-La canción de Changmin es Bed of Roses de Bon Jovi, les dejo el link del audio. Por favor lean con el audio en el momento indicado.
-En el capítulo anterior cometí un error, Changmin estudia en la preparatoria, no en la secundaria, pido una disculpa.
https://www.youtube.com/watch?v=mMXHK4hOdMo#aid=P9FmLSEE9Zo
Espero disfruten de éste capítulo.
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-¡Changmin ah, apresúrate, si llegamos tarde sargento Yunho nos colgara de la canasta de la cancha!
-Ya voy… adelántate si quieres, sólo voy a hacer algo rápido.
Con un gruñido impaciente, Yoon corrió fuera de los vestidores. Ya eran bien conocidos los castigos que imponía Yunho a quienes “no respetaran” su clase y a Yoon le daba pánico provocar a su profesor.
Changmin sacó de su mochila un toper envuelto en una funda de tela, se dirigió al aula de profesores. Como había calculado, su profesor de deportes ya no se encontraba en su sitio, ante la atenta mirada de algunos trabajadores, avanzó hacia el escritorio de Yunho y dejó el toper con la funda.
Llegó corriendo a la cancha deportiva, ya estaban hechos los equipos para un partido de Futbol americano.
-¡Este balón es su vida! –El profesor mostraba el balón en alto –Ya conocen las reglas, si lo llevan al lado del campo que les corresponde ganan tres puntos para su equipo. Haremos dos bloques, la mitad de la clase será para un juego masculino, la otra mitad para las chicas ¿entendieron?
Todos afirmaron en un grito de guerra.
-Hombres, los quiero a todos en el centro del campo ¡Rápido!
Todos se movieron, las chicas se sentaron alrededor del área de juego para disfrutar del partido, los hombres corrieron al centro, equipo contra equipo.
Changmin no sabía qué hacer, los equipos estaban formados y se había saltado las reglas. Observaba a su profesor dando las últimas indicaciones a los jugadores como si se tratara de un entrenador. Estaba seguro de que saldría castigado.
Camino a la salida del campo, Yunho se percató de la presencia de Changmin, su mirada inescrutable insistía en mantenerse sobre el chico, quien hizo una inclinación en disculpa.
-¿Se te pegaron las cobijas? ¿O es que hoy amaneciste con ganas de hacer ejercicios de resistencia? –Preguntaba de espaladas a su alumno -¡¿Listos?! –ante una respuesta afirmativa de los jugadores, el profesor sopló el silbato y el partido dio comienzo.
Changmin se mantuvo de pie detrás de Yunho, observando cómo se movía el partido con las indicaciones del profesor. Las chicas estallaban en carcajadas con cada jugada mal lograda. Por un momento agradeció llegar tarde, Yunho los animaba a seguir jugando a pesar de las fuertes caídas que resultaban entre cada tacleo.
-¿Qué haces aún aquí Changmin? Ya sabes lo que te toca, diez vueltas al campo, no olvides hacer tus ejercicios de calentamiento.
-Sí, señor –Qué distinto era ese hombre al que lo ayudó aquella noche, casi podía jurar que se habría encontrado con el amable gemelo de “sargento Yunho”, uno que gasta dinero desinteresadamente y adopta gatitos hambrientos. Sí, eso tendría más sentido, bromeó Changmin consigo mismo, un gemelo que usa el mismo bolso que mi profesor, que usa su misma ropa y su mismo corte de cabello, tiene su misma voz y su misma complexión… tal vez incluso su nombre sería el mismo, pero es su gemelo. Asintió con una sonrisa, mientras elaboraba sus ejercicios de estiramiento, ajeno a la mirada de reojo que le dirigía Yunho.
El grupo de chicos había terminado el juego, Changmin podía jurar que las chicas era más rudas, incluso se armó una pelea entre dos compañeras que desde hace días ya presumían de una enemistad. Changmin aprovechó la intervención de Yunho en la riña para tirarse al piso y hacer un esfuerzo por respirar. El estricto profesor le había exigido hacer una serie de lagartijas y abdominales después de las diez vueltas que amenazaban con quitarle el último aliento.
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-¿Y? ¿Quién quiere hablar? –La chicas responsables de la riña habían entrado detrás de Yunho a la sala de maestros. El profesor acercó dos sillas para que sus acompañantes tomaran asiento frente al escritorio.
-Ella comenzó –se quejó una, al instante la otra reclamó la acusación.
Yunho vio la funda sobre el escritorio, la abrió extrañado, pudo ver en el interior un toper y una nota sobre éste. Tomó la nota mientras las chicas se insultaban y se culpaban de algo que a grandes rasgos el joven profesor pudo entender. De pronto la nota era más interesante, en ella se leía lo siguiente: Profesor, esto se lo manda mi mamá en agradecimiento al gesto que tuvo la otra noche conmigo. Gracias por todo, atte: Shim Changmin. No había más, pero eso fue suficiente para hacer de ese un buen día.
El sonido de la silla al chocar con el piso alertó al hombre, una de las chicas se había puesto intempestivamente de pie en posición amenazante. Se gritaban una a la otra sobre el arrebato de un novio o algo por el estilo.
-¡Hey, cálmate! –ordenó Yunho a la chica que parecía a punto de darle un golpe a la que permanecía sentada.
-¡No, es que esta estúpida no sabe con quién se metió!
-¡Que te calmes! –alzó la voz. La chica, furiosa, cerró la boca –levanta la silla y siéntate, más vale que ninguna abra la boca.
Las jóvenes se sentaron en silencio, con sus rostros llenos de enfado y brazos cruzados.
-Bien, chicas… -dijo moderando la voz -¿son unas niñas? No vale la pena pelearse por los hombres, al final a él le gustará otra y ustedes terminaran con el recuerdo del enorme ridículo que hicieron frente a sus compañeros.
-¡Pero ella sabía…!
Yunho alzó la mano exigiendo silencio, la chica volvió a recargarse contra el respaldo con los brazos cruzados.
-¿De quién fue la idea de pelearse en mi clase? –Al verlas bajar la vista prosiguió –Si insisten en sortearse al novio a golpes entonces háganlo con disciplina –sonrió al notar el gesto extrañado de las alumnas – ¡un encuentro de Hapkido!
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Changmin guardaba sus cosas, las clases habían terminado y ese día Han no había podido asistir a la escuela. Las llaves del aula de música descansaban en una de las bolsas de su mochila, la profesora se las había dejado para que continuara practicando aunque ella no estuviera.
-Changmin ah ¿nos vamos? – Su amigo lo observaba sonriente.
-Tengo que practicar.
-Han no vino, no sabrá que te fuiste~~
-Ya sé, pero hizo que se lo prometiera, mejor otro día ¿sí?
-Changmin ah~~~ vamos a las maquinitas, hace mucho que no te doy una paliza.
-ja,ja,ja eso es porque eres muy malo.
-¡Bien!, pues quédate aquí, eres un nerd.
-No soy un nerd~~ -se quejó –Vamos cuando pase el festival.
Yoon alzó los hombros infantilmente.
-Nos vemos mañana.
-Adiooos nerd~~~
Su amigo se fue ante un bufido de Changmin, ya se había alejado mucho de Yoon debido a las prácticas, no era de extrañarse que su amigo se enojara con él. Caminó por los pasillos, a decir verdad no tenía ganas de practicar, eso podía hacerlo incluso en su casa ¿para qué quedarse él solo en un salón en medio de la nada? Se detuvo, el grupo de su profesor de deportes debía estar practicando a esas horas. La curiosidad le hizo dirigirse al aula de danza.
El salón estaba cerrado, pero por la ventana se podía ver un grupo grande de estudiantes moviéndose rítmicamente. Changmin pensó en lo bien que se veían los pasos, sin embargo, debido a que no alcanzaba a escuchar la música, resultaban un tanto graciosos. Ahí estaba Hyun Jong, intentaba cargar a una de sus compañeras, ahora comprendía el rencor de Han hacia el profesor Jung. Hyun Jong, por muy mal que le cayera, era uno de los alumnos favoritos de Han y el único compañero que tenía Changmin para el festival. Debido a que el profesor Jung se lo había llevado, ahora él tenía que lidiar con los humos de rivalidad de Han.
Entonces vio a Yunho, una estudiante se le había acercado y hablaba seriamente con ella, movía brazos y piernas mientras le explicaba los movimientos a seguir. El profesor Jung es admirable, pensó Changmin, todo lo hace bien y tiene muchos seguidores. Él había podido hablar muy poco con su profesor, a pesar de que éste último parecía necio en acercase a él, pero no debía tomárselo personal ¿o sí? Hace eso con todos sus alumnos. Sin embargo, mientras lo veía hablar con la chica, no encontraba la mirada que conoció la otra noche. Se golpeó mentalmente por creerse especial para Yunho, todo era culpa de Yoon y sus fastidiosas bromas. Ya estaba delirando, mejor se iría a casa.
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Yunho jugaba aburrido con el toper ya vacío, esperaba que Changmin fuera por él, pero ya había pasado un par de días y el niño no se había presentado. Temía tener que acercarse él. Por momentos se olvidaba de que ya era un adulto y no debía sentirse nervioso por alguien diez años menor, ¿dónde quedaba su hombría en todo esto? Se revolvió el cabello con frustración.
Y sin embargo sentía la necesidad de verlo.
-¿Todo bien profesor Jung?
Jung torció la boca, tal vez para ella todo estaría bien, Han podía pasar todo el día con Changmin sin levantar sospechas. Por un momento se sintió celoso de la profesora de música, ojalá a su alumno le gustara más el deporte. Alzó la vista con una sonrisa forzada –Todo bien.
-¿Ya comió?
-No.
-Vamos a hacer las paces, entonces –señaló la puerta con un movimiento de cabeza.
-¿eh?
-El otro día me pidió hacer las paces, pero no pude acompañarlo a comer porque estaba ocupada ¿recuerda? ¿Aquel día, fuera de mi aula de clases?
-ah… claro – Recordando la situación.
-Entonces…
-Mmm… -guardó el toper en uno de los cajones de su escritorio.
Han alzó las cejas en espera de una respuesta.
-Vamos –sonrió amable.
La mujer sonrió satisfecha y salieron de la sala. Debido a que no podían ausentarse por mucho tiempo decidieron comprar algo y comer en algún lugar de la escuela. Hablaron sobre su niñez, su vida en la secundaria, comparaban a sus alumnos con ellos mismos, reían con sus anécdotas embarazosas. Yunho se sorprendió de lo divertida que era Han, su vida estaba llena de todo tipo de aventuras. La llegada de Yunho a la escuela la había llenado de emoción, ellos eran jóvenes rodeados de maestros viejos, y a pesar de lo “mal portado” que era, la idea de competir contra él le resultó muy atractiva.
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Los alumnos de Yunho se despedían al terminar la práctica, ya estaba cerca el festival y no podía aceptar más errores por lo que terminó la práctica antes y se quedó con un par de aprendices que tenían problemas con los movimientos.
Detenía la música cada vez que veía un error y junto con ellos repetía el movimiento, si no era suficiente, ayudaba personalmente con la posición. Una vez repetidos los pasos que causaban conflicto se decidió a mostrar el baile completo para que aquellos pudieran satisfacer cualquier duda que quedara.
Yunho bailaba a la par que la música sonaba, sin notar que era observado desde detrás de la puerta que no se tomaron la molestia en cerrar. Changmin no dejaba de sorprenderse, los movimientos eran certeros, se notaban fáciles a pesar de la dificultad, bellos pero varoniles. Yunho brillaba con cada paso, derrochaba sensualidad natural. Pensó que la idea del baile como medio hipnótico podría ser un buen ensayo a desarrollar.
Changmin se sentía emocionado, había visto facetas de su profesor que nadie imaginaría, y por alguna razón se sentía feliz. Ya iba a mitad del camino hacia su casa, no podía dejar de pensar en Yunho, no quería, le excitaba recordarlo: sus miradas, sus palabras, su comportamiento… Marcó a su casa, con el pretexto de la práctica avisó que llegaría más tarde, su madre no tuvo otra opción que exigirle que cuando terminara el ensayo corriera a casa.
Retrocedió sobre sus pasos, la escuela se alzaba imponente frente a él, ya comenzaba a oscurecer y las luces a través de las ventanas estaban encendidas. Lo mejor sería esperar fuera de la reja, hacerlo parecer casual, total, su madre le había preguntado por el toper que le prestó al profesor de deportes y Changmin debía regresarlo.
Se recargó en la barda que marcaba los límites de la escuela y esperó. Habían pasado ya 30 minutos, alargaba el cuello por si alcanzaba a ver cuando Yunho estuviera saliendo. Dos siluetas se dirigían hacia la salida, no podía identificar quienes eran, la noche ya había caído. Su corazón comenzó a latir muy rápido. Cuando estaban cerca pudo identificar el uniforme escolar, se trataba de los dos compañeros que se habían quedado practicando con Yunho. Suspiró aliviado, a pesar de que fuera su maestro a quien esperaba, su lado tímido temía el momento en que llegara. Jugaba con los tirantes de su mochila mientras columpiaba su pie de atrás hacia delante, si no se iba pronto su mamá sería capaz de irlo a buscar.
De pronto escuchó risas, una voz femenina muy familiar hablaba animada sobre algo que Changmin no alcanzaba a entender. Se asomó, las dos figuras ya estaban muy cerca de la salida. La voz de Yunho le respondió a Han de forma divertida. Podía contemplarse un aura de comodidad en torno a la pareja, que estaba por demás el reconocer que se veían bien juntos.
Pasaron la reja y continuaron calle abajo, aún doblando la esquina se podía escuchar la risa fresca de Han y las palabras de Yunho como susurros. Changmin permaneció ahí, sin moverse, oculto de la misma forma en que lo estaba antes de verlos juntos, detrás de una gruesa rama frondosa que sobresalía a través de la barda. Sus manos se habían detenido, inmóviles en los tirantes de la mochila, su mirada se perdía en el piso y sus pies no se balanceaban más. Estaba seguro que aunque se hubiera mostrado, los profesores no lo habrían notado. Nunca se había percatado de lo molesta que era la risa de su maestra de música. Arrugó el entrecejo, algo en su interior incomodaba mucho, lo mejor habría sido no haber regresado…
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Changmin no había estado poniendo atención a las clases, no podía dejar de pensar en lo falso que era Yunho: juraba ser un profesor malvado y exigente, pero terminaba mostrándose amable con todos: con él, con Han… con sus alumnos de coreografía… con los gatos sin hogar… Entonces se sintió estúpido, Changmin no era especial para su profesor, Yunho era así con todos. Creyó ver algo distinto a lo que podía ver el resto del mundo pero al final solo había sido una ilusión, una que alimentaba día a día quien creía que era su mejor amigo. En todo caso quien había logrado hacerlo reír era Han, ellos se veían muy felices juntos.
Tropezó con sus propios pies, estaba en medio de una prueba de velocidad y cayó al piso con fuerza, nuevamente mostraba su torpeza en clase de deportes. Debido a la velocidad con que corría, las manos no pudieron soportarlo totalmente y se fue de cara contra el pavimento.
-Aléjense, regresen a la línea de partida –Pudo identificar la voz del profesor Jung, como siempre, dando órdenes. -¿Estás bien? –La mano de Yunho sobaba su espalda esperando respuesta.
El más joven se puso de pie ante la atenta mirada del maestro, cubría su rostro con el dorso del brazo derecho y prosiguió a alejarse fuera de la pista.
-¿A dónde vas? –Lo detuvo del brazo libre pero Changmin se liberó de un arrebato y continuó caminando -¡Shim Changmin te estoy hablando! –exigió con voz dura, como “Sargento Yunho” lo haría con cualquiera de sus alumnos.
Changmin se detuvo, todos sus compañeros observaban expectantes, nadie provocaba a “Sargento Yunho” y le quedaban ganas de volver a hacerlo y Changmin tampoco era uno de ellos, estaba enojado, muy enojado, pero eso no significaba que no lo respetara.
Yunho se acercó con gesto irritado, -Nunca debes darle la espalda a tus mayores ¿qué tipo de berrinche es este? -examinó la herida que tenía su alumno en la frente, se trataba de una raspón, sin mencionar el golpe que se dio.
-Sígueme – hizo un ademán con la cabeza. -¡Hyun Jong, estás a cargo! –El nombrado se acercó corriendo, tomó el cronómetro que le entregó Yunho y regresó con sus compañeros. Jung caminó fuera de la pista asegurándose de que Changmin lo siguiera.
El mayor siempre cargaba un botiquín de primeros auxilios, no era la primera vez que había tenido que curar daños causados en su hora de clases. Forzó a Changmin a sentarse en una de las gradas para los observadores y apenas poniendo fuerza, apartó el brazo con que el chico se cubría. –Eres un niño muy orgulloso, sabes que si te tocas con el brazo se puede infectar. –Prosiguió en limpiarle la herida de la frente con una gasa humedecida con alcohol. Changmin, con los ojos fuertemente apretados se mordía el labio y soltaba gemidos de dolor.
-Yah, si te muerdes así, vas a lastimarte- dijo con tono suave.
Changmin abrió los ojos, Yunho hacía inconscientes muecas de dolor, como si compartiera el sufrimiento. Por un momento sus ojos se encontraron; y Changmin la reconoció, esa mirada… ¿era la misma que mostraba a todos, o tenía un mensaje únicamente para él?
-Debe doler mucho ¿verdad? –Fue la varonil voz de Yunho la que habló… y sus labios capturaron la atención de su estudiante.
-Sí… duele… -Y no mentía, algo dolía pero no estaba seguro si eran los raspones en el cuerpo o algo más bien interno, pero dolía mucho. Quería explicárselo a su maestro, pero su vocabulario no contaba con las palabras aptas para describir aquella sensación. Era inteligente, sin embargo no dejaba de ser un adolescente, joven e inexperto. Estaba consciente de que a su edad era difícil sobrellevar los sentimientos y fácil ilusionarse con ellos. ¿Cómo podía hacérselo saber a Yunho para que él hiciera algo?
Changmin era como un libro que a pesar de todo, Yunho estaba aprendiendo a leer. Podía notarlo afligido, como si hubiera algo detrás del dolor físico, le preocupaba que sus palabras tuvieran un doble sentido. –No te preocupes, dejará de doler.
-¿Lo promete? –susurró Changmin bajando la mirada, sus mejillas se sonrojaron al cometer el atrevimiento de cerrar su mano sobre la que Yunho utilizaba para curarlo.
Algo revoloteó en el estómago de Yunho. El tacto de su mano suave y cálida mandaba exquisitas descargas a todo su cuerpo. La visión de un Changmin extrañamente tímido estaba provocando el sonrojo de su profesor. La mano que Changmin tocaba permaneció inmóvil, Yunho temía que el contacto se perdiera e hizo lo posible para no hacer ningún movimiento –Si no es así… te debo una hamburguesa. –bromeó Yunho y pudo volver a admirar los brillantes ojos de Changmin, así como disfrutar del sonrojo de sus mejillas.
-Si hace eso… todos comenzarán a hablar –se dibujó una tímida sonrisa en el juvenil rostro del chico. Sus dedos se movían casi imperceptibles, rosando el costado de la mano ajena.
Yunho no pudo impedir observar el tacto, sería imprudente girarla y entrelazar sus dedos con los de Min, pero estaba siendo víctima de esa creciente necesidad. -Entonces… ¿no debería invitarte nunca más? – volvió sus ojos hacia la tímida mirada.
Changmin ensanchó la sonrisa y su ojo derecho se entrecerró –No… muy seguido.
¿Qué pasaría si dejara de resistirse y en un arrebato le robara un beso a su alumno? Tragó saliva pesadamente, su boca de pronto se sintió sedienta.
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Yunho se estaba volviendo loco, ¿qué había sido todo eso? ¿Había coqueteado con su estudiante? Pero lo que más le sorprendió fue que de alguna forma se sintió correspondido, Changmin había respondido al coqueteo. Podía recordar el tacto de la mano de Min y una creciente agitación le invadió el raciocinio. Le hormigueaba la mano, necesitaba volver a sentirlo para terminar con esa ansiedad, lo peor de todo es que temía que se volviera adictivo.
Todo esto estaba mal, no debió darse el lujo, desde un inicio, a pensar en un niño. Yunho era un adulto, debía hacer justicia a sus 26 años de edad y no dejarse llevar por tentaciones… o sentimientos incomprendidos. No importaba cuánto analizara la razón de esas emociones, le gustaba Changmin, eso ya no estaba a discusión, la pregunta era “¿Por qué?” Su rostro era angelical, no perfecto, pero bello a fin de cuentas, sin embargo había vistos mejores; no podía ser eso. Su personalidad, fría y tímida a la vez, buscando en todo momento mantenerse alejado de él… pocas veces había logrado mantener una conversación con Changmin; eso tampoco podía ser. Tampoco era bueno en deportes, era débil tanto física como emocionalmente.
No había explicación del porqué de sus sentimientos pero estaba seguro que era necesario en su vida. Que le gustaba todo y nada a la vez, que su alma y su cuerpo pedían a gritos su tacto, su visión, su olor, su voz… Entonces supo que debía detenerse, si no hacía algo al respecto terminaría volviéndose loco y no era lo mejor para Changmin. Yunho no podía dejarse llevar por las emociones, porque Changmin era un niño y necesitaba una historia de amor inocente y pura, con una niña tímida y cariñosa que lo ilusionara, que caminara con él tomados de la mano y volviera su vida color rosa. No a un hombre con la mentalidad ya corrompida por la madurez, aquel que ya ha vivido amores y desamores, que conoce el placer de un buen beso y una excitante caricia.
En un momento de valentía tomó su celular y marcó un número que muy recientemente formaba parte de sus contactos, el móvil sonó tres veces y una voz femenina contestó del otro lado de la línea.
-Yobuseyo?
-¿Llamo al celular de Han?
-Ella habla ¿Jung Yunho?
-Sí… ¿estás libre ahora?
-Puede ser, ¿tienes una propuesta interesante?
-¿Quieres cenar conmigo?
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El festival llegó, había mucha actividad en la escuela. En el patio, los alumnos alzaban mesas de comida, de objetos y juegos. De aquí para allá corrían chicos caracterizados, los baños y vestidores estaban abarrotados: chicas pintándose para salir a escena, cambiándose de ropa, peinándose. Los profesores que participarían en la presentación anotaban a su grupo en una lista dirigida por el director.
-¿Está listo para la competencia, profesor Jung? –Le sonreía Han. Según la lista le tocaría a Yunho competir primero.
-Nací preparado señorita Han, espero que su derrota no presente problemas entre nosotros.
Han sonrió, le gustaba el espíritu competitivo de Yunho. La sonrisa apenas visible del profesor indicaba que sería una competencia amistosa, después celebrarían al ganador, con una comida en un restaurante que ella eligiera, en eso habían quedado cuando cenaron juntos.
El auditorio estaba listo para las presentaciones, Yunho se había separado de Han, ahora se encontraba con su grupo, debía coordinar todo, revisar la ropa y el maquillaje, entregar el disco con la música editada. La gente seguía entrando, padres y alumnos tomaban asiento, en poco tiempo se llenó la sala.
Las luces se apagaron, el público esperaba haciéndose recordar a través de cuchicheos. La luz, que sólo iluminaba el centro del escenario, mostró una chica de frente con la cabeza gacha y a un chico de espaldas al público, en la misma posición. Inició la música: Dangerous de Michael Jackson. La chica hizo un par de movimientos pausados al ritmo del tronar de dedos, el chico caminó en medio círculo hasta quedar detrás de ella, se acercó tronando los dedos y posteriormente haciendo un movimiento rápido colocó los brazos rodeando la cintura de su compañera. Siguió un juego rítmico de manos y pies. Se posicionaron uno junto al otro elaborando un casi perfecto baile coordinado al estilo Street dance. Antes de llegar a la mitad de la canción, cambió el tema al popular Thriller, del mismo cantante. La pareja al centro del escenario se vio de pronto rodeada por zombis que entraban por las esquinas con pasos cortos y rítmicos mientras inclinaban la cabeza hacia un lado cada que el ritmo lo marcaba. La pareja se vio mesclada entre los zombis moviéndose al mismo ritmo. El público gritaba y aplaudía. Los bailarines, con gesto siempre inmutable, movían las caderas, las manos, los hombros; se deslizaban de un lado a otro en grupo como una colonia de sardinas. En la emoción del momento, los jóvenes que observaban la coreografía saltaban y gritaban al cambio de género, carente de un cambio brusco, el grupo de Yunho bailaba ahora al ritmo de hip hop, uno de los alumnos con más experiencia se posicionó al frente mostrando pasos de dubstep. Así dio por terminado el equipo de “sargento Yunho”, ante los gritos y aplausos del público.
Yunho había estado dando indicaciones, al finalizar se acercó a ellos dándoles palabras de felicitación, lo habían hecho muy bien.
-Profesor, le hablan –dijo una chica con voz cantarina, señalaba a Han detrás del profesor. Todos soltaron expresiones de burla. Habían sido vistos juntos y circulaba el rumor de que mantenían una relación.
Yunho alzó una ceja mirándolos con desaprobación, al instante callaron. Rieron al escuchar de su profesor un “Hicieron un buen trabajo, tienen un punto extra”.
Cuando los chicos se dispersaron, Yunho se giró hacia Han.
-Pareces profesor de primaria –rio divertida, -¿No les pondrás una estrella en la frente?
-Lo haré cuando escuche que ganamos.
Han rio con más fuerza –No cantes victoria tan pronto “sargento Yunho”, Changmin es bueno en lo que hace.
-… claro… -Las palabras se fueron, escuchar su nombre le causaba conflicto, se sentía mal, sentía que la noche en que invitó a Han a cenar hubiera hecho algo malo. El rumor de Han y él ya había circulado por la escuela y probablemente Changmin ya lo había escuchado. Yunho sintió nauseas, pero sabía que aunque una parte de él no lo creía correcto, había sido lo mejor que pudo haber hecho.
Yunho observaba las demás presentaciones desde una esquina, fuera de bambalinas Changmin peleaba contra su corbata. Yunho cruzó su mirada con la visión del arma secreta de Han. Dudó en acercarse, fingiría no haberlo visto, es más, se movería de lugar para no tener que toparse con él…
-¿Tienes problemas con eso? – había perdido. Ahora esperaba que Changmin se diera la vuelta y perder el raciocinio al cruzar su mirada con la del más joven.
Changmin se giró intentando aún hacer que su corbata se viera decente.
-No… yo puedo solo –volvió a darle la espalda.
Yunho se cruzó de brazos esperando a sus espaldas, Changmin gruñó desesperado, cuando más quería mostrarse autosuficiente siempre quedaba en ridículo. Yunho sonrió enternecido, se colocó frente a Changmin y reemplazó los dedos de su alumno con los suyos. Mientras hacía el nudo con gran habilidad, Changmin procuraba mantener la mirada de lado, pero su autocontrol lo traicionaba y con timidez se sorprendía a sí mismo observado a su profesor.
Yunho sonrió mientras planchaba con sus dedos la corbata ya terminada –Te ves muy elegante… aunque… una corbata de moño te habría quedado mejor, o un listón…
-Gracias –bajó la mirada sonrojado.
Un silencio incómodo se presentó ante ellos, hasta que Yunho lo rompió –Y… ¿estás nervioso?
Changmin cabeceó afirmativo.
-Lo harás bien, Han tiene mucha confianza en ti.
Yunho notó cómo Changmin se tensaba y se golpeó mentalmente por haberla nombrado. –Bueno… Buena suerte.
-¡Profesor!
-¿Mmm? –preguntó, no había sido rápido en su huida.
-¿Es cierto lo que están diciendo? –Changmin lo observó en silencio por unos segundos, Yunho se mordió el labio ansioso. – ¿La profesora Han y usted… son novios?
Yunho se quedó mudo, había pensado en decir la verdad sin inmutarse si Changmin se lo preguntaba, sin embargo confiaba en que la posibilidad de que eso sucediera era 1 entre 100. Changmin tragaba saliva y le sudaban las manos, no era capaz de sostenerle la mirada al profesor Jung pero se mantenía expectante y un tanto temeroso por la respuesta. Yunho abrió la boca para decir algo…
-¡Profesor Jung! –El llamado de Hyun Jong hizo respirar a Yunho, el chico le hizo una señal con la mano indicándole que debía acercarse.
-Yo… tengo… ¡lo harás bien! –estaba a punto de salir corriendo cuando sintió la mano de Changmin afianzarse a su saco. No quería girarse, no quería responder esa pregunta, deseaba poder mentirle y después correr con Han y romperle el corazón, pero no era lo mejor, no debía ilusionarse con un niño, no terminaría bien para ninguno de los dos.
Se giró y su corazón se detuvo, había visto antes esa mirada, aquella noche cuando lo encontró en los columpios: Min dejaba de lado el orgullo, ahí estaba, con sus emociones a flor de piel, temía la respuesta pero esperaba saberla, Yunho podía leerlo en sus ojos. Titubeó por un momento, supo que ya no tenía salida cuando volvió a escuchar la pregunta.
-¿La profesora Han es su novia?
-… sí…
Se sostuvieron la mirada por cinco segundos hasta que Changmin respiró fuerte y profundo.
-¡Changmin! ¿Estás listo? –Irrumpió Han, se aseguró de que la ropa de su representado estuviera bien puesta, su peinado perfecto, la corbata limpia etc etc.
Yunho se mantuvo alejado, con la sensación de haber traicionado a Min.
-Bien, recuerda, concéntrate en la música y mantén la calma –indicaba la profesora sin reparar en la presencia de Yunho.
Changmin la miraba inexpresivo, lo presentaron en el altavoz y entró a escenario sin volver la vista hacia la pareja.
La luz iluminaba el micrófono que reposaba en su base en medio del escenario, Changmin cerró los ojos y lo apretó con fuerza. El sonido de la guitarra eléctrica silenció los murmullos de la gente. Después de los 35 segundos de intro de guitarra, Changmin inició con las primeras frases de Bed of roses
Sitting here wasted and wounded
At this old piano.
Su voz era apenas un murmullo.
Trying hard to capture the moment
this morning I don’t know.
Tomó con las dos manos la base del micrófono, sus ojos se cerraron con fuerza. Yunho se había acercado a la esquina del escenario, podía verlo de perfil, su voz distaba mucho con la de Bon Jovi, la de Changmin era suave.
Cause a bottle of vodka
is still lodged in my head and
Some blond gave me nightmares
I think she’s still in my bed.
As I dream about movies they won’t
make of me when I’m dead.
A Yunho le gustaba, ¿qué le gustaba? No lo sabía… ¡todo! Ahora también su voz, suave, clara, controlada. Le gustaba mirarlo en el escenario… mucho, demasiado. Su estómago lo sentía.
With an ironclad fist… I wake up
and French kiss the morning.
While some marching band keeps
its own beat in my head while we’re talking.
About all of the things that I long to believe.
About love and the truth and what you mean to me
and the truth is baby you’re all that I need.
I wanna lay you down in a bed of roses.
For tonight I’ll sleep on a bed of nails
Ohh… I wanna be just as close as,
the holy ghost is.
And lay you down on a bed of roses.
La emoción inyectada en la voz de Changmin conmovió a Yunho, las mariposas danzaban de su estómago a su garganta. Su cuerpo reaccionaba a la canción interpretada.
Well I’m so far way,
each step that I take is on my way home.
A king’s ransom in dimes
I’d given each night just to see
Through this payphone.
Still I run out of time or it’s hard to get through.
Till the bird on the wire flies me back to you.
I’ll just close my eyes, and whisper.
Baby blind love is true.
I wanna lay you down in a bed of roses,
For tonight I’ll sleep on a bed of nails
Ohh, I wanna be, just as close as,
the holy ghost is.
and lay you down, on a bed of roses.
Los ojos de Yunho se abrieron enormes, una emoción nunca antes sentida se alojó en su corazón, tuvo que tomarse el pecho, dolía. La música continuaba, la voz de Changmin se volvía cada vez más familiar.
Well, the hotel bar
hangover whiskey’s gone dry.
The barkeeper’s wig’s crooked
And she’s giving me the eyes.
Well I might have said yeah.
But I laughed so hard I think I died.
El solo de guitarra trajo el flashazo de la sonrisa de Changmin, en el fondo una marea de luces rojas parpadeantes, danzarinas. Su mano extendida hacia Yunho.
Now as you close your eyes,
Know I’ll be thinking about you.
While my mistress she calls me,
To stand in her spotlight again.
Tonight I won’t be alone,
But you know that don’t
Mean I’m not lonely.
I’ve got nothing to prove,
For it’s you that I’d die to defend.
Yunho se sentía sofocado, alzaba la mirada hacia Changmin y su mente juguetona le mostraba a un hombre, un adulto que brillaba con luz propia.
I wanna lay you down in a bed of roses.
For tonight I’ll sleep on a bed of nails.
Ohh, I wanna be just as close as,
the holy ghost is.
And lay you down…
I wanna lay you down in a bed of roses.
For tonight I’ll sleep on a bed of nails.
I wanna be, just as close as,
the holy ghost is.
And lay you down…
-Chang doll ah –susurró Yunho entre lágrimas.
…in a bed of roses.
Changmin U__U Yunho idiota!!!!! TT_TT quiero contiiiiii please amo este fic <3
ResponderEliminar^_^ Gracias por leer.
EliminarOtra vez me has dejado sin palabras, felicidades por ser tan buena escritora. Me encanta su relación, se lo difícil que es querer a alguien y que esa persona no te quiera igual, o al contrario querer ambos y no poder estar. Has plasmado los sentimientos de Changmin y Yunho a la perfección. Espero que sigas pronto con el próximo capítulo y bueno te deseo lo mejor del mundo. Gracias por seguir escribiendo :)
ResponderEliminarGracias a ti por seguir este fanfic. Tus comentarios me dejan un buen sabor de boca. Y es cierto, a veces aunque se quieran llega a haber razones para no poder estar juntos e intento mostrar esos sentimientos, tan similares pero correspondientes a la edad de cada uno. Por favor espera el siguiente capítulo, Saludos ^_^
EliminarDios mio!!! Por favor sigue escribiendo, escribes maravilloso
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Me hace feliz saber que disfrutas del fanfic, seguiré escribiendo, en ese caso ;)
EliminarMaravilloso. Me encantó, es simplemente genial la forma en el que manejas las emociones de ambos, la duda, el temor, todo. Posee fluidez, pero al mismo tiempo cierto realismo y madurez.
ResponderEliminarLa única cosa que me hubiese gustado, para darle una carga emocional mucho más fuerte y elevar el momento de tensión hasta una punto máximo antes de la culminación del capítulo es que en la parte que mencionas el solo de guitarra, hubiera sido mejor que las "imágenes" que ve Yunho ve de Changmin fuesen más (cantidad) o en su defecto, que la "imagen única" tuviese aún más descripción del momento que está recordando porque el párrafo es (física/visualmente) muy chico o corto para lo que dura temporalmente el solo porque que (en mi caso) hay que hacer una pausa para poder seguir leyendo y no perder la continuidad de la letra y la canción. Perdón, no se sí me explico bien.
Pero aún con eso, terminé llorando. Estaré a la expectativa de un nuevo capítulo. Gracias por tu dedicación y felicidades.
¡Hola! Te explicas muy bien, y estoy totalmente de acuerdo contigo, no te voy a mentir, esperaba que ciertamente hicieran mención de eso. Cuando mandé la actualización me dio por volver a leerla y me sucedió lo mismo: era muy poca descripción para lo que duraba el solo de guitarra. Pensé que ese error echaría a perder el capítulo pero me alegra de que aún así te haya gustado.
EliminarProcuraré ya no cometer errores como ese, valoro mucho tus opiniones.
Gracias.
Saludos ^_^
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarfue maravilloso me canto el capitulo imaginarme a min cantando y como lo explicas es alucinante y yunho observando me muero y llore mucho con este capitulo espero pronto la continuación gracias.
ResponderEliminarwaaaa me encanto ..Yunho debe estar loco ...como le dice esa gran mentira a Changmin ... cuando por fin min se esta interesando en el ...lo aleja ... no es justo ... pero no le durara ...yo se q no aguantara y terminara rindiéndose a lo q siente, esos sentimientos fuertes e inexplicables hacia Changmin ... Yunho recordo a Changmin cuando canto ??? osea recordo a su compañero de grupo ??? me pregunto q es lo q paso ... ??? esta muy interesante ... gracias <3
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