Sin alas que protejan - Epilogo

Ruidos extraños sonaban, muchas personas hablando que para él eran como susurros. Intentaba despertar pero no podía, aún acostado sentía que en algún momento caería. Se sentía totalmente mareado.

-¿Changmin?- Le mencionaban.

-¿Eh?- Abrió lentamente sus ojos. Todo a su alrededor daba vueltas.

Logró enfocar su vista en la figura que lo miraba.

-¿Minnie? ¿Estás bien?-

“¿Doctora Nanchung?” pensó Changmin.

-¿Qué?- Dijo como un susurro. Dirigía su mirada a todos lados; Un hospital.

-¿Pasa algo, pequeño?-

Changmin solo le miraba. Comenzaba a asustarse. Miró su cuerpo y era como si el tiempo nunca hubiera pasado. Le pareció todo una mala broma, era un niño otra vez. Puso sus manos frente a él, pequeñas y frágiles.

-¿Qué pasa?- Preguntó aterrorizado.

-¿A qué te refieres pequeño?-

-¿Por qué soy… un niño?-

-¿De qué hablas?-

-Yo…- Su respiración comenzaba a agitarse.

-Changmin, tranquilízate- Se acercó la mujer intentando calmarlo. -Sufriste un desmayo-

-…- Changmin no podía creer lo que estaba escuchando. Hace unos minutos estaba en su casa, con Jae y sus hijos… No pudo ser…

-Tal vez soñaste- Dijo la Nanchung.

El niño no quería aceptar eso, no ahora. Bajó su mirada, aguantando las ganas de llorar.

-Descansa, pequeño- Dijo. -Iré a avisarle a tu mamá que estas mejor-

Changmin la escuchó irse.

“Nada fue real. Nada existió. Es imposible. Entonces … ¿Todo seguirá siendo igual?. No quiero. No quiero. No quiero. Jae...” Pensaba mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.

-Jae…- Dijo triste.

Segundos después escuchó otra voz.

-Shhhh…-

-…- Changmin levanto la mirada y volteó a ver a todas partes.

-No digas mi nombre o aquellos bobos me encontraran-

-¿Eh?- Expresó. -¿Quién dijo eso?-

Una cortina al lado de él se corrió dejando ver a un niño de cabello rubio.

Changmin quedó paralizado de la sorpresa.

-¿Qué pasa? ¿Te he asustado?- Dijo confundido por su expresión. -Pues tu tampoco eres guapo- Sonrió.

-Ah-a- No podía hablar.

Se escucharon pasos corriendo.

-¡Ah!- Expresó uno de los dos niños que habían aparecido. -¿Ves, Junsu? Te dije que estaría aquí-

El niño mencionado estaba con el brazo vendado sostenido por un cabestrillo.

-¿Ves?- Le reclamó el rubio niño a Changmin. -Hiciste que me encontraran-

-Pues realmente solo te buscamos por que ya nos vamos-

-Hum… ¿Osea que me escondí para nada?-

-¡Vámonos ya!- Replicó Junsu. -Yunho tráelo ya, los veré afuera- Y salió de la vista de todos.

-¡Junsu espera! ¡No vayas solo, te puedes lastimar!- Dijo Yunho saliendo tras él.

Changmin solo observaba la escena.

Jae suspiró pesadamente.

-Bueno, me tengo que ir-

-…- Min le miró irse.

-Por cierto- Se regresó un momento a observarlo bien. -¿Como te llamas, niño?- Preguntó curioso.

-¿Eh? ¡Ah! Pues… Changmin, soy Changmin-

-Mmm… Changmin- Repitió. -Como decía antes, no eres guapo- Dijo. -… No tanto…-

-…- Le miró sonrojado.

-Nos vemos- Y desapareció de su vista.

Ahora estaba confundido.

Todo había sido un sueño… Pero ahora se le presentaba otra oportunidad.

Sonrió. Esta vez sería valiente.