Su mano comienza a descender Hasta detenerse en mis pantalones, los desabrocha rápidamente despojándome de ellos, al contemplar mi miembro erecto bajo mi boxer una sonrisa de placer se dibuja en su rostro mientras lame sus labios, el verlo de esta forma me excita aún mas… Me pregunto “¿esteré Haciendo lo correcto?, es mi amigo no debería tener este tipo de sentimientos hacia él” pero todo razonamiento desaparece cuando siento su mano bajo mis boxers aprisionando mi miembro, trato disimular mis gemidos pero ya no es posible, estoy repleto de placer uno que jamás sentí antes y todo esto por esa bendita apuesta.
Su mano se mueve por toda la extensión de mi masculinidad, acariciándola por completo, inútilmente muerdo mi labio en un intento de retener mis gemidos.
“¡Jae Joong Hyung! ¿Qué pasa, te sientes bien?” nos interrumpe una voz, mientras del otro lado Changmin golpea la puerta del baño.
“¡Diablos!” oigo la frustración en la voz de Yunho.
Comienza a separarse lentamente de mí dándome la espalda, para apoyarse sobre la pared. Es en ese instante en el que reacciono y me doy cuenta de lo que estábamos haciendo, y lo que hubiésemos concretado si Minnie no nos hubiese interrumpido “estábamos apunto de ¿hacer el amor?” me cuestioné en pensamientos para luego concluir que seguramente para él no sería mas que sexo desenfrenado, pero ¿Qué estaba pensando?, en vez de cuestionarme eso debería reflexionar en el hecho de que ambos somos chicos y este tipo de conductas no eran correctas ¿o si?. Al darme cuenta de aquello y de la condición en la que me encontraba, excitado erecto, me giro rápidamente apoyando mis manos a cada lado del lavamanos, también dándole la espalda.
“¡Responde! ¿te encuentras bien?... diablos, romperé esta puerta a patadas” concluyó Min, en su voz se notaba un dejo de preocupación.
No sabia que decir, “¿Se habría dado cuenta de todo lo que sucedió entre Yunho y yo?.... Acaso ¿oyó mis gemidos?”, al pasar estas ideas por mi mente, me invadió la vergüenza me puse aún mas rojo de lo que ya me encontraba, en el mejor de los casos, si no lo había notado… ¿Cómo le explicaríamos al salir que nos encontrábamos los dos en el baño?.. “Dios!” exclamé en voz alta pero no lo suficiente para que se oyera desde fuera, a la vez que golpeaba mi cabeza contra el espejo. Al parecer Yunho si me oyó porque instantáneamente se posicionó tras de mi apoyando sus caderas contra mi trasero dejándome sentir su miembro erecto, “ahhhh Yunho” fue lo que se escapó de mis labios, al instante pasa sus brazos abrazándome por la cintura, apoyando su rostro sobre mi hombro, su respiración aún agitada se estrellaba contra mi cuello, subió por este hasta encontrarse con mi oído y susurrar:
“Dile que estas bien” con voz ronca, lo que hizo que mi evidente erección doliera aun mas, para luego proseguir: “Le dije que me iba a comprar, cree que no estoy en el departamento” al terminar esas palabras una de sus manos baja nuevamente recorriendo el camino hasta mi masculinidad, antes de que pudiera llegar a su destino lo detuve susurrando:
“No… para Yunho, esto no está bien” lo dije débilmente para luego gritar “¡Min no te preocupes estoy bien, salgo enseguida!”, al salir aquellas palabras de mi boca aun mirando al espejo noto el enojo de Yunho, me suelta bruscamente y se apoya en la pared observándome.
“Hyung sentí sonidos extraños ¿te duele el estómago?” pregunta un preocupado Changmin desde fuera.
Para ser sinceros no es precisamente el estómago la parte del cuerpo que en estos instantes duele como el demonio, siento que en cualquier momento exploto.
“Es…Estoy bien no te preocu…” estaba a punto de terminar aquella frase cuando, al enfocar mi mirada nuevamente en el espejo, quedo sin palabras, sorprendido ante lo que veía, Yunho comenzaba a bajar sus pantalones y su ropa interior dejando completamente a la vista su erección, me dirige la mas seductora y lujuriosa de las miradas, invitándome a caer en la tentación o a torturarme aún mas, observándolo sin poder hacer nada, mi maldita conciencia me lo impide.
Nuevamente me distrae el sonido de la puerta “¿seguro estas bien?” Min estaba actuando muy sobre protector.
“¿No le vas a responder a Minnie?” murmura Yunho al mismo tiempo que comienza a masturbarse, cierra los ojos por completo, apoyándose contra la pared, recorriendo una y otra vez la totalidad de su miembro, Su rostro expresa un placer indescriptible, sus movimientos son cada vez mas rápidos.
Anonadado sin poder quitarle la mirada de encima a través del espejo, comienzo a sentir más presión en mi zona baja “ahhh Dios! Como desearía ser yo quien disfrutara de el placer de atender tu erección Yunho”, pensamientos como este iban y venían, hasta que por fin logré contestar:
“No te preocupes es un simple dolor de estómago”.
“Esta bien… estaré en mi cuarto por si te sientes mal” contestó Changmin.
Siento culpa al mentirle de esta forma…pero ¿que mas le podía responder?, acaso podría decirle: ~¡Estoy de maravilla! erecto viendo como mi mejor amigo se masturba a mis espaldas ~… era obvio que no… menos si lo que pensaba era correcto, el hecho de que le gustase Yunho.
Aquel amigo disfrutaba de lo que Hacia a mis espaldas, con sus ojos aun cerrados, gemía suavemente, desvié mi mirada en un intento inútil de calmarme, pero todo empeoró cuan oí salir de sus labios:
“Jae Joongiee… mi Boo ~~~ mmm…así” entre gemidos.
Vuelvo dirigir mis ojos al espejo encontrándomelo en la misma situación pero esta vez masajeando con mucha más fuerza y rapidez su miembro, pequeñas gotas de líquido pre seminal corrían desde la punta humedeciendo su mano.
Me sujeto con más fuerza al lavamanos, tanto así que mis nudillos palidecen, acercando mi mano Hacia mi zona baja, a la vez que no le quito los ojos de encima a aquel amigo de años, sus gemidos logran sensaciones inesperadas. Un calor casi sobrenatural inunda mi cuerpo, casi no puedo respirar, me falta el aire, sujeto mi miembro, pensaba masturbarme ahí mismo frente a él, rendirme… sucumbir ante sus tentaciones, pero una voz dentro de mi me Hace reaccionar “Está jugando contigo, probando tu reacciones, sal de ahí demuéstrale que no eres tan fácil de controlar” detengo mi mano, me giro quedando de frente a Yunho, logro ver como lamia sus labios.
“¿quieres que te ayude?” dice sin dejar de atender su zona baja, mirando fijamente mi abultada entrepierna, esbozando una amplia sonrisa.
Eso confirmó mis sospechas.. solo jugaba conmigo, en cosa de segundos Yunho se vino, su semen se derramo entre sus manos, un poco cayó sobre mi, me detuve a verlo mas ahora con rabia.
“Bueno…. Ahora tenemos que prestarle atención a tu entrepierna” comenta con voz ronca mientras se acerca mas a mi.
Lo detengo poniendo una mano sobre su pecho “No es necesario… por favor sal” dije en el tono mas serio que pude tratando de que mi voz no se quebrara por mi evidente excitación.
“vamos Boo, sabes muy bien que lo deseas” dijo acercándose a mi sujetándome por las caderas.
Su seguridad me enfureció, siempre era lo mismo, desde que nos conocimos a los 16 años era él quien me manipulaba, siempre terminaba siguiéndolo en sus andanzas, era el amigo incondicional, el que lo apoyaba, con quien se divertía manipulando en ocasiones, ya era suficiente… En esto no iba a ceder, si bien lo deseaba, sensación nueva para mi… no me entregaría tan fácil, por fin conocería al verdadero Kim Jae Joong.
Lo aparté esta vez con mas fuerza “Dije que no” impongo con voz firme “esta vez no seré tu peón”.
Observo como en el rostro de Yunho se dibuja la mas hipócrita de las sonrisas, para luego responder con toda calma:
“Como tu quieras Jae Joong” al terminar la oración me suelta con brusquedad, sube sus pantalones para salir con toda rapidez.
Al verme solo en el baño respiro aliviado, hasta recordar que tengo un pequeño…no tan pequeño problema.
“Ahh!, detesto que me suceda esto” exclamo al ver mi incipiente masculinidad, no me quedó otra que moverme con cautela hasta entrar a la ducha, abriendo de lleno la llave del agua fría, al sentir el agua caer sobre mi me relajé, a ver si ayudaba a bajar mi temperatura corporal, porque de mi erección no me quedaba otra…tendría que encargarme yo mismo.
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Junsu se encontraba sentado en el bar de aquella discoteca, por si solo, su comportamiento era en sí extraño, no era aquel muchacho entusiasta y alegre que solía ser… estaba distraído mirando su copa, si bien le desagradaban aquellos lugares, en las últimas semanas los había frecuentado casi todas las noches, tratando de escapar de sus pensamientos, mas bien de su realidad. Al terminar el trago que bebía pidió su reemplazo de inmediato, whisky, mientras mas bebía menos pensaba, menos recordaba lo sucedido semanas atrás y de los sentimientos desconocidos que aquel incidente le hizo descubrir.
FLASH BACK 3 SEMANAS ATRÁS:
“ahh ¡por fin terminamos el bendito trabajo!” exclamé una vez salí de aquella aula, seguido por mi amigo y compañero de clase Yoochun.
“Si Junsu…lo que digas, ¿vamos por algo de comer?” contesta mientras acelera el paso dejándome tras de sí.
Comienzo a caminar mas aprisa hasta alcanzarlo “¿Por qué la prisa?” cuestiono alzando una ceja.
Yoochun sin voltear a verme responde:
“En dos horas tengo una cita, pero primero te llevo a comer algo, gracias a ti de seguro paso esta materia” al oírlo decir esto me doy cuanta que fuí utilizado nuevamente, claro, ¿que más podía esperar? siempre era igual.
“Pues, si querías aprobar con 100 deberías haber elegido ser compañero de trabajo de Min” ese Changmin era dos años menor que el resto pero iba avanzado en la universidad, compartía nuestras mismas clases.
“¿Qué? ¿Crees que tan solo lo hice por eso?, eres mi amigo y me siento a gusto cuando te tengo cerca” replicó Micky pasando su brazo por mi hombro.
Así caminamos unas cuadras hasta llegar a aquel restaurante que solíamos frecuentar al salir de la universidad, tenia un nombre extraño “Bolero”, pero era acogedor y de ambiente cálido muy diferentes a los lugares que prefería Yoochun, él era más de un ambiente fiestero, discotecas, música ensordecedora a todo volumen, pistas de baile, mujeres. Las veces que fui arrastrado a seguirlo a esos lugares era una total frustración para mí. Me encanta la música eso es seguro, pero prefiero que deleite mis oídos no que me los reviente, me encanta bailar pero no que se me peguen 20 tipas a la vez, realmente detesto cuando me obliga a acompañarlo, supongo que debe ser lo mismo para él, justo ahora estar sentado ordenando comida… ha de ser….. aburrido.
“¡Ey! ¿Qué vas a pedir?” su voz interrumpe mis pensamientos.
“Ehh… lo que tú pidas, da igual” contesto un tanto aturdido, me dejo llevar fácilmente por pensamientos vagos, vivo más en un mundo de sueños que en la realidad.
Yoochun hace una mueca en muestra de total desapruebo pero termina ordenando por los dos.
Nuevamente una larga espera sin nada que decir hasta que lleguen con nuestra comida, algo extraño sucedía, ese silencio no era normal entre nosotros, mas bien siempre era bullicio y peleas infantiles, cuando sucede esto quiere decir que esta por surgir un tema incómodo.
“y bien dime… ¿ya tienes novia?” interrumpe el silencio apoyando los codos sobre la mesa dejando recargar el rostro sobre sus manos.
“¿A que viene la pregunta?, sabes que no me interesa” contesto un tanto molesto por la interrogativa, él sabe muy bien que luego de romper con mi novia de la adolescencia perdí el interés en ese tema.
“Ya…. Pero van 2 años desde que rompiste con Hyo Rin…ya es hora que te recuperes ¿no crees?” siento un dejo de ironía y sarcasmo en sus palabras lo que hace que me comience a hervir la sangre.
“¿Qué mas da?, no te importa, es lo mismo que te dijera que dejes de acostarte con cuanta mujer se te cruza… no es de mi incumbencia así que no me meto” afirmo dejándole ver mi punto de vista.
“Toda la razón amigo” admite mientras ríe para luego añadir “¿Qué te parece si hacemos una apuesta?” concluye con una de sus sonrisas malvadas, las cuales conozco de memoria, cada vez que su rostro refleja una de esas sonrisas significa que nada bueno se avecina.
“Tú y tus apuestas, ¿Qué te hace creer que te voy a seguir el juego?” contesto seguro de mi postura.
“Pues veamos… si tu ganas nunca mas me meto en tu vida amorosa” esboza otra de sus sonrisas.
“¿y si pierdo?” cuestiono con cautela, se que en esto hay gato encerrado.
“Fácil si pierdes te impondré una penitencia, eso es todo, ¿simple no crees?”
Demasiado simple, pero es una oferta tentadora, por fin me dejaría en paz y no me obligaría a acompañarlo a discotecas, con la imposición de encontrarme una chica.
“¿De que se trata la apuesta?” pregunto sin aceptar del todo la idea.
“Pues… que justo ahora en este preciso lugar y momento consigas besar a cualquier chica que te indique” Su sonrisa aun más amplia. Como disfruta el torturarme, pero esta vez no pienso retroceder, esta oportunidad es única, no la dejaré pasar.
“esta bien, acepto” estiro mi mano para cerrar el trato.
“Como digas Señor Junsu” estrecha mi mano para seguir “¿ves a esa chica de allá? Esa es tu presa” termina señalando a una cuantas mesas de distancia, la mas hermosa de las chicas del lugar, de cabellos oscuros hasta la cintura y tez blanca, parecía muñeca de porcelana, me invadieron los miedos ¿Qué tal si me rechazaba, si pensaba que era un loco maniático?, pero que mas da, seguramente no la vería nunca mas en la vida y he de admitirlo es la mejor oportunidad que tengo para que me deje en paz con respecto al tema de las novias.
“Hecho” respondo al mismo tiempo que me levanto de la silla en dirección a aquella chica, me detengo frente a ella haciendo ademán de mis oxidados encantos, para que al momento de intentar besarla me tire un baso de agua fría en el rostro…vaya negativa, con un simple no, me hubiese bastado.
Desde esta distancia alcanzo a percibir la risa burlona de Micky, cuanto lo detesto a veces, sin volver a la mesa me dirijo enfurecido al baño, al secar mi rostro siento su voz a mis espaldas.
“Bravo…¡vaya show el que montaron!” exclama mientras aplaude.
“Ya basta, dime de una vez que castigo me impones” respondo con un puchero en el rostro.
Sin decir nada se acerca más y más a mi, su rostro es tan serio que comienzo a retroceder temiendo que me golpeé como penitencia, hasta que se me acaba el espacio y quedo contra la pared.
Micky apoya sus brazos sobre la misma aprisionándome entre ellos, dejándome atrapado, sin escapatoria, acercando su rostro al mío hasta el punto de sentir su aliento contra mis labios.
“Deja de jugar Micky” le digo en tono burlón, poniendo una de mis caras mas tiernas, a la vez que trato de empujarlo con mis manos sobre su pecho.
“No estoy jugando…simplemente impongo tu castigo” dirige su boca hacia la mía, lentamente, mi asombro no es menor, ¿Qué cree que esta haciendo?, ¿a que juega?, somos chicos, amigos de años, esta vez se esta pasando de la raya.
Lo empujo con mas fuerza, desviando mi rostro “¡Ya basta!, dime enserio cual es mi castigo de una vez por todas” exclamo al mismo tiempo que siento un calor en mis mejillas, pero ¿Por qué?, nunca antes me había sentido así ante la presencia de Yoochun ¿Por qué ahora sentía todo tipo de cosas?, tal vez por que nunca antes habíamos estado así de cerca, su cuerpo rozando contra el mío, sus labios tan cerca de mi rostro… ¿pero que estoy pensando?, no soy un quinceañero adolescente como para reaccionar así y menos con un chico.
“Este es” dice Micky en forma de gruñido, sujetando mi rostro suavemente con una de sus manos, dejándolo de frente al suyo. No logro descifrar que es lo que piensa en esos instantes, su rostro se encuentra sin ninguna expresión, hasta que en él aparece una de aquellas sonrisas maliciosas.
Sus labios comienzan a rozar mi mejilla izquierda bajando hasta la comisura de mis labios, se detiene un instante, en el cual me relajo.
“Ya sabia que estabas jodiendo” digo en voz alta luego de soltar una carcajada.
En ese momento mis ojos se abren por completo, al sentir como mi labio inferior es aprisionado entre sus dientes, sin ejercer fuerza alguna sin dañarme, al instante pierdo todo sentido común, tenso como una tabla.
Todo empeora cuando aquél ratón al ver mi reacción, decide ir más allá, colocando una de sus manos en mis caderas atrayéndolas hacia las suyas, mientras su otra mano se posiciona en mi nuca logrando de esta manera que nuestros labios se unan de una vez en un beso salvaje de su parte. Al sentir el roce de su lengua jugueteando, haciendo de las suyas, pierdo lo que me quedaba de coherencia, cierro mis ojos y me entrego a aquel beso, sin pensar, sin entrar en juicios, no ahora…eso vendrá luego. Mis brazos que se encontraban tratando de apartarlo, súbitamente se deslizaron por inercia hasta rodear su cuello, mi lengua que hace segundos atrás se encontraba inmóvil, ahora se entrelazaba y jugueteaba a la par con la suya.
Minutos mas tarde y por la evidente falta de aire, nos separamos, él se me quedó viendo unos segundos, estudiando mi rostro emocionado, sorprendido y sonrojado. Reinaba el silencio, no me atrevía a hablar pues no sabía que decir.
“Fin de la apuesta” susurra Micky a mis oídos “No te preocupes, aunque no gané, ya no me meteré mas en tu vida amorosa” aclaró mientras se alejaba y salía del baño.
Me encuentro atónito, “¿fin de la apuesta?, claro otra vez fui utilizado”, al pensar esto una sonrisa se dibujó en mi rostro, rozo mis labios con las yemas de mis dedos, recordando aquel beso que ocurrió hace un instante, miles de preguntas atacan mi mente a la vez, ¿Por qué lo hizo, para molestarme o le gusto?, ¿Por qué no lo golpeé alejándolo de mi?, ¿me gusta?, ¿soy gay?. Demasiadas al mismo tiempo, me siento confundido.
Luego de 5 minutos enjuago mi rostro con agua, tengo la esperanza de que aquel carmín intenso en mis mejillas desaparezca, dudo en si salir a su encuentro o quedarme por siempre a vivir en aquel baño. Como era de esperarse salgo, me dirijo a la mesa para encontrar sobre ella el dinero de la cuenta, sin rastros de Yoochun por ningún lado, eso me enfurece.
“¡genial! otra emoción para el día, ¡como si no fuese suficiente!” exclamo, luego dándome cuenta que soy observado por varios ojos curiosos, recojo mi abrigo y me dirijo a la salida “¿A dónde se habrá ido, porque me dejó solo sin explicar nada?” murmuro para mi mismo mientras acelero el paso y camino entre la gente por las calles de Seúl.
Seguí así sin rumbo alguno, hasta que oí su voz a la distancia, levanto la mirada y me lo encuentro en frente a 10 metros, besando a una chica. Una tristeza inexplicable inunda mi pecho, ¿Por qué?... no lo sé, siempre lo veo con chicas, es cosa de todos los días, pero ahora en especial se siente como una puñalada en el corazón… lo único que quiero es alejarme lo mas posible de este lugar, de él, de todo. Me doy media vuelta y comienzo a caminar rápidamente en dirección contraria, sin entender porqué lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.
Al día siguiente actué con total normalidad, como si lo sucedido en aquél baño no hubiese sido más que un sueño, una pesadilla, una alucinación. Mis maneras, expresiones, bromas y sonrisas son las mismas, no quiero que el note mi confusión, no le daré el placer.
FIN DEL FLASH BACK
“Hola guapo, ¿esta ocupado este lugar?” le pregunta una hermosa chica a Junsu, quien a pesar del alcohol se encontraba completamente absorto en recuerdos de aquel beso, una voz femenina lo trae de vuelta a la realidad.
“No está ocupado” contesta cortante, sin mostrar interés, a pesar de todo seguía sin la intención de conseguir novia, realmente no le interesaba.
“¡vaya me encanta esta canción!” exclama la chica con total emoción al mismo tiempo que sujeta al delfín de la mano y lo conduce hasta la pista de baile.
“Genial, otra loca más, ni siquiera me conoce y ya se me lanza” piensa Junsu, pero le sigue el juego, la verdad tenía ganas de bailar, talvez así lograría despejar su mente.
La canción era movida, de esta forma haría despliegue de sus dotes como bailarín, sus movimientos definidos con gracia, al verlo varios dejaron de intentar ponérsele a la par, la chica que lo sacó a bailar estaba fascinada, bailaba muy pegada a el dándole la espalda, Junsu sujetándola de la cadera rozando sus cuerpos.
Todo el mundo viéndolos, era mas bien un espectáculo, nadie podía quitar su mirada de aquel ser tan esplendido.
Desde el otro lado de la pisa, venia haciendo aparición un cliente frecuente Park Yoochun, saludando a algunos amigos y amigas, se detiene bruscamente al seguir las miradas de la mayoría y encontrarse con su amigo bailando de una forma tan sensual, así como nunca se lo imaginó.
Comenzó a estudiar con detenimiento el frenesí de sus caderas, sus movimientos tan perfectos y sus expresiones de placer, dignas de ser retratadas (si …admitámoslo estos niños son muy bellos -¬-).
“¿lo conoces?” cuestionó un chico que se encontraba a un lado de Micky.
Una sonrisa hizo presencia en su rostro “Creo que no muy bien” respondió sin quitar la mirada de aquel ángel. Siguió inmóvil estudiando a su amigo a la distancia.
Al terminar la canción Junsu se separa bruscamente de su pareja de baile, volviendo a su lugar original, el bar. No se percató de que todas las miradas se posaban en él, seguía distraído, sentándose nuevamente en aquel puesto, ordenando otra ronda de tragos, hasta que una mano se posó en su hombro, giró su cabeza un tanto sorprendido para saber de quien se trataba.
Su expresión cambio completamente, de aquella distraída y con rasgos de tristeza a una alegre y sorprendida, sus ojos brillaban de la emoción.
“¡Eunhyuk!” exclama el delfín levantándose bruscamente de su asiento, abalanzándose sobre el chico que se encontraba a sus espaldas.
“Vale también te extrañé Junsu ahh” contesta el muchacho correspondiendo el eufórico abrazo de su amigo “he de admitir que tu baile sigue igual o mejor que antes”.
“¡cuanto tiempo sin verte!, ¿Cuándo regresaste de los estados unidos? ¿Por qué no me llamaste?” interrogaba Junsu cambiando su expresión a una de regaño, que en él se veía demasiado tierna.
“regrese hace dos días, traté de contactarte pero creo que te mudaste… y tu número ya no es el mismo… jamás pensé en encontrarte en un lugar como este… los detestas ¿Qué haces aquí?” le pregunta un tanto sorprendido, ahora sujetando al delfín de la cintura, sin alejarlo, manteniéndolo cerca como siempre lo ha deseado en secreto.
Así siguió su conversación, los dos exaltados por su casual encuentro, eran amigos de la infancia, no se veían hace 4 años, desde que salieron de la escuela, tenían mucho que contar y se tomarían su tiempo.
A pocos metros de distancia se encontraba Yoochun rodeado de chicas ansiosas por su atención, pero él tan solo tenía ojos para una persona esa noche, ahora su rostro reflejaba molestia ante la evidente cercanía de esos dos, aquel chico se le acercaba mucho a su amigo “¿Quién es y quien se cree para tratarlo con tanta confianza” estas ideas se cruzaban por su mente, su enojo era irracional, sentía como la sangre le hervía cada vez que ese tipo lo tocaba innecesariamente, las ganas de acercarse y golpearlo crecían mediante pasaba el tiempo, apretaba su puño con todas sus fuerzas tratando de contenerse, después de todo no tenía porque sentirse así, no era mas que su amigo, no tenia derecho alguno a celarlo. Luego de lograr calmarse, decidió acercárseles, por lo menos de esa forma podría enterarse de quien se trataba.
“¡Ey Junsu! ¿Qué haces por aquí?” exclama el ratón acercándose a Junsu, aparentando indiferencia.
Al verlo el rostro del delfín cambio drásticamente por un segundo, para luego volver a poner la sonrisa de siempre, pero esta vez fingida, Eunhyuk notó esto de inmediato y no logró contener una irónica carcajada.
“Seguir tu consejo, después de todo creo que si necesito despejarme mas a menudo, y buscarme una novia” respondió Junsu con toda naturalidad, mientras por dentro lo único que deseaba era salir corriendo de ese lugar, aún no lograba estar cerca de Micky sin sentirse extraño, confundido, atraído.
“o novio” interviene Eunhyuk con la mirada traviesa, comentario que no le vino en gracia a Yoochun, quien le dirigió una mirada de odio al instante.
“Tu y tus bromas Eun, Yoochun te presento a mi amigo de la infancia Eunhyuk” contesta Junsu, sin siquiera sospechar que no se trataba de una broma.
“Un placer” responde un sarcástico Yoochun, dirigiéndole una mirada asesina al aludido.
“Lo mismo digo….bueno Junsu ¿ya nos vamos?” Eunhyuk se mostraba del todo entusiasta, no dejaría pasar esta oportunidad que se le presentaba.
“Claro, Tenemos mucho de que hablar” contesta Junsu levantándose de su asiento, a la vez que su amigo.
“Se puede saber ¿adonde vas?” interroga Micky en un tonó de voz bastante autoritario.
“Esta noche me la paso en el depa de Eun, tenemos que ponernos al día, nos vemos mañana…supongo” al terminar la frase, se da media vuelta y la sonrisa que se dibujaba en su rostro segundos atrás desaparece bruscamente, mientras avanza hacia la salida seguido de Eunhyuk.
Micky quedó inmóvil, viendo como Junsu desaparecía entre la gente, una sonrisa maliciosa se apodero de su rostro inexpresivo, acto seguido salio de aquel lugar para emprender regreso a su departamento, en el trayecto no dejó de pensar en ¿Qué harían esos dos toda la noche? ¿Serian tan solo amigos?, porque para él era evidente que ese tal Eunhyuk se moría por Junsu.
A la mañana siguiente el silencio reinaba en el departamento, estaban todos en la mesa como era costumbre para desayunar, todos menos Junsu que aún no regresaba, el ambiente era tenso, Yunho y Jae se evitaban hasta con la mirada, Chang no entendía lo que sucedía, pero estaba siempre al pendiente de sus dos hyungs, tratando de descifrar quien le atraía mas y por último Yoochun mantenía la vista fija en el reloj que indicaba las 10 de la mañana.
Luego de desayunar, todos se apresuraron a salir, cada uno con rumbo diferente, menos Micky quien se encontraba impaciente recostado en su habitación, con la mirada fija en el techo, mil pensamientos e imágenes de cómo se la habría pasado Junsu con su amigo la noche anterior se pasaban por su mente, hasta que sintió como se abría la puerta y su mente quedó en blanco.
Junsu se dirigía hacia su cuarto con la esperanza de que no hubiese nadie en casa, no tenía ánimos de encontrarse a Yoochun, no por ahora, es mas se había propuesto evitarlo a toda costa a partir de hoy.
Pasaba tranquilo por el pasillo, pensando que se encontraba completamente solo, cuando al pasar frente al cuarto de Micky siente como una mano se posa sobre su muñeca halándolo con brusquedad, en menos de 5 segundos se encuentra dentro del cuarto del ratón, el cual lo sujetaba por ambas muñecas, dirigiéndole una mirada acusadora.
“¿Disfrutaste tu noche?” interroga con sarcasmo, mientras lo acorrala contra la pared, aun aprisionando las muñecas del delfín por sobre su cabeza.
“¿de que hablas? Suéltame me lastimas” Junsu no entendía el porque de su enojo, pero aquella cercanía hizo que sus mejillas adoptaran un rojo incandescente, desvía su rostro tratando de ocultar lo evidente.
“No te soltaré, no hasta que entiendas que me perteneces” Micky acerco su rostro al de Junsu con la mirada fija en sus labios, los cuales atacó al instante, apoderándose de ellos, lamiéndolos mordisqueándolos, disfrutando de su sabor y textura.
Junsu se encontraba del todo sorprendido, casi un mes había transcurrido de aquel beso, y aún así no lograba sacárselo de la cabeza, nuevamente todo tipo de emociones se apoderaban de él, haciéndole imposible el resistirse, no podía hacerlo, lo deseaba con locura, quería sentir a su amigo de otra forma, con pasión.
Yoochun libera una de las muñecas del delfin, para dirigir su mano a la camisa de este, que le impedía disfrutar de aquel delicioso cuerpo, y comienza a desabrocharla con desesperación, sin dejar de recorrer cada rincón de su boca. De un jalón termina por desabrochar aquella camisa, para recorrer el pecho bien formado de Junsu con sus manos.
Al sentir las caricias de Yoochun, el delfín no logra contener sus gemidos de placer que son ahogados en aquel lujurioso beso, que es interrumpido para darle a paso al tan escaso oxigeno. Sus respiraciones agitadas chocaban una contra la otra, los brazos de Junsu se encontraban ahora rodeando el cuello de Micky, sus miradas intensas fijas en los ojos del otro, interrogándose.
La boca de Chunnie se dirige ahora al cuello de su amigo, lamiéndolo, succionando, dejando su marca para que nadie mas se atreviera a tocarlo, era solo suyo. Mientras su otra mano se dirigía al pantalón de Junsu, comenzando a desabrocharlo.
Con cada succión que sentía en su cuello, no podía evitar emitir gemidos de placer, entre tantas emociones logra formular una pregunta:
“¿Por qué…haces esto….?” sus palabras entrecortadas, debido a su excitación.
“te deseo, te deseo como a nadie… quiero poseerte, que seas mío, estar dentro de ti, que grites mi nombre” responde un exaltado Yoochun mientras termina de bajar los pantalones del delfin.
Eso era lo único que necesitaba oír, que su amigo lo deseaba tanto como él, la verdad no tenía idea de cómo acabaría todo esto, pero en ese momento no importaba nada.
Junsu comienza a quitar la camisa de Yoochun, también hambriento por su piel, quería recorrer cada centímetro de ella, ante esta iniciativa el ratón esboza una sonrisa, sujetando a su amigo por las caderas atrayéndolo a el, girándose, guiándolo hasta la cama.
Junsu cae sobre la misma, lo sigue Micky posicionándose a horcajadas sobre él, ahora el delfin se encontraba quitándole el pantalón, tarea que logró con éxito.
Micky ahora comenzaba a escabullir su mano por debajo del boxer de su amigo, sujetando su miembro erecto, mientras besaba sus labios.
“¡Ahhhhhhh chunniee! ~~~” Exclama entre gemidos, al sentir aquella mano masajeando su masculinidad.
Yoochun comenzó a decender por la piel de Junsu, delineando con su lengua cada músculo de aquel abdomen tan bien formado, hasta encontrarse con aquel manjar duro y erecto, termina de despojar al delfín de sus boxers, para dirigirle una mirada traviesa, avisándole de sus intenciones.
Junsu lo mira sorprendido, su cara se tiñe de un rojo aún mas intenso, decide cerrar sus ojos, gesto que el ratón tomó como una invitación. Recorre con su lengua el miembro de su amigo, dibujando círculos con la misma, Junsu no logra contener los gemidos aunque lo intenta mordiendo su labio. Luego de lamerlo en su totalidad, sopla en la punta de aquella delicia de carne, para darle aún mas placer a su delfín quien se encuentra del todo excitado. Se entretiene un momento al observar las expresiones tan lujuriosas que logra en su amigo, para luego devorar en su totalidad el miembro de Junsu, introduciéndolo en su boca, succionando, moviéndose de arriba abajo. Al sentir esto el delfin se encuentra en el cielo, levantando sus caderas para reclamar aún más atención en esa zona.
Luego de un rato atendiendo la masculinidad del delfín se detiene explicando:
“quiero que nos vengamos juntos” para luego separar por completo las piernas de Junsu y posicionarse entre ellas, quedando nuevamente frente a su rostro. Mete sus dedos en la boca de Junsu humedeciéndolos, para luego dirigirlos a la entrada de este, introduciendo dos a la vez, lo cual logra que Junsu suelte un grito de dolor.
“¿es tu primera vez?” cuestiona sorprendido, “¿pero…. Yo creía que tu y Eunhyuk…” no alcanzó a terminar, los dedos de Junsu se posaron sobre su labio, para explicarle:
“Eun no es mas que un amigo, esta es mi primera vez, así que trata de ser gentil” una gran y sincera sonrisa se apodero de su rostro.
“es bueno saberlo” contesta Micky, mientras comienza a dar movimiento a sus dedos.
“ahh… el… ¿saber que?” Junsu se encontraba nuevamente con los ojos cerrados, soportando el dolor que poco a poco tomaba forma de placer.
“Que eres y serás solamente mío” aclara Micky con sinceridad, mientras introducía un tercer dedo, moviéndolos a la par. Luego de unos segundos, los retira para posicionar ahora su miembro erecto frente a la entrada de su amigo, esperando la aprobación de este.
Junsu sujeta el rostro de Micky con las dos manos, acercándolo a el, depositando en sus labios un suave y tierno beso, abriendo mas sus piernas, con las que rodeó la cadera del ratón, invitándolo así a adentrarse en él.
Yoochun lo penetra con sumo cuidado, tratando de no dañarlo, a medio camino se detiene a examinar el rostro de su compañero, que expresa un poco de dolor, Junsu impaciente lo termina de introducir dentro de sí, atrayéndolo hacia él con sus piernas.
“Chunnie ahhh~~~” gime su nombre en un tono inocente, seductor e irresistible.
Yoochun se vuelve a apoderar de aquellos labios, para comenzar a mover sus caderas con desesperación, dando estocadas suaves en un principio.
“Junsu ahhh…eres deliciosamente estrecho” afirma dando cada vez estocadas mas profundas y rápidas, al mismo tiempo que comienza a masturbar el miembro de Junsu. Sus arremetidas toman un ritmo glorioso, los dos se sumergen en el más profundo de los placeres, gimiendo sus nombres, entregándose por completo.
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es increible has homin seria genial jejje banzai
ResponderEliminaryoosu es increíble!!!!!!!!!!
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