Titulo: Meeting U
Autora: Liv;
Extencion: Oneshot
Parejas: Yunjae, mención de Yoosu
Sumario: Secuela de Meeting U
Género: Lemon
Sumario: Jung Yunho es forzado a contraer nupcias debido a una promesa, pero qué hará cuando a una semana del matromonio encuentre al chico que robó sus pensamientos?
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Autora: Liv;
Extencion: Oneshot
Parejas: Yunjae, mención de Yoosu
Sumario: Secuela de Meeting U
Género: Lemon
Sumario: Jung Yunho es forzado a contraer nupcias debido a una promesa, pero qué hará cuando a una semana del matromonio encuentre al chico que robó sus pensamientos?
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“¡No puedes hacerme esto! ¡¡No puedes!!” Los gritos resonaban dentro de la gran mansión de los Jung, toda la servidumbre se encontraba sorprendida de la reacción de su joven amo.
“Yunho, escúchame, soy tu padre” respondió el hombre de facciones más maduras.
“¡Esto no es algo que un padre le haría a su hijo!” prosiguió el menor.
“Tienes que comprender que…” Intentó razonar su padre, pero Yunho no quería escuchar razones, así que lo interrumpió.
“¿¡Qué?! ¿Qué me vendiste?” apretó sus manos hasta formar dos puños.
“No tienes que verlo así, es un compromiso que Jaesuk y yo hicimos desde jóvenes, nuestros hijos se casarían cuando tuvieran la edad, y creemos que ya es tiempo” Además, era una unión que beneficiaría a ambas empresas.
“No le veo la diferencia a vender a tu hijo” A estas alturas ya estaba colmando la paciencia de su padre.
“¡Jung Yunho!” Y finalmente lo hizo, lo sacó de sus casillas, lo abofeteó directo en su mejilla. Yunho giró el rostro debido al impacto pero no reaccionó a dolor alguno, simplemente fijó sus ojos en los de su padre.
“Si tu madre estuviera viva, me apoyaría completamente” dijo esto sin romper la competencia de miradas.
“No creo que lo hiciera. Nadie en su sano juicio lo haría”
“Esta discusión no tiene caso. La decisión está tomada y es final” Pasó de largo a Yunho y continuó su camino hasta la puerta del estudio.
“P-pero…”
“Te doy una semana, en una semana se llevará a cabo el matrimonio” Giró la perilla y sin más, salió del lugar dejando a un muy molesto Yunho, con la mejilla roja y el orgullo herido. No podía casarse, simplemente no podía, ni siquiera conocía a la chica. Vamos, están en el 2009, los compromisos son del siglo pasado. ¿Qué demonios pensaba su padre?
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Las luces del lugar lo deslumbraron un poco, sin embargo no era algo que no pudiera soportar, no estaba acostumbrado a zonas como esa pero en esos momentos solo quería liberarse, de su enojo, de su frustración.
Habían pasado no más de 30 minutos desde que había llegado y para ese entonces frente a él se encontraban varias copas vacías. Cualquier otro estaría durmiendo, desatado o como muchos otros más, llorando por sentimentalismos. Pero Jung Yunho, era diferente, y eso se podía percibir desde que te adentrabas en su territorio, era como si a su alrededor el ambiente se volviera más ‘chic’, por lo tanto, el hombre no se encontraba ebrio, incluso después de que había bebido copa tras copa, solo dejando una corta pausa para respirar entre cada una.
El barman del club se encontraba un poco preocupado por su cliente, de saber si en verdad era tan tolerante a los efectos del alcohol, pero su preocupación no le impidió ofrecerle un trago más a tan distinguido personaje. Así que Llenó su copa una vez más y se la extendió al joven.
Yunho entendió el mensaje y levantó la copa llevándola a su boca, sacó de su saco una generosa cantidad por sus bebidas incluyendo propina y la deslizó en la barra hasta llegar al otro hombre. Yunho se giró en su asiento, de modo que su espalda quedó recargada contra la barra y sus piernas dirigidas hacia la pista de baile, en donde se podía ver el ánimo de todos los usuarios.
Dio un sorbo más a su copa y levantó la vista, sus ojos tomaron un brillo significativo y su mirada se concentro en algo… más bien en alguien. Una persona que bailaba invitadoramente, el movimiento de caderas acompañado de sus manos tocándose en diferentes partes de su cuerpo era algo que seguramente nadie – ni siquiera Jung Yunho- podía resistir. Su rostro era angelical, aunque sus ojos parecían decir lo contrario, en ellos se asomaba cierta picardía e incluso lujuria.
El ritmo se tornaba cada vez más rápido y los movimientos del hombre seguían el compás. ¿Mencioné que el dueño del bello rostro era un hombre? Bueno, lo era, ¿Y por qué Yunho lo veía con interés? Obviamente porque el chico millonario era homosexual, otra de las miles de razones por las que la ‘noticia’ de su matrimonio no le cayó en gracia; Esperaba tener la oportunidad para decírselo a su padre, considerando las dos opciones, podría ignorarlo, o lanzarlo a patadas a la calle, pero… nunca se dio la oportunidad de sacar a relucir el tema.
Tanto hombres como mujeres no perdieron la oportunidad de bailar con la hermosa criatura quien sacudía su cuerpo contra ellos casi causándoles un ataque al corazón. Tanta sensualidad debería ser ilegal.
La música dio un giro inesperado y parecía comenzar la sección que los amantes de hip-hop adoraban, algo como ‘poppin’. Fue entonces cuando el pelinegro hizo contacto con la persona sentada en el bar. Sus ojos asiáticos se afilaron como fiera buscando su presa, lamió sus labios y caminó hacia su meta.
Cuando menos lo pensó, Yunho tenía al ladrón de tantos suspiros sobre él, su rostro hundido en su cuello inhalando la esencia del moreno.
“¿No te has aburrido de solo observar?” el joven le susurró en el oído mandando corrientes de electricidad por todo su cuerpo.
El pelinegro retiró la copa -ya vacía- de la mano de Yunho y la colocó de vuelta en la barra. Luego tomó la mano de Yunho y lo guió hasta el centro de la pista. Yunho sonrió de medio lado, la confianza se hizo presente en su rostro. Lo que el chico no sabía era que Yunho era una maquina de baile.
Yunho ondeo los brazos expertamente, sus piernas y hombros se movían de acuerdo al sonido de la canción. El otro chico lo observaba con las manos en la cintura como esperando que hiciera algo mejor que eso para impresionarlo. Y así lo hizo Yunho, sus movimientos se aceleraron, su expresión facial se transformó.
La atención del lugar comenzó en girar en torno a él, y pronto tenía un círculo a su alrededor gritando y animándolo como si fuera el dueño del establecimiento. Ciertamente no todos los días veían a un chico tan apuesto bailar tan hábilmente y gratis.
Finalmente el beat llegó a su fin y Yunho terminó su presentación girando en el suelo deteniéndose con una pose algo complicada. Las demás personas le aplaudieron y continuaron con su baile propio.
Yunho se levantó del suelo y se sacudió un poco su ropa, pero repentinamente sintió como el pelinegro lo jalaba del cuello y lo llevaba hacia otro lugar alejado del barullo y la multitud, giró la perilla de una puerta y encendió la luz, no espero que el moreno lo siguiera, así que lo jaló nuevamente del brazo y lo arrojó en el largo sofá rojo que resaltaba en la pequeña habitación. Yunho alcanzó a ver un pequeño letrero sobre la puerta ‘Salón 3 V.I.P’.
El chico lindo se sentó sobre sus piernas y colocó sus brazos alrededor del cuello de Yunho. Yunho podía sentir el aliento del pelinegro cerca de su oído.
“No me gusta que miren lo que es mío” Los ojos del moreno se abrieron en sorpresa. ¿A qué se refería con eso?
La sorpresa se hizo más grande cuando el chico jaló su cabello con una de sus manos, provocando que su cabeza se hiciera hacia atrás dejando su cuello a su merced, y éste no desaprovecho la oportunidad comenzando a lamer la zona descubierta. Los brazos de Yunho se cerraron en la cintura del invasor. Ya comenzaba a sentir como el calor se elevaba dentro de la habitación.
Las manos del pelinegro encontraron su camino por la camisa formal de Yunho y los botones no tardaron en abrirse, Yunho soltó un poco su agarre para darle espacio de movilidad. Sabía lo que venía, y estaba preparado, no le importaba que en una semana fuera a ser un hombre casado, no cuando tenía a tal belleza frente a él.
Cuando su camisa fue abierta completamente, su pecho fue atacado por la lengua y los labios del otro, Yunho se estremecieron cuando el pelinegro jugó con sus pezones, los gemidos no se hicieron de esperar por parte del moreno. Su miembro estaba comenzando a despertar y se pregunto si el chico bonito lo sentiría debajo de su trasero. Y al parecer lo hizo, pues éste se levantó y se deshizo rápidamente de sus pantalones entallados, así como de su camisa, quedando solo en ropa interior. Volvió a sentarse en las piernas de Yunho y continuó con sus juegos.
Ahora el amenazado era el ombligo de Yunho, la lengua del pelinegro se movía en la pequeña cavidad mientras con sus manos friccionaba los pezones del moreno hasta que los sintió duros como rocas. Se detuvo abruptamente y Yunho se preguntó la razón, su rostro denotaba lo extasiado que ya estaba incluso con los juegos previos del otro.
Entonces el más corto de estatura se inclinó sobre el moreno y cerró sus ojos chocando sus labios juntos. Yunho abrió la boca gustosamente y succionó la lengua del pelinegro luchando después por la dominancia del beso. Escuchó un jadeo placentero cuando durante el beso acarició el trasero que descansaba en su regazo.
Se separaron por falta de aire y nuevamente el pelinegro se levantó, ésta vez para sacarse finalmente la ropa interior, inconscientemente –o tal vez no- Yunho relamió sus labios.
El chico no terminó de retirar la camisa de Yunho, solo la dejó abierta, pero si abrió sus pantalones y los deslizó por sus piernas. Hizo lo mismo con sus ‘Calvin Klein’ hasta quedar frente a la grandiosidad del moreno. El pelinegro se arrodilló en el suelo y Yunho abrió sus piernas comprendiendo el mensaje, así el otro se posicionó frente a su miembro y lo tomó con ambas manos, comenzó a masajearlo y moverlo de arriba hacia abajo lentamente.
Yunho se aferró fuertemente del sofá extendiendo sus brazos a los lados, el placer que estaba sintiendo era indescriptible, no sabía duda de que el chico sabía cómo excitarte. Aunque pensándolo un poco, no pudo evitar sentir algo de celos al imaginar que no era el único beneficiado. Aunque no era momento de tener esos pensamientos.
La ávida boca del pelinegro ahora era la que torturaba la longitud de Yunho, lamió desde la base hasta la punta en repetidas ocasiones y con sus manos le daba placer a los genitales. Yunho arqueó su espalda y dejó que los gemidos escaparan de su boca. Las manos del moreno se movieron hacia el cabello del pelinegro y lo incitó a acelerar el ritmo hasta que finalmente se vino en la boca del otro quien tragó con gusto su semilla.
La respiración agitada de ambos no se había normalizado cuando Yunho se levantó del sofá y al pelinegro del suelo. Giró al chico de modo que su espalda se encontrara con su pecho y el chico se arrodilló ahora en el sofá, buscando soporte con su pecho en el respaldo de éste.
Yunho bajó un poco su cuerpo y observó atónito la entrada del chico, se acercó hasta ella y lamió el pequeño orificio hasta que lo llenó totalmente con su saliva, no tenía lubricante, así que esperaba que al menos eso pudiera aligerar el dolor. Sin perder más tiempo colocó una mano en el hombro blanquecino del pelinegro y de su mano libre adentró un dedo en el cuerpo del otro. El chico dio un grito ahogado y evitó que las lágrimas se derramaran de sus ojos. Cuando Yunho sintió que su cuerpo se destensaba un poco introdujo un segundo dedo y los movió circularmente, lento al principio antes de agregar un tercer dedo. En ese momento se dio cuenta que el pelinegro de no pudo detener las lagrimas. Yunho se sintió un poco mal pero esperaba compensarlo con lo que seguía.
Yunho sacó sus dedos y posicionó ahora su miembro en el orificio previamente estrechado y comenzó a introducirse. Ya que estuvo totalmente dentro del cuerpo, el pelinegro tomó sus brazos haciendo que Yunho rodeara su cintura, una señal para indicarle que estaba listo y podía moverse.
Sabía que era doloroso aun con la preparación, pero también estaba consciente de que su miembro también dolía por no haber sido tocado aún, así que mientras Yunho comenzaba sus primeras embestidas, bajó sus manos para darle placer al miembro del otro. Masajeó la punta unas cuantas veces hasta que con una sola mano empuñada friccionaba el miembro de arriba abajo. Yunho escondió su rostro en el cuello del pelinegro continuando embistiéndolo, acelerando su velocidad, sintió aún más placer escuchando como el otro gemía por su contacto, por sus caricias…
Yunho cambió de posición y se dirigió a recostarse en el largo sillón, su cabeza recostada en el extremo de éste. Tomó de los brazos al pelinegro y lo invitó a sentarse sobre él. El pelinegro más que gustoso aceptó y volvió a introducir el miembro de Yunho dentro suyo al mismo tiempo en que tomaba su posición. Las embestidas no bajaron la velocidad y solo faltaron unas cuantas más para que ambos llegaran a su clímax.
El pelinegro colapsó sobre el cuerpo de Yunho quien lo abrazó para evitar que fuera a caerse y así se quedaron unos minutos, mientras se normalizaban, cerraron los ojos. Y al cabo del tiempo, Yunho pareció dormir profundamente, al parecer, sí, el alcohol lo había dominado.
Lo que no esperaba era que cuando los abriera de nuevo se encontraría solo y… vestido.
Buscó a su alrededor cualquier, cosa, un número, algún recado…Nada.
¿Había sido un sueño? Imposible, no había forma de que hubiera llegado allí solo, no conocía el lugar, e indudablemente, las sensaciones eran reales.
Se apresuró y salió de la habitación esperando que alguien hubiera visto al chico, pero solo ensanchó los ojos cuando no vio a nadie. El lugar estaba desierto, hasta que escuchó unos pasos detrás suyo. Giró y se encontró con una persona al parecer, de limpieza.
“Joven, no sabía que había alguien allí. Cerramos hace una hora”
¿Una hora? Maldición. Maldición. Malidicióoooon.
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Condujo su auto hasta divisar el lugar familiar, el letrero fluorescente anunciaba su nombre ‘Mirotic’ mientras parpadeaba. Entró sin esperar mucho tiempo en la fila, y cuando el guardia lo dejó pasar, se dispuso a buscar por todas partes. Preguntarle a las personas mediante su descripción, estaba seguro que no habían muchos chicos en Seúl que encajaran en ella. Hasta que recordó que alguien lo había visto. BINGO.
Se acercó hasta la barra en donde vio al barman que lo había atendido la noche anterior, y éste seguro lo recordó ya que le invitó rápidamente una copa igual a la de antes. Yunho la rechazó cortésmente y preguntó por vigésima vez en la noche.
“Estoy seguro de que recuerdas al hombre que se me acercó aquí ayer” el barman asintió preguntándose qué era lo que el moreno quería. “¿Lo conoces? ¿Sabes su nombre? ¿En dónde puedo encontrarlo?” demasiadas preguntas en una sola.
“¿Eh? L-lo siento señor… era la primera vez que lo veía aquí”
“Rayos” Se notó la frustración en su rostro.
“Pero… ”¿pero? “Podría avisarle si lo veo de nuevo por aquí” respondió el hombre.
Al menos era mejor que nada. Suspiró y se dispuso a salir del local. Un día menos.
Al día siguiente pasó lo mismo, al acercarse la hora de apertura del club Yunho era el primero en la fila y entraba directamente con el barman por información antes de proseguir a interrogar a la demás clientela. Esto se volvió su rutina cuatro días consecutivos hasta que su padre se hartó de su comportamiento.
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“Yunho, tienes que comportarte como el hombre que eres. Mañana te casas y es final, deja de pasear el clubes nocturnos como un vago” Le reprendió su padre, abotonando su saco.
“No tendría porque, si no me obligaras a este estúpido compromiso” dijo Yunho acomodando de mala gana su corbata frente al espejo.
“Es la sangre de mi mejor amigo. Ten cuidado con tu vocabulario” El señor Jung se disponía a salir de la habitación. “En 15 minutos nos vamos”
Yunho inhaló y exhaló profundamente con frustración. Había fallado en la misión ‘encontrar al pelinegro’. Había pasado 6 días buscándolo y al parecer, el chico no quería ser encontrado, al menos no había vuelto al mismo club.
Y lo peor era que estaba a solo un día de contraer nupcias con la hija del mejor amigo de su padre y no había nada que pudiera hacer al respecto para evitarlo. Justamente hoy, iban a conocerse. Lo cual le parecía increíblemente ridículo al menor de los Jung. Conocerse con un día de anticipación. “Tienen toda la vida para conocerse” le había dicho su padre, Yunho gruño al recordarlo.
Se vio una vez más en el espejo de su habitación y partió para encontrarse con su padre esperándolo abajo. Ambos fueron escoltados por su chofer hasta su limosina y subieron para partir con destino al infierno de Yunho.
Desde lejos se apreciaba una mansión igual si no que más grande que la de los Jung, ésta se iba haciendo más grande a medida que se iban acercando. La mueca de Yunho fue de descontento, seguro la chica era la típica chica rica malcriada y consentida.
El chofer les detuvo la puerta de la limosina mientras padre e hijo bajaban de ella, para ser escoltados ahora por el servicio de la mansión. Cuando entraron sus rostros no cambiaron en lo más mínimo, estaban por demás acostumbrados al lujo, y la casa del propietario no salía de su estándar.
Al llegar al recibidor fueron atendidos por una de las sirvientas quien los guió hasta el comedor principal en donde el amigo de su padre los estaba esperando.
“KangHo-ah, bienvenido” Se acercó hasta ellos un hombre prácticamente de la misma edad de su padre.
“Jaesuk –ah” ambos se estrecharon la mano.
“Oh, este debe ser Yunho, te pareces mucho a tu padre” sonrió el hombre. Lo que a Yunho no le hizo mucha gracia fue la comparación. No dijo nada hasta que su padre le dio un codazo ‘accidental’.
“Ah…si, un gusto” Yunho hizo una reverencia y los tres pasaron a tomar asiento.
La comida estaba comenzando a ser servida y Yunho notó que la chica aún no hacia acto de presencia, supuso que esperaba hacer una entrada triunfal o algo así a lo que no le dio mucha importancia y fijo su vista en la comida examinando el menú.
Las puertas del comedor se abrieron y Yunho vio que su padre se levantó de su asiento.
“Jaejoong sshi, buenas noches” dijo el señor Jung al recién entrado.
¿Jaejoong? Extraño nombre para una chica, pensó Yunho. Su sorpresa fue que al levantar el rostro encontró a quien menos esperaba.
“No hacen falta las formalidades, después de todo, mañana seremos familia” sonrió Jaejoong acercándose con paso firme hasta el lugar de Yunho. Tomó asiento junto a él sin quitar la sonrisa de su rostro. “Kim Jaejoong, es un gusto”.
Yunho sintió por un momento que había muerto y se había ido al paraíso, ¿entonces su padre sabía? Lo supo todo el tiempo, sobre su homosexualidad. Qué más daba. Al parecer Yunho debía tener muy buenos contactos allá arriba.
“Jung Yunho” le extendió la mano al pelinegro y sonrió.
Jaejoong la tomó y se acercó hasta su oído “¿Entiendes porque no quería que vieran lo que es ‘mío’?”
Entonces, solo entonces Yunho pensó que el matrimonio no iba a ser tan malo como él pensaba. Definitivamente no.
Fin
*___________* me encantooooo!!!! ains... estça muy bien el fic!!
ResponderEliminarMe imagino la cara de Yuhno jajajaja... me veo entrar yo a Jae, despues de haber hecho eso en el local... y me da un patatus jajaja
adorable como todo lo que implica junjae soy una romantica y adoro los finales felices
ResponderEliminar>///< lindoooooooooooouuuuuuuuuuuu
ResponderEliminarme ha encantado!!!!
esta muy bueno muy bonito tan lendoooooooooo
^_^ voy a leer la continuacion xD
pues ta guenoXDD
ResponderEliminara mi me gustó loving u
pork hay una hija jejej
aunk una k lee de esas perversiones ya deberia estar acostumbrada !!!
un 1000 está genial y jae es un pervert XDDD
me encatooo!! crei q Jae era el hermano d la chica xDDD en fin estuvo muy buienooo me gustoo *w*
ResponderEliminarQue genial!!!
ResponderEliminarel matrimonio era con Jae xD
yo pense que iba a ser el hermano de la chava jaja
que lindo final!!!!
omo omo omo waaaaaaaaaaaaaaaa voy a leer la otra parte genial, no puedo creer q el padre lo sabia aigo
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaahh!!!!!! me muero!!!! grite como loka al final cuando sale jae son de lo mejor esta pareja me tiene en las nubes los amo!!!! pero muchas mas a mi YUNHO aaaaaaaaaa!!! es tan lindo!!!
ResponderEliminarwaooooooooooo q final no me lo esperaba esta wenisimo aunq algo raro pero eso e slo mejor muy originallllll seguire leyendo mas!!!!!!!!!!!!!! waoooooooooooooo esta lindo y jae es un superduper pervert haha por eso lo amo!! a mi yunhieh oppa q inocente si asi se puede decir ok no pero jae fue kien lo provoko ahahhaa ;)
ResponderEliminar*desmayadaaa*...wohohoohoh,es que es sin duda un final bastante..muuuy pero muuuy rarooo..wahooo..te kedo grandiosoooo,lo q menos me esperaba fuee.e..dios miooo lo leere otra veez..:D!*perveert..xD*
ResponderEliminarawwww que lindoo! No se vale Boo sabia todo y no le dijo nada y Yunnie u.ú tan preocupado que lo tenia... Bueno, que mas da SE VAN A CASAR nwn
ResponderEliminarNee...yo quiero ir a la boda! ¿¿Ustedes no?? .///.
waaaaaaaaaaa q lindoooo me encantooo y jae como siempre tiene el control de yunho aunq en sus intimidades yunho siempre es el varonil ajja me gusto muchooo
ResponderEliminarMe encanto!!! Final inesperado!!!! Mauajjajajaaa.
ResponderEliminarGracias por escribir!!! ^0^b