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Cuando Dices Annyeong: Cap 9

Junsu sentía que estaba haciendo lo correcto. “Quedar con él no podía ser tan mala idea”, o eso mismo se repetía él al llegar a su hogar.
Yoochun era su amigo hacia años, y no podía dejar que su amistad acabara por muy incomoda que hubiese sido aquella pasada situación, la cual Junsu ya estaba pasando de pagina, o al menos, intentando que aquello se borrara de su mente, por muy complicado que pudiese resultar.
Pero Junsu no se imaginaba que aquello iba a resultar del todo imposible en ese momento en el que observo aquel pequeño aparato plateado, ignorante de todo lo que contenía grabado.

Era aquella grabadora, la que se encontraba ahora encima de la mesa central, la misma que Jaejoong días antes le había devuelto (entre sus otras pertenencias que se había dejado en casa de Yoochun). Ese aparato había llamado la atención de Junsu en ese instante, pues se lamentaba de no haber tenido el tiempo suficiente de ordenar sus propias cosas, y ahora ser demasiado tarde ...

Junsu se acerco y al tener la grabadora entre sus manos, la observo detenidamente, recordando el momento en el que se había grabado con ella, cantado la canción que había escrito. Curioso por escuchar como sonaba aquella grabación (sin importar la hora que marcaba el reloj), presiono el botón PLAY mientras se acomodaba en el sofá.

Su voz fluía por aquel pequeño aparato de forma suave, examino con detenimiento su voz, la cual parecía estar correcta, por lo que Junsu se sintió algo orgulloso.
<<. Debería mejorarla .>> pensó antes de oír como su propia voz dejaba de cantar.
Recordó aquel instante en el que había sido incapaz de terminar aquella canción por la osada interrupción de Yoochun, y sintió que aquello iba a ser difícil de pasar por alto (por más que se habia propuesto dejarlo de lado).

Al escuchar aquel silencio, su dedo estaba cerca de aquel otro botón en el que se leía un pequeño "STOP", pero se detuvo al escuchar como un sonido nuevo salia de aquella grabadora.  Las mejillas de Junsu se pusieron tan ruborizadas que parecía haberse extendido una gran cantidad de colorete sobre ellas.
Debido a su nerviosismo, apenas  sus dedos eran capaces de alcanzar aquel botón de pausa que estaba tan cerca, para así poder detener su propia agitada y pasional voz que salia levemente de aquel aparato

Junsu suspiro agitado y a la vez aliviado cuando al fin pauso aquello — ¿Por qué continuaba grabando? — pregunto en voz alta ante la eminente soledad.
Estaba solo, pero había querido precipitadamente poner fin a aquello, con ese mismo nerviosismo con el que aún latía su corazón.

Identificar su propia voz, había sido un momento extraño. No recordaba haber realizado tal sonido con su boca, y pensó que había sido exagerado en ello, pues solo había sido tocado por el mayor de ambos, y nada más había sucedido ...

Junsu llevo su mano al pecho, y estando aún incrédulo toco suavemente su torso cubierto por su camisa.
Recordó la mano de Yoochun sobre el, pero no lograba recordar mucho más, ya que había estado paralizado y había mantenido sus ojos cerrados en casi todo momento, salvo algunos instantes que ahora era incapaz de recordar con detalle.

Lo que si lograba recordar era aquel tacto ... , pero aún llevando su propia mano en el interior de la camisa y rozar su plano pecho, era incapaz de sentir del mismo modo.
Y así, Junsu sentado sobre el sofá tocando la piel de su torso parecía un verdadero estúpido. Pues, aunque presionaba en las mismas zonas que había presionado un curioso Yoochun, su cuerpo no reaccionaba de ningún modo en especial.
Su investigación o indagación sobre él mismo había resultado un fracaso, pues había sido incapaz de comprobar que emitía ese gemido que había escuchado en aquella grabación, por lo que Junsu deprimido dedujo que aquella mano ajena era la que logro que reaccionara por algo tan simple

<<. Le detuve. Hice lo correcto en ello, pero ... me pregunto que hubiese sucedido... .>> pensó Junsu, y recreo en su mente, a la vez que lo ejercía con su propia mano, aquel momento en el que Yoochun había sutilmente rozado su sensible zona antes de detenerlo por completo, e imagino que lo que posterior hubiese sido indiscretamente sumergir su mano en el interior de sus pantalones. Junsu al hacer aquello, su tacto consiguió una reacción, la que antes no había logrado, propia por aquel motor único de aquella zona ... .


~~~~~~~

Cuando Yoochun despertó, y aún en la palma de su mano se mantenía aquellas letras algo borrosas, que desaparecieron por completo cuando se aseo nada mas despejarse.
No hacia falta que aquello se mantuviera por más tiempo en su mano, él lo había visto y leído tanto el día anterior, con una imborrable "sonrisa boba", que hasta recordaba cada detalle de aquel corto texto de: hora y sitio, que había escrito Junsu, y si Yoochun no se daba prisa no cumpliría con aquello, pues seguramente llegaría tarde ...
Así que como si se tratara de un muñeco de cuerda,  dio unas "cuantas vueltas a su llave" para acelerar su velocidad. Como un adorable muñeco Yoochun se movió de un lado a otro, y se preparo.

Para él, incluso ese momento, era importante. Ahora todo había incrementado de valor.
Junsu había sido amable al citarlo tan temprano: Primero, la tranquilidad de los lugares a aquellas horas. Y segundo, su disponibilidad, pues Junsu habría pensado en lo ocupado que estaría en el resto del día, pero ahora, Yoochun podría saltarse todos aquellos "insignificantes" horarios para reunirse una vez más con él.



He increíblemente, tras haberse enfundado en aquel traje oscuro, de aquel sombrío color que no quería volver a utilizar (pero que inconscientemente se coloco en un intento de ir mas deprisa y apurarse) de ese modo, se vio realizando la misma acción que el día anterior: Esperando a Junsu.
Esta vez, diferente al día anterior, pues Junsu había escrito en su mano el lugar, el cual se trataba de uno ya conocido por Yoochun, pero sin más detalles.

Aquella maravillosa área (en la que le había citado),  a pesar de estar en situada en una transitada Seúl, estaba tan placida como perfecta. Se trataba de un frondoso y extenso parque, y justamente por ese motivo era diferente a esperarlo en la puerta de un limitado teatro.
Junsu no había especificado la zona, por lo que Yoochun no sabia si él estaba esperando a Junsu o si era justamente lo contrario.

<<. Solo a una persona como él se le ocurrirá citar a alguien en un sitio como este sin especificar el lugar .>> pensó Yoochun incrédulo, mientras caminaba de un lado a otro de aquel sendero, con la esperanza de toparse con Junsu antes de que fuese demasiado tarde, o cayera la noche (impensable, siendo tan temprano, pero por un momento incluso pensó que vería la luna aparecer, importándole poco o nada las demás cosas de su horario).
Por suerte, no tuvo que esperar mucho más. Mientras Yoochun intentaba escrutar con sus ojos entornados las otras las zonas del parque, observo pasmado la aparición repentina de Junsu, quien llevaba consigo una bicicleta.

Junsu caminaba, hacia él tan sonriente y feliz como la mayoría de veces, portando a su lado una bicicleta, quizás una de las cosas que menos sorprendieron a Yoochun, pues sin duda lo que logro dejarle estupefacto fue la ropa del menor, la cual era un ajustado maillot, típico de ciclistas, pero muy atípico en Junsu, quien tampoco tenia tal afición, pues su afición siempre había sido el fútbol.

Yoochun había quedado clavado en el sitio incapaz de gesticular, por lo que Junsu intentando llamar su atención, levanto su brazo y agito su mano con enorme entusiasmo sin quitar de sus labios la gran sonrisa infantil mientras caminaba, aproximándose totalmente al pelinegro.
Cuando Junsu se detuvo frente a él, Yoochun bajo la vista contemplando su propia vestimenta, y se percato de que ambos eran completamente diferentes en aquel instante. Volvió a alzar la mirada para dedicarle una sonrisa, con la que Junsu se sintió saludado.

― Creí que no te encontraría —  fueron las primeras palabras de Yoochun tras el trance.
― Pensé que había apuntado el sitio en tu mano — contesto Junsu con plena seguridad.
― Así fue, pero no diste detalles ... y el parque no es minúsculo —  comento aquello con voz serena, dirigió un vistazo a su natural y hermoso alrededor, y volvió a dirigir la mirada a Junsu  — Pero ¿Por qué? ¿Por qué vas así vestido? También se te olvido apuntarme ese detalle ... —
Junsu comenzó a reír por aquel comentario.
— Deberías  replantearte hacer tu mano más ancha — contesto en modo de burla  —  Creí que sabiendo donde quedábamos aparecerías con otra ropa. Yo no soy el equivocado ... —  señalo directamente el traje negro que Yoochun portaba, tal y como un maniquí masculino.
— Quizás tengas razón ... — suspiro, aquel alegre paisaje verdoso poco tenia que ver con su vestimenta, Junsu incluso vestido de aquel modo hacia una mejor pareja con el entorno.
— ¡Por supuesto que tengo razón, Yoochun! —  afirmo en grito — Es más, también dije que podía venir Jaejoong-ah, pero no le veo... —  comento echando un vistazo a su alrededor.
— Bueno, eso ... — Yoochun había olvidado por completo preguntarle a Jaejoong, incluso llamarlo, y se sintió incapaz de responder.
— ... seguramente no hubiera venido — termino la frase Junsu, algo apenado  — Igualmente, sigo teniendo toda la razón, ya que ¿Quién fue el que me pidió aquel día que no utilizara tanto el vehículo como tú? — Yoochun hizo memoria ante esa pregunta, sonrió, al recordar que días antes había comentado a Junsu (quien caminaba por las calles en aquel momento), que era bueno que no utilizara tanto el auto.
— Yo — contesto Yoochun a aquella pregunta.
— Por lo que tome una bicicleta. — Junsu señalo con una mano la bicicleta que sostenía con la otra.
— No sé si eso me tranquiliza ... — sonrió a modo de mofa.
Junsu abrió sus ojos: — Debería, pues necesitas mas que nadie hacer ejercicio y desahogarte un poco — le aconsejo.
— No me gustaría llamar la atención — Yoochun dio de nuevo un vistazo a su alrededor. Sin duda llamarían la atención de ese modo.
— Y no lo harás, — le tranquilizo — entre la poca gente que transita ahora, y con lo negro de tu cabello y tu traje la gente te confundirá con una sombra — su risa resonó mas que los gorjeos de los pájaros matutinos del parque.
— Tendría que tomar otra ... — dijo Yoochun, refiriéndose a otra bicicleta.
— Usaremos la misma — confirmo el menor de ambos.
Yoochun le miro sorprendido: — Junsu ... el asiento de la bicicleta, no crees que ... — intento explicarse — bueno, sinceramente no creo que tu trasero deje mucho sitio — Junsu le miro ofendido, aunque de una manera muy cómica:
— ¡Ach! Manejas tú, y pedaleas en pie, sobre la bicicleta, ¿sabes como te digo?, no hace falta que te sientes, yo estaré sentado atrás tuya, y no temeré por lo mal que manejaras la bicicleta, pues si acabamos estampados en algún sitio tu frente me protegerá de todo problema, eres como el airbag — tras ello Junsu alzo su mano y dio unos cuantos pequeños e inofensivos golpes con la palma de su mano sobre la frente de Yoochun, antes de comenzar a sentarse sobre la bicicleta.
— Me gusta volver a hablar contigo como siempre, de este modo ... extrañaba ... todo — murmullo Yoochun, sin poder evitar sonreír por ello, aunque Junsu apenas le escucho.

— Me gusta el Parque Naru, pero está en la zona de Songpa, me gustaría ver el lago Seokchon de nuevo, pero este de aquí tampoco esta mal ..., se parecen — musito Junsu tras Yoochun, justo tras su espalda, tan hablador como de costumbre, mientras observaba con atención todo a su alrededor con el movimiento de balanceo que ejercía la bicicleta, que tampoco iba a una velocidad rápida, mas bien lenta ..., como si a Yoochun le fuera difícil pedalear con Junsu sobre ella, cosa que le parecía gracioso al menor, quien no paraba de reír y comentar a cada pedaleada que el pelinegro realizaba.

Por la salud de Yoochun, quien ya tenia la frente algo perlada de gotas, pararon a descansar dejando estacionada la bicicleta a un lado.
El ruido que ejercía la brisa  sobre los arboles no hacían mas que hacer que Yoochun ensoñara, y todo le pareciese irreal y esplendido. Nunca había hecho cosa semejante con su amigo, y estaba extrañamente feliz de ser capaz de hacer cosas nuevas con él, como queriendo depurar cada segundo y momento. No pensaba en otra cosa mientras estaba sentado sobre el banco de madera, reponiéndose de las forzosas pedaleadas, y observaba a Junsu caminar de un alado a otro mientras hablaba:

— Ah, me encanta estar aquí, es genial para pensar — parecía aliviado, como si una calma le arrollara, como si hubiese deseado esa tranquilidad — Empezaras antes el drama que yo el musical, pero tengo tantas ganas de que llegue el momento del estreno, no puedo esperar por ello — Junsu paro de pronto frente a Yoochun, quien continuaba sentado sobre el banco, observando el entusiasmo de un descontrolado compañero.
Yoochun había sido incapaz de ver la obra musical de Junsu (pues había sufrido el accidente antes de que la realizara). Pensó con tristeza sobre ello y contesto: — Sin duda, iré a verte Junsu. Tengo muchas ganas de verlo — con total seguridad de que esta vez vería a Junsu sobre el escenario.
Junsu sonrió: — Trabajo mucho en ello. ¿Tanto como tú en el drama? — le preguntó.
— Bueno, el preparar el papel para un drama es mucho mas complicado — confirmo Yoochun mientras cruzaba sus piernas.
— ¡¿Qué?! — Junsu emitió un chillido seguido de una risa irónica — ¡No es así! El musical es complicado, el papel que interpretas lo haces cantando, una dificultad añadida — debatió.
Yoochun, consciente de que se iba a tratar de las discusiones de chanza, que siempre ambos habían tenido por diferentes temas; comento, con tono seguro a la vez que levantaba sus cejas oscuras de modo gracioso:
—  ¿Llamas complicado a representar las mismas lineas y canciones en todas las funciones? En un drama tienes que aprender un dialogo mas extenso, pues pueden ser de muchos capítulos, y tener que explorar mucho mas al personaje que interpretas —

Junsu le miro indignado, y su vestimenta deportiva añadida a esa mirada no hacia mas que parecer realmente gracioso — Eso es cierto. Pero, puedes cometer fallos, es completamente licito, pues solo te observan las cámaras. En cambio en un musical, obra teatral, estas exponiéndote en directo sobre un buen numero de ojos observándote y escuchándote con atención —
Yoochun se sintió vencido por aquellas palabras — Sin duda me has ganado esta batalla ... —
Junsu con rostro victorioso, se sentó junto a Yoochun en el banco — ¿Lo suficiente como para preguntarte cosas? —
— Sí, pregunta ... —

Junsu cambio su rostro, parecía abatido, y al recordar sus acciones aquella noche, no pudo evitar comentar:
— No lo puedo evitar, pensar ... Aún cuando te dije que no quería pensarlo, o que realmente me moleste hacerlo. Pero no pude evitar pensarlo anoche. — Junsu bajo la mirada y pregunto con voz insegura — ¿Quiero saber que hubiera sucedido si no te hubiese detenido ese día? Quiero saberlo ... — suplico sin alzar la vista.
Yoochun sintió que la brisa había dejado de agitar a los arboles y solo lo agitaba a él— Siempre me preguntas cosas a las que no tengo respuesta, Junsu — respondió, haciendo lo mismo que Junsu, bajando su vista y prosiguiendo con voz indecisa — Fue un impulso, y los impulsos no tienen un propósito. Sinceramente carecía de alguna intención — explico, recordando aquellos momentos — Por lo que no puedo responderte. Yo sigo disculpándome —
— Y yo me disculpo por preguntarte, pero ... Yoochun, necesito saberlo ... — alzo su rostro de nuevo y miro directamente a Yoochun sin titubear  — ... que hubiera sucedido ¿Qué exactamente? — le pregunto
— N-n-no sé — contesto entrecortadamente — Pero si debo responderte algo..., yo en ese momento solo pensaba en protegerte, y también en conocerte más de lo que podía haberte conocido. Pues recientemente había tenido aquella pesadilla que te conté ayer. Por lo que supongo que simplemente aquel impulso hubiera continuado con ... ¿caricias?, simplemente —
— ¿A-a-acariciándome? ¿Cómo? — .
— Tus preguntas son muy extrañas — el  masculino rostro de Yoochun se formaron unas manchas sonrosadas cuando escucho aquella pregunta.
— Extrañas. Por que tus impulsos lo son, por que tus pesadillas lo son. Yo no estoy enfadado contigo, solo quiero saberlo —
— Parecías estar dispuesto a olvidar —
— ¡Pero no puedo! — Junsu alzo su voz, incapaz de callar por mucho que lo intentara — Ya somos adultos, por lo que voy a intentar comportarme como uno y olvidar, pero ... es complicado — afirmo. — Incluso aún estando en este lugar, e sido incapaz de olvidar, y no podía retenerlo más. ¿Cómo olvidar que tu amigo te toco y te beso? — y dicho así, sonaba horrible.

— No quiero que nos tomemos un tiempo para olvidar, como si eso pudiese solucionara algo — Yoochun se levanto de aquel duro asiento. No iba a permitirse de nuevo perder el tiempo, y esperar sentado a que aquel día funesto asomara por el calendario, y precipitadamente intentar hacer algo —  Creo que tratarnos con normalidad los próximos días es lo mas razonable. Quiero estar contigo, ver tus ensayos, ayudarte con la canción, quiero ... pasar ese tiempo, y quizás de ese modo las cosas que ahora están en tu mente, tanto como en la miá, se desvanezcan. — afirmo  — Termino mucho antes que tú en el estudio, puedo tomarme un tiempo, y llegar con mi automóvil hasta el sitio en el que ensayas, y recogerte sin problema, pasaremos un tiempo hasta que te lleve a tu apartamento, y volveremos a hablar mas seguido. —
Junsu escucho atentamente su idea y comento:— No me parece mal ... —
— Al final, la incomodidad que cause, terminara por completo ... —

Pero ninguno de los dos estaba tan seguro de eso, aunque aquel insensato plan se había comenzado a realizar día a día ...

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