Beyond the physical cap 4

“Otra mañana más te digo adiós hasta la noche siguiente que te volveré a ver en mis sueños”



Me despertaron las voces de los trogloditas que debía de haber en el salón. Camine hacia donde provenían los gruñidos y allí los vi lamentándose cada uno por un dolor, sobándose la parte afectada.



-Ya sabia yo que si dormíais unos encima de otros acabaríais parapléjicos a la mañana siguiente…-dije dejándome caer en uno de los sofás después de hacerme hueco empujando a Junsu al suelo.

-¿Y porque no nos despertaste? Tengo la espalda que parece que me ha atropellado una hormigonera...- dijo Changmin estirando su largo cuerpo.

-Pensamos en hacerlo pero parecíais estar tan a gusto…-dijo Jaejoong apareciendo por el pasillo que venía del baño.

- Bueno, ¿nos vas a dar de desayunar o seguimos con las sobras de anoche?- dijo Yunho masajeándose el cuello para intentar aplacar el dolor.

- Valeee… desayunáis y desalojáis que tendré que limpiar la leonera de casa que me habéis dejado porque…supongo que ninguno querrá quedarse a limpiar…-dije levantándome en dirección a la cocina para dar de comer a la panda.

-Es que yo… tengo que sacar al perro

-Yo debería ir a ver a mi madre…

-Sí, yo debería…eh…eh… seguro que el portero de mi casa estará preocupado…

-Que si… que la mopa y el plumero no es lo vuestro…he pillado la indirecta- les dije trayéndoles lo que pille por los cajones.



Una vez que llenaron el buche se marcharon dejando un agradable silencio…



“cuando estoy con ellos… no me dejan pensar en ti”









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Habían pasado varias semanas desde que vi a Yunho y compañía, ya que tenían trabajos que atender y familiares que les reclamaban. Pero Yunho seguía llamándome al menos dos veces en semana y Junsu me atosigaba a mails.

“Son muy buenos amigos”



Yo me levante aquella mañana de viernes con intención de ir a un sitio. Uno que no había sido capaz de ir en todo este tiempo y que no sabia como lo tomaría una vez allí. Se lo había estado comentando a Yoowan el día anterior y él se ofreció a venir conmigo pero… creo que es mejor que fuera solo y aprovechara aquella intimidad conmigo mismo. Me dio las indicaciones suficientes para llegar, ya que la única vez que estuve… bueno, mi cuerpo estuvo…



Me vestí con algo que no fuera un chándal, atuendo que últimamente se había fusionado conmigo en las últimas semanas. La verdad, quizás me arregle un poco más de lo normal…

Cogí el abrigo y salí a la calle en busca de mi coche.



Llevaba tan solo 2 minutos conduciendo cuando necesite llenar aquel horroroso silencio solo roto por el sonido del motor del coche. Aquel silencio que ella siempre llenaba con su voz.

Puse en funcionamiento el reproductor de CD sin saber siquiera que sonaría, daba lo mismo, pero que disimulara el vacío.



Llegué a aquella pradera verde, aquella que si no tuviese el significado que tenia seria agradable pasear y disfrutar de aquella parcela de naturaleza.

Camine entre las diferentes lapidas hasta llegar a la que sin duda era la que buscaba. Me puse delante de aquella piedra y cerré fuertemente los ojos antes de tener valor a leer el nombre que allí rezaba.



Solo leer su nombre hizo que perdiera la visión por las lágrimas que se agolpaban en mis ojos. Sin poder evitarlo caí al suelo de rodillas y no era capaz de alzar la vista, dejando que las lágrimas cayesen por mis mejillas.

-Lo siento… lo siento…siento no haber venido antes…-dije en un susurro medio ahogado por las lágrimas. Empecé a acariciar suavemente la lapida con la mano, pasando los dedos por encima de las letras de su nombre…

- No puede ser que estés ahí… en…ese agujero… frío y sola….Ahra… mi vida…te necesito tanto…- intente limpiar un poco mis lágrimas con la manga de la chaqueta, pero era inútil. Las lágrimas que secaba eran remplazadas por unas nuevas más amargas y dolorosas.



A mi mente se venían horrorosas imágenes de su cuerpo inerte, de… el funeral…funeral que no había recordado hasta ahora, pero imágenes muy borrosas empañadas por el dolor que me sobrecogía. Si no hubiera sido por Yoowan y Yunho que me llevaron sujeto durante todo el día, no hubiera sido capaz de dar dos pasos.

En mi cabeza, la llame a voces.

Le pedí perdón por no haberla acompañado ese día aunque ella insistió…

Debí haber ido.

Debí haberla salvado…



Sabía que con lamentarme ya no solucionaría nada, pero… ¿Qué más me quedaba?







Seguramente paso más de una hora, o dos y me marche de aquel lugar que parecía el monumento al día que se termino mi vida, no sin antes socavarme el corazón la idea de abandonar a lo que quedaba del cuerpo de mi amor en aquel inhóspito lugar lejos del calor de su hogar.





Llegue de nuevo a casa, entre hasta el salón y abandone todo empeño de mantener mi cuerpo erguido dejándome caer en el sofá, echando la cabeza hacia atrás en el respaldo, con la vista perdida en el techo.



“¿Acabara este dolor algún día?...o… y si no acaba nunca, ¿seré capaz de aguantarlo para siempre?”



Llevo atormentándome más de siete meses y no consigo mejorar, no lo acepto… no puedo asumirlo y seguir viviendo tranquilamente sabiendo que ella no estará nunca más, que no haremos nada de lo que habíamos planeado para nuestro futuro…



De repente volví a llorar pero esta vez de rabia e impotencia de no poder hacer nada, ni por ella ni por mi…

Me levante y me acerque al gran ventanal del salón, abrí la ventana dejando pasar el frío del exterior. Mire abajo… parecía una gran caída… lo suficiente como para…

Salí de mis pensamientos repentinamente al oír sonar mi móvil dentro del bolsillo de la chaqueta que llevaba. Lo saque y mire el nombre de la pantalla. Era un número desconocido. Volví a mirar a la ventana… pero al final cogí la llamada. “No tengo valor ni para eso.”

- ¿Quién? – pregunte al descolgar.

-Yoochun ah! ¿Eres tu?- me respondió una voz familiar.

- Si, ¿Quién eres?

-Soy Jaejoong, Junsu me dio tu numero, te llamaba por si querías ir al cine esta tarde, también vendrá Changmin.

-Ahh…pues… ¿y Yunho y Junsu?- pregunte, intentando conseguir algo de tiempo antes de tener que responder.

- Ellos me han dicho que tenían planes, algo sobre una cita a ciegas doble o algo así…

-Bueno pues…no se… umm ¿a qué hora?

- A las 6, anda vente por favor, que Changmin es de los que se duerme a la mitad de la peli cuando se le acaban las cosas de comer…

- Vale, iré, pasad a buscarme, no quiero andar por ahí solo…- sin darme cuenta había vuelto a cerrar la ventana, recuperando poco a poco el calor del interior.

- De acuerdo, pasaremos a por ti entonces. Hasta luego.



Colgué el teléfono mientras me masajeaba la frente en busca de volver la lucidez a mi mente, ya que ahora me estaba dando cuenta de la “estupidez” tan grande que había pasado por mi mente por causa de la desesperación y el dolor. “Soy un idiota. Pero este dolor me da miedo.”



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A las 6. 40 pm ya estábamos comprando las provisiones necesarias, según Changmin, para no tener que moverse del asiento en las dos horas de película. Entramos en la sala que ya estaba con las luces apagadas, proyectándose los primeros anuncios.



-¿En qué fila estamos?- les pregunte en un susurro.

-Er la decichoocho- gruñió Changmin con la boca llena de palomitas

-¿Cuál?

-La dieciocho – me susurro Jaejoong

-Joder, pues no vamos a ir dando ostias desde la 8 a la 18.



Cuando conseguimos llegar a nuestra fila, habiendo salvado por el camino a Jaejoong que había tropezado y por poco baña a una señora con la salsa de los nachos, decidimos como sentarnos.

Jaejoong insistió en ponerse a mi lado alegando que con el ruido que hacia Changmin masticando, no era humano. Así que al final Jaejoong quedo en medio de los dos. La película llevaba ya como 15 minutos cuando nos situamos todos y comenzamos a prestarle atención. A la hora, Changmin empezó a recostarse sobre el hombro de Jaejoong, dormitando. Jaejoong llamo mi atención señalándome en la penumbra al bestio durmiente y se acerco a mí susurrándome un: ¿lo ves? Te lo dije.

Jaejoong me sonrió con picardía. Algo se le había ocurrido. Cogió una de las palomitas que tenía en el fondo de la bolsa y se la intento meter un poco en la nariz a Changmin, bajo mi atenta mirada. Empezó a hacer la cuenta atrás:

- 3…2…1…

Lo siguiente que se vio fue un resoplido de Changmin haciendo volar la palomita incrustada, a modo de proyectil aterrizando en tupe del señor de la fila de alante. Jaejoong y yo no parábamos de reírnos pero lo mejor era que Changmin ni se había inmutado.



Salimos del cine sin tener claro de que era la película, pero asombrosamente a Changmin le había encantado.

A la vuelta acompañamos a Changmin a su casa, que nos invito a algo para acallar nuestras quejas de que se había dormido. Me lo estaba pasando bastante bien. Más de lo que pensé. Changmin era muy divertido pero Jaejoong se llevaba la palma. Había algo en el tan familiar… no se… era capaz de sacarme una sonrisa fácilmente ayudando a tapar un poquitín la amargura de mi interior. Pero realmente, no sabía nada de Jaejoong, y aun así era capaz de crear esa atmósfera relajada.

Y esa sensación ya la había experimentado antes.



Más tarde nos despedimos de Changmin y pusimos rumbo a nuestras respectivas casas.

Por hoy ya había vivido bastante.



Una vez en casa, me puse el pijama y como última parada antes de acostarme me fui al baño a lavarme los dientes. Y mientras echaba la pasta en el cepillo me volví a sonreír al recordar la última recomendación que Jaejoong le había hecho a Changmin: “ten cuidado y no te acuestes boca abajo no vaya a ser que revientes y te des con el techo”.



“Ojalá le hubiera conocido Ahra, en parte, su humor se parecía mucho. Se hubieran llevado bien”



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-Si Yunho, creo que podre reincorporarme… no… podre con ellos…Yunho me aburro soberanamente en casa y necesito ocupar mi tiempo en algo… no, la calceta no me cautiva como idea para el aburrimiento…- dije cansinamente mientras hablaba con Yunho por teléfono. Había decidido volver a trabajar. Debía volver a tener contacto con el entorno laboral ya que no podría vivir toda la vida de la baja por depresión.

No estaba seguro del todo si sería capaz de llevarlo pero sino ¿Qué iba a hacer? Llevaba casi dos semanas metido en casa desde el día del cine y me estaba consumiendo en vida.



Así que fui al médico para que me diera el alta y después de responder a un montón de preguntas que me tenía preparadas para ver si estaba en condiciones para trabajar, accedió a que volviera a estar en activo.

También avise a la universidad de mi regreso y me dijeron que tendrían que reorganizar horarios y también repartirían mis clases con el suplente que había estado impartiendo mis clases. Me extrañó ese “repartiremos las clases”. Supuestamente era para que mi reincorporación no fuera muy agobiante pero lo normal hubiera sido… despedir al suplente…

El caso, que al final me dijeron que fuera dentro de una semana. Otra semana más para mi cautiverio de libertad.



Ese sábado, llame a todos con intención de que fuéramos a cenar para despedir mi temporada de apatía. Todos aceptaron la invitación. “Como se nota que pago yo.”



Los cite en el restaurante donde siempre quedábamos antes Yunho, Junsu, “ella” y yo.

Los estuve esperando en la puerta durante 5 minutos, hasta que Junsu, Changmin y Jaejoong aparecieron.

-¿Dónde está Yunho?- les pregunte

-Se supone que estaba saliendo de casa cuando le he llamado yo.- me dijo Junsu sacando el móvil para comprobar la hora en la que le había llamado.

- Bueno pues le esperamos dentro que no está la noche para pasarla al raso.- replico Jaejoong frotando las manos para entrar en calor.

Todos aprobaron la propuesta y entraron dentro. A los diez minutos apareció Yunho por la puerta del restaurante algo fatigado. Vino hasta nosotros y se desplomo en su silla.

- Siento el retraso. Cuando venia para acá me di cuenta de que me había dejado la cartera en casa- dijo entrecortadamente- así que volví, pero no sabía donde la había dejado.

- Como diría mi madre, ¡algún día te vas a dejar la cabeza!- le replico Changmin a lo que todos acompañaron con una sonrisa.

Cada vez me sentía más a gusto estando los cinco juntos.



Terminamos de cenar, y le siguieron unas copas, a lo mejor, algunas de más… pero nos lo estábamos pasando bien así que no nos importo hacer un exceso por aquel día.

El momento de recogerse llego cuando Junsu prácticamente se estaba durmiendo encima de quien pillaba y nosotros acompañándole bastante perjudicados también.

Yunho se llevo a Junsu a casa y Changmin también se quería ir a casa, pero a mí la idea de volver a casa y estar otra vez allí solo es algo que no me seducía. Por lo tanto mi única esperanza era Jaejoong.

Me puse muy insistente en que se viniera a casa, que le invitaría a la última y se quedara a dormir. El muchacho al final accedió, no sé muy bien si fue por mi insistencia o porque vio en mi aquella necesidad de compañía.





Llegamos a casa charlando y comentando las mejores paridas de la noche. Qué bien me sentía con él.



Soltamos los abrigos y pasamos al salón; él se dejo caer en el sofá y yo fui a la cocina a por una copa. Al volver le vi que había puesto la televisión. Se le veía cómodo.



- ¡Hey! Mira la cama resform – dijo sonriéndose por lo absurdo del anuncio de la teletienda – al final tendrás que comprarte una si nos seguimos quedando en tu casa a dormir- continuo diciendo mientras yo me sentaba a su lado y le daba uno de los vasos que traía.



- ¡Bah! Si con lo grande que es mi cama cabemos de sobra- dije sin ningún tipo de maldad en aquella frase, pero no supe muy bien porque Jaejoong se atraganto un poco mientras bebía. – Además no dormiste tan mal conmigo aquella vez ¿no?- continúe en mi inocente conversación.



Quizás fue mi imaginación, pero me pareció que Jaejoong se puso a cambiar los canales de la tele hasta dejarlo en una película más vieja que el hilo negro y empezó a hacer bromas como intentando distraerme. Yo simplemente le seguí el juego.





A cada minuto que avanzaba la madrugada sentía el cuerpo más pesado y el costado de Jaejoong parecía cada vez más cómodo… me fui recostando en el mientras hablábamos cada vez más pausadamente.



-Jaejoong ¿qué hacías… antes de venir a vivir aquí?- dije bostezando sin remedio.

-Bueno...yo vivía en las afueras… vivía con mis padres mientras estuve estudiando, después…-bostezo él también acomodándose más en el sofá para aguantar mi peso sobre él. Aun recostado en él no parecía estar incomodo, era… no se…

-Después, bueno…ellos…fallecieron… - sus ojos parecían estar más brillosos de lo normal hablando de aquello.

- Lo siento mucho Jaejoong… ¿fue hace mucho? –me aventure a preguntar.

-No, bueno… no llega a un año…todavía está un poco… reciente…-dijo soltando un suspiro – lo peor de todo fue… lo inesperado. Ambos volvían en el coche de un funeral y… tuvieron el accidente… - entreví como una lágrima resplandecía con la iluminación de la tele sobre la mejilla de Jaejoong y yo, por no perder costumbre, ya se me empezaban a encharcar los ojos por el simple hecho de oír la palabra accidente. Aquella palabra parecía el detonante de mis pesadillas.

-Siento haber sacado el tema…-le dije secando una lágrima que corría por mi mejilla.

-No pasa nada… en el fondo… lo… que a ti te paso… fue parecido…aunque peor.- dijo con inseguridad en su voz. No había hablado nunca nada de ella, con él, el único que sabía algo más de mis lamentos era Yunho.

- Bueno…sí…quizás… seas quien mejor me comprenda ahora mismo…- dije sin saber cómo abordar aquel tema sin acabar yo llorando... - creo… que deberíamos irnos a dormir ¿te parece? – me levante y le ofrecí mi mano para ayudarlo a levantar. Él la tomo y me siguió por el pasillo hasta el cuarto en penumbra. Le dejé uno de mis pijamas y nos acostamos.



Como aquel día, yo en mi lado de la cama y él rellenando aquel hueco vacío.



-Yoochun ah… yo también lo siento mucho por ella…

-yo también…-dije para mí.

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