No respondí al instante, es decir, ir a la escena del crimen, sí, realmente quería ir, quería que las sospechas de mí hacia él terminaran, abandonaran mi mente, eso quería, Yunho me estaba ofreciendo libremente la oportunidad, ningún culpable hace eso, además, significa que confía en mí.
-¿Podemos?- Yunho asintió.
-No está lejos de aquí, a unas cuantas calles.
-¿Vivías en este lugar?
-Hace muchos años, este sitio estaba lleno de gente, pero la capital comenzó a crecer, la gente quería progresar, así que uno a uno se fueron, incluyéndome.
-Me gustaría ir- dije al fin.
Yunho me sonrió y salió de la casa, lo seguí al instante, volvió a cerrar la casa con llave, igual que la reja, y caminamos de nuevo por las calles solitarias del lugar.
-¿Qué hora es?- pregunté tratando de protegerme del frío.
-Cerca de las nueve.
-¿No te estará buscando Yoochun?
-No, está fuera de la ciudad, y ellos creen que estoy en casa- dijo sonriendo.
-Eres bueno escapando, ¿cierto?
-Lo aprendes con los años- dijo con su mirada fija en la calle.
-¿Cómo te hiciste esa cicatriz?- le pregunté, esperando confirmar algunas cosas, una de ellas, si era honesto conmigo.
-Me caí de la azotea.
-¿Eh?- pregunté, quería saber más.
-Mi padre estaba bebiendo, como siempre, bebiendo y fumando en la azotea, estaba con él, me gustaba jugar en la azotea, entonces se acabaron las cervezas…”Compórtate”, eso me dijo cuando bajó a buscar más cervezas, pero qué niño puede quedarse quieto en un espacio grande con sus aviones y carros, no medí la distancia hasta la orilla, así que caí.
De nuevo no pude encontrar alguna emoción en su relato, no podía, años lo había hecho con varios sospechosos, culpables e inocentes, pero Yunho tenía una coraza, un escudo casi imposible de penetrar.
-Llegamos- me anunció.
Al levantar la mirada divisé un edificio casi en ruinas, quince departamentos, al menos los que quedaban más o menos en pie, me pregunté cómo es que había sobrevivido a semejante caída, cómo lo hizo y cómo salió solo con una cicatriz en la mejilla, sin daño mayor.
Entró al edificio sin dudarlo, al saberme solo en la calle entré corriendo detrás de él, este lugar parecía estar lleno de historias tristes, lleno de penas y muerte, todo eso estaba abandonado aquí.
-Aquí vivía una anciana- me dijo señalando una puerta- siempre salía en las mañanas a barrer la calle, era muy amable- continuamos subiendo las escaleras, que crujían bajo nuestro peso- En este, una adolescente se suicidó, problemas familiares- como esperaba, solo pena y dolor- El doce…-me dijo deteniéndose en las escaleras, sin dar un paso más, lo miré sin entender- El doce es mi departamento- me dijo.
-¿No vienes?
Yunho negó con la cabeza y se recargó en la pared sin dejar de mirar esa puerta.
-Tengo pocos recuerdos felices ahí dentro, quisiera mantenerlos así- me dijo.
La primer emoción que logré descifrar, miedo, algo parecido al miedo estaba en los ojos de Yunho, sí, tenía miedo a algo. Yunho me miró mientras lo analizaba, suspiró cansado y miró al techo.
-Después de que mi padre muriera- comenzó a decirme- Jaejoong, lo que te voy a decir es cierto, no quiero que me creas, pero yo sé lo que vi.
-¿Yunho?
-Mi padre murió una noche de agosto, una noche nevada, una noche con tormenta, lo que nos dejó sin luz, yo estaba en mi cuarto tratando de hacer los deberes de la escuela, entonces escuché un sonido, algo parecido a un lamento- Yunho cerró los ojos con dolor- Al asomarme para ver qué pasaba, vi una sombra de pie en la puerta de su habitación, su misma complexión, la misma altura, casi las mismas ropas, no estoy seguro, la oscuridad no me dejaba ver nada. Tuve miedo, sabía que esa persona no era mi padre, pero se parecía tanto a él, me miró fijamente y pareció despedirse de mí, un rayo cayó entonces en la calle, lo que me cegó y asustó, cerré los ojos, al abrirlos, ya no estaba, corrí al cuarto de mi padre….y entonces lo encontré muerto….
-Yunho…
-Las personas dicen que se despidió de mí, pero todavía puedo verlo, todavía veo esa sombra en mis sueños, todavía puedo sentirla…
-Eso es debido a la culpa…
Ambos giramos la mirada, un hombre salía del departamento de Yunho, lo reconocí en seguida.
-¡Choi!- dije asombrado.
Choi era un reconocido capitán que era una leyenda, no sólo en este lugar, sino en casi todo el país, todos sus casos resueltos, excepto uno, el de Jung.
-No esperaba encontrarlo aquí, Kim-me dijo desaprobando mi presencia ahí.
-Puedo decir lo mismo- respondí a secas, no me resultaba agradable, pero todavía tenía un puesto importante que podía costarme mi futuro.
-Dicen que el asesino siempre vuelve- dijo molesto viendo a Yunho.
-Eso explica su presencia aquí- le respondió Yunho confiado.
-No, muchacho, tú y yo sabemos que lo asesinaste.
-¿Por qué mataría a mi padre?
-Por lo que te causó, los “accidentes”, la bebida…
-Era mi padre- dijo Yunho defendiéndolo.
-Pero te dejó una gran deuda, ¿Quiere escuchar la historia completa, Kim?
-Eso no es algo que le importe, ni a usted ni a nadie…
Una cuarta voz se escuchó a nuestras espaldas, Yoochun estaba ahí de pie, estaba molesto, podía verlo a kilómetros, se acercó a Choi, pasando por Yunho y por mí.
-¿Por qué se empeña en acusarle?- le dijo directamente- No encontraron nada en su contra en el pasado, no lo hallará ahora entre tanta basura.
-Aunque podría decir que él asesino es usted- respondió Choi.
Yoochun pareció sorprendido al principio, como si hubiera sido descubierto, pero yo sabía que simplemente era la reacción por la desfachatez de Choi, yo hubiera reaccionado igual.
-O tal vez Kim, o el vecino, e incluso el perro- se burló Yoochun- Déjenos en paz, suficientes problemas tiene Yunho.
Yoochun dejó a Choi con la palabra en la boca, ignorándolo por completo, su mirada se posó en Yunho, entonces la furia lo dominó por completo.
-Vámonos- ordenó seriamente, comenzando a bajar las escaleras, jalando a Yunho del brazo con él.
-Posesivo, ¿no, Kim?- me sonrió Choi, sólo hice una mueca de desprecio.
-¿Viene, Kim?- me preguntó Yoochun sin soltar a Yunho.
Miré a Choi y luego a Yoochun, la compañía de ninguno me era agradable, pero definitivamente prefería la de Yoochun.
-Hasta luego, señor- me despedí de Choi y bajé las escaleras detrás de ellos.
Una limosina pequeña estaba estacionada afuera, el chofer abrió la puerta para dejarnos entrar, Yoochun casi aventó a Yunho dentro, después de metió él y me indicó que entrara, serían minutos incómodos, pero qué podía hacer. El auto comenzó a andar, tenía a ambos frente a mí, no sabía qué decir, no, tenía mucho que decir, pero no sabía cómo decirlo.
-¿Se puede saber qué hacías aquí?- preguntó Yoochun a Yunho.
-Quería pensar en varias cosas- respondió Yunho, Choi le había afectado bastante- Además, cómo supiste que estaba aquí.
Yo quería saber lo mismo, se supone que estaba fuera de la ciudad.
-Hablé a casa, no hubo respuesta, debías estar en casa, no me fue difícil adivinar dónde estabas, siempre vienes aquí cuando escapas, o la mayoría de las veces- Yoochun me miró entonces e hizo una mueca, yo le respondí igual- ¿Y usted, Kim? ¿Qué asuntos le traen a este lugar?
-Estaba con Choi en el departamento- respondió Yunho por mí.
-El oficial Choi insistió que lo acompañara- dije seguro- No supe a dónde ni para qué, pero me arrepiento de haberle acompañado, no es agradable ver cómo hostiga a las personas.
Yoochun asintió, no muy convencido.
-Choi llevó el caso del señor Jung, al no poder resolverlo, acusa a Yunho infinitamente, asegura que asesinó a su padre- dijo Yoochun molesto- No entiendo por qué no se rinde, no hay pruebas en contra de nadie…
-El oficial Choi es obstinado- opiné.
-Lo sé, lo he descubierto con el tiempo.
El silencio reinó casi todo el camino, yo no hacía nada más que mirar a Yunho, estaba visiblemente afectado por las palabras de Choi, lo que me hizo pensar que si hubiera asesinado a su padre no reaccionaría así, y esa sombra que dijo ver, tal vez fuera el culpable, tal vez el asesino estaba fuera, vagando libremente, lo atraparía para Yunho, así todo terminaría, al menos esa parte, todavía tengo que trabajar en la deuda.
-¿Dónde lo dejo, Kim?- me preguntó Yoochun seriamente.
Salí de mis pensamientos en ese momento, cierto, iba en su auto, qué podía decirle, quería ir con Yunho, saber que estará bien, pero de hacerlo sólo empeoraría las cosas, mejor dejarlo como está, después hablaré con Yunho, estoy seguro que Yoochun es incapaz de herirle.
-No importa el sitio- respondí, y en verdad, no me importaba.
Yoochun me miró con desaprobación, Yunho lo hizo preocupado, eran casi las doce, por supuesto, no habría transporte, sólo me quedaría caminar.
-¿Cuál es su dirección, Kim?- me dijo Yoochun.
-No es necesario, puedo irme sin problemas.
-Es tarde, Kim, insisto.
Yunho me miró y pude leer en sus ojos que lo mejor era no llevarle la contraria, al menos no en este momento. Suspiré cansado y le di mi dirección al chofer, éste sólo asintió y cambió de rumbo.
-Un lugar interesante, Kim- me dijo Yoochun.
-No puedo permitirme lugares costosos como usted, Park.
-Nosotros- me corrigió Yoochun sonriendo, yo sabía el motivo de esa sonrisa- Yunho y yo, vivimos juntos- dijo sin dejar de sonreírme.
-Por supuesto- respondí como si no me afectara, pero en realidad lo hacía, y bastante.
El resto del camino fue en completo silencio, a excepción de algunos comentarios molestos, preocupados y con cariño en ocasiones, de Yoochu a Yunho, siempre mirándome después, sólo para ver mi reacción, por supuesto, no pensaba darle el gusto. Por fin llegamos a mi casa, fue un momento en el que me sentí aliviado y preocupado a la vez, sólo me despedí y me bajé del auto sin decir nada más.
-Que duerma bien, Kim- me despidió Yoochun sin dejar de sonreír- Despídete, Yunho- dijo sonriendo.
-Hasta pronto, oficial- me dijo Yunho.
-Buenas noches-respondí, pero iba especialmente a Yunho.
Los vi alejarse y perderse entre la noche, no esperaba que todo terminara de esta forma, pero las cosas sucedían por alguna razón, entré en mi departamento e inmediatamente me fui a dormir, no quería pensar en más cosas, quería descansar, aclarar mi mente.
Choi estaba dispuesto a contarme los hechos, tal vez mañana o pasado lo iría a ver, quería saber lo que no estaba en los reportes, necesitaba mi rompecabezas completo, todos apuntaban a Yunho como el asesino, él no lo demostraba, confío en Yunho, pero necesito bases para mantener esa confianza.
Cuando abrí mis ojos nuevamente mi alarma todavía no sonaba, una hora antes, me molestaba despertar antes, ya que después sólo dormitaba, me sentía presionado por el poco tiempo que me quedaba en mi hermosa cama, los recuerdos del día anterior llegaron a mi mente, lo que no me dejó dormir de nuevo. Me levanté pesadamente y fui directo al baño, sentía malestar estomacal, mi corazón latía presuroso y sudaba frío, pero no era porque estuviera enfermo, lo sentía como un mal presagio.
Decidí no darle importancia a mi malestar y alistarme para el trabajo, tenía tiempo de sobra, bañarme, vestirme y desayunar con toda la calma del mundo, no lo había hecho en años, se sentía tan bien, tal vez no lo había notado, pero extrañaba todo esto.
Me dejé caer en el sillón mientras bebía mi café, todavía me quedaban cuarenta minutos para salir a la oficina, tengo una lista de amigos que puedo consultar, ellos deben aber algo del caso del padre de Yunho, entre más piezas tenga, mejor; aunque también debía saber más de Yoochun, saber cómo logró su imperio, qué contactos tiene y cómo puedo enfrentarlo, pero lo que más me importaba era saber a cuántas personas le debía Yunho dinero.
Estaba muy aburrido en casa, así que me levanté y salí a la oficina, tampoco hacía daño llegar temprano de vez en cuando, entre más rápido acabara con mis deberes en la oficina más rápido podía comenzar a investigar de Yunho. Estaba a punto de abrir la puerta de mi auto cuando el timbre de mi celular sonó, la pantalla me anunciaba a mi jefe, lo que me molestó, qué quería a estas horas, ni siquiera iba retrasado o algo parecido, miré unos momentos la pantalla, pensando si contestar o no, pero era mi jefe, tenía que contestar.
-Kim- dije a secas cuando respondí, metiéndome al auto para no quedarme en el frío.
-Disculpe que lo llame tan temprano, pero ha sucedido una desgracia.
-¿Qué ha pasado?- pregunté, normalmente eran casos nuevos que nadie podía resolver.
-El oficial Choi ha sido asesinado.
Palidecí al instante, anoche había hablado con él, no creí que no lo volvería a ver, él era un oficial respetable, sabía defenderse muy bien, nadie había logrado siquiera provocarle un rasguño, y ahora, estaba muerto, lo habían asesinado.
-¿C..c…cómo?
-Su ama de llaves lo encontró esta mañana- me explicó mi jefe.
-Pero…cómo…quién…
-Seguimos investigando, tenemos hasta el momento un sospechoso.
-¿Quién?- pregunté con ansias.
-Jung Yunho…
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