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Arualthings

Why / Empty? - Capitulo 8 (Vol.II)

"Una compañía no deseada"


Ambos trabajadores asalariados se acercaron (con sus descuidados maletines en mano) al ‘bar-carpa’ que se encontraba en mitad de la nocturna calle, tras divisar a una importante persona sentada en el lugar….

¿Por qué una sensación extraña les invadía al estar ahora junto a un personaje conocido? Jaejoong originaba en los ‘mortales’ cierto éxtasis al tenerlo cerca, teniendo aquel mismo efecto incluso en aquellos hombres.

— E-está borracho — subrayó incrédulo el hombre más rollizo y con gafas al acercarse.

El compañero, delgado tal y como un esqueleto, se atrevió a tocar el hombro de la celebridad logrando que Jaejoong se removiera sobre la mesa y alzara al fin su rojizo rostro.

Efectivamente, acababa de comer (por lo que mostraba las comisuras de sus labios) y estaba ebrio, más de lo que había planeado... No importaba cuanta tolerancia al alcohol pueda tener una persona, cualquier límite era superable, y Jaejoong había logrado superarlo de nuevo...

Ambos hombres se miraron con cierta maldad.
Cada uno de ellos tomó una silla, y se sentaron a cada lado de la ‘embriagada estrella’ en la baja mesa que disponía el descubierto ‘pojang-macha’.

— Vamos a tomarnos unos tragos con él— el hombre de redondas lentes aplaudió exaltado, mientras observaba a Jaejoong con entusiasmo.

— Es extraño que alguien como tú aparezca por aquí… — comentó el otro.

Jaejoong intentó reponer su seca y escocida garganta, y sólo logró decir:
— Desapareced —
Palabra que ambos hombres ignoraron.

El de rostro grueso y ojos acristalados se acercó sospechosamente al rostro de Jaejoong.

— Es más hermoso a cinco centímetros de distancia que en cualquier otro sitio—confirmó, observando impresionando los grandes ojos de colores falsos que presentaba Jaejoong — ¡Eres un chico con suerte! Nosotros apenas tenemos dinero para tomar el taxi de vuelta a casa después de trabajar — suspiró tomando el poco líquido que quedaba en el vaso de la mesa.

— La vida es una verdadera mierda — apostilló el otro — en cambio, tú lo tienes todo tan fácil… — le señaló con su raquítico dedo.

Jaejoong estaba demasiado cansado para hablar… Tenía la extraña sensación de encontrarse en el pasado con unos insoportables maleantes, y pensó que la gente podía llegar a ser igual de molesta sin importar que edad tuviesen. ¡Era detestable!

— Verdad, verdad … Él tiene mucha suerte.— dijo el otro extraño, mientras subía sus lentes con el grueso y corto dedo sobre el puente de éstas — Todo son lujos para ti… — palmeó el hombro de Jaejoong; y quizás sus palabras tenían algo de verdad, pero Jaejoong negó repetidamente aquello a la vez en la que removía su hombro para apartar la mano del hombre.

Sacudió su cabeza una y otra vez, negándolo:
— N-No fue f-fácil. No siempre fui lo que ahora soy — farfulló.

¿“Suerte”? Él en el fondo sabía que no existía algo como eso…
Todo lo que había hecho era gracias a su astucia.
Pero no era algo por lo que sentirse orgulloso ahora...

— ¿Dices que no tienes suerte? — el esquelético jornalero se sintió humillado. Se quedó largo rato observando las manos de Jaejoong que portaba unos masculinos accesorios. — ¡Ya sé! Entonces no te importara que te quite esto, ¿verdad? — preguntó robando uno de aquellos anillos de los dedos de Jaejoong, quien intentó apartar su mano, pero le fue imposible de evitar...

El escuálido hombre se llevó el anillo a la boca, mordiéndolo fuertemente con los dientes.
— ¡Es de plata! — afirmó con un dolor insoportable en el premolar.

El compañero le miró impresionado.
— ¡Él es realmente famoso, una estrella del rock! — le recordó.

— Creo que podemos aprovecharnos de este momento de suerte — se guardó aquel anillo en el bolsillo interior de su sucio traje, y miró a Jaejoong, quien parecía ausente. — ¿Crees que tendrá algo interesante que decirnos? — le preguntó a su acompañante de lentes.

El hombre contestó afirmando a la pregunta, y las carnes que colgaba de su cuello se movieron. Los dos sonrieron cómplices, y el más delgado de ambos sacó de su maletín su teléfono móvil. Y aquel aparato dejó en evidencia su poca fortuna.

Era un viejo celular que aún mantenía los pasados botones desgastados, pero era lo suficiente ‘moderno’ como para grabar con su pequeña cámara negra en la parte trasera de éste.

En la pantalla de aquel viejo aparato se comenzaba a transmitir el ‘bar-carpa’ casi desierto e iluminado en el que se encontraban, la mesa repleta de pequeñas botellas de vidrio vacías, y al cabizbajo Jaejoong, con el fondo oscuro de la noche tras él.

— Llama a alguien… que venga a por mí… — pidió Jaejoong cuando observó el teléfono.

Se sentía incapaz de regresar por su cuenta.
Por un instante incluso se veía incapaz de andar.

— Cierto… ¿A quien deberíamos llamar? — preguntó el hombre que sostenía el teléfono enfocando la evidente y apreciada escena.

— Yunho-ah — le contestó sin detenerse a pensar. Aquel nombre salió de sus carnosos y húmedos labios a la vez en la que se dejaba caer de nuevo sobre la mesa de plástico.

— ¿Cuál es su numero? —

— No lo sé… — los ojos de Jaejoong se humedecieron y alzó la mirada de nuevo.
Eran los ojos más grandes en una piel pálida que jamás ambos hombres habían visto...


La mente de Jaejoong era una moneda que no paraba de girar y girar. Y no sabia si mantener su rostro recto o dejarse caer de nuevo. Todo era sofocante y nauseabundo.

— ¿Por qué estas bebiendo tanto? — pregunto el otro hombre, el más entusiasmado por él.

Jaejoong parecía dudar en contestar, pero definitivamente lo hizo al recordar de pronto las acusaciones y conversación con Park en la mañana, pues era esa una de las razones:

“-Eres prepotente, pero increíblemente en el fondo de esa dura coraza eres incapaz de olvidar todo lo bueno que Yunho hizo por ti. Él fue el único que nunca te trato como una ‘puta’ en aquel entonces, aunque… en cierto modo lo eras –“

— Oh ¿Por qué? Mmh Por qué todo… Tod-o es verdad. Todo lo que dijo él sobre mí e-esta mañana. Haciéndome recordar. Yo, yo no merecía su amistad en el pasado, y no la merezco ahora. — tartamudeó.

Los dos confusos e ignorantes hombres preguntaron al unisón: — ¿Qué? —

— ¡Largaos de aquí! ¡Malditos! — exclamó Jaejoong en un momento de extraña lucidez. Su voz era fuerte, y su belleza se incremento al enfurecerse: — Quiero estar solo — miró furioso a ambos desconocidos que parecían ‘moverse’ a su alrededor.

El hombre frívolo y delgado a su lado, comenzó a hablar con fingido conocimiento:

— ¡Ah! ¡Cierto! “Todo es verdad”, lo de esta mañana, todo lo que dijo él de ti, sobre el pasado…, es verdad — miró a su compañero y guiño su insignificante ojo.

Éste captó el plan y comenzó a fingir junto a él que sabían de lo que estaba hablando:

— Todo el mundo lo sabe… No te preocupes —

Intentando confundir sus insoportables lagunas y sonsacarle cualquier cosa.

El cantante infló sus mejillas: — Pero… yo no quería, todo era obligado, forzoso, esto no es tan fácil. N-o eres lo que quieres ser, ni… ni consigues lo que quieres de forma fácil — habían logrado presionarle, aunque en un rincón de su coherencia intacta de alcohol, sabía que aquellos dos tipos de risas fantasmales no eran sus confidentes, sólo unos molestos y deshonestos tipos que tanto le hacia recordar a los del pasado…

— Sé que queréis follarme, pero yo ya estoy cansado… — dijo de pronto.

El escuálido hombre frotó el teléfono, entusiasmado por la comprometida frase.

— ¡Aigoo! ¡Este tipo me ha leído la mente! — afirmó el carnoso, que parecía estar sumido en una fantasía desde que había observado de cerca al pálido cantante de rock.

— Oh Cállate, ¡estúpido! — le exclamó su compañero — Él es un arrogante que es incapaz de decir algo coherente — le recordó.

— Dicen que los borrachos son propensos a decir la verdad… — comentó el otro.

El hombre apretó el teléfono en sus manos mientras asentía con rostro avaricioso:
— Es verdad. Y ¿sabes de lo que son capaces de darnos por esta grabación? —

— ¡Adiós problemas de liquidez! — exclamó su acompañante.

Volvió a asentir con su rostro aun más ruin, y dirigió nuevamente su mirada a Jaejoong. Él había hundido uno de sus codos en la mesa y sostenía su cabeza con la mano sobre la cálida frente.

— ¿Me estas diciendo que si estuvieras menos ‘cansado’ podríamos acostarnos juntos? — le preguntó retomando el tema con el celular en la mano.

Quería una declaración sorprendente de Jaejoong.

Jaejoong le miró de arriba abajo, con sus ojos cansados.
— No — contestó convencido.

El delgado individuo murmuró un sinfín de insultos al escuchar la rotunda negación.

— Entonces ¿con quién? — le preguntó el otro más paciente.
En ese momento cualquier declaración era sinónimo de ganancia.

— … — Jaejoong quedó en silencio durante unos segundos. Su mente era una neblina incapaz de disolverse, y cuando la lograba disipar… sólo aparecía una persona en ella — …Está en una cita ahora. Supongo que todo tiene un final, y eso era lo que yo quería, pero… —



~~~~~~~


Estiraron sus piernas mientras caminaban hasta la salida del recinto natural, encontrándose de nuevo con la nocturna urbe. Las piernas estaban tan tensas debido al ejercicio que ambos habían realizado que parecían incapaces de doblarse una vez más.

Sinceramente, Yunho empezaba a extrañar una época algo más vital…

El sudor había empapado gran parte del marcado rostro “V”, el cual parecía secarse con la brisa al retomaban el camino en la calle, y su acompañante femenina movió sus brazos hasta hacer sonar algún hueso bajo su ajustada ropa de deporte.

— Ahora se siente mucho mejor… — comentó ella a la par en la que miraba risueña a Yunho, caminando uno junto al otro. — ¿Por qué has dejado tu puesto en el elenco? Hace tiempo que no apareces ¿No te sientes cómodo?— le preguntó súbitamente.

Ella extrañaba la presencia de Yunho en el elenco de baile, y aquella pregunta fue inevitable. En realidad atesoró aquella pregunta hasta que decidió hacérsela.

— ¿Cómodo? Es algo mucho más complejo de explicar que eso…—
Pese al mar de luces de la urbanizada calle Yunho lució sombrío ante la pregunta.

— ¿Enserio? — la curiosidad de la joven incremento — ¿No te gusta Kim Jaejoong? ¿Tienes una mala experiencia con él? Algunos artistas son algo imperiosos…—

Yunho la observó sin detenerse, sin saber que contestar: — En realidad, tenía bastante ilusión por trabajar con él — confesó incomodo al tener que hablar sobre Jaejoong…— Pero supongo que no todas las cosas son como esperamos que sean. — añadió.


La joven se detuvo inesperadamente en mitad de la calle, y Yunho la imitó desconcertado.

— Oh, esto si que es sorprendente —
(comentó impactada por una situación que tenia lugar al cruzar la ancha carretera)

Todavía sorprendida señaló aquella zona, y Yunho dirigió la mirada al mismo punto.

— Jaejoong… — susurró igual de asombrado al ver a la celebridad sentada en uno de aquellos bajos taburetes de plástico de aquel ‘restaurante ambulante’ de la calle.

No era sorprendente ver a aquel ‘chico adulto’ beber en un lugar público, sino el hecho de encontrarse junto a dos individuos completamente diferentes a él...

Unos especie de ‘empresarios’ junto a una estrella del rock Oh ¡Eso era algo inaudito!

— ¿No es extraño? — comentó su acompañante. Yunho no podía apartar su mirada. — Quizás debería decir… ‘casualidad’. Justo en el momento en el que le nombrábamos en nuestra conversación...— ella parecía estar aún asombrada — En todo caso, es una imagen demasiado extraña —

La escena tras la carretera parecía explicarse sin habla. Y no se necesitaba ningún artilugio, como los prismáticos, para adivinar el ‘estado’ en el que se encontraba Jaejoong.

— Verdad. No es algo común... — Yunho habló por primera vez, se mostraba inquieto, al igual que su voz. — Quizás debamos separarnos ahora. Es demasiado tarde, y algo en esa escena me tiene intranquilo — le dijo, sin poder evitar aquel extraño presentimiento.

Ella no podía sentirse ofendida por ese repentino cambio de planes, sobretodo cuando los ojos oscuros de Yunho se veían tan compasivos para con ella...

— ¿Crees que podrás volver sola? —

— ¿Estás bromeando? — ella sonrió y asintió — Me gustaría volver a verte Yunho. Dame ese privilegio de volver a encontrarte aun si no apareces en el trabajo. —

— Por supuesto… —


1 Comentarios:

  1. umhh, muy cortito pero igual gracias x seguir la historia......
    Yunho defiende con todo a Jae q se le va la lengua y esta apunto de hablar de más, vamos Yunho rescatalo +_+

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