Titulo: ~ Beautiful Nightmare ~
Autor: Bloody-Rose-chan97
Pareja: YunJae/JaeHo
Género: Slash, drama, reflexión.
Extensión: Drabble
----
~Se había levantado de mal humor, quizás esa fuera ya una costumbre suya, con ganas de nada, de echarlo todo por la borda, o de tan solo volver a sumergirse en alguna de sus pesadillas siempre que poco tuviesen que ver con la realidad.
Pero aquello no era algo posible, no podía permitirse tal lujo, así que simplemente caminó hacia el cuarto de baño para poder lavarse la cara y desperezarse. Hecho esto, volvió al pasillo con las manos guardadas en los bolsillos y no pudo evitar, no obstante, detenerse frente a una de las habitaciones de aquel lugar.
Era la habitación de él, donde solo estaba él, abrazado a la almohada como un niño pequeño en busca de cobijo, con todas las sábanas tiradas por los suelos por el calor.
Durante un rato, observó en silencio a aquella persona con el cabello revuelto que era a veces movido por el aire del ventilador que se había quedado toda la noche encendido.
Para cuando quiso darse cuenta, todo el enfado se había esfumado en cuestión de segundos, y solo sintió como un temor profundo lo invadía, ese miedo atroz que sentía ante la idea de hacerle daño, ese miedo a no poder alejarse de él aún si se sentía ignorado o dañado. Ese miedo a aquel sentimiento que tiempo atrás se había instalado en su corazón y que nadie más podía conseguir.
Ya estaba tirado en el suelo, con los brazos apoyados en la cama del contrario mientras lo observaba en silencio, prácticamente hipnotizado por aquel rostro ahora apacible por el sueño. ¿Habría estado llorando quizás? La pregunta le asaltó en la mente dejándolo más preocupado.
Soltó un pesado suspiro revolviéndose el pelo con una mano, ¿por qué no podía dejar de pensar en él? Aún con el rastro del llanto él mismo, todo lo que le pasara daba igual, aquella persona siempre sería su prioridad.
Cerró los ojos cansado, por alguna razón se sentía como un perro, siempre corriendo detrás de él, buscando algo cariño, incapaz de morderlo o ladrarle por miedo a lo que pueda pasar, defendiéndolo de todo lo que se acerque. Quizás se pareciera a un perro. Tendría que estudiar el comportamiento de su mascota para averiguarlo.
Volvió a abrir los ojos y en lo que se reincorporaba llevó una mano a su cabello para acariciarlo, luego lo acomodó y poco a poco, echándole una última mirada, acabó por salir de la habitación, dirigiéndose a la cocina para hacer el desayuno. Tal vez podría hacerle algo, aunque no fuera buen cocinero, tal vez podría alegrarle un poco el día.
Suspiró de nuevo al darse cuenta de sus pensamientos. ¿Acaso no había nada que lo hiciera dejar a un lado esa prioridad que le daba? Al parecer era una misión imposible, tampoco es que le molestara demasiado eso.
Quizás nunca podría cambiar esa forma de pensar. Su estilo de vida había pasado a un plano confuso. Tal vez nada tuviese sentido, como en un sueño. ¿Y si todo era un sueño? Entonces aquella debía ser la más hermosa de sus pesadillas. Aquella de la que nunca querría despertar.
¿Cómo podía ser que de tan solo verlo el sentimiento hubiera cambiado de una forma tan radical, pasando su enfado a algún rincón de la sala? Mientras peleaba con el exprimidor de naranjas, se dio cuenta de que una vez más había caído, sumergido en aquella manera tan egoísta y masoquista que tenían de llevarse.
Pero, ¿eso debía importarle? Aún si nadie lograba comprenderlo ni en un millón de años y todos fueran en su contra día tras día, él no era capaz de dejar de luchar por aquello que tantas veces había denominado con la palabra "amor".
Y total, ¿qué importaba? Dijeran lo que dijeran, sus sentimientos nunca serían cambiados, porque aquella piedra con nombre y apellido se había hecho un hueco demasiado grande en su mente, y sería imposible reemplazarla.
~
escribes bien
ResponderEliminarsigue asi