Fairies and WHAT?! - cap 2

‘¿Por qué mi cuerpo se siente tan adolorido?’ Fue la primera cosa que Changmin pensó. Su cabeza parecía a punto de estallar, pero él no había bebido tanto alcohol en el club… ¿o sí?

“Ug, mi cabeza,” gimió de dolor y trató de bajarlo agarrándose la cabeza con ambas manos. No recordaba haberse sentido tan mal; de hecho, nunca había tenido una resaca antes. Él siempre se detenía al más ligero zumbido que el alcohol creaba y nunca quiso llegar a estar completamente borracho.

Intentó abrir los ojos, pero la luz proveniente de la ventana brillaba con tal intensidad, que solo mantuvo los ojos cerrados.

Poco a poco sus otros sentidos volvieron a él y oyó cantar a alguien mientras los platos chocaban entre sí, un delicioso aroma asaltó su nariz. ‘Mmm…huele muy bien,’ pensó, ajeno a cualquier otra cosa que no fuera estar hambriento y sentirse mal.

Rezongó cuando un pulsante dolor penetró su cabeza por última vez antes que las imágenes de lo que sucedió la última noche asaltaran su mente. Carnosos labios rojos, hipnotizantes ojos, un oscuro callejón, estar fuera de control, inmenso placer…Oh Dios Mío…¡se acostó con un hombre!

De repente se sentó, el dolor milagrosamente se había ido, como si lo que fuera que lo estaba sujetando hubiera terminado el trabajo y lo hubiera liberado. Miró a su alrededor, este definitivamente no era su departamento. Se sonrojó cuando se dio cuenta de que andaba desnudo todavía y con prisa se puso las ropas dispersas encima. Él ni siquiera sabía cómo reaccionar ante este tipo de situación. Debería solo decirle al tipo ‘De verdad lo pasé muy bien anoche, pero tengo que irme. ¡Adiós!’ ¿o debería tratar de escabullirse sin siquiera ver al tipo otra vez? ¿Qué le dices a una aventura de una sola noche que tú nunca intentaste tener? ‘Lo siento, no soy gay. Lo de anoche ¿fue un error?’

Preocupado pensó en qué hacer. La puerta de la habitación se abrió y allí estaba el hombre al que no quería hacerle frente aún. ‘Wow, es hermoso incluso a la luz del día…’ pensó mientras inconscientemente miraba con la boca abierta, incapaz de creer que alguien pudiera ser tan hermoso y sin defecto alguno.

“Veo que estás despierto,” dijo Jaejoong con una resplandeciente sonrisa mientras colocaba la bandeja con la comida en el escritorio cerca de la cama, “buenos días cariño.” Para luego cerrar el espacio entre Changmin y él y darle un rápido beso en los labios.

Changmin se hizo para atrás como si quemara, el beso era inesperado y este provocaba algunas de las mismas sensaciones que tuvo anoche. Por otra parte, esto se parecía demasiado a la escena de una pareja casada en una película americana y eso le estaba haciendo sentir incómodo. Quería irse lo más pronto posible.

“Aaah…buenos días…um…tengo que-”

“Oh, no me des la línea de ‘tengo que irme’. Es sábado y son solo las 9 am, así que quédate y toma tu desayuno,” Jaejoong dijo, la sonrisa aún en el mismo sitio.

“Yo-yo-” Changmin no terminó su disculpa porque Jaejoong lo tomó de la mano y lo llevó hacia la cama. Una vez logró que Changmin se sentara intentó darle de comer, pero Changmin no lo dejó. Él comió solo.

“Sé que debes estar algo confundido,” Jaejoong comenzó tentativamente. Sabía cómo unirse a Changmin, pero no estaba seguro de cómo revelarle todo a él. Nunca les habían dicho cómo darles la noticia a sus parejas, especialmente a aquellos que eran ignorantes del mundo mágico. Todo lo que le dijeron fue ‘Sabrás cómo lidiar con tu pareja cuando el momento llegue.’ De mucha ayuda está resultando ser eso. Talvez sus instintos no estaban funcionando… “Está bien, empecemos con esto, así que ¿cuál es tu nombre completo y qué haces para vivir?” Jaejoong preguntó alegremente, sin saber que su jovialidad estaba poniéndole los pelos de punta a Changmin.

Changmin no sabía qué decir. Todo le parecía tan surrealista. Se sentía en estado de shock y ahora ¡¿este tipo quería saber su información personal?! Debatió consigo mismo si darle la información real o mentir…necesitaba tiempo para pensar.

Changmin se levantó bruscamente, olvidándose de la comida, y empezó a caminar lentamente y de espaldas hacia la puerta mientras hablaba, “Mira, lo siento. Usualmente yo no hago esto y has sido muy amable, pero de verdad me tengo que ir…”

Jaejoong se había puesto de pie también para dirigirse a Changmin. Sabía que no podía apresurar esto o de lo contrario acabaría llevando una pareja no muy dispuesta a su reino. Él ni siquiera quería pensar en las consecuencias. “Está bien, lamento haberte retenido por tanto tiempo. Espero que nos veamos de nuevo algún día,” Jaejoong dijo, a pesar de saber que ellos se verían muy pronto si él tenía algo que ver con eso.

Changmin se limitó a asentir con la cabeza y siguió a Jaejoong hacia la puerta, de alguna manera aliviado de encontrar que no era el rehén que se había empezado a sentir. Jaejoong era simplemente demasiado bueno para no estar escondiendo algo, y él no estaba seguro de querer revelar el secreto que esta belleza perfecta ocultaba. ¿Qué tal si era un asesino en serie o algo parecido? Estaba tan perdido en sus pensamientos que cuando Jaejoong lo besó de lleno en los labios él automáticamente le correspondió, para luego encenderse de un rojo brillante al darse cuenta de lo que había hecho. Se aclaró la garganta y dijo, “Claro, bueno, adiós entonces.”

Jaejoong simplemente sonrió con alegría y cerró la puerta en el momento en que la silueta de Changmin desapareció al final del pasillo. Suspiró y se recargó en la puerta. Tenía mucho por hacer si quería ganarse a su pareja. Solo le alegraba haberle dado una ojeada a la identificación de Changmin y haber descubierto dónde vivía. Al menos tenía una idea general de dónde ubicarlo, y él siempre podía usar su magia para encontrar a su pareja. Caminó hacia la ventana que proyectaba la acera y bajó la mirada justo a tiempo para ver a Changmin salir del edificio, su expresión pensativa al observar el cristal por detrás del cual Jaejoong estaba. Jaejoong vio como Changmin desvió rápidamente la mirada una vez que sus ojos se hubieron encontrado y un rubor se formó en sus mejillas al apresurar su partida. Había hecho progresos…esto recién comenzaba.

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