A Dirty Zombie Disease

Título: A Dirty Zombie Disease

Autor: Min Ji

Pareja: YooSu

Género: Lemon

Extensión: Oneshot

Advertencias: Necrofilia

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-YooChun-ah, aliméntame, tengo mucha hambre. Ve a comprar algo de comer para mí - Lloriqueaba JunSu mientras estaba acostado en el sofá mirando una película.

-¡Yah! Si tienes hambre mueve tu gran trasero de pato a la cocina y prepárate un sándwich- repliqué ante su notable pereza.

-YooChun-ah, consiénteme. Hace mucho que no lo haces, aparte no hay nada en el refrigerador- decía mientras se dibujaba un tierno puchero en su angelical rostro.

-¡No!- negué rotundamente.

-¡Si!- insistía con su aguda voz de delfín.

-Dije que no. Negativo-

-Por favor- continuaba rogando, mientras rodaba su cuerpo quedando panza arriba- ¿Si?-

-¡Aish!- se hizo un corto silencio mientras él me miraba con ojos de gato con botas y yo intentaba parecer más decidido que nunca a negarme- está bien- finalmente me rendí y acepté a regañadientes.

-¡Yai!- JunSu festejaba desde su asiento mientras yo me levantaba y tomaba las llaves del coche – de paso me traes un helado. De vainilla por favor-

-¿Y no se le ofrece nada más al señorito?-dije en un tono sarcástico

-No, gracias- respondió él con toda inocencia

Rodé los ojos y salí del apartamento directo hacia mi coche. Lo encendí, puse la radio y mientras esperaba a que se calentara el motor le envié un par de mensajes JaeJoong. Llegué lejanamente a notar que el programa de la radio estaba algo agitado, se escuchaba muchas voces al mismo tiempo y sonaba como si hubiera un poco de pánico. Al parecer hablaban de algún tipo de accidente científico y esas cosas. No le presté atención y arranqué el coche, saliendo a carretera.

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Lo que vi en ese momento fue aterrador. La gente corría en las calles con la ropa rasgada, algunos llevaban armas de fuego. Las llamas consumían ciertas partes y locales, los coches luchaban por pasar, habían gritos, pánico, terror. Como un apocalipsis.

Bajé de mi coche y comencé a caminar, la situación me tenía completamente confundido. En la calle había restos humanos y gente luchando, entonces divisé a lo lejos como una persona era atacada por algo extraño… Algo que parecía ser otra persona, pero… muerta. Alguien se acercó a mí y prácticamente gritó <<.Sálvate muchacho, el fin está aquí. >>

‘’JunSu’’ fue lo único que pasó por mi mente en ese momento. Regresé al carro y lo encendí lo más rápido que pude, intentando esquivar otros coches y personas, o lo que se le parezca, en el camino. Recordé la radio e intenté encenderla a la brevedad. Ellos hablaban rápido y agitado, decían muchas cosas a la vez.

…eviten tener algún contacto cercano a ellos. El gobierno, mismo que ha provocado este caos, ahora intenta encontrar una cura para la ‘’enfermedad’’. Aun no se tiene información concreta de que exactamente ha provocado esta ‘’epidemia’’. Se cree que han sido experimentos de origen genético, pero nada confirmado aún. Solo podemos recomendar NO salir de sus viviendas, obtener algún arma de fuego y evitar su contacto. Estos seres se...

-Maldición- la señal fue interrumpida debido a la interferencia. En los alrededores todo era caos. Era increíble como hacia tan solo unos minutos había salido tranquilo de mi apartamento y me dirigía al centro comercial como un ciudadano normal, y ahora estaba horrorizado, manejando lo más rápido para salvar a JunSu… de los zombies.

Entré corriendo al apartamento cuando escuché los gritos de JunSu, la escena fue aún más escalofriante y aterradora que todas las anteriores en la ciudad. Al pie de las escaleras había un cuerpo inerte, tenía una apariencia tétrica, sus ojos estaban desorbitados, su piel reseca y sin color, era casi tan delgado como un cadáver y tenía marcas por todas partes, como un muerto que comienza a descomponerse. Mi JunSu estaba en el cuarto de baño, con la ropa algo desgarrada y sangrando de varias partes de su cuerpo. Sudaba frío y estaba pálido. Me acerqué cuidadosamente a él y lo llevé en brazos al cuarto e inmediatamente busqué el botiquín de primeros auxilios para limpiar sus heridas.

Tenía mordidas en los brazos y cerca del cuello, pero no eran demasiado profundas. Le di un calmante para los nervios y pronto cayó rendido a los brazos de Morfeo, me preocupaba el hecho de no saber qué pasaría después, no sabía que reacciones negativas tendría sobre él, tampoco sabía a quién recurrir. No quería que muriera, pero sabía que si pedía ayuda, me sería negada y corría el riesgo de que quisieran matarlo, por irónico que suene.

-JunSu-ah, resiste… por mí- comencé a sollozar y al mismo tiempo a entrar en pánico. Me dolía verlo así. Realmente no me di cuenta cuando me perdí entre mis sueños, hasta que desperté.

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Sentía algo caliente chocar contra mi cuello, cerca del lóbulo izquierdo, algo pesado sobre mi cuerpo me impedía moverme y algo muy suave y frío recorrer mi pecho y abdomen. Al abrir los ojos me encontré con los de JunSu, sus ojos estaban algo dilatados y lucía mucho más delgado y pálido, sus pupilas se veían completamente oscuras aunque su mirada era totalmente sugestiva .

-¿JunSu?- pregunté con cuidado -¿JunSu-ah, eres tú?-

Se acercó a mi rostro quedando apenas unos centímetros de separación – ¿Y si no, quién más?- contestó.

Definitivamente no era el mismo de siempre, la reacción después de las mordidas había comenzado a hacer efecto, y no parecían del todo buenos.

Sin más preámbulos, tiró y desgarro mi camisa, dejando mi abdomen desnudo -¿qu-qué mierda haces?- cuestioné completamente desorientado mientras el paseaba su mano helada y sus piernas aprisionaban las mías bajo su cuerpo – ¡JunSu!- grité pero el parecía no escucharme.

Se acercó a mi oído y susurró de una forma erótica -blow me*- y después lamió el contorno de ésta

*petición para el sexo oral; chupamela.

La situación era, por demás, extraña. JunSu no era JunSu, ya no era el chico dulce y tierno con voz de delfín, ahora era una especie de zombie que intentaba seducirme; hasta su tono de voz se había vuelto más grave y sensual.

Mi cuerpo en esos instantes no entendía la diferencia de hombre y mujer, de vivo o muerto, simplemente comenzaba a responder ante los toqueteos descarados del chico que tenía encima.

La mano izquierda de JunSu comenzó a deslizarse sobre mi abdomen, pasando por mi pelvis, hasta llegar a mi miembro y frotarlo por encima de la ropa; entonces mis más oscuros deseos surgieron.

En un descuido, el acercó su boca a la mía y sacó su lengua, pasándola por mis labios, lamiendo de forma excitante. Imitando su gesto, saqué la mía hasta lograr que se rosaran, dejando la saliva de uno en la lengua del otro, introduciéndolas en las cavidades ajenas, sin rastro de pudor, haciendo una guerra por obtener el control.

-Hmm-JunSu gemía levemente mientras mis traviesas manos comenzaban a recorrer su cuerpo mitad inerte, mitad vivo. Y una zona en especial delataba la vida que aun restaba en su cuerpo.

La mano que frotaba mi entrepierna se detuvo por completo -Mierda- me quejé. Pero no por mucho, a una velocidad impactante, introdujo su mano bajo mis boxers, tomando mi miembro con su mano y comenzándola a mover frenéticamente a través de toda su larga extensión, sacándome gemidos y palabras altisonantes, haciéndome sentir como una vil puta. –Hmm….Ah. JunSu… Ah-

-¡YooChun-ah!- decía mi nombre mientras gemía. Tomé su pólera, arrancándosela, literalmente mientras introducía una vez más mi lengua a su boca.

Rodé mi cuerpo sobre el suyo, quedando ahora él bajo mi dominio. Me deshice de sus pantalones, dejándolo descubierto ante mí, permitiéndome admirar su miembro grande y grueso, rogando por atención.

-¡Ah!-Sin pensármelo dos veces bajé hacia ese trozo de carne palpitante y rojo, introduciendo la punta a mi boca, lamiéndolo como un helado, sin piedad ni reservas. Mis manos masajeaban la base mientras mi lengua lamía.

-Yoo-YooChun… ¡Ah!... Más-más rá-pido-

-Tus deseos son órdenes- aceleré mi pulso mientras dirigía mi lengua un poco más abajo y lamía su entrada, dejando los gemidos de lado para darle paso a los gritos mientras enterraba sus uñas en mi espalda e iba doblando sus rodillas, hasta quedar a la altura de su pecho.

-¡Hazlo! ¡Ya!- gritó al momento que soplé sobre la punta.

-¿El qué?- lo cuestioné

-¡Mierda!- refunfuño -¡Que me la metas! ¡Rómpeme!- gruñía entre dientes.

Una vez, sin pesármelo dos veces, me posicioné entre sus piernas, haciendo presión con mi miembro en su virgen entrada introduciéndome de una sola estocada.

-¡Ah!- JunSu emitía sonidos entrecortados de lo más sensual y erótico, provocándome escalofríos cada vez que lo embestía. Me preguntaba si no le dolía cada vez que se la metía, enterrándome en lo más profundo de su ser. Y entonces recordaba que JunSu estaba ‘’muerto’’… ¡Lo estaba haciendo con un Zombie!

…Y era de lo más excitante.

Seguimos el mismo ritmo durante un momento más, moviendo nuestras caderas al mismo compás, hasta terminar juntos.

Sentía como un calor y un placer indescriptible recorría todo mi cuerpo, haciéndome flotar, mientras dejaba la marca de mi orgasmo dentro de JunSu y él entre nuestros pechos.

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La noche comenzaba caer mientras miraba como JunSu había recuperado su aspecto normal y su calor natural, e incluso había logrado conciliar el sueño… ahora era el mismo JunSu de antes. Había ‘’revivido’’.

¿Era acaso el sexo la cura para el apocalipsis zombie que enfrentaba el mundo ahora?

¿En serio había sido un accidente del gobierno? ¿Nadie más sabía de la cura?

Ni idea.

Tan solo sé que es una sucia enfermedad zombie.