— ¿Q-Q-Que haces, Junsu? — casi tartamudeo cuando fue obligado sin previo aviso a sentarse sobre el borde de la cama.
— ¿Eh? ... “Lo que hago con la gente que me gusta”, has dicho que no lo sabes — le recordó Junsu.
Se acomodo sentándose sobre una de las piernas desnudas de Yoochun, dejando su cubierto y orondo trasero presionado sobre su muslo izquierdo.
— Me has hecho esto algunas veces, así que tampoco tiene que ser muy difícil — susurró al comienzo algo inseguro. Deslizo su mano entre las piernas desnudas de Yoochun y sus dedos desaparecieron de su visión al ser tapados por la toalla que aun cubría la intimidad del mayor.
Su mano se sumergió bajo aquella blanca toalla, y sus yemas llegaron al tacto claro y distintivo de la carne inflada y ardiente que ya se encontraba entre sus piernas .
— Estás rígido — confirmó mirándole fijamente a la vez en la que sus dedos rodearon a ciegas su miembro.
— Si estas encima miá es inevitable estarlo — contestó siéndose incapaz de no mostrar su gesto modificado al ser rodeado por sus finos dedos.
Sus mejillas se llenaron de vida, e intento no mostrar el placer que comenzaba a rodear toda su cintura.
— Nunca pensé en tu necesidad, siendo yo también hombre debería haber pensado en ello en aquellos momentos, pero erá vergonzoso — comenzó a comentar mientras su mano habia comenzado a deslizarse, ahora mas intensamente, sobre su cada vez más firme y agrandado sexo, por lo que Yoochun no pudo evitar soltar un sutil quejido por sus labios cuando sus ojos se entornaron y su imaginación jugo con su mente, donde aquel voluminoso trasero sentado sobre su muslo bien podía estar en el centro.
— Cuando esto es al revés, tu rostro luce diferente a como es ahora— Junsu no pudo evitar reír al observar las muecas del mayor cuando su mano le agitaba cruelmente, dejando ver solo el movimiento pasmoso de la toalla.
Yoochun le miro de reojo — No te burles — suspiro, dejándose caer definitivamente de espaladas sobre cama cuando sintió que aquello se estaba volviendo insoportable.
— Te he visto poner muchas caras, pero nunca esa ¿De verdad te gusta? — le preguntó Junsu desde arriba, mostrando unos ojos increíblemente redondos que después se recudieron a dos rayas cuando sonrió al observar todas aquellas divertidas caras de placer de Yoochun.
— A ti también te gustó ... — afirmó Yoochun aún mas ronco que al comienzo.
— A mi me gusta por que es diferente, muy diferente cuando se trata de tus palmas. — su mano se detuvo justo cuando Yoochun mas se había habituado a ella. — Ya te dije que era algo que no podía sentir por mi mismo aunque lo hiciese de la misma forma, pero también dudo de que cualquier otra persona se comparara. Se sentía demasiado cálido y distinto, creo que por que se trata de Yoochun quien lo hacia. Aunque suene una locura, eres el que hacia que mi sangre corriera veloz, como nunca antes — se "desconecto" de su pierna y se dejo caer junto a él en la cama.
— Aunque suene una locura..., me pasa lo mismo, Junsu — confirmó moviendo su cabeza hacia un lado para encontrarse el rostro de Junsu completamente sonrosado — Te quiero y no me preguntes por qué o como, por que no sé la respuesta a ninguna de esas preguntas. Antes, podía pasar tiempo sin ti, trabajar sin ti, estar semanas sin saber de ti, y me arrepiento mucho de eso .... — no pudo mas que sentirse afligido ¿Sólo fue capaz de darse cuenta de ello cuando ya no estaba? — Ahora sólo quería pasar mas tiempo contigo y me he desviado completamente. Me has hecho olvidar todo lo que tenia que hacer, lo que quería hacer, las cosas que tenia que solucionar, y también me has hecho desesperar, como ahora — aún sentía aquel agradable calor en su miembro a pesar de que hacia tiempo que nada le envolvía. Resopló cuando se dio cuenta de que era incapaz de continuar hablando con Junsu a su lado, con su torso plano desprovisto de cualquier camisa, tan llamativo y explorable que no pudo evitar dejar de lado toda su perorata para besar dulcemente su clavícula, la cual delineo perfectamente con su rosácea lengua.
Junsu intimo su cuerpo aproximándose al mayor de ambos. Increíblemente estando ambos tan cerca la vergüenza y el pudor desaparecía casi completamente, y a pesar de que la toalla de Yoochun había perdido todo amarre y había sido retirada, no parecía importar cuando estaba cubierto por la piel de Junsu, ya tan próximo a él que podía escuchar toda respiración procedente de su ahogada boca.
— Yoochun, me estoy muriendo de la vergüenza. — atinó a comentar enrojecido cuando el mayor removió sus pantalones y todo lo demás — ¿Sabes lo que se siente morir de vergüenza? En el comienzo de tu estomago percibes un dolor punzante que logra trasladarse hasta la garganta, y el corazón duele tanto que parece pesar exageradamente. — se cubrió el rostro con ambas manos cuando quedo complemente desnudo — Eso es lo que se siente con la vergüenza .... —
Junsu sentía que aquella gran habitación se hacia cada vez mas pequeña y el aire escaseaba incapaz de respirar ya con normalidad: — Nunca he tenido relaciones con hombres — comentó de pronto mostrando su preocupación cuando sitio el cuerpo desnudo y delgado de Yoochun sobre él.
Yoochun le miro impresionado: — ¡Eso si que es una noticia! Siempre pensé que tuviste ese tipo de relaciones ... — sonrió burlón.
— ¡¿Eres estúpido?! — le chilló Junsu desde abajo, incapaz ya de poder rebatirle como antes — Nunca — volvió a mencionar. Sus cabellos cortos y oscuros fueron acariciados por una de las manos libres del mayor mientras con la otra se apoyaba sobre la cama y se mantenía sobre Junsu. Le acaricio como si fuese una adorable mascota, aunque solo quería tranquilizarlo.
— Otra cosa que descubro — comentó — Sabrás que yo tampoco he tenido este tiempo de relaciones ... — se sinceró — pero ... qué mas da ese dato en este instante — se acerco y le volvió a besar febrilmente, correspondido por Junsu quien se dejó llevar introduciendo su lengua entre sus rojizos y llamativos labios.
— No tienes ni idea... — replicó con voz aguda pero sofocada por el reciente beso. Con ambas manos se aferro a cada uno de los brazos de Yoochun. — Ah ... — gimió repentinamente apretando sus dedos sobre su piel cuando sintió aquel inapropiado roce de su miembro con el despierto falo de su compañero.
— Supongo que no tiene mucha dificultad en estos momentos ... ¿verdad? — viendo la situación en la que ambos se encontraban, si seguían aunque sólo fuese besándose arderían en descontrol.
— Seria incapaz de hacerte daño — le volvió a tranquilizar. Siempre preocupado por que Junsu no sufriera, no se veía en la posición de hacerle algún daño.
— Eso no me reconforta mucho — angustiado subió sus manos por sus suaves brazos hasta llegar a los hombros, donde una vez allí se sujeto dulcemente mientras abría un poco más sutilmente sus piernas, donde entre estas se encontraba el cuerpo del mayor.
Yoochun se inclino y con su frente toco la del menor que ardía como si tuviese una fuerte fiebre, la cual empezó a sudar sutilmente cuando las manos de Yoochun recorrieron íntimamente y sin restricciones toda su piel.
— Antes ni tan siquiera soñé con acariciarte. Pero ahora, es la acción mas placentera que e hecho en mi vida — susurro acercando sus labios al odio de Junsu, logrando que la piel del menor se volviese erizada bajo sus dedos.
Junsu gimió cuando la ágil mano libre del mayor se perdió entre sus nalgas para solamente acariciarle.
— Tus cuerdas vocales, son realmente buenas — rió al escuchar su reciente gemido.
Junsu se acerco al cuello del mayor y mordió inesperadamente su gruesa nuez, que hacia largo rato veía mover en lo alto cuando Yoochun tragaba saliva con ávidez. Aquel mordisco hizo que Yoochun soltara un alarido. Fingiendo enojó oprimió con fuerza su mano en una de las nalgas del menor — ¡Es enorme! — se burlo sin poder dejar de reír. Junsu rasgo sus ojos fingidamente enfadado por el comentario, entre abrió sus labios y dejo salir su ensalivada lengua cuando sintió como prontamente el dígito mas fino y pequeño de Yoochun rozaba ya el centro de su virginal entrada entre sus perfectas posaderas.
— Puedo contar tus latidos desde aquí, los escucho tan fuerte que casi me parece escuchar como fluye la sangre — afirmó deleitándose del silencio de la tenue habitación donde solo se escuchaba su vivo cuerpo latir y su agitada voz suspirar.
Cuando el meñique tras sus contactos y roces se introdujo recto de golpe, Junsu se vio extremadamente molesto.
— ¿Qué se siente? — le preguntó.
Junsu rotó sus oscuros ojos — Es extraño — contestó
— ¿No sientes placer? — le volvió interrogar.
— Es molesto — comentó simplemente. Descontento por la contestación, retiro el meñique, introduciendo completamente el indice — Ah .. Ah ... espera — el rostro de Junsu cambio completamente, intento incorporarse pero Yoochun se lo impidió — Estoy seguro de que así no se hace ... — le avisó. Haciendo caso omiso, y encendido por aquella reacción del menor, introdujo con extrema dificultad el dedo medio, que se adjunto con el otro dígito en el estrecho interior.
Los ruidos de su boca mostraron una sensual queja cuando los dos secos dedos del mayor se movieron en el interior húmedo y caliente con fuerza, en un vaivén similar al que realizaría con su miembro.
— Viéndote así ... eres perfecto ... sexy — susurro al ver como el cuerpo de Junsu brillaba por el sudor que sin querer estaba comenzado a escurrir por su figura debido al ardiente clima, cada vez que los dedos se movían con menos dificultad el cuerpo de este también se movia, tomando una forma aún mas grande que anteriormente.
— No me dejes, Yoochun — suplico de pronto. Por un momento de espejismo, Yoochun pudo observar como la sangre comenzaba a salir de la redonda nariz de Junsu, de su carnosa boca ... Todo aquel fluido lograba invadir su rostro, ahora morado, en un grotesco rojo escarlata. "No me dejes" parecía ser un imploró de salvación entre sus brazos, él día estaba tan cerca como la mañana que se aproximaba ...
— No te voy a dejar, Junsu — le aseguro, sin dejar de acariciar su interior se inclinó besando de nuevo sus labios y después sus mejillas, ahora de nuevo limpias. Su imaginación le hacia ver ese tipo de cosas, como el cuerpo de Junsu sobre el asfalto los primeros días sin él.
— Hablo seriamente ... Te quiero — le confesó excitado cuando Yooochun toco con las puntas de sus dedos una zona remota en su interior. — Ah, por favor, hazlo ya — suspiró — Te lo ruego — los ojos de Junsu se humedecieron. Yoochun se atrevió a introducir su dedo anular junto a sus otros dos dígitos, percatándose de que todos cabían en su interior.
Junsu gimió al sentir aquel tercer compañero — Hazlo ya — le exigió besandole.
— No puedo — le comunicó, sacando sus tres dedos de aquella cueva.
— Por favor, da igual que sea sólo con tus dedos, pero continua — Sabia que Junsu había perdido el control completamente debido al frenesí. Su sexual imploro hicieron inevitable que Yoochun se acomodara entre sus dos firmes piernas, aun incapaz de sosegar sus preocupaciones.
— Necesito ... Necesito que ... — comenzó a decir cerca de sus labios, mientras ya su hinchada punta rozaba su umbral.
— Es incomodo — dijo Junsu con su voz casi en el llanto.
Con su mano rodeó la mejilla para que se centrara: — Necesito que me lo prometas — le dijo Yoochun de pronto, sintiéndose débil e incapaz de mantener aquella posición por mucho tiempo.
—¿Q-Qué es? Te-Te prometeré todo lo que quieras. — gritó convencido.
— Quedate mañana — le pidió, pero Junsu apenas pensó en la respuesta, directamente gritó: — ¡Sí! — pues ya poco le importaba la responsabilidad.
— Toda la mañana acá conmigo ... — le continuo comunicando.
Junsu asintió con su cabeza a la vez en la que sentía su mano sobre la mejilla: — Lo haré, lo haré, toda la mañana contigo. — gimió cuando aquella punta se abrio paso entre sus carnes.
— No te moverás de esta cama — Yoochun observó como Junsu afirmaba de nuevo con su cabeza:
— No me moveré ni un instante — prometió mientras sentía como al afirmar de nuevo otro movimiento por parte de Yoochun hacia que este se hundiera un poco mas en su interior, lo suficiente como para desesperarse.
— Prometeme ... Promete. No iras a tu horario — le musitó.
— Sí — aulló Junsu con su voz aguda — Te lo prometo. No iré a ningún lado — sintió como ya aquel rosado bálano había desparecido en su interior — Te quiero, por favor ... lo necesito ... — le lloró apenas sin darse cuenta. Yoochun sentía su miembro palpitar, por lo que comprendía perfectamente la necesidad del menor.
Ahora, habiendo escuchado aquella promesa, sentía su corazón mas relajado.
— Estas tan desesperado ... — le susurro Yoochun mirando sus ojos deseosos como los suyos.
— ¡¡Micky!! — le gritó de pronto, aquel inesperado apodo hizo que Yoochun fuese capaz de recordar muchas cosas al ser llamado de ese modo — ¿El pequeño Chunnie no entra? ¿Acaso tiene miedo? — le preguntó volviendo a sus jocosos comentarios, intentando alterar y alentar completamente al mayor para que terminara de hundirse en él — Las chicas te dicen cosas sucias, ¿yo también tengo que hacerlo, o qué? — le pregunto malhumorado. Si apretaba un poco mas el edredón de la cama sin duda lo rompería.
— Mierda — despotrico Yoochun incapaz de aguantar más, y sumergió por completo su pene en tan apretado lugar. Nada mas realizar aquella acción Junsu soltó un ruidoso sollozo. Cuando Yoochun se movió se percato de que aquel gimoteo iba acompañado a sus movimientos, cuando acelero Junsu estrepitosamente comenzó a gimotear entrecortado.
— Escandaloso — gruño sin evitar sacar un ronquido de placer al sentir tan angosto lugar apretarle dulcemente. Nunca antes se había sentido tan envuelto como en aquel instante en el que con una estocada más deslumbraba el mismo cielo que seguramente también vería Junsu con sus ojos cerrados.
— Junsu ... — le susurro amablemente a la vez en la que con su mano intentaba limpiar las finas lagrimas que salían de unos ojos firmemente cerrados, como si fuese un crío.
Sentir el placentero mecer rápido en su interior y el sonido grotesco del chapoteo de aquel erótico movimiento no le ayudaba mucho, le perturbaba completamente incluso cuando el dolor adueñaba gran parte de sus músculos.
Una convulsión por parte del cuerpo del menor apretó terriblemente la zona baja de ambos. Junsu dejo escapar un pesado suspiro tras el cual murmuro dócilmente con su voz afónica: — Lo siento ...— al observar como sin desearlo había finalizado, derramando su intimo liquido blanco sobre su plano abdomen.
Por mucho que el pelinegro intentara mantener su ritmo como antes, aun con aquella escena ante sus ojos, ya se hacia insoportable tener que volverse a hundir en aquella asfixiante y deleitosa cavidad junto a aquellos jadeos de aquel otro tendido, finalmente arrojando sin desearlo su liquida esencia en aquel ultimo impacto. — Lo siento — imitó cuando sitio que había empapado extrañamente es oscuro interior.
— Demasiado evidente tu estrepitoso final — concluyó un sofocado Junsu — Se siente húmedo, seguro que en tu habitación tienes preservativos, pero no sé por que tienes que ser tan desconsiderado conmigo —
— Lo siento — reiteró Yoochun — Para ser la primera vez, no esta mal. Nunca me imagine hacer algo así contigo, así que no tenia ningún expectativa — dar un salto en el tiempo para hacer esto, no había sido su idea inicial. Acerco su mano a los pañuelos mas cercanos que tenia en su habitación, con el que limpio el vientre del menor — Pero ni tan siquiera te has o te he tocado ¿cómo a pasado esto? — le preguntó terminando de quitar todo rastro.
— Te movías demasiado deprisa — se justificó, intento acomodar correctamente su cabeza sobre la almohada de la ahora desecha cama— y eso que siempre pensé que al bailar tus movimientos de caderas eran realmente nefastos — no pudo hacer mas que reírse, mientras se instalaba definitivamente en el interior de la cama, entre sus limpias sabanas, cubriéndose.
— Y Junsu tiene una bonita voz para todo lo que se propone, pero quizás demasiado volumen— continuó su juego.
— ¡Callate! Sabia que te burlarías... debería haber leído tu "diario secreto" — dijo con cierto retintín.
Yoochun se acomodo junto a él en la cama e imito su chillona voz:— ¡¡Micky!! —
— Eres tonto ... — le golpeó el desnudo hombro. Después cerro sus ojos y bufó.
— ¿Estas cansado? — le pregunto Yoochun preocupado.
— Estoy derrotado. No es muy agradable — contestó tumbándose hacia un lado, viendo así enfrente el rostro de Yoochun entre la sutil luz.
— Al final te quedas esta noche ... — antes eso parecía imposible — ¿Recuerdas tu promesa? ... — le recordó.
— Sí ... — le respondió.
Aquello tranquilizo a Yoochun <<. Quizás no necesite encerrarlo ... .>> pensó con ironía: — Yo recuerdo algún "te quiero" —
Junsu ruborizo entre el salado sudor casi seco de sus mejillas — Sólo deje salir directamente por la boca lo que en ese momento pensaba — confesó — Así que esta bien si te quedas un tiempo más a mi lado, se siente extraño, pero se siente muy bien ... — sonrió de forma amplia.
— Yo también me siento bien estando a tu lado, así que mañana quedate ... — le recordó de nuevo
— Si, sí — contestó pesadamente — Si eso te hace dormir tranquilo ... —
No se había quedado dormido en el acto, pero cuando paso un tiempo sus ojos se cerraron, y Junsu termino adormecido entre las sabanas.
— Esto a sido como una revelación, Junsu-ah — le habló Yoochun, aunque sabia que Junsu ya estaba comenzando su primer sueño — Ahora realmente soy incapaz de dejarte ir ... Pero mañana todo ira bien.—
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;__________; que no le pase nada a Junsu...
ResponderEliminarque lindo gracias por actualizar
Rayos q bello capitulo!! No quiero q le pase nada a junsuuuu porfaaaaa te lo suplicooooooooo y gracias esperare aunq no tan paciente una proxima act :)
ResponderEliminarOhhh gracias q lindos son los dos de verdad... me encanta este fico... gracias de nuevo
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