Hyun Jong sabía que llegar a bailar como su profesor Jung llevaría mucho tiempo. Fue hasta hace un par de días que puso a prueba su habilidad en el baile, nunca le había interesado hasta que lo vio a él. Casi todas las tardes, después de que las clases terminaran se dirigía al aula de danza y observaba por una de las ventanas cómo Yunho y su grupo practicaban la coreografía que sería presentada en el festival.
En varias ocasiones se paraba bajo el marco de la puerta con la intención de unirse pero después daba media vuelta y se alejaba, justo como lo haría nuevamente, sin embargo la voz de “Sargento Yunho” le obligó a retroceder sobre sus pasos.
-¿Qué esperas para integrarte al grupo? –Se acercó el profesor hasta Hyun Jong mientras se recargaba en el marco de la puerta.
-Yo… tengo que irme.
-¿No piensas practicar? No quiero fallas el día de la presentación.
-Pero, no me sé la coreografía.
-¡Ja! Estoy seguro que la recordarás mejor que Choi Won, -señaló a un chico que seguía con torpeza los pasos como se lo indicaba uno de sus compañeros -lleva toda la semana practicando y no puede hacer bien tres pasos seguidos.
-Entonces… ¿puedo unirme a su equipo?
-Más vale que lo hagas, si no creeré que nos espías para contarlo a tu líder, si es así tendré que matarte.
Hyun Jong sonrió ante el comentario pero borró el gesto al no encontrar un dejo de gracia en el rostro de Yunho.
-¿Vas a entrar o no? Necesito cerrar esta puerta.
-¡Sí, gracias! – entró al aula. Yunho sonrió mientras lo seguía con la mirada, instantes después la puerta se selló.
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-¡Jung Yunho!... ¡tú, tramposo!
La profesora Han pocas veces se mostraba susceptible en público, todos los que la conocían aseguraban que era una mujer discreta y con buenos modales, pero después llegó él. Aquel profesor que sin desearlo sofocaba la madurez de la que Han normalmente presumía, y prueba de ello era la escena de berrinche que protagonizaba en el comedor de la escuela.
Yunho, quien no se inmutó ante los gritos de la profesora de canto, antes bien, parecía reacio a ignorarla, tomó los fideos con los palillos, y a punto de llevárselos a la boca fue detenido causando que los fideos cayeran al piso.
Han, con su mano sobre la de Yunho, tomando a la vez los palillos, respiraba agitada, cualquiera diría que intentaba controlarse para no soltar malas palabras.
-¡¿Te crees muy listo?! –Volvió a gritar – ¿Crees que arrebatándome a un miembro de mi equipo vas a ganarme?
Yunho exhaló con profundidad, los ojos de todos los presentes estaban sobre ellos y para colmo tenía hambre y “esa mujer” no le permitía satisfacer tal necesidad.
-Con todo respeto, señorita Han, no tengo idea de lo que usted me esté hablando –Hizo un leve movimiento con la mano para liberarla pero mientras intentaba soltarse la fuerza con la que era tomado incrementaba.
-¿Quieres verme la cara de estúpida Jung Yunho?
Yunho apretó los dientes, las malas palabras en una mujer siempre le habían parecido molestas, intentó una vez más soltar su mano y lo logró, pero a cambio la profesora le quitó los palillos.
-Veo que pasamos de la formalidad a lo informal, muy bien. –Finalmente se viró mirándola de frente. –Entonces, “Han” –enfatizó el nombre –Te daré un consejo, deberías preocuparte más por mantener interesados a tus alumnos en lo que sea que hagas; y no en demostrarle a todo el mundo que sabes gritar y hasta sacar – de –sus –casillas - ¡a un profesor que tiene hambre! –Sin poder evitarlo sus palabras fueron tornándose más fuertes, para finalmente levantarse, arrebatarle los palillos y volver a tomar asiento.
Como si no hubiera pasado nada e ignorando que Han aún se mantenía de pie con la sorpresa dibujada en el rostro, prosiguió con la actividad interrumpida hace minutos atrás. La profesora dio media vuelta y salió del comedor hecha una furia.
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Yunho observó confuso a Changmin, la mirada de su alumno se paseaba de un lado al otro intentando no hacer contacto visual por mucho tiempo.
-¿Es una broma? –preguntó Yunho, Changmin se balanceaba de atrás hacia delante, con las manos en la espalda.
Hace un par de minutos acababa de pedirle permiso a su profesor para ausentarse de la clase de deportes hasta que pasara el festival.
-No estoy bromeando, queda poco tiempo y no estaré listo para ese día.
Yunho entrecerró los ojos, le molestaba que sus alumnos no tomaran enserio su clase pero más odiaba que fuera precisamente Changmin quien le hiciera esa petición. Ya era suficiente el que no quisiera ser parte de su equipo como para ahora no verlo ni siquiera en la clase.
-No.
-¡Pero… pero… necesito practicar!
-¿Vas a pedirle a todos tus profesores que te esperen hasta después del festival?
-N-no… creo que puedo ponerme al corriente en su clase…
-¿Eso crees? –Cruzó los brazos mientras le dirigía una mirada afilada.
Changmin se encogió levemente, la mirada de Yunho le intimidaba.
-B-bueno… -asentía sin notarse convencido.
-¿Qué harás si te digo que la coreografía para el festival cuenta para la calificación?
-¡¿Qué?! ¡No puede hacer eso!
Yunho sonrió casi imperceptiblemente, con tan poco había inyectado temor en Changmin.
-Soy el profesor, puedo hacerlo.
-P-pero… usted dijo que era opcional.
Su sonrisa se ensanchó
-Tranquilo, sólo hacía una suposición. En cualquier momento podría dejar una actividad que contara para la calificación final, es por eso que no puedes ausentarte.
El joven alumno parecía buscar las palabras correctas para convencer a su profesor pero ante las nulas ideas resopló infantilmente.
-¿Quién te dijo que me pidieras esto?
-La profesora Han cree que necesito practicar mucho más.
Ahora todo tenía sentido, esa profesora se había esmerado en darle dolores de cabeza, seguramente con afán de molestarlo le había pedido a Changmin… un momento, si Changmin trabaja para Han eso significa… Pensó Yunho
-¿Cantas?
Changmin alzó los hombros –Hago lo que puedo –Estaba seguro de haber notado cierto brillo en los ojos de su profesor, de pronto un gesto lleno de ilusión iluminaba su rostro. -¿Qué debería decirle a la profesora Han?
-Te diré algo, si cantas algo para mí prometo pensarlo.
-¡¿Qué?! ¡No!~
-Entonces dile que no se ilusione, petición denegada.
-Me va a hacer practicar todos los días hasta muy tarde.
-¿Cantarás?
-¿Ahora?
-Ahora.
-¡Me niego!
-Buena suerte entonces. –Dio media vuelta para retirarse –Te veo en clase de deportes.
-¡Lo haré! Pero ¿me promete que me dará el permiso?
Yunho se detuvo –Te dije que lo pensaría.
-eish –soltó Changmin sin mirar a Yunho.
-¿Lo harás?
Changmin se mordió el labio inferior mientras un sonrojo pintó sus mejillas, vaciló por unos segundos para después dar media vuelta y correr lejos de Yunho quien lo observó hasta que se perdió de vista entre los pasillos.
-Lástima… aún así no te habría dado el permiso.
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“El número al que ha marcado no existe, por favor, revise que sea correcto” hablaba la operadora nuevamente. Yunho comenzaba a impacientarse, desde hacía unas semanas no podía comunicarse con su familia y eso le alarmaba un poco, tal vez lo mejor sería hacerse de un tiempo para visitarlos más adelante.
Dejó el celular sobre la mesa que le fue asignada en la sala de profesores, había terminado de impartir clases pero debía esperar a que sus alumnos salieran para practicar la coreografía. Se sentía orgulloso de tener a un grupo tan cumplido, en pocos días la aprendieron de principio a fin, ya no era necesario hacerles dar diez vueltas a la cancha de futbol por ausentarse o llegaran tarde.
Miró la hora que marcaba el reloj de pared de la sala, aún faltaban treinta minutos. Alzó los brazos estirándose en la silla, soltó un fuerte suspiro – ¿Dónde quedará el aula de música? –Una inocente pero pícara sonrisa se formó en su rostro. De un salto se puso de pie, guardó el celular en el bolsillo de su pantalón y salió de la sala.
Después de andar de aquí para allá por cuanto pasillo se cruzara en su camino se decidió a preguntar. Y ahí estaba, un salón alejado del edificio de clases, rodeado únicamente de uno que otro árbol, un tanto alejado otro salón. ¿Con qué beneficios cuentan estas materias?... ¿VIP? –Pensó Yunho.
Como un niño jugando a los detectives, se escondió detrás de la construcción, se asomaba de vez en vez hacia la esquina de la pared del costado, si Han lo veía podría comenzar a correr. Pudo ver que había una ventana, con pasos largos y sigilosos se posicionó a un lado de ésta. Viró la cabeza un poco, no quería ser descubierto, pero no alcanzaba a ver nada, prefirió agacharse, posicionarse debajo de la ventana y alzarse poco a poco hasta que sólo sus ojos pudieran ser descubiertos.
Ahí estaban él, en cierto modo le extrañó corroborar que Changmin estuviera ahí, la hora de clases aún no terminaba, ante la desesperación de Han y la negación de Yunho a que Changmin faltara a su clase de deportes tendrían que haberlo pedido a otro profesor ¿Quién habrá sido la víctima de ese par de mentes perversas?
Entrecerró los ojos mientras observaba a su joven alumno sentado en el piso de madera con las piernas cruzadas, miraba las hojas que tenía en las manos mientras movía visiblemente los labios. Yunho se concentró, deseaba poder aprovechar toda la fuerza de sus sentidos y centrarla en sus oídos, tal vez así podría escuchar la voz de Min. Entonces se quedó embelesado, la imagen de Changmin alzando el rostro hacia el techo mientras sus ojos se cerraban, dejando a la vista su largo cuello provocó que el espía tragara saliva con dificultad.
-¿Se perdió, profesor Jung?
Yunho dio un salto del susto, mantuvo sus ojos fuertemente cerrados mientras mantenía una mano en su pecho, su corazón parecía a punto de salir. Una vez más tranquilo se incorporó y carraspeó con el puño sobre sus labios.
-Señorita Han… ehm… ¿ya comió?
La profesora mantenía una pose inquisitiva, con brazos cruzados y mirada severa – ¿Debo asumir que vino a invitarme a comer?
-Claro –asintió obvio -¿Por qué otra cosa estaría aquí?
La profesora levantó una ceja y lanzó una mirada hacia el interior de la ventana, Changmin hacía señales inconscientes con su índice, indicando que debía alcanzar un tono más alto, su cabeza descansaba en la pared mientras sus ojos seguían cerrados.
Yunho se interpuso en su visión, debía convencerla de que su propósito estaba muy lejos de espiar a sus contrincantes –Creo que… hemos iniciado con el pie izquierdo, no es sana la rivalidad entre colegas ¿no cree? Si trabajamos en la misma institución, creo que lo más cómodo para los dos es tener una buena relación. –Han entornó los ojos, inmutable –Así que… ¿hacemos las pases?
La profesora hizo un último análisis de pies a cabeza del hombre que tenía enfrente, su posición había cambiado a una más relajada. Suspiró finalmente –Bien, pero no puedo comer ahora, como ve… –señaló evidente hacia la ventana –estoy trabajando, quizás en otra ocasión.
Yunho sonrió triunfante, no era necesario esconder que se sentía aliviado, aunque la razón fuera otra de la que quería que Han creyera –Entonces será otro día, me retiro… Fighting. –levantó el puño animando a la chica, quien observaba sin gesticular emoción alguna cómo se escapaba el profesor de deportes.
-Profesor Jung –Lo detuvo antes de alejarse demasiado –La próxima vez que lo encuentre espiando en mi aula de música tendré que acusarlo con el director –Yunho no pudo esconder su sorpresa, por lo que recibió una sonrisa ladina de la mujer, antes de entrar al aula.
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La práctica de aquel día había transcurrido perfectamente, a pesar de que Yunho había sido sorprendido espiando en el aula de música, una sensación placentera le llenó todo el resto del día; sin embargo tener a “sargento Yunho” tan excitado represento carga de trabajo para sus alumnos.
La noche había caído cuando Yunho cruzaba el parque que lo llevaba a su vivienda, estaba cansado, sólo deseaba llegar pronto para meterse a la cama y soñar con los ángeles, no pudo evitar sonreír al reconocer cuánto se complementaba esa palabra con el recuerdo de Changmin. Se reprendió segundos después, era cierto que el “as” de Han era atractivo pero no dejaba de ser su alumno y además un niño, maldita la hora que se le ocurrió dar clases a nivel secundaria.
Los maullidos de un gato le hicieron perder la concentración, inconscientemente dirigió la vista hacia donde provenía el sonido. Un pequeño gato café con blanco acompañaba a un joven que se balanceaba en uno de los columpios, el chico mantenía la cabeza gacha mientras el animal, sentado frente a él, maullaba constantemente sin recibir atención alguna.
Yunho se detuvo a analizar de lejos al chico, no parecía moverse, pero tampoco estaba dormido pues se mantenía sentado. ¿Changmin? se preguntó repentinamente, como si su mente lo hubiera reconocido mucho antes que su razonamiento.
Se acercó con discreción, temía hacer un movimiento que pudiera asustar al chico. Cuando el gato se percató de su presencia corrió hacia los matorrales. Changmin alzó la vista, sus ojos se encontraron con los de Yunho y tardó cinco segundos en identificarlo. Su cabeza se separó de la cadena del columpio, donde estaba recargada, y un brillo de esperanza en sus ojos le quitó el aliento al más estricto de los profesores.
El silencio los envolvió, Changmin esperaba a que Yunho hablara, y Yunho estaba perdido en la belleza de su alumno. El más joven dirigió la vista al bolso ajeno –Tengo hambre… –dijo en voz baja y con un toque poco disimulado de súplica.
Yunho miró inconscientemente el bolso, analizaba las palabras que rompieron el silencio. Metió su mano al interior ante la atenta mirada de su alumno quien ya podía saborearse lo que sea que tuviera ahí. Al no encontrar nada comestible y sintiéndose infinitamente mal al conseguir un gesto de decepción se alejó corriendo después de pedir que lo esperara.
El estómago de Changmin no paraba de reclamar por comida, el hambre era tanta que no pudo evitar soltar un par de lágrimas que removió al instante con la manga de su suéter. Marcó a su casa, nadie contestó, sus padres no habían regresado aún y no había nadie que pudiera abrirle la puerta. El gatito volvió, maullaba en petición de un poco de comida lo cual molestó a Changmin, no tenía comida para él, mucho menos para aquel gato. Le dio un ligero empujón con el pie, –ya vete – el animalito se volvió y maulló nuevamente, en un intento por volver a empujarlo, el minino se afianzó del pantalón del chico para comenzar a escalar.
-¡Agh! ¡Quítate! –Min luchaba contra el contorsionista gato quien se resistía con las afiladas uñas enterradas en el pantalón, “Niaaaah~~~” decía el minino -¡duele!
El gatito fue apartado por la mano de Yunho, quien cargaba en la otra una bolsa de plástico, el olor a hamburguesas era muy fuerte. Changmin tragó saliva mientras veía al sujeto quien ahora mantenía al gato contra su pecho. Yunho sonrió enternecido para después extenderle la bolsa, disfrutaba observar la emoción con la que Changmin la abría y sacaba una hamburguesa mordiéndola al instante.
“Niaaaah~~~”, el minino se removió contra su pecho, entonces recordó que lo tenía y dejándolo en el piso abrió su bolso sacando una lata de atún. El gato, que ya se acercaba a Changmin en busca de comida, fue detenido por el fuerte olor de la lata abierta. El profesor sonrió al observar al pequeño animal comer tan emocionado como su querido alumno.
Alzó la mirada topándose con los ojos húmedos de Changmin, la desconcertante imagen le borró la sonrisa. Un gemido gutural brotó de la garganta del más joven, la hamburguesa permanecía contra sus labios siendo apartada cuando el más joven tuvo que volver a secarse las lágrimas con su manga.
Yunho sintió que su corazón se estrujaba, conmovido, se acercó a él y con un trozo de papel limpió los rastros de lágrimas con devoción. –Debiste tener mucha hambre –El niño cerró los ojos reprimiendo el llanto, entonces a Yunho le faltó el aire.
Luchar contra la necesidad de abrazarlo con tanta insistencia, acariciar y besar sus mejillas; olfatear el olor de sus cabellos, de su piel; no era sano. Sorprendido de su inmediata necesidad carraspeó dirigiendo su mirada al pequeño gato que ajeno a todo disfrutaba de su atún – ¡Qué bonito está tu gato!
-No es mío –dijo en voz baja –llegó aquí a pedir comida.
La imagen del gato se le antojó idéntica a Changmin: aquel gato se tragó su orgullo para pedir un poco de comida, igual que Changmin; ahora los dos disfrutaban de lo que Yunho había traído para ellos; sin contar que los dos irradiaban ternura.
-Profesor Jung… - El nombrado alzó las cejas en muda pregunta. –Esta otra hamburguesa… -Miraba hacia dentro de la bolsa extendida.
-Es tuya… si ya no tienes hambre puedes guardarla.
A Changmin se le enrojecieron las mejillas, estaba avergonzado, nunca se imaginó terminar así con “Sargento Yunho” –Gracias –expresó casi en un susurro. Ahora cómo lo vería a la cara, se había mostrado de la forma más frágil ante el profesor más temible, le extrañaba que no lo estuviera regañando por suplicar y llorar como una niñita.
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu casa? Este lugar podría ser peligroso.
Changmin negó con la cabeza mientras apartaba el papel que envolvía la segunda hamburguesa –Mis papás no están en la casa y olvidé mis llaves, no hay nadie y no puedo entrar.
-¿Ya les llamaste? –Sacó la lata de bebida que continuaba dentro de la bolsa.
-Sí, pero no contestan.
-¿A qué hora regresan?
-Creo… que a las 2 am.
“Click” sonó cuando el anillo de la lata se desprendió -¡¿Planeabas quedarte aquí toda la noche?! –No pudo evitar inyectar un toque de reprimenda a su pregunta.
Changmin lo notó y se encogió cerrando inconscientemente un ojo. –Esperaba que regresaran antes.
Changmin era un niño, no importaba cuan duro fingiera ser, prueba de ello era el puchero inconsciente que mostraba en esos momentos. Yunho suspiró, le entregó la lata abierta y observó su reloj, daban las 11:30 pm ¿Cuánto tiempo habrá pasado su alumno sin probar bocado?
“Niaaaaah~~~” El gatito se sostenía con sus patitas delanteras de las piernas de Yunho –Bueno… -Se puso de pie cargando consigo al gato –aún faltan dos horas y media para que regresen tus papás y el gato tiene hambre, no tengo más comida para él aquí ¿vienes conmigo o prefieres quedarte con alguno de tus amigos?
-¡¿Eh?!... ¡no! Y-yo…
-No voy a dejarte aquí, es peligroso.
Ante la clara exigencia de Yunho, Changmin no pudo decirle que realmente prefería esperar ahí, pero ¿ir a casa de su profesor? ¡No quería! Ya estaba suficientemente avergonzado como para pasar tres horas más con Yunho.
-Pr-pre… -respiró profundo intentando controlar sus nervios –preferiría intentar entrar nuevamente a mi casa… podría esperarlos ahí, no creo que tarden.
Nuevamente se hiso el silencio, Changmin temía mirar a Yunho por miedo a un nuevo regaño, Yunho pensaba en muchas cosas por segundo hasta llegar a la conclusión de que lo mejor sería aceptar lo que Changmin quería.
-Bien, vamos.
Changmin alzó la vista en desconcierto -¿Eh?
-Te acompañaré a tu casa ¿dónde queda?
-Ah… ¡No! Está bien, -Se pone de pie de un salto -puedo irme yo solo, está muy cerca.
-Entonces nos cansaremos menos ¿por dónde?
-ah… -Sin posibilidades de ganar, Changmin señala hacia su espalda a la vez que da media vuelta y comienza a caminar.
Yunho lo sigue satisfecho, con el bolso sobre su hombro izquierdo y el gato abrazado contra su pecho.
-Profesor… - Changmin caminaba con la mirada en el piso y las mejillas sonrojadas.
-¿Mmm?
Jugando con las mangas del suéter, jalaba la punta de la izquierda con su mano derecha y viceversa –ehm…
Yunho esperaba expectante, era obvio que le estaba costando mucho trabajo a Changmin formar oraciones.
-Lo siento… - disminuyó considerablemente su voz. Nunca se había sentido tan nervioso, se llevó la punta de la manga a los labios y comenzó a morder.
Yunho estaba a punto de darle un ataque de ternura, sonrió conmovido -¿Por qué lo sientes?
-Es que… -se sobó el ojo con la manga – Yo tenía… mucha hambre y… no pude evitar… pues… -soltó una sonrisa nerviosa, sin poder proseguir se mordió el labio.
Yunho abrió la boca, ya entendía a lo que Changmin quería referirse, ahora comprendía el porqué de la vergüenza del chico.
-¿Te da pena que te haya visto llorar?
El silencio de Changmin fue una muda afirmación –No tienes de qué avergonzarte, dicen que un hombre sólo llora tres veces en su vida…
Changmin lo observó curioso.
-…la primera vez, cuando nace; la segunda, cuando muere su madre; y la tercera… cuando tiene hambre.
Rieron los dos al mismo tiempo, era sorprendente lo bien que se sentía haber roto la capa de tensión que habían tenido. El celular de Changmin comenzó a sonar, en la pantalla se leía “Casa”. Sus padres habían regresado y su madre lo llamó para, asustada, exigirle que llegara a la casa a la velocidad de los chasquidos de sus dedos. Cuando colgó ya estaban enfrente de su hogar, las luces estaban encendidas y ahora temía por la regañisa que le esperaba.
Se inclinó en reverencia hacia su profesor agradeciéndole. Yunho contestó de igual forma, ahora se sentía tranquilo de que Changmin estaría seguro, observó a este último alejarse y él dio media vuelta.
-¡Profesor!
Se volvió al escuchar a su joven alumno quien corría hacia él, sus padres lo esperaban en la entrada de su casa.
-Mi papá puede llevarlo hasta su casa.
Yunho observó a sus padres, quienes inclinaron la cabeza en saludo, él contestó igual para después mirar a Changmin –No vivo muy lejos, no quiero molestar a tus papás.
-Mi papá dice que quiere llevarlo.
-Estoy bien, deben estar muy cansados, te veré en la escuela –sin poder evitarlo revolvió los cabellos del chico con ternura. Changmin se sonrojó y bajó la mirada –Ya no olvides tus llaves.
Changmin negó con la cabeza –Ya no lo haré –rio avergonzado y Yunho sentía que se sofocaba con la sola imagen de su alumno.
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Abrió la puerta de su departamento, encendió la luz y cerró la puerta tras de sí. El gatito permanecía dormido envuelto en la sudadera de Yunho. Apenas abrió los ojos comenzó a maullar.
-¿Tienes hambre? Veamos que tenemos en el refrigerador –Lo dejó en el piso mientras revisaba qué podría darle de comer –Creo que tenía una lata de sardinas… ¡aquí está! –La abrió, vació el contenido en un plato y lo puso en el piso para que el animalito comenzara a comer. Después buscó un recipiente que llenó con agua y lo puso a un lado de las sardinas. Con eso tendría suficiente por esa noche, al día siguiente compraría comida para gato.
Lo observaba comer desde la mesa, no podía evitar compararlo con Changmin, se parecían tanto. Se sentía feliz de tener su propia versión gatuna de Min en su casa –Necesitaré ponerte un nombre… -pensó un poco y de pronto como un flashazo un nombre se le vino a la mente -¿Max? –Inclinó su cabeza hacia un lado -¿Ese nombre está bien para un gato? –Por más que intentara pensar en otro, siempre predominaba “Max” por sobre los otros. –Bien, tu nombre será Max.
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Esta precioso, por fin actualizaste. No te miento al decirte que este es uno de mis Homin preferidos. Gracias por postear, espero que no demores tanto la proxima vez.
ResponderEliminarMe encanto como Yunho se esta dando cuenta de que Changmin le gusta. Me encanta su relacion, prohibida, dificil, distinta, esa relacion en la que solo se empieza admirando y luego esperando pequeños indicios de que tambien la otra persona siente lo mismo. ♥
¡Muchas gracias, me alegra que te guste! Ya estoy escribiendo el siguiente capítulo. Gracias por tu comentario. Saludos :D
Eliminaractualiza pronto ¿si? me gusta tanto este fic <3
ResponderEliminarIntentaré actualizar más seguido, gracias por tu comemtario :D
EliminarAy dios mio pero q hermoso fic ♡ anhelo el momento en q se den cuenta q se aman , me pregunto cual es la edad de Changmin ? Esta en 5to d secundaria , supongo ... ahhh y Yunho debe andar por los 22 :-D ... oh por favor no demores en actualizar ... gracias ♡
ResponderEliminar¡Hola, gracias por leer! La edad que estoy manejando para Changmin es de 15 años, esto es debido a que su debut fue a los 16. La edad que tiene Yunho es 26, muy apegado a su edad actual. Prometo no tardar en actualizar. Saludos :D
Eliminarxd me encanto ya quiero que se den cuenta de sus sentimientos!!!!
ResponderEliminargracias por actualizar y porfa no demores ya quiero saber que continua y que min cante!!!!!!!!
¡Gracias por comentar! Me alegra mucho que te haya agradado, sus comentarios inspiran a seguir escribiendo. Prometo publicar pronto :D
EliminarOMG, te pido por favor q actualices pronto. Cuando me pasaron el fic y lei el primer capitulo me fije q esta dsd el 2012 o_O. Que puede expresar ~~~~~ es un AMOR LLENO DE TERNURA. Me encanta Minnie.
ResponderEliminarGracias por tan HERMOSO fic!!!!!!
Sí, pido disculpas a todas por no actualizar seguido, pero debido a sus comentarios me siento inspirada. Gracias por leer y comentar :D
ResponderEliminarHay un pequeño error, en el primer capítulo señalaba que la escuela de Changmin era preparatoria y en este puse secundaria. Lamento la confusión, Changmin está cursando la preparatoria y tiene 15 años de edad.
ResponderEliminarQuerida Yakimo:
ResponderEliminarHe leído tu fanfic "Lluvia de estrellas" y me ha parecido una historia realmente maravillosa,
La primera parte (la que llamo prólogo) me resultó muy impactante, no necesariamente por la muerte de Changmin en si; sino por que me pareció muy realista, tanto en el hecho de la admiración de las fans y el comportamiento de las anti fans, también por el uso "de la destrucción de lo amado" en relación a que quienes más aman son los que destruyen (perdón, no lo sé explicar como mi maestro y sería muy extenso). El imaginar a Min en esa situación no sabes la tristeza que me causó, sobretodo porque son cosas que siempre he pensado con respecto a las fans y a que "[...] Changminnie quería ser libre."
A mi parecer has hecho un gran trabajo, en la descripción de las situaciones, los sentimientos de tristeza y desesperación se plasman de una manera tan perfecta que logra importar.
Después, con el desarrollo de la historia, si bien tengo una imagen de Changmin como alguien más bien sarcástico, altanero y algo egocéntrico (es mi opinión) la estructura del personaje inocente, algo huraño y tierno queda muy bien, es convincente y sin forzarlo, fácilmente se puede creer en esas características. En cuanto a Yunho de él tengo una imagen de líder carismático, amable, caballeroso y protector; y si bien, cumple con estas características en tu obra, también es más centrado y maduro, con un toque ese toque infantil que lo llega a caracterizar sin ser demasiado obvio y le da equilibrio a la historia. Excelente redacción, ortografía, uso del tiempo y aunque al principio en la descripción decías que podía resultar confuso he de decir que para nada lo es. Simplemente un trabajo maravilloso. Felicidades y de corazón espero que leudas y tengas la oportunidad de actualizar y terminar pronto. No te exigiré que lo hagas porque forzar te a escribir no puede producir una buena obra, seré paciente y esperaré pacientemente y con emoción lo que precede a esta maravillosa y conmovedora historia.
P.D. perdón que mi comentario sea tan largo.
ATTE: Shim Ji Kyung
Wow, descuida, siempre disfruto de leer los comentarios sobre lo que escribo y el tuyo fue en verdad placentero, me alegró el día. Siempre se agradecen las opiniones. Espero seguir manteniendo las espectativas con los siguientes capítulos.
EliminarY como diría TVXQ: Por favor sigue apoyandome hasta el final.
Saludos ^_^
Ugh, leí mi comentario y tiene muchas faltas de redacción , perdón por eso u.u
EliminarClaro que te apoyaré, me has conquistado con una excelente historia
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