TITULO: Off-Road
AUTOR: DazedMik
PAREJA: HoMin
GENERO: Lemon
EXTENCION: Oneshot
La televisión era observada
fijamente por dos ojos, las escenas que el aparato enseñaban eran, para la gran
mayoría de la población, desgarradoras; el cuerpo de una chica era nuevamente
encontrado en una de las carreteras principales de la ciudad de Seúl, las
pistas que la policía y los agentes especiales habían tomado de la escena del
crimen no concordaba con las de las otras víctimas. Las fuerzas especiales que
se habían encargado de estar recolectando cada polvo y trozo sospechoso
comenzaban a impacientarse al igual que la población, era el cuarto cuerpo que
encontraban en las carreteras, pero parecían ser realizados por personas
diferentes, la única coincidencia era que las jóvenes eran encontradas en las
carreteras, y por eso comenzaba a escucharse un nombre “el asesino de la carretera”.
El solamente sonrió y apago el aparato,
quizá debía hacer más clara la situación. – ¿Asesino de la carretera? Ignorantes–.Murmuro antes de abandonar aquel
lugar.
18 de febrero de 2014, Seúl,
Corea
– ¡YunHo!-- Alguien
me llamo por mi nombre, raro, pero soy de las personas que no pueden ser
groseras aunque a quién me llamaba apenas y me hablaba, y siempre era para pedirme
favores, sin embargo hoy simplemente no accedería al pedido de nadie más, hoy
es un día especial y por el cual llevo esperando por varios días, la sola idea
del acontecimiento que sucederá me llena de emoción y ansiedad,
pero debo controlarme, respiro un par de veces y aguardo a que aquel llegue,
espero que no tarde, sin embargo lo recibo con una amplia sonrisa en los
labios.
—YunHo, que bueno que te
alcanzo--. Él
sonríe, pero esa sonrisa es tan falsa como las de todas las demás personas,
pero espero a que me diga lo que tenga que decir. – ¿Me ayudaras verdad? Sé que te llevas bien con el profesor de ética y
bueno ya sabes, no pude presentar el último trabajo y necesito que hables con
él para aplazar la fecha de entrega o por lo menos que me deje entregárselo más
tarde ¿Lo harás verdad ?–.
En este
momento mi mirada es serena, pero de verdad quiere que haga eso, me quedo en
silencio, observo su rostro y no puedo dejar de ver esa sonrisa en sus labios,
me enseña sus dientes chuecos y feos, recuerdo que años atrás yo los tuve de
aquel modo, pero mis padres me pagaron la reparación y ahora son blancos y
perfectos. Paso los dedos por mis cabellos y entrecierro el ojo derecho, sopeso
la idea de hacer eso, pero el profesor había sido estrictamente claro con la
entrega. –Trataré de hacer algo, pero no
te aseguro mucho, ya sabes cómo se pone cuando se trata de un trabajo como el
de hoy –. Sonrío hasta que mis dientes se muestran y puedo ver la mirada de
mi compañero recelosa por ellos, pero no puedo hacer más siempre he sonreído de
ese modo.- Gracias, YunHo.- Diciendo esto último se da la vuelta y regresa con
sus amigos, los populares de la universidad. No puedo decir que yo no lo sea,
pero la mayoría me tiene envidia, es egocentrista pensar de este modo, pero es
la verdad, a veces yo me asusto de cada uno de mis logros, soy capitán del
equipo de futbol de la universidad y también estoy en el ranking de mejores estudiante, además soy popular con las chicas
y mis padres tienen una pequeña empresa que crece cada día y más, y que en un
futuro yo manejare, claro si no soy aceptado en la empresa televisiva en la que
puse mis ojos, quiero ser directivo y hacerme de un nombre. Suspiro largamente
y me dirijo con prisa al salón donde sé que el profesor está impartiendo clase
y donde sé que aceptará la moción, soy su alumno favorito.
Después
de haber terminado las únicas dos horas de clase que tenía ese día, todavía era
relativamente temprano, así que podría seguir con la rutina que tenía planeado
de ese día, el hecho de pensar en cada uno de los detalles me ensancha la
sonrisa, me robaba suspiros y producían que apresurara los pasos hacia la
tienda para los viajeros como yo, me gusta acampar y los días fríos como hoy
son simplemente perfectos, la nieve tiene cubierto el piso, pero no tanto como
para hacerlo peligroso, el viento sopla y consigue erizarme la piel. Sin duda
amo los días de invierno.
Han
pasado unas horas y la nieve comenzó a caer, ciertamente me siento un poco
temeroso, algunas personas, me dijeron que debería de haber cancelado mi
salida, se rumorea que hay un asesino suelto en la ciudad, sinceramente no sé,
no me dan miedo las cosas que pasan afuera, nunca me han preocupado, sobre todo
porque puedo valerme por mí mismo. Y por eso ahora estoy parado frente al
bosque, apenas me separa una calle de distancia de la gran entrada, he dejado
mi auto lo bastante lejos como para que nadie pueda verlo y robarlo. El aire de
frescura y gélido llenan mis pulmones,
es como si una llama helada se encendiera en mi cuerpo, con los parpados
apretados aprieto los puños y giro la cabeza para desestrézarme. –Ah Se siente tan bien, el aire fresco, el frío
contrayendo cada musculo de mi cuerpo y que me obliga a esforzarme más, bien
YunHo, vamos por lo que has venido–. Me dije a mi mismo con los ojos
entrecerrados y con una pequeña mochila en la espalda di pasos cautelosos,
pisadas sin rastro ni huella…
La noche estaba fría
nuevamente, el viento soplaba con fuerza, pero a pesar de eso se mantenía con
la mirada perdida, había tanta gente, a veces se sentía de un modo que las
personas le despertaban un deseo insano por desaparecerlas, no es que las
despreciara, simplemente y justo como en ese momento las injusticias que se
veían a sus ojos las consideraba nefastas. Los humanos sin duda eran seres que
debían y muy seguramente llegarían a una extinción. Incluso él debería de
desaparecer, porque a pesar de esta en contra de que aquel hombre molestara a
la chica y la estuviese obligando a acostarse con él sin pagarle, se mantenía
como un mero espectador en la parada de autobuses, se limitó a apretar los
puños con fuerza. Ser débil era una de las condiciones que odiaba de su cuerpo.
Otras personas también miraban las escenas, pero nadie prestaba la suficiente
atención, no era importante, aquella zona se caracterizaba por las múltiples
jóvenes que prestaban sus servicios por un poco de dinero, mujeres que
prácticamente eran niñas que perdidas de todo el mundo se consumían en un mundo
de drogas, un mundo en el que todo era de un mejor color.
–Debería
poder defenderla…–.
Pero sus palabras se las llevó el viento y con la nieve que comenzaba a caer
todos se marchaban, incluso ella junto aquel tipo. Pero él no se movió, se
quedó sentado en la parada, llevaba más de una hora sin mover sus pies y
regresar a su hogar, era horrible, constantes gritos, su padre alcohólico
tirando todo a su alrededor, su madre drogada y perdida que permitía que cada
hombre que su padre llevaba se metiera entre las piernas de ella con el módico
precio de una botella de licor. Tenía
miedo de regresar, hoy era uno de esos días, los días en los amigos “raros”
iban, lo tocaban y siempre lo golpeaban porque no quería ceder a lo que ellos
querían, pero sabía que si no regresaba a casa moriría congelado y no tenía
sentido, su padre le golpearía y lo violaría como en muchas otras ocasiones por
no ser útil. –Vamos, tú puedes,
ChangMin… –. Musito tan bajo, que
apenas se escuchó sus labios cuarteados y agrietados comenzaban a arder, la
temperatura era más baja, pero no tomaría el autobús para llegar, caminaría a
pesar del frío, el sentir su ropa mojada le serviría a entumirse y sumirse en
sus fantasías, el lugar a donde escapaba cada vez que abusaban de él.
–
¿Escuchaste las noticias de hoy? –. Dijo un hombre del otro lado
de la acera de donde ChangMin caminaba, en ese momento el de cabellos castaños
no se había percatado de que le hablaban a él.
–
¡Chico! ¡¿No escuchas?!
–. Grito con más ímpetu aquel sujeto de aspecto sucio y que tenía una botella
cubierta con una bolsa de papel, alcohol, pensó al instante el joven cuando por
fin levanto la cabeza y alejó la mirada del piso cubierto de nieve, arrugo la
nariz con desagrado e ignoro al hombre, era mejor seguir su camino. Pero ese
hombre fue insistente y se acercó a ChangMin. – ¿Qué haces a estas horas solo?
– Sujeto con la mano libre el brazo del castaño, que se sobresaltó al sentir la
fuerza con la era detenido, sus parpados se abrieron de par en par y miró a
aquel tipo que era mucho más bajo con desprecio. –No me toque… Está sucio y es repulsivo, aleje sus manos de mí-. Reclamó con voz exaltada, a lo que el
otro hombre respondió con una mueca de desagrado hacia aquellas palabras, pero
haciendo caso de ellas soltó el brazo del muchacho. – Uno quiere advertir a los estúpidos, pero estos son demasiado tontos
–. Entrecerró los ojos y con brusquedad quito la tapa de la botella que
sostenía y dio un pequeño trago. – Mira,
niño estúpido, escuche que hay un asesino suelto por estos lados, y está
matando a jóvenes…–. En ese momento el más joven se sintió inmediatamente
ofendido, ¿Cómo se atrevía a decirle aquello? ¿Era una maldita mujer? – ¿Qué rayos esta…–. Pero antes de
terminar el otro hombre ya lo estaba mirando con ojos de codicia y lujuria,
este se limpió los labios con la manga de su abrigo y sonrió enseñando el carente
aseo que sus dientes poseían, y también se podía sentir el fétido olor a
alcohol barato que despedía su aliento. –Pareces
una muñeca, una muy bonita con la única diferencia que se la metería por ese
lindo culo que tienes–. ChangMin reconoció era mirada llena de perversión,
su corazón comenzó a latir con fuerza, sus pies se quedaron congelados en el
piso cuando aquel ebrio se fue acercando más a su cuerpo. – ¡No!- Se escuchó un grito desgarrador y cargado de miedo, pero la
calle era solitaria, y apenas había un poco de luz por parte de las linternas,
el joven solo pudo gritar con terror y desesperación cuando aquel individuo
toco su rostro. El siguiente segundo paso con prisa, un cuerpo en el suelo,
piel desgarrada por un filoso cuchillo, uno tan fino que nadie podía ver si se
ocultaba en su chaqueta. La sangre caliente
comenzó a derramarse en la acera, que cubierta con la blanca nieve se
manchaba de un rojo vivo y un aroma metálico invadió aquella escena. –Te lo merecías. – Su voz salió con
desprecio y escupió aquel cuerpo que perdía la vida lentamente por el certero
golpe en el cuello que le había cortado la yugular. Limpió el filo del cuchillo
y volvió a ocultarlo, suspiró largamente y sonrió, amaba ese aroma que solo podía provenir de un cuerpo al que se
iba la vida por una buena cortada. Y sin más abandono el lugar. A nadie le
importaría, era un muerto más, y de pronto con una enorme sonrisa camino de
regreso a su hogar, la cacería se reanudaría hoy.
Llevó
caminando por más de una hora, el frió y el viento han alejado a todas las
demás personas, se supone que habría buen tiempo, me siento un poco
decepcionado porque no podré disfrutar de mi salida como planee, pero nada se
interpondría, no sé hasta cuando tendría nuevamente una oportunidad como esta.
Sin embargo algo en mi interior me decía que estas salidas iban a aumenta, era
un presentimiento agradable y que sin dudas me saco una enorme sonrisa. A pesar
de estar buscando el lugar perfecto para acampar y poder seguir explorando mis
pensamientos seguían planificando las actividades que realizaría el día de
mañana, ir a la universidad, comer con el comité de estudiantil y después una
tarde llena de futbol. Mi sonrisa era demasiado visible, porque de pronto mis
pensamientos sobre realizar mis deberes del día siguientes dejaron de existir,
el lugar correcto apareció, sin que me diera cuenta llegó a mí. Mi risa de
escapo tan suave que solo era perceptible para nadie más que yo. Y sin más me
dirigí al objeto de mi deseo, con ansiedad, pero ocultándola bien, con
entusiasmo, pero demostrando serenidad. ¿Mi hobbie? Mi actividad favorita es
cazar, acechar, perseguir y cuando el momento es perfecto atacar. Y ella estaba
en el lugar perfecto.
Vestía
de un modo extraño, pero en su cuerpo algo llamaba mi atención, sus cabellos
estaban ligeramente despeinados, seguramente por el viento, tenía una falda que
le llegaba hasta las rodillas, estaba ajustada y podía ver sus perfectas
piernas, largas y bien torneadas. La blusa que cubrían sus senos era blanca y
sencilla, encima de esta llevaba un chamarra, pero lo que más me llamaba la
atención eran sus zapatos, tenis, las jóvenes no suelen llevar ese tipo de
zapatos en días como hoy donde la nieve se encarga de helar hasta los dedos,
pero también pude notar que sus piernas no tenía medias. Sin embargo me fui
acercando a ella, sonreía ligeramente, pero también fruncía los labios, no
quería asustarla, con paso lento me acerque a ella, que supuse también me había
visto. Era raro encontrar a alguien por estos lados, pero sabía que un
campamento de universitarias estaba cerca y ella debía de ser parte de esa
comitiva, por eso escogí este día, porque más de una docena de presas estarían
a mi completa disposición, podría escoger a la más me gustará y le daría caza
como el profesional que soy.
– ¿Hola?
–. El llame con suavidad, no quería asustarla, el primer paso para la caza es
que la presa confíe en mí. Ella giro su rostro y pude ver lo hermoso que era,
sus ojos eran de forma almendrada, pequeños y cargados de una inocencia que
jamás antes pude encontrar, sus pómulos sobresalían y enmarcaban su cara, una
nariz pequeña y unos labios largos y casi de mismo grosor, desee morderlos, son
tan diferentes a los míos. Pero ahora que la tenía a menos distancia pude
fijarme de un hecho que ante no pude detectar, era alta, mucho… Lo era más que
yo, porque podía ver que la sombra que proyectaba la luna sobre la nieve era
más larga que la mía, nunca había cazado a un espécimen como el que tenía frente
a mí y este hecho solo pudo aumentar mi deseo de que la acción comenzara. Toda
mi anatomía se dirigió a ella que sin haberse movido me observaba con mucha
curiosidad, podía notarlo en la forma en la que sus ojos se tornaban de un modo
gracioso, pero que en ella se veía perfecto. – ¿Estás perdida? Yo me desvíe un poco del sendero en el que mis
compañeros iban y creo que estoy perdido–. Mentí, al mismo tiempo que
llevaba mi diestra hasta revolver mis cabellos con desesperación, pero ella aún
no hablaba. – ¿Estás bien? –. Me
acerque con el fin de tocarla, pero ella retrocedió y algo en su rostro cambio,
ahora tenía una mirada fría, pero eso a mí no me importaba, tan solo necesitaba
llevar a cabo mi cacería.
–No
lo sé… –. Dijo al fin, miró sus zapatos
hundidos en la nieve y vi como sus manos se movían inquietas delante de ella,
las tenía entrelazadas y jugaba con sus dedos discretamente. –Estaba dando un paseo cuando sentí que
algo me acechaba, me asuste y camine, me perdí–. En ese momento su voz se
quebró, su voz, era rara, tenía un matiz agudo y tímido, pero algo no cuadraba
y sin embargo seguí con brindarle confianza a mi presa. –No
tengas miedo, ambos podemos caminar juntos y así encontrar el camino hasta
donde ambos podamos esperar a…- Caí en la cuenta,
ella no me dijo que estaba con alguien más, tan solo dijo que estaba ahí,
porque una mujer esta con esa vestimenta en el bosque, fije mis ojos en ella,
la miré de pies a cabeza, su cuerpo era o al menos parecía el de una mujer,
pero pude notar un extraño bulto en la parte delantera de su falda. Fruncí el
ceño y ella lo notó, vio que mis ojos se habían quedado fijos en aquella parte
de su cuerpo, ladee la cabeza e instintivamente lleve una de mis manos a la
parte trasera de mi pantalón, en mi bolsillo guardaba un rollo de alambre,
estaba cortado y enrollado de tal forma que me era fácil desenredarlo y atacar
en el instante correcto. Haría uso de toda mi fuerza, la sometería en el primer
momento, porque ahora me daba cuenta que no era ella, era él.
El lugar correcto para dejar
el cuerpo de aquel hombre que apenas se hubo cambiado de ropa se acercó a él
con las claras intenciones de aprovecharse, no le dio tiempo al pobre sujeto de
reaccionar cuando le clavo en estomago su cuchillo, no lo había matado, pero lo
dejó inconsciente el tiempo suficiente para poder llevarlo en el coche que
usaba únicamente para estas ocasiones, era la ocasión número dos, el auto era
del primer hombre que se acercó a él en la noche que decidió que cazaría a toda
la escoria del mundo. Al número tres lo subió al vehículo para poder dejar el
cuerpo en las condiciones que quería para que dejaran de darle crédito a ese
maldito “Asesino de la carretera”, había sido un tonto en dejar los cuerpo en
el mismo lugar en el que los había finiquitado, por eso a este lo iba enterrar
en la nieve y dejaría una marca, todos sabría que era alguien diferente a ese
infeliz que hasta ese momento se llevaba sus victorias, pero algo había salido
mal, antes de que pudiera dejar la marca otro hombre se había acercado, al
principio se asustó, pero después decidió que él sería el cuarto, dos en una
noche, iba mejorando. –No tendré miedo
si ahora somos dos–. Su voz ahora le costaba más mantenerla aguda, hacía
frío y no podría ocultar por mucho tiempo más, debía darse prisa, el cuchillo
lo tenía escondido, metido en la cintura de su pantalón y protegido de una
funda.
El castaño se acercó
lentamente al recién llegado y al igual que él, tenía una mano dirigida a su
espalda, ambos se fueron acercando, algo estaba pasando, porque se podía sentir
cierta tensión en el aire. Al estar a
menos de un metro de distancia los dos se acercaron con furia al otro, ChangMin
sacó aquel cuchillo que desconcertó a YunHo de inmediato, él solo tenía el
cable, pero sin duda tenía la fuerza suficiente para someter al más alto y con
eso en mente ambos comenzaron a forcejar, el de vestimentas femeninas parecía
más letal con el cuchillo entre sus manos, pero apenas había podido asestar
algunos cortes cuando el otro le tomo por las muñecas, la adrenalina en los dos
estaban en su máxima potencia, sus corazones bombeaban con fuerza y la arena
solo hacía más difícil el trabajo de los dos. El universitario tomó con fuerza
los delgados brazos, pero el ardor que las cortadas que recibió comenzaron a
sangrar y no era bueno, no pensaba que su cacería se vería transformada de esa
forma, al mismo tiempo ChangMin se había dado cuenta que quién estaba frente a
él, forcejeando por vencer era el “asesino de la carretera”, lo presentía, pues
este se enfrentaría a él y le vencería, solo había lugar para un exterminador.
YunHo al verse en una
situación no planeada, comenzaba a ponerse nervioso, la fuerza que ese
“travesti” tenía era mucha y seguramente era alguien peligroso, pero pensar en
ese ser, le hizo sonreír mentalmente porque él también era peligroso. En
arranque de ira y poder, el más bajo dejó de forcejar y empujó con todas sus
fuerzas al otro cuerpo hacia el suelo, este se precipito de manera dolorosa y
golpeo su anatomía con la fría nieve, pero lo peor era que había perdido su
cuchillo y un dolor comenzaba a expandirse por toda su espalda, al estar
confuso el otro asesino aprovecho la oportunidad y se tiró sobre él, apoyo
ambas manos en lo ancho del fino cuello, hizo presión y lentamente le fue ahorcando, acostumbraba ultrajar los cuerpos en el
momento justo que morían sus presas, pero no estaba seguro de poder hacerlo en
esta ocasión, no era una mujer, era otro ser igual a él. Y con el morbo que solo un ente
pervertido puede percibir su anatomía comenzó a reaccionar hacia el chico que
yacía en la nieve y que luchaba con todas sus fuerzas por soltarse y librarse
de su atacante. –Maldita zorra… ¿Cómo
debo llamarte? No eres una puta mujer, me engañaste–. Le reclamo al mismo
tiempo que sus manos aligeraban la presión en el cuello, si continuaba con
aquella fuerza quedaría inconsciente, y lo necesitaba en sus cinco sentidos
para lo que seguía. No recibió ninguna respuesta por parte del otro, pero podía
ver en sus ojos que estaba alerta y que no desaprovecharía la oportunidad de
recuperar su cuchillo y clavárselo en lo más profundo de su cuerpo, así que no
lo descuidaría.
El de cabellos más oscuros y
que sin ambos saberlo, mayor de los dos, libero al menor del agarré de una de
sus manos y busco en el interior de su propia chamarra la cinta adhesiva que
usaba para casos en los que necesitara inmovilizar a su presa sin haber acabado
el trabajo aún. Enredo la cinta en sus muñecas por delante de su cuerpo, lo
tenía dominado, no había escapatoria para él.
– ¿Cómo te llamas? –.
Pregunte al chico que estaba debajo de mí, pero no recibí ninguna respuesta,
eso me enfado y estuve deseoso de darle un buen golpe en la cara, pero era
demasiado lindo como para arruinarlo cuando yo no lo había usado aún. No me
gustaban los hombres, únicamente tenía
sexo con ellos cuando estaba aburrido de las mujeres, siempre me gusto dominar
a otros de mí mismo género, era reconfortante y me daba más poder del que ya
tenía. Ahora estaba más calmado y podía pensar con más claridad, a pesar de la
adrenalina comenzaba a sentir el dolor que sus ataques me habían cortado en el
brazo a pesar de haber tenido abrigo. –Será
mejor que colabores o la pasaras muy mal, primero por engañarme y después por
haberme cortado. Dependiendo de tu colaboración es al recompensa que tendrás–.
Pero parecía que le hablaba a una piedra, sabía que estaba adolorido por la
fuerza con la que lo tiré al suelo y ahora por la presión que hice en su cuello
y muñecas, también debía sentir frío. –Es
la última vez que pregunto o prefieres morir aquí de frío–. Al decir esto
último noté un cambio notable en su rostro, que a pesar de ser el de un hombre
era demasiado atractivo. –Me llamo
ChangMin…–.Su voz estaba áspera y tosió al hablar, seguro le dolía, pero a
mi esa sensación me hacía sentir con más fuerza. –Bien ChangMin, será mejor que colabores o te irá peor, pero primero te
debes levantar, hace frío y no quiero un cuerpo frío–. Con todo el cinismo
le dije que le violaría, pensé que eso le asustaría, pero al parecer ya sabía
que eso le haría.
Me
levante y limpie mi ropa, comenzaba a humedecerse, fruncí el ceño y me enoje,
tendría que pasar frío y mi coche estaba a varios kilómetros de distancia.
Levante a ChangMin del suelo con brusquedad, estaba enfadado con él, sus
piernas estaban frías y podía verlo temblar en esos momentos y por un segundo
sentí lastima de él y el fugaz pensamiento de dejarlo se asomó por mi cabeza,
sin embargo no duro más que una respiración. Sus piernas comenzaron a
seducirme, era jodidamente bonitas, de eso no me equivoque, mi cuerpo comenzaba
a impacientarse, al final la caza había sido buena. –Primero dime que estás haciendo aquí–. Señale al mismo tiempo que
le hacía caminar, no estaba seguro de a donde le llevaría, pero de pronto de me
vio a la mente una idea y antes de que pudiera responderme le hice otra
pregunta. – ¿Cómo llegaste aquí? Esta
bastante apartado de la ciudad–.Recibí una mirada mordaz. –Preguntas demasiadas cosas, vine a esconder
algo y llegue en un auto–. Me alegraba que supiera cual era la situación en
la que estaba, pero me puso de buen humor saber de un vehículo. – ¿Dónde lo dejaste? Guíame y más vale que
no intentes engañarme o te ira muy mal… Peor de lo que tengo pensado–.Advertí,
pero recibí un resoplido de aquel muchacho que era ahora que ponía a fijarme en
su rostro, mientras lo tenía tomado del brazo derecho, era evidentemente menor
que yo. –Me llevaras al automóvil y… Ya
veremos qué pasa.- Sonreí con sorna y ahora si pude ver una reacción por
parte de él, sus músculos se tensaron e intento librarse de mí, pero lo empuje
nuevamente al suelo y cayó con el rostro en la nieve, apenas pudo evitar
hacerse daño con las manos que se mantenían unidas por la cinta, sin embargo esa
acción hizo que su cadera se levantara y pudiera notar que no solo su ropa
exterior era de mujer, también la ropa interior, y sonreí, su trasero me estaba
tentando, quería meter mi miembro pronto en aquel pequeño orificio, pero algo
que sé disfrutar es el momento de declarar mi victoria ante mis presas y que
mejor manera que haciendo que sufra hasta el último momento. –No te quieras pasar de listo ChangMin… Y
ya que sé tú nombre es correcto se sepas el mío, soy YunHo.- Y nuevamente
lo ayude a levantarse del suelo, vi el rencor en sus ojos y solo atine a meter
mis manos entre sus piernas y toque sus testículos, estaban duros por el frío.
Soy hipócrita, mi doble moral no tiene límite, mi
educación es una vil farsa y mis modales no son más que un instrumento para ser
aún más despiadado.
Caminaron por varios en
silencio, ChangMin guiando el camino al auto y en su mente iba maquinando la
forma de escapar, no podía acabar de ese modo, en manos de ese sucio y
pervertido, no merecía ser llamado asesino, no podían ser de la misma especie.
Sus pensamientos solo giraban en la forma de escapar, en las armas que tenía en
el automóvil y que se acercaban cada vez
más. En tanto YunHo comenzaba a planear algo más, algo en apariencia
descabellada, pero primero debía dominar a su presa y el momento había llegado, sonrió y empujo con más apremió el cuerpo del menor, estaba
feliz. –Cumpliste con tu parte ChangMin,
ahora me toca a mí–.Susurro
lentamente, mirando fijamente el rostro pálido por el frío del mencionado, ya
no sentía las piernas y comenzaba a ver borroso, pero no estaba dispuesto a darse por vencido. El
mayor de los dos abrió la puerta trasera y de inmediato empujo el cuerpo del
menor contra los asientos, rebusco entre las cosas que ahí había y por suerte
encontró una colcha, aunque esta había sido donde ChangMin envolvió el cuerpo
del tercer hombre que asesino, para que no muriera antes de que llegaran al
sitio donde ahora se encontraban, deseó que la sangre se mantuviera caliente y
así fue; ahora esa manta serviría para cubrirlo a él y que no muriese de
hipotermia.
Hasta ese momento YunHo de
algún modo había estado comportándose de forma amable, a pesar de que nunca
mintió en las intenciones que tenía, pero ahora su semblante cambió, sus ojos
se mostraban felinos y peligrosos, su lengua se pasaba con ansiedad por sus
labios resecos, sus manos se apretaban en puños y solo pensaba en cogerse o más
bien, violar a ChangMin que hasta ese momento no tenía miedo, no era la primera
vez que ocurría eso con su cuerpo, pero no estaba dispuesto a que su vida
acabara de ese modo. El mayor de los dos no perdió tiempo y cubrió el cuerpo de
su víctima con la sabana que tenía un fuerte olor a sangre fresca, pero no
importo. – Ahora veremos qué tan agresivo eres y que tan letal–.Murmuro con
burla en el rostro del menor, YunHo estaba completamente excitado, pero solo se
excitaría realmente de una forma y era la que estaba buscando satisfacer en los
siguientes minutos, cuando viera la
desesperación y la vida irse de los ojos de ChanMin. Ya no habló más, bajó con
fuerza y saña la ropa interior de mujer que portaba el más joven, dejando
marcas por el largo de sus piernas y que provoco que cerrara con fuerza los
ojos, el asesino y captor retiro la falda de su cintura para poder observar su
flácido miembro que se contraía por el frío en comparación con el de YunHo que
estaba por completo erecto y goteando en su pantalón.
El mayor libero su palpitante
sexo que se erizo por la brisa fría que se colaba por las ventanas y la puerta
abierta, jaló las piernas de ChangMin y las dejó colgando fuera del automóvil,
por un segundo este sintió una extraña sensación en su interior, sentía el
miedo que sufrió la primera vez que su padre lo violo, esa primera vez y única, aunque en su mente fueron muchas
veces, esa primera vez que probo la dulce sensación de hundir un afilado
cuchillo en el cuello de un humano, la primera vez que sus manos de mojaron con
el líquido caliente que emanaba a borbotones. No sería tan simple para YunHo,
no, primero tendría que matarlo antes de que alguien más lastimara de ese modo
su cuerpo. Entre jadeos de ambos hombres, el más alto se movió y golpeo uno de
los pies para quitarse de encima al otro, que a pesar del dolor en su pierna no
se movió y sujeto con fuerza las manos atadas y ya pálidas de ChangMin. –Te
dije que seas obediente–.Escupió con ira al mismo tiempo que dejaba de
tomar sus manos para dirigirlas a sus piernas, las separó y a pesar del
forcejeo que el menor hacia le fue imposible evitar y con un ronco jadeo de
dolor sintió la intromisión en su cuerpo de algo grueso, largo y húmedo en su
cavidad trasera, gimió por el dolor que ese gran falo producía al comenzar a
deslizarse por sus estrechas paredes, sintió irá, y después de la ira unas
lágrimas de impotencia, porque sabía que era un castigo, por todas esas presas
que cazo, sin embargo no se arrepentía de ninguna de las vidas que tomo.
YunHo estaba disfrutando tanto
ese momento, sabía que el más alto no podía luchar por el frío que había a su
alrededor, y del que su cuerpo estaba siendo víctima, por eso disfruto aún más
el penetrarle con fuerza que pronto sintió una humedad cubrir su miembro, algo
cálido. Sus gemidos aumentaron conforme se sentía bañar por aquel líquido
rojizo que comenzó a derramarse de la pequeña entrada que era brutalmente
abierta. La caza había sido magnifica. Sus caderas se empujaban contra el
trasero del menor, sus testículos golpeaban y emitían un sonido obsceno que
YunHo excitaba, pero que a ChangMin estaba matando, porque su cuerpo comenzaba
a adormecerse, comenzaba a perder movilidad, y fue justo en ese momento que su
atacante poso las manos en su cuello y comenzó a presionar para robar las
últimas bocanas de aire, y sin embargo algo extraño para los dos ocurrió. YunHo
estaba a punto de llegar al culmine de su acto violento, cuando por necesidad
tocó el miembro frio y flácido del vientre del menor para comenzar a bombear
con brutalidad, que hizo despertar y entrar en calor al sodomizado. Y tan
pronto eso paso ahora ambos gemían, uno contra su voluntad y el otro por el poder
que le confería la situación, sin embargo en ningún momento apartó una de sus
manos de aquel cuello fino, lo presionaba un momento y después lo dejaba
respirar con fuerza, era un juego tortuoso para la víctima y uno placentero
victimario.
Y antes de la última estocada,
el mayor de detuvo y se reclino hasta poder ver el rosto a escasos centímetros
del menor, su miembro estaba por completo introducido entre las nalgas de
ChangMin, que por la presión del cuerpo ajeno abrió más sus piernas para que no
doliera tanto. Gimió en una mezcla de dolor y placer. – ¡Yaaa! –.Grito
desesperado, pero YunHo tenía planeado terminar, y lentamente fue saliendo de
su cavidad para que antes de que pudiera salir por completo volviera a
introducirse en aquella abertura que goteaba sangre y liquido pre seminal. –Te… Tengo… Una… Propuesta…–. Susurro
al oído de ChangMin entre gemidos, dijo unas palabras más y el menor tan solo
pudo asentir antes de venirse violentamente en la mano que nunca dejo de
masturbarlo con saña hasta hacer que su miembro ardiera por el placer y el
dolor. YunHo no tardo más, pero él derramo todo su semen cuando ambas manos
tomaron el cuello del menor y este perdió la inconciencia. –Sin duda has sido mi mejor presa desde que empecé mi cacería, aunque
hasta ahora solo han encontrado a dos.-Con una sonrisa en los labios sacó
su miembro de aquella cavidad profana, la tocó con el índice y recogió la yema
del dedo una mezcla de sangre y semen para llevarla hasta sus labios. –
Has sido mi mejor caza, ChangMin–.Sonrió
y se subió el pantalón.
19 de febrero de 2014, Seúl,
Corea.
La ola de asesinatos no se han
detenido, esta noche se encontraron dos cuerpos en el bosque principal, dos
hombres de los cuales…-La mujer quedó horrorizada y apagó aquel aparato. Se
levantó del sillón donde tomaba un descanso y
se dirigió a la puerta que no paraban de golpear.- Ya voy, ya voy.-
Grito la mujer que al abrir la puerta no pudo más que sonreír de alivió. –
Hijo, no sabes los horrores que han sucedido en el bosque donde planeabas ir
ayer, don hombres…–.Pero fue
interrumpida por su hijo. –Mamá, no
tienes que preocuparte por nada, no asistí por la reunión que tuve con un amigo
–. La mujer miró incrédula a su primogénito, él no tenía amigos y que
dijera eso era demasiado extraño. – ¿Un
amigo? Pero YunHo… Tú no tienes amigos… No que…–. Y nuevamente fue
interrumpida. – ChangMin, pasa, ella es
mi madre–.
La verdadera cacería acaba de
comenzar.
FIN
Aigo!~
ResponderEliminarMi se quedo de O.o jajajajajajajaja no es que cielos! crei que si mataria a Changmin >u< ese Yunhi es todo un loquillo bueno me paso a retirar, es muy bueno el fic
ME ENCANTO!!!!!! EL MEJOR!!! xDDDD ahhh y leerlo escuchando off road -mifavoritadeltense- fue jschsdshsadhaash genial!! xvr!!! gracias por escrbirlo~ <3
ResponderEliminarPTM es simplemente EXCELENTE!!!
ResponderEliminarBueno q te puedo decir la trama es UNICA!!!
PTM es simplemente EXCELENTE!!!
ResponderEliminarBueno q te puedo decir la trama es UNICA!!!
PTM es simplemente EXCELENTE!!!
ResponderEliminarBueno q te puedo decir la trama es UNICA!!!
Wooo.. esto fue demasiado bueno.... ahora mi mente juega con todas las pasibilidades de esas cacerías ~~
ResponderEliminarPoder... Estuvo buenísimo, te juro que cubrió todas mis expectativas y también las sobrepaso porque estuvo maravilloso -Convulsiona-. Escribes hermoso y tú Lemon fue para morirse
ResponderEliminarEspero volver a leerte pronto~
Exijo una conti de esta obra de arte, gracias por tu arduo trabajo linda :3
ResponderEliminarNo es de mala si me gusto un poquito pero no entendí un carajo...... les juro no entendí nadaaaa primero creí que Changmin era el asesino y después aparece que es Yunho(? De verdad alguien me explica plisss?
ResponderEliminarHola~
EliminarBueno, ambos, tanto YunHo como ChangMin son asesinos, representan los dos "estereotipos" que algunos psicologolos forenses atribuyen a los asesinos seriales: aparentar ser alguien bueno y "normal" ante la sociedad y el otro es ser el "debil" y que por causas de la infancia terminan siendo asesinos seriales. :3 espero que te sirva y despeje tus dudas.