
-Bueno…sí…pero no quiero ver tu cara…
Eso me desconcertó.
-¿Por qué?
-Porque…
-¿Me odias?
-No seas tonto, no te odio. Es porque…aún no creo que
estemos haciendo…esto…
Lo pensé unos segundos y sonreí.
-Bueno, eso se arregla fácilmente.
Me puse de espaldas a él, sujeté su miembro y lo llevé a mi
entrada. Lentamente fui bajando, metiéndolo más y más.
-Cha…Changm…minnn….ahhh…aigo…- apretó las sabanas, sintiendo
cómo le apretaba su miembro en mi interior. Sonreí y continué bajando un poco
más para luego subir y volver a bajar. Se sentía bien. Bastante bien.
Continué el vaivén, acelerándolo y alentándolo según sentía
la excitación de Junsu creciendo aún más dentro de mí. Llegó un momento en que
incluso cooperó, apoyando sus manos en mis muslos y acariciándolos apenas hasta
donde conseguía tocar.
-Ah….Junsu…-gemí su nombre y me giré un poco, deslizándome
ligeramente hacia un lado para poder besar sus labios. Correspondió y apoyando
sus pies firmemente en la cama empezó a embestirme a su vez. Qué rico se sintió
eso, que al fin deseara hacérmelo. Pronto ya no podíamos besarnos de tanto que
gemíamos.
-Hyung…cambiemos…de posición…¿sí?
-O.k…
Me recosté boca arriba y ya sin dudarlo volvió a penetrarme.
Se movía con fuerza, profundo como necesitaba.
-Ahhh…sí…así hyung…dame más… - y yo ya había perdido todo el
pudor. Simplemente dejaba salir mis pensamientos, esperando excitarlo con
oírme, y consiguiéndolo con gusto. Tras un par de fuertes embestidas más se
vino dentro de mí. Tembloroso, jadeando volteó a verme.
-Lo…lo siento…lo hice en ti…
-Está bien, Junsu…me gustó…
Rió un poco y sonrió.
-Eres un asco, Changmin ah.
Reí también y me alcé para besarlo de nuevo.
-¿Sabes, hyung? La noche es joven…y los otros aún no vuelven…-propuse
sin separarme mucho de sus labios.
-Ya fue suficiente, ¿no crees?
-Anda…- lo besé de nuevo, - déjame tenerte…tú ya me tuviste…
La carta de semi-culpa siempre funciona.
-Si me duele te mato.
-De acuerdo, de acuerdo…
Mientras lo besaba para relajarlo lo fui dilatando,
tomándome mi tiempo. No tanto porque me preocupara lastimarlo, más bien por
supervivencia. Sí creo capaz a Junsu enojado de perseguirme con un bat y
molerme la cabeza. Empezó a gemir en mis labios, poco a poco disfrutando la
sensación de ser invadido, y abrazó mi cuello con sus brazos. Despacio saqué mis
dedos y los sustituí con mi miembro. Al principio se tensó, pero me moví muy
despacio para irlo acostumbrando. Más despacio incluso que como Yoochun me lo
había hecho, así que no puede quejarse. Respiramos un poco y volvía besarlo
mientras aceleraba mis movimientos, doblando sus piernas para entrar mejor. El orgasmo
que sentí un rato después… no había sentido uno así en mucho, mucho tiempo. Y no
fue el primero por supuesto.
Cuando Yunho volvió al departamento nos encontró comiendo y
leyendo respectivamente.
-Hace calor aquí, ¿no? – dijo a modo de saludo.
-Hola hyung – lo saludó Junsu. Yo nada más tragué mi bocado.
Después de eso volvimos a hacerlo unas cuantas veces. Y también
volví a hacerlo con Yoochun. Y actualmente lo hago con Yunho de vez en cuando. Hasta
donde sé, tener sexo es necesario y hasta saludable.
Y yo soy una bestia insaciable, para qué negarlo.
Y me encanta que me digan “Changmin ah” llenos de deseo.
FIN.
Moteki: en japonés así se le denomina a la etapa en que uno
empieza a ser atractivo para el mundo, por decirlo así.
Queveres: encuentros físicos, tener cosas que ver, más en un
contexto sexual.
ooooooooooooo jajajjajaja estubo superhiperarchirecontrabubi lemonoso pero me gusto aunque trato de huir de ellos no me dejan jajaja me dio risa como hablaba changmine todo fresco gosando de sus hyung pero lo del yunjae osea o.O ellos como no haciendolo en todo lado me gusto bravo unnie ¡¡¡¡
ResponderEliminarohhh como pudieron pervertir a mi niño inocente jajajaj.....ohhh por buda que el yoomin fue tan calienteee y el trio incestuoso no se quedo atras me emocione con el jaeho no se lo ve mucho y lo que mas me gusto fue el xiahmin es tan dificil de encontrarlo todos prefieren al minsu pero a mi me gusta la idea de un junsu seme jejejejej............no habrá conti porque déjame decirte que seria super que pillen a min en plena acción así como chun envistiendo lo contra la pared y el jaeho los descubre jejeje
ResponderEliminarSI el JaeHo descubre al YooMin una de dos: o salen omma y appa a regañarlos por sucios, o eso termina en una fiesta xD
ResponderEliminarwooo... quede XX ME GUSTO!! sexoso al total!! amo cuando todos se lo quieren hacer a Min jajajaja s gracias por este candente fic!!
ResponderEliminarBuenazazazazaso
ResponderEliminarespecialmente la parte YooMin
Moon eres una reina haciendo buen lemon~~ *w*
especial yoomin hardcore pleaseeeeeeeeeeeee