Un susurro tembloroso irrumpiendo en los oídos del mayor, ojos taciturnos y fijos en su rostro.
-Changmin...
El mencionado titubeó sosteniendo con firmeza el pomo de la puerta, su otra mano cerrada en un puño compacto mientras su cuerpo se estremecía por la incertidumbre, después de diez tensos segundos de contemplación se decidió a ingresar definitivamente al cuarto, un suspiro ahogado entre sus labios y ojos fijos en todos lados menos aquel que reposaba en cama.
-Me alegra que por fin aparezcas-Había sido Junsu.
Yoochun carraspeó mientras tomaba a su compañero de banda de un brazo y le alejaba del otro logrando con ello sonsacar un ligero ruido de protesta por parte del menor, Yunho comenzó a ponerse de pie por iniciativa propia sabiendo que no podía irrumpir en la conversación que los otros dos tenían pendiente.
-Creo que nosotros mejor les damos su espac-...
Yoochun ya iba a mitad de camino al mencionar tales palabras, sin embargo su amigo le cortó tajante.
-No, no será necesario.
El tono en labios de Jaejoong había sido despiadado, casi cruel, tanto que el chico sentado a su lado le miró fijo tratando de comprender si era cierto lo que escuchaba, si el mayor podía llegar a usar ‘Esa voz’ con alguno de ellos. Yoochun parecía contrariado.
-JJ, creo que es mejor si tú y Min...
-Changmin y yo nada- Agregó el otro testarudamente cerrando los puños sobre la cama. –Changmin y yo hablamos bastante bien hace un par de años ya, creo que en esa ocasión todo me quedó muy claro.
-Jaejoong yo tan solo quería...
Insistió el menor sintiendo su pecho contraer.
-¡Dije que te fueras!
-¡Jaejoong! ¡Changmin estaba preocupado por ti igual!
-No me importa... ¡No me importa! ¡Ándate, ándate!
Pronto el cojín en cama del otro rozó su oreja y con la distracción solo alcanzó a esquivar por poco el móvil que se estrelló contra Junsu golpeándole en el rostro y logrando que cayese al suelo con la mejilla partida, Yunho saltó veloz al ver al menor caer.
-¡Jaejoong ¿En qué diablos estás pensando?!
La cara del mayor se contrajo en una mueca de desagrado total, casi como si sintiese asco de ver a Changmin.
-¡Te odio!
Changmin despertó de golpe, su cortina revoloteando con el viento que ingresaba en la habitación golpeaba sutilmente una lámpara provocando un ligero ruido, bañado en sudor, las piernas tiritando, el miedo y la pena estrechando su corazón.
-Jaejoong...
Hacía ya tres días que soñaba cosas parecidas y todas ellas terminaban igual de mal, era como si su subconsciente le jugase una mala pasada, todos los posibles destinos eran perjudiciales para él o alguno de sus conocidos, en todos y cada uno de ellos Jaejoong le odiaba, quizás, era el mismo quien se odiaba un poco y lo proyectaba a través del mayor. Tomó asiento en su cama mientras buscaba en el velador su teléfono móvil, tenía varias llamadas perdidas, algunas de Yunho, su manager, incluso un par de Junsu.
-¿Qué estás haciendo conmigo Jae?
Se preguntó mientras caía nuevamente en su cama con uno de sus brazos ocultando sus ojos y sin ánimos de saber del mundo.
***
-¿Lograste contactarlo?
-No.
-Mierda...
Yoochun contemplaba la distancia, jugueteando con su celular sin llegar a efectuar alguna llamada, Yunho había tenido que retirarse a discutir cosas con su compañía, los otros dos estaban seguros de que el líder recibiría el reto de su vida por los acontecimientos ocurridos en esta última semana, solo podían pedir que las cosas salieran bien tanto para él como para Changmin; El susodicho no había vuelto a aparecer desde aquel día, sin ánimo de especular mucho, Yoochun podía asegurar con un ochenta por ciento de certeza que tenía miedo a lo que dijese Jaejoong, de hecho no había dicho nada, solo retrocedido y caminado lejos del lugar como alma que carga el diablo, desde aquel día el mayor parecía algo más meditabundo, el dolor había disminuido un poco pero el ánimo de su amigo no avistaba un cambio, Yoochun estaba seguro de que esa sonrisa en sus labios era de aquellas amargas que se esmeraba por dar los primeros meses luego de la separación.
-Changmin siempre ha sido muy listo, muy pero muy listo.
-Está haciendo lo peor que podría hacer en esta situación.
Recalcó Junsu con algo de enfado, todo este ambiente le tenía bastante nervioso, Yunho teniendo que dar explicaciones, Changmin comportándose como niño y Yoochun... Yoochun jugando con ese bendito teléfono.
-No, está haciendo lo que todo humano muy inteligente hace.
Dejó escapar su interlocutor digitando rápidamente algo mientras sonreía con ligereza.
-¿Eh?
-Enamorarse como idiota...
***
A veces pasa mucha agua bajo un puente, demasiada, tanta que el miedo a esta incertidumbre puede llevarte a efectuar cosas que en tus cinco sentidos meditarías con mayor tiempo y tranquilidad.
Aquella madrugada encontró a Changmin en uno de los pocos días que hubo logrado despistar a la prensa, después de que Jaejoong despertase estos parecían haber perdido un poco la atención en ellos, no tanto, pero al menos volvía a ser similar a lo que fuese el resto del tiempo, claro, esto solo daba a entender que después de todo lo que buscaban los reporteros y pasquines sensacionalistas era un escándalo de proporciones bíblicas, uno que como comodín, tuviese a Jaejoong muriendo de modo dramático, su estómago se revolvió con tal pensamiento.
No estaba ebrio, solo necesitaba pensar; Por algún extraño motivo su casa no le permitía obtener la calma necesaria para ello, salir de madrugada no era mala idea, era el momento en que las ‘fans’ más extremas elegían para dormir al menos un par de horas, creyendo que ya después de las 3 am era poco probable que fuesen a algún lugar, era el momento en que los paparazzi bajaban la guardia y los reporteros ni siquiera se dignaban a esperarle, era el momento en que podía estar consigo mismo.
Por todo esto había salido del lugar, cubierto con un abrigo, gorro y bufanda, esperando no ser reconocido por nadie en la calle y llegado a uno de ‘esos’ bares, de esos que estaban casi hechos para gente anónima, perdido entre dos locales mucho más luminosos y sofisticados, un lugar en que podía ser uno más y nadie en particular al tiempo.
A Changmin le gustaba este lugar aunque no concurriese muy a menudo, el color sobrio de sus paredes y luces tenues le daban un aire antiguo casi como estar en una película, el ambiente era sereno y conciliador, la música suave solo viejos blues y Jazz.
Una guitarra eléctrica le alcanzó, B.B. King de fondo y él sin un trago con el cual ahogar el túmulo de sentimientos que le invadían, se apresuró a la barra.
-Buenas noches.
-¿Que te sirvo amigo?- El barman le sonrió, sus manos secando ágilmente una gran copa, parecía directamente salido de un western americano.
-Lo que sea para olvidar.
-Ah, mal de amores, esos son comunes por acá. Te voy a dar algo bueno con que borrarlos.
El barman le acercó un vaso claro y de pronto el sabor de un vodka puro inundó sus sentidos, así permaneció la siguiente media hora, repasando viejas tonadas y ahogándose en copa tras copa, era en momentos como este que agradecía su resistencia al alcohol.
-Cuando estás alterado, tiendes a pensar de un modo tan básico y predecible.
Una voz algo suave le hizo voltear casi con brusquedad, Kyuhyun tomó asiento a su costado y le dio una risa sutil y repleta de ironía, de esas que se daban cuando uno de los dos estaba cometiendo alguna estupidez y el otro estaba en el deber moral de dejárselo en claro.
-¿Cómo diste conmigo?- Fue la pregunta seca de su interlocutor.
-No deberías subestimar a tus queridas seguidoras, en especial a esa que está obsesionada con que somos novios o algo así, me llegan mensajes cada vez que sales a algún lugar, cada vez- Aclaró su garganta mientras agregaba con voz ligeramente agudizada y tratando de contener la risa. –‘Oppa~~ Changminnnie salió, Oppa~~ Changminnie seguro te quiere con él, oppa~~’ ‘Asegúrate de que no te engañe Oppa~~’.
Changmin sonrió de medio lado apurando los vestigios del vodka que aún quedaban en su vaso.
-A veces me pregunto si de verdad creen todos en la industria son homosexuales.
-A quien le importa... seguro muchos lo son y no dañan a nadie con ello- Su amigo le dio una mirada profunda, Changmin generalmente no exteriorizaba tal pensamiento, para él, si realmente pudiese elegir, entonces lo más probable es que habría elegido ser heterosexual. -...Quizás no es tan mala idea sabes- Le contempló significativamente hasta que este tomó asiento a su lado. –Después de todo eres uno de los que mejor me conoce.
-Quizás, aunque es una lástima que yo no batee en tu equipo.
-Eso es lo que tratas de hacer creer a todos, pero yo sé mejor- Su amigo sonrió.
-Sigues sin ser mi tipo.
Kyuhyun le dio un codazo mientras pedía un trago para consumir el mismo, tomó un largo sorbo a este sintiendo el alcohol quemar su garganta, solo después de ello se dignó a mirarle otra vez.
-Debo de suponer, que las cosas no salieron bien.- Changmin sonrió a su vez con ironía.
-‘No salieron bien’ sería ser amables, eché a perder todo.
-Tenemos a lo menos dos horas más, cuéntale a tu amor imposible que sucedió.
-¿Minho vino contigo entonces?
-Voy a matarte por eso ¿Lo sabes cierto?
***
“¿Cómo pretenden arreglar esta situación?”
La voz del grupo aún retumbaba en su interior, Yunho se había preparado para ello, después de todo ir de modo tan abierto y encontrarse con los otros tres había sido un riesgo muy algo a tomar, suspiró por lo bajo pensando en cómo jugaría ahora sus cartas sin que tanto él como por sobre todo Changmin, saliesen dañados en el intento. Un par de golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos y sus ojos giraron rápido hacia el reloj en su velador, 5 am ¿Quien podría estar visitando a estas horas? Se puso de pie y caminó hacia esta mientras se ponía una camiseta, después de todo podría ser cualquiera.
-Hola hyung.
Changmin lucía algo mareado, no tanto como para que gente en la distancia lo notase pero si lo suficiente como para poder percibir aquel olor dulzón en él, traía en su rostro una sonrisa sutil y cansada.
-¿Qué sucedió?
-GameKyu me retó a un par de tragos... implícitamente. Salió perdiendo.
Changmin sonrió más abiertamente esta vez, en sus labios la satisfacción era perceptible.
-¿Dónde está Kyuhyun ahora?
-En el auto.
-Vamos por él, que duerma acá, te acompaño a buscarle.
Yunho comenzó a calzar sus zapatos para ir en busca del otro, Changmin por ligeros segundos pareció pensar en algo.
-Hyung... ¿Cómo salieron las cosas?
-Retrasaron el comeback pero mejor hablamos de esto mañana, no podemos tener a Kyuhyun durmiendo por siempre en tu auto.
-Tienes razón, esa fan loca me acusará de ser un mal ‘esposo’ o algo, si continúo así me demandarán al tribunal de familia– El menor negó con su cabeza.
-¿Esposo?
-Nada muy importante de mencionar.
***
-Jaejoong.
Fue un murmullo escapando débil entre sus labios, aplacado por aquellos ojos fijos y vacíos que traspasaban su propio ser he iban a dar contra la pared, por un segundo Changmin temió que esos años lejos hubiesen hecho al mayor olvidar su rostro, su nombre, toda historia que acaeciese de por medio entre ambos y toda aquella a su vez, que jamás pudo unirse a los propios recuerdos por necedad y muy mal ajuste de tiempo.
-Changmin.
Solo allí pudo notar... lo mucho que había extrañado a esos labios moverse pronunciando su propio nombre; Sintió las piernas desfallecer de golpe y por un segundo quiso correr y no dejarle ir jamás.
-Jaejoong, yo quería...
-Creo que mejor nos retiramos.
Yoochun había hablado mientras tironeaba de Junsu fuera del lugar, Yunho les había seguido y el sonido seco de la puerta cerrando tras ellos les dejó claro que se encontraban solos y por fin deberían arreglar todo este embrollo.
-Jaejoong yo...
-Te amo.
-¿Eh?
-Aún te amo, pero...- El mayor fijó sus ojos en los suyos propios dejando escapar aquel gesto de resignación que Changmin había aprendido a odiar. –Pero ya es tarde...
Changmin esta vez no despertó de golpe, sus ojos trataron de aferrarse lo más posible a aquel sueño buscando poder cambiarlo pero no lo consiguió, tardó casi un minuto en poder ubicarse y dejó escapar el aire en sus pulmones frustrado, debía hablar con Jaejoong, no podía seguir extendiendo este asunto por más tiempo, era una reverenda estupidez hacerlo y lo sabía de antemano, pero lo cierto es que no estaba acostumbrado a ser el que más tenía que perder.
-¿Que estás haciendo conmigo Jae?- Se preguntó enésima vez mientras se levantaba y dirigía hacia el baño. -¿Que estás haciendo conmigo...?
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