C. por el 1er beso cap 10

Intento voltearme nuevamente, necesito abrazarlo rodearlo con mis brazos decirle cuanto lo amo, pedirle disculpas por mi estupidez, por tratar de alejarlo cuando debimos resolver nuestros problemas juntos. Repentinamente siento como besa mi cuello estrechando aun mas nuestras manos aumentando la fuerza de su abrazo a medida que el elevador se acerca al primer piso…es entonces cuando por fin caigo en cuenta temblando de la misma manera que él…derramando un mar de lágrimas “esto es…¿una…despedida?…”.

Estoy completamente inmóvil entre sus brazos, sintiendo como pasa cada segundo, como se acerca nuestra despedida, por que supongo que eso es, es lo que me da a entender con sus acciones, no quiere verme a la cara, no quiere que me volteé, tal vez por temor a mi respuesta, no necesita de mis besos o simplemente no los quiere. En vez de esto, de este silencio infernal, hubiese preferido que me dijera las cosas de frente, que claramente me explicara que no quiere estar conmigo o por lo menos que fuera capaz de decirme la verdad, de decirme que esta confundido, “no se…realmente no se nada”. Una sensación de vacío se apodera de mí, no se bien que es lo que intenta decirme ya que no me habla solo sostiene fuertemente mi mano mientras siente los latidos de mi corazón.

El llanto inunda mi rostro, al saber que estoy tan cerca suyo y a la vez presenciar como nos alejamos tan rápidamente. El calor de su cuerpo es mi único refugio, es lo que me mantiene de pie, mi mente vuelve a aquellos momentos que sucedieron apenas unos días atrás en los que nos amábamos sin preocuparnos del resto, sin saber aquella verdad que nos rodeaba, esa que amenazaría con separarnos y lo está logrando, sé muy bien que este no era el propósito de Changmin, que no fue su intención sentir lo que siente actualmente…”no puedo, realmente no puedo odiarlo, sentir rencor hacía él me es imposible es…él es muy importante para mí”.

Me aferro con todo lo que tengo a aquella mano que me sostiene, deseando que el tiempo se detuviese, sabiendo que es imposible, ya que oigo el timbre del elevador indicando que ya debo bajar. Aprieto con tanta fuerza su mano, sin pensar en que pueda dolerle, sin pensar en que lo lastimo, solo teniendo en mente que esta puede ser la última vez que lo sienta de esa forma…ya que si esto es lo que quiere debo aceptarlo ¿no?, debo volver a como éramos antes, solo amigos…no quiero perderlo, quiero que este a mi lado de alguna forma.

- Adiós – susurro débilmente, soltando su mano.

- Adiós – oigo su voz ligera mientras aparta sus brazos, dejándome libre.

Sujeto mis bolsos, camino reuniendo los pedazos de mi alma, ni siquiera sé como soy capaz de mantenerme en pie luego de oír salir de sus propios labios aquel ~Adiós~ “Al parecer este si es un adiós definitivo”, me alejo rápidamente, dejándolo atrás, dejando con él mi alma, mis sentimientos, tan solo queda en mi el sabor amargo a desesperanza y desconcierto, debo acostumbrarme a esta nueva realidad, debo se fuerte y aceptar todo lo que venga…ya que talvez ellos decidan comenzar una relación y están en todo su derecho.

Lo dejo todo atrás, estas dos semanas deberé utilizarlas para volver a ser el de antes, aprender a vivir siendo tan solo su amigo, nuestra relación duró apenas unos días y según dice la gente será fácil de olvidar, pero creo que este par de días permanecerán en mi memoria por siempre y para siempre, estos hermosos recuerdos serán el tesoro que protegeré a toda costa, los guardaré en un rincón de mi conciencia, tratando de hacerlos a un lado pero vivos dentro de mí “y pensar que todo esto comenzó por una estúpida apuesta, una competencia para ver quien se quedaba con su primer beso…creo que después de todo si perdí, perdí mas que sus labios, lo perdí a él” Todo sucedió tan rápido y terminó de la misma forma, terminó para nosotros dos.

En estos días que pasaré lejos de todo y todos, debo aprender a dejar mis celos a un lado, mi egoísmo debe morir…junto con mi corazón, debo enterrar el amor que siento por Yunho, y alejar de mí aquellos sentimientos que afloraban dentro de mí hacía Changmin…debo lograrlo a toda costa.

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Volvamos a la noche anterior…..

- ¿Por qué este antro? – le pregunto, mirando la fachada del lugar que suele frecuentar Micky.

- Porque aquí nos reencontramos, es un lugar especial para mí – sujeta mi mano obligándome a entrar.

También es un lugar especial para mi, pero por diferentes razones, en este lugar puedo sentir la presencia de Micky, él siempre viene…solo espero que esta noche vaya a otro lado, no tengo las fuerzas para verlo coquetear con cuanta mujer se le paso por delante. Lo peor de todo es que ni si quiera le pongo atención a Eunhyuk, me habla entusiasmado de todo el tiempo que pensó en mi, de todo lo que me quiere, lo que me ha extrañado y yo hecho todo un insensible, ni siquiera me importan sus palabras, mis ojos vagan buscando su silueta.

- ¿Junsu?...Tierra llamando a Junsu – me golpea el brazo tratando de llamar mi atención.

Estamos en el bar, apoyados en la barra esperando nuestros tragos, siento miedo de verlo entrar en cualquier momento, “¿tenias que traerme justo a este lugar” parece una cruel trampa del destino.

- Si, dime ¿para que querías que saliéramos hoy? – le sonrío tomando el trago que me sirven un vodka tonic.

- bueno…quiero pasar tiempo contigo – sonríe un tanto triste, al parecer nota mi poco entusiasmo. – No quiero que te alejes de mi, solo porque te dije que te amo, que te he amado desde hace mucho – me mira directamente, logrando que mi corazón se acelere.

- Yo… - desvío la mirada, aquella sensación me deja extrañado, no quiero que se sienta mal.

- Lo se… - sujeta mi rostro entre sus dedos, logrando que lo mire de frente nuevamente. – tu y Micky son novios…lo sé – acaricia mi mejilla.

Mi corazón se acelera nuevamente, nunca se había acercado de esta forma, su piel es tan suave, sus caricias tan cálidas y necesarias en este momento…soy tan egoísta, necesito de él, de mi amigo, es por eso que acepté su invitación, necesito de su amor de su apoyo para no caer, para seguir adelante, soy débil lo sé, lo admito…Micky de alguna forma se convirtió en mi fortaleza, en estos pocos días que compartimos juntos fue mi todo, a pesar de que tuvimos tanto buenos como malos momentos, no cambiaría nada, si pudiese volver atrás cometería los mismos errores, ya que si cambio algo, por mas pequeño que esto sea, amenazaría con destruir nuestros preciados recuerdos, preciados al menos para mi.

- No…él y yo ya no somos novios – sonrío, pero sé que no durará mucho aquella máscara, ya puedo sentir la humedad de las lágrimas en mis ojos. – eso se terminó – apoyo mi cuerpo en la barra.

- Lo siento – se recuesta en la barra junto a mí. – Aunque no lo creas, si tu estar herido yo también… – se voltea a verme quedando nuestros rostros a centímetros de distancia. –…porque te amo – acerca su mano a mi mejilla, sosteniendo mi cara, acercándose a mí lentamente.

La verdad no tengo fuerzas ni ganas de alejarlo, sé que está mal jugar con sus sentimientos cuando al único que amo es a Yoochun, pero ahora…lo necesito, se que estoy traicionándome a mi mismo al aceptar unos labios que no son los que deseo ni añoro, pero en estos momentos no me importa…nada me importa.

Siento su otra mano en mi cintura, tratando de acercarme aún más, sin importarle que nos vea el resto, sus labios rozan suavemente los míos, apenas tocándolos, sintiéndolos lentamente, pidiéndome permiso para seguir adelante. Yo solo suspiro, sin alejarlo…creo que lo toma como un si, ya que me veo envuelto entre sus labios, los que se mueven temerosos de hacerme sentir mal, no respondo al principio, pero inconcientemente comienzo a buscar un mayor contacto, me desprecio tanto…ya que desearía que fuera otra boca, otras caricias, pero no hago nada para detenerlo.

- Junsu ~ - susurra mi nombre alejándose a penas.

No soy capaz de decir su nombre, sería demasiado hipócrita, más de lo que ya soy. Creo que es conciente de que no lo amo, no de la forma que él quiere, pero aún así insiste, no lo puedo alejar, quiero decirle que no pero no puedo…no quiero estar solo, no en estos momentos.

- Yo… - no se porque hablo si no tengo nada que decir, aprovecho para apartarme un poco, mirando hacia otro lado.

Entonces en una esquina encuentro la silueta que tanto buscaba minutos atrás, Micky mirándome directamente, sorprendido, su rostro refleja incredulidad y sorpresa mientras el mío ha de reflejar pánico y más pánico. “Lo mas seguro es que haya visto el beso” reflexiono desviando la mirada, comenzando a sudar y a sentirme nervioso, “idiota, ya no es nada tuyo” recuerdo, pero aún así aquellas emociones no me dejan, siento que lo engaño. Todo se va a la misma mierda cuando al buscarlo con la mirada una vez más, lo encuentro besando a una de esas tipas con las que suele salir “Tu hacías lo mismo hace unos segundos” me reprocho a mi mismo, obligándome a mirar hacía otro lado, remarcando en mi memoria que Yoochun ya no es mi novio y puede hacer lo que le plazca, aunque me mate el tener que estar tan cerca y no ser capaz de hacer nada para detenerlo, ya que de seguro esta noche esa tipa termina en su cama.

- ¿Te molesta verlo? – oigo la voz de Eunhyuk, por un momento había olvidado su presencia.

- No… - miento descaradamente quizás por el enojo. – ya te dije no somos nada, tengo que acostumbrarme a estas cosas – pido otro trago.

- Junsu, no tienes porque mentirme – sujeta mi mano. –Si quieres nos vamos a otro lugar, o te llevo de vuelta al depa – se levanta tratando de llevarme consigo.

No me resisto, ya que es lo mejor, dejarle el camino libre, mi presencia ha de molestarle un poco. Vamos camino a la salida cuando alguien nos detiene, ganándose frente a nosotros…no puedo creer lo que ven mis ojos es Yoochun, no entiendo su manera de actuar, “debería habernos ignorado ¿Qué le importa lo que haga o deje de hacer?”.

- ¿Por qué se van tan pronto?, lo mejor esta por venir – comenta Yoochun para luego terminar de beber el resto de whisky que quedaba en su vaso.

- Mira Yoochun – responde Eun en un tono extraño, un tanto irritado, sosteniendo mi mano con fuerzas. – Lo mejor es que te hagas a un lado, se nota que estas bien pasado de copas – se abre paso para seguir adelante y salir del lugar.

- Junsu ¿quieres irte? – me pregunta sin hacerse a un lado.

No le respondo, no quiero hablarle, no ahora, no se porque me hace esto, debería ignorarme, no tomarme encuentra pero en lugar de eso viene y nos detiene “no lo entiendo”.

- Ya déjalo en paz, no quiere hablar contigo – Eunhyuk se está enojando más de la cuenta.

- y tú ¿Quién eres para opinar por él? – Micky esta bebido y no es conciente de sus acciones, se acerca enfadado buscando pelea.

- Pues soy mas que tú, o ¿se te olvida que terminaron? – mi amigo empuja a Chunnie tratando de apartarlo.

Se le pasó la mano, Yoochun termina en el piso debido a su estado, quiero abrazarlo, ayudarlo a ponerse de pie, pero mis instintos me lo impiden, me dicen que mientras más lejos esté, es mejor para los dos, además una de sus tipejas se acerca y se le tira encima. Se pone de pie bastante molesto, nos mira para matar, sujeto fuertemente la mano de Eun indicándole que es hora de largarnos, creo que lo entiende, comienza a caminar nuevamente.

No alcanzo a ver con claridad como es que Micky nos adelanta y le da un puñetazo de aquellos a Eunhyuk, dejándolo tirado en el piso. Solo me veo siendo arrastrado hacía el estacionamiento trasero, por un momento imagino que todo esto no es mas que una simple pesadilla pero es el dolor que siento en mi muñeca el que me indica que todo esto es verdad, está sucediendo aquí y ahora, Yoochun me sujeta demasiado fuerte arrastrándome hasta su carro, me preocupa mi amigo, debe estar desconcertado, tal vez inconciente, siento deseos de volver, pero algo me lo impide, perfectamente podría soltarme de su agarre y regresar al antro pero no puedo…mas bien no quiero.

- Por esto es que…es que necesito alejarme de ti – murmura tal vez sin pensar que puedo oírlo con claridad.

Se detiene al ver que hemos llegado hasta su coche, aun sin soltar mi mano me acerca a la puerta del acompañante, la abre y me empuja hacía adentro, dejándome sentado en aquel lugar a la fuerza.

- No quiero comportarme como esas mujeres, no quiero que me odies por ser así – comenta aparentemente hablando consigo mismo.

- No te entiendo Micky – susurro por lo bajo desconcertado por completo. - ¡NO TE ENTIENDO IDIOTA! – le reclamo cara a cara, mientras él se encuentra viéndome, apoyado en la puerta del auto.

- ¿Qué no entiendes? – apoya una de sus rodillas en el asiento, muy cerca de mi muslo, adentrándose en el carro. – ¿No entiendes que estoy muerto de celos? – entra por completo, cerrando la puerta, apoyando sus rodillas a ambos lados de mi asiento y sus manos en el respaldo del mismo, dejándome por completo bajo él. - ¿Qué me odio por ser así?... ¡¿que por eso trato de alejarme sin poder lograrlo?! – grita con todas sus fuerzas.

Estoy perplejo, jamás pensé que…que fuera por esto, “mis actitudes hacia Eunhyuk lo molestaron…soy todo un idiota”, me siento tan enojado conmigo mismo pero tan aliviado a la vez, soy un tonto, me alegra el saber que le importo tanto como para que me cele, me encanta la sensación que me provoca el saberlo posesivo, el que quiera marcarme solo como suyo…de alguna forma me excita.

- Yoochun…lo siento – alzo mis manos colocándola sobre sus mejillas.

- Lo sé…sé que lo sientes – acerca su rostro al mío, a la vez que aprieta una palanca logrando que el asiento se recline casi por completo. – Yo también lo siento, no puedo dejar que vuelvas a besarlo…mucho menos puedo soportar la idea de que sean algo – una de sus manos comienza a abrirse camino por debajo de mi camiseta.

- Micky…yo no, nosotros no… – intento aclararlo todo, pero me veo acallado por su ataque repentino.

Sus labios se apoderan a la fuerza de mi boca, me ataca como si quisiera devorarme, o más bien quitarme la sensación de los labios de Eunhyuk aun presente, provocando que mi boca se derrita al sentir su deliciosa cavidad y aquel gusto a licor. Su mano acaricia sensualmente cada rincón de mi piel, me siento caliente, nuevamente mi corazón se descarrila, le pertenece por completo late solo por él. Es un poco brusco más de lo normal, pero me encanta, me encanta sentirlo así, me fascina el saber que soy capaz de ponerlo en este estado, su lengua vuelve a hacer de las suyas dentro de mi boca, está ansioso lo puedo sentir, su respiración es agitada y su excitación mas que evidente, siento su miembro duro por sobre su pantalón, esto logra que se me erice la piel, además de aumentar el deseo, aquel deseo tan grande que se manifiesta en cada partícula de mi cuerpo necesito sentir su miembro erecto dentro de mi una vez mas, necesito ser suyo, sin importarme si es dentro del carro o en cualquier otro lugar.

- Ahhh…Junsu~ - gime mi nombre mientras se desabrocha el pantalón.

Me quedo fascinado, recostado en el asiento viéndole a la luz de la luna que ingresa por las ventanas, su piel es tan hermosa y tersa, él es tan atrayente y excitante que no puedo frenarme, mis manos se descontrolan y se pierden bajo su camisa, arrancándole los botones de un solo tirón. Muerdo mi labio mientras siento aquella presión en mi bajo vientre a la cual estoy acostumbrado, la que me indica que ya no soportaré mucho tiempo más sin sus caricias, sin su atención. Micky sonríe al ver mi desesperación, deja en paz sus pantalones para seguir mis pasos y arrancarme la camisa, me mira de una forma que me provoca algo de vergüenza, puedo sentir como se acumula aquel rubor en mis mejillas, pero no oculto mi rostro, sé que no le gusta, sé que disfruta el verme así. Se acerca a mi pecho, lamiéndolo, saboreándolo lentamente hasta llegar a una de mis tetillas, se detiene a jugar con esta, succionándola, desea provocarme y lo está logrando, no puedo contener los gemidos, sus labios son demasiado exquisitos, su lengua me provoca calor, sentir como succiona mis pezones provoca que mi pene se endurezca al máximo, mucho mas al sentir como con su mano libre juguetea con mi otra tetilla, vuelvo a sentir que esto es irreal, cierro mis ojos y con cada succión levanto las caderas inconcientemente, tratando de pedir la atención requerida por mi masculinidad.

- Ahhh~… Ahhhh…mmmmm~ - no me detengo a pensar en mis gemidos, sujeto el cabello de Yoochon mientras me dedico a lamer mi labio superior. – Micky…yo… mmm…no puedo aguantar mucho mas…te necesito – le aclaro comenzando a levantar mis caderas con mas frecuencia.

Yoochun apoya todo su peso en sus rodillas se reclina apoyando su espalda en el panel del auto, observándome, demasiado entretenido para mi gusto, muerdo fuertemente mi labio, dejando la vergüenza atrás bajo mis pantalones, dejando al descubierto mi miembro erecto.

Masajeo mi hombría con una de mis manos, mordiendo mi labio para evitar gemidos innecesarios, se siente bien , pero no es lo mismo, no son sus manos ni sus caricias, lo necesito a él, pero no quiero ser tan débil como para rogar su atención, deseo que sea Micky quien venga a mi.




- ahhhh….mmm…Yoochun~ah – comienzo a gemir su nombre, aumentando la velocidad de mis caricias y moviendo mis caderas de arriba hacia abajo.

El espacio es reducido, termino de quitarme los pantalones con la ayuda de mis pies, dejándome completamente al descubierto, paso a rozas las piernas de Yoochun, sentir apenas aquel roce, provoca que mis ansias por sus caricias aumenten, necesito que recorra mi cuerpo con sus manos, sus labios, que bese cada parte de mi piel. Puedo ver el vapor que se forma con mi respiración agitada, debe hacer frío, pero siento todo lo contrario, calor…me hierve la sangre y si no recibo pronto un poco de atención por parte de Micky voy a estallar.

Abro mis piernas, pasando por sobre las de micky, apoyo mis pies a cada lado del panel del auto, ahora soy yo quien lo rodea en una posición que antes me hubiese parecido imposible de imaginar debido a la vergüenza que ahora ignoro, de esta forma le dejo presenciar mi entrada por completo, invitándolo a adentrase en mi, sin dejar de masturbarme en ningún momento.

- mmm…Junsu~ - su tono de voz me parece sensual. - ¿en que clase de niño malo te has convertido? – veo como se quita el pantalón.

La verdad no puedo esperar tanto, lo atraigo hacia mi con mis piernas, rodeando sus caderas, logrando que su miembro cálido y erecto azote contra mi entrada, rozándola y arrancándome un gemido, uno de placer y alivio al sentir su piel contra la mía.

- ahhhhh~…no…mmm…no juegues así conmigo – le reclamo, mientras lo acomodo entre mis piernas. – Entra de una vez – le ordeno sujetándolo del cuello, atrayendo su rostro al mío besándolo salvajemente.

Mi lengua ha cobrado vida propia, está tan ansiosa por recorrer cada centímetro de su boca, mis labios arden de deseo, lo necesito dentro de mi…lo necesito ya mismo.

- Disculpa mi delfin…. – a duras penas le permito hablar mientras me devoro su boca.

Entonces siento como toma impulso y sin siquiera preparar mi entrada, me penetra de una vez con todas sus fuerzas.

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(Changmin. Al despertar en la mañana que Jae se fue)

“Creo que he dormido demasiado” decido levantarme teniendo esto en mente, algo me dice que debo estar despierto, de pie. No se bien la razón, algunas veces uno solo sabe que debe hacer o decir algo, sin tener justificación alguna. Al momento de abrir la puerta de mi cuarto y salir al pasillo, puedo sentir una diferencia en el ambiente, es como si faltara una parte esencial de aquel hogar que formamos los cinco, comienzo a sentir preocupación “ya va Changmin, ¿ahora de paranoico?” bromeo conmigo mismo mientras me dirijo a la habitación de Micky…por algún extraño motivo siento la necesidad de entrar a los cuartos. Abro la puerta para encontrarme la cama vacía y sin desarmar.

- dos opciones ¿Salió muy temprano o como de costumbre se quedó pegado en otras sábanas? – comento sonriendo al maquinar en mi mente la idea de revisar el cuarto de Junsu.

Me detengo frente al cuarto del delfín travieso, abro la puerta y éste se encuentra en las mismas condiciones, ni siquiera habían tocado esa cama. La verdad no hay que ser muy inteligente como para notar que las coincidencias son muchas, ni el más idiota pasaría esto por alto, “estos dos están saliendo juntos, ya es seguro”.

Salgo de esta última habitación pensando en mil y una formas de hacerlos sentir incómodos ante los demás, solo bromas inocentes, que comprometan su secreto a voces, pero solo eso no pretendo delatarlos, después de todo divertirse un poco no es un crimen, sonrío como enfermo mental, deleitándome mientras imagino sus reacciones. Camino por el pasillo, al pasar frente al cuarto de JaeJoong me detengo sin explicación, siento como mi corazón late fuertemente tratando de darme una pista, fijo la mirada en la puerta mientras acerco mi mano hacia su perilla, al mismo momento de abrirla sé que se ha ido, el cuarto ya no es el mismo, sé que suena idiota, pero la presencia de Jae es muy fuerte, es capaz de iluminar todo el departamento con sus alegrías, jugueteos u obscurecerlo con sus enojos y tristezas, en fin su energía siempre nos ha guiado, se nota su ausencia.

- Jae… ¿Acaso te fuiste por mi culpa? – me quedo viendo el cuarto.

El sol se oculta entre las nubes, pero aun así puedo ver con claridad cada rincón del cuarto tan limpio como si nunca se hubiese usado, sus maletas no están en el lugar de siempre, tampoco aquel peluche que tanto adora, aunque no recuerde que yo se lo regalé. La culpa me golpea, si no me hubiese enamorado de él, talvez le sería mas fácil el despreciarme y alejarme de la persona que ama, se va porque se siente responsable de mi, de mis emociones, de no hacerme sufrir y no es justo “Tengo que encontrarlo…encontrarlo y decirle que luche por lo que quiere…que no me compadezca” en cualquier momento las lágrimas me traicionaran, me sé culpable, me duele su lejanía pero no puedo hacer nada al respecto, quiero disfrutar del amor de ambos “¿acaso es un pecado desearlos a los dos?”.

Me dejo caer sobre su amplia cama, cierro los ojos, tomo aire y lo sostengo tratando de que su aroma no deje mis sentidos, “¿Es más mi amor o mi necesidad por él…por ellos?”, extiendo mis manos hacía los costados reteniendo las gotas, reteniendo la confusión, tratando de no volver a caer en ese agujero negro. Al estirar mis brazos, una de mis manos choca contra algún tipo de objeto, abro los ojos girando la cara hacia el costado derecho, me sorprendo al encontrar lo que parece ser un CD, alzo la mano recogiéndolo notando que es uno de los grupos que me encantan “Franz ferdinand” sonrío un momento, para luego, al abrir el envase notar que tiene algo escrito en la parte trasera de la portada…es la letra de Jae.

“No te culpes, todo se solucionará de una u otra forma, jamás dejaremos de estar unidos en primer lugar somos amigos ” es textualmente lo que aquel idiota escribió, lo que leo en este momento y gracias a lo que lloro como niño mimado en su primer día de escuela.

- ¿Por qué?...Jae – me cubro los ojos con el antebrazo, tratando de que aquellas lagrimas detengan su flujo. – ¿Por qué ninguno de los dos me dice que soy un imbécil?, ¿Porqué no me alejan? – las gotas recorren mis mejillas mientras sostengo el CD junto a mi corazón.

Lo único que hace falta para que me decida a dejarlos es el rechazo, de al menos uno de ellos, pero he recibido todo lo contrario, me han tratado con comprensión, tal vez demasiada ya que ni siquiera yo me comprendo a veces y de haber estado en el lugar de Yunho o Jaejoong, hubiese mandado al demonio a quien sea que intentase meterse en mi relación de pareja, pero ellos no… por lo mismo no logro entenderlos “¿Qué pasará por sus mentes en estos momentos?, creo que de cierta forma deben sentir rencor hacia mi”.

Decido levantarme y salir de aquel cuarto, de nada me sirve seguir llorando, seco mis lagrimas y camino por el pasillo, me encuentro en la sala, fijo la mirada en la persona que se apoya en la puerta de salida…”¿Yunho?”.

- Yunho… ¿Qué haces? – le pregunto, avanzando unos cuantos pasos acercándome a él.

Permanece inmóvil, mirando directamente hacia el comedor, sé muy bien que su mente se encuentra en otro lugar, siento su dolor, tal vez mas intenso al saberme responsable de toda esta situación “Debería ser todo mucho más simple”, camino contando mis pasos, acercándome preparado para cualquier cosa que se avecine.

- Changmin… - me detengo al oír la determinación en su voz. - ¿Saldrías conmigo por estas dos semanas? – sin previo aviso sus ojos cambian de dirección posando su mirada sobre mi.

“¿Qué acaba de decir?” he de tener la boca abierta debido a la sorpresa, hubiese esperado una reacción fría o una paliza por lograr que Jae se fuera, pero en vez de eso me estaba invitando a salir… o es que ¿oí mal?.

- ¡¿Qué?!... – mi voz suena un tanto exagerada pero me es imposible ocultar el estado de incredulidad en el que me encuentro. - ¿De qué diablos me hablas Yunho? – me volteo, caminando con el único propósito de alejarme de su persona.

- Lo que oyes…Yo amo a JaeJoong – afirma tranquilamente.

- Lo sé, es por eso que no comprendo…no entiendo nada – apoyo mis manos sobre el sofá de la sala, volviendo a estar frente a él, aún así sin mirarlo directamente.

- Yo…lo amo desde hace mucho tiempo, desde que entramos a secundaria – el tono de su voz cambia drásticamente, puedo sentir en él la alegría que le da el recordar aquellos momentos. - Por años lo vi a él y a nadie más, pero al enterarme de tus sentimientos yo…no se como explicarlo, ya te lo dije no es que te ame… - su sinceridad puede llegar a ser demasiado cruda. – La verdad es que me confundes, me atraes, quiero aclarar lo que siento para poder seguir adelante – se acerca cada vez más, extendiendo una de sus manos hacia mi.

- O sea que… - observo su mano con cautela sin saber como reaccionar. – Estas dos semanas serán para convencerte a ti mismo de que no soy nada más que un simple capricho pasajero – lo miro directamente a los ojos, su propuesta me ofende.

Veo aparecer en su rostro una de esas típicas sonrisas, claramente sarcástica, la ofensa comienza a convertirse rápidamente en enojo, le agradezco la honestidad pero no soy un juguete con el cual pueda divertirse a su antojo, aún me queda algo de dignidad y al no obtener una respuesta inmediata me preparo para volver a encerrarme en el cuarto.

- Intentémoslo en estas semanas ¿quieres? – mantiene su mano extendida, esperando una respuesta.

- Yunho…Jae se acaba de ir, sé que no eres un bastardo insensible y creo que debes estar sufriendo demasiado… - sostengo con fuerza aquel Cd que dejó Jae para mí. – Es mejor que dejemos esta conversación para otra oportunidad – le sonrío, alejándome de él a toda prisa.

Ya estoy a salvo dentro de mi cuarto, a penas cierro la puerta dejándolo fuera de vista, suspiro profundamente “¿Cómo es que las cosas llegaron a este punto?” me apoyo en la muralla dejando caer mi cuerpo lentamente hasta encontrarme sentado en el piso “Shim Changmin…¿aceptas o no aceptas la beca?...es lo que siempre has soñado y los dejarías en paz” con el dedo índice toco mis sienes, me esta comenzando un dolor de cabeza de aquellos.

- ¡Minnie! – siento un golpeteo en la puerta acompañado de la voz de Yunho. – Te puedes esconder todo lo que quieras pero tendrás que salir algún día – en la última oración sentí ironía.

- ¡Carajo! – exclamo sintiéndome utilizado por aquel hyung malvado.

Estiro mi brazo alcanzando el estereo, introduzco el Cd y presiono Play, comienza a sonar “Take me out” a todo volumen logrando acallar por completo las instrucciones de Yunho “De verdad debe haber quedado loco con la partida de Jae…completamente zafado” me río de mi mismo, de la situación que estoy enfrentando, “Yunho quiere salir conmigo” por mas que me lo repito mentalmente aún no lo creo, “lo mas seguro es que sea un sueño o una mala broma…tal vez una venganza” la paranoia ya me esta afectando, veo enemigos donde no los hay. “Sé sincero, quieres aceptar su propuesta, deseas intentarlo” si tan solo la mente humana fuera mas simple y sencilla, si no existiese lo que llamamos subconsciente.

Al mirar hacia la puerta noto que hay un pequeño papel en el piso, lo alcanzo y al leerlo me doy cuenta, es una nota de Yunho, dice textualmente:

“Mañana a las 6 de la tarde, frente a la torre de Seúl… Te espero”

Suelto una carcajada irónica al instante “¿Te espero? Se volvió loco…vivimos en la misma casa nos vamos a ver de todas formas” actúo como si estuviese enojado, pero en el fondo puedo reconocer aquella sensación extraña en la boca del estómago, semejante a un hormigueo, mi corazón late fuertemente por la anticipación.

- Soy un competo idiota… - muerdo mi labio y apoyo la cabeza en la muralla.

Me dejo llevar por los acordes de guitarras eléctricas y batería, cierro los ojos, sin esperarlo la imagen de Jae se dibuja en mi mente, su rostro, su sonrisa, sus ojos llenos de alegría, así es como lo recuerdo siempre como deseo recordarlo “Engáñate todo lo que quieras, de seguro ahora no se encuentra de esa forma” lo sé, lo mas seguro es que esté pasando por un pésimo momento…necesito hacer algo “Necesito traerlo de vuelta” su partida fue demasiado repentina, la verdad es que esta tarde planeaba enfrentarlos a ambos y lograr que discutiéramos las cosas, los tres juntos aunque yo no fuese más que un intruso.

- De aquí a la ciudad natal de Jae son…tres horas como máximo – un plan se desarrolla en mi cabeza, sujeto aquella nota de Yunho entre mis manos, aquella cita no me vendría nada mal después de todo.

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(Yunho)

“¿Qué estoy haciendo?...Soy un completo idiota un imbécil” recostado en mi cama comienzo a develar mis defectos, los errores que he cometido, en especial los de estos últimos días.

A pesar de querer pedirle a gritos que se quedara, que no me abandonara…no fui capaz, no podía pedirle algo que fuese en contra de sus deseos, de su voluntad, es por eso que al llegar al primer piso no tuve otra alternativas más que soltarlo, dejarlo ir “Después de todo esto es lo que quiere ¿no?” y probablemente sea lo mejor… Kim Jaejoong ha sido y siempre será la persona que amo, pero todo cambió tan drásticamente desde aquella noche en la que los ví en la sala juntos siendo iluminado apenas por un leve destello de la luna, al principio quise intervenir y dejar en claro quien era su novio, alejar a Changmin, marcando *mi territorio*, pero luego…al notar la mirada triste y desamparada de Minnie, no pude evitar el sentir empatía, los celos que sentí en un principio no desaparecieron pero disminuyeron de gran forma, no eran suficientes como para entrar a separarlos, me sentía un intruso, a pesar de que era yo quien disfrutaba del placer de ser la pareja de Jae… se veían tan bien juntos, decidí volver a mi habitación justo en ese momento oí la segunda parte de aquella declaración, le atraíamos ambos. En estado de shock me dirigí a mi cuarto, no fue una decisión sencilla y regresé horas mas tarde a reclamar lo que creía mío por derecho, me abalancé sobre Jae necesitando sentirlo mío y solo mío una vez mas, decírselo sin necesidad de palabras, apoderarme de su cuerpo, su mente y su alma para que no pudiese aceptar los sentimientos de Minnie, para alejar de su mente al menor…lo curioso es que aquel mocoso, aquel chico dos años menor que el resto de nosotros ya se había calado en lo más profundo de mi corazón. Aquella mañana fui rechazado por primera vez luego de que Jae se convirtiera en mi novio, me dolió mucho, añadiéndole como toque extra el hecho de que conocía la razón de sus dudas. Las horas siguientes se convirtieron en una tortura ya que tuve que soportar el presenciar nuestro distanciamiento, ver como no me contaba lo que sucedía, como prefería callárselo.

Entonces llegué a la firme determinación de dejarlo ir, no podía luchar cuando dentro de mi se desataba una batalla similar, lo mejor para los dos era el alejarnos por un tiempo.

Es así como hoy dan las cuatro de la tarde y sigo aún indeciso, se que debo levantarme y salir al encuentro con Minnie, ya que yo mismo arreglé una cita entre ambos, necesito salir de dudas de una vez por todas, debo aclarar mi corazón y mi mente para poder enfrentarlos con determinación, esta situación debe acabar de una vez por todas.

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(Jaejoong)

No se como, pero estoy montado en un bus de vuelta a Seúl, apenas llegué a la casa de mis padres ayer por la tarde, no se porque regreso, ni siquiera oí bien la llamada, pero me dejó muy preocupado, en especial por el tono de voz de Minnie.

~Flash Back 3 horas atrás~

- ¿Aló? – sostengo con una mano el celular, mientras con la otra revuelvo la sopa que cocino para mis padres.

- ¡Hyung!.… Soy Cha…Mi… - puedo reconocer la voz de Minnie pero la señal no ha de ser muy buena. Se oye entrecortado.

- Min… ¡Ey Changmin! No te oigo bien – le aclaro, dejando de lado la sopa.

- Hyun………Yunho……..lastimado………..ayer estu………hospital – comenzaba a desesperarme, por su tono de voz se trataba de algo urgente.

- ¿Yunho?... ¿Qué le sucedió? – me apoyo en la pequeña mesa de la cocina, el nerviosismo por no peder entender bien su mensaje comienza a desesperarme.

- Vente ahora…………….est…….muy mal…………. – fueron las ultimas palabras que pude oír luego se desconectó la llamada.

- ¡Chanming! – tuve intenciones de azotar el celular contra el piso.

Desato mi delantal con prisa, empaco a penas algunas camisetas y ya me encuentro en la puerta de salida, dan las 2 de la tarde.

- ¡Mamá Papá! ¡Su hijo prodigo se va! – Grito avisándoles de mi partida.

~ Fin del flash back ~

Mirando por la ventana aun pensativo, aquellas semi palabras me dejaron seriamente preocupado, con miles de preguntas sin respuesta “¿Habrá sufrido Yunho algún accidente?, ¿Se encontrará bien? ¿Se recuperará pronto? ¿Por qué tuve que marcharme de esa forma?” muerdo mis uñas con impaciencia, al menos estoy a pocos minutos de llegar a Seúl.

Se oye el molesto sonido de un celular “¿Quién será el despistado que no contesta?” me molesta todo en estos momentos, solo pienso en el bienestar de Yunho, deseo con todas mis fuerzas que no le haya sucedido nada serio.

- Ajushi… - es la niña que se encuentra sentada a mi lado, aparenta alrededor de unos 12 años.

- ¿Ajushi?... – comento sorprendido “¿Acaso me veo tan viejo?”.

- Ajushi su celular – apunta con su dedo el bolsillo de mi pantalón.

“¿Quién lo hubiese imaginado?... el imbécil despistado eras tú” esa voz molesta, ya lo tenia decidido, la volvía a oír una vez mas y la cita con el psiquiatra era cosa segura.

Me apresuro y veo la alerta de mensaje en la pantalla de mi celular, lo reviso y es de Minnie dice: “A las 6 frente a la torre de Seúl”.

- ¿Qué diablos?....¿Torre de Seúl? – no comprendo, miro una y otra vez el mensaje.

- Ajushi ¿no se va a bajar? – aquella niña toca mi hombro suavemente.

- ¿Ehh? – la miro completamente despistado.

- Ajushi…¿esta usted mal de la cabeza? – sus ojos reflejan algún tipo de compasión.

- Jajajaja…no, no es eso es que yo… – silencia mis palabras posando uno de sus dedos sobre mi boca.

- ¡Aigo!...pobre Ajushi, ya llegamos al terminal es hora de bajar – toma mi mano y me arrastra fuera del autobús, apenas me da tiempo de coger mi maleta.

Por un momento la confusión por enfrentar a aquella pequeña demonio me distrajo, pero he logrado perderla de vista y me dirijo a la Torre de Seúl, mi corazón se estremece al ver a lo lejos a Changmin, su rostro no es uno de los mejores, se nota afligido “es que ¿realmente le sucedió algo grave a Yunho?” por un momento creo que he dejado de respirar, la sola idea de que algo le suceda me asusta…me asusta mucho.

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(Changmin)

“¿Estaré haciendo bien las cosas?” es muy tarde para cuestionarme eso, ya esta todo listo, el plan está en marcha no hay vuelta atrás, me encuentro de pie frente a la Torre desde las 4 de la tarde, ya casi es la hora acordada y el sol se ha ocultado casi por completo, hace mucho frío, pero aún así es necesario que me quede en este lugar esperándolos a ambos “Todo se soluciona hoy…no seré mas una molestia en sus vidas”.

Estoy determinado a afrontar las consecuencias, a enfrentar a un Jaejoong enfurecido por fingir de esta forma para llamar su atención, Yunho estará igual de molesto por ver como he manipulado las circunstancias, ya que lo más seguro es que esos dos finjan que no se quieren ver cuando en realidad es lo que mas desean.

Veo la hora, dan las 5:56 p.m., levanto la mirada y los busco entre la multitud, mis ojos se detienen al encontrarme con la figura de una persona alta, su piel morena…es Yunho, viene desde mi derecha, aún se encuentra a una distancia considerable pero al verme mueve su mano en señal de saludo, con nerviosismo busco a Jae entre la multitud, lo encuentro al mirar hacía mi izquierda, se encuentra alejado pero caminando hacía a mi.

El nerviosismo causa sus estragos, comienzo a sudar de sobremanera, suelo ser calculador y dejar mis emociones de lado, pero en este caso me es imposible, el corazón me va a estallar y mi adrenalina aumenta con cada centímetro que avanzan al caminar. Al parecer ninguno de los dos ha notado la presencia del otro, ambos me miran fijamente, y se dirigen solo hacia mí, por un instante nace en mi la necesidad de salir huyendo, pero ya es muy tarde.

- Tu puedes Changmin – me animo, sabiendo que este es tan solo el comienzo de mi plan.


Continuara ¬¬ por la asdasd