Esa noche a Changmin le había sido imposible tocar alguna nota de su guitarra, no hacía más que mirar fijamente a las palabras que había escritas en aquel tablón, recordando aquella mirada que compartió con aquel desconocido. Sabía perfectamente que era él, aunque lo único que podía recordar era que era una mirada llena de soledad, lo que inevitablemente le recordo así mismo. Tanta era la curiosidad que tenía por saber cual sería la respuesta del chico a la sonrisa que Changmin dibujó para responder aquel mensaje, que ni siquiera pudo dormir. Al día siguiente ya en la universidad se encontró con sus mejores amigos que, al notar su rostro diferente no dudaron en preguntarle que le pasaba.
- Junsu mira que carita nos trae Changmin – dijo Yoochun pegándole en el brazo a su novio.
- Si... algo interesante le ha pasado, vamos cuenta – continuó Junsu.
- Dios los cria y ellos se juntan, no me extraña que seáis pareja, si en cotillas nadie os gana – Changmin cogió una silla y se sentó al lado de sus compañeros - A ver, hace unos días me crucé con un chico que va al mismo local de ensayos que yo, si no me equivoco creo que él baila, no me he fijado muy bien... Si no fuera porque me peleé con mis padres...
- ¿Otra vez? – preguntó apenado Junsu.
- Si, otra vez... en fin, esa misma noche me fuí al local, llegué un poco tarde por culpa de todo y ese chico me dejó una nota escrita en el tablón de la sala... ‘Chico desconocido... hoy llegas tarde, yo... tengo que irme, me gusta como tocas, nunca pierdas esa mirada que te caracteriza, solo... sigue así ¿vale?’. Eso decía.
- Wow, cuando te dice que nunca pierdas esa mirada es que realmente se ha fijado en tí, y... ¿sólo os conocéis de eso?, ¿un simple encontronazo? – preguntó Yoochun.
- Si solo eso... pero no se, tengo la cabeza llena de cosas, ahora mismo no me interesa tener una preocupación más.
- Mira Changmin, te lo digo en serio, puedes venirte a nuestro piso mientras encuentras algo, así no tendrás que dejar la universidad y con un trabajo a media jornada podrás costearte los gastos – comenzó a decirle Junsu - pero deja ya de comerte tanto la cabeza y empieza a hacer lo que mande tu corazón.
Changmin agradeció los consejos de sus amigos, los había conocido el mismo año que empezó en la universidad y para él eran la pareja perfecta. Llevaban ya cuatro años juntos y dos viviendo en la misma casa. Se querían tanto como no había visto a nadie hasta ese momento y tenían tal complicidad que parecía mentira que solo llevaran unos años juntos. Reflexionó una y otra vez sobre lo que debería de hacer con respecto a todo lo que habían hablado. Después de terminar las clases, Changmin fué a su casa, preparó una maleta con lo más esencial y dejó una nota a sus padres.
‘Me voy, es hora de que haga mi vida por mí mismo, aquí no voy a poder cumplir mis sueños y deseos, ojalá me comprendiérais, pero tengo que ser feliz.. No os preocuéis por mí, estaré bien’.
Con su maleta en una mano y su guitarra en otra se dirigió al local dos horas antes de su horario habitual. Sabía perfectamente que ese chico iba a estar allí bailando porque cada uno de los usuarios disponia de dos horas para ensayar y estaba claro, que si este se iba cuando Changmin entraba, era porque más o menos tenía ese horario.
Llegó y efectivamente allí estaba, bailando como si el mundo de su alrededor hubiera desaparecido. Changmin se quedó de pie frente a la ventana de la sala, obseravando en silencio, viendo cada movimiento que el realizaba. Nunca había visto una manera tan bella de expresar los sentimientos por algo. Fijándose bien se dió cuenta que en aquellos pasos se veía mucha rabia y desesperación, por ello Changmin se preguntaba que era lo que tanto le podía atormentar. Justo en ese momento deseó conocer todo sobre él, pero no se atrevía a dar el primer paso. Se dió la vuelta y camino hasta la calle, unos metros más allá del local se oyó como por detrás alguien se le acercaba corriendo.
- ¡Espera... espera! – dijo una voz, que poco después agarró el hombro de Changmin para que este parara. – Te he visto a través de ventana y... tambien he visto tu respuesta a mi nota.
- La verdad nunca había esperado nada así de nadie, además no me conoces – respondió Changmin - ¿Por qué lo hiciste?
- Si, si que te conozco, eres el chico que todas las noches desde hace 6 meses toca de la manera más preciosa que jamás he podído escuchar. Por eso te dije que me gusta como tocas. Y luego tu mirada, no se, hay algo en tí...
Al decir esto la expresión de Changmin se llenó de una tristeza muy grande. Se sentía incomprendido por su familia, y a pesar de que tenía muy buenos amigos que siempre le apoyaban, por dentro sentía una soledad inmensa. Era como si hubiera estado predestinado a estar sólo y a que nadie le apoyara o le pudiera comprender.
- ¿Sabes que? Eres tan parecido a mí..., ven conmigo quiero enseñarte una cosa... – y el chico, sin más ofreció su mano para que Changmin le acompañara – Ah, por cierto, me llamo Yunho.
Yunho agarró la mano de Changmin y lo llevó consigo hasta una pequeña colina que había cerca del local donde se habían conocido. A Changmin le costaba subir porque iba cargado de su maleta y su guitarra, pero Yunho no dudo en ayudarle. Llegaron al final de la colina y desde allí se podía ver como la luna brillaba en el agua de una manera que no parecía haber distancia entre las dos. A Changmin le pareció el lugar más hermoso que había visto jamás, no entendía porque Yunho le había llevado a ese sitio.
- Este lugar para mí significa la libertad de espíritu, mira como la luna esta junto al mar, en libertad y armonía, sin hacerse daño y sin que nada pueda interrupir eso.
- Pero si cae algo en el agua... eso desaparecerá – dijo algo confundido – además, ¿por qué me has traido aquí?
- Porque ya es hora de que dos personas como nosotros liberen su espíritu y puedan ser felices.
- Tú... ¿tampoco lo eres? – le preguntó con curiosidad.
- No, pero eso puede cambiar, mirame y sonríe – y Changmin así lo hizo – Lo ves, simplemente hay que proponerselo. Eres la primera persona que traigo aquí, y la verdad, aunque no sé muy bien por qué tengo la sensación de que sabrás apreciarlo tanto como yo.
- La verdad es que es un sitio precioso. Gracias Yunho – Changmin volvió a sonreír.
Sentados en aquella colina mirando el reflejo de la luna en el mar permanecieron los dos durante gran parte de la noche. Por primera vez Yunho dejó de lado una noche aquello que tanto odiaba hacer para disfrutar al lado de Changmin. A pesar de que el tambien sufría mucho, veía a ese chico tan frágil que solo quería protegerle, sentía como si tuviera que estar a su lado a cada minuto, aunque apenas lo conociera. Los minutos pasaron entre roces y caricias en los que Changmin se sintió mas feliz y libre que nunca, era como si dos adolescentes acabaran de conocerse. Tan solo con estar al lado de Yunho, en aquella colina, le valía la pena... Parecía un sueño del que no querían despertar, tan solo querían estar así para siempre. Unas horas después los dos se despidieron y se prometieron volverse a ver al día siguiente en el mismo lugar, Changmin fué a casa de Junsu y Yoochun para dejar sus cosas y así poder empezar su nueva vida.
Al día siguiente como no tenía clase decidió ir en busca de un trabajo, se le daba bastante bien cocinar por lo que empezó a preguntar en los restaurantes. Por su parte Yunho se sentía más felíz que nunca, incluso en su casa se dieron cuenta y después de mucho tiempo pudo ver a su madre y a su hermana Yui sonréir. Si había tenido que esperar tanto tiempo para ver esas sonrisas realmente había merecido la pena. Decidió ir a hacer unas compras para la comida de ese día, pero mientras iba de camino al supermercado se encontró con alguien.
- ¡Yunho! – dijo un hombre con tono de enfado. – Anoche no viniste, ¿donde estabas?.
- No es asunto tuyo... deberías de olvidarte de todo esto ya – le respondió.
- No tienes ni idea de lo que estas diciendo – dijo el hombre agarrando fuerte a Yunho de una mano y aprisionándolo en una pared – vas a hacer lo que yo te diga te guste o no, si quieres que tu familia salga adelante, vas a hacer lo que yo te diga.
Después de esas palabras el hombre golpeó sin cesar a un Yunho, el cuál cayó derrotado en el suelo y acabó llorando de dolor.
Aquella noche como Changmin había prometido, acudió a la colina en espera de Yunho, se sentó y espero, espero y espero mientras los minutos pasaban y veía como Yunho no acudía. No podía creer que él le estuviera haciendo esto, había roto la promesa de que se volvieran a ver. Pero aún así Changmin estaba preocupado, aunque conociera poco a Yunho intuía que el era hombre de palabra y que si no cumplía era por algún motivo grave. Decidió ir al local para en aquél tablón escribir una frase de la que con esperanza esperaba obtener respuesta...
‘Yunho, hoy te esperé no olvides que podemos lograr lo que tanto deseamos y ser felices...’
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Asdasdasdasdasd
ResponderEliminarporqué a Yunhoo ;0;??
Pobrecito ;_;
*patea al hombre que lo pegó*
¬¬
Yunho tiene que ir con Changmin y cofcoftirárselocofcof abrazarle.
que tos más tonta me dió(?)
Espero el cap nuevo con ansias *-*
WAAA!! *_*
ResponderEliminarAMO ESTE FIC!! (L)
ES LOVE!!!
*happy*
Pobre Yunho *snif* el pobre lo debe estar pasandolo mal *uhhh*
Quiero conti *o*
oye MOMOOPPA que dijiste es que con esa tos no te entendi *se esconde* ...
ResponderEliminarJA JA (ME ENCANTA EL BLOG POR QUE TIENEN MUCHO SENTIDO DEL HUMOR CHICAS)
que mi pobre yunho me da que en este fic sufrire mucho pero me da iguallll continua adoro el homin
ResponderEliminarah si, ya me lei el capitulo XD pobrecito
ResponderEliminarnoo no quiero que lastimen a yunho
ResponderEliminar