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Arualthings

You are for me? cap 12

YOU ARE FOR ME


Junsu llegó hasta un bonito pabellón en los Jardines Frontales de aquella enorme y elegante Mansión para eventos. Su intención al salir del Salón Principal no era huir de Yoochun, sino simplemente tener un espacio a solas, sin toda esa gente alrededor cuchicheando o mirando…

El castaño estaba de pie al centro de ese pequeño pabellón con enredaderas ataviando sus pilares y los barandales con rombos fijos en los cuatro puntos, hermosas rosas de diversos colores adornando los tallos flexibles que se dispersan incluso en los bordes de la terraza. Alumbrado por algunos faroles colgando alrededor del quiosco, uno en el centro, dando una luminosidad tenue, romántica y encantadora. Desde ahí, se alcanzaba a vislumbrar la luna plateada en todo su esplendor brillando en lo alto. El aire fresco soplando desde el horizonte, un dulce aroma floral circulando en sus gentiles ráfagas…

Junsu llevaba un conjunto formal integrado por unos pantalones oscuros rectos, una camisa del mismo tono, un chaleco a rayas con tonos oscuros y blanco, y un saco gris. Yoochun portaba un elegante traje negro, su cabello ligeramente desaliñado dándole ese toque seductor que le caracteriza…

- Junsu ah… - llamó suavemente el pelinegro, viendo la espalda del castaño, preguntándose internamente si ésta vez podría decir las palabras correctas…

- es una canción hermosa… - soltó el delfín con voz suave, sin girarse aún hacia el ratón, pero éste se sentía tranquilo de que por lo menos le haya gustado y no saliera huyendo de su lado… - en verdad pensabas en mí al cantarla, al tocar el piano con ese toque que parece casi mágico?... –

- en nadie más… - respondió con seguridad, dando un paso hacia él… un metro aproximado separándolos todavía…

- cuál es la diferencia, Yoochun… entre amarme a mí o a Yunho… - su tono de voz aún deslizando inquietud en sus palabras… - en realidad, te enamoraste de mí en estas semanas, cuando aún amabas a alguien de tantos años, como creer que es mayor tu amor por mí que por él, si apenas y me conoces…- el pelinegro sonrió, ya algo así le había dicho Minnie…

- sabes, desde el primer momento que te vi me sentí atraído por ti…

- dirás ahora que fue amor a primera vista… - soltó con incredulidad, girándose finalmente quedando de frente al pelinegro… a esa profunda y calida mirada que lo envuelve en una sensación confortable de pertenencia…

- no… - un paso más cerca… - fue atracción, física si he de ser sincero, al primer momento… - el castaño frunció el ceño, el ratón se mordió la lengua, tenía que dejar de fantasear con su cuerpo ahora, primero tenía que concentrarse y tal vez después tenga oportunidad de volver a sentir su piel… - pero fue tu sonrisa, tu amabilidad, las que deseaba ver cada día, y aunque solía no acercarme demasiado, siempre te observaba de reojo en el restaurante, hacías de mi rutina algo agradable, y bastaba con verte para sentirme lleno de energía… - las mejillas del delfín cobrando un tono carmesí, mismo que ya estaba en las del ratón… - no quise ver eso antes, y luego con todo esto del contrato… - el castaño se estremeció, no era justamente alegre recordar eso… y el pelinegro lo notó… - yo sé que hice o dije cosas que te hacen verlo como una equivocación, pero cada cosa, cada mirada, cada detalle, cada roce, cada beso, cada acercamiento, cada momento a tu lado me hacía sentir tantas cosas, que cuando pensaba en que me estaba enamorando de ti no podía evitar sentirme asustado, porque en el fondo sabía que seguía atado al pasado y que podía lastimarte… - sus miradas conectadas, el corazón latiendo tranquilamente, porque las palabras nacían del amor y no de la desesperanza… - pero aún con todo eso, lo que terminó por alimentar este amor que siento por ti fue tu bondad, tu entrega incondicional…- sonrió con un dejo de nerviosismo… - el que aquella vez en Haewon te quedaras conmigo a pesar de todo, el que ahora no te hayas alejado de mí a pesar del daño que te hice, haciéndome entender que seguías aquí, que podía luchar por ti… Te Amo, Junsu ah, y te amaré siempre…

- cómo sabes eso… - un paso más… - si ya amaste una vez y olvidaste, cómo sabes que me amarás para siempre?

- porque es diferente Susu ah, no sé bien cómo explicarlo, pero siento algo en mi corazón, en mi estómago, en cada fibra de mi cuerpo, que me dice que es así, que sin ti de verdad no podría vivir, que no habría luz para mí en éste mundo… – más cerca, atraídos el uno al otro por esa sensación, que invisible por naturaleza pero palpable por su esencia, los envolvía en un aura casi irreal… - porque contigo, aún por sobre la tristeza o el dolor, puedo sonreír y sentirme completo, pleno y sin ataduras…

- me gusta cómo suena eso… - sus rostros acercándose… - dímelo otra vez, Chunnie, sin que suene a disculpa, dime que me amas… - sus alientos mezclándose, miradas prendadas…

- Te Amo, Susu ah… - murmullo suave que nace desde el calor avasallador que denominamos amor, ése que se regocija al ser correspondido, que te hace sentir como flotando en una nube, el que con una caricia te deja sentir su realidad…

- Te Amo, Chunnie… - susurro cálido de complemento, de ese sentirse por fin feliz, por esa alegría que explota en el centro de tu alma y se dispersa por todo tu ser… de amar y ser amado con la misma intensidad, sin temores ni rencores… puro, limpio… sagrado…

Un roce de labios, lánguida muestra de un afecto profundo que es entregado con ternura en un beso casi primerizo, único, diferente… como el primer encuentro después de toda una vida buscando lo desconocido, como el calor eterno del sol, y el romance imperecedero de la luna… un beso, de amor…

Se separaron no por la falta de aire, o deseos de hacerlo, sino solo por la necesidad de volver a verse a los ojos, de corroborar que no es un sueño. Yoochun acarició las mejillas de Junsu con infinita dulzura, delineando con delicadeza sus labios curvados en una sonrisa de felicidad…

- no estoy saliendo con Yoo Hwan, nunca lo hice… - confesó, sintiéndose ahora un mentiroso que en alguna medida buscaba venganza en sus actos… su mirada oculta…

- me alegra escucharlo… - le tomó el mentón instándolo a mirarle… - ya no importa, Junsu ah, solo quiero saber… si te quedarás conmigo…

- crees que seguiría aquí de no ser así… - sonriendo, llevó sus manos a la cintura del pelinegro… - no más contratos para ser novios… - afirmó, escondiendo su rostro entre el cuello y hombro del ratón…

- ni siquiera lo había vuelto a pensar… - devolviendo la sonrisa, sus manos fueron a parar a la espalda del castaño… - lo del contrato… - aclaró, solo por si las dudas… - lo de ser novios, depende solo de tu respuesta… - lo apartó para ver a esos preciosos ojos color marrón… - quieres ser mi novio, Junsu?

- solo si prometes no volver a hacer contratos… -

- te lo prometo, delfín… - un nuevo beso, más entregado y provocativo…

- ratón pervertido… - murmuró entre el beso, porque las manos del pelinegro le habían acariciado furtivamente el trasero…

- lo siento, tú tienes la culpa por usar esos pantalones tan ajustados… - besándose entre sonrisas, olvidaron por completo que la noche era joven para ellos y que dentro aún había personas intrigadas por su ausencia…

………………………………….

Boston, Massachusetts.

- gracias, Yunho… por haber regresado… - el rubio le miraba con ojos brillantes llenos de emoción… nunca nadie había hecho por él lo que el moreno en esos pocos días… claro que, tampoco nadie habría sufrido lo que él durante esos años… pero eso ahora no importaba, realmente no… - por estar conmigo, por amarme como te amo a ti…. – el moreno negó con la cabeza, una sonrisa que muestra un dejo de culpa y arrepentimiento curvándose en sus labios…

- creo que hasta ahora has sido tú quien ha amado más, JaeBoo, soportando años de… - un dedo del rubio sobre sus labios…

- no quiero que pensemos más en eso… solo quiero que me ames Yunho, como hace un momento mientras cantabas para mí, pensando solo en lo que sientes por mí, por favor… - su dedo besado con ternura, haciéndole estremecer por ese sencillo gesto…

- Te Amo, JaeBoo… - acostando la distancia, el moreno terminó casi completamente sobre el rubio, besando lentamente sus labios con una parsimonia delirante de ternura y delicadeza, probando con exquisitas caricias sus finos labios, tomándolos con reserva, pidiendo permiso para indagar con su lengua esa húmeda cavidad que le recibe con roces calidos de un juego sensual y romántico que le hace sentir en el espacio mismo…

- Te Amo, Yunnie… - correspondió abrazándolo con fuerza, consiguiendo que el moreno descanse por completo sobre su cuerpo, besándole una vez más con la súbita necesidad de recuperar un tiempo consumido en querellas pasadas; haciendo de cada nuevo beso sucedido en aquella azotea en una noche casi extinta por las horas, una chispa encendiendo el fuego de la pasión reprimida que busca el calor del otro cuerpo…- es tarde…

- más bien temprano… - hablando entre besos, negándose a dejar de sentir esas caricias, se dieron cuenta de que ya el amanecer quería despuntar en el horizonte…-

- tengo que arreglarme para ir al trabajo… - algunas sonrisas escapando de su boca porque el moreno jugaba con sus labios acariciándole bajo el mentón…

- no vayas, quédate conmigo… - dijo haciendo un puchero… - quiero seguir aquí, contigo, quiero seguir besándote día y noche… – el rubio se mordió el labio inferior…

- seré tuyo toda la vida, Yunnie… - aseguró con el semblante lleno de amor, con sus ojos brillando con el fuego de una hoguera, la sonrisa de una criatura divina y esa manera de con un solo beso hacerle sentir pleno…

- eso significa que somos novios, Boo?... – sus besos siendo depositados en ese rostro que largo tiempo le cautivara en un secreto aún para sí mismo…

- me lo estás pidiendo?... – susurró con una sonrisa, los labios del moreno afanados en besar una y otra vez cada centímetro en su rostro y cuello…

- sí Jae, quieres ser mi novio?... – pausando sus besos, le miró una vez más directo a los ojos, acariciando con suavidad su mejilla coloreada… podía ser más hermoso? Con los últimos rayos de luna reflejados en esos oscuros ojos que no dejan de hipnotizarle cada que se pierde en ellos…

- sí, Yunnie… - un corto beso… - tengo que ducharme… - el moreno refunfuñó no queriendo levantarse de su lugar, estaba demasiado cómodo ahí, sintiendo su calor, su respiración, saboreando sus labios…

……………………………………..

Seúl. Corea.

- quiero mostrarte algo… - comentó de pronto emocionado, soltando la mano de su novio, el pelinegro se puso de pie, y comenzó a sacarse el saco, frente al delfín…

- qué se supone que estás haciendo… - sentado en la gradilla acojinada alrededor del pabellón, el castaño se sonrojó por el gesto de su novio…

- espera… - y continuó sacándose la camisa de los pantalones…

- no seas pervertido, Chunnie… - se cubrió el rostro con sus manos para no ver… - no te da vergüenza que alguien pase y te vea… - el pelinegro sonrió divertido… adoraba ver esos sonrojos, esa actitud inocente en su delfín…

- no estoy desnudándome, Susu ah, no seas malpensado… - pero sus manos ya desabrochaban sus pantalones mientras se giraba para quedar de espaldas a su novio; bajó un poco, solo un poco los pantalones y se subió la camisa otro tanto… - mira, delfín…

- desvergonzado, no voy a mirar… - el castaño sentía su rostro hirviendo de vergüenza, negándose a apartar sus manos de su rostro… escuchó que su novio reía un poco más alto…

- te va a gustar, delfín… - voz seductora… - anda, mira… - provocó con tono demasiado tentador… el castaño resopló por ceder a su petición tan fácilmente, y apartó sus manos para mirar…

Ahí, en la espalda baja del pelinegro, pintado sobre su piel el tatuaje de un delfín sonriente como si estuviera saliendo de aguas oceánicas…

- te… tatuaste un delfín…- sorprendido… y a decir verdad tocado en el corazón… el castaño se puso de pie para acercarse y admirar mejor el tatuaje…

- corrección, eres tú, tatuado en mi piel, donde te quedaste desde el primer beso que nos dimos aquélla noche en la intimidad, porque desde entonces no dejé de pensarte, de extrañar tu calor, tu sonrisa… - sintió un suave toque sobre su piel, era un dedo de Junsu delineando cada trazo de su tatuaje, erizándole el vello, cortando así de fácil todos sus pensamientos por los escalofríos que comenzaban a correr por su cuerpo por ese sublime contacto…

- es hermoso… - murmuró embelesado, sin reparar en el hecho de que ahora su dedo acaricia ahí donde la columna vertebral pierde su nombre… el pelinegro jadeó sin poder evitarlo.

- Junsu ah… - llamó con suavidad, descubriendo para su suerte que su voz sonaba ya excitaba y el calor aumentaba en su cuerpo… - podrías… - otro jadeo… - dejar de hacer eso… - pero su novio seguía perdido en el tatuaje, en todo lo que emocionalmente significa, en las palabras que el pelinegro le acabara de decir, hasta que… - mmhhh… - un gemido más sonoro viniendo del ratón lo sacó de su ensimismamiento, notando con vergüenza que ya no era solo uno de sus dedos el que acariciaba aquella zona, sino sus manos delineando sugestivamente cada trazo…

- perdón… - murmuró todo sonrojado, apartando sus manos del tatuaje y dando un paso hacia atrás, porque realmente su intención no había sido poner en ese estado a su novio….

- descuida… - se ajustó los pantalones y bajó su camisa mientras se giraba a ver a su novio… - el problema es que estamos en un lugar público y lo estaba disfrutando… - sonrisa pícara, su mano levantando el mentón del castaño, la otra adueñándose posesivamente de su cintura… - porque de otra manera, ya te estaría haciendo el amor… - el castaño ya no podía enrojecer más…

- me gustó tu tatuaje, lo que significa; gracias, Chunnie…- abrazándole por el cuello, el castaño le besó suavemente… no negándose en absoluto cuando la pasión decidió participar de esa caricia, jadeando cuando al terminar el beso el ratón jaló suavemente su labio inferior…- ratón pervertido… - atinó a decir, la excitación despertando en su cuerpo…

……………………………………

Boston, Massachusetts.

El YunJae había terminado por abandonar la azotea y bajar al departamento del moreno… que por supuesto ahora que son novios formalmente, compartirán. Igual podría decirse que ya casi era así, porque el rubio pasaba largas horas ahí con él, hablando, resolviendo inquietudes, superando el dolor y aliviando la cicatriz de la herida que antes abrieran. Aunque mucha de su ropa y cosas personales aun están en casa de su amigo Tommy, esa misma tarde eso iba a cambiar. Ahora el rubio acababa de tomar la ducha para arreglarse para ir al trabajo… o ese pretendía esa parte racional y responsable, pero había esa otra, emotiva y erótica que deseaba algo más…

Yunho estaba en la habitación buscando su propio cambio de ropa, cuando Jaejoong apareció por la puerta con solo una toalla alrededor de su cintura, el cuerpo aún cubierto de gotas de agua, como esas que escurren por su suave cabellera y se pierden por el contorno de su rostro y cuello… el moreno tragó hondo, tenía que controlarse, bajar los latidos de su corazón y las pulsaciones de su respiración…

- <.mierda! Es demasiado hermoso, mejor salgo mientras se cambia o lo tomo aquí mismo.>… - dejando sus prendas sobre la cama… - voy a… - su voz salió demasiado aguda por la excitación, por lo que se obligó a aclarar la garganta mientras se dirigía a la salida, el rubio estaba buscando en el armario…- te espero afuera…

- Yunnie… - llamó con voz peligrosamente seductora, consiguiendo que el moreno frenara en seco para atenderlo…

- sí, JaeBoo…- giró para ver a su novio, toda la sangre se fue a su entrepierna cuando el rubio se quitó la toalla dejando al descubierto su desnudo…. – hermoso… - cuerpo…

- no iré a trabajar, quiero sentirte… - caminando con sensualidad desbordante matizada en la expresión de su rostro, en esos ojos quemantes y esa sonrisa provocativa, el rubio llegó hasta donde su novio se había quedado clavado solo admirándolo… - hazme el amor, Yunnie…

Había forma de negarse a tal petición?... No!

Yunho atacó su boca con candor, sus manos inmediatamente fueron a la cintura de Jae, acariciando sus costados, perdiéndose luego en su espalda y más abajo. Guiados por el momento, pronto ya estaban en el borde de la cama, aún besándose con pasión. Jae colocó sus manos en el pecho de su novio, ejerciendo un poco de presión para instarlo a sentarse en la cama, luego se sentó a horcajadas sobre sus caderas, sintiendo contra su trasero el enorme bulto que ya había en la entrepierna del moreno, arrancándole un jadeo al sentir ese contacto…

- debe doler ya… - murmuró con voz sensual, apoyándose con sus rodillas a cada lado de las caderas del moreno y sobre el colchón, se corrió un poco hacia atrás y levantó un poco el trasero para con sus manos desabrochar los pantalones del moreno y apartando la ropa interior, liberar completamente el excitado miembro de su novio.

- aahhh, Boo… - gimió al sentir los dedos de su novio pasearse lentamente por su erección.

Jae sonrió complacido con esa reacción, y el semblante completamente excitado del moreno, sus labios entreabiertos jadeando cada segundo más fuerte conforme él deja caricias en su entrepierna, haciéndole gemir ronco cuando la toma entre sus manos y masajea de arriba abajo lentamente…

- aún estás vestido, Yunnie… - dejando de atender su erección, el rubio le sacó la playera en un rápido movimiento, su propia excitación clamaba sentirse piel a piel con su novio.

Lo empujó suavemente para que se recostara y poder sacarle los pantalones y la ropa interior que ahora tan molestos les resultaba; y en el acto las prendas que anteriormente el moreno dejara para cambiarse terminaron de igual manea en el suelo; recostándose luego sobre el moreno mientras se funden en un beso apasionado y sienten sus miembros rozarse arrancándoles gemidos que se pierden en medio del beso.

Yunho paseó sus manos por toda su espalda, acariciando sugestivamente cada palmo en ella, deleitándose con los suspiros, jadeos y gemidos que escapan de la garganta de su Boo cuando alcanza sus glúteos y los toma mientras empuja hacia él con suavidad consiguiendo que sus miembros tengan mayor roce y la temperatura llegue a niveles altos de calor…

- aahhh, mmhhh, Yunnie… aahhh… - las oleadas de placer viajaban rápidamente por su cuerpo, nunca antes había estado con nadie en la intimidad, y sentir en ese momento la caliente virilidad de su novio chocando contra la suya lo estaba volviendo loco…

- mmhhh, Boo… ahhh, ahhh, mmhhh… - pero no era el único, todos los sentidos del moreno tenían cabida solamente para sentir al rubio sobre su cuerpo, besándose cada tanto con desenfreno, atacando su cuello de vez en cuando lamiendo su piel con una mezcla de pasión y ternura que no podía describirse ni pensó algún día poder ofrecer…

Más tarde, invirtió las posiciones, dejando a Jae bajo su cuerpo, deleitándose aún por los suspiros y gemidos escapando de sus labios rojos, admirando su expresión de gozo con los ojos semicerrados o completamente cerrados dependiendo del punto que toque, o la zona que bese. Descubriendo ese punto sensible en su cuello que lo hace suspirar más fuerte y logra que arquee la espalda con solo succionar de ese trozo de piel blanca… consiguiendo roncos gemidos cuando toca su miembro con su aliento y lame su extensión…

- aahhh, Yunnie… - el moreno llevó su boca al pecho del rubio, dejando su erección unos instantes, succionando suavemente de sus pezones, dando furtivas lamidas en cada uno… -

- eres delicioso, Boo… - sus manos acariciando cada palmo de su piel, sintiendo el ardor en ella, percibiendo con sus nublados sentidos los temblores en ese cuerpo que se entrega por vez primera con tanta pasión.

El rubio sentía que en cualquier momento iba a explotar, nunca había sido tocado de manera tan íntima por nadie, aún en su adolescencia había negado toda oportunidad de llegar a ese punto con algún chico que le llegase a gustar, porque siempre había esperado por un momento como éste, en el que entrega sus más puros sentimientos y le regresan a cambio los mismos. No podía contener ningún ruido escapando de sus labios, no podía pensar siquiera, era demasiado placentero saber y sentir esas manos que siguen tocando con deleite su cuerpo, ese tacto suave que se desplaza con respeto pero lujuria a la vez, por cada recoveco de su ser, por esos labios que no dejan de besar aquí y allá, humedeciendo con su saliva calida su pecho, su cuello, su torso… su erección… ahí donde se encuentra ahora jugando lascivamente, arrancándole los más sonoros gemidos.

El moreno comenzó a degustar nuevamente ese trozo de carne caliente palpitando contra las paredes de su boca mientras sube y baja con ritmo tranquilo, acariciando con su lengua… aumentando el ritmo de a poco, deseando llevar al límite a su novio. Sintiendo cómo le toma por el cabello con sus manos, enredando sus dedos en él, gimiendo más fuerte, moviendo sus caderas buscando mayor contacto.

- mmhhh, aahhh, Yunnie, más… rápido, por favor… - el moreno no se hizo de rogar y aumentó el ritmo de sus succiones, sintiendo cómo el salado sabor de su miembro comienza a llenar las paredes de su boca, sabe que se encuentra cerca del orgasmo y acelera al límite, presionando con lujuria cada que llega a la punta… hasta que finalmente siente cómo el rubio se tensa y tira de su cabello presa de placer… y su semilla se libera en su boca… - aahhh… - soltando un gemido ronco y arqueando la espalda con los espasmos recorriendo su cuerpo… el moreno tragando con gusto, lamiendo luego los restos y subiendo a los labios del rubio…

- me fascina tu sabor… - el rubio le lamió la comisura de los labios, donde rastros de su esencia se habían quedado, y luego le besó fogosamente…

- sigue, no te detengas… - murmuró Jae al momento de tomar los dedos del moreno y comenzar a humectarlos casi con desesperación, quería sentirlo ya dentro de sí…

- dios! JaeBoo, eres fuego puro… - y es que con esa manera de mirarlo tan provocativamente, su miembro ya se encontraba más que necesitado de descargarse…

Se colocó entre las piernas del rubio, quien con un dejo de temor, pero seguro de querer ser poseído por el moreno, las abrió un poco más dejando a disposición su virginal entrada, sintiendo un tanto de dolor cuando el primer dedo ingresó moviéndose en círculos en su interior, y no pudo evitar el primer gemido de dolor, ni las lágrimas cayendo por sus blancas mejillas, sintiendo un calor agradable al sentir los labios de Yunho besándolas y hablándole al oído en tanto seguía con aquellos movimientos en su intimidad, agregando algún tiempo después el segundo intruso y más tarde el tercero, detectando ya algunas oleadas placenteras desplazando el dolor de la preparación.

Gimiendo ronco cuando el moreno lo penetró lentamente, aferrándose a su espalda clavando sus dedos en ella motivado por el innegable dolor de la intromisión, sintiendo las paredes de su estrecho pasaje abriéndose un poco más para recibir el miembro caliente de su novio. Yunho aguardó unos momentos antes de comenzar a moverse en él, dejando que sus manos viajen en tanto y una vez más, por la blanquecina y suave piel de su Boo, besándole con ternura, hablándole al oído, dedicándose por completo a hacerle sentir el mismo paraíso que el propio Jae le inspira a él en esa primera vez juntos en la intimidad.

Jae le miró con una sonrisa tranquila dándole a entender que estaba listo, recibiendo con gemidos con un atisbo de molestia las primeras estocadas, sintiendo cómo sale y entra lentamente de su interior, percibiendo sus paredes comenzar a adaptarse a su forma, gimiendo entonces de puro placer.

Yunho notó que su Boo ya se había acostumbrado totalmente a su intromisión y aceleró sus embestidas, sintiendo ese estrecho pasaje abrazarle con gozo, las piernas del rubio colocándose sobre sus caderas dándole un empuje extra para que llegue más profundo. Sus cuerpos unidos, el miembro de Jae apresado entre sus torsos siendo estimulado nuevamente, creciendo rápidamente entre ellos. No conteniendo entonces los gemidos roncos, sintiendo el sudor perlándose en sus ardientes pieles, sus sentidos completamente impregnados de Jae, de sus gemidos, de sus besos, de su calor, de su piel… de su delirante y estrecho pasaje dándole el mayor de los placeres, borrando todo rastro de experiencias pasadas.

Finalmente, llegando al límite de su excitación, el calor se concentró en el bajo vientre para dar paso a la tensión muscular, y segundos más tarde, a los temblores del orgasmo embargando sus cuerpos con su placer desbordado al liberar sus semillas, Yunho dejó su caliente esencia en el interior de su novio, mientras que Jae se descargó en sus torsos bañándolos con su semilla. Apenas le fue posible moverse, el moreno salió del interior del rubio, dirigiendo sus labios inmediatamente a su torso y poder saborear una vez más de su salada esencia. Su novio sonrió suavemente ante eso, pero seguía tratando de controlar los cambios físicos que se sucedieron en su cuerpo después del orgasmo… el primero de seguramente muchos…

- estuviste fantástico, no sabes cuántas noches soñé con este momento, Yunnie… - el rubio le acariciaba la mejilla al moreno, quien aún sin salir de sobre su cuerpo, le miraba con ternura…

- JaeBoo, el único aquí que estuve fenomenal fuiste tú… - le dejó un casto beso sobre los labios… - te haré el amor todo el día… - mirada lasciva…

- eso me parece perfecto, quiero que me marques una y otra vez con tu calor, que me ames hasta caer rendidos y no poder más… - el rubio le besó con pasión nuevamente, metiendo su lengua sin pudor alguno en la boca del moreno, que le recibió con el mismo gusto, listos… para hacer el amor hasta que el cuerpo no pueda más…

………………………………….

Seúl. Corea.

- Chunnie… - jadeó el castaño al sentir los labios del pelinegro besando su cuello, aún en medio de aquél pabellón a media noche… - espera… - pero el ratón no le hizo caso… - aquí no, Chunnie, aahhh… alguien podría vernos… - más tampoco hacía nada por apartarse, seguía abrazándole por el cuello, sus cuerpos pegados, las manos del ratón volviendo a acariciar sugestivamente su trasero… - mmhhh, deja mi trasero en paz, ratón pervertido… - murmuró con una sonrisa, consciente de que esa parte de su anatomía despierta muchas fantasías en su novio…

- ya te dije que es tu culpa… - le rodeó la cintura pegándole de tal manera a su cuerpo que sus erecciones estaban completamente unidas por sobre sus ropas, palpitando de deseo por encontrarse y sentir la atención del otro… - Junsu ah… yo… quiero llevarte a otra parte… quiero hacerte el amor…

El castaño le miró con sus ya teñidas mejillas y una sonrisa tímida, pero bastante consciente de su propia excitación, no se negó a seguirle al estacionamiento, ni subir al auto del pelinegro y terminar en el departamento de éste, sintiendo aún un ligero vuelco en el estómago al recordar la última vez que estuviera en ese pasillo…

- sabes, al final, éste lugar solo te trae recuerdos desagradables, a pesar de que lo elegía y amueblé por ti… - hablándole con un dejo de culpa y arrepentimiento, el pelinegro se detuvo antes de abrir la puerta… - quieres que vayamos a otra parte?

- dime Chunnie… - el castaño le miró directo a los ojos… - este lugar es nuestro, o te recordará siempre a Yunho?... – tono suave, no pretendiendo hacer de aquello una nueva duda…

- pienso en ti siempre que estoy aquí, en los días que pasamos pintando cada pared, en las sonrisas al acomodar cada mueble… en el momento en que te paraste en el ventanal y el viento acarició tu rostro… en el momento en que por tonto te dejé ir…

- y aún me quieres… aquí, contigo?... –

- sí, Susu ah… -

- entonces pasemos, hagamos el amor así sea en cada rincón… - y sí, estaba muy avergonzado al decir aquellas palabras, pero le nacía hacerlo… ese lugar era especial y no tenía porque ser manchado por el recuerdo de un error… - hasta que solo nuestros gemidos queden atrapados en sus paredes…

- y luego dices que yo soy el pervertido… - olvidándose de aquella amarga experiencia, el pelinegro abrió la puerta y de la mano con el castaño, entraron en él.

Minutos más tarde se encontraban desnudos sobre la cama compartiendo caricias, sintiendo solo el calor de sus cuerpos, escuchando esos suspiros y gemidos viniendo de labios del otro, las ropas de ambos habían quedado regadas por el pasillo de la estancia a la habitación, las sábanas desordenadas bajo sus cuerpos. Yoochun entretenido en sus pectorales besando y lamiendo con paciencia, decidido a marcar cada palmo en ese cuerpo como suyo, sus manos deslizándose por sus costados, acariciando más abajo sus piernas, pasando a lado de su erección sin atenderla aún, sabiendo que igual que la suya se encuentra ya en ese punto que genera un poco de dolor al no ser atendida. Pero quería antes memorizar cada recoveco de su piel, pasear con sus labios por todo su cuerpo…

- aahhh, Chunnie, por favor… - el castaño llevó sus propias manos a su miembro para intentar satisfacerse un poco visto que su novio no estaba por los términos de hacerlo…

- lo siento, baby… - sintiendo una punzada de culpa por su maldad, el pelinegro atendió entonces la erección de su novio, tomándola entre sus manos y masajeando con premura…

- mmhhh, aahhh… - el delfín se mordía el labio inferior intentando contener los más roncos gemidos naciendo en su garganta, las manos de su novio estaban tan calientes como todo su cuerpo y eso le daba unas sensaciones exquisitas…

Junsu se movía insistentemente por esas oleadas de placer que comenzaban a inundarlo ahora que Yoochun había metido en su boca su erección, bajando con sus labios con un ritmo delirante que lo estaba arrastrando demasiado rápido al orgasmo, porque presionaba a lo largo con ellos y su lengua caliente le acariciaba de manera que jamás pensó… y aumentaba las succiones al límite solo para bajarlo radicalmente por unos segundos, antes de repetir la acción y conseguir que el castaño se corra en su boca con un ronco gemido y su cuerpo tenso…

- te gustó, delfín?... – cuestionó con tono lascivo, acomodándose entre las piernas de su novio para continuar, su entrepierna dolía demasiado ya, pero todo valía por ver esa expresión de gozo en su novio…

- eres… un pervertido… - respondió jadeando, todavía recuperándose del orgasmo, pero recibiendo con agrado los dedos en su boca, esos que humectados con su saliva lo prepararían pare recibir al causante de sus mayores placeres.

- Te Amo, Junsu ah… - le murmuró con ternura una vez que después de haber dilatado su intimidad se introdujera en él…

- ahh… - se quejó el castaño por esa ya conocida punzada de dolor al principio… pero sintiéndose seguro al escuchar esas dulces palabras de su novio…

Una vez envueltos en el calor de su pasión, cualquier temor no solo quedó en el pasado si no que fue olvidado, relegado a una parte de sus mentes en la que no podía hacerles ya daño alguno. Y la entrega fue total porque no había otra cosa más que amor entre ellos, puro y sin atadura alguna. El ratón le embestía con lentitud no solo para darle tiempo de acostumbrarse a su intromisión, sino también porque quería alargar ese momento tanto como fuera posible… aunque falló cuando su propia necesidad de sentirse pleno lo orilló a acelerar el ritmo y la profundidad de sus estocadas en el interior de su delfín, sintiendo esas corrientes eléctricas viajando por todo su cuerpo llevando cada oleada de placer a inundar cada fibra de su ser. El castaño gemía sin control, los ojos cerrados, sus piernas abrazando las caderas de su ratón, sus manos abrazándose a su espalda, su rostro escondido en el hueco de su cuello y hombro, gimiendo en su oído, besando de vez en cuando sus labios, o cualquier porción de piel a su alcance.

Este era un hacer el amor más allá de la necesidad de curar un corazón o alimentar su propio sentimiento, era una entrega por gusto, por placer… por justamente, amor y nada más que eso. Sintió que el pelinegro se apartó de él incorporándose para poder tomar su erección y masturbarlo al ritmo de sus embestidas, al instante le había extrañado porque le gustaba sentirse pegado a su cuerpo, pero cuando el placer llegó a niveles límites, no tuvo más espacio en sus sentidos más que para disfrutar de ese momento, para recibir con gozo cada estocada, de gemir sin reserva por esas manos masajeando su entrepierna… de disfrutar esos instantes en que su cuerpo, como del pelinegro, se tensa al prepararse para el orgasmo que experimentan cuando sus esencias son liberadas, y siente ese agradable calor cubriendo su pasaje, y un alivio indescriptible al derramarse en la mano de su ratón, quien lame lujuriosamente sus dedos para tragarse la semilla de su delfín.

- yo… aún no he probado tu sabor, Chunnie malo… - respirando agitadamente, el castaño le hizo un puchero, porque en ésta segunda vez juntos, él aún no ha tenido oportunidad de masturbar a su novio… y eso le da suma curiosidad…

- pero tenemos toda una vida para ello, Susu ah… - saliendo de su interior y recostándose a un lado del castaño, le atrajo a su pecho para relajarse juntos… -

- la próxima no te me escapas, ratón pervertido, ahora quiero descansar un poco… - dejándose arrullar por los latidos ya armoniosos de su novio, el castaño se quedó quieto en su pecho esperando que el sueño lo venza…

- sabes, Susu ah… al final, después de tantas dudas, errores y miedos, me alegra saber que Eras para Mí… - murmuró cuando ya el delfín respiraba tranquilamente, dormido entre sus brazos… -

……………………………….

… La representación más romántica del amor es aquella eterna utopía de las almas gemelas que se encuentran en el sendero de la vida y se funden para formar una sola… superando todo obstáculo que el destino pone ante ellos… así, aún cuando dudes si alguien está destinado a ser para ti, lo importante es no rendirte nunca, que la persona correcta tarde o temprano Será para Ti…


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2 Comentarios:

  1. Anónimo6/15/2011

    ahhhh...despues de tanto nos diste un capitulo con 2xlemon..^^ *pervetida.* ahahahah...liindos por fin juntos..:)!

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