“Diablos!, ¿Por qué actúo de esta forma?, cuando lo último que quiero en la vida es dañarlo” Estoy actuando impulsivamente, lo estoy lastimando pero me estoy lastimando a mi mismo aún mas, ya que el oírlo decir que me detenga, oírlo de sus labios es como una puñalada por la espalda… Sin embargo no me detengo, lo beso y acaricio con furia intentando borrar el toque de aquel idiota, tratando de que lo olvide y que me recuerde a mi...solo a mí. No lo entiendo, llegué a pensar que el sentía algo por mi, pero entonces ¿Por qué se fue y no me esperó? ¿Por qué sin siquiera pasar un día luego de nuestro encuentro se deja abrazar y besar por otro?, me enfada no puedo detener mis palabras hirientes.
- Un pasatiempo no tiene derecho a quejarse – le susurro al oído. “Pero ¿Qué estoy diciendo?, no eres un pasatiempo Junsu por favor no me creas, hazme caso omiso cúbrete los oídos no dejes que mis palabras te lleguen”.
Me quedo observándolo fijamente un momento “Vamos Junsu ¡detenme!, ¡mándame al carajo!, te estoy tratando como no se lo merece ningún ser humano, ¡defiéndete!”. Mi mano se entretiene con su hombría se que debo parar, pero mi cuerpo lo desea… “Tengo que salir de aquí, no quiero marcarlo de por vida… ¡No quiero que me odie!”.
Siento como deja de luchar, sus manos que se encontraban firmes en mi pecho tratando de alejarme, caen por inercia sobre la cama, Me acerco y mis labios se apoderan nuevamente de los suyos… su boca me abre paso por completo, pero sus labios no reaccionan ante los míos…es como si estuviese ahí debajo de mí presente tan solo en cuerpo más no en alma, puedo sentir en mi boca un gusto salado una lágrima, esta llorando y es por mi culpa. “Esto es un Adiós… mi querido Junsu no te haré daño porque jamás me lo perdonaría, prefiero dejarte libre para que seas feliz con la persona que elijas y ames… Si es ese tal Eunhyuk., mientras el te haga feliz y no te lastime como lo estoy haciendo yo en este momento, yo también seré feliz”.
Lentamente retiro mi mano de su entrepierna, saboreo su boca pero esta vez con mas calma, transmitiéndole todo lo que en verdad siento no de forma violenta si no delicadamente con temor a herirlo aún mas. Espero que con este último beso entienda la decisión que estoy tomando y no sean necesarias las palabras, espero que un futuro lejano pueda perdonar a este idiota que por poco lo fuerza a entregarse…sueño con que podamos seguir siendo amigos, pero la realidad es otra, no es posible lo mejor es que ni siquiera vivamos bajo el mismo techo, sería una tortura para ambos… Le ahorraré la carga de tener que verme el rostro todos los días y aguantarse la repulsión que le provoco…esta misma tarde me cambiaré, me mudaré a otro lugar.
No quiero que este beso termine quiero que me lo regrese, pero esta demasiado atemorizado como para si quiera moverse, y yo lo he dejado en este estado, “cuanto me odio” me reprocha mi conciencia. Lentamente y con recelo dejo libre aquella boca, al mismo tiempo que dejo libre al delfín. Comienzo a levantarme, no sin antes acariciar su mejilla y depositar un beso en su frente. Puedo notar como su expresión es ahora de desconcierto esta tan o más confundido que yo… me gustaría ser testigo de otra expresión de odio y repulsión…supongo que eso vendrá luego.
Me levanto por completo y me dirijo al baño, dejándolo tendido sobre la cama, una vez adentro, me apoyo en el lavamanos y contemplo mi reflejo en el espejo.
- Park Yoochun eres despreciable – me recalco a mi mismo y sonrío.
Tomo mis prendas y me las coloco nuevamente, me doy valor…valor para salir y no mirar atrás, esto me toma un par de minutos…minutos de silencio ya que Junsu no dice palabra alguna. Al cabo de un momento, decido salir del baño para dirigirme directamente a la puerta de salida… Sin voltearme a ver su rostro, de hacerlo no podría seguir adelante.
No lo entiendo, no logro comprender su actitud, heme aquí sentado en la cama contemplando como Micky sale por la puerta de la habitación sin siquiera dirigirme una mirada. Al principio sus caricias eran extrañas, rudas fuertes… pero al final pude sentir, en aquel último beso… juro que sentí amor. Toco mis labios con un dedo, recordando ese momento, luego su caricia en mi mejilla, para luego terminar besando mi frente. “Pero ¿Por qué? acaso ¿en realidad siente algo por mi?...si es así entonces porque me trató de esa forma al principio, si soy solo un pasatiempo ¿porque se tomó la molestia de no hacerme daño?” mi mente vaga en ideas, esperanzas que Yoochun me dio con aquél beso final, “su sabor era dulce como el amor pero también se notaba melancolía, como si…como si tratara de despedirse” esta ultima idea revolotea en mi cabeza hasta que logro comprender.
- Se va…se alejará…se va a mudar – mi voz se quebranta al pronunciar la última palabra, mis manos se aferran al cobertor de la cama apretándolo con fuerza…tratando de alejar esa verdad de mí.
Me tomo unos minutos el tomar una decisión, esa que cambiaría nuestras vidas para bien o para mal por siempre “¿dejarlo ir o hacer algo al respecto? Sin saber como reaccionará si realmente siente algo por mi o no”. Ya esta decidido no hay vuelta atrás esto es lo que haré…es lo único que puedo hacer… espero que sea la decisión correcta.
Me levanto de aquella cama y salgo de ese hotel, mis pasos son lentos por que ya se exactamente lo que tengo que hacer.
No se adonde voy, ni siquiera puedo ver con claridad el camino que sigo, sé que me encuentro fuera del edificio de la universidad, tal vez en el jardín del campus…no importa solo quiero alejarme.
Se que mi caminar es rápido pero no lo suficiente, necesito salir de ahí pero ¡YA!...soy un cobarde no quiero oírlo de sus labios, no quiero oír la verdad. “Después de todo ya obtuvo lo que quería de seguro de ahora en adelante me dejará en paz” es lo que creo, duele pero es lo mejor…aún así no quiero que lo diga, ya lo sé no es necesario que me lo eche en cara.
- ¿Dónde carajos estoy? - Me detengo a mirar a mi alrededor, parece un parque, parece porque se nota descuidado, los bancos están rodeados por matas de helechos…se nota que nadie se a preocupado por este lugar una lástima porque es precioso. – Cierto este es el parque abandonado del campus – no se porque hablo en voz alta cuando se que me encuentro solo, otra de mis loqueras, por lo menos mis lagrimas ya se secaron ahora podré pensar con tranquilidad.
Camino hacia uno de los bancos, necesito sentarme un momento y pensar si lo que hice…huir, fue la decisión correcta, talvez tan solo alargue mi sufrimiento por mas tiempo…talvez hubiese sido mejor esperar a que regresara y me destruyera por completo, así podría comenzar a sanar lentamente, pero sanar al fin y al cabo.
Logro limpiar un asiento y descansar ahí recostado por unos minutos, que tranquilidad…el silencio me agrada, la soledad en estos momentos es mi mejor compañía.
- Pensaba que era el único que conocía este lugar – Interrumpe mi tranquilidad una voz desconocida, me levanto y me siento buscando con la mirada desde donde proviene aquella voz.
- ¡Vaya!, ya perdí el juicio – comento al darme cuenta de que estoy solo.
- Ja ja, si tu lo dices…aquí arriba – me contesta la misma voz, al instante dirijo mi mirada hacía arriba para encontrarme con un chico encaramado a un árbol, se sentaba tranquilamente dejando colgar sus piernas y apoyando su espalda en el tronco.
- ¿Tarzán? o te crees mono…- estoy un poco irritado, se supone que debería estar solo y pensando en que hacer, tratando de encontrar una respuesta, pero no… tenía que encontrarme con el chico mono.
- ¡Uy!, alguien se paró de malas hoy… no soy ni Tarzán ni me creo mono…me llamo Eunhyuk, un gusto – parece agradable, me sonríe con amabilidad, pero puedo notar que detrás de esa sonrisa hay dolor, un dolor parecido al mío.
- Lo siento no me tomes en cuenta… Kim Jae joong, también un gusto…espero – le regreso la sonrisa, aún con cautela…es un desconocido pero siento simpatía hacia él, no sabría explicarlo pero sin siquiera saber que problema lo aflige, lo entiendo.
- Jae joong…me suena… ¡pero claro! ¿Vives con Junsu? – se nota que al pronunciar el nombre de mi amigo, su voz cambia de tono, el cambio es ligero pero notable, se oye…triste.
- Si Junsu es uno de mis críos…digo amigos – crío es la palabra correcta, los alimento, les lavo, hasta les plancho.
- Jaja un crío…- comienza a bajar de aquel árbol con agilidad, para terminar ocupando el puesto vacío junto a mí. – Y dime…Jae, ¿Qué te tiene así? – me interroga mirándome a los ojos.
“pero y este ¿Qué se cree?, ¿Cómo se atreve a preguntarme algo personal cuando recién nos conocemos?...pero parece entender mi condición” pienso mientras le dirijo una mirada que demuestra mi extrañes ante su pregunta.
- Vale…debes pensar que soy un entrometido y que no nos conocemos lo suficiente como para que me cuentes…si ese es el caso lo entiendo – vuelve su mirada hacia el frente y la fija en un punto perdido. – si es así… ¿dejarías que yo te cuente lo que me pasa? - .
No se que responder “que chico más extraño” pienso mientras asiento con mi cabeza, esperando a oír su historia, sin saber el motivo me interesa porque creo que se asemejará a la mía.
- Vale…- me contesta aún con la mirada al frente. – A los 14 lo supe con certeza, me asustó como el demonio al principio pero lo supe…amaba a mi mejor amigo…- mis ojos se abrieron de par en par, él también amaba a un hombre “después de todo si somos similares”. – Fui un estúpido, me inundó el temor y callé, temía que me dijera que fuésemos tan solo amigos o que se alejara de mi…- se detuvo un instante y aquello me llegó, ese también es mi temor, que Yunho me confirmara que tan solo me quería como amigo, que quería probarme o molestarme pero nada más. – Callé por muchos años…- cierra sus ojos y levanta la cabeza dejando que los rayos del sol iluminen su rostro. – Cuando por fin me lo encontré por cosas del destino y reuní fuerzas para enfrentarlo…era demasiado tarde su corazón ya tenia dueño – voltea su rostro y abre sus ojos, dedicándome una mirada tranquilizadora, se notaba que sufría, pero también se notaba que estaba en paz consigo mismo…finalmente se había liberado de aquellos sentimientos guardados en su interior por tantos años…debió doler…doler mucho…aún mas cuando su ser amado no le correspondía, pero tuvo el valor…para dejar todos sus temores atrás y hacer lo correcto.
- Yo…cuanto lo siento…no se…- mis palabras se enredan, comienzo a sentir como mis ojos se humedecen derramando una lágrima.
- Así que ya sabes…- acerca su mano a mi rostro y seca aquella gota que se desliza por mi mejilla. – Enfrenta tus sentimientos ahora, puede que la respuesta que recibas no sea la que quieras oír…aún así no esperes… que luego puede ser demasiado tarde…no huyas – Sus palabras hacen eco en mi mente y me dan la seguridad necesaria, encontré mi respuesta y este chico, este completo extraño me ayudó a encontrarla.
- Dime…¿te vas a rendir? – le digo con voz calmada y recibo una mirada de sorpresa de su parte. – Yo… si él me dice que no me quiere de la misma forma, creo que no podría rendirme seguiría intentado por que lo amo…más que como a un amigo… ¿No te parece?... después de todo ya no quedaría nada que perder – dirijo mi mirada a aquel brillante cielo, despejado por completo…es un hermoso día, aquello que acabo de decir, es algo que descubrí hace un instante al oír su historia me puse en su lugar y supe que lo intentaría hasta el final.
- Tienes razón… – cambia su mirada a una de agradecimiento. – Creo que los dos hemos sido de ayuda hoy – me sonríe para luego levantarse y estirarse ante la mirada atenta del sol.
- De gran ayuda… gracias Eunhyuk, sinceramente muchas gracias – me levanto para posar mi mano en su hombro. – Espero nos sigamos viendo a menudo en el campus, creo que llegaremos a ser amigos – le doy una palmadita en señal de despedida, cada una de mis palabras son sinceras de verdad deseo verle nuevamente. – Gracias – susurro mientras me alejo.
- Gracias a ti – oigo su voz a lo lejos, levanto mi mirada para contemplar nuevamente aquel cielo.
– Ya no huiré… sea cual sea el resultado lo enfrentaré con valentía – me digo a mi mismo…esta decidido hoy es el día.
Sigo el sendero que me devuelve a la universidad, el edificio de mi facultad se encuentra a escasos metros de mi posición, me detengo un instante a tomar aire, aprieto mis puños con fuerza tratando de juntar coraje…estoy a punto de avanzar cuando siento como una mano me sujeta fuertemente y me voltea con brusquedad, luego me encuentro atrapado entre unos brazos que me sujetan casi quitándome el aliento, me toma por sorpresa al principio trato de liberarme con desesperación pensando que querían lastimarme, pero al poco rato me detengo…ya que reconozco aquel aroma y aquellos brazos que me atraen hacia él y no me dejan escapar, también conozco aquella calidez.
- Yunho…- susurro mientras mis manos se mueven por si solas hasta envolver su cintura. No se el porque de ese abrazo pero me encanta.
- Me puedes explicar ¡¿Dónde diablos te metiste?!...no sabes lo preocupado que estaba – me reclama mientras acaricia mi cabello.
- Yunho…yo…tenemos que hablar – alejo mis manos de su cintura y me suelto de su abrazo desviando la mirada, ya que en cualquier momento se me puede escapar una lágrima.
- Tienes toda la razón, tenemos que hablar y acabar con esto de una vez – contesta en un tono severo.
“¿Acabar?... ya veo” aprieto mis puños una vez más…no puedo ni debo huir, tengo que escuchar lo que sea que me tenga que decir pero él también tiene que oír todo lo que tengo que decir.
- Aquí no… en el depa tampoco, pueden llegar los chicos… - me volteo y comienzo a caminar esperando que Yunho se me una, a los segundos siento su mirada en mi espalda, comienza a seguir mis pasos. Estoy nervioso, no se como resisten mis piernas, creo que en cualquier minuto me caeré.
Sigo el camino de regreso a aquel parque abandonado, espero que mi nuevo amigo no se encuentre aún ahí, creo que no pareciera que tenia asuntos que arreglar. Al fin me detengo al llegar al mismo banco en el que minutos antes decidí lo que ahora iba a llevar a cabo. Yunho pasa por mi lado para sentarse despreocupadamente, estudiándome con la mirada, yo aun me encuentro de píe paralizado.
- ¿Te vas a sentar o a sacar raíces? – una sonrisa pícara se apodera de sus labios…aquellos labios “¡Dios! De tan solo pensar lo que acabamos de hacer y en plena sala de clases” mi mente vuela por si sola y mis mejillas cobran fruto de eso, toman un matiz rojizo.
- Yo…prefiero quedarme de pie – aprieto mis puños. – Yunho…con respecto a lo que acaba de suceder y lo del otro dia en el depa… -.
- Con respecto a eso Jae..-
- Por favor déjame Hablar – interrumpo sus palabras…si no digo esto ahora sé que no lo diré nunca. – Yunho…se que probablemente para ti no significó nada…nada mas que sexo – aquí vamos de nuevo, mi temperatura comienza a subir y siento que mis mejillas arden. – Pero para mi es mucho más, puede sonar idiota…pero me gustas…es mas luego de aquella noche descubrí que siempre te he amado…como algo mas que amigos…- Ya lo dije, apenas ya que mis palabras no logran salir con fluidez ni mucha claridad, pero ya me quité aquel peso de encima…ya lo sabe ahora depende de él.
Levanto mi mirada que se encontraba clavada en el césped, para encontrármelo, con la vista hacia el frente y una mirada melancólica. “Ya veo, el no siente lo mismo…soy un idiota” pienso mientras lucho por retener mis lágrimas y también para seguir hablando sin que se quebrante mi voz.
- Jae…yo… - trata de hablar aun mirando hacia el frente.
- Yunho no es necesario…Yo lo sé…tu no sientes lo mismo – aclaro mientras suelto una carcajada atrayendo su atención, ya que se voltea a verme con desconcierto. – Tampoco espero que me quieras de esa forma, talvez quieras que me aleje…y si es lo que quieres lo haré…pero no creo poder darme por vencido tan fácilmen…- Sujeta mi mano y me atrae hacia él sin dejarme terminar, apenas pude reaccionar y apoyar mi rodilla en aquel banco, mientras era jalado, para no caerme. Sin siquiera darme tiempo, siento como me atrae aún mas colocando una de sus manos en mi nuca, besándome de una manera dulce. No se como reaccionar, estoy perplejo ni siquiera le devuelvo aquel delicioso beso, su otra mano se posa en mi cintura, obligándome a quedar sobre el en aquel banco. Mis manos se dirigen hasta su cuello para rodearlo, mientras mis labios comienzan a responder lentamente a los suyos, abriéndole paso a su lengua para disfrutar también de la suya. Este beso es diferente, me transmite aun mas emociones, en especial tranquilidad, paz…amor. Luego de un momento se separa.
- Jae…eres un completo idiota – dice mientras levanta mi rostro con su mano y esboza una sonrisa.
- ¿Qué?...Después de todo el coraje que junté para decirte eso…me dices idiota – le reclamo con evidente dolor, el se acerca y roza sus labios contra mi mejilla.
- Lo eres…porque no te has dado cuenta de que… – Yunho comienza a dirigir sus labios por mi mejilla hasta mi oído, para luego susurrar en este – Te amo – al terminar deposita un beso en el lóbulo de mi oreja.
“¿oí bien?...pero es imposible ¿Cómo?...de seguro solo juega conmigo” pienso…es cruel, no tiene porque decirlo si no es lo que siente, esto me enfada, quito mis manos de su cuello y trato de quitar su mano de mi cintura, para irme de una vez.
- No juegues conmigo…no es gracioso – le respondo en un tono de voz cortante y serio. Me dirige una mirada extraña, casi de dolor, mientras evita mi escape sujetándome fuertemente.
- Jae, no bromeo… esto es muy gracioso ¿sabes?...el que no debería creerte soy yo – me responde mientras sonríe y vuelve a depositar un suave beso en mis labios.
- ¿Qué dices Yunho?, eres tu el que demuestra que solo quiere sexo – le reprocho aún tratando de librarme de su agarre.
- Kim Jae Joong…desde que te ví por primera vez a los 16 años me enamoré de ti – Confiesa mientras esconde su rostro en mi cuello, besándolo.
- ¡¿Qué?.!... – exclamo, mientras la incredulidad se hace presente… pero su voz suena del todo sincera… Dejo mis intentos de escapar y apoyo mi peso en él, siguiendo sus pasos, apoyo mi cabeza en su hombro. – N..no entiendo nada – Mi corazón late como si quisiera salir de su lugar, mientras espera su respuesta.
- Lo que oyes, desde la primera vez que te vi, supe que te iba a amar…me gustaste de inmediato y eso hizo que me cuestionara muchas cosas ya que nunca antes me había sucedido…al menos no con un chico…- me relata mientras suelta una carcajada. – Bueno, al principio traté de negarlo y me alejaba de ti a toda costa ¿recuerdas? – confiesa entre risas.
- Claro…así que era por eso…yo creía que me odiabas – le respondo sin poder evitar las carcajadas, acompañadas de un par de lágrimas…lágrimas de alegría.
- Si era por eso…al igual que todas las otras veces que nos metía en problemas…traté con todas mis fuerzas de lograr que te desilusionaras de mi y te alejaras…pero vaya que eres terco – comenta mientras le da golpecitos a mi cabeza.
- Idiota serás tu…¿porqué no me lo dijiste? – le interrogo depositando un beso en su cuello.
- No quería asustarte, además siempre estábamos juntos…te tenía cerca y con eso me bastaba…hasta que decidieron hacer esa apuesta tan idiota…no pude controlarme ante la idea de que intentaras besarme y ya ves como acabo todo – me confiesa mientras levanta mi rostro y me vuelve a besar.
Nunca creí en la felicidad hasta este momento, soy feliz ya que la persona a la que amo siente lo mismo por mi…incluso lo notó desde mucho antes que yo fuese conciente de mis sentimientos. Nos quedamos un buen rato en aquel parque vacío el sentado yo recostado, apoyando mi cabeza en su regazo, Yunho acariciaba mi rostro mientras hablábamos de millones de cosas que comenzábamos a entender ahora. Así se nos pasa una hora, me levanto y lo sujeto de la mano, el sigue mis acciones y caminamos de regreso al campus. Una vez frente al edificio, me detengo sujeto su rostro entre mis manos, me acerco levantando un poco mi rostro para alcanzar sus labios y deposito un beso en el cual le transmito todo lo que siento y lo que deseo…deseo mas de él.
- Quiero…quiero que hagamos el amor – le susurro una vez que separo nuestras bocas, sintiendo como el estado febril se apodera de mi nuevamente.
- ¿Qué es lo que acabamos de hacer en la sala de estudios? – me pregunta mientras muerde mi cuello, sujetándome por las caderas.
- No…quiero que estemos juntos esta vez…seguros de los sentimientos del otro – le contesto mientras sonrío y le dejo ver mi rostro para que note cuanto lo deseo.
- Te deseo Jae y no sabes cuanto…pero en casa no puede ser – lo miro fijamente y puedo notar que él lo desea tanto como yo.
- Vamos a otro lugar, no me importa donde siempre y cuando sea contigo – le regalo una sonrisa, mientras le tomo de la mano y comenzamos a caminar, a dejar el campus atrás sin preocuparnos por las clases ni el resto del mundo…en estos momentos es como si la tierra tuviese solo dos habitantes… él y yo.
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De lo que estos dos no eran concientes…es que dejaban a un corazón roto atrás, que los observó desde la sala en el segundo piso del edificio. Los vio desde que regresaron del parque escondido, su mirada se distrajo de la clase y del profesor que la daba… y se centró en lo que sus ojos veían pero su corazón se negaba a creer. “¿Yunho y Jae?.... ¿desde cuando?” pensaba completamente distraído, sin notar que el profesor decía su nombre.
- Shin Changmin….¡Alumno Shin Changmin! – exclamaba el profesor hasta que dejó caer un libro sobre el escritorio del aludido, quien reaccionó sobresaltado ante el sonido seco resultado de aquel golpe.
- ¿que quiere? – contesta Minnie con tono prepotente, no estaba de ánimos, menos ahora luego de lo que había sido testigo.
- ¡Ponga atención en mi clase! – Le responde el profesor en gritos.
- Me disculpa señor, pero su clase es de lo más aburrida – comenta Min mientras recoge su morral y se levanta de su asiento.
- ¡Deténgase de inmediato alumno! Y responda la pregunta que le acabo de hacer – Min detiene sus pasos y se voltea.
- Nocomachus de Gerasa resume la filosofía de Pitágoras enfocada a los números y sus relaciones en su introducción a la aritmética – contesta en un tono de voz seco…es como la respuesta que daría una computadora, luego sigue su camino sin ser detenido por un impresionado profesor.
Sale de la sala y abandona el campus, aparentando serenidad caminando por las calles de Seúl. Procesando toda la información visual que recibió minutos atrás “Los dos… ¿son pareja?, ¿desde cuando?... ¿tenían que ser ellos dos?” se pregunta mientras camina sin dirección ni cuidado, tanto así que un bocinazo lo saca de su trance, por poco fue atropellado, cruza rápidamente la calle y por su propio bienestar se sienta en el primer café que ve abierto, ordena lo que sea solo quiere pensar.
Sintió celos…Quiso que uno soltara al otro…Quiso que Yunho se alejara de su preciado Jae, que lo dejase de besar y abrazar…por lo menos esto aclaró sus sentimientos… “¿pero tenia que ser así...de esta forma?” se pregunta mientras se sujeta la cabeza con las manos en señal de desesperación.
“No…Quiero a Jae…Amo a Jae…lo quiero para mi” pensaba mientras su mente se aclaraba poco a poco.
- No me rendiré Yunho…créeme lucharé por Jae – murmura mientras se lleva la taza de café a la boca…tenía una mente fría eso evitaba que se complicara con lágrimas, mas bien pensaba en como actuaría de ahora en adelanta para demostrarle lo que sentía a su hyung.
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Sus besos ahogan mis quejidos, su lengua juguetea con la mía, me sujeta fuertemente de la cadera mientras camina y me guía a la habitación del hotel, hubiese querido que lo hiciera aquí mismo en medio del pasillo… El calor que me inunda, siento como sus manos que se introducen por debajo de mi camisa, queman en mi piel, suavemente me apoya contra la puerta del cuarto, sin dejar de saborear mis labios y de morderlos, todo lo que sus caricias me provocan es casi inexplicable… lo único que quiero es tocarlo y darle el mismo placer...tocarlo y saborearlo demostrarle cuanto lo quiero…cuanto lo amo.
Una de sus manos se aleja de mi cadera y se dirige a su bolsillo, para sacar la llave y abrir la puerta. Su boca deja mis labios y se concentra en mi cuello.
- ¡Termina de abrir la bendita puerta! – le exclamo al ver como una pareja nos queda viendo, el solo sonríe y lo hace pero sujetándome por las piernas y cargándome al interior.
Sus manos sujetan fuertemente mis muslos, me veo obligado a rodear sus caderas con mis piernas, mientras me carga al interior del cuarto…ya ni siquiera me importa que nos vean, quiero que me haga suyo aún más ahora conociendo sus sentimientos, esta vez tiene un sabor diferente siento su amor…estoy seguro de su amor. Su boca no me da tregua, me besa apasionadamente a penas dejando cabida a mi respiración yo respondo con igual intensidad quiero que disfrute tanto como él me hace gozar. Una vez dentro siento la pared a mis espaldas, me acorrala contra ella, liberando mis piernas, quedando en pie nuevamente. Su boca se aleja, poniéndole especial atención a mi cuello lamiéndolo saboreándome mientras su mano desabrocha con desesperación mi pantalón. Quiero sentirlo, quiero volver a sentir que somos uno y quiero que estos momentos perduren en el tiempo.
- Te amo mi boo ~~ - Susurra a mi oído mordiendo el lóbulo de este, logrando que emita gemidos de placer…placer físico y del alma, “cuanto me alegra el oír esas palabras de su boca” pienso sin poder evitar derramar un par de lágrimas.
- Yo también te amo Yunnie ahh ~ ~ - suelto entre gemidos, ya que él comienza a morder mi cuello, termina de deshacerse de mi pantalón y de un tiron me despoja de la camisa, cayendo los botones por doquier.
- No resisto mas Jae quiero que seas mío ahora – me dedica una mirada de lujuria y dulzura, mientras sujeta con sus dos manos mis caderas, acercándolas hacia el dejándome notar la causa de su evidente desesperación.
El tenerlo así, tan deseoso por mí, me provoca alegría. Le dedico una sonrisa pícara, mientras rodea su cuello con mis brazos y me abalanzo a darle un suave beso.
- Pues hazme tuyo aquí y ahora – le digo rozando nuestros labios. Bajo mis manos hasta su pantalón y lo despojo de este dejándolo solo en boxers, para luego seguir sus pasos y arrebatarle a la fuerza aquella camisa que se interpone y no me deja disfrutar de su hermoso pecho el cual acaricio, para luego volver a besarle. – Soy todo tuyo – le susurro una vez mas, me volteo quedando de frente a la muralla, giro mi rostro y le sonrío invitándolo a que se acerque.
Por un momento puedo notar la sorpresa en su rostro, talvez jamás pensó que pudiese actuar de esta forma y no se equivoca, nunca lo haría….solo por él, es él quien me provoca estos sentimientos y deseos…me avergüenzan pero quiero dejarle en claro lo que quiero. A los segundos me devuelve la sonrisa, mientras se acerca y sujeta mis caderas acercando mi trasero a su abultada entrepierna. Acerca su rostro hacia mi cuello dejándome sentir su respiración sobre mi piel, provocando que me estremezca mas aún cuando apoya su pecho en mi espalda, una de sus manos abandona mi cadera para dirigirse bajo mi boxer y apoderarse de mi miembro.
- Ahh yunho ~ ~, me haces sentir tan bien – comento, mientras siento el roce de su masculinidad en mi trasero y como comienza a quitar mi boxer.
- Jae ~ ~ - gime mi nombre mientras comienza a dirigir su mano a mi entrada, sin dejar de atender mi zona baja con movimientos rápidos abarcándola por completo.
Introduce uno de sus dedos a mi entrada, no puedo evitar el emitir un sonido de dolor, aun no me acostumbro por completo. Al notarlo se detiene, giro mi rostro para verlo y aprovecha la oportunidad para atrapar mis labios en un beso lujurioso, sus labios delinean el contorno de mi boca, nunca pensé que pudiera sentir tantas cosas en un beso…eso hasta aquella noche…gracias a esa bendita apuesta. Sin notarlo introduce un segundo y tercer dedo, ya no me importa el dolor, tan solo me concentro en su boca…en su lengua, su aliento que arde sobre mi piel.
Quita sus dedos de mi entrada, y libera mi hombría por un instante para tocar mis muslos.
- Abre tus piernas mi Boo – dice mientras muerde mi labio y acaricia mi cintura.
Un sonrojo se apodera de mis mejillas, no se porque pero sus palabras logran que se me erice la piel… en cierta forma me enfada que tenga tanto poder sobre mi. “parece que soy el único que se sonroja y se avergüenza…el único al que el corazón le late como desquiciado” pienso un tanto dolido, pero obedeciendo…abro mis piernas dándole paso para que entre en mí, guardo silencio ya que las palabras no son necesarias, puedo sentir con nuestro tacto todo lo que las palabras no pueden expresar.
Siento su miembro erecto en mi entrada, esto logra que emita un gemido gutural…lo deseo demasiado y me avergüenzo aún más.
- Mi boo… puede que en esta posición te sea más doloroso…si quieres…- intenta explicar Yunho, su palabras salen con dificultad.
- No…no te preocupes – lo interrumpo, tomando su mano y halándolo hacia mi.
él deposita un calido beso en mi nuca, para luego penetrarme lentamente…tratando de no dañarme y vuelve a prestarle atención a mi entrepierna, jugando con la punta y acariciándola por completo.
-Ahhh Yunnie ~ ~ - exclamo excitado por completo, esperando a q se mueva dentro de mi, para sentirlo…pata tenerlo más cerca.
No se da a esperar…comienza a moverse, dando estocadas lentas pero fuertes. Me veo obligado a apoyar las manos contra la pared debido a la fuerza con la que arremete contra mí. Con cada embestida logra llegar aun mas dentro de mi cuerpo, nuevamente puedo sentir que somos uno…esta vez estando seguro de que queremos lo mismo, mi cuerpo goza pero mi corazón lo hace aún mas sabiéndose correspondido late fuertemente, alegre dejándose notar. Siento como su mano se posa en mi mejilla haciéndome girar el rostro voy en busca de sus labios de sus exquisitos labios ahogando nuestros gemidos mutuamente en un beso húmedo, nuestras lenguas vuelven a pelear por controlar la boca del otro. Yunho comienza a embestirme con más fuerza y rapidez, a la vez que aumenta el ritmo de las caricias en mi entrepierna, en estos momentos siento su calidez, el roce de su cuerpo contra el mío se siente estupendo… lo amo.
Siento como se viene dentro de mí en una última estocada del todo penetrante, llegando a su orgasmo…segundos más tarde me vengo en su mano alcanzando el éxtasis que desconocía hasta hoy. Me desplomo de inmediato, pero sus brazos fuertes y protectores me sujetan y me cargan hasta un sillón en la que se sienta, conmigo en su regazo. Me abraza contra sí, dejando mi rostro en su pecho, el cual comienzo a llenar de pequeños besos.
- ¿Te dolió mucho? – me pregunta en un tono de preocupación, casi de disculpa.
- No te preocupes, no dolió…mucho – le contesto mientras sonrío entretenido al ver como aquella preocupación se refleja en su rostro.
- Jae…lo último que deseo en el mundo es lastimarte…si te duele mucho solo avisa – me reclama besando mi cabellera. – ahora descansa, cierra los ojos - .
- No…no quiero – mi voz suena como un niño pequeño haciendo berrinche. – Temo que todo esto sea un sueño del que tarde o temprano tenga que despertar – le explico mientras me aferro de su cintura acurrucándome en su pecho.
- No seas tontito mi Boo…estoy aquí contigo, no soy un sueño…te amo – trata de confortarme…la verdad estoy agotado, pero no dormiré solo pretenderé hacerlo mientras escucho el latido de su corazón, para comprobar de esa forma que esto es real.
Cierro mis ojos recuperando mis fuerzas, sus dedos juegan con mi pelo y acarician mi mejilla… dejo fluir todos mis sentimientos, me siento feliz “así que esto es felicidad” pienso, pero un nuevo deseo aparece en mi interior “quisiera poder hacerte sentir lo mismo Yunnie, ¿me permitirías estar dentro de ti?” la voz de mi inconciente hace eco mientras siento como se levanta y me carga acostándome en la cama para luego acurrucarse a mi lado y abrazarme.
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Changmin ya había aclarado sus pensamientos, sabía que hacer y como jugaría sus cartas, las pocas que tenía. Salió de aquel café decidido… Lo principal era regresar al departamento…ya que ese era el único lugar en el que estaba seguro de encontrarse con Jae tarde o temprano. Él tenía muy claro que no le era insignificante a Jae Joong…algo le hacía sentir a su Hyung…eso lo notó la noche anterior ya que en una ocasión noto como el mayor se sonrojó ante su presencia. Al llegar a esta conclusión una sonrisa juguetona se apodero de sus labios…jugaría limpio eso lo tenía claro…pero jugaría al fin y al cabo.
Luego de un rato llegó a su edificio y subió hasta el departamento, abrió la puerta, pero como siempre se le hizo difícil.
- ¡Por un demonio!..¡¿que acaso nunca piensan arreglar esta porquería?! – exclama en su lucha por abrir el cerrojo, termina dándole una patada a la puerta no tenía tiempo para esas cosas.
Casi al instante le abren la puerta desde adentro, se asoma micky lo ve un tanto enfurecido, le abre la puerta sin decir nada, Min ingresa al departamento.
- Pero… y ¿esto que es? – pregunta el menor sorprendido al ver bolsos y cajas de empaque en la sala.
- ¿Cómo que es?...pues bolsos y paquetes – le responde el ratón soltando una carcajada y cerrando la puerta tras de si.
- No te hagas el gracioso Yoochun… ¿que significa esto? ¿alguien se viene a vivir con nosotros? – Min se dirige al sillón para desplomarse en este…ha sido un día agotador y de muchas sorpresas ingratas.
- No…más bien alguien se va – aclara Micky en un tono de voz más serio que el anterior.
Por un segundo Changmin pensó que su corazón se detuvo se imaginó que Jae y Yunho habían decidido irse a vivir solos, sin la molestia de los demás para seguir tranquilamente su relación…mil ideas se le vinieron a la cabeza hasta que fue capaz de reunir las palabras y decirlas en el orden apropiado.
-¿qu…quien se va? – no pudo evitar tartamudear debido a el nerviosismo, giró su rostro y se encontró con el de Micky quien se había sentado a su lado.
- Veras…..- le comenta el ratón mientras pasa su mano por el hombro del menor, abrazándolo. – pues se va Jae –.
El rostro de Minnie empalideció de inmediato, cualquier dejo de color se perdió, sus ojos se abrieron de par en par…su peor temor había sido confirmado, desvió la mirada hacia el piso pero las carcajadas de Micky lo hicieron volver a mirarle esta vez con intriga.
- ¿Qué te hace tanta gracia? – reinterroga cortante…no esta para risitas.
- Ay Minnie – le dice el Mayor apretando la mejilla del menor. – Tu con tu mamá Jae…te hubieses visto el rostro jajajaja, ¡pareces muerto! – recalca Yoochun aún sin poder evitar las risas.
- Aún no le veo la gracia – a Min se le estaba agotando la poca paciencia que le quedaba.
- Ayyy como haces reír…. Tu Jae Joong no se va…el que se va aquí soy yo – aclara Yoochun, dejando de reír soltando a Minnie de su abrazo.
Al menor le volvió el alma al cuerpo, eso significaba que aún tenía una oportunidad por mínima que fuese, aún podía seguir luchando por lo que quería, pero al rato se dio cuenta de que esta noticia también le dolía después de todo Yoochun era uno de sus amigos y compañero de depa… Hasta más que eso, lo consideraba un hermano mayor ya que vivían juntos desde que ingresaron a la universidad.
- ¿Por qué te vas? – le pregunta el menor con un tono mas melancólico que furioso como debería estar por semejante broma de mal gusto.
- No me digas que ¿me vas a extrañar? – le dedica una mirada de falsa ternura.
- ¿eres idiota?....claro que si…sin ti será todo muy…muy….tranquilo, pero bueno después de todo siempre te la pasabas fuera… - le devuelve la mirada y sonríe. – pero te extrañaré Micky…no entiendo porque te vas, pero no te preguntaré ah de ser algo importante –.
- Siempre tan acertado Minnie, te extrañare mucho mocoso – le dice mientras deposita un beso en la frente del menor y se levanta del sillón. – Bueno ya me voy…luego vengo a buscar el resto – explica tomando sus bolsos y dirigiéndose a la puerta.
- ¡Ey Micky! – le llama el menor. – no me ignores en la universidad porque si lo haces te persigo – termina arrojándole un cojín que le dio justo en la nuca.
El aludido se volteó, recogió el cojín y se lo arrojó aun con más fuerza a Minnie dándole de lleno en el rostro…luego se dio cuenta de su error y salio corriendo del departamento.
- Nos vemos – fue lo último que alcanzó a decir mientras corría tratando de salvar su vida, ya que Min es conocido por sus venganzas, pero se la perdonó por esta vez, lo que si no le perdonaría era el irse ya que en serio lo extrañaría demasiado.
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Estoy llegando al depa, comienzo a subir por las escaleras creo que estoy haciendo de todo para demorarme, tengo miedo a lo que pueda suceder si le confieso mis sentimientos pero ese beso… “Juro que ese beso fue diferente”. Estoy frente a la puerta, pongo la llave en la cerradura pero me abren de inmediato.
- Ya decía yo…Micky tu y tus bromas – me dice Changmin sin terminar de abrir la puerta por completo… una vez que lo logra se me queda viendo, para luego hacerse un lado y dejarme pasar.
- ¿De que hablas Minnie? – le cuestiono ingresando, en la sala veo todas esas cajas y entiendo sus palabras, golpean en mi mente una y otra vez “se fue” la voz en mi interior, mis ojos miran un punto muerto.
- Nada Junsu…aún no lo entiendo pero Micky se fue sin decir nada, según el se muda – me aclara el menor mientras prende la T.v. de la sala.
- Ahh vale… - le respondo, dando gracias de que no me esté mirando a los ojos ya que en estos momentos comienzo a sentir mis mejillas húmedas “así que en verdad se fue, es un maldito…ni siquiera me lo dijo claramente…si tan solo me hubiese dicho piérdete o te odio…seria todo mucho mas sencillo”. – Bueno me voy a mi cuarto – logro decir estas palabras sin que se note mi angustia en ellas.
Miento, no es a mi cuarto al cual entro si no al suyo…aquel cuarto en el que lo pude sentir de otra forma…se encontraba vacío, solo queda la cama y los muebles, aún así cada parte de aquel lugar me lo recuerda…su aroma permanecería aquí por siempre. Me recuesto en su colchón con mi mirada pegada en el techo dejando correr mis lágrimas libremente, toda mi seguridad esta desapareciendo “tiene que ser ahora, tengo que encontrarlo hoy…si no luego será muy tarde no tendré la confianza” mi mente lucha, mi miedo por enfrentar las cosas y las ansias por saber el resultado pelean entre sí, ahí me quedo tendido un buen rato…quizás horas. Volteo mi rostro y fijo la mirada en su reloj despertador, la alarma esta sonando, ese sonido siempre me molestó…me siento y comienzo a darle golpes ya que nunca supe como detenerlo a Micky le gustaba molestarme con eso. Me desespera tanto que lo tomo entre mis manos y lo estrello contra el piso, pero aun así suena.
- ¡Aparato del demonio! – exclamo, arrodillándome para desconectarlo, meto mi mano detrás de la veladora para alcanzar los enchufes, mis ojos se fijan en un papel que esta debajo de la cama, no se bien el porque pero algo dentro de mi me dice que lo vea y sigo el consejo. Estiro mi mano, limpio el polvo que impide que vea bien su contenido y leo en voz alta.
- Mi delfín regreso en un instante, mucho tiempo lejos de ti me matará… espérame – al terminar de leer, siento como quedo paralizado…las lágrimas que logré detener por un instante se hacen presentes otra vez “él…nunca me dejó, ¡fui yo el imbecil que lo malentendió todo!” me reclamo sentándome en el piso, me llevo una mano a la frente y dejo salir mi pesar.
- ¡Soy un idiota! ¡mil veces un estúpido idiota! – grito, arrugando en mi mano la nota de Micky.
- Junsu…¿estas bien? – Minnie golpea la puerta del cuarto.
No tengo tiempo que perder, “Micky me tiene que oír pero ahora”. Me levantó rápidamente sin prestar atención a las palabras de Changmin, abro la puerta del cuarto y paso por su lado rápidamente para dirigirme a la salida.
- ¡Ey ey! ¿Adonde vas tan tarde? – me pregunta el menor.
- No te preocupes Min – es lo único que puedo contestar sin siquiera mirar hacia atrás.
Camino entre las calles, hasta que me detengo a pensar “Ni siquiera sé donde se está quedando” miro mi reloj dan las 12 de la noche y recuerdo donde suele estar Yoochun a estas horas “Claro ¿Cómo no lo pensé antes?” ya tengo un lugar en el cual buscarlo, uno que frecuenta a menudo de seguro estará ahí.
Estoy entrando al antro de costumbre, todo me confunde…el alto volumen de la música, las luces parpadeantes y la cantidad excesiva de personas aun así busco tan solo a una entre la multitud. Luego de 10 minutos mis ojos lo encuentran bailando muy pegado a una chica, cierro mis puños tratando de darme fuerzas para enfrentarlo, me acerco a él y le toco el hombro para que se voltee. Micky no nota mi toque o talvez lo ignora como también ha de ignorar que soy yo quien está tras él, así que vuelvo a repetir mi acción esta vez si obtengo una respuesta de su parte.
- ¡¿Qué diablos quieres?! – grita volteándose para encontrarse conmigo de frente, abre sus ojos de par en par…realmente no esperaba verme.
- Yo…tenemos que hablar – le aclaro tratando de no desviar mi mirada.
- No tengo nada que discutir con tigo – dice en un tono de voz apagado, se vuelve a voltear sujetando a la chica con la que bailaba de la cintura. Esta vez lo sujeto del brazo y lo jalo hacia atrás.
- No te lo estoy pidiendo… dije que tenemos que hablar – dejo en claro mi opinión y comencé a halarlo a través de la pista de baile, hasta llevarlo a un rincón apartado y tranquilo en el que nadie nos ve.
- Dime de una vez por todas ¿Qué quieres? – me exige, dirigiendo su mirada a la pista de baile ignorando mi presencia.
- Yo… Yoochun yo… - nuevamente mi valor esta desapareciendo.
- Vale…apúrate que tengo cosas que hacer, además así mejor regresas con tu novio y no pierdes tu tiempo conmigo…sabes ese chico… -
- Me gustas…estoy completamente enamorado de ti – suelto la verdad de una vez por todas fijando mis ojos en el piso, torpemente pero ya lo dije…mis mejillas comienzan a arder y los latidos de mi corazón se aceleran a cada segundo que pasa y no escucho su voz.
Levanto lentamente la mirada con temor, para ver su reacción temiendo que esta declaración pueda no significar mucho para el “talvez la nota fue solo un detalle” ideas extrañas aparecen en mis pensamientos. Aún no oigo su voz… aún no oigo su respuesta.
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