Una
Respuesta
Estaba sentado en la parte trasera del escenario y no le
era permitido salir de allí, o eso era lo que le habían dicho los guardias que
lo habían traído. El lugar estaba repleto de indumentaria del concierto, cajas
con instrumentos, micrófonos y parte del vestuario que estaba apiñado en una
esquina. En lugar de camerinos individuales cada miembro de la banda tenía un
pequeño casillero al fondo del salón.
Changmin se levantó un momento del sillón, dispuesto a
curiosear un poco pues estaba aburrido de estar allí solo.
Los cuatro casilleros solo tenían un pequeño papel con
el nombre del miembro al que pertenecía y todos estaban perfectamente cerrados,
exceptuando al que tenía inscrito “JJ” en el papel y Changmin pudo rápidamente
intuir de quien se trataba. Abrió el casillero con cuidado, pero solo al
moverlo un montón de papeles salieron volando en todas direcciones y de
inmediato el pánico se apoderó del actor. Con rapidez comenzó a recoger los
papeles uno por uno apiñándolos en sus manos como pudo y solo entonces
pretendía regresarlos al casillero.
Pero nuevamente sintió curiosidad y se decidió a darle
una ojeada a su contenido.
Los papeles estaban llenos de tachones, solo eran frases
dispersas y cada hoja tenía una o dos frases y montones de tachones. Parecían
las letras de las canciones que estaba interpretando el cantante afuera, pero
no recordaba escuchar estribillos parecidos, al menos lo que escucho del
concierto que aún continuaba.
Estas letras hablaban de un chico perdido y solitario,
las palabras predominantes en cada frase eran soledad, dolor, palabras oscuras
que entremezclaban un sentimiento triste y melancólico. Muy a pesar de lo
caótico que todo sonaba en conjunto, parecía ser una canción completa, y quizás
mucho más pesada de las que había escuchado esa noche. Sin embargo, a pesar del sentimiento oscuro en
toda la letra, la frase final de aquella canción le dejaba entrever un poco de
positivismo, como si una persona que esta completamente enterrada en la más
profunda caverna aun pudiera ver la luz de la salida aunque se le hiciese
difícil alcanzarla. El actor no podía
hacer algo distinto a estar impresionado, ya que, si aquello era obra de
Jaejoong, podía deducir que él tipo no era tan superficial como parecía.
—Yo como tú soltaría esos papeles de inmediato. — El
actor escuchó un susurro profundo cerca de su oído y ante la sorpresa dejó caer
los papeles que acababa de recoger, dándose la vuelta inmediatamente y
encontrándose con un molesto rostro sonriente. — ¡Yo, Minnie—chan! —saludó el
desconocido empalagosamente.
Changmin de
inmediato puso su mirada más hostil y el aludido se rio un poco.
—Vaya, JJ tenía razón, tu mirada de enojo sí que da
miedo —De nuevo, el extraño sonrió— Es la primera vez que estoy frente a
alguien famoso, que descortés soy. Me llamo Ichi Ryoutaro y soy el baterista de
Fearless.
Ante la mención y mirando fijamente al sujeto, Changmin
podía reconocer ese rostro, era el mismo tipo que lo había arrastrado al
escenario cuando pretendía irse a casa. Por ello profundizo más su mirada de
desprecio y el muchacho dejó de sonreír:
—Pero enserio, JJ es muy celoso con sus letras, si ve
esos papeles en tus manos te matará.
Changmin mostró una sonrisa socarrona ante aquella
afirmación:
—Ese idiota no puede ponerme un dedo encima, además no
hay mucho que ver aquí —expresó, regresando los papeles al lugar donde estaban
inicialmente.
— ¡Vaya, qué carácter! Definitivamente eres su tipo —Aseguró
el baterista, repentinamente abalanzándose hacia Changmin con una sonrisa en
los labios.
El alto intentó esquivarlo pero no pudo, lo siguiente
que se percató era que estaba tendido en el sofá con aquel baterista encima:
— JJ y yo tenemos gustos similares, así que sin duda me
he enamorado de ti…
Changmin elevó los parpados por sorpresa ante la fuerza
del muchacho y de inmediato tensó sus músculos al ver como acercaba su rostro
al suyo.
Definitivamente estaba equivocado, Jaejoong no era el
único tipo extraño que conocería en esta vida.
Con fuerza se levantó del sofá, usando una de sus
rodillas para golpear directamente la entrepierna del atrevido baterista, que
inmediatamente cayó al piso y comenzó a retorcerse del dolor, Changmin no tenía
suficiente con ello así que se inclinó hasta llegar a la altura del rostro del
sujeto y suavemente susurró:
—Donde vuelvas a poner uno solo de tus asquerosos dedos
sobre mí, juro que te moleré los testículos en un molino para carnes y me los
comeré en la cena, maldito gay anormal.
El baterista inmediatamente retrocedió alejándose del
enfurecido actor mientras luchaba por no romperse a llorar por el dolor en su
entrepierna. Changmin refunfuñó cruzándose de brazos y seguidamente escuchó el
Click y el consecuente disparo de luz de una cámara fotográfica:
Hablando de
anormales…
— ¡Que guapo!
Escuchó el chillido venir de la puerta e inmediatamente
se percató de que la banda completa ya estaba en el pequeño salón con todo y
cantante incluido. Changmin frunció el entrecejo de inmediato, si había alguien
especialmente a quien quería retorcerle el pescuezo era a ese mismo idiota que
ahora se acercaba con una sonrisa en su dirección:
—Que rayos pasa con tus gustos JJ ¡Creí que habías dicho
que el tipo era adorable!—se quejó adolorido el baterista levantándose del
suelo y acercándose hacia los dos miembros restantes de la banda—
— ¿No lo es? —sonrió convencido el cantante, pasando un
brazo por los hombros de Changmin. Los tres miembros de la banda negaron
efusivamente y ante aquello Changmin se echó a reír.
— Mejor buscaremos hielo para Ichi, avísanos si te
decides a ir a la celebración —exclamó el chico del bajo.
Era quizás el de menor
edad de todo el grupo y tenía un encantador cabello largo que llegaba hasta sus
hombros. El último miembro no dijo nada, solo le sonrió a Changmin y pasó a
ayudar al bajista a llevar al tipo de la batería hacia otro lugar, dejando
finalmente al pelirrojo y al alto solos.
Jaejoong fijó la mirada en Changmin entonces y lo
primero que se percató fue en el profundo cerco en sus cejas. Parecía muy
cabreado y no solo con Ichi específicamente:
—Qué bueno que has veni… —Las palabras Jaejoong se
vieron interrumpidas cuando Changmin estrelló su puño contra su estómago.
Jaejoong tosió y se inclinó inmediatamente cubriendo con sus manos el punto
donde el fuerte puño del alto hizo contacto, haciéndole casi perder el aire — Du…duele—
— ¡Una cosa es que deje que me beses por trabajo, otra
que te aproveches de mi cuando estoy colocado, pero otra muy distinta es que
vengas a besarme en medio de un grupo de adolescentes estúpidas estando yo
completamente consiente! —Gritó escabrosamente el actor profundizando su mirada
de ira. Seguidamente caminó hasta sentarse pesadamente en el módico sillón del
salón.
Jaejoong se removió un poco en el suelo cubierto por una
expresión de dolor verdadera, pero conforme la molestia del impacto fue
desapareciendo, atinó a reírse quedamente ante la mirada furibunda del actor:
—Gracias por no pegarme en la cara —Agradeció
sosteniendo la mirada divertida en Changmin—
—Mañana tenemos que grabar, y si apareces con tu cara
destrozada solo me obligaras a soportarte más tiempo —atinó a responder
Changmin aun ligeramente molesto.
Jaejoong decidió que provocar la ira de Changmin no era
lo mejor en este momento, era la primera vez que estaba verdaderamente cabreado
y eso lo hacía ligeramente peligroso. Por ello se mantuvo en silencio hasta que
su expresión fue suavizándose y cuando finalmente le miró, aunque fuera de
reojo, supo que ya se había calmado totalmente.
Jaejoong como de costumbre procedió a hablar primero:
—Le he hablado a los chicos de ti desde el principio.
Ichi es especialmente celoso y envidioso pero no te preocupes, con lo que
hiciste es suficiente como para que no vuelva a molestarte —sonrió cruzando las
piernas en el suelo.
Changmin pudo notar que el pelirrojo se veía muy
cansado, estaba completamente sudado y con la mirada casi vacía, su voz también
se escuchaba muy opaca, quizás porque estuvo usándola todo este tiempo, por
ello dejó el reclamo hasta allí sintiéndose satisfecho con el golpe. Pero antes
de dejar morir el tema, el actor se decidió a hacer otra pregunta obvia, ya que
su curiosidad como siempre dominaba su instinto:
—Ellos también son… —Se detuvo antes de continuar pues
Jaejoong asintió de inmediato—
—Al menos Murasato, el chico del bajo, es bisexual. He
estado mucho tiempo con esos chicos y por lo general un chico hetero no
soportaría nuestras “interacciones” en escenario, para ser parte de esta banda
debían acomodarse a mí, y bueno tú me conoces.
Changmin no pudo evitar sentirse un poco abrumado por
aquella revelación, aunque un par de sus amigos compartían esas “tendencias”
ellos no eran para nada como estos chicos. Sus amigos prácticamente aún estaban
en el closet, solo se habían abierto a él porque varias situaciones entre ellos
eran inexplicables, pero nadie alrededor sospechaba nada de eso. Sin embargo,
estos chicos eran completamente abiertos al respecto así que el actor no sabía
cómo proceder con personas así.
No quería ahondar en el tema así que prefirió preguntar
algo más:
— ¿Nombraste a tu banda luego de hacer la película? Así
se llamaba ¿No? Tu primer trabajo con Amure.
El actor recordó vagamente que el baterista había
mencionado el nombre de la banda y era el mismo nombre de la película anterior
que Amure había dirigido y en la que Jaejoong había participado así que pensó
que no podía ser coincidencia que llevaran el mismo nombre.
El cantante sonrió ligeramente antes de mirar
directamente a Changmin:
— ¿Acaso nunca supiste que esa historia está inspirada
en mí?—Preguntó casualmente y Changmin negó de inmediato— Mi banda tiene más de
siete años junta, así que el nombre fue mi idea mucho antes de grabar esa
película. Solo desde la película hemos podido tocar en lugares decentes como
este, pero antes tocábamos en cualquier lugar que se nos atravesara y en el que
al menos nos dieran alcohol.
Changmin no pudo evitar sorprenderse ante aquella
respuesta, si bien nunca había escuchado
de ellos, para ser una banda independiente eran tremendamente populares.
Solo hoy podía verse que el sitio estaba a reventar y todo el ambiente había
cambiado a lo que habitualmente era solo a causa de que la banda tocaría, eso
no se acoplaba a lo que Jaejoong ahora le mencionaba:
—Ichi y los demás no estaban conmigo entonces, antes éramos
un grupo de gamberros, aunque apestábamos en conjunto lo hacíamos como un
hobby. En algún punto de todo eso conocí
a Ryo—San. Nuestra relación fue muy
mala, él estaba trabajando en su proyecto de grado y quería usarnos como inspiración.
Me negué por años pero él siguió insistiendo, incluso después de graduarse.
Jaejoong hizo una pausa entonces y observó con cuidado a
Changmin, este parecía muy interesado en la historia y por la forma como
levantaba sus cejas ante su silencio le indico que quería saber más:
—Éramos estúpidos, así que fácilmente nos dejamos
seducir por el mal camino. Terminamos con problemas con las drogas y alcohol,
yo estaba teniendo mi problema de identidad, apenas descubriendo que era gay,
así que me metí en muchos líos con muchos hombres. Supongo que no había tocado
fondo y me sentía demasiado superior al resto. Quería seguir viviendo de esa
forma desordenada así que continuamos así… solo hasta que… —La voz de Jaejoong
se tornó un poco vacía entonces y su mirada cambió por completo. Parecía que
aquel suceso le dolía a sobremanera—…uno de mis chicos murió.
Changmin levantó la mirada sorprendida hacia el
pelirrojo, apenas pudiendo creer lo que hablaba.
— ¿Murió? —Indagó estupefacto— ¿Cómo?
Jaejoong suspiró antes de continuar su relato.
— Era solo un niño, tenía algo más 17 y yo era algo así
como su tutor, sus padres murieron en un accidente y su familia consanguínea lo
abandonó. Soy bastante protector así que me encariñé con él, era al único de
mis muchachos al que no le permitía excederse pero… no me di cuenta que estaba
tan metido en la droga solo hasta que comenzó a convulsionar esa noche. Murió y
ni siquiera pudimos llegar al hospital para hacer algo por él—un suspiro hosco
vino desde el fondo de su garganta pero aun así continuó hablando— No quería
terminar como ese niño y en ese momento me asusté. Lo mismo sucedió con los
otros miembros, me dejaron tirado y se marcharon para tratar de hacer algo por
cambiar sus vidas. Yo estaba solo, sin saber qué dirección tomar ahora con mi
vida… entonces Ryo—San me tendió la mano.
Una sonrisa de genuino agradecimiento apareció en el
ensombrecido rostro del cantante:
—Pasaron muchas cosas en ese tiempo y luego de ello él
me ofreció una forma de exorcizar mis demonios y comenzar de nuevo, pues sabía
que esa vida de mierda no iba a llevarme a ningún lado. —esta vez su rostro se
iluminó por completo— Hice esa película despidiéndome de mi antiguo yo,
entonces encontré a estos chicos, a diferencia de mis anteriores miembros eran
inocentes e ingenuos y por darles un buen ejemplo me mantuve alejado de toda la
mierda de antes. Por eso cuando Ryo—san me buscó de nuevo no pude negarme a su
ofrecimiento, él fue la luz que me saco del pozo donde vivía enterrado. Le debo
la vida que estoy llevando ahora.
Changmin asintió entendiendo un poco la situación y al
mismo tiempo encajando esa pequeña pieza del puzzle en su cabeza que llevaba el
nombre de Amure. Para haber insistido tanto en querer sacar a Jaejoong de toda
su anterior vida debió de apreciarlo mucho y sin duda, por la forma
despreocupada en la que el cantante ahora sonreía, aquella época solo
significaba una enseñanza en su vida:
—Ahora entiendo un poco lo que quería decir esa letra…—murmuró
bajo Changmin, pero eso no evitó que Jaejoong lo escuchara por completo,
después de todo estaban en un reducido salón a prueba de sonidos.
— ¿Viste eso? —el tono del cantante se escuchó algo
molesto por lo que Changmin se excusó de inmediato.
—Dejaste tu locker abierto y los papeles salieron
volando, solo los mire de reojo —espetó sintiéndose libre de culpas. Jaejoong
pronto se echó a reír a carcajadas ante el rostro contraído del menor.
—Ah bueno, me avergüenza un poco que las personas miren
esas letras tan deprimentes. Las hubiera tirado a la basura pero supongo que
cuando estoy desviándome del camino las uso para recordarme lo bajo que llegué.
De cierta forma el actor se sintió conmovido por la
historia e incluso admiraba la manera como Jaejoong había surgido de las
dificultades y no se avergonzaba del hecho de haber pasado por tantas cosas.
Pero incluso con aquella profunda historia Changmin no se sentía satisfecho,
había muchas cosas sobre las que sentía curiosidad pero dejar fluir todas sus
dudas sería dejarle entrever a Jaejoong que estaba interesado y aquello no era
algo que considerara una buena idea. Si aun siendo reacio Jaejoong irrespetaba
sus límites, no sabía hasta donde sería capaz de llegar el pelirrojo una vez
demostrara aunque fuera un poco de interés.
Conforme el silenció se formó de nuevo, Jaejoong busco
una forma de no dejar morir la conversación:
—El día del viaje a Okinawa, un productor que conocimos
antes de comenzar a grabar nos hizo una propuesta para tocar en una fiesta
privada de una importante firma discográfica. Puede que para el ojo comercial
no sea una firma trascendental pero es el lugar al que todo músico
independiente quiere llegar así que no pude negarme —musitó el mayor como
leyendo en el rostro de Changmin que aquello era lo que quería preguntar—
Quiero darme la oportunidad de sobresalir luego de mantenerme oculto en las
sombras por tantos años, no solo por mí, quiero que las personas conozcan el
talento de esos chicos, quiero que continúen haciendo lo que aman y que un día,
cuando ya no me necesiten, puedan sobresalir por sí mismos.
Por primera vez desde que lo conoció, Jaejoong le estaba
mostrando a Changmin una imagen muy madura y acertada, lo que lo hacía ver muy genial.
El que fuera capaz de hacer un esfuerzo para dejar de lado sus viejas
costumbres no solo por el bien propio, sino también por el bien de las personas
que lo acompañaban, era admirable:
—Una vez firmes con una compañía no hay forma de que
puedas seguir en el anonimato —alegó el actor—
—Tampoco hay forma de que la prensa me deje ir luego de
estar grabando esta serie —expresó con burla Jaejoong— Me arriesgué a tomar
este papel no solo por darle las gracias a Ryo—san sino como impulso para mí y
para mi banda. Sé que será insoportable una vez se haga el lanzamiento, pero
tendré que acostumbrarme a ello.
Changmin por supuesto entendía ese sentimiento, un
ejemplo claro de ello era que no pudiera salir a la calle vestido normalmente
sin correr el riesgo a que lo reconocieran. A pesar del largo periodo de descanso
en su carrera, por evitar rumores innecesarios en ese tiempo prefirió
mantenerse en casa o salir encubierto, ese era el precio más grande que se
debía pagar por un poco de fama. Quizás las personas comunes no lo comprenderían
y pensarían que era algo diminuto a pagar por todo lo que obtendrían, pero
experimentar ese tipo de soledad era algo que no se entendía hasta vivirlo propiamente.
Luego de aquella última conversación se formó un cómodo
silencio entre los dos, un silencio que se mantuvo imperturbable hasta que el
rostro de Jaejoong se aproximó al de Changmin, con aquellos ojos brillantes que
miraban al otro incitándolo. Los labios del pelirrojo se cerraron lentamente
contra los de Changmin, como pidiendo
permiso para acceder más profundamente.
Changmin no sabía cómo controlar este tipo de
acercamientos y menos ahora que su
cuerpo parecía predispuesto a aceptarlos luego de todo el entrenamiento que
habían tenido juntos para destensar su cuerpo y así poder grabar naturalmente
las escenas.
No era solo por
ser un hombre, porque Jaejoong era distinto a los demás, a pesar de todas las
dudas que carcomían su interior ahora que había sido atacado por otro hombre
sabía que no eran sus inclinaciones cambiando; aun le gustaban las mujeres, y
no iba a permitir que otro hombre se le acercara de esa forma, pero Jaejoong
simplemente deshacía todas sus barreras e invadía su espacio personal sin
permiso.
No entendía porque una vez se le acercaba no podía simplemente
apartarlo de un manotazo:
—Si la confesión de ayer te pareció demasiado imprecisa,
la de hoy tuvo que convencerte. Tú en verdad me gustas Changmin, así que este
es el momento de que seas sincero conmigo y me des una respuesta —Murmuró, apenas
y separándose de Changmin—
— Te dé o no una respuesta eso no cambiará mucho —respondió
Changmin en un susurro, aun con los
labios ajenos muy cerca de los suyos— Te he rechazado miles de veces hasta
ahora y no me haces caso.
—Es porque aun cuando digas palabras para alejarme tu
lenguaje corporal me dice lo contrario —los ojos de Jaejoong estaban fijos en los delgados
labios que se abrían suavemente para dejar pasar el aire— Yo no haría nada que
tu no quisieras, avanzo exactamente lo que tú me dejas avanzar.
—Yo no estoy enamorado de ti, Jaejoong —respondió secamente
el actor, provocando que la mirada del pelirrojo se centrara ahora en sus ojos—
Mucho menos me gustas en ese sentido. Es… ni siquiera sé cómo explicarlo.
—Lo sé —respondió sincero Jaejoong— Pero ya sea por
curiosidad o por morbo, yo te atraigo. Sé que no eres gay, probablemente solo
quieras tener un desliz conmigo y es exactamente lo que te estoy ofreciendo —las
manos del cantante se arrastraron por el cuello del actor pasando a enredarse
en la parte posterior de su nuca— Tú quieres tener algo conmigo, y yo por
supuesto me muero por estar contigo, pero si no me has dejado avanzar es porque
no quieres arriesgarte… no me importa así que, dime tus condiciones.
Changmin lo meditó un momento, tener una aventura con un
hombre no era exactamente lo que estaba en su plan de vida, pero no podía
negarse a sí mismo que estaba completamente tentado al ofrecimiento. Quería
redescubrirse a sí mismo y estaba sinceramente aburrido de las relaciones en
las que por tener un poco de diversión tendría entonces que atarse
sentimentalmente. Después de todo no era muy dado a enamorarse profundamente,
por lo que en ese aspecto estaba bastante seguro que el intimar o no con el
tipo no cambiaría sus sentimientos.
Así que, la situación estaba puesta en sus manos. Esta
criatura desinhibida le estaba ofreciendo un mundo nuevo de experiencias sin
condiciones, y el por muy predispuesto a los prejuicios que fuere no podía
negar que casi desde el principio sentía una atracción desconocida por el
inusual pelirrojo.
Condiciones, por supuesto que las tenía, estaban claras desde
el principio y lo eximían de toda clase de problemas pero aun así eran un poco
radicales para con el otro, pero nada perdía con expresarlas. Así podía desatar
esta atracción enfermiza que tenía por el hombre evitándose complicaciones en
el futuro:
—Si tenemos algo, la condición principal es que
absolutamente nadie en el set puede enterarse —afirmó el actor indeciso,
observando de cerca la expresión de Jaejoong—
—Vale, Lo tengo.
—También, esto solo durará hasta que culmine la
grabación. Después de eso no volveremos a cruzar caminos y bajo ninguna
circunstancia me buscaras luego de ello.
—‘kay.
—No puedes enamorarte de mí, en serio—La expresión de
Changmin se tornó seria de repente— Porque de ninguna forma yo corresponderé
tus sentimientos.
A pesar de que Jaejoong tardó en responder a aquella
última condición, finalmente asintió y con ello el acuerdo parecía haber sido
cerrado, siendo sellado con un suave beso que de nuevo fue robado de los labios
de Changmin.
[…]
Changmin estaba nervioso, no podía negarlo. Mientras
aguardaba en el asiento de copiloto de su propio auto repensaba una y otra vez
lo que estaba a punto de hacer. Las llaves de su auto estaban dispuestas allí mismo
y podía arrancar en cualquier momento dejando a atrás al pelirrojo que ahora se
excusaba con sus compañeros de banda para escaparse a su lado.
Él podía simplemente irse y hacer pasar aquella
conversación en el backstage como una tontería o una locura momentánea, pero
sus músculos no hacían ningún esfuerzo por moverse a pesar de todo esto.
Cuando finalmente el mayor parecía caminar en dirección
al auto, el actor sabía que no podía echarse para atrás y más cuando Jaejoong encendió
el auto y comenzaron a andar por la carretera.
Hubo un silencio penetrante entre ambos mientras
avanzaban en el camino en dirección al apartamento de Jaejoong. Luego de mucho
discutir habían acordado encontrarse en ese lugar pues no había forma en que
Changmin le dijera al pelirrojo la dirección de su casa y un hotel estaba fuera
de discusión.
Aun así, verse así mismo en el interior de su propio
auto, con dirección a la casa de un desconocido, dispuesto a hacer lo que iban
a hacer, era demasiado irreal, pues esto no era algo que el Changmin de siempre
haría:
—No me digas que estas arrepintiéndote —susurró Jaejoong,
curioso por la forma en que Changmin
casi enterraba las uñas en el asiento de su auto— Si crees que hoy no estas de
ánimo simplemente dejémoslo aquí, tomaré un taxi y puedes irte a casa.
Changmin, cuyo
orgullo era del tamaño de un continente no podía echar su palabra de hombre
atrás así como así, mucho menos demostrar que estaba nervioso, por lo que
simplemente acertó a replicar:
—No me estoy arrepintiendo así que deja de comportarte
como una niña y solo conduce —de reojo el alto podía darse cuenta de la sonrisa
que se pintaba en el rostro del pelirrojo.
—Vale, me callo entonces.
Poco después, aparcaron en un edificio no muy lejos del
centro. El lugar no parecía lujoso pero tampoco de mala muerte, estaba ubicado
en un buen vecindario aunque parecía más del tipo de ambiente que un
universitario escogería, no un hombre de 28 años como lo era Jaejoong. En ese
aspecto Changmin parecía mucho más centrado que Jaejoong que aun actuaba y se
veía como un crio de universidad.
Ya en el estacionamiento se deslizaron del auto al
tiempo y subieron algunos escalones antes de llegar al recibidor donde pasaron
de largo, topándose de frente con un ascensor el cual tomaron, subiendo al
séptimo piso.
Todo parecía ir con calma, solo hasta que las puertas
del pequeño cubículo se cerraron y Changmin inmediatamente sintió el fuerte
apretón en su espalda, y al dar la vuelta, sus labios fueron tomados violentamente
por el hombre a sus espaldas que lo empujó con fuerza contra una de las paredes
del reducido espacio.
Parecía como si hubiera encendido algún tipo de
interruptor en Jaejoong, cambiando su estado de aparente calma a este de total
desespero. Las manos del pelirrojo se
movían rápidamente entre la ropa del actor, dejando su sudadera a medio colgar
en sus brazos y su cinturón había ido a parar quien sabe dónde.
— ¡Para…! ¡Demonios, dame un respiro! ¡Ah…!
Changmin sintió el fuerte agarrón contra su ingle aun
apenas pudiendo soportar el asfixiante beso del que era preso, esto era diez
velocidades más rápido de lo que hubiera imaginado seria el sexo con otro
hombre, pues parecía no haber ningún preludio antes o al menos una leve
conversación para romper el hielo.
Aunque los recuerdos de la noche que estuvo colocado aún
eran borrosos, él no podía dilucidar si el comportamiento de Jaejoong había
sido igual de salvaje entonces, pero si lo hubiera sido, sin duda su cuerpo lo
recordaría ya que en este momento se sentía invadido de una forma que sabía no
había experimentado antes:
—C—Cal—ma —logro decir, despegando un poco el cuerpo del
cantante del suyo— Joder despacio ¡Aún no hemos llegado siquiera! —Hablo más
cortante, usando sus brazos para aminorar los movimientos incitantes de
Jaejoong—
Jaejoong jadeó sonriente mientras apretaba el cuerpo de
Changmin contra el suyo de regreso:
—Tienes razón, solo es el comienzo, las ansias de
comerte a besos me están matando. —
Changmin bufó ante la desdeñada y anticuada frase, pero
poco pudo hacer por apartar en definitiva el sigiloso cuerpo que se frotaba con
ahínco sobre el suyo.
A tropezones
lograron descender del ascensor unos cuantos segundos después, llegando a la
puerta del que sería el apartamento de Jaejoong.
Luego de que hubiese acorralado a Changmin contra la
puerta, Jaejoong tomó su llave de alguna forma de su bolsillo y la metió en la
cerradura y sin perder el tiempo o el control del beso, arrastró al actor al
interior no dándose el tiempo siquiera para encender las luces. Como resultado
de esto último, el larguirucho cuerpo de Changmin terminó barriendo con un par
de muebles y sillones que encontró a su paso, no pudiendo controlar la
desorientación de su cuerpo en ese lugar extraño, pero aun sus quejidos no
amedrentaron la carrera del pelirrojo por llegar a su habitación, donde
finalmente lo acorraló contra la cama.
Ambos estaban agitados, sudando profusamente por la
corta carrera desde el ascensor, solo
entonces Jaejoong le permitió a Changmin que respirara un poco, dándole el
espacio suficiente para recuperarse.
Changmin lucia completamente desarreglado, su sudadera
había quedado tirada en algún lugar de la sala junto a su cinturón, el primer
botón de su pantalón ya estaba abierto y como si fuera poco, su camiseta estaba
levantada y estirada por culpa del poco delicado trato que habían tenido con
ella. Jaejoong por su parte aún mantenía su conjunto deportivo negro intacto,
el mismo que se había colocado en el backstage antes de salir para no llamar la
atención por la calle con su llamativo traje de plumas del concierto.
Una vez sus respiraciones se hubieron regularizado Jaejoong
comenzó de nuevo su ataque, esta vez con más calma, levantado la camisa
maltrecha de Changmin y dejando un camino de besos lánguidos sobre la piel de
su abdomen y pecho.
Changmin tembló por primera vez en la noche pero en
incomodidad, era un hombre y por supuesto no estaba acostumbrado a que lo
trataran con tanta sutileza, además, estaba cansado de que fuera solo Jaejoong
quien tuviera el control de la situación y el solo estuviera siendo arrastrado.
Con mucha más decisión se incorporó, enviando su cuerpo
hacia adelante y atrayendo el cuerpo de Jaejoong hacia arriba, dejando que sus manos
se deslizaran por debajo de la delgada camiseta negra que traía puesta y
subiéndola hasta que finalmente Jaejoong levantó los brazos dispuesto a dejarse
desvestir. Changmin deslizó sus dedos por la piel ajena, con algo de reticencia
al principio, apenas tanteando con la punta para ver si lo que su tacto sentía
le gustaba, pero al percibir el calor y la suavidad de aquella piel pálida sobre
sus dedos no pudo evitar dejar que su palma completa palpara la piel a su
alcance arrancando un suave jadeo de los labios de su amante de esa noche.
Changmin solo tocó con curiosidad cada tramo de piel de
Jaejoong sin acercarse demasiado, sintiendo los pectorales formados y las
rígidas tetillas que se alzaban ante su caricia, la fina línea de músculos que
formaban su abdomen y la ligera curva que tenía su cintura. El cuerpo de
Jaejoong era delgado por lo que Changmin no se sintió especialmente sorprendido
por lo que encontró debajo de la ropa, era lo mismo que se veía en el exterior
de la ajustaba ropa que siempre llevaba, solo que más cálido y más suave. Su
curiosidad murió exactamente donde se encontraba la cinturilla de los
pantalones de ejercicio del cantante, aquel terreno era aún desconocido a sus
manos, o más bien, no se atrevía a atravesarlo a plena conciencia de sus actos,
por lo que inmediatamente titubeó Jaejoong aprovechó para volver a ceñirse
contra su figura y terminar de arrastrar afuera la ropa que aun cubría su
cuerpo.
Cuando Jaejoong se inclinó de nuevo a repartir besos
sobre su piel lo hizo esta vez con mucha más fuerza, centrando su ataque en sus
pectorales, específicamente en las redondas y pequeñas tetillas que se alzaban
erectas sobre su pecho. Jaejoong sorbió aquella piel sin acallar el placer que
significaba estar tocándolo, dejando escapar sonoros jadeos mientras a su vez
frotaba con sus dedos la hombría cada vez más creciente entre los pantalones
apenas cerrados de Changmin. Lentamente comenzó a ascender hasta centrarse en su
clavícula, repasando con su lengua la ligera hendidura que se formaba en esta y
volviendo a subir por su cuello hasta reposar sus labios en la piel detrás de
su oreja, dejando escapar uno que otro comentario malintencionado solo con
propósito de molestar un poco a Changmin.
Pero Changmin estaba demasiado ido como para procesar
sus mal intenciones y ya más animado respecto a romper sus límites dejó que su
mano curioseara un poco más abajo de donde había llegado anteriormente. Así sus
dedos se pasearon por el contorno del miembro del pelirrojo, sintiendo la
rigidez tirante en su ropa, provocando aún más curiosidad en su mente, por lo
que comenzó a frotar con más rapidez su palma entera contra aquella parte en
específico.
Jaejoong jadeó moviendo un poco sus caderas al ritmo de
la caricia que estaba recibiendo, acelerando de igual forma el movimiento que
el mismo ceñía sobre la entrepierna de Changmin, escuchando como esperaba un
ligero murmullo entre maldiciones, que era su forma propia de expresar que se
sentía bien.
— ¡ah…! — Changmin masculló finalmente cuando sintió el
tirón de sus pantalones con todo y boxers,
gruñendo cuando la tela frotó con poca delicadeza su estimulado y
sensible miembro. Jaejoong entonces cerró su palma contra la punta del ya
erguido miembro, propagando caricias lentas y firmes, dejando que sus dedos
tocaran suavemente los puntos sensibles de aquel órgano y Changmin tembló
dejando que su voz saliera rota y quejumbrosa.
El actor tomó
valor entonces y deslizó su mano por el interior de los pantalones deportivos
de Jaejoong, descubriendo con sorpresa que debajo de estos no había ropa
interior, sintiendo de inmediato aquella carne dura y caliente ceñirse contra
sus dedos, engrosándose cuando se envalentonó para sentir más de esa calidez
contra su mano.
Nuevamente todos aquellos sucios pensamientos que había
tenido aquella noche en el hotel estaban regresando, las mismas preguntas que
hacían estremecer su vientre ante la expectación, estaba seguro que quería
intentar hacerlo pero estaba tan abrumado con su propio sexo siendo estimulado
que en verdad no quería a imaginar que llegase a pasar si aquello en verdad le
asqueara como pensaba en algún punto de su racionalismo que seria.
Por ello se dedicó a frotar el miembro contrario como
alguna vez lo hiciere con el suyo, conformándose por el momento con la
sensación de la piel ajena caliente
contra su palma y los desinhibidos quejidos y jadeos que eran derramados
directamente en su oreja.
Poco después sus propias caderas comenzaron a moverse en
torno a la mano que lo masturbaba, ya incapaz de contener el orgasmo que se
venía a mil revoluciones, por lo que abandono la tarea de darle placer a
Jaejoong y se concentró en el placer propio, dejando de un quejido se atorara
en su garganta mientras continuaba moviendo sus caderas frenéticamente
sintiendo como uno a uno sus pensamientos comenzaban a desvanecerse hasta que
se hicieron no más que una mancha blanca y se fundieron con toda la arremetida
violenta de la llegada a la cumbre.
— ¡Me ven… ah!
Changmin soltó un jadeo apagado mientras terminaba
contra la mano de Jaejoong dejando que su cuerpo se hundiera pesadamente en la
cama sin posibilidad de moverse pues las secuelas de aquella llegada aun hacían
mella a su motricidad. Tenía el brazo
sobre su rostro, no sabía porque se estaba cubriendo, pero fue su reacción
natural al verse venir tan brutalmente.
Él podía contar con los dedos de una sola mano las veces
que un orgasmo le había pegado con tanta fuerza y no entendía porque lo había
sentido de esa forma con solo la mano de otro hombre haciendo lo que él
normalmente se hacía a sí mismo. Por ello no quiso moverse ni pensar, estaba
demasiado preocupado tratando de encontrar un solo momento para equiparar aquel
orgasmo que había tenido entonces.
Pero en su registro neurológico no había nada que se le
aproximara siquiera y de alguna forma eso comenzaba a preocuparle.
[…]
Jaejoong había continuado su tarea poco después que
Changmin pudo reponerse del orgasmo, descubriendo con sorpresa que de hecho la
erección de este seguía rígida aun después de todo. Por ello ahora estaban ambos sentados en el
centro de la cama, besándose suavemente mientras las manos de uno acariciaban el
miembro del otro tratando de que sus movimientos fueran lo más homogéneos
posibles.
Aquello parecía un juego de adolecentes prematuros y
curiosos, nada a lo que Changmin no estuviera acostumbrado, pero lo
suficientemente fuerte como para hacerlo subir a las nubes y bajar de nuevo.
El actor sabía que mañana debía estar despierto a las
ocho para comenzar las grabaciones, y no podía adivinar si en verdad iba a ser
capaz de levantarse si lograba vaciar sus testículos una segunda vez. Las veces
que lo había intentado, incluso haciéndolo el mismo, su cuerpo había quedado
tan maltrecho que sus músculos no servían para nada y por supuesto había sido
reprendido por su manager con que aquello dañaría su salud. Pero entonces
estaba tan aburrido del encierro que continuaba haciéndolo, después de todo no
tenía obligaciones que cumplir al día siguiente por lo que podía dormir como
poseso todo el día sin remordimientos.
Pero ahora no podía saber que tan lejos llegarían esta
noche, lo único que esperaba era que lo suficientemente lejos como para
permitirle seguir la ajetreada agenda que tendrían mañana.
A pesar de que estaban frotándose con más fuerza esta
vez, Changmin parecía no alcanzar el climax con tanta rapidez como antes y
Jaejoong por su parte aunque parecía en el límite no había dado señales de
estar cerca siquiera, por ello fueron deteniendo el movimiento de sus manos
lentamente hasta volver a caer acostados en la cama besándose superficialmente.
Cuando finalmente se separaron, Jaejoong miró a Changmin
fijamente, bajando la mirada delicadamente por su cuerpo desnudo escudriñando
en su figura pero a su vez como si estuviera a punto de preguntarle algo pero
sin el valor para hacerlo. Finalmente pareció resolverse a hablar y se deslizó
por la cama hasta llegar a la mesa de noche de dónde sacó algo que Changmin no
pudo ver bien por la opaca luz en la habitación, luego de eso el cantante
rápidamente volvió a la cama.
— ¿Qué sucede? —pregunto curioso Changmin al ver al
pelirrojo titubear nuevamente al acercarse—
—Quiero probar hacer algo… —musitó Jaejoong entonces—
pero no estoy seguro de que quieras hacerlo.
Changmin entonces puso cara de circunstancia ante la
aparente timidez del otro, ya que en todo este tiempo Jaejoong no había dado
muestras de pedir permiso para hacer nada.
Ante esto Jaejoong suspiró:
—Quiero jugar con mis dedos “Ahí” —expresó con
detenimiento pero el mensaje no fue captado inmediatamente por Changmin— No
avanzaré más de eso, solo los dedos, lo prometo.
Jaejoong bajó la mirada hacia sus caderas, entonces
Changmin entendió automáticamente lo que quería decir y se mantuvo en silencio.
No esperaba ser consultado directamente, pensó que tal vez Jaejoong simplemente
lo haría pero no que lo pediría, así que no pudo evitar apenarse.
Aquello se alejaba por mucho de algo que hubiese hecho
con sus parejas anteriores, pero si todo este lio se trataba de experimentar
cosas nuevas ¿Por qué no darle la oportunidad? Debía ser placentero si después
de todo había hombres dispuestos a poner su trasero para ello.
— ¿Te detendrás si no me gusta? —consultó inseguro
observando como Jaejoong se acercaba lentamente—
—Lo haré, pero estoy seguro de que no será así —aseguró,
apoyando su cuerpo sobre el alto y besando sus labios cándidamente— Te
compensare con algo que sin duda te encantará luego —prometió, usando sus manos
para separar poco a poco los muslos de Changmin.
Changmin prefirió entonces mirar a otro lado mientras
las frías manos de Jaejoong se cernían contra sus muslos y sus labios viajaban
suavemente por su pecho, estar de esa forma, debajo del cuerpo de otro hombre
hacía de esta experiencia tan traumática como placentera, algo que se
aseguraría de guardarse para sí mismo hasta la tumba.
Cuando finalmente la abertura de sus piernas fue
suficiente a consideración de Jaejoong, este último tomó el delgado tubo que
había traído consigo y vació un poco del contenido en sus dedos. Poco a poco el
pelirrojo ese inclinó hasta alcanzar los labios de Changmin e introdujo su
lengua en su cavidad, sorbiendo de su boca mientras suavemente sus dedos
escurridizos y fríos se adentraban en su interior.
Fue entonces que Changmin pensó ¿Que esto no lo hacia la
mujer en la situación del sexo hetero? No estaba seguro de ello, pero algunas
veces escuchó comentarios por parte del sexo opuesto de que la primera vez
dolía mucho, si tal era el caso, si algo era metido en un orificio al que no
tienen por qué meterle nada ¿no se supone que dolería? Ante ello se espantó
momentáneamente, pues su tolerancia al dolor era bastante baja.
— ¡Ack! —Se quejó inmediatamente Changmin al sentir la
intromisión en su entrada, aquel dedo frio y pegajoso provocaba que sus
músculos internos se contrajeran — ¡Duele! —gritó bastante asustado al ver que
de echo era molesto y dolía, dejando a un lado aquella afirmación de que era
placentero, por lo que su vigorosa erección fue cediendo un poco.
—Si no te calmas por supuesto que va a doler —Susurró Jaejoong,
volviendo a tomar su boca y de paso hizo uso de su mano libre para estimular la
erección menguada tratando de reanimarla— Relájate, se sentirá bien una vez te
acostumbres.
Changmin entonces inspiró un poco de aire y volvió a
recostarse tratando de, tal como le había aconsejado Jaejoong, relajarse y
disfrutar de la experiencia. Trató de no pensar en posibilidades, esto no era
normal, así que trataría de aguantar un poco más y ver como resultaba. Aquello
era muy incómodo, pero el bombeo en su miembro hacia que momentáneamente se
olvidara de la intromisión del dedo en su ano, pero una vez aquel dedo superaba
otro circulo muscular volvía su interior a contraerse y doler.
—ngm… —Se quejó. Jaejoong levantó la vista y se acercó a
su rostro—
—Changmin, deja de pensar. Esto toma tiempo, pero no
miento cuando digo que se siente bien —afirmó, apretando la fricción en el
miembro del alto— Cuando lo encuentre, lo veras.
—Encontrar ¿Qué? —se atrevió a preguntar, el pelirrojo
sonrió—
—El punto más sensible de un hombre, más que esto
—susurró, apretando el ritmo de la masturbación y sonriendo.
Finalmente, poco después de concluir aquella corta
conversación Jaejoong presionó su dedo con más fuerza en el interior y Changmin
de inmediato saltó en su posición:
— ¡Uwahh!
—Lo encontré. —Susurró juguetonamente el pelirrojo
mientras mordía el lóbulo de Changmin y bombeaba su miembro con más fuerza,
dejando que el dedo en el interior de su cuerpo se moviera de arriba abajo en
un movimiento lento para permitir que Changmin se acostumbrara, acompasado el
empuje de sus dedos con el ritmo de la masturbación.
—Auh. —se quejó Changmin al sentir la fricción en su
interior, dolía, pero era un tipo de dolor extraño que se iba disipando
conforme el dedo se introducía más profundamente, más cuando tocaba ese punto.
Jaejoong entonces acomodó su cuerpo y nuevamente
introdujo su dedo con fuerza hasta lograr tocar la próstata de Changmin,
entonces comenzó a moverse en torno a ese lugar provocando espasmos en el
cuerpo estimulado, que transformó aquellos quejidos de dolor y quejidos
anteriores en suaves jadeos.
El pelirrojo agregó un poco más de lubricante a sus
dedos y continuó frotando el interior de aquella entrada sin dejar de masajear
el enrojecido miembro de Changmin del cual comenzaba a dejar salir los primeros
rastros de semen, que le demostraban que se estaba sintiendo bien a pesar de
Changmin solo jadeara incómodamente.
—Se siente bien ¿cierto? —indagó juguetonamente
Jaejoong, ya bastante seguro de donde se hallaba aquel lugar. Changmin levantó
la mirada solo un poco, trató de abrir la boca para replicar pero Jaejoong
volvió a empujar su dedo con fuerza, provocando que su espalda se arqueara y
aquella queja se transformara en un sonoro gemido— Música para mis oídos ~
—murmuró complacido—
Cuando las caderas de Changmin y su propio interior
comenzaron a contraerse, Jaejoong se permitió el agregar otro dedo e
introducirlo con cuidado en el interior, provocando que el alto inmediatamente
se quejara, pero antes de romper la penetración el pelirrojo se hincó
subiéndose a su abdomen y calló sus quejidos con un beso rápido mientras se
frotaba contra su cuerpo.
Changmin podía sentir en su estómago el miembro del ajeno
frotándose contra su piel, y aquella sensación dejó que su cuerpo se calentara,
su interior se contrajo de nuevo cuando aquellos dedos tocaron su próstata una
vez más y sus caderas se movieron hacia arriba con fuerza.
— ¡Ah! —Gimió cerrando los ojos cuando sintió aquel
golpe en su interior y el orgasmo que parecía abalanzarse de nuevo, pronto
Jaejoong tomó su boca sorbiendo sus labios de una forma acelerada, deslizando su
lengua en el interior de la boca contraria sin cerrar la suya siquiera. La
barbilla y parte del cuello de Changmin comenzaron a humedecerse con la saliva
que Jaejoong dejaba producto del beso y entonces el mayor recogió aquella
saliva con sus dedos, sonriendo de forma picara cuando Changmin abrió los ojos
espantado:
—Te dije que haría algo que iba a gustarte —musitó el
cantante sin dejar de lado su sonrisa ladina llevando aquellos dedos que paseó
por los labios de Changmin hasta su propia boca y humedeciéndolos con su propia
saliva. Changmin se paralizó cuando intuyó que dirección irían a tomar aquellos
dedos, poco después Jaejoong levantó sus caderas un poco y Changmin sacó a
relucir su primer jadeo de placer mientras el pelirrojo sacaba y metía con
velocidad los que mantenía en su trasero.
— ¡Ah… ah!
Las caderas de ambos se mecieron juntas, Changmin se
sentía al borde del abismo cuando aquellos dedos tomaron una velocidad
increíble y justo entonces Jaejoong dejó
de jugar con su trasero, sacando sus dedos de improvisto, haciendo al alto
jadear inconforme, luego tomó el miembro de Changmin en su mano, frotándolo.
Jaejoong usó los dedos humedecidos con su saliva y ante
los ojos de Changmin comenzó a frotarlos contra su propia entrada.
—Hey, sé un buen chico y ayúdame un poco con esto
—murmuró Jaejoong, señalando a Changmin el pequeño tubo olvidado a un lado de
su cuerpo. Changmin lo miró bastante confundido, sin entender que quería el
pelirrojo, hasta que este último se inclinó hacia adelante y le susurró —
Alcanza el lubricante para mí ¿sí?
Changmin se sonrojó hasta las orejas y se quedó tieso un
segundo, luego, con sus dedos temblorosos alcanzó el delgado tubo y se lo
tendió a Jaejoong que lo tomó con una sonrisa.
Aquella preparación apenas duró apenas un par de
minutos, entonces Changmin sintió la
rigidez y la tenue humedad del trasero del cantante contra la punta de su sexo:
—Uhg…—se quejó Jaejoong mientras se sentaba a horcajadas
sobre el miembro de Changmin, este último tomo las sabanas que lo rodeaban y las
apretó con sus manos soltando un gemido grueso y ronco al sentir aquella
estreches, hundiéndose más en ella. —Ok. Eres más grande de lo que esperaba—.
Jaejoong entonces aceleró el movimiento de la
penetración sentándose completamente hasta que el miembro de Changmin entró por
completo, un poco forzado, pero no se quejó, tratando de acomodarse de la mejor
forma hasta llegar a los labios contrarios:
—No cierres tus piernas y prometo que te volverás loco
del placer —susurró el mayor contra su boca a lo que Changmin respondió con un
bramido infantil que le sacó una sonrisa.
Jaejoong entonces comenzó a colocar más lubricante en
sus dedos y se acomodó hasta quedar sentado, de espaldas a Changmin, pidiéndole
a este último que se moviera mientras él volvía a enterrar los dedos en la
estreches de su ano. Changmin obedeció moviéndose lentamente, el ritmo de sus
movimientos se acompasaba al ritmo de los dedos que se frotaban en su interior
y aquello se sentía endemoniadamente bien:
— ¡Ah… ah! —jadeó cuando aceleró el ritmo y Jaejoong
volvió a Chocar contra su próstata provocando que sus arremetidas contra el
propio trasero del pelirrojo fueran más arrítmicas y desbocadas.
El sudor bajaba por la espalda de Jaejoong haciendo
brillar su pálida piel, Changmin que apenas y podía mantener los ojos abiertos
se sentía embelesado, el olor que provenía del cuerpo de Jaejoong y la forma en
como aun a pesar de la posición en la que se encontraban, no podía dejar de
mirarlo le hacían querer prolongar esto
mucho esto que estaban haciendo.
Changmin no lo
comprendía aun, porque el encanto de este tipo podía ponerlo de esta forma, o
porque todo a su alrededor se predisponía para hacerle obedecer las demandas de
este tipo, pero era eso, era inevitable no asentir ante los desmanes de una
creatura tan enigmática.
Los jadeos de Jaejoong comenzaron a escucharse más
sonoramente mientras el alto continuaba moviendo sus caderas contra él, en un
punto de aquel contacto, los dedos de Jaejoong comenzaron a moverse
frenéticamente en el interior de Changmin, como si él ya se hubiera
acostumbrado totalmente a la intromisión, fue entonces que Jaejoong aprovechó
para agregar un dedo más y procedió a hacer chocar de nuevo sus dedos con la
próstata de Changmin, haciendo que este último moviera sus caderas y se agitara
rápidamente:
— ¡M—Me vengo! —gritó Changmin con fuerza y sus manos
tiraron de las sabanas que se apretujaban en sus dedos, Jaejoong lo entendió,
sacando los dedos rápidamente de su interior y a su vez levantando sus propias
caderas, volviéndose y frotando en su mano el miembro del alto para ayudarlo a
llegar, hasta que Changmin comenzó a
temblar y a jadear echando la cabeza hacia atrás, dejando su boca abierta
mientras el resto de su semilla era derramada en su propio estómago.
Se aferró a aquellas sabanas como si fueran el único
sostén en ese momento y finalmente su cuerpo fue tomando control de nuevo y se
acomodó de regreso a su posición jadeando intermitentemente. Jaejoong dejó su
miembro libre y se alejó.
Changmin entonces se permitió cerrar los ojos escuchando
en el fondo los jadeos que provenían del otro ocupante de la habitación, a los
pocos segundos sintió la humedad sobre su boca que pertenecía a los labios de
Jaejoong, quien no dejaba de frotar la lengua contra sus labios mientras jadeaba
suavemente:
—ah… ah… ¡Ah! —gimoteó Jaejoong, cayendo de inmediato
sobre la almohada, en el espacio vacío a un lado de Changmin.
Jaejoong se quedó allí un momento hasta que la ola del
orgasmo fue cediendo y finalmente se viró para encontrarse con la profunda
mirada de Changmin. El pelirrojo se arrastró hasta volver a besar sus labios
superficialmente siendo de inmediato correspondido por los labios contrarios.
Luego se separaron, mirándose uno al otro fijamente.
—Me gustas, Changmin— profeso el cantante con voz ronca,
acercándose hasta cerrar sus brazos contra la cintura contraria— ¿Te hice
sentir bien?
Changmin no quiso dar respuesta a semejante pregunta
embarazosa, y solo bufó, echando a un lado el pegajoso cuerpo del cantante:
— ¡Pero que arisco!—se burló Jaejoong dando por
efectuado su rechazo y se enderezó hasta sentarse apoyando su cabeza contra el
cabezal de la cama.
Estaba quieto simplemente observando la espalda de
Changmin en la que las gotas de sudor aún se resbalaban, solo escuchando su tenue
respiración aun arrítmica. Aun no se
creía el haber logrado que ese hombre orgulloso se metiera en sus sabanas, pero
el verlo allí, aunque fuera algo lejos, hacia su propio orgullo llenarse como
un globo de aire.
Lo cierto es que no quería apartarse de su cuerpo, pero
entendía que no podía imponerse, no cuando probablemente en lo que dudara ese
silencio él estaba reclamándose así mismo lo que habían hecho, quizás se estaba
arrepintiendo, aunque en todo este tiempo el cuerpo de Changmin le había indicado
que estaba sintiéndose bien.
Cuando el silencio se prolongó lo suficiente Jaejoong
comenzó a preocuparse, quizás Changmin se estuviera sintiendo mal y estuviera
padeciendo algún tipo de dolor, quizás se le había pasado la mano introduciendo
tres dedos de inmediato siendo la primera vez
que alguien jugaba con su trasero, y con lo orgulloso que era Changmin
probablemente no diría nada y se tragaría su dolor. Por eso, el mayor se
inclinó hasta Changmin percatándose con sorpresa que de hecho estaba profundamente
dormido.
No supo en que momento, pero había caído dormido de
inmediato.
Jaejoong comenzó a reírse de sí mismo de todas las
barbaridades que llegó a pensar y observó cautivado el rostro durmiente de
Changmin. Se veía tan indefenso y vulnerable que provocaban en su interior las
ganas de jugar un poco más con él, pero se retrajo de hacer otra travesura y
simplemente se deslizó fuera de la cama y volvió a colocarse sus pantalones,
caminando hacia el baño en donde mojó una toalla con agua tibia de la regadera
y se inclinó por sobre el lado de la cama donde Changmin descansaba,
restregando la toalla húmeda en su estómago, justo donde su semen permanecía
aun.
Limpió su abdomen
y con cuidado pasó el trozo de tela por entre sus piernas tratando en lo posible
de no despertarlo o probablemente se enfadaría.
Ya cumplida su tarea, tomó un edredón de su armario y cubrió el cuerpo
desnudo del actor con este, procediendo de nuevo a sentarse en la cama para observarlo
dormir con tanta profundidad un rato más.
—Me gustas muchísimo, Changmin —repitió, aunque estaba
seguro de que estaba siendo ignorado. Aquellos eran los sentimientos que
colmaban su pecho al verlo descansar pacíficamente en su cama— Me gustas…—
No sabía porque ingenuamente seguía creyendo que repitiéndolo
uno y otra vez se convencería a sí mismo que era lo único que sentía.
Aigoo asdffhj.......jaemin!!wow me encanto el lemmon y la historiaa ....continuaa porfaaaa ya quiero saber lo que va a pasar
ResponderEliminarme gustó !!!! actualiza pronto ^_^
ResponderEliminar;_; todo fue tan hermoso. Pobrecito de JJ que parece sufrir con esos sentimientos no correspondidos aunque se haga el fuerte. Intentando no sentir más que eso. Este fanfic es tan bueno que espero cada capítulo con impaciencia :v aunque termine leyéndolo días después de ser publicado por no poder antes.
ResponderEliminarAmo este fanfic ;_; <3