¿Por Qué te deje ir?. Cap 6

Mi nombre es Shim Changmin y tengo 21 años de edad, llevo 3 años siendo estudiante de Arquitectura en la Universidad, es irónico el pensar en cómo cambia radicalmente tu vida, un día lo tienes todo y al siguiente no tienes nada, y eso es lo que ha pasado en mi vida estos últimos 6 años.

El estar aquí en este lugar desolado me hace regresar en el tiempo y perderme en mis recuerdos, aquel tiempo cuando perdí todo, en el tiempo cuando yo era demasiado ingenuo, y sobre todo en el tiempo cuando lo conocí a él “Kim Jaejoong”, quisiera que ese nombre y todos aquellos recuerdos que tengan que ver con el desaparecieran, poderlos enterrar en lo más profundo de mi corazón y mi mente, pero por más que lo intento siguen ahí, es como si a mi mente le gustara hacerme una broma (no muy grata) y se burlase una y otra vez de mi, disfrutando como me torturo mentalmente, y es que alguna vez Kim Jaejoong fue mi todo, y aun así, a pesar de todo lo que me hizo sigo amándolo, y siempre me repito la misma pregunta ¿Cómo puedo seguir enamorado de la persona que solo me utilizo? Y la respuesta me llega rápidamente, “Nadie manda en el corazón” Y me hubiera gustado haber podido golpear al que haya dicho aquello, porque tenía toda la razón, yo jamás pedí enamorarme de Jaejoong

Miro hacía aquel cielo nublado mientras una sonrisa nostálgica aparece en mi rostro, llevo mi mano hacía mi pecho, sintiendo a mi corazón palpitar más rápido al tener una imagen fija de él ¿Qué es lo que hiciste en mi Kim Jaejoong?

Recuerdo aquel día hace 6 años atrás cuando te conocí, me parecía que eras un chico solitario al igual que yo, e intente ganarme tu confianza, en un principio creí que lo había logrado, incluso llegue a creer que me amabas, un año después mi fantasía se rompió en pedazos como una fina capa de cristal ante la realidad de que aquel amor que según tu decías tener por mi solo era una farsa, solo me habías utilizado.

En ese entonces era tan ingenuo e inocente que cuando me entere de aquello no quise enfrentarte, huí de aquel lugar a algún paradero lejos de ti, no quería sentirte, no quería verte, no quería escucharte, no quería olerte, no quería saber nada que tuviera que ver contigo.

Eran vacaciones y después de 5 años he regresado a este lugar (en contra de mi voluntad), la Universidad donde estudiaba tuvo que cerrar, y la única que tenía Arquitectura era la de Seúl, acababa de llegar y lo primero que hice fue dirigirme hacía aquel lugar para ir a ver a mis padres, en todo este tiempo no había ido a visitarlos, sé que ellos no tienen la culpa, pero no quería regresar a este lugar lleno de recuerdos, cuando llegue al lugar donde estaban intente sonreír pero no puedo mentirles, y ahora que estoy frente a ellos no puedo evitar que de vez en cuando salgan algunas lagrimas “Lo siento mamá… papá”, sentía como se formaba un nudo en la garganta, y por un momento, por un pequeño instante pude sentir los brazos de mis padres abrazándome, susurrándome un “tranquilo” como solían hacerlo, me siento algo cansado por lo cual me acomodo entre mis padres, siento mis parpados pesados, y comenzando a cerrar mis ojos, quedándome dormido entre aquellas 2 lápidas.
-Jaejoong-

--------------------- 6 años antes-----------------------------------------

Estaba feliz, no estaba más que feliz, por fin me habían dado las llaves y la dirección del apartamento donde viviría a partir de ese día, por fin saldría de ese orfanato después de un mes, y por milésima vez sonreí.

Mi nombre es Shim Changmin tengo 15 años de edad, provengo de una familia media, nunca viví entre lujos, pero mis padres se aseguraron de que no me faltara nada, siempre tuve un techo donde dormir, siempre tuve algo que comer y beber, siempre tuve ropa para nunca tener frio, y aun con lo bien que vivía no era ingenuo y sabía qué a mis padres les costaba pagar todo eso, así que me esforcé en mis estudios y logre conseguir una beca, logrando con eso que la carga de mis padres disminuyera, y mientras los viera sonreír yo era feliz.

Pero en estos últimos meses mi vida dio un giro muy drástico, haciendo que perdiera a mis padres, tuvimos un accidente automovilístico cuando un conductor se salto un alto y se estrello contra nosotros, mi madre me protegió con su cuerpo, haciendo que ella recibiera todo el impacto, ellos no sobrevivieron y yo quede en coma unos meses, cuando desperté todo era un desastre, todos habían dando por hecho que yo moriría ahí, y al parecer les di el susto de su vida al verme despertar.

La cuenta del hospital fue pagada con el dinero que salió al vender la casa de mis padres, eso me destrozo, tanto se habían esforzado para poder comprar esa casa para que luego ese dinero fuera desperdiciado en una cuenta de hospital, y al ser menor de edad no pude hacer nada.

El único motivo por el cual no me enviaron a un orfanato fue que acepte asistir a terapia con una psicóloga por el hecho del “trauma” de haber perdido a mis padres, y de enfrentar aquel accidente, pero lo único que lograba era fastidiarme una y otra vez, lo que no sabía y que descubrí en mi primer día de terapia era qué tenía un cierto “escudo” hacía aquella psicóloga, ya que cuanto más me preguntaba yo solo respondía con monosílabos absurdos, los cuales siempre decía cuando estaba aburrido o arto de la situación, eso desesperaba a aquella doctora, por todo lo contrario, a mí me alegraba ya que no me gustaba que indagaran en mi mente.

El hecho de haber obtenido una beca años atrás en mis estudios hizo que tuviera todas mis necesidades pagadas, estuve internado en el orfanato 1 mes mientras hacían trámites para darme un pequeño apartamento, eso me alegro, y aun más al enterarme que tendría que compartirlo, así no estaría solo, pero tenía que seguir manteniendo mis notas altas para no perder la beca.

Cuando llegue al lugar una sonrisa se formo en mi rostro, ese era mi nuevo hogar, con energía subí los 3 pisos sin mucho esfuerzo, y ahí justo enfrente de mí se encontraba la puerta, tome las llaves y las puse en la cerradura para poder girar la chapa, cuando entre mi sonrisa se hizo más grande, claro si eso era posible, por supuesto que no era igual a mi casa, pero era un lugar acogedor, tenía todo lo que necesitaba, una pequeña cocina y un comedor con una mesa y 2 sillas, habían 2 pasillos a los lados, ambos con una puerta, lo más seguro eran las habitaciones, pero no sabía a cual ir, y al parecer mi compañero aun no había llegado, me dirigí a una de ellas y abrí la puerta fue cuando escuche a alguien decir.

-¿Qué acaso no sabes tocar?-

Me sentí un tanto raro cuando lo escuche a hablar de aquella forma tan cortante, cuando alzo su mirada me encontré con un chico de tez blanca, cabello negro, con unos ojos obscuros y profundos, era más grande y un poco más alto que yo, se encontraba echado en la cama con un cigarrillo en una de sus manos, hice una reverencia y me disculpe por entrar sin tocar.

-Lo lamento hyung, pensé que estaba vacía la habitación-

Me ignoro completamente, ya que no me respondió, solo se levanto, abrió la ventana y tiro aquella colilla que quedaba de aquel cigarro que anteriormente se estaba fumando con toda calma, tomo uno nuevo y lo llevo a su boca, sin quererlo solté un pequeño suspiro, así que me acerque a él, ya que iba a hacer mi compañero no deberíamos iniciar mal, cuando me miro de nuevo le sonreí y me presente.

-Shim Changmin, desde hoy seremos compañeros-

-Kim Jaejoong-

Fue lo que me dijo para volver su vista a la ventana e ignorarme completamente, su cara era de fastidio total, pero no me importo, no nos conocíamos, pero intentaría lograr que pronto nos lleváramos bien, además quisiera o no desde hoy viviríamos juntos.

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