AZAR
Habían pasado ya, más de tres semanas y la encargada, el vigilante e incluso muchas de las personas que vivían en ese módico edificio ya se habían acostumbrado a la presencia de ese hermoso chico de cabello negro como el ébano, cuerpo esbelto y bien formado en los puntos necesarios; cuyos ojos de color caramelo, mirada seductora, piel blanca como el marfil y labios rojos dejaba boquiabierta a todas las chicas que pasaban por ahí.
En el transcurso de esos días se había quedado enfrente del edificio en una silla del parque pero con la mirada pendiente en las personas que entraban al edifico, día a día era la misma rutina llegaba eso de las 3 de la tarde y se iba pasada las ocho de la noche, solo en la primera vez que le vieron él entro hasta lo que se podía llamar el lobby del edificio, un sillón mohoso y descolorido con una mesita de vidrio que tenía una rayadura en el centro, cuando vio todo el lugar su rostro se compungió e hizo muecas de desagrado, como si estuviera aguantando la respiración para no oler la podredumbre del lugar, debido a eso le fue imposible siquiera hablar con alguien de recepción y salió huyendo del lugar. Ya fuera del edificio tomando una bocanada de aire cruzo presuroso hacia el parque de enfrente. Este era un parque con árboles sucios, llenos de polvo cuyas hojas parecían en continuo otoño, no se podía apreciar el verdor del lugar debido a las hojas caídas y a la basura que era tirada por los transeúntes, habían juegos para niños cuyos fierros estaban todos desvencijados y carcomidos que parecía que se iban a caer en cualquier momento, la loza deportiva era lo único que parecía estar en buen estado. Las sillas de este parque estaban igual de viejas que los juegos y más sucias que los árboles. Ese día Jaejoong tuvo que quedarse parado toda la tarde mientras esperaba que su ángel apareciera, en el trascurso de esas horas se decía a si mismo que se había equivocado de lugar, porque el día anterior él había dejado a su ángel en un lugar hermoso y acogedor; y hoy que había llegado al lugar nada parecía tener sentido, sobretodo porque su chofer afirmaba vehementemente que este edificio era el lugar de donde lo había recogido el día anterior.
Jaejoong seguía sin creérselo ya que el día anterior había sido como un sueño, el hecho de haber conocido a su ángel le cambio todo el panorama a su alrededor e incluso el mismo cambio. El Jaejoong “máster” no hubiera dudado en hablar con el chico, coquetearle y conseguir su número, sin importar que fuera el primer chico que le gustaba él hubiera seguido ese lineamiento; pero en esta ocasión las cosas no funcionaron así, Jaejoong no fue capaz de detenerlo se quedó congelado viendo pasar esos ojos chocolates y cuando al fin pudo reaccionar solo quedaba la estela del olor varonil de su ángel, lo busco con la mirada y a lo lejos vio la figura de su espalda perdiéndose entre la gente, casi corrió para alcanzarlo y cuando lo hizo se mantuvo a unos 5 metros de distancia. Su ángel caminaba dando zancada largas y firmes, a él le parecía estar viéndolo bailar; lo siguió hasta un puente antes del final del arroyo y caminaron muchas calles más, doblaron esquinas, cruzaron pistas y también cruzaron un parque que parecía resaltar más la belleza de su ángel, era tan hermoso este parque que Jaejoong se quedó rezagado unos momentos viéndolo, luego corrió hasta el edificio para alcanzar a su ángel. Jaejoong sonrió al ver el edificio puesto que le parecía un pequeño rascacielos; dentro, el edificio estaba muy bien iluminado, el lobby y la recepción al lado derecho, el ascensor al fondo y las escaleras al lado izquierdo; muy pequeño para su gusto pero acogedor. Su ángel saludo al encargado y empezó a subir por las escaleras, él lo siguió hasta el quinto piso; al final del trayecto vio a su ángel entrar a la habitación 52, se quedó un rato más recostado en la puerta añorándolo.
Pasada las 10 de la noche su celular vibraba constantemente, pensó en no contestar pero se dio cuenta que sin su chofer no podría llegar a casa, sin embargo contestar no fue una buena idea porque no fue capaz de dar una respuesta coherente. Una hora después Jaejoong se encontraba fuera del edificio esperando la llegada de su chofer que por suerte fue capaz de llegar gracias al GPS. El chofer lo vio, le ayudo a subir y partió raudamente ya que este lugar era conocido como zona peligrosa.
La duda se había instalado en el corazón de Jaejoong es por eso que no podía evitar ir todos los días al edificio, pero ahora iba un poco más preparado, el segundo día llevo objetos de limpieza y dejo la silla del parque deslumbrante y los días posteriores siempre cargaba un cojín con él. Se pasaba toda la tarde escuchando música debido a que en su cabeza solo había espacio para su ángel y eso le impedía estudiar, en algunas ocasiones le vencía el sueño.
Era el séptimo día de no haber visto a su ángel, sus amigos le habían obligado a amanecerse estudiando porque estaba tan descuidado estos días que no había terminado de preparar una exposición sobre un caso de defensa de homicidio doloso. Por ello este día estaba tan cansado que se la paso dormitando y cuando bostezaba por veinteava vez tratando de despertar vio salir a su ángel raudamente, subir a un taxi y desaparecer, esa fue la única ocasión en que volvió a verlo en ese lugar.
En las siguientes semanas no pudo verlo, iba todos los días al edificio unas cuantas horas, pero nunca lo encontraba, cada día su situación se ponía peor porque su ángel daba vueltas en su cabeza todo el día y no le daba descanso, ni respiro para que pudiera seguir su rutina de todos los días.
Sus amigos ya estaban empezando a preocuparse por él, porque Jaejoong siempre sonreía y era el más despierto del grupo, además de ser el mejor de la clase, sin embargo en estos últimos días Jaejoong había olvidado entregar trabajos, no prestaba atención a clase e incluso parecía soñar despierto, lo peor era que no decía que le pasaba y sus amigos estaban empezando a desesperarse, para ser una broma o algo de que burlarse ya habían pasado semanas.
Sus mejores amigos estuvieron pegados a Jaejoong la última semana y aunque este creo oportunidades para escapar, ellos finalmente lograron averiguar al lugar que estaba yendo en las últimas semanas, lo que no entendían era por qué Jaejoong iría hasta un barrio tan pobre y tan fuera de su estatus social. Decidieron que por ningún motivo dejarían que Jaejoong regresara a ese lugar ya que cada vez que lo hacía regresaba más ensimismado y en las nubes.
-Siwie, no crees que deberíamos hacer algo, creo que realmente estamos perdiendo al mejor ligador del grupo- dijo Yoochun en tono de sorna, tratando de molestar a Jaejoong.
-Por favor, si el más guapo soy yo, de no ser porque ya me atraparon yo lo hubiera superado.
-No te hagas Siwon, ya quiero verte hablar así enfrente de Boa.
-Boa, ¿pero quién es Boa?
-Ah…una chica linda, de esbelta figura…que por cierto está caminando hasta aquí.
-Ujum…Ujum…Hola amorcito…- volteándose
-Caíste jajaja, ya vez como estas, si ya te hemos perdido hace tiempo…por cierto donde esta Boa que no la he visto en estos días.
-Sí y ya no la veremos tan seguido…
-No me digas que te dejaron Siwie.
-No seas idiota Chun- tirándole el cuaderno en la cabeza- consiguió un trabajo como profesora de inglés y a eso sumándole sus clases de medicina en la universidad no tiene mucho tiempo.
-Auch, eso duele bestia –sobándose la cabeza- de todas maneras te dejaron por el trabajo- burlándose
-Ya cállate Chun, oye Jae cuidado con el po…
-El poste Jae- grito Yoochun
Se escuchó un estruendo fuerte seguido de un retumbar del suelo, las personas que caminaban por el lugar voltearon a ver, pero no se sorprendieron; era la tercera vez que veían a Jaejoong en una situación así de embarazosa, su reputación estaba yéndose a la basura y él ni enterado.
-Au…Au… ¿Qué me paso?-tocándose la frente y tratando de levantarse.
-Lo mismo de estos últimos días, acabas de derribar un poste más Jae.
-Ya Siwie deja de jugar, no ves que está mal- dijo Yoochun ayudando a Jaejoong a levantarse
-Jae ya dinos qué demonios te está pasando sino quieres que yo mismo te estrelle contra otro poste- grito Siwon exasperado.
-Basta, vamos a llevarle a la enfermería y ya luego lo interrogas.
-Ya les he dicho que no es nada, solo estoy cansado, me voy a mi casa –tocándose la cabeza debido al dolor.
-Nada que a tu casa, vamos a la enfermería, ayúdame Siwie.
Jaejoong fue llevado a la enfermería por sus dos amigos y luego de 20 minutos de curación salieron los tres juntos, ambos amigos a los lados de Jaejoong para evitar cualquier otro accidente. Al igual que en otras oportunidades Jaejoong termino solo con rasguñaduras y sin tener nada grave. Caminaron hasta el estacionamiento de la universidad.
-Bueno chicos yo me voy quede de ver a Boa en su facultad- volteándose a ver a Jaejoong- y tú, no creas que te escapas vamos a hablar seriamente mañana, Chun llévalo a su casa.
-No Chun, yo me voy por mi cuenta, tengo que ir a un lugar.
-Nada de eso Jae, no vas a ir otra vez a ese lugar a menos que nos expliques
-Yo… yo… -Jaejoong fue incapaz de decir nada
Luego de unos minutos de tenso silencio a Siwon se le ocurrió una idea.
-Chicos –llamando la atención de sus amigos- porque no vamos a ver a Boa, ella extraña mucho nuestras reuniones.
-Yo estoy de acuerdo- dijo Yoochun- vamos Jae- agarro a su amigo de un brazo y prácticamente lo arrastro al auto.
De esa manera Jaejoong se vio envuelto en una situación que no quería y tuvo que lidiar con el tráfico y una hora de viaje hasta la facultad de medicina que quedaba a kilómetros de distancia de su facultad.
Estaba furioso, la situación le estaba exasperando; aunque entendía a sus amigos y le gustaba que se preocuparan por él, esta vez y solo esta vez le hubiera gustado que no estuvieran en su vida. En estos últimos días sus amigos habían estado muy insoportables preguntándole que problema tenía y él no había sido capaz de responderles, no por falta de confianza sino por miedo, Jaejoong tenía miedo que dejaran de ser sus amigos si les contaba que le gustaba un hombre.
Cuando llegaron a la facultad de Boa, el ambiente tenso había menguado gracias a la música y a unos chistes fuera de lugar.
-Yo voy al salón de Boa, porque no esperan en la cafetería.
-No Siwie, nosotros te acompañamos, y así Boa puede presentarnos algunas amigas a mí y a este- señalando a Jaejoong- que falta le hace.
Jaejoong quiso rechazar la propuesta viendo su oportunidad para escapar pero no lo dejaron y nuevamente fue arrastrado por sus amigos.
El salón de Boa se encontraba en el tercer piso y mientras se dirigían a la escalera, debido a que el ascensor se encontraba atiborrado de gente, Jaejoong lo vio; volvió a ver a su ángel e instintivamente su cuerpo giro hacia él. Esta vez el vestía un terno negro que resaltaba su figura, parecía un poco ansioso y caminaba al lado de una chica que le daba algunas instrucciones. Paso al lado de Jaejoong sin siquiera tomarlo en cuenta.
Otra vez había pasado lo mismo, su voz no le respondía y sus pies tampoco y debido a eso lo había perdido de nuevo.
Jajaja jae derribando el poste!!! Pobre el amor le dio duro!! Encontro a Minnie de nuevo es sin duda el destino!!
ResponderEliminarAjajaja jae tonto...pero te comprendo...qien no se enamoraria de ese papasito de changmin....oohhh papee jeje ok me calmo
ResponderEliminarAjajaja jae tonto...pero te comprendo...qien no se enamoraria de ese papasito de changmin....oohhh papee jeje ok me calmo
ResponderEliminarSi que esta enamorado Jae a primera vista, despierta Jae vas acabar lastimado si no sales de tu nube.
ResponderEliminarGraciad!!!