Two Hearts cap 22

- Yo te dije que te esperaría….Me salí de control otra ve—

Un apasionado beso por parte del castaño lo tomó por sorpresa. Poco después, se separaron, mirándose con intensidad.

- Jaejoong, no quiero que esperes más-

Silencio. El mayor ya no sabía que decir, ni que hacer. Aquellas palabras ocupaban por completo su cabeza. Changmin lo miraba intensamente, un extraño brillo en sus oscuros ojos. ¿Estaría hablando en serio? Muchas cosas pasaron por su mente. Su edad, y la de él. Su futuro, y el de él.

- Minnie, esto no es un juego…- Empezó, sin quererse convencer.- Yo de verdad, cuando te dije que te esperaría, no era para presionarte…-
- ¡No me estás presionando!-
- Changminnie, bebé… No quiero que hagas algo de lo que te puedas arrepentir.-
- Jae, entiéndeme. Te amo. Quiero hacer esto contigo. Que mi primera vez sea contigo, y con nadie más. Necesito sentirte…Te necesito…- Le dijo, tomando el rostro de su amado entre sus manos- Quiero que hagamos el amor.-

Nuevamente, lo besó, disipando toda duda que podía haber estado vagando por la mente de Jaejoong. Con muchísimo cuidado, el mayor fue tomando el control nuevamente, volviendo a recostarse sobre el castaño. Mientras depositaba dulces y cortos besos en el cuello y en los hombros del chico, sus manos lo acariciaban como si fuese de cristal. Pronto, una de ellas volvió a la camisa que Changmin traía puesta, y fue desabrochando botón por botón.

- Eres hermoso…- Suspiró el moreno, sentándose sobre el regazo de su amado para poder admirarlo mejor.
- J—Jae…-

El castaño se sonrojó violentamente. Nunca nadie lo había visto así, con su torso desnudo. No siquiera cuando iba a la playa – el insistía en ponerse camisetas con tirantes para nadar.- A pesar de lo alborotadas que estaban en este momento sus hormonas, no pudo evitar sentir un poco de vergüenza al tener a Jaejoong mirándolo con detención.

- Bebé, si quieres que me detenga, sólo dímelo. ¿De acuerdo?
- No quiero que lo hagas.- Le sonrió.

El moreno lo besó en los labios, para luego pasar al pecho de Changmin. El chico era delgado, y mantenía su abdomen bien trabajado. Con cuidado, y también un tanto sonrojado- pues era su primera vez de todos modos- pasó su lengua por uno de los pezones del menor, obteniendo como respuesta un gemido. Sólo para lograr sacarlo de control. Necesitaba más. Lentamente siguió besando, lamiendo, succionando, y hasta mordiendo el pecho del castaño, que sólo sabía sonrojarse y ahogar sus gemidos (o al menos intentar hacerlo).

Para Changmin todo era tan nuevo, tan extraño…Pero no quería que su Hyung se detuviese. Cada roce lo estaba volviendo loco, y cada caricia lo hacía sentir más y más calor. No supo en qué momento, los pantalones que le había prestado su amado le empezaron a molestar, ni tampoco cuando es que empezó a sentir un extraño calor en su entrepierna.

- Ahhh….- Soltó un fuerte quejido al sentir la traviesa mano del mayor colándose por debajo de su pantalón, mientras que con la otra bajaba el cierre y los bajaba un poco.
- ¿Quieres que me detenga…?- Preguntó un tanto asustado.
- N…No…- Respondió con su voz entrecortada.

El moreno asintió en silencio, y terminó de despojar a Changmin de esos apretados pantalones que tan bien se le veían. Volvió mirarlo. Estaba con sus ojos cerrados, mordiendo su labio inferior para evitar gemir demasiado, probablemente se avergonzaba de eso. Saliendo de su ensimismamiento, lanzó una última mirada al menor, pidiéndole su autorización para quitarle la única prenda que le quedaba. El pequeño asintió.

-Mmmg….Hyung…- Se quejó nuevamente entre jadeos, al sentir las manos de Jaejoong rodear su intimidad.
- ¿Te molesta?-
- No…Sólo…Me da un poco de vergüenza.-

Changmin sonrió con timidez, y Jaejoong le devolvió la sonrisa de la misma forma. Pero, seguro de lo que estaba apunto de hacer, comenzó lentamente a mover su mano de arriba hacia abajo, acción ante la que el menor sólo pudo responder jadeando, y respirando entrecortadamente.

No es que nunca se hubiese masturbado. Pero la sensación que le causaba Jaejoong en estos momentos era única, y no quería que terminase. Pero como era inexperto, su virginal cuerpo no aguantaría mucho. Ya sentía que llegaba a su climax.

- ¿Porqué….Te detienes…?- Preguntó Changmin al ya no sentir nada.
- Quiero que terminemos juntos…- Respondió, volviendo a juntar sus labios en un apasionado beso.
- Changmin…No tengo….Nada para… prepararte…-
- No me importa…
- Te va doler…No quiero hacerte daño…Minnie-
- Jae…Tú jamás me has hecho daño, y no lo harás nunca. – Respondió con extrema ternura- Si es contigo, soy capaz de cualquier cosa…Por favor, sólo quiero ser uno sólo contigo.-

A pesar de que aún dudaba, el mayor asintió. Bajó hasta la entrada de Changmin, que yacía recostado con sus piernas abiertas. Con cuidado, introdujo un dedo, el menor soltó un pequeño quejido. Luego, el segundo, y comenzó moverlo en círculos. Finalmente el tercero.

Jaejoong. Gimió.

Cuando ya sintió que el pequeño estaba listo, introdujo su miembro en el menor, con cuidado, muy despacio, esperando a que se adaptara. Unas cuantas lágrimas de dolor cayeron por las mejillas de Changmin. No te detengas… Fue todo lo que dijo, mientras se mordía el los labios, esperando a que el moreno hiciese algo. Finalmente, comenzó a embestirlo.

Changmin… Era todo lo que salía de la boca de su Hyung.

Ambos chicos suspiraban, jadeaban y gemía el nombre del otro. Eran inexpertos. Esta era su primera vez. Sin embargo, se sentían en el cielo. El mayor ayudó a Changmin a sentarse, para así poder tenerlo más cerca, sentir su calor, sentir su entrecortada respiración, su cálido aliento….Juntar sus labios en otro beso más.

Te amo

Se dejó caer sobre su amado, al haber alcanzado juntos el climax. Pronto salió de él, y se recostó a su lado, sin quitarle el ojo de encima. El menor trataba de normalizar su respiración, sus ojos cerrados, sus mejillas rojas, sus labios hinchados, y su cuerpo desnudo.

- Changmin, esto ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.-
- Hyung…- Mumuró.

Jaejoong lo miró extrañado al sentir como se acurrucaba, en posición fetal, abrazando su brazo como si de un oso de peluche se tratase.

- ¿Minnie…?- Preguntó.

El pequeño respiraba ahora pausadamente, y en sus labios había dibujada una hermosa sonrisa. Se había quedado dormido.

- Duerme bien…-

Horas después…

Ahora el moreno se encontraba recostado en su cama, con su pijama puesto, sin poder dormir. Luego de aquella hermosa experiencia junto con amado Changmin, había ido a tomar una ducha, y había vestido al pequeño con uno de sus pijamas. Le había costado un poco tomarlo en sus brazos para poder meterlo a la cama, pero finalmente lo logró.

Ring. Ese era su celular. Al perecer alguien le había mandado un mensaje de texto. El primero que se le cruzó por la mente fue su rubio amigo Junsu. Pero se sorprendió al ver escrito en su pantalla.
¿Está contigo verdad?

Giró su rostro para observar al joven que dormía plácidamente acurrucado en pecho. La culpa lo atacó, y de pronto sintió su boca seca. ¿Estaría bien dejarlo así?

Si, está conmigo… llegó a mi casa esta tarde. 
Me lo contó todo. Lo siento mucho.

Mordió su labio inferior, sin poder pensar en otra cosa que no fuese la cara que debía tener la mujer que le enviaba mensajes a estas horas.

Por favor, cuida a mi hijo

Después de eso no recibió más mensajes.

- Con mi vida….-

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