Holding back the tears prologo

Uno, el primero en atacarle. Dos, los que le mantenían agarrado para que no se moviera de dónde y cómo estaba. Tres, las veces que había rogado para que le dejaran en paz. Cuatro, los fuertes golpes en su estómago.

Así podía llegar hasta 10. 10 eran las veces en aquel mes que los chicos de la escuela lo acosaban al volver a casa después de los entrenamientos del equipo de fútbol. No entendía por qué eran de aquella manera con él, si era un simple estudiante. Él, que vivía con su madre porque su padre trabajaba fuera y su gemelo estudiaba en China, demasiado lejos de él como para poder ayudarle.

-Ba… basta, por favor…-jadeó sin aliento cuando sintió como lo soltaban y volvían a dejarle lleno de heridas tanto por fuera como por dentro.
-A ver si así aprendes de una vez, Kim.-dijo una voz grave delante de él mientras el agredido trataba de ver algo pues hasta los ojos le dolían. Había escuchado minutos antes como alguien se bajaba la cremallera del pantalón, y por la voz, descubrió que era él su agresor y violador.
-¿Qué… qué he hecho…?-preguntó con el poco aliento que fue capaz de encontrar.
-Le has robado el puesto de capitán a MinHo, y eso no se perdona. –contestó otra voz, algo más aguda que la anterior pero que sin duda continuaba siendo de un chico.
-Lo… lo siento…
-Lárgate a casa con mama!!-chilló otro mientras volvía a pegarle una patada, dejándolo allí tirado y totalmente destrozado.

Sin saber como, consiguió levantarse y vestirse, recoger sus cosas y caminar pesadamente hasta casa. Por suerte no le quedaba demasiado lejos. Al llegar, llamó al timbre pues no se veía con fuerzas para sacar las llaves. Al poco rato, escuchó como su madre salía y abría la puerta.

-¡¡JunSu!!

El nombrado trató de sonreir o decir algo, pero simplemente se dejó caer a los brazos de su madre, que lo recogió y acompañó hasta su habitación. Una vez allí, lo acostó en la cama y empezó a curarle en silencio, sabiendo el motivo de aquellas heridas. Al instante, el pequeño se echó a llorar.

-Omma… cambiame de instituto… por favor omma… no puedo más… donde sea… menos en este…
-JunSu… haré lo que sea… no te preocupes, no volverás a ese instituto…no dejaré que vuelvan a tratarte de tal manera…

El pequeño solo pudo sonreir levemente para luego quedarse dormido entre los brazos de su madre, esperando que de verdad consiguiera su traslado a otro instituto, y así poder olvidar todo eso que lo llevaba atormentando tanto tiempo.

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