Una semana pasó y Changmin no sabía qué hacer. Todo parecía tan repentino, descubrir que vivirás para siempre, que tienes una ‘pareja’ que no es humana, y que serás padre todo en un solo día, el margen de tiempo en el cual sucedieron dichos eventos se reducía a menos de un mes. Changmin se había sentido abrumado por el descubrimiento y en un primer momento había dudado de su buen juicio, pero después de todo este tiempo se dio cuenta de que él siempre supo que algo no era normal acerca de Jaejoong. Solo había estado en negación.
Recordaba aquella extraña sensación de ser transportado en el callejón, creyendo que todo aquello estaba solo en su cabeza, pero ahora siendo explicable ya que Jaejoong podía hacer magia. Recordaba también haber visto un destello de luz en el club provenir de Jaejoong, el haber asumido que este había sido solo un efecto de la luz y que había visto mal, pero ahora sabía más. Esta provenía del mismo Jaejoong. Probablemente algo para atraerlo a él…tal y como parecía estar resplandeciendo la segunda vez que había visto a Jaejoong en un club.
Racionalizó que quizás los sueños que había tenido de Jaejoong no fueron tan normales después de todo. Quizás Jaejoong los había provocado con el fin de hacer que lo buscara. Había intentado seducirlo en varias ocasiones y Changmin había caído justo en la palma…
No sabía qué pensar sobre ser manipulado de esa manera. Aún no había decidido si pasarlo por alto o confrontar a Jaejoong acerca de esto…
‘¡Aish! ¡Todo es tan difícil ahora!’
Y entonces estaba aquella decisión, una de esas que cambian toda una vida, la de abandonar el único mundo que había conocido durante toda su vida para viajar a sabe Dios donde con Jaejoong. Él no podía solo levantarse y dejar este mundo, había concluido. Su familia, no podía dejarlos sin una explicación. Él no estaba seguro de si ellos le creerían, pero sí de que lo apoyarían en lo que sea que hiciera...al menos con el tiempo.
Su carrera…ese era otro problema. Había trabajado tan duro en esa tesis…
Si él iba tras Jaejoong todo aquello habría sido para nada. Al menos todo había sido pagado gracias a una beca, así que él no habría invertido tanto dinero en su educación como la mayoría lo había hecho, pero se sentía mal por haber gastado tanto dinero en lo que resultaba ser una causa inútil. Hizo una pausa mientras pensaba en ello.
‘Espera un minuto…eso sonaba como si ya hubiera decidido marcharse con Jaejoong…’ sacudió la cabeza para despejar aquel tren de pensamientos únicamente para pasar a otros más angustiantes.
Él nunca se había puesto a pensar en cómo sería su vida con alguien más…o cómo sería ese alguien. No había pensado en tener niños tampoco, incluso antes cuando creía que tendría una relación normal con una chica y una ceremonia para celebrar su unión.
Y entonces Jaejoong había entrado a su vida para poner su mundo de cabeza. Haciéndole percibir cosas que no conocía de sí mismo. Como el hecho de que él lo prefería por encima de cualquier chica y que el matrimonio no requería de una ceremonia con toda su familia presente porque él consideraba a su unión como un matrimonio.
Jaejoong le había mostrado el placer que nunca antes había sentido, seguro, pero también le había enseñado otras cosas que él nunca antes había sentido…cosas que él nunca hubiera imaginado lo harían feliz.
Como pasar el día en el parque, lado a lado, únicamente contemplando el cielo.
Estar el uno junto al otro era suficiente para ofrecerle la satisfacción que nunca antes había sentido en la vida.
O como los sentimientos que hacían su aparición cada vez que Jaejoong sonreía o reía por algo que él había dicho. Porque Jaejoong era el único que lo hacía abrirse, el único que hacía a su corazón sentirse como si fuera a estallar de felicidad con tan solo una sonrisa.
O como las sensaciones que aparecían cada vez que iba a casa para encontrar a Jaejoong con una brillante sonrisa y un cálido abrazo dándole la bienvenida, derramando calidez por cada uno de sus poros y haciendo que su corazón palpitara con más fuerza ante el gesto.
Y lo más importante Jaejoong le enseñó cómo era amar; algo que él nunca había pensado llegaría a sentir por nadie, mucho menos tan profundamente. Sí, él sabía que podía parecer como si se hubiera enamorado de la noche a la mañana, pero el amor no sabe de tiempos que lo limiten; no sigue reglas.
Y tras examinar los sentimientos que tenía por Jaejoong la pasada semana, descubrió que esa era la emoción que sentía. No había podido dormir la noche en que descubrió este hecho, hace dos noches para ser preciso, pero aún vacilaba en contactar a Jaejoong.
Y entonces estaba el bebé. Temía el no saber qué hacer con un niño, pero ya sentía calidez ante la idea de ver a alguien que Jaejoong y él hubieran creado; no importa lo extraño que fuera para él procrear una vida con otro hombre. Sabía que mientras más participara en el desarrollo del bebé, mayor la calidez se sentiría. Todo lo que tenía que hacer era participar…
Y así sus pensamientos rondaron su cabeza durante esa semana, llevándole a todavía estar indeciso, sin embargo de alguna manera él sentía que se le estaba acabando el tiempo. Esa mañana comenzó a tener un dolor en el pecho, y no importaba lo que hiciera durante todo el día, no podía librarse de él. Eso lo impulsó a tomar una decisión, y una rápida.
Finalmente se permitió pensar en algo que había evitado durante toda la semana…pensó en su futuro…
Y se dio cuenta de que no podía concebir pasarlo de ningún otro modo que con Jaejoong a su lado. Que él no podía abandonar la vida que había ayudado a crear.
Esta toma de conciencia le quitó un peso de encima y él sintió que podía dormir tranquilo. Todo lo que tenía que hacer era presentarse ante Jaejoong con una especie de acuerdo acerca de los reinos en los que tendrían que vivir.
Sí, eso sonaba plausible.
También quería hacer un par más de preguntas y aclarar las cosas antes de que ellos marcharan hacia el reino de Jaejoong. Con eso en mente salió de su apartamento y se dirigió al de Jaejoong. No tenían mucho tiempo para poner las cosas en marcha y él quería comenzar a planear su partida. Sonrió la primera sonrisa de esa semana y se apresuró a alcanzar su destino…
***
Él prácticamente corrió hasta la puerta de Jaejoong cuando llegaba al complejo de apartamentos. El dolor en su pecho se incrementaba cuanto más cerca estaba de Jaejoong y él sabía que algo andaba mal. Alcanzó la puerta de su apartamento y tocó, pero no obtuvo respuesta. Sus golpes se tornaron desesperados y él incluso gritó el nombre de Jaejoong, pero aún sin obtener respuesta. Probó con la manija, pero estaba asegurada. Su corazón latía erráticamente dentro de su pecho con ansiedad y miedo.
De pronto se escuchó un débil “entra” y él fue capaz de finalmente pasar por la puerta.
La vista que le dio la bienvenida paró su corazón y lo tiró al piso. Jaejoong estaba en su forma humana, sudando profusamente, la piel pálida y pegajosa, agitándose sobre el sofá como si hubiera hecho uso de toda su fuerza para llegar a la sala y no pudiera volver a donde sea que estuviera antes.
Changmin corrió hacia él y empezó acariciando su rostro, secando su sudor y gentilmente quitando el cabello de su frente.
“Jaejoong, ¡¿qué sucede?! ¡¿Por qué no me dijiste que estabas enfermo?! Dime qué puedo hacer para que te sientas mejor,” Changmin dijo con pánico.
Los escalofríos en el cuerpo de Jaejoong disminuyeron al Changmin rozar su piel mientras intentaba de limpiarlo. Changmin de pronto recordó que un paño húmedo ayudaba a bajar la fiebre, por lo que estaba a punto de levantarse del sillón en busca de uno cuando la mano de Jaejoong lo detuvo por la muñeca en un apretón algo flojo.
“E-espera…Changmin…quédate aquí…conmigo.” Jaejoong imploró con voz débil. La mente de Changmin iba a mil por hora intentando averiguar por qué Jaejoong estaba enfermo y qué hacer para que se sintiera mejor. Decidió que Jaejoong se sentiría mejor si se recostaba en una cama y así dispuso llevarlo allí.
Alzó a Jaejoong, estilo luna de miel, y lo atrajo más hacia él para llevarlo a la cama. Jaejoong envolvió el cuello de Changmin entre sus brazos y gimió al sentir su cuerpo junto al suyo.
Changmin se preocupó, pensando en cuánto dolor estaría inmerso Jaejoong para gemir ante el contacto de su piel y se regañó a sí mismo por reaccionar a tan insignificante sonido. Cuando Jaejoong aspiró profundamente su aroma, él presuroso corrió hacia la cama. Al parecer una semana había sido demasiado tiempo para estar separado de Jaejoong ya que cualquier pequeña acción por su parte causaba que su cuerpo reaccionara de un modo nada honroso.
Él suavemente depositó a Jaejoong sobre la cama y advirtió por vez primera un arreglo de flores que producían un extraño sonido, una especie de tintineo suave.
‘¿Cómo es que nunca antes lo noté?’ Sus pensamientos fueron interrumpidos por la mano de Jaejoong tocando la suya.
“¿Quieres saber cómo puedes ser de ayuda?” Preguntó, su voz ya habiendo recuperado fuerza muy diferente a como había sonado primero. Todo lo que pudo hacer Changmin fue asentir en tanto finalmente notaba que los ojos de Jaejoong estaban completamente dilatados, que él estaba jadeando ligeramente falto de aire, y que su amigo allí abajo prestaba total atención. ¿Cómo pudo pasársele eso?
“¡Puedes ayudar cogiéndome hasta dejarme sin sentido! ¡Has tenido un hada gestante privada de sexo por una semana! ¡Un poco más y podría no haber sido capaz de recuperarme de la fiebre que empezaba a consumir mi cuerpo!” Jaejoong chilló de frustración mientras comenzaba febrilmente a desprenderse de sus ropas, dejando a Changmin con la boca abierta ante el cambio que acababa de presenciar.
“El sexo para nosotros es como la medicina que se debe tomar durante el embarazo. ¡Especialmente cuando llega el primer mes! Eso es como los tres primeros meses durante el calendario de un embarazo humano normal. ¡Sabías que el apetito sexual se intensifica durante esta etapa! ¡El sexo es igual a la nutrición que ayuda a que el bebé crezca sano y fuerte! ¡Y tú nos privaste de eso!” Jaejoong se deslizó fuera de sus pantalones y ropa interior mientras aún acostado seguía vociferando. “¡¿Qué te tomó tanto tiempo?! Creí - llegué a creer que…” La voz de Jaejoong temblaba antes de que finalmente rompiera en llanto. Changmin ignoró el hecho de que Jaejoong estuviera desnudo, y de que sus pantalones se sintieran más apretados que cuando había llegado a la habitación, y se tendió junto a Jaejoong al mismo tiempo en que lo acunaba contra su pecho muy fuerte. Él hizo sonidos de ‘ssh’ para calmarlo y acarició el brazo que no estaba atrapado bajo su cuerpo.
“Creí que no ibas a volver…que nos habías abandonado…” lloró sobre el pecho cubierto de Changmin, incapaz de detener esta crisis, los hombros temblando.
“Siento haber tardado tanto. Solo necesitaba estar seguro de que no iba a arrepentirme de mi decisión antes de entregarme por completo a ti. No sabía que fuera tan crucial el que yo esté presente durante el embarazo…deberías habérmelo dicho. Lo siento Jaejoong. Prometo nunc a irme otra vez, ¿está bien?” Changmin respondió suavemente. Se sentía culpable de hacerlo pasar por este dolor y por privar a su nueva familia de algo que aparentemente necesitaban para estar saludables.
“¿Me prometes que no te irás otra vez?” Jaejoong dijo sin dejar de hipar ni sorberse la nariz.
Changmin sonrió felizmente y se inclinó para besar a Jaejoong en sus deliciosos y carnosos labios rojos. Incluso mientras lloraba él era la criatura más hermosa que Changmin había visto en toda su vida.
“Lo prometo,” dijo después de apartarse del beso. Jaejoong suspiró de alivio y le dedicó una brillante sonrisa a Changmin.
“Ahora, veamos cómo puedo ayudarte…” Changmin dijo de modo sugerente al mismo tiempo en que alzaba las cejas y esbozaba aquella sonrisa sexy la cual siempre volvía loco a Jaejoong. Jaejoong se quedó sin habla e inmovilizó a Changmin sobre la cama mientras él trataba de devorar por completo su boca. Jaejoong se sentía demasiado impaciente como para lidiar con la ropa, por lo que agitó su mano acompañada de susurradas palabras, y Changmin estaba de pronto tan desnudo como Jaejoong. No pudo reprimir un gemido cuando Jaejoong frotó sus excitaciones con brusquedad. Changmin vio estrellas, el placer que Jaejoong estaba provocando en él iba demasiado demasiado rápido.
*
Jaejoong había sido privado de sexo por demasiado tiempo y no podía soportar el hecho de tan solo hacer el amor. Necesitaba ser follado, y rápido, si él iba a contrarrestar los daños causados por haberse contenido durante tanto tiempo. Procedió a obtener lo que necesitaba de Changmin, a toda prisa.
**
Lo hicieron varias veces antes de que Jaejoong fuera capaz de tener alguna sensación de semi-balance en su sistema la suficiente como para tener una conversación en serio. Ambos estaban todavía jadeando, sus miembros exhaustos, pero con un alegre fulgor envolviéndolos a ambos. Cuando sus respiraciones se acompasaron, Jaejoong aún seguía cómodamente situado en la parte superior del cuerpo de Changmin y con sus corazones latiendo como uno, Changmin finalmente se aventuró a decir, “Jae, ¿podemos hablar acerca de ese otro reino del que me hablaste? Quería llegar a un acuerdo en cuanto a eso…”
Jaejoong podía escuchar el nerviosismo en su pareja y sonrió ante la idea de sus papeles siendo invertidos. “Okay, ¿qué quieres saber?” preguntó, demasiado agotado como para encarar a su pareja mientras le hablaba así que terminó dirigiendo su pregunta a la pared.
“Quería saber ¿cómo se llega allí? ¿Es todo tan diferente de la Tierra? ¿Puede un humano sobrevivir a su atmósfera? ¿Por qué necesitas volver allí? ¿Cómo subsistiremos si dejo el trabajo que tengo justo ahora? Y por último ¿podríamos alternar entre estar allí y volver a este mundo?” preguntó Changmin todo sin tomarse un respiro.
Jaejoong soltó una risita ante la curiosidad de su pareja y finalmente logró levantarse de su cómodo sitio lo suficiente para encarar a su pareja, la diversión claramente visible en sus ojos.
“Wow, tienes un montón de preguntas Min. Voy a teletransportarnos allí, por supuesto. Debemos estar en determinado lugar para que yo sea capaz de hacer eso, pero es fácil de hacer. Solo tengo que abrir el portal y asegurarme de que seamos los únicos a los que deje pasar; una medida de seguridad, pero hay otros encantamientos a prueba de fallos para mantener fuera a aquellos que no pertenecen allí. No es muy diferente de la Tierra, pero todo podría parecer haber dado un giro a tus ojos. Las cosas son más animadas allí, más coloridas y vivas que aquí en la Tierra. Los seres vivos de allí han aprendido a coexistir y todo es muy tranquilo. Verás a lo que me refiero cuando lleguemos allí. Los seres humanos normales no han sido llevados allí, ya que no serían capaces de pasar por el portal, pero tú ya no eres considerado un ser humano normal. Ahora eres considerado mi pareja y como tal adquieres beneficios que vienen con eso. No necesitas un trabajo de ahora en adelante. Mi magia puede hacer casi cualquier cosa, es por eso que vivo en un complejo de apartamentos tan bueno y ahora mismo no me preocupo por el alquiler. En mi hogar, tengo mi propia casa y tú puedes ayudarme a cuidar del jardín si estuvieras aburrido. También hay otros trabajos, pero la moneda de allí no es el dinero; son los recursos.” Jaejoong sonrió ante la mirada, como de abofeteado por Dios, en el rostro de su pareja, pero prosiguió.
“Necesito volver allí por el bebé. Necesita estar en un área donde la magia pueda ser sentida constantemente y donde pueda hacer magia también. Sería un desastre si me quedara aquí más allá de mi segundo mes porque es durante el tercero que la magia del bebé se activa. Lo sé, suena como si perteneciéramos a alguna especie de magos eh, pero nuestra magia es diferente a la suya. No voy a entrar en detalles acerca de eso, al menos por ahora.”
Jaejoong dejó que toda la información fuera asimilada por un momento antes de terminar diciendo, “Y por último, tan pronto como el bebé haya nacido tenemos que esperar un año antes de que podamos volver a este reino. De verdad no podemos estar separados durante ese tiempo o habrá consecuencias…pero definitivamente podemos alternar mundos después de eso.” Jaejoong completó alegremente.
*
Changmin sonrió. Estaba contento de saber que sería capaz de alejarse de este mundo poco a poco antes que de golpe. Al menos eso era algo. Suponía que la suavidad de la transición dependería de cuan similares los reinos fueran.
Finalmente recordó que Jaejoong podría estar esperando una respuesta y dijo, “Me alegro de que podamos volver con el tiempo. Me sentiría increíblemente nostálgico si no tuviera la capacidad de volver. Y extrañaría a mi familia de aquí inmensamente. Una vez ellos m-mueran, entonces creo que sería capaz de quedarme en tu reino el resto de mi vida.” Changmin sonrió un poco, pero la idea de sobrepasar la vida de su familia era deprimente. Él verdaderamente no tendría a nadie más que a Jaejoong...y a los hijos que tendrían. La idea era espeluznante, pero lo hecho estaba hecho y él solo tenía que encontrar una manera de afrontar el resultado de su aventura de una noche.
Jaejoong besó sus labios suavemente, pareciendo comprender lo que había echado abajo su estado de ánimo. “Siento que tengas que ver el mundo pasar por un costado cuando tú sigues detenido en la juventud mientras este pasa, pero te prometo que todo va a valer la pena algún día.” Jaejoong sonrió suavemente. Changmin le devolvió la sonrisa. Por más descabellado que pareciera…él le creía.
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Oh gracias me encanta!! DE VERDAD!! ESPERO no demores tanto en traducir y actualuzar graciasss
ResponderEliminarsi estubo bueno me alegra comentar y te felicito me gusta el fic espero pronto continuacion.
ResponderEliminarOh mi dios después de tanto tiempo que lindo y gracias por traducir *-*..Bell
ResponderEliminarplease no demores muxo ~~
ResponderEliminarDemonios ;_; está tan bueno. Me lo leí de corrido ante noche, sin dormir :v no podía dejar de leerlo hasta llegar a donde está. Y ademas es tan asdasdasd :L
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