¿Dónde está Junsu? cap 1

Luces que brillaban por todo el lugar, un montón de globos en las paredes y algunos tirados en el suelo, la música sonaba fuertemente haciendo retumbar la casa, el olor a cigarrillo y su humo que hacían que una capa gris llegara a casi la mitad partiendo desde el techo, copas con alcohol y un poco de este derramado sobre el sofá, el baño completamente sucio, el papel higiénico colgando desde la cortina de la ducha, colillas de alguno que otro cigarro en el suelo, un par de chicos besándose apasionadamente sentados sobre el inodoro… así se encontraba la casa de Kim Junsu, en la celebración de su cumpleaños numero 21.

Habían sido dos meses de organización para el evento, esa cantidad de tiempo habían invertido los cuatro amigos mas cercanos al cumpleañero, quien compraría los globos, la torta y regalos varios para el festejado, dos meses que fueron en vano porque solo uno de ellos recordó lo que tenia que llevar, solo los globos fueron la gran “organización del Happy B-Day Su” como le decían al gran suceso. Un completo caos, en donde ninguno de los cuatro amigos mas cercanos a Junsu olvidaron llevar alcohol… que importaba, la torta y los presentes eran solo material, la idea era festejar muy bien como su pequeño SuSu crecía.

-¡Esto es horrible!- se lamentaba el chico apoyando su mano en su cabeza para hacerle de sostenedor.

-Tranquilo Junsu, es tu cumpleaños, tienes que divertirte!- su amigo lo animaba o al menos, eso intentaba.

-Si mis padres llegan, esto será horrible!...- imágenes de sus padres reprochándole el desorden y haciéndole limpiar con la lengua el chiquero del suelo llegaron a su mente.

-Ya deja de quejarte, que con los chicos nos esforzamos mucho para esto! Así que te levantas y bailas conmigo!- tomo la mano de Junsu y lo levanto del asiento en donde estaban, haciéndolo caminar hasta donde todos bailaban.

-Gracias Minnie…- le hizo caso a su amigo y se dispuso a bailar, mientras lo hacia no sabia como había llegado una copa a sus manos, sin cuestionárselo mucho comenzó a beber de ella.

El sudor comenzó a resbalar por su rostro, estaba completamente ido con la música, su copa siempre estaba llena y no se explicaba como podía pasar, si juraba que había bebido de ella unas mil veces, cerraba sus ojos de vez en cuando y los abría al sentir el rose de su cuerpo con el de su amigo.

-¡Minnie! No bailes tan cerca de mí, si tienes mas espacio…- reprochaba y elevaba su voz para que el otro le escuchara debido a la fuerte música.

-¿Qué?... ¿Qué baile mas cerca tuyo?... Esta bien- Changmin comenzó a apegarse mas al cumpleañero, aprovechándose también de los empujones que los otros invitados que bailaban de daban a el y a Junsu.

-¡Que no tan cerca Min! …- intentaba apartarse un poco de su compañero de baile pero estaban en medio de un montón de personas más. Junsu pensaba si es que acaso era una pista de baile de un club o algo. Pero las luces de colores y el alcohol en su cuerpo no lo dejaban concentrarse bien más de veinte segundos.

-Vamos SuSu ah… si este es tu regalo de cumpleaños…- dijo en tono mas bajo del que Junsu hubiera preferido.

-¿Qué? Ay Changmin no me hables bajo que no te escucho!... Maldita gente que no se calla!!!....- se estaba empezando a alterar, los demás lo empujaban, sintió uno que otro agarrón en su parte trasera y el rose de su cuerpo con Changmin lo estaba poniendo nervioso.

Que demonios, Changmin se había vuelto un hombre de la noche a la mañana, tenia un cuerpo bien formado, una muy buena altura, su rostro y actitudes eran muy varoniles, su tostada piel rozando con la propia lo hacían sentir uno que otro escalofrío, pero era su pequeño Minnie. NO. No estaba bien que tuviera ningún pensamiento extraño con su tan bien parecido y sexy amigo menor.

El regalo de cumpleaños que se diera a si mismo aun no estaba decidido.

-¡Minnie!... creo que iré por un poco de agua OK…- le dijo acercándose a su oído como ultimo esfuerzo y sacrificio para no caer en la tentación de Changmin.

-Esta bien, yo te espero aquí…- dijo el alto, mientras veía como el delfín se alejaba de el y el pasaba su lengua sobre sus labios al ver cierta parte trasera que se encontraba en su Hyung.

Junsu camino hasta la cocina para tomar un poco de agua fría y ver si el calor que estaba sintiendo en su interior se calmaba, tenia que esperar, no podía ser tan ansioso.

Abrió la puerta de la repisa en busca de un vaso, estiro su brazo hasta el, cuando otra mano se poso sobre la suya luego de tener en su poder el objeto de vidrio.

-Lo siento SuSu ah…- fueron las palabras que salieron de esos rosados y carnosos labios que ahora Junsu no podía dejar de ver, pero su pensamiento se estaba yendo completamente a otro sitio de su cuerpo, su parte trasera en donde el chico en cuestión estaba apoyado.

-Jaejoong Hyung…- susurró Junsu.

No soltaba el vaso, solo podía mantenerse quieto ahí, sin ningún músculo reaccionándole, el peso del cuerpo de Jaejoong estaba justamente puesto en donde Junsu abría preferido que no fuera y el pecho de Jaejoong en su espalda.

-¿Qué? Acaso vamos a pelear por el vaso hahaha… me lo llevo yo…- dijo sonriendo el pelinegro, quitándole de la mano el vaso a Junsu. –¿Te has divertido?- preguntó el mayor.

-S-si… - musito.

-¿Seguro que te has divertido?... pero si no haz estado ni un solo minuto conmigo eeh… como seria posible?- una de las cejas de Jaejoong se alzó y una pequeña sonrisa lujuriosa nació en sus labios.

-He bailado con Changmin y bueno… fue bastante divertido…- las sensaciones que le daban el cuerpo de Min habían vuelto a su cuerpo.

-Changmin?.. Hahaha por favor… entonces te haz aburrido un montón Junsu, no me quieres ayudar a servir un poco más de cerveza SuSu ah…?- Junsu quedo prendado al movimiento que hacían esos labios color dulce, como se movían con cada palabra y deseando saber si solo su color los hacia ver dulce o si lo eran realmente.

Jaejoong había sido su amigo desde hace mucho tiempo, siempre lo encontró atractivo y especial pero desde hace un tiempo hasta acá sus ojos se había puesto sobre sus labios, ¿Quién no querría besar unos labios así y perderse en ellos?. Pero no podía, no aún, como caer tan fácil ante esos movimientos y sin olvidar el marcado cuerpo que tenia su Hyng y que esa noche por alguna extraña razón cubría mas de lo que abría preferido, quizás… no estaría mal… ¿Quitársela?

-No Hyung… necesito ir al baño, bebí mucho agua creo…- intento excusarse para apartarse de Jaejoong y evitar mirarlo a la cara.

-Esta bien… pero luego me vienes a ayudar aquí con este problemita …- termino Jaejoong, mientras veía como el delfín se alejaba por el pasillo hasta el baño… -Ay Susu ah… nunca bebiste agua… no será que vas al baño por otra cosa? Quizás yo te podría ayudar luego…-

-Jaejoong!...- se escucho un grito desde el living.

-Ya voy…!- grito de vuelta y se fue hasta donde la voz que lo llamaba en la fiesta.

Intentaba despabilar dandose pequeños golpecitos en su rostro, es que no podía seguir pensando así en Jaejoong, mejor se lavaba un poco la cara para despejarse.

Abrió la puerta del baño cuando esta golpeo con la espalda de alguien más.

-Lo siento Yuhno Hyung…- sus ojos se abrieron como platos, Yuhno estaba sin camisa dentro del baño y una que otra gota de agua en su rostro –Yo vengo después…- Junsu se apresuro en cerrar la puerta cuando el chico moreno lo detuvo.

-No Junsu… ven entra, ayúdame…-

-¿Ayudarte? … a que?- Miles de imágenes de Yuhno sin camisa y haciendo cosas demaciado sexys para su gusto en ese momento venían a su cabeza… ¿es que acaso queria que lo ayudara con …?

-Mi camisa se ensucio, cuando vine al baño estaba Yoochun y bueno… vomito… sobre mi al verme…- los ojos de Yuhno intentaban no tener en su enfoque la mirada de Junsu ya que había podido notar como salía una sonrisa desde esos labios.

-Hahahaha… pero Yuhno… como es posible, te vio la cara y te vomito, como si estuvieras bien feo… hahaha…- la risa de Junsu no podía parar le causaba risa todo, y decidió ayudar a Yuhno a lavar la camisa aunque ver su abdomen bien marcado lo estaba desconcentrando un poco…

-¡Junsu! El jabón!... se esta saliendo del lavamanos… ten cuidado! En que estas pensando tontito…- sonrió

-En… nada Hyung- sus mejillas se tiñeron de color rojizo y ahí fue cuando Yuhno noto que pasaba.

-Aaaah… esta bien sucia esta cosa…- hablaba y en un acto de “descuido” de parte de Yuhno un montón de agua se le vino encima, mojando su abdomen y la entre pierna de su pantalón.

-¡Yuhno! Pero mírate no mas, como has quedado- decía Junsu mirando el agua deslizarse por la piel del alto.

Yuhno, era su amigo desde la escuela, siempre fue muy bueno en los deportes y preocupado por su estado físico, y definitivamente su candente cuerpo actual era el fruto de ese esfuerzo. Una gota de agua seguía cayendo por su abdomen hasta desaparecer al chocar en el principio del boxer de Yuhno, como si esa gota lo llamara a jugar.

-Junsu… ayúdame, sécame con esa toalla es que yo tengo las manos llenas de jabón…- le decía Yuhno mirando directamente a sus ojos, hasta que los del menor lo miraron fijamente.

-Eeeeh… espera, iré por una toalla al cuarto- Junsu salio corriendo del baño con su rostro completamente rojo de vergüenza y las manos le picaban por querer tocar el cuerpo de Yuhno, pero no, debía mantenerse fuerte, aun no podía.

-Pero Junsu… si aquí hay una…- la sonrisa en su rostro se volvió a colar en sus labios, ponía nervioso al delfín y eso le gustaba mucho, esperaría a que volviese con la toalla.

La respiración de Junsu se estaba agitando, ya llevaba tres encuentros en donde podría haber tenido su regalo, pero no, debía esperar, debía analizarlo muy bien y buscaría la toalla para Yuhno para luego descansar un poco en su habitación, el alcohol le estaba empezando a pasar la cuenta y se estaba mareado.

Abrió la puerta del dormitorio y camino en la oscuridad hasta su cama para sentarse un poco en ella e intentar que el mundo dejara de dar vueltas para buscar en su closet la toalla. Cuando estaba estabilizándose un poco y al menos la televisión que estaba en frente de él se dejo de mover, pudo mas o menos creer que podría levantarse, estaba en el impulso de hacerlo, cuando unas manos abrazaron su pecho y erizaron cada bello de su piel con su contacto.

-SuSu ah… me siento malito…- susurraron en su oído.

-Yoochun… no, no sabia que estabas en mi cuarto…- intentaba decir Junsu cada palabra sin un gemido entre cada una de ellas, el toque del otro chico, su cuerpo tan cerca, ambos en su cama, la oscuridad de su habitación y el alcohol en el cuerpo que tenia cada uno no estaba ayudando en lo mas mínimo a Junsu.

-Me vine a recostar un poco, no me siento nada bien Junsu, cuídame… si?- Junsu no podía ver el rostro de Yoochun ya que aun lo sostenía por su espalda, pero su voz se escuchaba tan sensual, era la mezcla perfecta entre sensualidad y dulzura juntos, una fantasía.

-Ven recuéstate aquí conmigo, SuSu ah… además tu también estas bien tomado, tienes olor a alcohol…- las manos de Yoochun comenzaron a jalar de Junsu para que se acostara junto a él.

Yoochun… Micky como le decían cuando hacia cosas malas, su gran amigo, con quien había compartido miles de momentos, de quien había escuchado las historias mas sensuales y sexuales que nunca pudiese imaginar, pero Yoochun siempre lo hacia, siempre le contaba esas historias a Junsu, en donde el ratón era el protagonista, con su voz suave, con lujos de detalles, haciendo que el menor imaginara todo… Micky, sabia lo sexy que podría ser todo, sabría lo que le gusta, seria… un buen regalo de cumpleaños. Pero, no, tenia que pensar, no podía dejar todo al azar, le había costado ya rechazar otras tres antes, pero debía poder con esta… cuando unos dedos empezaron a colarse por debajo de su polera, las manos de Micky.

-Yo… yo voy por un medicamento para ti Yoochun, estas bien mal… quédate aquí…- dijo saltando de la cama y soltándose del agarre del ahora enfadado Yoochun.

-Bueno Junsu… pero vuelve, que estoy bien mal…- decía Yoochun recostado aun sobre la cama de Junsu, viendo como la puerta era cerrada detrás de su amigo, se llevo uno de los dedos que tocaron la desnuda piel del delfín a sus labios, saboreando un poco lo que seria ese chico.

Un gran suspiro se escapo de sus labios, es que no podía tener mas calor, como era posible que sus cuatro amigos estuvieran poniéndolo así, el quería un regalo de cumpleaños pero ya no sabia cual.

Camino hasta el patio de su casa, en donde no había nadie, ya que el había prohibido el paso porque si alguien arruinaba el jardín de su madre ahí si que seria hombre muerto. Se sentó en una de las bancas para meditar que haría o a esperar una señal divina que le digiera por quien debía escoger, quien le daría su mejor regalo de cumpleaños, cuando su celular comenzó a sonar, metió la mano dentro del bolsillo de su pantalón y lo saco, era un mensaje de texto. Abrió de este.

“SuSu ah… vas a venir o no?
me dejaste esperándote”

Junsu sonrió. Quizás esa era la señal que esperaba. Se levanto de la banca y elimino el mensaje que acaba de recibir y comenzó a caminar hacia lo que según creía el destino y la señal le habían preparado.


Comenzaba un nuevo día, el sol estaba deslumbrante, casi tan brillante para dejar ciego a cualquiera que osara mirarlo de frente.

Un auto se estacionaba frente a la casa de la familia Kim, del bajo una mujer muy bien vestida que se apresuro a entrar a su casa, en la que veía un desastre y eso que solo veía la entrada, no el interior.

-Este Junsu vera lo que soy capaz de hacer si es que la casa esta destruida, dijo que solo vendrían unos pocos amigos…-

Abrió la puerta y no vio a nadie, solo un gran chiquero por todo el lugar, la sangre se le estaba viniendo a la cabeza, y grito.

-KIM JUNSU VEN INMEDIATAMENTE PARA ACÁ! MIRA ESTE TIRADERO, ESTA TODO SUCIO…. Y MIRA EL SILLON TIENE MANCHAS DE VINO Y DE ALGO BLANCO UN POCO RARO…! CON LA LENGUA VAS A LIMPIAR TODO ESTO! YA VERAS MAL CRIADO… VEN!- Solo los gritos de la mujer se escuchaban en la casa… al no sentir respuesta alguna se paseo por la casa en busca de su hijo.

Termino de ver el living… y nada.

Llego hasta la cocina… y nada.

Fue a ver el baño… y nada.

Con ira llego hasta la habitación de Junsu para gritarle un par de cosas más sin importar si este dormía, pero al abrir la puerta no vio… nada.

Junsu no estaba en casa.

Tomo su celular y marco al de su hijo, pero lo único que pudo escuchar fue…

“Usted será transferido a un buzón de mensajes…” y corto, no respondía y no estaba en casa, no había nadie más ahí.

Su hijo… había desaparecido…

¿Dónde está Junsu?

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