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Arualthings

C. por el 1er beso cap 3

Comienzo a recuperar poco a poco la conciencia, abriendo lentamente mis ojos sin poder ver claramente, están nublados, aún no logro despertar por completo, debo de haberme quedado dormido luego de llegar al departamento esta mañana, lo cierto es que no dormí en toda la noche recuperando el tiempo perdido con Eunhyuk, contándonos experiencias de vida, anécdotas, resumiendo en pocas horas esos 4 años sin vernos. Claro aquella es la única explicación para tan maravilloso sueño que experimenté, si tan solo….no fuera un sueño, si tan solo Yoochun notara que desde aquel día no hago mas que pensar en él las 24 horas, soy un idiota bastó nada mas que un beso, una caricia para enamorarme completamente y sin remedio de él, quien seguramente solo lo hizo con ademán de molestarme sin intenciones de algo más. Comienzo a estirarme en aquella cama amplia y tan distinta a la mía.

-Que cómoda, ni siquiera se parece al colchón de piedra en el que duermo- murmuro mientras me volteo en busca del reloj de mi veladora -Espera… esta… no…es….mi…¡Camaaaaaaa!- grito en un tono tan alto que hasta lastima mis oídos, mis ojos se abren de par en par, me siento rápidamente estudiando la habitación en la que me encuentro, murallas blancas, televisor de plasma, equipo de música, todo me parecía familiar, pero me negaba a creer lo que en mi mente se gestaba.

-Esta… es la habitación de…Micky- susurro entrecortadamente sorprendido por mi descubrimiento, reconociendo el lugar en el que tantas veces pasé el rato con mi amigo, leyendo revistas, escuchando música, viendo algún programa de televisión, estudiando o simplemente durmiendo, pero esta vez era diferente. Mi cuerpo yacía en su cama, estaba completamente desnudo cubierto tan solo por una sábana, mi cabeza da vueltas “¿Será posible que no haya sido un sueño” me cuestiono una y otra vez, aun confundido, perdido en conjeturas, me siento a la orilla de la cama, en un intento por levantarme, para encontrarme con nuestras ropas esparcidas a través del cuarto….entonces comienzo a recordar en detalle aquellos momentos. Recuerdo con claridad sus palabras, en un tono sensual un ensordecedor susurro “eres deliciosamente estrecho” palabras que me estremecieron de pies a cabeza, recuerdo el timbre de su voz, sus deliciosos y excitantes gemidos, la textura de su piel tan tersa y suave como la seda frotándose contra la mía, sus manos recorriendo mi cuerpo en su totalidad, atrayéndome a él en busca de mas contacto, el bai ven de sus caderas azotándome poseyéndome, su imponente miembro penetrándome una y otra vez haciéndome gozar, gemir y disfrutar de un placer que me era desconocido, pero al cual me hice adicto….adicto a Park Yoochun.

-Es definitivo, si sucedió, no fue uno más de mis sueños, esta mañana….Yo ¡hice el amor con Micky!- exclamo mientras siento el arder de mis mejillas, aún me quema la piel, en cada lugar que el tocó… que besó, me es difícil sacar aquellas imágenes de lo sucedido de mi cabeza, ya que cada centímetro de este cuarto me lo recuerda no puedo dejar de pensar en él, lo amo, me duele el admitirlo pero lo amo con locura. Pero es un amor no correspondido y lo sé, lo tengo más que claro, me lo confirma su ausencia, estoy solo en este cuarto…. no está a mi lado, seguramente para él no fui más que otra de sus aventuras, una más de sus conquistas, un simple acoston, o lo que más me atemoriza un…. error.

Pero a pesar de todo me siento feliz, aunque las lagrimas no dejan de correr por mis mejillas y la tristeza me inunde… soy feliz, porque al menos por una vez me vio de otra forma, aunque fuera un juego… soy y siempre seré suyo.

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Día de Jae Joong:

-¡Ahhhhh!- exclamo con evidente dolor, mientras dirijo una de mis manos hacia mi frente, ¿Cómo es posible que no haya visto ese poste de la luz frente a mi?, ¿acaso soy ciego?...no claro que no, pero lo idiota y despistado me sobra, Supongo que esa es y será la historia de vida de un patoso como yo… Kim Jae Joong.

Desde esta mañana, en la que prácticamente salí arrancando, no he logrado otra cosa que no sea atentar contra mi integridad física, es un milagro el que siga vivo, para empezar al salir del departamento a toda prisa y al tratar de evitar a Yunho quien utilizaba el ascensor decidí bajar por las escaleras de emergencia, pero claro casi ruedo escalones abajo, de no ser por el conserje que me sujetó justo en el momento de tropezar, estaría muerto o al menos con varios huesos rotos, tomé rumbo hacia la biblioteca para terminar un trabajo de química avanzada, al llegar y buscar un libro casi termino mi existencia siendo aplastado por uno de los estantes… ¿Cómo se me vino encima? Ni me lo pregunten, creo que el mundo esta atentando en mi contra. Salí ileso de aquel incidente para luego salvarme de ser arrollado por un carro, acto seguido me ví perseguido por un perro callejero, huyendo de él a toda velocidad, para luego terminar dándome de frente con un poste, en conclusión y para no alargar mas el asunto…este no es mi día.

-¡Por Dios! ¿Donde tengo la cabeza?- murmuro para mis oídos, retomando mi camino entre las calles de Seúl, sabiendo de ante mano la mas que obvia respuesta, mi mente y todos mis pensamientos están repletos, muy a mi pesar, de una persona… Jung YunHo, si de ese idiota a quien justo ahora desprecio con todas mi ganas, por manipularme, utilizarme, reírse de mi, pero en especial por hacerme perder la cabeza de esta forma.

Anoche fue un total martirio, luego de masturbarme en aquella ducha fría, fui asechado por un preocupado Minnie, quien me perseguía a todas partes con medicina para el estómago. A Yunho por suerte no le volví a ver la cara, supongo que se encerró en su habitación o algo por el estilo, cosa muy extraña en él, siempre está muy al pendiente de todo lo que hacemos, cuidando de nosotros como un padre, pero ¡verga!… después de lo sucedido no espero que nuestro trato sea el mismo, ni tampoco nuestra amistad, lo cual en gran parte me entristece.

Ya no me quedan excusas para rehuir el regreso a casa, terminé con mi investigación, aquel bendito trabajo de química, se supone que lo debería llevar a cabo con mi compañero de clase, pero como adivinarán era la persona a la que quería tener lo más lejos posible. Puse en riesgo mi vida de mil maneras sin ser conciente, y recorrí la gran parte del centro de la ciudad, sin siquiera notar que ya era de noche.

“supongo que realmente es hora de volver a casa” comienzo a pensar no por más de algunos segundos, al darme cuenta que me encuentro frente a una de mis tiendas de música favoritas, ¿Cómo llegue hasta allí? Culpemos a la inercia o al caminar despistado del zombie en el que me he convertido. Me emociona el poder entrar a relajarme unos instantes, la musica es una de mis grandes pasiones. Empujo la puerta de aquella tienda y me apresuro a entrar, rápidamente me dirijo a la sección de rock, me acerco a uno de los audífonos que cuelgan de una de las murallas para ponerlos sobre mis oídos, cierro mis ojos y me pierdo entre esos melodiosos acordes de guitarra eléctrica, el sonido de la batería, el bajo y por último la voz del vocalista.

-¡Vaya! Like suicide de Seether- exclama una voz tras de mi, que se hace apenas audible a través de los audífonos y la música que llena mis oídos, ante tal interrupción decido girarme para ver quien se atrevía a intrometerse entre mi pequeño momento feliz y yo.

-Hyung jamás lo pensé de ti, siempre te ví como el tipo de chico que seguramente adoraba a los Backstreet boys o a las Spice girls- comenta Changmin claramente con ironía mientras esboza una amplia sonrisa.

Un tanto sorprendido por encontrármelo tan de improvisto, retiro los audífonos de mis oídos con torpeza, para dirigir mi mirada hacia aquellos intensos ojos que se posaban en mí de manera traviesa.

-¿Bromista?, no me hace gracia, además me gusta todo tipo de música- contesto en un tono de reproche.

-Ya lo creo, dime hyung ¿Qué haces tan tarde en la calle?- me pregunta Minnie mientras comienza a caminar entre los estantes de CD´s, al parecer buscaba uno en especial.

-¿Tan tarde?- dirijo mi mirada al reloj mural de la tienda, para comprobar que la hora se me había pasado volando, daban las 10:40 de la noche, ¿Qué había hecho en todo el día?, a penas recordando vagas imágenes de mis actividades.

-Si…tarde, supuse que estarías aquí por eso te vine a buscar- comenta Minnie sin desviar la mirada de un CD que sostenía entre sus manos, estudiándolo con detenimiento.

-¿te preocupas por mi Minnie?- comento en un tono burlón, acortando nuestra distancia, quedando a su lado mirándolo a la cara mientras el sigue con la vista fija en el CD.

-Mmm… pues claro que si, eres como un hermano mayor, pensé que talvez algún pervertido te confundiera y pensara que eras chica, como suele suceder, así que… aquí me tienes- Se voltea hacia mí con una amplia sonrisa en el rostro, disfrutando del notorio enfado que se dibuja en mi rostro gracias a su innecesario comentario.

- ¡Bahh!, eso fue tan solo una vez, y me las arreglé solo – Contesto, para seguir su ejemplo y empezar a buscar entre los estantes, algún Disco que pudiera llamar mi atención.

- Claro Hyung, la única vez que te has dado cuenta, pero créeme han sido muchas-

¿Qué habrá querido decir con eso?, tan solo lo noté una vez… ¿hubo mas de una?.

- ¡Chicos!, lo siento pero tengo que cerrar – nos alerta el encargado de la tienda, poniéndose su abrigo y enseñándonos un juego de llaves.

Sin premeditación suspiro, no quiero irme, no quiero regresar aun a casa, no quiero encontrarme con… YunHo, temo que si lo vuelvo a ver o a tener cerca no podré controlarme. Por lo menos no por ahora siendo tan reciente nuestro extraño encuentro, aun siento el sabor de sus labios, el calor de su cuerpo contra el mío, su mirada traviesa a través del espejo. Por inercia una de mis manos toca mi labio, al recordar los suyos.

- Vamos, ya están cerrando – Min me despierta de aquel delicioso trance.

Solo atiné a asentir con la cabeza, un tanto aturdido comienzo a caminar pero a mitad de camino hacia la salida me tropiezo sin razón aparente, mi torpeza no tiene límite. Por suerte Minnie se encuentraa a mi lado, logra sujetarme por la cintura antes de estrellar mi humanidad contra el piso.

- ¿Te sucede algo?, ¿te sientes enfermo? – me cuestiona el menor con un tono de preocupación mientras arquea una de sus cejas y toca mi frente con su mano.

- No Minnie, ya sabes soy un patoso – contesto y comienzo a reír a carcajadas, evidentemente falsas, para distraer a aquel astuto muchacho.

- mm…. Como sea aquí hay algo raro, estas mas patoso de lo “normal”… ¿volvemos al depa?- al parecer el pequeño tiene un sexto sentido, algunas veces creo que lee mis pensamientos.

Salimos de la tienda y caminamos por las calles casi vacías, después de todo ya era tarde.

Dudo unos segundos, no se si responder con sinceridad o volver de una vez por todas a nuestro “hogar”.

- Aun no… no quiero regresar- mi voz sonó mas nostálgica de lo que hubiese deseado.

- entonces… ¿Qué hacemos?- Min me miraba fijamente, como tratando de adivinar mi respuesta.

- No se Min, no se… ir a algún lugar en donde me pueda distraer- entrecierro mis ojos, tratando de buscar paz interior pero es inútil, cada vez que cierro mis ojos veo su imagen, así que los vuelvo a abrir abruptamente, esto parece preocupar aun mas a mi acompañante.

-¿Te parece si vamos a un antro? – La idea de Changmin no me pareció del todo descabellada, tal vez entre tanto bullicio y música podría distraerme y alejar aquellos pensamientos de mi mente, por lo menos por un momento.


- m… ok, pero no conozco muchos- es cierto, antes solía ir con frecuencia acompañado de los chicos … pero este ultimo año nos concentramos mas en nuestros estudios… por lo menos algunos de nosotros.

-¡ay Hyung!- me responde Min mientras rodea mis hombros con uno de sus brazos. – No te preocupes, para eso estoy yo-.

Un aire de superioridad lo rodea, es como si en este instante tratara de protegerme, de guiarme, como si él fuera mayor que yo y de cierto modo, el sentir su abrazo me reconforta, una seguridad inexplicable me inunda, me gusta estar a su lado, siempre ha sido así, aunque a veces puede ser un verdadero mocoso insoportable otras puede llegar a ser la mejor de las compañías.

-Ok Minnie- alzo mi brazo para desordenar su cabello, por dios! Que niño tan alto debe estar cerca del metro noventa. –Vamos a alguna de tus discotecas- esbozo una sonrisa, no del todo forzada, su presencia ha logrado levantar mi ánimo.

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Lo que Jae Joong no intuye, es que para Changmin el estar a su lado significa mucho mas que una manera de pasar el rato, mas bien para Minnie significaba el mundo entero, poder compartir de esa forma con su Hyung. Si bien sus sentimientos son confusos y se debaten en dos direcciones, siempre que esta cerca de Jae su corazón se acelera tanto que teme que el otro le pueda oír o percibir de alguna forma, su respiración es mas rápida ante el nerviosismo de tenerlo cerca y el tan solo tocarlo o abrazarlo significa un brote de sensaciones en todo su cuerpo, esto sucede desde hace mucho desde aquel primer beso que le fue robado.

Podrán adivinar que el tenerlo tan cerca, el rodear los hombros de Jae con su brazo, es casi el paraíso y a la vez el infierno. Tantos sentimientos mezclados, y preguntas sin responder azotaron su mente, “¿Me gusta mas jae?”...su respuesta mental fue inmediata es obvio que si, por YunHo es mas bien una atracción diferente… física, por agradecimiento y cariño, aun así atracción al fin y al cabo, pero por Jae…. Era ¿amor?. Al cuestionarse esto último su rostro se tornó de un matiz carmesí. Ya se encontraban en la entrada de aquella discoteca.
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- ¿este es el lugar?...creo que he venido antes- entramos y pude reconocerla por completo, solíamos visitar aquella disco a menudo Micky, YunHo y yo.

- ¡¿QUE?!, habla mas fuerte casi ni te oigo- tan solo pude ver los labios de min al moverse, de su voz nada, ya que la música electrónica y el vibrar de los parlantes impedían que se oyera otra cosa.

- nada nada – le respondo agitando mi cabeza en negativa, lo sujeto de la mano y lo encamino hacia la pista de baile.

Nos encontrábamos en medio de la pista, mirándonos las caras como idiotas sin movernos, sin reaccionar y sin saber que hacer. Hasta que decido tomar la iniciativa y empiezo a hacer el ridículo a propósito para alivianar la atmosfera, bailo con total torpeza una coreografía que me enseñaron en la escuela primaria, realmente infantil creo que el nombre de la canción era algo como Balloons, al verme Min no puede evitar el reírse como loco incluso llevando las manos a su estomago.

- Ahh jajajajajaja ¡para! ¡para!, tanto reír duele, ¿Dónde demonios aprendiste un baile como ese?, ni siquiera va con la música- Changmin se calma de a poco, secando las lágrimas que derrama al reír como histérico.

- En la escuela primaria, ¿Qué a ti no te la enseñaron?- contesto un tanto apenado, pero alegre de que aquella extraña tensión se haya disipado, aunque eso no quita el ridículo que acabo de hacer frente a toda la gente, Comienzo a notar que algunas miradas están fijas en mi, algunos riendo otros extrañados por mi comportamiento.

- ¡BALLOONS!, Si claro que si ahora recuerdo, me la enseñaron en tercer grado - Sin siquiera importarle el resto de las personas que nos rodeaban Changmin comenzó a bailar la coreografía ~ que no tenia nada que ver con la música tecno del antro ~ a la vez que me incitaba a repetirla junto a él, dándome ligeros jalones en el brazo. Primero dudé, pero a los pocos segundos me vi atraído por esos ojos inocentes y esa sonrisa casi infantil que me deslumbró, sin siquiera pensarlo otra vez comencé a bailar, ya era oficial los dos estábamos haciendo el ridículo pero no nos importaba, por lo menos no a mi, la estaba pasando demasiado bien, riendo sinceramente disfrutando cada segundo a su lado, realmente es un amigo valioso. Si es cierto que en ocasiones me porto con el como un malcriado, y nos peleamos como niños aun siendo yo 2 años mayor, es en momentos como estos cuando realmente mas lo necesito y él aunque no lo admita siempre esta aquí, justo aquí a mi lado sin pedir nada a cambio siempre sabe en que momentos acudir en mi ayuda, ya sea por que sabe que algo me sucede o solo lo intuya.

Luego de un momento bailando como niños pequeños, metidos en nuestro mundo de dos habitantes, me detuve por mera curiosidad a observar a las personas que nos fijaban la mirada minutos atrás con caras de desagrado, burla y asombro…pero el asombrado ahora era yo, aquellas personas estaban bailando nuestra coreografía, Claro algunos aun seguían escépticos ante la idea pero la gran mayoría se nos unió. En ese instante no pude evitar soltar carcajadas en voz alta interrumpiendo nuestro baile, Changmin se me quedo viendo por unos segundos, yo cubriéndome la boca con la mano como es costumbre, podría haber jurado que vi satisfacción en sus ojos, satisfacción al verme por fin disfrutar de forma honesta y sincera.

-¿te burlas de mi?, no que feo si tu estas bailando igual- me reprocha, quedando completamente inmóvil frente a mi, alza una de sus manos para sujetar la mía.

-¿sucede algo?- pregunto un poco intrigado por su actuar.

-No, tan solo que es hora de que bailemos enserio ¿no crees?- con una sonrisa en el rostro comienza a bailar de una forma audaz, movimientos limpios perfectos, nunca lo había visto de esta forma se ve tan…tan genial.

Estoy impresionado, “¿Cómo es que el pequeño Minnie puede verse tan sensual?” rápidamente agito mi cabeza de lado a lado tratando de olvidar aquel fugaz pensamiento. Me quedo contemplándolo, verlo así me transmite paz interior poco a poco se dibuja una sonrisa que ni yo puedo controlar en mi rostro y sin notarlo me encuentro bailando junto a él, es un ser que irradia tanta luz con su cara angelical, que hace que olvides todos tus problemas.

Así perdimos el rastro del tiempo, tan solo seguimos bailando hasta ya mas no poder, hasta casi perder el aliento pero siempre riendo como locos por cualquier cosa. Al ya casi no poder permanecer en pie nos acercamos al bar del lugar, apoyándonos sobre el mostrador exhaustos.

-wow… yo creo que es suficiente por hoy, ¿quieres tomar algo Hyung?- Minnie propone entrecortadamente debido al cansancio y a la falta de aliento, su frente y el cabello que cae sobre esta están empapados de sudor.

- Ahhh Minnie yo creo que ya es tiempo de irnos…a todo esto ¿que hora es? – realmente había perdido la noción del tiempo.

-Pues…- comenta Changmin mientras fija la mirada en su reloj. - ¡Vaya!, ¿realmente es tan tarde?.. Son las 5 de la madrugada- actúa sorprendido.

- Imposible...- respondo un tanto incrédulo sujetando la muñeca de Min fijándome en su reloj. – ¡Las 5 a.m.!, nos tenemos que ir, dentro de un par de horas tenemos clases- sujeto al menor por la muñeca y lo saco a toda prisa de aquel antro.

Una vez afuera nos tranquilizamos, de todas formas ya era demasiado tarde, caminamos tranquilamente a través de las calles vacías. Era una noche extraña, la suave brisa soplaba contra nosotros, era refrescante y fría. Caminábamos uno al lado del otro, aun así todo era silencioso, tan perfecto, tan pacífico…hasta que Minnie decidió romper aquel silencio.

-Hyung… Sabes ya puedes dejar de preocuparte por la apuesta- su mirada se encuentraa fija en el piso, observando nuestros pasos, en ningún momento sus ojos se encontraron con los míos, parece apenado.

- Ohh, “La Apuesta”- Casi lo había olvidado, pero al instante todas las imágenes de la noche anterior volvieron a aparecer en mi cabeza, ahora con más intensidad que antes. Aprieto mis puños, estoy molesto conmigo mismo por dejar que me afecte tanto.

- Si… “La Apuesta”, de todas formas ya gané- al oírlo detuve mis pasos al instante, es como si mis pies estuviesen clavados a la acera, pude imaginar como se dilataban mis pupilas. Al parecer Min no notó mi reacción porque sigue avanzando unos cuantos pasos, hasta que al mirar a su lado no encuentra más que un espacio vacío, se vuelve hacia mi, frente a frente observándome un tanto inquieto, tal vez preocupado, estaba a punto de seguir hablando, pero lo interrumpí.
- ¿Ganaste?... ¿quieres decir que ya besaste a YunHo?- Trato de que mi voz suene lo mas despreocupada posible y así lo logré, no quería evidenciar mis sentimientos en ese momento ya que ni siquiera yo los comprendo a totalidad, me siento inquieto, nervioso y un tanto enojado aunque no se bien la razón.

- Ehh…. de eso se trataba la apuesta ¿no?... pues si lo besé- su ironía no me llega en lo absoluto, lo único que resuena en mi mente una y otra vez Haciendo eco de sus palabras es “lo besé”. Puedo sentir como mi rostro se tensa, esbozando una sonrisa fingida.

-¡Vaya!, pues que bueno así le ponemos fin a esta ridiculez – mi voz suena sarcástica sin intención, es mejor dejarlo todo así, no vale la pena el informarle que yo también le había besado… y algo mas que eso. “¿Se habrá comportado con Min igual que conmigo?” pienso mientras sigo inmóvil con la mirada perdida, una sensación de ardor inunda mi cuerpo esparciéndose hacia mi corazón y mi cabeza “¿celos?” resuena la voz de mi conciencia. Pero luego de unos segundos me invade otro sentimiento… Miro directamente a los ojos a Minnie, él se encontraba aun en frente estudiando mis reacciones.

-¿Cuándo lo besaste?- palabras que salieron de mi boca sin premeditación.

- ¿Tiene alguna importancia?, de todas formas ya lo hice- contesta cortante mientras espera, mas bien estudia mi conducta.

- No.. tan solo contesta- lo miro fijamente, mas que celos ahora siento preocupación , “¿Habrá lastimado de alguna forma a Minnie?” pienso una y otra vez.

- Pues ayer, después de que vimos la película y regresó de comprar, se veía confundido así que aproveché y lo besé- se ve tan cómodo hablando al respecto, como si no hubiese sido gran cosa, me hizo sospechar, tal vez oculta algo. Retomamos el paso muy lento, hasta que reúno el valor para preguntar lo que me carcome por dentro.

-¿Te…te hizo algo mas? – tartamudeo, y le dirijo la mirada esperando su respuesta.

- ¿a que te refieres con eso?- se detiene y se gira en mi dirección, al ver como mis ojos rehúyen a los suyos añade: - No se exactamente que quieres decir, pero fue solo un beso… yo se lo robé, a decir verdad reaccionó sorprendido, se notaba que su mente estaba en otro lugar - . Luego comienza a caminar a paso lento esperando que me una a él.

No puedo articular mas palabras, tan solo lo sigo siempre unos pasos detrás. Mi mente vuelve nuevamente a aquellos pensamientos que logré “olvidar” por unas horas, Yunho y más Yunho. “si fue capaz de tocarme de esa forma, ¿podría…. Hacerle lo mismo a Minnie?” mi mente y corazón se debaten entre varias emociones, pero dos de ellas son dominantes: preocupación y aunque me cueste admitirlo celos. Preocupación por Minnie ya que no quería ver que también jugara con él, que lo lastimara, que lo usara para luego botarlo como juguete roto, ya que se que Min guarda algún tipo de sentimientos hacia Yunnie. Y celos… no se como explicarlo… pero su toque, sus besos repartidos entre mi boca y cuello, el arder de su cuerpo, solo con recordar todo eso un calor emana desde mi interior y el tan solo imaginar que Yunho pueda hacer lo mismo con cualquier otra persona me enfurece al mismo tiempo que me provoca repulsión.

Sin darme cuenta, nos encontramos frente a nuestro edificio. ¿Cómo llegamos? No lo sé, es obvio que caminando, pero la distancia entre aquel antro y el depa es mucha y a mi parecer no había caminado mas de un par de cuadras, no me siento cansado ni agotado, tal vez se deba a que mi cuerpo y mente no estan en sintonía.

- ¡A cambiarnos!- exclama Changmin observando su reloj. – Ya son las 8, tenemos clases en una hora, creo que no dormiremos-

- Ya no dormimos por hoy Minnie, ¡Diablos! hoy la primera clase es química, tenemos que entregar el trabajo, ¡apúrate!- Lo sujeto de la mano y lo halo con fuerza, no tendremos tiempo ni de bañarnos…creo que este tampoco es mi día.

Nos dirigimos con rapidez al interior del edificio, casi chocamos con varias personas, Minnie pidiendo disculpas, mientras yo lo halo aún con más fuerza, la facultad no queda muy lejos, pero estamos cortos de tiempo… Lo único bueno de todo esto es que de seguro ya no hay nadie, todos deben haberse ido ya… todos compartimos las mismas clases, así que no debo preocuparme por evitar a Yunho, por lo menos por ahora no… de seguro en clases lo tendré cerca talvez demasiado.

Heme aquí otra vez hundido en mis pensamientos tanto que ni siquiera noté cuando ya estábamos frente a la puerta de nuestro depa.

-Vaya hyung es un verdadero milagro que no hayas tropezado en todo el camino- comenta Minnie con una sonrisa burlona.

Abriendo la puerta contesto:

-Pues cuando estoy corriendo se me quita lo patoso- le devuelvo la misma sonrisa.

Como lo esperaba no hay nadie, todos han de estar ya en la facultad.

-Bueno, me doy un regaderazo y nos vamos – le explico y sigo mi camino hacia el baño.

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~Desde aquí sigo yo ¿vale?~

Nuestro querido amigo Jae olvidaba casi por completo su cualidad…. Si… la torpeza, mientras se encaminaba al baño no notó que un extremo de la alfombra de la sala se encontraba doblada y como ya han de suponerlo le hizo una esperada visita al suelo, esta vez Changmin no alcanzó a reaccionar a tiempo, pero se acercó de inmediato al mayor.

- Ya veo… esa teoría de correr parece cierta- luego de tan acertado comentario Min comenzó a reír a carcajadas.

A Jae, quien aún se encontraba con la cara hundida en el piso, no le hizo ninguna gracia la risa de su amigo, se enderezó como pudo, dándole la espalda y a duras penas se mantuvo de pie, el golpe en realidad fue fuerte.

- Ríe todo lo que quieras niño- lo último lo dijo con énfasis. – Pero eso no quita que vamos a llegar tarde, apresúrate tú también-

Changmin sujetó a Jae por el brazo impidiendo que este avanzara, lo giró y sujetó su rostro con la yema de los dedos pasando su pulgar por la comisura de su labio superior.

- Jae Joong ¡un día de estos te matas! ¡MIRA!- Comentó el mas pequeño enseñándole su pulgar bañado en sangre.

Jae notó que su nariz comenzaba a sangrar, pero eso no era exactamente lo que lo desconcertó y dejó boquiabierto…con el roce de Minnie no pudo evitar sonrojarse, en realidad no sabía porque pero el rostro de Min y su toque en esos momentos le recordaron varias escenas similares a esta, pero en cuales los protagonistas eran Yunho y él, que durante su largo periodo de amistad era quien lo protegía y se preocupaba en esos momentos de torpeza extrema. Sus mejillas se tornaron de un rojo intenso al recordar aquello, nunca antes lo había visto con esos ojos, siempre pensó en Yunho como un amigo pero eso ahora estaba cambiando, todas esas veces en que Yunnie lo sujetó con fuerza contra si para evitar que cayera o las ocasiones en que se encontraban demasiado cerca el uno de otro se avivaron en su memoria, cosas que jamás había notado se evidenciaron. Luego de un momento de distracción, una voz interrumpió su epifanía.

- Jae… ¡Jae!- Lo llamaba Min, sujetando con una mano el rostro sonrojado del mayor. - ¿Te encuentras bien?- en aquella frase se notaron rastros de la preocupación que lo embargaba.

Aquella voz trajo de vuelta a Jae de sus pensamientos, fijó sus ojos en el hermoso rostro y aquellos ojos que lo miraba con preocupación, si bien no era la persona en quien no podía dejar de pensar, aquel sonrojo en cierta parte se debía a Minnie, a ese muchacho que de cierta forma siempre estaba cerca, no pudo evitar el contemplarlo notando en él rasgos que nunca antes percibió, ojos profundos y sinceros, pómulos bien formados, una nariz en armonía casi perfecta, labios carnosos y uno que otro mechón que caía sobre su frente.

- Adorable…- susurró Jae, mientras levantaba una de sus manos guiándola hasta posarla sobre la de Min que se encontraba en su mejilla.

Al sentir su roce tan repentinamente, las mejillas de Chang se encendieron poblándolas de matiz rojizo, nuevamente su corazón latía a mil por hora y todas aquellas sensaciones reaparecieron.

-Hyung…. Yo….- se detuvo mientras pensaba con cuidado sus palabras… ¿sería aquel el momento indicado para confesar sus sentimientos que aun no tenía del todo claros?, la verdad no le importaba, en ese instante lo único que deseaba era sostenerlo en sus brazos rodeando aquella estrecha cintura, apegarlo a él, besarlo…amarlo, pero el mayor interrumpió sus intenciones:

- ¡verga!- exclama Jae fijando su vista en el reloj mural que decoraba la pared de la sala. – Ya no llegamos… - Dejando caer la mano de Min se dirigió como alma que lleva el diablo hacia el baño cerrando de portazo.

El menor se quedó unos segundos petrificado, para luego esbozar otra de sus típicas sonrisas.

- Es cierto….si corres no eres un completo desastre -. Acto seguido se dirigió a su cuarto en busca de ropa limpia.


Estar dentro de aquel baño era peor que tortura, al lavarse los dientes, apoyarse en el lavamanos y mirar por el espejo podía ver en forma de ilusión a Yunho apoyado contra la pared masturbándose así que apuró su tarea con los ojos bien cerrados, cepillando con tal fuerza que al terminar se dio cuenta de que le sangraban las encías.

-¡genial! .. mas sangre lo que me faltaba- se metió a la ducha con apuro, en menos de 3 minutos se encontraba fuera de ese baño endemoniado.

-No se como diablos voy a entrar a este baño todos los días desde ahora – gruñó por lo bajos mientras salía en dirección a su cuarto, con una toalla rodeando sus caderas.

Al salir se encontró de frente con el mas pequeño que lucía una tenida completamente diferente a la de el día anterior, unos jeans desgastados y una camisa negra evidentemente mal abrochada … Jae se le quedó viendo, al cabo de unos segundos se le acercó colocando sus manos en el cuello de la camisa de Minnie, sonriendo de manera descuidada.

- ¡Por dios! ¿Qué ni siquiera te puedes vestir apropiadamente – se burla del menor, sin notar que este se encuentra perplejo ante su actuar.

-yo… yo… puedo hacerlo solo – Contesta Changmin retrocediendo unos pasos tratando de soltarse del agarre de su amigo, quien reaccionó de la forma contraria acercándose aun mas.

- Quédate quieto – ordenó Jae mientras comenzaba a desabrochar la camisa negra para arreglarla.

Min desvío la mirada y giró su rostro tratando de ocultar su evidente sonrojo, una vez mas su corazón se descarrilaba parecía que en cualquier momento se salía de su pecho y caía al suelo.

Al minuto su Hyung terminó de arreglarle la camisa y se metió a su cuarto dejando al menor como estatua en el pasillo… al rato oyó una voz que lo desconcertó.

- Min … ¿aun ahí parado? – Jae ya se encontraba completamente vestido y esperando en la puerta de salida interrogándolo con la mirada.

Changmin sacudió su cabeza de lado a lado, tratando de entender como es que el tiempo siguió avanzando sin él notarlo, desde luego ¿que importaba el tiempo cuando se trataba de estar cerca de Kim Jae Joong?. Se volteo tomó su bolso y corrió hasta la puerta saliendo por esta dejando atrás a su amigo.

- ¡Apúrate que no llegamos! – le grita el menor ya llegando al ascensor.

- ¡Ey mocoso!, no te vayas sin mi – exclama Jae cerrando la puerta y corriendo hacia Min.

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Heme aquí frente a la de la sala de estudios de química, alzando mi mano para tomar la perilla de la puerta y entrar de una vez… pero a medio camino me detengo por instinto… no puedo avanzar mas allá, el solo pensar que de el otro lado ocupando el mismo puesto de siempre se encuentra Yunho me estremece, peor aun sabiendo que el lugar vacío a su lado es el mío.

- ¿Le tienes fobia a las manillas de una puerta? y ¿desde cuando? – La voz de Changmin me tomó desprevenido tanto que pego un salto del susto.

- ¿Yo?... no seas graciosito, obvio no – lo miro de reojo, sentido por su burla, aun así sin atreverme a abrir la puerta.

- Si sabes que no tenemos todo el día para esperar… apenas llegamos a tiempo – me contesta Min, mirándome fijamente otra vez tratando de entender mi comportamiento.

Estaba a punto de responderle cuando siento que pierdo el equilibrio, como si alguien me hubiese empujado hacia adelante, choqco de lleno contra el pecho de Minnie, quien gracias a sus reflejos logra sujetarme y no perder el equilibrio a la vez.

- Entras o te quitas de la puerta – habla uno de mis compañeros de clase Kim Heechul, sin detenerse sigue su camino entrando a la sala.

- ¿Estas bien?...ese idiota no tiene derecho – Min estaba a punto de seguir a Heechul en tono de pelea, pero logro detenerlo.

-No te preocupes tiene razón…entremos de una vez – me decido y entro con firmeza a la sala, ya todos están en sus respectivos puestos esperando la llegada del profesor. Chang se va por su lado mientras trato de ubicar entre los demás a Junsu y Micky para sentarme junto a ellos pero no los encuentro por ningún lado. Desde la distancia diviso mi asiento y al lado Yunho sentado como si nada leyendo un libro. Aprieto mis manos formando dos puños y avanzo hasta quedar junto a él quien apoya las piernas sobre mi asiento, sin ni siquiera notar mi presencia sigue leyendo y cambiando de hoja.

“Ahh ¿ahora me va a ignorar él a mí?” pienso mientras entrecierro mis ojos dándole una mirada de rencor, pongo una mano sobre el respaldo de mi silla y tiro de ella con fuerza, tratando de que se asuste y pierda el equilibrio…pero no, segundos antes quita las piernas y se gira apoyando sus brazos sobre el mesón ignorándome por completo siguiendo con su lectura. “Si así lo quieres”, me siento normalmente, evitando el contacto de cualquier tipo con su persona, dejo mi morral sobre la mesa colocando sobre la misma el trabajo de química, cruzo mis brazos sobre mi pecho y miro hacia el otro lado con cara de berrinche ~ lo se una actitud infantil ~. A los cinco minutos entra el profesor y comienza la clase. Yunho cierra su libro bruscamente, haciendo que lo mire. él fija la mirada en el pizarrón apoyando sus codos en la mesa dejando reposar su rostro sobre las palmas de sus manos.

- Bien chicos el plazo se venció entreguen sus trabajos… déjenlos en mi mesa antes de salir de la clase – Manifiesta el profesor y para ser honestos es lo único que oí de toda la clase, luego mi mente se concentro en tratar de ignorar a mi compañero de asiento y a evadir los pensamientos que éste evocaba en mi.

Despierto de mi trance luego de oír una carcajada que pude identificar como la voz de Yunho, por reflejo me volteo hacia él quedando a escasos centímetros de distancia de su rostro, quien se encuentra apoyado con una mano en el respaldo de mi silla y con la otra en el mesón, su cara inclinada hacia la mía, me toma por sorpresa.

- ¿Qu… que quieres?- me asombra el poder hablar cuando mi corazón esta latiendo a mil por hora casi lo siento en la garganta… su cercanía logra que me hierva la sangre me arden las mejillas supongo que estoy como tomate… por unos segundos olvido todo el rencor que siento hacia él, pero vuelve una vez que lo oigo hablar.

- Dime… Tu y Minnie se la pasaron de maravilla anoche ¿no? – sonríe y acerca aun mas su rostro al mío rozando mi mejilla izquierda con sus labios dejando aun mas rojo el camino que estos marcan, olas de calor comienzan a recorrer mi cuerpo, apenas puedo mantener mi respiración, cierro mis ojos tratando de calmarme y pensar “¿Qué diablos? que estoy haciendo, debería golpearlo , alejarlo de mi y dejarle bien claro que no soy el juguete de nadie” pero una vez mas mi mente y mi cuerpo no están en sintonía, coloco una de mis manos contra su pecho tratando de apartarlo, parece funcionar se aleja unos centímetros sentándose frente a mi en su silla.


-¿Y bien?…. Estoy esperando una respuesta - comenta mientras me interroga con la mirada.

- No… tengo porque responderte nada – en ese momento recuerdo que seguramente medio mundo ~ en realidad los 50 alumnos de la clase ~ debió presenciar tal escena. - ¿Qué crees que Haces y frente a todos? – lo regaño en un tono acusador escondiendo mi mirada.

- ¿Frente a todos?... Kim Jae Joong – pronunciando marcadamente mi nombre completo, para luego sujetar mi mano - ¿En que mundo vives?...la clase terminó Hace 10 minutos.. estamos completamente..solos –

Al terminar la oración hala de mi mano obligándome a avanzar hacia el cayendo sobre su regazo con mis piernas una a cada lado de este, rodeándolo.

-¿So..Solos?- restándole importancia a mi nueva posición levanto la mirada recorriendo la sala, que ahora se encuentra completamente vacía.- Pero ¿Cómo?...- me detengo al sentir los labios de Yunho nuevamente en mi rostro, esta vez besando mi mandíbula.

-Realmente eres despistado- baja por mi cuello depositando pequeños besos los cuales logran que me estremezca de pies a cabeza, mordiendo mi labio para acallar los gemidos que luchan por escapar de mi garganta. – No evadas mi pregunta ¿Por qué no volviste al departamento ayer en la noche?-.

Realmente no entiendo lo que sucede… ¿Por qué le importa lo que haga?, es cierto su actitud paternal lo lleva muchas veces a controlarnos, pero nunca hasta este punto. Al no recibir mi respuesta inmediata muerde mi cuello con brusquedad para luego lamerlo, logrando que los gemidos que ahogaba hasta ahora se hicieran presentes e inundaran aquella solitaria sala.

- No.. no es de tu… incumbencia- apenas logro aclararle este punto tan importante ya que mi respiración se torna irregular y se me hace difícil hablar, siento como una de sus manos se dirige a mi entrepierna, mientras la otra sube por mi espalda hasta quedar en mi nuca.
“¿Por qué?.. ¿Por qué no soy capaz de pararme y alejarlo? ¿Por qué sus manos, su mirada, su toque, sus labios…todo su ser logra que me quede en este estado? …sin poder rechazarlo por completo, sin poder moverme a mi voluntad, dejando que haga lo que quiera conmigo…tengo que detenerlo o será muy tarde, ya no habrá vuelta atrás” es inútil pensar si tu cuerpo no te obedece, ágilmente logra bajar la cremallera de mi pantalón, aleja su rostro y fija su mirada en mis ojos.

-Si me incumbe y no sabes cuanto- esboza una sonrisa de ganador, introduciendo su mano bajo mi pantalón y ropa interior rápidamente para atrapar en su mano mi miembro erecto.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!- grito ante la presencia de su mano en mi zona baja, la cual comienza a mover suavemente recorriendo toda mi extensión, logrando que arquee mi espalda y cuello hacia atrás, acercando mis caderas en busca de un mayor contacto. La mano que mantenía en mi nuca me obliga a enderezar el cuello y me atrae hacia él, dejando mi frente contra la suya mirándome y gozando con mi expresión avergonzada, mi agitación, excitación y evidente sonrojo mientras se entretiene masturbándome. Sin darme cuenta mis caderas comienzan a seguir el ritmo de su mano pidiendo más atención, otro tipo de atención.

-¿Quieres más?... tan solo tienes que pedirlo- su voz tan tranquila como siempre es obvio que solo yo estoy siendo afectado por la situación.

Comienza a mover su mano con más rapidez, mis caderas siguen aquel compás, hasta sentir un bulto debajo de mí, el miembro de Yunho, él se encontraba igual de excitado que yo.

-No sabes… cuanto te odio por esto- Al oír mi respuesta sonríe y con su mano en mi nuca me atrae hasta sus labios para besarme con furia, mis labios le dieron paso hasta mi boca situación que aprovecha recorriendo cada rincón de esta con su lengua, comienzo a devolverle el beso con la misma intensidad, peleando por apoderarme de su boca sin querer quedarme atrás, pude sentir por un instante su sorpresa o tal vez sea tan solo mi imaginación. Lo que en realidad quise decir era “Te odio por esto, por hacerme sentir de esta forma”, pero no encontré el valor para hacerlo, ahora ya no importa… nada importa, esta vez me dejaré llevar por lo que quiero por lo que deseo y no por mi conciencia, por esta vez…solo por esta vez.

Repentinamente su mano abandona mi zona baja, se para de su asiento haciendo por ende que yo le siga y quedemos los dos de pie, sin dejar de besarme comienza a bajar por completo mis pantalones y boxers logrando quitármelos, se gira sujetándome por las caderas dejándome contra el mesón, sus manos suben desabrochando mi camisa, el calor me inunda por completo, es imposible sobrevivir a tantas emociones con cada caricia pero al mismo tiempo deseo mas y mas, levanto mis manos comenzando a desabotonar la suya con mas desesperación de la deseada. Él logra despojarme de toda mi ropa antes de lo esperado, en mi pecho se nota parte de mi excitación ya que este sube y baja rápidamente, me cuesta respirar sus besos me quitan el aliento lo necesito, lo necesito dentro de mi, es mas que una atracción física, lo amo siempre lo he amado me tomó todos estos años el notarlo, desde un principio… siempre lo amé. Una vez que lo despojo de su camisa, me dirijo a su pantalón, notando su evidente erección, esbozo una sonrisa simulando la suya, él retrocede… aleja mis manos eso me deja un tanto sorprendido. Se aleja y se apoya en el mesón de atrás, desabrochando por si mismo su pantalón, quitándoselo para luego bajar por completo su boxer, dejándome disfrutar de aquella vista excitante, su cuerpo definido, sus músculos bien formados, su palpitante hombría, y esa sonrisa tan característica. Sujeta mi mano mientras se sienta nuevamente en aquella silla… su actuar me desconcierta, él parece notarlo.

-No te voy a obligar a nada, si quieres seguir…- una amplia sonrisa se dibuja en su rostro mientras le da palmadas a su muslo sin soltar mi mano -..Ven y siéntate conmigo-.

Siento que voy a explotar en cualquier momento, puedo oír un pitido en mi cabeza, doy unos pasos inseguros hacia él pero las piernas me tiemblan, es imposible que me sonroje más, estoy tan avergonzado, pero lo deseo… deseo sentirlo dentro de mi. Las palabras no son necesarias termino de acortar nuestras distancias aun estando de pie con una pierna a cada lado igual que en la anterior posición, dándole a entender que no voy a huir que quiero que lleguemos al final, parece entender el mensaje, su mano sube por mi pierna, mi piel arde en cada lugar que el roza tiene control total sobre mi cuerpo porque yo se lo permito. Introduce uno de sus dedos en mi entrada, logro ahogar un grito de dolor… Luego un segundo y tercer dedo.

-Ahhhhh Yunnie – Mis gemidos ahora no son de dolor si no de placer al sentir como sus dedos se mueven dentro de mi.

- Ya estas listo Mi Boo ~ ~ - susurra, quitando sus dedos, halando mi mano sentándome suavemente sobre él, su miembro erecto queda en posición para penetrarme por completo, sus manos sujetan mis caderas atrayéndome lentamente hacia el para poder entrar en mi sin lastimarme. Termino acortando nuestras distancias sentándome bruscamente y logrando que me penetre de una vez.

- Ahhhhhh Joongiee ~ ~ - Yunho suelta un gemido, pronunciando mi nombre sensualmente.

- Ahhhhhhhh Yunnie…quiero mas – entre mis gemidos de dolor y placer, ni siquiera se como puedo decir cosas tan vergonzosas, sentir su miembro dentro de mi logra que desee mas y mas, “ni siquiera se distinguir si estoy soñando o es realidad, parece todo muy irreal” pero se que todo esto.. su roce, la suavidad y el calor de su piel son reales.

Sus labios encuentran a los míos con ansias, mis caderas se mueven en busca de más contacto, de arriba abajo, en forma de saltos. Sus caderas siguen el ritmo envistiendo el uno contra el otro con potencia… duele, duele tanto que no logro retener las lagrimas, pero no importa… el dolor físico no se compara al gozo de mi corazón… Lo amo…cuanto me gustaría si quiera soñar con que el sienta lo mismo por mi.

1 Comentarios:

  1. Anónimo6/19/2010

    yujae yeahhhhhhhhhh oh me imagine la ecena mm que porky soy mmmm maldicion fanfic los amo es genia

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