06:00 a.m
Seúl, Corea del Sur.
.- ¿Así está bien? ¿Qué tal este? Ahh... Maldición, esto no puede ser tan difícil... -Hacía semanas venía planeando cada detalle de este día, y por fin había llegado. Pero cómo se me pudo olvidar un detalle cómo ese? ¿Qué vestiría en un día así? "Idiota, es tu trabajo", murmuró aquella voz que de vez en cuando invadía mi cabeza, e incluso parecía un tanto molesta; "Está bien, está bien", me respondí a mí mismo frente al espejo, ya hacía casi una hora desde que había despertado.
Estoy seguro de que si alguien me hubiese visto en ese momento, habría pensado que estoy loco.
Creo que tan solo me llevó alrededor de 20 minutos más de lo esperado escoger el atuendo indicado.
Ya sin más tiempo que perder, y faltando ni más ni menos que 15 minutos para las 07:00 a.m, me dispuse a salir.
Mi trabajo quedaba sólo a seis cuadras de allí, por lo cual no llegaría tarde y aquellos minutos restantes eran más que suficientes para mi llegada.
Sin mí el proyecto no podría comenzar, no... Claro que no podrían comenzar sin mí.
Mientras conducía, intentaba arreglar mi cabello con una de mis manos, ya que no era algo que necesariamente conllevaba alguna clase de entrenamiento, conducir tan solo con una no era problema para mi después de todo.
Al bajar del vehículo, pasé la tarjeta por el identificador del edificio. No sabía por qué, pero particularmente en aquel momento sentí que las empleadas volteaban a verme en cuanto pasaba a su lado, o incluso frente a ellas. ¿Ser el hijo del director era acaso la razón de tales comportamientos? Quizás.
Simplemente gesticulé una delicada sonrisa disfrutando del momento. Por supuesto, ellas eran mi perdición.
Tan sólo subiendo un piso por las escaleras, me encontraba ya en el sector de Experimentación de Sustancias y siguiendo derecho, desde allí hacia el fondo, yacía mi lugar de trabajo. Aquel espacio era un laboratorio, ni más ni menos. Si uno prejuzgase sólo por la palabra, podría llegar a parecer algo simple, subestimable... Pero no lo era realmente.
A pesar de que por lo general no llegaba a ser demasiado puntual en el trabajo, había dedicado mi vida a perfeccionar mis estudios. De ser por mí, probablemente hubiese terminado en algún bar o incluso en alguna banda por hobby, o algo como eso... Pero no.
Mi familia tenía un historial impecable, un delicado e importantísimo contrato con el gobierno del país. Con esto, también acarreaba una responsabilidad realmente grande en cuanto al compromiso con trabajo y con el prosperar de la medicina. La empresa de mi familia, básicamente, se especializaba en el estudio y la producción en serie de fármacos y drogas benignas.
Me gustaba mi empleo, de hecho me parecía interesante y por eso, hoy era un día especial. Era de mí de quién dependía la investigación que hoy daría lugar a las pruebas en híbridos. Nunca había experimentando con híbridos y, realmente no sabía demasiado sobre ellos.
Tan poco sabía acerca del tema, que me enteré de su existencia cuando me informaron que iba a utilizar uno como mi sujeto de pruebas. Lo único que sabía es que eran seres ocultados por el gobierno del resto de la sociedad, y que habitaban en los barrios bajos de las afueras de la capital. Esa idea me entusiasmaba en demasía... Tal vez por eso olvidé que no importaba realmente como fuese vestido, ya que luego debería llevar mi vestimenta de trabajo.
- "Estúpido Yoochun~"... -Fue lo que oí en ese momento, ¿Quién se atrevía a llamarme así en ese lugar? ¿Ah? ¿Quién? -Ni bien volteé mi vista, entre atónito y un tanto molesto, descubrí nada más ni nada menos que la figura de mi hermano menor acercándose a mí. Sonreía con un deje ligeramente engreído y burlón-
- Yah, ¿Por qué me miras así, dije algo malo? - Volvió a sonreír de la misma forma y tan solo devolví aquel gesto, después de todo era él de quién se trataba-.
- Yoohwan-ah... Así no debes tratar a tu hermano... ¿”Estúpido”? Eish...
Suspiré, aunque tan solo intentaba molestarlo.
Ese tipo de trato con Yoohwan de hecho no era nada extraño, incluso una típica relación de hermanos ni más ni menos.
Él se especializaba en Infectología y Hematología, y se encontraba allí para ser testigo de la prueba que hoy daría lugar a la investigación que ya había iniciado ya hace alrededor de 8 años sobre la MDMA, también conocido como la droga “Éxtasis” o “Cristal”.
Me había encargado durante dos años de esta investigación que gracias a la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas, había autorizado hace años atrás el poder adquirir la droga en cuestión simplemente para casos de investigación y profundización sobre el conocimiento de dicho tema.
Nos llevó demasiado tiempo poder encontrar el tan enfatizado “detonante” e intentar exponer aquel control, tan solo queríamos comprobar y demostrarle a la sociedad que aquella sustancia no era perjudicial si se controlaba de forma adecuada y con la adición de algunas sustancias, o restando partículas de dichos detonantes en el cuerpo como la serotonina y noradrenalina entre otras, podríamos volver dicha droga incluso completamente legal, pero como he dicho antes, faltaba la prueba.
Aún no éramos capaces de hacerlas en seres humanos ya que aquello (si es que algo llegaba a fallar) podría traer causas penales a la empresa e incluso al país a nivel mundial y sería muy mal visto, por lo que procedimos a la prueba en híbridos.
De hecho es un tanto difícil de explicar sin que parezca extraño, pero estos especímenes o humanos poseían alguna característica del reino animal, lo que degradaba su condición cognitiva y sus derechos, o eso es lo que me habían informado. Por lo tanto, al estado, gobierno o incluso a los mismos ciudadanos no les importaba que utilicemos como sujetos de prueba a uno de estos seres, ni siquiera reconocidos como habitantes.
En lo personal jamás había visto uno, pero no me habría extrañado imaginar a un hombre lobo o algo así... No pude evitar reír al imaginarlo.
Este hecho me tenía incluso más tranquilo aunque era sólo un factor de los que podían disminuir mis nervios y ansiedad en ese momento. Estaba al tanto de que se presentarían tres miembros de la dirección de Medicina. Luego, cinco de mis colegas y superiores en rango de Ciencias Bioquímicas. Y por último, quedaba más que claro que mi padre y mi madre estarían ahí junto al superior de mi padre, el que había encargado esta investigación, y para añadir, estaría presente algún que otro miembro de la prensa gubernamental. Todos ellos, evaluándome.
Mi hermano sólo estaba allí para observar, aunque no estaría en los paneles superiores como el resto de los cuales presenciarían aquella prueba. Él sólo se dedicaría a observar cualquier tipo de reacciones o efectos secundarios que pudieran repercutir de forma negativa en el sujeto de prueba.
Finalmente y antes de que el resto del personal llegara, tomé el uniforme esterilizado, indicado para la situación, acompañándolo con guantes descartables en cada una de mis manos, y finalmente el barbijo que no podía faltar en ese tipo de lugares.
- Éxito... - Indicó mi hermano, palpando con suavidad mi hombro mientras se retiraba hacia una de las esquinas del reducido espacio que abarcaba la sala de operaciones.
Simplemente asentí y le sonreí una vez más mientras las personas solicitadas llenaban poco a poco el espacio detrás de la pared de vidrio, sentándose en una especie de gradas.
En lugares como estos es donde se daban acontecimientos como la vulgarmente denominada "Inyección letal", bien conocida en U.S.A, donde los espectadores se dedican a observar el proyecto a través de un vidrio que separa al público de los profesionales y el sujeto.
Finalmente suspiré y cuando quise recordar, el kit de instrumentos para la intervención estaba a mi lado. No sabía en qué momento alguno de mis ayudantes lo había dejado allí, pero eso indicaba que ya todo estaba listo, por lo cual aclaré mi garganta y procedí a la explicación de nuestro objetivo en cuanto al procedimiento.
- Buenas tardes a todos, gracias por haber asistido el día de hoy a la muestra que decidimos nombrar como "Tentativa MDMA de legalización”.
En síntesis, lo que queremos demostrar es que dicha droga puede modificarse desde la principal formación de la misma. Es decir que mediante varios de los métodos de formación de MDMA, escogimos uno, el cual coincidimos como el más adecuado para homogenización de sustancias para completo análisis de sus componentes por separado. Nuevamente en pocas palabras, tomamos cada uno de sus componentes y disminuimos la cantidad de moléculas de la droga de forma equivalente en una ecuación, pero ya que no es segura una comprobación 100% acertada, decidimos probar dicha teoría en un ejemplar híbrido, quedando así libre de riesgo cualquier individuo humano.
Luego de aquellas palabras observé a los allí presentes y, suspirando bajo el barbijo, indiqué a uno de mis colegas que trajera al antes mencionado ser de prueba.
Mientras tanto tomé la jeringa preparando dicha sustancia vertida con agua, comprobando que todo estuviera en orden, así lo estaba, así lo creí y luego fue cuando mi vida cambió por completo.
-¿Qué?...
Yoochun observó cómo frente a él se detenía una camilla y justo en ese momento la tranquilidad que había logrado concebir, desbordó por cada poro de su piel. Sus labios se entreabrieron por debajo del barbijo mientras sus ojos se abrían con lentitud. Claramente Yoochun jamás había visto un híbrido y se sorprendió al ver que podía tratarse de un ser humano común y corriente.
-Esto... no es un híbrido... –Murmuró en voz baja a uno de sus compañeros mientras su vista permanecía fija en el joven moreno que yacía sujeto a la camilla.
Dos vueltas de cinto en sus piernas, una en su cintura y otra en su abdomen junto a un collar con algunos dígitos escritos en él “06-B” parecía decir, aunque Yoochun no prestaba demasiada atención al collar, sino a aquel chico que parecía querer zafarse y que permanecía con sus ojos vendados al igual que su boca. En un destello distinguió sus rasgos finos, e incluso poseía un cuerpo bien ejercitado para haber sido reclutado de los barrios bajos. Sus largas piernas le llamaron la atención por un momento.
Retrocedió con la jeringa en la mano y sus compañeros lo observaron, claramente Yoochun devolvió su mirada a éstos y luego una vez más al joven.
-Es un híbrido... ¿Nunca ha visto uno Yoochun-Sshi? –Incluso su compañero parecía preocupado ante la reacción del mayor.
Yoochun aclaró su garganta e intentó relajarse, acercándose nuevamente al muchacho para poder inyectar la primera mitad de la dosis.
Mientras uno de sus ayudantes quitaba uno de sus brazos del seguro, el otro se encargaba de quitar la venda de los ojos de éste, ya que el éxtasis tenía como una de sus principales características la dilatación de pupilas y la distorsión de la realidad, junto con la hipertensión.
Lo lamentaba, realmente lamentaba tener que haber visto al que ahora reconocía como “híbrido”.
Si tan solo hubiese sabido que constaba de una pequeña modificación genética, las cosas hubiesen sido diferentes, tal vez.
Tragó saliva una vez más y tomó el brazo del muchacho que parecía por demás tenso. Aquello no era una señal gratificante.
-Sostenlo fuerte… - Murmuró el Yoochun una vez más y observó por un momento los ojos desesperados del afectado que rogaban a gritos que no lo hiciera.
Una pequeña gota de sudor rodó cuesta abajo por una de sus sienes hasta su mejilla al ver luego a sus padres frente a él, tras la pared de vidrio macizo que los dividía, las personas allí parecían confundidas, pero aún más lo estaba Yoochun.
Sin más tomó su brazo y se hizo paso con la aguja entre los tejidos de la piel contraria, inyectándole media dosis de aquella prueba.
Sus padres continuaban viéndolo, tal vez evaluándolo de aquella forma que Yoochun generalmente ignoraba, pero que en el día de la fecha tomó como el peor de los panoramas. “Maldición” se dijo a su mismo el joven científico.
Los efectos pudieron verse rápidamente en cuestión de segundos, como la respiración agitada y casi incontrolable se apoderaba del chico en la camilla.
Aquel presionó sus ojos con fuerza sintiendo como cada vena de su cuerpo se tensaba por los efectos, dando pequeños golpes contra las bandas que lo sostenían, se negaba a abrir sus ojos.
- Yoochun-sshi, la otra dosis! –Indicó a los pocos segundos uno de su compañeros, sacando a Yoochun de aquel estado de Shock momentáneo. Tomó la otra jeringa y se acercó nuevamente al muchacho para proceder con la segunda parte de la prueba.
En aquel momento Yoohwan, que terminaba de colocarse sus guantes descartables, se acercó y tomó el rostro del joven híbrido para así abrir sus ojos a la fuerza. Al parecer su hermano era más práctico para ese tipo de tácticas.
-Sus ojos aún no están dilatados, Hyung… si en la segunda dosis continúa así... Esto será un éxito y podremos proceder a la segunda parte de los estudios.
¿Éxito? Esa palabra cruzó su mente en aquel momento y pensó que no tenía más nada que perder, perlo los ojos llorosos del muchacho preso de aquellas cintas provocaban que su piel se erizara, ¿Culpa? ¿Park Yoochun con culpa? Imposible.
Presionó el brazo ajeno y al mismo tiempo escuchó como el joven escandaloso gemía en negación intentando moverse allí sin resultados.
-Hyung! ¿Por qué dudas? Es solo una rata de laboratorio, no dudes de algo así, es solo uno más de esos fiascos de esta sociedad. –Se explicó el joven Yoohwan con su ceño fruncido, claramente molesto con las acciones de su hermano.
Los labios de Yoochun se entreabrieron y negó con ligereza, fue entonces cuando su hermano tomó aquella jeringa decidiendo hacer justicia por mano propia, pero lo detuvo, Yoochun lo detuvo completamente frustrado.
En ese preciso momento el superior del padre de ambos hermanos, se puso en pie abandonando el lugar. Incluso casi en un ruego el padre de Yoochun no pudo detenerlo, procediendo así a retirarse también, y tras él, su esposa. Claramente no sin antes dejar en claro con una fija mirada que luego de aquel acontecimiento, ambos deberían hablar.
-Eres un Idiota Yoochun... Lo arruinaste, arruinaste a nuestro padre y a toda la familia. –Gruñó Yoohwan observando a su hermano mayor a los ojos de forma brusca, dejando caer la inyección al suelo para dejar aquella cámara de cristal.
Poco a poco vio como el lugar se vaciaba, quedando tan solo con sus compañeros que no dejaban de verlo incluso preocupados, y luego lo observó al híbrido en cuestión, ¿No era un ser humano como cualquier otro? Al menos eso parecía... Aquel joven…
Aigo!~
ResponderEliminareste fico se oye interesante >u< espero el primer capo hahahaha xD y es YooMin que es lo mejor
OMG muy interesante y solo es la introduccion OMG estara muy muy bueno ^^
ResponderEliminarGracias por compartir ^_^