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Arualthings

Problema Hormonal Capitulo 4


Capítulo Cuatro: ChangMin


Amanece aquí en Sudáfrica y comienza nuestro quinto día en este recóndito pedazo del mundo. Han pasado muchas cosas en los cinco días que llevamos aquí en la aldea Onolu, tantas cosas... mi único consuelo es que de aquí a un mes todo será parte de un mal recuerdo. Desde un principio no me hizo nada de gracia viajar hasta acá, mucho menos usar taparrabo y el resto de las cochinadas que nos obligan a ponernos encima. Me negué también a tomar el complemento, pero al final lo hice para no hacer sentir mal a JaeJoong. A veces realmente siento que es una figura materna para mí, pero sólo a veces, muy de vez en cuando. La mayor parte del tiempo lo veo como un perfecto blanco para mis puños y él no se queja, ya que hace lo mismo conmigo. Un “One Touch” es todo lo que necesitamos para expresarnos cariño.

Pero el problema va más allá de la ropa o de la comida, hay muchas cosas que me hacen sentir extraño en este rincón del mundo – además de lo obvio; el idioma, el clima, el uso horario, el color de la piel, las costumbres, la “fauna” que está compuesta en su gran mayoría de bichos chupasangre y depredadores peligrosos y la falta de baños, entre otros. –, pero unas molestan más que otras. Por ejemplo: desde el primer día me vi desplazado de mi puesto como dongseng predilecto de todo TVfXQ, y no es que me moleste tanto… bueno, si… si me molesta y mucho, y ese es uno de los problemas. Esa lagartija de Okum ha acaparado toda la atención de mis hyung con sus cosas de salvaje y su habilidad natural para aprender, sin contar su insufrible paciencia para con todas las ocurrencias de JaeJoong y las constantes inquietudes de JunSu con respecto a la tribu.

El chico en si no es malo, si incluso me cae un poco bien – hasta cierto punto –, pero ¡no soporto que sea tan recondenadamente “querible”! si hasta creo que yo voy a terminar encariñado con el pequeño bobo, pese a que no lo demuestre. Siempre está ahí cuando se le necesita y cuando no también, responde cada una de nuestras dudas, nos enseña cosas para sobrevivir en este lugar, aprende coreano solamente para hablarnos y con su sola presencia la mayoría a de los aborígenes desiste de saludarnos con el típico apretón de genitales y nos dan la mano. No sé que tiene el chiquillo, pero todos lo respetan mucho aquí en la aldea. Hace poco me enteré que el elefante que tiene se lo regaló el mismo jefe de la tribu y al parecer todo es porque creen que es la reencarnación de alguna deidad de la selva o vaya yo a saber que sandez de cosas de salvajes. Para mí el chiquillo en un mulato y fin de la discusión.

El segundo problema en el que me vi envuelto es bastante complejo de tratar. Desde que consumo el complemento he notado ciertos “cambios” poco agradables en mi cuerpo, claro, están A) Los cambios agradables: como la musculatura y la fuerza física, B) Los cambios no tan agradables: como la mayor vellosidad, la voz más grave, los problemas para dormir y los extraños cambios de ánimo y C) Los cambios muy, muy desagradables que me hacen sentir… gay… sí, así me hacen sentir, sumamente gay y en demasía confundido.

Me he fijado en que el complemento alimenticio nos ha afectado a todos por igual, y cuando digo por igual es que me he fijado en los tres tipos de cambios. Primero los agradables; Los cinco por igual hemos aumentado nuestra fibra muscular en un tiempo tan corto que no me parece nada seguro, pero en si este aumento en la talla de los músculos es bastante favorable para nuestras imágenes personales, sin contar la fuerza física extra que conlleva el tener músculos más grandes.

Tomé la precaución de medir mis brazos, piernas y pectorales antes de consumir el complemento y de forma irreal todo ha crecido entre de cinco a siete centímetros de diámetro en estos días, si ya todo me queda estrecho, toda la ropa que traje ahora se me pega al cuerpo y con lo único que me siento más cómodo es con ese ridículo taparrabo que YunHo nos hace usar para los ensayos, diciendo que debemos acostumbrarnos a movernos con esas tangas de cuero. Es lo mismo con cada uno de mis hyung.

YooChun por primera vez no es plano de perfil… bueno, nunca lo fue (tanto), pero antes era tan flaco que muchas veces tuve miedo de romperlo al abrazarlo. Ahora el ancho que ha ganado en sus piernas y los varios centímetros en que aumentó el diámetro de su torso lo hacen verse menos desarmable. Sus hombros se ven más firmes, así que ya no me da la sensación de que lo voy a romper cuando paso un brazo por sobre ellos y por fin siento que sus golpes de Tae Kwan Do son algo más que puro juego.

JunSu es un caso especial, sus piernas son idénticas a las de un futbolista profesional, los músculos de sus muslos son tan pronunciados y definidos que casi parece que le pegaron encima un globo ¿y su trasero? ¡Pues enorme! Me he visto muchas veces tentado a darle una palmada, pero me reprendo mentalmente apenas pienso en ello. Sus brazos y torso también están más gruesos, pero no es tan notorio como sus piernas, pese a que si están muy marcados y todo.

JaeJoong… él si que se ha visto beneficiado con el consumo del complemento, hace una semana pesaba como cincuenta kilos, ahora a ganado unos cuantos más y por fin, a mi parecer, está dentro de un peso más razonable. Por suerte su aumento de peso no se ve reflejado en esa panza desagradable que nos aparece a todos al subir de peso, por el contrario, creo que le pesan más los músculos de cualquier grasa que pudiese haber ganado, además sus piernitas de pollo han adquirido bastante grosor y los pantalones que antes le quedaban sueltos ahora los llena por completo.

YunHo es el que ha sufrido el incremento de musculatura más drástico, todo se le infló; los brazos, las piernas, el pecho ¡El trasero! ¡Todo! ¡Si está enorme! Con los chicos estamos pensando muy seriamente en inscribirlo en el concurso de Mister Músculo, seguramente de aquí a un mes arrasa con todas categorías. El tamaño de sus pectorales haría que Pamela Anderson se sintiese celosa, sus abdominales son mil veces más pronunciados que los de ShiWon de los SuJu, sus brazos son ahora del grosor del que eran sus piernas hace una semana y sus piernas… no hay nada que decir, con sólo ver el trasero que AHORA SI TIENE… lo más seguro es que llegando a Asia los gays que lo escogieron el más atractivo se lo violen. Y eso sería irónico y extrañamente divertido.

Segundo cambio, el no tan agradable. Tuve un ataque de risa hace dos días cuando JaeJoong hyung descubrió que por fin le había salido un vello en la axila y gritó por varios minutos que quería una pinza de cejas para arrancarse esa monstruosidad, al final encontró una en la maleta de JunSu, no sé ni para que las trajo, pero pienso lo mismo de la mitad de las cosas que hay dentro de esa maleta.

JunSu a estado particularmente desafiante, para él todo el mundo se quiere meter con su persona y anda a la defensiva, respondiendo de mala manera con su voz mas grave, que lo hace escucharse a veces como YunHo. Por suerte le da a ratos, en las mañanas por lo general, cuando no duerme bien, si no ya lo hubiéramos linchado entre todos.

YunHo es un ogro, un musculoso y enojadizo ogro. A ratos le da la tontera y anda serio y mandón, luego se le pasa y es todo osito teddy, luego anda huraño por quien sabe que cosa y media hora después es la persona más feliz del mundo ¿estará estresado, loco o embarazado como bien dijo YooChun? A mi parecer es un poco de las tres.

YooChun anda paranoico con su barba, según él que le crece a cada rato y que se tiene que afeitar todos los días. Yo lo encontré normal, la mayoría de los hombres nos afeitamos todos los días, pero luego vine a recordar que Park YooChun es tan lampiño de cara que se afeitaba una vez por semana.

Tercer cambio, el muy, muy desagradable, ese que hace sentir gay y que hace que mis hyung también lo parezcan. Todos por igual sufrimos un incremento en la libido y el vigor sexual ¿a que me refiero con esto? Me refiero a que todos nos calentamos con cualquier cosa y la urgencia no baja hasta después de dos o más masturbaciones. Fue un tema muy difícil de tratar, pero el siempre desinhibido YooChun nos obligó a enfrentarlo, tomándonos desprevenidos anoche, mas nos sirvió para sentirnos más cómodos cuando estos ataques de calentura tenían lugar. Por lo menos ya no debíamos ocultarnos de los otros, no había vergüenza ya en tener una erección frente a los demás y por eso mismo me siento muy, muy gay.
Anoche mismo viví la segunda experiencia más gay de mi vida, cuando todos estábamos en la choza que se nos asignó, conversando del tema de las calenturas. De la nada a YooChun le dio uno de esos ataques y muy falto de vergüenza se dio media vuelta y comenzó a masturbarse. Los demás estábamos sorprendidos, más no pasó mucho hasta que los ruiditos que YooChun no se esforzaba por aplacar hicieran que a todos se nos subieran los niveles de hormonas… sin que lo pudiese predecir los cinco terminamos por masturbarnos al mismo tiempo, importándonos muy poco que justo al lado de nosotros estuviese otra persona. De sólo recordarlo una sensación muy rara me sube por el cuerpo, haciendo que me sienta nuevamente muy gay. Y es que ¿Cómo no sentirse así? Si anoche parecíamos parte de una secta muy sexual, haciéndole culto al dios pene… ¡que idiotez más grande! Y todo por el maldito complemento alimenticio lleno de cochinadas que no podíamos dejar de consumir hasta terminar con el video. Ni siquiera sé que tiene esa cosa, la etiqueta con mi nombre cubre toda la etiqueta original y cuando intenté arrancarla JaeJoong me retó, ya que, según él, esa etiqueta la había puesto el manager con mucho cariño para nosotros.

Puras babosadas.

Me he percatado también de esta extraña atracción que comienza a crecer entre nosotros y es… raro. Cada vez que miro a cualquiera de los chicos me parece menos una locura el sostener una relación afectiva con uno de ellos. Estar rodeado de puros hombres me está volviendo loco. En una país diferente, o más simple, en una aldea diferente, hubiese podido hacerme el lindo con alguna nativa y haber desahogado urgencias con ella, pero aquí: o miro a mis compañeros de banda – que cada día me parecen más atractivos – o miro a los corpulentos aborígenes que me superan en altura por diez a veinte centímetros, sin contar los centímetros que le faltan a mis dedos para completar el saludo típico de la aldea con muchos de ellos.

Son cerca de las ocho de la mañana y todos ya estamos despiertos y vestidos con las ropas de lino que nos dieron los del staff, al parecer era la única tela lo bastante fresca para ser usada en este clima. Algunos miembros del staff nos vinieron a despertar temprano porque hoy por fin comenzaríamos con el trabajo. Al parecer ya estábamos lo bastante bronceados para las fotos y no sería así si mis lindos hyung (insertar ahí tino irónico) no se hubiesen robado mi ropa cuando me estaba bañando en el río y en su lugar no hubiesen dejado ese embase de bronceador. El mensaje era simple, o tomas sol desnudo o te devuelves a la aldea sin ropa. La primera era la opción más viable y menos vergonzosa, ya que me habían dejado solo en la privacidad del río, así que terminé por tomar sol desnudo a orillas de la cascada. No fue tan malo, sin contar la arena que se me metió por los rincones más recónditos de mi cuerpo y el hecho de que me picó un bicharraco en una pompa. Según mis hyung que en las fotos no se va a ver la picadura y en realidad que se hubiese visto poco me interesa, lo que me molesta es que tengo una incómoda picadura en una pompa y no me puedo rascar con decencia. Por suerte JunSu trajo en su maleta mágica ungüento para las picaduras y como no me la podía aplicar solo, ya que no venía donde estaba la picadura, tuve que dejar que me la aplicara JaeJoong hyung. Eso fue tan… gay.

– JooJoo… – Escuché a YunHo hyung decir en voz suave, tenía uno de esos momentos de osito teddy, ya que le decía así a hyung cuando le negaba algo o cuando se quería hacer el lindo para conseguir algo.

JaeJoong dejó de lado la tarea de obligar a JunSu a beber el complemento y se volteó a mirar a nuestro líder, el cual estaba recostado en su hamaca, con un paño húmedo en la frente. Su cara totalmente pálida brillaba levemente por el agua que había exudado hace unos momentos y es que se ponía así de mal cada vez que tomaba el complemento con sabor a pegamento.

– ¿Qué sucede? – Me pasó el vaso con la mezcla para JunSu, delegándome la tarea de obligarlo a beber el complemento, se levantó de su lugar y atravesó la choza, pasando por frente a YooChun que miraba muy concentrado su vaso, hasta que llegó donde YunHo hyung. – ¿Aún te sientes muy mal? – Vi a YunHo asentir levemente y JaeJoong sacó el paño húmedo de su frente y lo sumergió en agua, lo estrujó y lo volvió a poner sobre la cabeza de hyung. Luego lentamente acarició el lado derecho de su cara, llevando sus dedos desde la sien hasta la línea de la mandíbula, a lo que YunHo sonrió, entreabriendo los ojos. Se veían tan… casados… los he notado muy raros a los dos últimamente, de repente tienen acercamientos muy YunJae y al rato ni se hablan.
– JooJoo… – YunHo hizo un puchero, de esos que hace para ablandar corazones. – Quiero un abrazo… – estiró sus brazos hacía JaeJoong, frunciendo aún más sus labios, y los dejó ahí, a la espera de que JaeJoong le correspondiera ese capricho.
– Está bien… – Con una sonrisa reluciente JaeJoong abrazó a nuestro líder, quedándose en esa posición por medio minuto y luego lo soltó, cuando YooChun comenzó a molestarlos con “Uuuhh, el YunJae…”. – Te vas a quedar sin cena hoy, YooChun.
– ¡No es justo!
– Shh, Appa no se siente bien, niños, guarden silencio. – Nos indicó a todos, con un dedo sobre sus labios, metiéndose en su rol de madre imaginaria como lo hacía a veces por jugar.
– JooJoo… – Volvió a llamar YunHo, exigiendo la atención de hyung una vez más.
– ¿Qué sucede ahora?
– Bambie también quiere un abrazo. – YunHo levantó a su peluche, que había estado todo el tiempo acurrucado a su lado, y se lo ofreció a JaeJoong, quien lo miró con resignación y lo tomó de las manos de YunHo.
– ¿Así que quieres un abrazo, Bambie? Te daré un abrazó… – Fue tan estúpido ver a hyung hablarle al peluche, mas parecía que lo hacía contento, ya que con eso su seudo-conyugue se sentiría mejor. Abrazó al peluche y luego depositó un beso en su cabeza de felpa. – Listo. – Le devolvió el peluche a YunHo, quien lo miraba con algo de disgusto, pero sin desfruncir su boca.
– No se vale… a mí no me diste un beso ¿Por qué a BamBie si? Yo quiero, yo quiero, yo quiero… – YunHo comenzó a hacer una de esas pataletas de niño mimado que le dan a veces, moviendo sus pies de un lado a otro y arrugando de forma exagerada su ceño y labios. No sé cuanto más le dure esto de osito teddy, pero ya comienza a ser vergonzoso. Claro, a todos nos gusta regalonear a veces con JaeJoong, quien disfruta de cantar para hacernos dormir o acariciar nuestros rostros cuando estamos tristes, pero creo que YunHo ahora se está pasando.
– Bien, bien, pero no te muevas tanto, te puedes caer de la hamaca. – La sonrisa de YunHo fue suprema, estaba consiguiendo todo lo que quería. Ofreció su mejilla izquierda, ladeando levemente su rostro y cuando JaeJoong comenzó a bajar la cabeza para depositar el beso tuve un pensamiento de lo más malvado.
– ¡YunHo! – Dije cuando JaeJoong estaba por besar la cara de hyung, haciendo que el nombrado voltease el rostro de forma automática hacia mí y terminara por recibir el beso en la boca. Mi primera reacción fue descojonarme de la risa, acompañado por YooChun y JunSu que ya estaban retorciéndose en el suelo, pero al ver que no se separaban al instante, como debió ser según mi visión de mega genio maligno, me sentí extraño.

YooChun y JunSu se quedaron callados al fijarse que el YunJae no se despegaba y continuaba el beso con movimientos suaves. De repente YunHo levantó una mano y pensé que la usaría para apartar a JaeJoong – cuanto deseé que fuera así –, pero muy por el contrario, lo tomó por la nuca y lo acercó aún más hacia él, ahondando el contacto. Los tres menores nos quedamos mirando la escena por el minuto completo que duró, hasta que JaeJoong se dignó a despegar su boca de la de YunHo. Se quedaron mirando como si fuesen extraterrestres, completamente rojos y de un segundo a otro JaeJoong salió corriendo de la choza, tapándose la boca como si así pudiese borrar lo que sucedió.

– ¡Espera, JaeJoong! – Gritó YunHo, tratando de seguir a JaeJoong, pero viéndose detenido por la hamaca que le había enredado un pie, haciendo que quedara en el suelo en un posición muy rara. Me puse de pie por inercia y lo ayudé a levantarse. Tenía una expresión totalmente perdida, parecía no tener idea de que había ocurrido.
– Hyung… – Lo llamé, sacándolo de su trance. – ¿Qué pasó?
– Yo… yo no… – Toda la elocuencia que poseía Jung YunHo a la hora de explicar cosas se vio superada por los hechos. – Yo no sé… eso no debió suceder… no otra vez… – ¿otra vez? ¿Había pasado antes?
– Hay que ir por JaeJoongie. – Dijo JunSu, angustiado.
– No, déjenlo un rato, de seguro Okum lo acompañará. – Pidió YunHo, su rostro denotaba seriedad.
– Hyung, explícanos que está pasando. – Pidió YooChun, con expresión solemne. Ninguno de los tres veía la situación con rechazo, mas bien la veíamos con preocupación. Lo notaba en las caras de YooChun y JunSu, no tenían asco por ese beso entre los dos mayores, más bien parecían temerosos de que algo malo pudiese distanciarlos. En el fondo todos esperábamos que esos dos terminaran juntos en algún momento.
– Yo… ¿no me odian? – Había tanto miedo en sus palabras. Lo aterraba la posibilidad de que lo despreciáramos, pero eso nunca pasaría.
– Por supuesto que no, hyung ¿Cómo te vamos a odiar? – Me apresuré a contestar, sabía que tanto YooChun como JunSu pensaban igual, ya lo habíamos hablado en esas tarde aburridas en que no tienes nada mejor que hacer que hablar de tus mejores amigos.
– Eso… eso es bueno… – Tomó aire y se soltó de mi agarre, tomando asiento en el suelo cubierto de grandes hojas de palma. Ya había olvidado que lo debía soltar. – Esto se lo debimos decir hace tiempo…
– ¿Qué cosa? – Consultó YooChun, ladeando levemente la cabeza. Su curiosidad se dejaba notar hasta en las situaciones más complejas.
– JooJoo y yo… JaeJoong y yo mantuvimos una relación de pareja hace un par de años atrás…
– ¿Qué? – No sé porque me sentí herido al escuchar eso, debe ser porque no nos lo dijeron, porque no confiaron en nosotros… sólo quiero creer que me sentó mal por eso…
– Si, bueno… fue en nuestro último periodo como trainers y duramos hasta un poco después de debutar como Dong Bang Shin Ki.
– ¿Por qué terminaron? – Preguntó JunSu, cuando yo lo que quería saber era porque habían empezado en primer lugar.
– Por varios factores: la presión social, las responsabilidades, la falta de tiempo, el estrés, ustedes… en realidad nunca debimos hacernos novios en primer lugar…
– ¿Por qué dices eso? – La inminente curiosidad de YooChun motivaba a YunHo a seguir con su relato, pese a que se veía muy incómodo contándonos su vida amorosa. Sé por experiencia que a hyung no le gusta contar sus intimidades y si lo está haciendo ahora, obviamente omitiendo muchos detalles, es porque necesita que lo entendamos.
– Nosotros… pues… no comenzamos nuestra relación por los motivos correctos… ¿Cómo me explico?
– ¿Qué intentas decir? – Pregunté, algo cortante. No es que estuviese enojado, sólo quería saber todo lo posible sobre esa relación, pero dolía… por alguna razón dolía.
– Lo que intento decir es que JaeJoong y yo no comenzamos a salir luego de una confesión y todas las cosas que hacen las parejas normales, sino que… aish… nos hicimos pareja luego de un incidente que tuvimos por beber mucho…
– ¿Quieres decir que tú y él…? – YooChun hizo un extraño movimiento con las manos, apuntando a lados distintos con sus dedos índices, interceptando así dos líneas imaginarias.
– Si con ese movimiento de manos quieres decir que nos acostamos… pues… si.
– ¿Cómo…? – Solté de repente y luego me arrepentí. No quería saber que había pasado entre ellos, eso se lo podía guardar en el fondo de el baúl de sus recuerdos.
– No les pienso describir como fue, ni siquiera me acuerdo de todo.
– No eso, hyung, ¿Cómo terminaron en esa situación? – Me corregí, intentado en vano sacarme de la cabeza imágenes de ellos dos juntos, en tantas posibles situaciones…
– Ah, eso. Verán… salimos a beber a un club de mala muerte, sin mucho dinero, ya saben como era nuestra vida de trainers y esa noche hubo un concurso de baile… era de suponerse que ganaríamos y como premio teníamos barra abierta toda la noche…
– ¿y bebieron hasta perder la conciencia?
– Así es, YooChun… fue una estupidez, pero éramos un par de tontos adolescentes, nunca medimos las consecuencias. Para el final de la noche estaba tan perdido y mareado que no sé como logramos llegar con JaeJoong a la habitación que compartíamos. No sé ni que pasó o porque pasó, sólo recuerdo que a la mañana siguiente estaba desnudo, me dolía hasta el pelo y estaba enredado con JaeJoong en la cama…
– ¿y así comenzaron a salir? No tiene sentido, yo me hubiese asustado. – Comentó JunSu, llevándose una mano a la barbilla. Lo más probable es que se esté imaginando como reaccionaría él en esa situación.
– Bueno… no comenzamos a salir de inmediato, hubo un periodo en el que intentamos negar lo que había pasado, pero hacernos los tontos no funcionó, cada vez que nos mirábamos nos sentíamos culpables por haberle hecho algo al otro y bueno… cuando logramos enfrentar la situación quedamos en que nos queríamos mucho como amigos y todo, y que si habíamos actuado de esa forma bajo el efecto del alcohol era porque nos atraíamos. Intentamos llevar la relación lo mejor posible, pero era muy extraño el hacer cosas de pareja con JaeJoong, digo… era mi mejor amigo, pero estar en él en otro plano más romántico, salir a pasear con él, celebrar los cien días con pastel y esas cosas, hacernos arrumacos… todo era extraño, pero con el tiempo se hacía más fácil y por ende era también más sospechoso lo muy unidos que éramos…
– ¿Cómo cuanto duraron? – Pregunté, quizás solo fueron unos meses, quizás unas semanas… le rezaré a los dioses de todas las religiones si fue sólo por un par de días.
– Un año y un mes y cinco días… – Cada una de sus palabras me dio una patada en la cara… desde ahora mismo soy ateo. – Cuatrocientos días para ser exactos.
– ¿Cómo es que duraron tanto? – Preguntó JunSu y quise cambiar su pregunta a “¿Por qué no terminaron antes?”
– Bueno… encontramos la forma de sustentar la relación sin necesidad de andar como enamorados y todo eso… era incómodo y vergonzoso para nosotros el actuar como novios, así que… – Detuvo por completo su explicación, desviando la mirada hacia cualquier lado. Al parecer no iba a continuar, estaba muy avergonzado.
– ¿Hyung? – Lo llamó YooChun, alzando sus cejas. – Puedes decirlo, confía en nosotros. Todos somos adultos con criterio formado.
– Lo sé, lo sé… ya no son los niños que antes debía proteger… sólo que… con JaeJoong en el único ámbito como pareja en que coincidíamos a la perfección y nos sentíamos a gusto era… – Que diga en ámbito comunicativo, por favor el ámbito comunicativo. – era en el ámbito físico… – ¡Odio mi suerte!
– O sea… ¿déle que déle? – Preguntó YooChun, obviamente con esa expresión pícara en la cara.
– Yo no hubiese usado esas palabras, pero más o menos eso es lo que quiero decir…
– Pero sigo sin entender porque terminaron, podrían haber seguido juntos y ni siquiera hubiésemos sospechado. – Comentó JunSu y le encontré la razón. Hemos sospechado más del YunJae los últimos dos años que al principio de nuestra carrera como cantantes.
– Ya les dije, muchas cosas incidieron.
– Pero uno no termina una relación de cuatrocientos días por estrés o falta de tiempo, debe haber algo más. – Lo retó JunSu, sacando ese lado desafiante de su persona.
– No hubo nada más. – YunHo parecía querer dejar la conversación hasta ese punto, pero era obvio que algo más ocultaba. Nunca ha sido muy bueno para mentir, así que generalmente omite las cosas.
– Si lo hubo, se te nota en la cara hyung. – Le hizo notar JunSu, ya que la cara de Yunho refleja muy bien lo que siente.
– Está bien, si lo hubo… a los dos nos comenzó a gustar una tercera persona y no nos sentíamos a gusto estando juntos mientras pensábamos en él.
– ¿S los dos les comenzó a gustar la misma persona? – La sorpresa era palpable en la voz de YooChun, pero creo que yo no lo habría podido ni preguntar.
– Si… – Suspiró. – Fue raro, pero inevitable. Decidimos terminar nuestra relación cuando nos dimos cuenta de que no íbamos a llegar a ningún lado estando juntos, siendo que sentíamos cosas por otro… pero seguimos siendo amigos, no íbamos a tirar a la basura años de amistad por un altercado como ese.
– Vaya… – Solté de repente, estaba un poco confundido, pero no sorprendido. Era de esperar que esos dos tuviesen ese tipo de inclinación hacia el otro, pero ¿Quién habrá sido esa tercera persona? – Sabía que eras gay, hyung, pero no pensé que lo fueras tanto…
– ¡ChangMin! – YooChun, JunSu y yo nos comenzamos a reír y a los pocos segundos YunHo se nos unió. El ambiente ya estaba muy espeso, así que fue lo único que se me ocurrió para aligerarlo, pero por una razón que no comprendo que el YunJae hubiese sido real en algún momento me dejaba un gusto amargo en la boca.
– Jión… – Volteamos a la vez cuando escuchamos la voz suave de Okum, quien estaba en la puerta de la choza con JaeJoong hyung de la mano. La cara de hyung estaba mojada por las lágrimas y sus ojos estaban rojos, al igual que sus mejillas. No quería levantar la cabeza y mucho menos parecía que quería estar pardo ahí, pero Okum debió tironearlo hasta que aceptó venir a enfrentarnos. – Llora, Yeión triste, jión…
– JooJoo… – YunHo fue el primero en ponerse de pie y por acto reflejo apretujó a Hyung entre sus enormes brazos, estaba muy preocupado, ¿pero quien no es su posición?
– No YunHo… – JaeJoong se soltó de inmediato del abrazo de hyung y sin levantar la cabeza siguió hablando. – Los chicos… ellos…
– No los odian y no creen que den asco, más bien se lo esperaban. – Dijo YooChun, con una gran sonrisa para darle confianza a JaeJoong.
– ¿Qué…?
– YunHo ya nos lo contó todo, no tienes porque estar asustado, hyung, no te odiamos. Nunca lo haríamos… – Respondió JunSu, con cu acostumbrado buen humor y su sonrisa que detendría una erupción volcánica.
– ¿Todo? ¿o sea…? – Hyung miró significativamente a YunHo, como queriéndole preguntar algo con la sola mirada. Algo más ocultaban esos dos.
– No, no todo “todo”, pero si lo suficiente para que entendieran…
– ¿y no me odian? Chicos… oh, mis niños, cuanto los quiero… – JaeJoong se tiró de rodillas al suelo, cerca de nosotros y alargando sus brazos logró envolvernos a los tres con en un abrazo muy fuerte, necesitado, y como pudimos le correspondimos. Sus lágrimas nos mojaban, sobre todo a JunSu que estaba en medio del abrazo. – No me odian… gracias a dios no me odian…
– ¿y no hay abrazo para mí?
– Ven acá, cabeza hueca… – YunHo se acercó hasta nosotros, con una gran sonrisa, y como pudo se unió a nuestro abrazo grupal. – Todo es tu culpa… – Reprendió JaeJoong a YunHo cuando lo tuvo al lado, con una sonrisa medio torcida por las lágrimas que aun soltaba.
– ¿Mi culpa? – Cuestionó YunHo, indignado. Alzando sus cejas a la vez.
– Sí, tu culpa ¿para que corriste la cara?
– Fue culpa de Minnie, el me llamó.
– Minnie, estás castigado, llegando a casa te confiscaré tus dulces.
– No es justo, si igual tenían ganas de besarse, yo nos los obligue que se quedaran pegados… – Me defendí. No iba a permitir que tocaran mis golosinas.
– ¡Oye! Pequeño bribón, ya verás… – JaeJoong intentó darme un “One Touch” pero sus manos estaban perdidas en algún lugar de la cintura de YooChun y el brazo de YunHo.
– ¿Saben? Como que está comenzando a hacer mucho calor y no es la posición más cómoda para hablar. – Nos hizo notar YooChun, cuando ya llevábamos cerca de un minuto y algo abrazados. – ¿nos soltamos? – Asentimos y nos soltamos todos al mismo tiempo, quedando los cinco de rodillas en el suelo, mirándonos con caras sonriente. Parecíamos un montón de bobos.
– Yeión jión ¿mejor? ¿ya no triste? – Se me había olvidado por completo la lagartija de Okum, quien hizo que recordáramos su presencia al hablar, estando aún parado en el marco de la puerta. Hyung se volteó un poco sobre si mismo, para poder mirarlo. Secó sus lágrimas con un rápido movimiento de sus manos y miró al pequeño, sonriendo.
– No, ya no estoy triste. Gracias Okum.
– No, no gracias. Yo afuera, si necesitarme buscar. – Me desespera el que no aprenda a utilizar el verbo “estar”, pero que le vamos a hacer, es como nuestro propio mini Tarzan.
– ¿tienes cosas que hacer, Okum? – Consultó JunSu, curioso. Hasta ahora nosotros habíamos acaparado todo el tiempo del pequeño y habíamos olvidado que tenía una vida antes de que llegáramos a la aldea.
– Si, Chunsú jión. Ceremonia de Luna pronto.
– ¿Ceremonia de la Luna? – Preguntó YooChun, con expresión graciosa.
– Si, luego explicar, ahora ocupado.
– Bien, ve Okum, estaremos bien. – Le indicó JaeJoong y Okum salió de la choza, yendo a perderse por ahí a hacer alguna cosa de salvaje.
– ¿Qué será la ceremonia de la Luna? – Preguntó YunHo, poniéndose de pie.
– Ni idea, estos aborígenes están todos locos. – El resto de nosotros imitamos a hyung, poniéndonos de pie al mismo tiempo. Hubo un corto silencio que no supe interpretar, hasta que el siempre curioso JunSu rompió el mutismo.
– Hyung… tengo una duda… – Dijo, dirigiéndose a YunHo.
– ¿Qué pasa JunSu?
– El que se besaran y todo esto… ¿significa que van a volver a estar juntos?
– No lo sé, JunSu… – Le respondió JaeJoong, cuando se dio cuenta de que el líder no lo iba a hacer. – Eso lo debemos hablar YunHo y yo, cuando estemos solos…
– Los dejamos solos, entonces. – Perdí un poco el hilo de la conversación cuando JunSu me tomó de un brazo, arrastrándome hacia la puerta, tras nosotros iba YooChun sonriendo.
– Esperen ¿a dónde creen que van?
– Pues… por ahí… ¿Cómo cuanto necesitan para “reconciliarse”? – Consultó YooChun con su sonrisa picara de “Pienso en cosas pervertidas que no te diré pero que intuyes.”
– ¡No nos vamos a reconciliar! – Gritó YunHo, rojo como tomate al igual que JaeJoong hyung.
– ¿Por qué no? Nada les impide volver, de seguro esa persona que les gustaba a los dos ya nos les gusta, han pasado ya cuatro años, es más que suficiente, y se nota que ustedes aún tiene química… ¿si me entienden, no?
– ¡YooChun! ¡Hey! ¡No se vayan! – Salimos los tres corriendo de la choza y con nuestros cuerpos bloqueamos la salida, trancando la puerta con nuestro peso. Era todo muy raro, pero que el YunJae estuviese junto era mejor a que estuviese separado, pese a lo extraño que me hacía sentir esa relación. Los golpes en la puerta se sintieron por un par de minutos, acompañados por los gritos de ogro YunHo y los más suaves de JaeJoong. Al rato desistieron, no los íbamos a dejar salir de ahí sino hasta después de que volvieran a estar juntos.
– ¿Crees que se hayan matado…? – Consultó JunSu luego de un rato, ya que no se escuchaba ningún sonido venir desde la choza, siendo que hace unos minutos se escuchaban gritos contra nosotros y luego gritos entre ellos mismos. Al parecer se reclamaban cosas y se culpaban mutuamente por el incidente, diciéndose cosas como “tú no te apartaste” y “hace cuatro años no te hubieras quejado” y de repente ¡paf! Silencio.
– No lo sé… es posible. Ve a ver ChangMin. – YooChun me indicó con un movimiento de cabeza.
– ¿Por qué yo?
– Porque es tu culpa el que se besaran y nos tuvieran que contar todos sus líos de pareja. – Me acuso YooChun, con su sonrisa pícara aún muy marcada en la cara.
– Pero… ¿y si veo algo que no quiero ver? – Cualquier cosa que pasara allá adentro no la quería ver.
– ¿Y si terminan muertos porque no intervinimos a tiempo? – La actitud desafiante de JunSu terminó por convencerme y al final accedí a revisar.
– Bien, bien, yo veré. – Nos alejamos de la puerta a la par y entreabrí un poco para mirar dentro de la choza. Esperaba más bien ver a YunHo haciéndole una llave JaeJoong o a Hyung ahorcando al líder, eso es lo único que quería ver, pero lo que vi no es algo para lo que estuviese preparado, es decir… ¡Buda! ¡Se estaban comiendo la cara! JaeJoong estaba muy cómodamente ubicado sobre el regazo de YunHo, envolviéndolo con sus piernas y brazos, mientras el líder lo tenía bien sujeto con una mano en la cintura y otra en la nuca. Muy faltos de vergüenza se habían quitado ya las camisetas, y por poco y se lo montaban ahí mismo. Saqué mi cabeza de la choza y cerré la puerta tratando de no hacer ruido, pero apenas estuvo cerrada me dejé caer por ella. Sensaciones raras atravesaban mi cuerpo y mandaban miles de pequeños golpes eléctricos a cierta parte de mi anatomía, toda la situación era absurda. Me había excitado muy rápido al ver a mis hyung y quise golpearme cuando deseé meterme entre ellos y compartir esos toques poco inocentes. – Están muy vivos… – Logré decir cuando sentí la mirada persistente de YooChun y JunSu sobre mí.
– Pero… ¿seguro? ¿Qué están haciendo?
– YunJaecidades… – Fue la única idiotez que se me ocurrió decir, no tenía otra palabra para describir tal escena.
– ¿YunJae… qué?
– Si lo quieres saber míralo por ti mismo, yo ahí no vuelvo a entrar. – Tanto YooChun como JunSu pasaron sobre mí, abriendo tan sólo unos centímetros la puerta. JunSu se volteó de inmediato, estaba totalmente sonrojado, mientras YooChun se quedó mirando un poco más.
– Así que así debe ser la cabeza de una fan del YunJae…
– ¡Chun! ¡Cierra la puerta, necesitan privacidad!
– Si, si, ya la cierro… – La puerta se cerró y nos quedamos los tres sentados ahí, frente a la bendita puerta al paraíso YunJae. – ¿saben? Ellos se ven muy sexys haciendo eso… se debe sentir rico.
– Creo que tendré pesadillas…
– Yo creo más bien que vas a tener una erección, mira a Xiah Junior.
– ¡CHUN!
– ¿Qué? ¡Es verdad! Si Max Junior y Micky Junior andan iguales ¿cuál es el drama?
– ¿Max Junior? – ¿YooChun le puso nombre e mi pene? Ni siquiera yo le he puesto nombre.
– No te hagas el tonto Minnie, eres el más emocionado de los tres. – Lo miré con el ceño fruncido y le iba a reclamar, cuando JunSu nos hizo voltearnos con su voz preocupada.
– Staff… – Fue lo único que pudo decir, ya que por lo menos tres integrante del staff se acercaba a nosotros. Esos mismos tres habían ido a la ciudad más cercana ayer por la tarde y al parecer ya habían vuelto, con noticias.
– Hola chicos, ¿dónde están YunHo y JaeJoong? – Nos pusimos de pie lentamente, tratando de hacer tiempo, haciendo venias con una ceremoniosa calma.
– Dentro de la choza, se están cambiando de ropa ¿Por qué? – Mentí, asombrándome por la velocidad con la que había inventado esa excusa. Pese a que no estoy del todo contento con su relación, siento que la debo proteger a toda costa.
– Necesitamos que los cinco estén listos ahora mismo, nos contactamos con el señor SooMan ayer y al parecer ya mandó a un fotógrafo especializado para su sesión de fotos de hoy. Llegará dentro de una hora y debemos encontrarnos con él a unos kilómetros de la aldea, en la sabana, ya que no tenemos permiso para meter a más gente a la aldea.
– Nosotros les diremos. – Intervino JunSu, con su brillante sonrisa muy marcada en la cara.
– No, necesitamos que estén listos ahora, debemos llevar algunas cosas y varias están dentro de la choza.
– Eh… ChangMin los irá a apurar ¿cierto, ChangMin? – Me dijo YooChun, tomándome por uno de los brazos y jalándome cerca de la puerta.
– ¿Qué? Ya les dije que no iba a entrar ahí de nuevo. – YooChun me miró severo y se acercó más a mí, hablándome cerca del oído.
– Ve ChangMin, es mejor que los vea uno de nosotros a que los vea el staff, eso puede causar problemas.
– ¿Pero por qué yo? – No quería entrar, no los quería ver haciendo… bueno… eso.
– Yo que sé, sólo ve. – Fui empujado por YooChun dentro de la choza, cayendo de bruces sobre las grandes hojas de palma. Al levantar la cabeza pude ver que el YunJae me miraba con los ojos bien abiertos, totalmente sonrojados y con tan poca ropa encima que me hizo preguntarme que tan rápido se podían desnudar esos dos. Sus manos estaban perdidas en el cuerpo del otro y por la posición el la que estaban era más que obvio que yo los había interrumpido en un muy mal momento. YunHo estaba completamente sobre JaeJoong, acomodado entre sus piernas, mientras éste lo envolvía con ellas, acercándolo lo más posible a su cuerpo. La única prenda que los separaba era la ropa interior de ambos.
– ¡ChangMin! – Gritaron a coro, desarmando su posición de un sólo movimiento.
– ¡Les juro que no vi nada! – Como pude me cubrí los ojos y me levanté sin usar las manos, así que debí moverme de forma muy ridícula. – El staff dijo que se diesen prisa porque nos debemos sacar las fotos hoy y… yo… yo me voy… permiso.
– Espera Minnie… – Cuando estaba por irme JaeJoong hyung me detuvo, tomándome por el brazo y cuando volteé a mirarlo me sorprendió con un abrazo. Me sentí tan a gusto junto a él. – Gracias… – Depositó un beso en mi mejilla y luego se apartó unos pocos centímetros de mí, para sonreírme, sin sacar sus manos de mi cintura.
– ¿Por qué…?
– Porque nos ayudaste… – De repente sentí otro par de brazos envolverme desde la espalda y el aliento caliente de YunHo me dio en la parte de atrás de la oreja derecha. ME sentía calido, a gusto entre ellos dos. – A pesar de que querías molestarnos, pero nos ayudaste.
– No me lo tienen que agra…
– ¡Uh! ¡Y ahora les dio con Minnie! – Los tres volteamos a mirar la puerta de la choza, por donde la cabeza de YooChun se escabullía y nos miraba sonrientes, pícaro ¿en que lío me fui a meter? – ¿saben? Les dejaría hacer todos los tríos que quieran, pero ahora tenemos trabajo, así que deberán esperar.
– ¡YooChun! – Como pude me solté del abrazo del YunJae y salí tras de YooChun, me las pagaría esa rata pervertida. Aunque… teniendo en cuanta la escena en la que yo estaba metido, entre los brazos de dos hombres sexys en ropa interior, claramente emocionados, y yo sin hacer nada más que aceptarlos cerca de mí… tendré suerte si YooChun me molesta sólo por una semana.

Unos minutos después YunHo y JaeJoong salieron de la choza, ya vestidos y con una despampanante sonrisa en la cara, saludaron a los miembros del staff y los dejaron pasar a buscar las cosas que necesitaban a la choza. YooChun me miraba de forma insistente, queriendo saber algo con solo mirarme, mientras se creo un silencio medio raro entre todos nosotros, hasta que JunSu lo volvió a romper.

– ¿Y… volvieron? – JaeJoong se tapó la boca para reír muy suavemente y tomó la mano de YunHo, quien sonreía bonachón, como esposo orgulloso cuando le preguntan si ya está casado con la mujer de sus sueños. En este caso el JaeJoong de sus sueños.
– Si, JunSu.
– Oh… YooChun, me debes 5.000 Won, te gané la apuesta.
– ¿Qué? Esa apuesta la hicimos hace dos años.
– Lo lamento, pero yo gané. Dije que el YunJae se haría realidad y ya los ves, págame.
– ¡No es justo! Quiero doble o nada, haremos otra apuesta.
– ¿Qué apuesta?
– Te apuesto 10.000 won a que, de aquí a que nos vayamos, YunHo y JaeJoong no van a ser los únicos gays del grupo. – Me quedó mirando de forma sospechosa, como si tuviera algo en mente, algo relacionado conmigo. Y eso me hizo sentir muy incómodo.
– Acepto. – JunSu cerró la apuesta al estrechar su mano con la de YooChun, dando por hecho que ninguno de los tres que quedábamos terminaría siendo gay.
– ¿Se dan cuanta de que están lucrando con su propia sexualidad? – Les hizo notar JaeJoong.
– Si, pero siempre lo hacemos y con la suya también, no nos da cargo de conciencia. – Dijo muy tranquilo YooChun, soltando la mano de JunSu.
– Si ustedes lo dicen.
– Chicos, ¿listo para partir? – De la choza salieron los miembros del staff, cargando varias cosas en sus brazos. – Será un largo día, el fotógrafo que envió el señor SooMan es muy exigente y posiblemente venga un poco irritado por el largo viaje. Se quedará sólo por hoy, así que no debemos perder tiempo.
– Estamos listos para trabajar.
– Perfecto, eso quería escuchar. Vamos a la entrada de la aldea, ya nos está esperando el Jeep para llevarnos hasta la sabana.

En media hora estuvimos ya en el sitio escogido para la sesión de fotos. Era una locación con elementos específicos: un gran árbol de ramas torcidas, rocas color tierra a pocos metros, pastos medio secos no muy altos por todo el rededor y una gran planicie llena de herbívoros que se distinguían a lo lejos. Creo que eran impalas o algo parecido. En el sitio ya estaban instalados unos cuantos vestidores pequeños unipersonales como los de las playas, esos de tela, y un par de toldos con los instrumentos para maquillar y peinar que necesitábamos, ya instalados en mesas separadas. La luz natural de la mañana era ideal para las fotos y aún no hacía tanto calor para que fuese desagradable trabajar.

En la media hora que quedaba para la llegada del fotógrafo nos maquillaron, peinaron y nos hicieron vestir con las típicas ropas de explorador; con los pantalones cortos color caqui, la camiseta verde musgo, la chaqueta corta y sin mangas del mismo color de los pantalones, los bototos que me parecieron una tortura y el típico gorrito que YooChun adoró. Terminamos justo a tiempo para la llegada del fotógrafo. Era un hombre de unos veintiséis o veintisiete años, quien era el vivo retrato de Kim Heechul, pero potenciado mil veces. Si era casi una mujer, con su pelo largo y rojizo amarrado en una cola alta y sus ropas de colores brillantes, su voz era lo único que lo delataba ¿Cuántas personas más hay en el mundo con esa cara? Ya son tres, HeeChul hyung, Miyavi-San y nuestro dongseng TaeMin de SHINee… estoy seguro de que el padre de Heechul ha estado haciendo de las suyas por todo Asia todos estos años…

El fotógrafo bajó del Jeep en que venía, armando escándalo al instante, mandoneando a todo el mundo sin que nadie lo entendiera, ya que nuestro staff coreano nos acompañó hasta acá, por la cercanía que teníamos con ellos y todo, y obviamente, por los gritos que deba, nuestro fotógrafo es japonés, así que tuvimos que hacer de traductores.

– Así que ustedes son mis victimas el día de hoy ¿Tohoshinki, cierto?
– Si, mucho gusto, soy Jung YunHo, líder de la banda – Hasta el frente de nuestra formación estaba YunHo, representándonos como siempre lo hacía. Hicimos una reverencia a la vez y hyung terminó por extender su mano, apretando la que nuestro fotógrafo ofrecía. – ¿Cuál es su nombre?
– Sé quien eres, primor, mi sobrina siempre me habla de ustedes. Mi nombre es Touda Haruhiko, pero díganme Haru… no saben lo mucho que me costó conseguirme el trabajo, investigué mucho sobre ustedes y soy el mejor fotógrafo de Japón, así que más les vale que sea todo un éxito o los odiaré de por vida.
– Daremos lo mejor de nosotros. – Le respondió nuestro líder, sonriente. Parecía divertido con la situación, seguramente nuestro fotógrafo le recuerda a HeeChul hyung.
– Más te vale, amoroso. Ahora vamos, no tenemos todo el día, mi vuelo parte a las 11:00 de la noche y lo quiero todo listo para las cuatro, tengo recuerdos que comprar.
– Empecemos entonces.
– Si, si ¿Quién primero? ¿Qué tal tú, el de los sexys labios rojos… eh… YooChun, o me equivoco?
– No se equivoca, Haru-San.
– Ay, lindo, Haru-San es de viejos, yo seré eternamente Haru-Chan y tú eres ahora YooChunnie-Chan. Te quiero bajo ese árbol, rápido, rápido. No tengo todo el día.

Fue un verdadero espectáculo de locas la sesión de fotos, “Haru-Chan” , nuestro muy gay fotógrafo, nos puso apodos a cada uno, “YooChunnie-Chan”, “ChangMinnie-Chan”, “JaeJoongie-Chan”, “JunnieSu-Chan” y “YunYunnie-Chan”, nos decía a cada rato que éramos: hermosos, lindos, bellos, sexys, que nos comería y nos haría muchas cosas que prefiero no recordar… todas cosas que me parecieron muy propias de HeeChul hyung. El único que no parecía incomodo con el fotógrafo era YunHo, ya que ha soportado gran parte de su vida las extravagancias de nuestro hyung de Super Junior y era bastante más fácil para él tratar con Haru, sus comentarios y sus peticiones. En poco rato nos acostumbramos al ritmo del fotógrafo, obedeciendo sus ordenes al instante, ya que de otra forma comenzaba a armar escándalo. Lo que facilitaba todo es que era tan bueno en su trabajo que las tomas salían al instante, lograba captar toda nuestra esencia con su amariconada cámara rosa. Al cabo de tres horas la primera tanda de fotos ya estaba lista, eran cerca de quinientas fotos las que nos había sacado, todas y cada una de ellas perfectas. Era cosa de escoger las mejores y ponerlas en el photobook.

Moríamos de calor, era ya medio día, el momento más caluroso, cuando el sol estaba en su cenit. Nos permitieron descansar un rato para comer algo ligero y cambiarnos al segundo vestuario. Cuando salimos de los vestidores con los taparrabo puestos a nuestro excéntrico fotógrafo casi se le salieron los ojos, al parecer no se esperaba que nos vistiéramos así.

– ¡Oh, por dios! ¿De dónde sacaron esos taparrabos? – Tapó su boca con sus dos manos, mostrando sus uñas manicuradas, y luego se acercó a nosotros, mirándonos analíticamente. – Esto me parece de una película porno ¿los consiguieron en una sex shop? Díganme donde queda porque conseguiré uno para mi novio.
– Nos los dieron en la aldea, son vestimentas Onolu. – Respondió nuestro líder, sin borrar su sonrisa, pero como hacerlo, si se fue a vestir con JaeJoong.
– Amo a esos nativos… deben conseguir uno para mí, de leopardo o jaguar, da igual…
– Haremos lo que podamos.
– ¿Qué se supone que eres, YunYunnie-Chan? ¿Un tigre blanco? No hay tigres en África.
– Se supone que es piel de cebra.
– Ah, ya veo… ¿y que tienen que ver esas plumas? Se supone que eres un caballo con rayas, no debes tener plumas.
– Son parte de las vestimentas típicas Onolu, al igual que los colgantes de colmillo y las rayas que nos están haciendo los maquillistas. – indicó, ya que rodeándonos estaban los miembros del staff, colaborando entre todos para pintarnos las típicas rayas que usaban los Onolu en los bíceps, hombros, costillas y muslos, sólo que en un color rojizo, ya que las rayas blancas que ellos usan no nos lucen.
– Oh… bien, comencemos entonces. JaeJoongie-Chan primero… ¿Qué se supone que eres lindura? – Apuntó el taparrabo color mostaza de hyung y alzó una de sus delgadas cejas. – ¿Un dingo? ¿un camello? ¿Un labrador?
– Soy un león.
– ¿León? Y YunYunnie es una cebra… ¿ChangMinnie-Chan, tú eres una jirafa?
– No soy una jirafa, pero la piel si lo era. – Le respondí a secas… por alguna razón el tipo me exaspera.
– OK… comienzo a tener una muy buena idea… los otros dos, JunnieSu y YooChunnie-Chan ¿Qué son?
– Yo soy una gacela y YooChun es un leopardo. – Indicó JunSu.
– Oh… presa y depredador… interesante, muy interesante… – Se quedó pensando un rato, mirando como la pintura trivial que teníamos encima se secaba, hasta que habló una vez más. – Bien, comenzaremos con las fotos de cada uno solo y luego haremos algo especial para las fans. ¡Quiero a mi león en el set, ahora! – JaeJoong hyung de un salto fue hasta el set… bueno, lo que vendría a ser el set, que era el espacio entre el árbol, las rocas y los pastizales. – No, ven acá primero.
– Voy. – Cuando hyung estuvo frente a Haru este le hizo un gesto con la mano.
– Da una vuelta para mí… – JaeJoong cumplió lo pedido, dando una vuelta sobre si mismo. Haru miraba muy atento cada centímetro de la piel de hyung, analizándolo. YunHo lo miraba feo, al parecer el que estuvieran mirando así a su novio no le gustaba mucho. Cualquiera en su posición reaccionaría así, si incluso yo me siento molesto con que éste tipejo raro miré así a hyung. – Excelente… haremos algo con ese tatuaje que tienes, ahora ve al set, quiero que poses como un león. – Por un segundo hyung pareció confundido ¿cómo se supone que posa un león?
– Ya estoy listo. – Hyung se agachó un poco, flexionando las rodillas y levantó las manos, poniéndolas de tal forma que parecía que iba a agarrar algo con ellas… era más bien una foto para Balloons… claro, sin tener en cuenta que estaba usando un taparrabo.
– ¿Tú estás jugando conmigo? ¡Se supone que eres un león, no un perrito pidiendo comida! ¡¿Qué no sabes que hacen los leones?!
– Eh… ¿duermen veinte horas diarias y huelen mal?
– ¡No! Atacan, comen carne… vamos, eres un sexy cantante mega famoso en un pequeño taparrabo de león, eres un depredador y créeme que tus fans quieren ser tu comida. Invítalas a ser tu presa, vamos, ¡Sedúcelas! – Por fin hyung tomó seriedad, se paró totalmente erguido y posó como suele hacerlo siempre. El flash de la cámara rosa de dejó ver por lo menos veinte veces en menos de treinta segundos, que era la velocidad con la que hacía cada una de sus tomas perfectas, mientras buscaba ángulos para fotografiar a hyung. – Correcto, correcto… eres un gran león, un excelente león… levanta tu brazo izquierdo… sonríe con maldad… esa es tu pose… – Sentí muy raro el estómago cuando la mirada de JaeJoong recayó sobre mí, parecía que me invitaba a acercarme… pero luego YunHo hyung se movió justo a mi lado, haciendo un gesto con la mano, indicándole algo a JaeJoong. Obvio, hyung lo miraba a él ¿en que estaba pensado yo al creer que me miraba a mí? – Eso, aséchalas… – El tono raro que usó Haru, sumado a ese alocado movimiento de cabeza, fue tan gracioso que JaeJoong no pudo evitar el ponerse a reír, y ocultaba su boca tras sus manos, intentando aplacar sus risas. – ¡No te rías, por dios!
– ¡Eso intento!
– ¡No puedo trabajar así! Dejaremos tus fotos para el final, cuando ya no esté enojado contigo. – Con una seña le indicó a JaeJoong que saliera del set. – Ahora quiero a mi cebra aquí frente a mí ¡YunYunnie-Chan! – YunHo fue hasta Haru y se ubicó frente él, esperando alguna orden.
– Ya estoy aquí.
– Abajo y haz veinte flexiones.
– ¿Ah?
– Oh, lo siento, parlamento equivocado… ven… gira, da una vuelta para mí. – Hyung obedeció y Haru lo miró de la misma forma en que había mirado a JaeJoong y nuevamente me sentí molesto. A mi lado se había ubicado hyung, quien hacía un puchero y arrogaba el ceño. Él también estaba molesto, sobre todo cuando el bendito fotógrafo se quedó mirando la entrepierna de YunHo, que a mi parecer estaba un poco levantada. Tal vez por las poses de JaeJoong hyung de hace un rato. – Perfecto, sólo una cosa… me gusta sacar fotos naturales, así que tienes que sacarte el relleno que te pusiste.
– ¿Relleno?
– Oh, vamos, no me vengas con que eso es tuyo. – Apuntó divertido la entrepierna de YunHo, quien se miraba por sobre el taparrabo, buscando algo que obviamente no tenía encima. JunSu y YooChun reventaron en risas.
– No estoy usando relleno.
– Mentiroso… – En un movimiento que nadie pudo predecir, nuestro excéntrico fotógrafo deslizó sus dedos delgados hasta dejarlos en la tira del taparrabo de hyung y jaló de ella, dándose así el espacio suficiente para mirar dentro del taparrabo de YunHo. Nuestro líder se apartó al instante de las pervertidas manos de Haru y lo quedó mirando con el ceño fruncido. Estaba molesto. – ¡Oh, cielos!
– No vuelvas a hacer, por favor.
– ¡Si es tuyo! ¿Qué le ponían a tu mamadera cuando eras bebé? ¿Esteroides? Uf, prefiero no saber, me traumaré… – Poco le duró el enojo a hyung, ya que los comentarios salidos de lugar de Haru eran realmente graciosos… bueno, sólo algunos de ellos, la mayoría son desagradables. – Veamos, ve a allá y comencemos ¿OK? tú eres comida ¿sabías? Eres un caballito con rayas muy nutritivo, con un paquetote que… – Antes de que pudiera terminar su frase JunSu y YooChun estaban riéndose a más no poder, mientras JaeJoong y yo permanecíamos en silencio. Cuanto detesto a este tipo. – ¡no quiero risas en mi set! ¿En que iba?
– ¿En que soy comida? – Le recordó YunHo, dejando de lado los comentarios sobre su entrepierna y preparándose para posar como le indicara el fotógrafo. No sé ni como se mantiene así de sereno teniendo en cuenta las cosas que le dice Touda Haruhiko.
– Sí, eso, y tu fans tienen hambre… ¡Aliméntalas! – YunHo tomó aire y comenzó a posar para Haru, mostrando sus grandes músculos. – ¡Eso es! Eres una buena cebra… ofréceles tu cuerpo… bien… ahora en el suelo, eso… no, no, así en cuatro está más que perfecto… – Me sonrojé al darme cuenta de cómo estaba YunHo posando, mientras, a mi lado, la respiración de JaeJoong se había detenido por completo. – Ahora levanta ese brazo e invita a tus fans a comerte… esa es la pose. – Mi corazón latió con fuerza cuando me sentí llamado por YunHo, pero a mi lado JaeJoong comenzó a reír levemente, tapándose la boca con sus manos. Nuevamente me sentí estúpido, YunHo miraba a JaeJoong, no a mí. – Eres muy bueno en esto, serías un uke magnifico… – ¿Uke? Estoy seguro que he escuchado esa palabra antes, sólo que no recuerdo en que contexto, me parece que la vi en alguna de las locas historias que inventan sobre nosotros. – Ahora de rodillas, sí… sexy, más sexy… ¡eres un bombón! Si no tuviera novio créeme que te comería… ahora de pie, no, así no, brazos arriba, sobre la cabeza… perfecto, eres una buena cebra, juro que te metería en una maleta y te llevaría a casa, porque con ese “juguetito” que tienes… – Y ese fue el límite. Le estaba coqueteando tan descaradamente a hyung que JaeJoong ya no aguantó más y se levantó. Agradezco tener un poco más de autocontrol, o si no me uno a hyung y entre los dos linchamos al fotógrafo.
– ¡Hey! ¡¿Qué te crees?! – Casi al instante se dio cuenta de su error, ya que se tapó la boca y volvió a sentarse junto a mí. En el set YunHo hyung sonreía, al parecer estaba feliz de que su novio defendiese lo que le pertenecía.
– Yo me creo lo que quiera ¿entendido? ¡Y no quiero reclamos en mi set! León, Dime por qué gritas.
– No, por nada, lo siento…
– OK, te perdono porque eres muy lindo y porque la cebrita sexy me subió el ánimo. Quiero ahora al leopardo, YooChunnie-Chan, ven acá precioso. – YooChun se levantó de su lugar, que era entre JaeJoong y JunSu, y se encaminó para ubicarse frente al fotógrafo. YunHo ocupó su lugar y en cuanto estuvo sentado junto a JaeJoong pasó uno de sus brazos sobre sus hombros y le regaló un beso en la mejilla. Por suerte ni el staff ni Haru lo vieron, ya que todos estaban atentos en mirar a YooChun, la nueva victima de nuestro loco fotógrafo. – Date una vuelta para mí… – YooChun le hizo caso y nuevamente la mirada pervertida de Haru se paseó por el cuerpo de unos de mis compañeros de banda. Escuché a JunSu reír, mientras el YunJae conversaba en voz baja, casi en susurros. Hablaban tan bajo y tan cerca el uno del otro que me era imposible entenderles algo. Desistí y me dediqué a mirar a YooChun. Necesitaba distraer mis pensamientos de la nueva pareja. – Excelente, estás perfecto, me gusta el tatuaje que tienes en la baja espalda. Ve al set. – YooChun se encaminó al set y se quedó parado, esperando ordenes. – Tu motivación: eres un sensual depredador con lindos labios ¿OK? Quiero que aceches a tu presa, que la mires como pensando “Te voy a comer… y te va a gustar” ¿entendido? Porque a muchas, y muchos, les encantaría que te los comieras… créeme. – ¿se pude ser así de gay? Gracias a Buda el YunJae no anda como un par de locas chillando por todos lados.
– ¿Está bien así? – Preguntó YooChun, queriendo colaborar lo más que podía con Haru, ya que en la tanda de fotos anterior se había llevado varios gritos por no captar enseguida la visión artística de nuestro fotógrafo.
– No… quiero algo más insinuante, algo casi sexual… no sé, haz algo con el taparrabo.
– ¿Me lo quito? – Preguntó, con su sonrisa pícara y divertida en la cara. Haru lo miró con esa misma expresión y le contestó.
– Si quieres puedes, por mí no hay ningún problema corazón, pero se enojaría mi novio… le prometí no fotografiar a más hombres desnudos. – Tomó su fina barbilla entre dos de sus dedos y miró atentamente a YooChun. – Veamos…¿Qué hacemos contigo? haz algo con las tiras del taparrabo, pero sin olvidar invitar a tus fans a acercarse a ti…
– ¿Así?
– Bien, así… me gusta, es como si te lo fueras a quitar… sonríe un poco… … ¡Esa es la pose! Eres un verdadero leopardo… – Tras unos veinte destellos del flash bajó la cámara y luego miró algunos de los miembros del staff que estaban retocando el maquillaje del YunJae. – ¡Staff, staff! Niños, tradúzcanle a su staff que necesito una piel de gacela.
– ¿Para que? – Pregunté, intrigado, y al instante me arrepentí.
– No te dije que preguntaras, jirafita, traduce ¿Qué eres sordo? Seguramente no se puede ser tan lindo sin tener otros defectos… – Lo mato, ahora si que lo mato. – ¿y mi piel de gacela? ¡¿Dónde está mi piel de gacela?! – En medio de mi enojo JunSu fue a conseguir otro taparrabo, que era de piel sintética, pero era idéntico al suyo. – Oh, gracias, eres un primor. YooChunnie-Chan, toma esto, quiero que muerdas una esquina y que te dejes colgando el resto, eso, sonríe… eres un leopardo muy sexy… juega con esa piel, te acabas de comer a la gacela y ahora estás feliz… eso es… todas tus fans querrán ser esa piel… ¡perfecto! ¿Dónde está mi jirafa? – Oh, no… aquí viene la violación verbal. – ¡Quiero a mi jirafa aquí, ahora! – Me levanté de mala gana y caminé hasta llegar donde él.
– Estoy aquí.
– Vaya… ¿y a ti que te dieron? ¿Hormonas de crecimiento? Vamos, da una vuelta para mí… – Gire para ahorrarme sus gritos, aguantándome las ganas de romperle la cara cuando puso uno de sus dedos sobre la picadura que yo tenía en la pompa. – Si, lo tienes todo muy bien puesto… me encanta, pero tendremos que hacer algo con esa manchita roja que tienes. Haremos esto, nada de fotos por atrás. Ahora ve al set y recuerda: eres una jirafa…
– ¡No soy una jirafa!
– ¡Sí eres una jirafa y las jirafas no hablan, sólo están ahí y se ven bonitas! – ¡Lo ahorcaré! No me importa si en mi otra vida me castigan por asesinato, valdría la pena con tal de que se quede cayado un rato. – Tienes un cuerpo con sabrosura, jirafita, muéstralo… eres comida al igual que la cebra, vamos… muestra lo que tienes para tus fans, ellas quieren carne y tienes mucha… – Tras tomar aire comencé a posar, no quería más gritos, mucho menos quería que me siguiera mirando y comentando cosas sobre mi cuerpo, así que posaría para terminar rápido – Eso es, lo brazos arriba y para atrás… esa es, esa es tu pose… ahora míreme, si, mírame y escúchame: eres un sensual pedazo de humanidad que está vestido con un trozo de jirafa, quiero que te estires, que seas… grande. – ¡Lo odio! Traté con todas mi fuerzas ignorarlo, pero sale con cada cosa… lo único que se me ocurrió hacer para distraerme fue mirar al resto de los chicos. JunSu y YooChun hablaban muy entretenidos sobre el fotógrafo y sus cosas de loca, mientras YunHo y JaeJoong me miraban atentos. Pensé que estarían hablando como hace unos minutos, pero simplemente no despegaban su mirada de mí. Me sentí… vulnerable. – Muestra tu altura… eso es, si, así mismo… no, no te muevas, quédate ahí… perfecto. Que fácil es trabajar con ustedes… terminamos por ahora jirafita, eres un buen chico. – Me hizo un gesto con la mano, indicándome que ya había terminado mi tortura. – ¿En dónde se metió mi gacela que no está aquí para que yo lo vea?
– Ya voy, lo siento. – JunSu se puso de pie, dejando su conversación con YooChun y caminó hasta Haru. Yo mientras me fui a sentar junto a YooChun, sintiendo que me habían violado con los ojos, y no lo digo sólo por Haru…
– Lindo… date un vuelta para mí… – JunSu giro sobre si mismo, pero se detuvo cuando Haru lo tomó de las caderas, obligándolo a quedarse de espaldas a él. – ¡Oh, dios! ¿En dónde te pusieron éstas? ¡Están geniales!
– Todo esto es mío. – Aprensivo JunSu se cubrió una pequeña parte de su trasero con las manos, tratando en vano que la mirada pervertida del fotógrafo lo siguiera analizando.
– No te creo, no puede ser tuyo. – Haru no soltó a JunSu en ningún momento, mirando desde todos los ángulos posibles su voluminoso trasero. Se le notaba incómodo y es que siempre ha sido un poco quisquilloso con sus atributos.
– Si puede, siempre ha sido mío. – Trató de voltearse, pero el agarre de Haru se hizo más fuerte. No lo iba a soltar.
– No es cierto.
– Si es cierto. – En un arranque de osadía llevó una de sus manos hasta la nalga izquierda de JunSu y la apretó, logrando que éste lanzara un chillido tipo delfín y se alejara por lo menos dos metros del fotógrafo. Los chicos y yo no pudimos contener la risa, y nos reímos hasta que me dolieron las costillas. – ¡¿pero qué haces?!
– Oh… si es tuyo… – Haru pareció pensar por unos momentos, esperando que nuestras risas se detuvieran, y luego le hizo una seña con la mano a JunSu, quien trataba en vano de calmarse. – Vamos, no fue tan malo. Ve a posar, no tengo todo el día. – Obligado JunSu se ubicó en el set, ya que no había mas opciones con nuestro fotógrafo. – Veamos ¿Qué tan bueno eres con tus fans? – Me sorprendí un poco por el cambio tan drástico de tema, pero JunSu pareció relajarse con eso, así que supongo que Haru lo hizo a propósito.
– Soy muy bueno, me gusta compartir con ellas.
– Eso es lo que quería escuchar. Hagamos de cuanta que tus fans tienen mucha hambre y tú tienes comida para darles ¿OK? ¿Que harías?
– Pues se la ofrecería a mis fans sin pensarlo.
– Eso es. Ahora, ellas tienen hambre y la comida que tu tienes es ese parzote de nalgas de acero que dios obviamente bendijo y que ahora quiere compartir con el mundo… – Oh, Buda ¿Qué tantas estupideces puede decir una persona en tan poco tiempo? – ¡¿Por qué se ríen?! ¡Dije que no quiero risas en mi set! – Pare evitar más gritos dejamos de reír, o por lo menos lo hicimos de forma más discreta. – ¿En que estaba?
– En que debo compartir con mis fans… – Le recordó JunSu.
– Eso. Ve allá, dame la espalda y compártenos un poco de toda esa carne que tienes… bien, mira de reojo hacia acá, excelente… no, no te voltees tanto… eso, justo así, esa es tu pose precioso… juro que le haría un altar a tu trasero, es perfecto… con lo que gane con este trabajo me iré a poner uno igual… ahora apóyate en esa roca y muestra esas sexys curvas que tienes… hermoso, totalmente hermoso… – A lo lejos se sintió un ruido muy fuerte, haciendo que Haru se distrajese. – ¡¿Qué es ese ruido?! ¡Nadie se puede sonar la nariz tan fuerte!
– Es un elefante. – Dije, como si no fuese ya lo bastante obvio.
– ¿Elefante? – Haruhiko alzó la vista. Enfocando a unos cincuenta metros al elefante que lo había interrumpido con sus sonidos y a Okum que estaba sobre él. Al parecer paseaban, pero luego me fijé que del elefante colgaban un par de lanzas y otras armas, lo más seguro es que fuese de casería. El chiquillo es un verdadero experto haciéndolo. – Oh… elefante… ¿Quién es el morenito que está sobre el elefante?
– Ése es Okum, nuestro amigo. – Le dijo JunSu, abandonando el set y caminando en dirección a nosotros.
– Uh… interesante… su propio aborigen con elefante y todo. Llámenlo, lo quiero en mi set ahora mismo. – Hizo unas señas con la manos, indicando que alguien fuese a hacer lo que el ordenaba. Es una diva, una diva muy, muy caprichosa.
– Pero… – Iba a decir JaeJoong, seguramente quería defender la integridad física de su pequeño consentido, ya que teniendo en cuanta todo lo que nos había hecho a nosotros… la inocencia de Okum está obviamente en peligro.
– Dije que lo quiero aquí ¿acaso están todos sordos? ¡¿Por qué nadie en este país me hace caso?! Llegando a casa me doparé ¡Juro que me doparé! – En medio de su ataque de histeria YunHo le pidió a JunSu que fuese por Okum, ya que era el más rápido corriendo. – ¡¿Quién fue por el morenito y el elefante?!
– JunSu fue por Okum, ya vienen para acá. – Le hice saber, sólo para que dejara de gritar un rato. Juro que si vuelve a hacerlo, o si dice algún comentario desagradable más, lo mataré.
– Ese elefante es muy lento, me cae mal. Más les vale que esté entrenado y no destroce mi set, porque les juro que lo mato y me hago una sombrilla con sus orejas.
– Está domesticado, pero no sería bueno que gritaras estando Tilo cerca, se puede asustar. – Le aconsejó YunHo, mirando como el elefante, con JunSu y Okum encima, estaba ya a menos de quince metros de nosotros.
– ¿Tilo?
– Es el nombre del elefante. – Le explicó, paciente. Me sobrepasa lo calmado que está hyung con tanta idiotez que habla el fotógrafo, pero debe ser porque HeeChul hyung no es mucho peor que él.
– Oh… la bestia gigante tiene nombre… ¡JunSu, primor, date prisa y trae al morenito contigo! ¡Oh, y a Tilo también! – Gritó. – Aish, estoy rodeado de inútiles… – Ahora si que sí…
– ¿Sabe, Touda-San? Desde que llegó no ha hecho nada más que gritar. Me tiene arto con sus chillidos de loca, sus comentarios salidos de lugar y sobre todo con lo absurdamente caprichoso que es ¡Así que se calla o le rompo la cara, porque ya no tengo paciencia! – Que alivio… YunHo me matará luego por gritarle al fotógrafo, pero no me importa ya nada.
– ¡ChangMin! – Me reclamó YunHo, enojado. Obvio, no le gusta que ofendamos a la gente, pero hace rato que este tipo dejó de ser gente para mí. – Discúlpate ahora.
– Lo siento… – Dije de mala gana, a lo que YunHo me miró severo.
– Oh… se enojó mi jirafita. – Haru permaneció en silencio por un rato y luego sonrió ¿Qué estará pasando por su cabeza? Le acabo de gritar y amenazar ¿acaso funciona al revés y se ríe cuando quiere llorar? – Bien, me ahorraré los comentarios sólo porque con esa actitud de macho dominante me recordaste a Aki, mi novio… – Ay, no… ahora le recuerdo a su novio. – Pero una cosa, no me trates de usted ni de Touda-San, ese es mi papá ¿OK? Prometo portarme bien si tú también te portas bien ¿hacemos un trato jirafita? – Me ofreció la mano y sonriente esperó a que aceptara. YooChun me dio un golpe en las costillas con su codo y cuando volteé a mirarlo movió rápidamente la cabeza, asintiendo. Al final acepté lo que me ofrecía por el bien mental de toda la banda.
– Bien, por la buena convivencia. – Sacudí su mano un par de veces y lo solté cuando los pesados pasos de Tilo hicieron que todo el suelo temblara levemente.
– Ya estamos aquí. – Dijo JunSu, recalcando lo obvio. Se bajó lentamente del elefante y luego ayudó a Okum a bajar.
– JunnieSu-Chan, amoroso… – Habló Haru, con voz suave. Por primera vez, desde que lo conozco, está usando un tono de voz agradable. – ¿cómo se llama el morenito?
– Okum.
– Hola Okum-Chan, yo soy Haru-Chan… – Se volteó a mirarme a mí cuando Okum se quedó quieto, mirando al extraño personaje que estaba frente e él. – ¿entiende algo de japonés o pierdo mi tiempo? – Me preguntó.
– Pierdes el tiempo, Okum está aprendiendo coreano, no sabe nada de japonés.
– Oh, ya veo… – Extendió su mano hacia el frente, ofreciéndosela a Okum. – Yo soy Haru, mucho gusto. – Se presentó, usando un coreano bien pronunciado, pero obviamente practicado mil veces. Posiblemente es lo único que sepa decir en nuestro idioma.
– Soy Okum, el gusto mío. Tú… ¿jión o nuna? – La cara de duda de Okum fue suprema, sobre todo cuando Haru se acomodó su largo cabello sobre uno de sus hombros.
– ¿Qué me dijo? – Me preguntó, al parecer tendría que hacer de traductor por un rato, ya que mis hyung se hicieron a un lado para jugar con Tilo, quien había tomado algo de pasto seco con su trompa y lo comenzó a arrojar sobre los chicos. Ese elefante es todo un personaje.
– Te preguntó si eras un hyung o una noona, digo un Ni-san o una Nee-san… ya sabes, un senpai.
– Ah… dile que soy un Ni-San o eso que dijiste, da igual mientras sepa que soy hombre.
– Es una Noona. – Le dije a Okum ¿Para que confundirlo con explicaciones de porqué el tipo parecía mujer?
– ¿Nuna? ¿Mujer?
– Es casi una mujer.
– ¿Casi nuna?
– Si, Haru es casi una noona.
– ¿Qué está diciendo? – Me consultó Haruhiko, jugando con las puntas de su rojizo pelo.
– Dice que… le gusta mucho tu pelo. – Le mentí, para no decirle que el niño creía que era algún ser andrógeno.
– Oh, que amor… pregúntenle si le puedo sacar una foto, este chiquillo es bellísimo y no me va a creer mi novio que vi a un mulato así de hermoso si no le llevo una foto.
– ¿Te puede sacar una foto?
– Si puede.
– Dice que si puedes.
– Bien, toma ChangMinnie-Chan hermoso. – Me pasó su cámara rosa y se acercó a Okum, abrazándolo. Okum se mantenía sereno, al parecer ya se había acostumbrado a que asiáticos caprichosos y medio afeminados lo abrazasen sólo porque si. – Cuando quieras.
– Digan wisky.
– ¡Wisky! – Saqué la foto y le devolví la cámara, revisó la imagen y luego se volteó a mirarme. – Buena foto, jirafita. Ahora a seguir trabajando, aún quedan muchas cosas por hacer. – Caminó en dirección a los demás miembros, dándome la espalda. No puedo creer que todas sus cosas de loca se detuvieran con un par de gritos y amenazas. De haberlo sabido le habría gritado desde que llegó. – ¡Niños! Vamos a seguir, no tenemos toda la vida.
– Nuna rara. – Dijo Okum, con su voz suave.
– Me quitaste las palabras de la boca. – Caminamos juntos hacia el set, en donde el elefante ya estaba ubicado con todos mis hyung alrededor. Okum se quedó a un lado, cerca de Haru y nos miró, curioso.

Me ubiqué entre el YunJae, en mi puesto de siempre y posamos los cinco juntos para varias fotos, con el elefante a nuestras espaldas. Pasamos un rato agradable con las fotos grupales, Haru ya no gritaba y las tomas con el elefante eran magnificas, sobre todo en las que salíamos sentados sobre el animal. Nos permitió sacarnos unas cuantas fotos con Okum, para tener algún recuerdo del pequeño, pero poco me duró la tranquilidad, ya que terminando las tomas del grupo Haru dijo las únicas palabras que no quería oír el día de hoy; “Fotos en parejas”

– Quiero a mi leopardo y a mi gacela en el set. – JunSu y YooChun hicieron caso y se ubicaron cerca del árbol, esperando órdenes nuevas. – Bien, el concepto es simple, JunnieSu-Chan es la presa y YooChunnie-Chan el depredador. Vamos leopardito, aséchalo, acorrálalo contra el árbol… no, no, así no. Se supone que te lo quieres comer, vamos. JunSu, tienes que estar más entregado, te va a comer un sexy leopardo ¿no tienes acaso una cara más orgásmica? – Oh no… ya volvió Haru, el fotógrafo pervertido con sus violaciones verbales. – YooChunnie-Chan, pon tu malo en el árbol y la otra en el pecho de la gacela, sí… algo mejor, haz como si lo fueses a morder en el cuello… bien, ahora JunSu suéltate un poco, relájate, entreabre los labios y cierra los ojos, echa tu cabeza para atrás y dale tu cuello a YooChunnie-Chan… eso es, es una excelente imagen… – Es definitivo, si antes nos iban a censurar por usar taparrabo, ahora nos iban a prohibir por vender casi pornografía homosexual.

Por otro lado se notaba que YooChun y JunSu estaban incómodos, tanta cercanía y toques que les exigía “la loca” del fotógrafo comenzaban a causar estragos en sus cuerpos, de a poco me fui percatando como se formaban sus erecciones bajo el taparrabo. Por suerte para ellos, cuando ya estaban todos sudados por el calor, la emoción y la obvia calentura que tenían, Haru decidió que eran suficientes fotos de gacelas y leopardos y los dejó ir a descansar. Bastante sonrojados se vistieron y volvieron a la aldea junto a Okum, quien se ofreció a llevarlos sobre Tilo, dejándome con el YunJae, el staff –que no era ningún aporte ya que no entendían nada de lo que decíamos en japonés – y Touda Haruhiko, el fotógrafo más gay y pervertido que yo alguna vez haya conocido y espero conocer.

– Ven, jirafita~ – Me llamó y pese a que quise ignorarlo fue imposible. – ¡Ven acá, te digo! – De mala gana me levanté de mi puesto y me ubiqué en el set, dónde JaeJoong hyung me recibió con una gran sonrisa. Desde atrás de Haru nos miraba YunHo hyung, con una expresión que no supe descifrar, pero que era algo así entre la curiosidad, los celos y un poco de enojo. – Comenzaremos con la jirafa y el león ¿han visto alguna vez los reportajes del Animal Planet?
– Yo sí. – Y por alguna razón deseé nunca haber visto ese canal.
– Bien, entonces sabes como le hace un león para atacar a una jirafa.
– Ehm… ¿tumbándola en el suelo? – Oh no…
– Exacto. – Me quiero morir… – ChangMinnie-Chan, te quiero de espaldas en el suelo y mi león va arriba, a ahorcajas.
– ¿No puede ser de otra forma?
– ¿Me ves con cara de tener tiempo para ir a buscar a una jirafa y preguntarle como se le haría más cómodo que se la comiera un león? ¡Pues no! Así que te me tumbas en el suelo, te relajas y dejas que el sexy león te coma ¿entendido?
– Pero…
– ¡No hay pero que valga! Son las tres de la tarde, precioso, tenemos una hora antes de que me vaya, así que te tiras al piso o te tiro yo. Soy cinta negra en judo, créeme que no me costaría nada de nada hacer que quedaras como yo quisiera en el suelo. – ¿es cosa mía o eso me sonó a una insinuación de que me podría violar en cualquier momento? – ¿y bien?
– Ahora mismo me tumbo. – Muy nervioso me tiré de espaldas en el polvoroso suelo, logrando que mucha tierra se me pegara al cuerpo por la sudoración de mi piel. Quedaré todo lleno de barro.
– ¿Qué pasa leoncito? – Preguntó Haru al ver que JaeJoong se quedaba estático en su lugar, moviendo su mirada entre YunHo hyung y yo.
– No, nada… sólo que…
– ¿Te da vergüenza comerte e la jirafa o es porque tu novio la sexy cebra se va a enojar? – Preguntó, alzando su delgada ceja izquierda, además de gay, loca y caprichoso, es tremendamente perceptivo.
– ¿Cómo lo…?
– Ay, pero si fue super obvio desde el principio, sobre todo cuando saltaste como fiera cuando estaba halagando sus cosas de YunYunnie.
– Te agradecería que lo mantuvieras en secreto. – Le pidió YunHo, con la misma voz serena que había usado todo el día con Haru. Al parecer daba resultado, ya que el fotógrafo siempre le respondía de manera agradable a él.
– Por supuesto, soy una tumba y como su staff no nos entiende ni pío ni se van a dar cuenta de lo que hablamos. Ahora se profesional JaeJoongie-Chan ¡Y cómete a la jirafa!
– ¡Si señor! – rápidamente hyung se acomodó sobre mí, terminando sentado sobre mi vientre, en una posición que más que amenazante era porno. Mi cara comenzó a arder con furia, era peor que esa vez en que a JaeJoong se le pasó la mano con el picante en el curry.
– ¿Qué piensas que haces? No te vas a acostar con él, te lo vas a comer. – Hyung se sonrojó ante tal comentario y bajó la cabeza, avergonzado, levantándose un poco de su posición. Por mi parte debo estar ya violeta. – Escúchame bien: Ponte en cuatro, con una rodilla entre sus piernas y la otra al lado de su cadera. Quiero una de tus manos atrapando las de él sobre su cabeza y la otra en el suelo, junto a sus costillas ¿correcto? Si, correcto, todos felices… ¿Qué pasa ahora? Están como tomates ¡No puedo trabajar así!
– ¡Nosotros tampoco! – Le grité, cuando me sentí totalmente dominado por JaeJoong y su cuerpo caliente era lo único que percibía.
– ¡No me grites jirafa!
– ¡Tú no me grites a mí!
– ¡Paren de gritar lo dos! – Gritó YunHo, ya arto de los gritos de Haru y los míos, y posiblemente también muy molesto por la posición en que yo estaba con su novio.
– Uy… una cebra celosa… bien, dejo de gritar, pero quiero que la cebra se vaya a dar una vuelta por ahí, distraes a mis animales ¿sabías? – Hyung suspiró con fuerza y se dio la vuelta, comenzando a caminar en alguna dirección indefinida, alejándose del set. – Bien, ¿en que estaba?
– Las fotos, por favor. – Dije, a media voz, tener tan cerca de hyung me estaba alterando los sentidos y me empezaba a dar un ataque de calentura de los feos.
– Oh, si, si… JaeJoongie-Chan, acerca tu cara a la del niño y sonríele, como insinuando que estás muy divertido porque te lo vas a comer… no, no, ChangMinnie-Chan, no apartes la cara… bien, así está mejor. Ahora, leoncito, intenta morder su cuello y tu jirafita pon cara de dolor, pero no de dolor de los malos, si no de esos dolores medio masoquistas… bien, eso me gusta… si… no se muevan, voy a cambiar el lente de la cámara, el sol me molesta. – El minuto que se demoró en cambiar el lente se me hizo eterno, sobre todo cuando JaeJoong suspiró sobre la piel de mi cuello, posiblemente cansado por esa incómoda postura en la que estaba.
– ¿Minnie? – Me llamó, en un susurro suave, que fue como música para mí.
– ¿Qué sucede?
– ¿estás muy incómodo?
– Podría ser peor.
– Lo lamento, tiene que ser muy raro para ti estar así debajo mío, sobre todo por lo de mi relación con YunHo.
– Eso no me molesta, JaeJoong, es lo de menos. Además, no tiene nada que ver una cosa con la otra.
– Pero…
– Tranquilo, estoy bien… – Mentí de forma tan descarada pero convincente que no me reconocí. Obviamente no estaba bien, obviamente no estaba cómodo y obviamente si me afectaba, pero no le podía decir a hyung todas las cosas que pasaban por mi cabeza al tenerlo así sobre mí, en una posición tan insinuante como sensual.
– ¿Qué tanto conversan?
– Nada importante.
– Oh… si ustedes lo dicen. Haremos esta última toma y luego te puedes retirar del set, jirafita, pero no te vayas, aún tenemos cosas que hacer.
– Está bien. – Volvimos a entrar en los papeles de presa y depredador, sintiéndome aliviado cuando Haruhiko anunció que las fotos ya estaban listas. Hyung se levantó y luego me ofreció la manos para que yo también lo hiciera, era extraño, cualquier toque suyo me estremecía.
– ¿y mi cebra? ¡CEBRA!
– Voy, voy… lo siento.
– ¿Qué estabas haciendo?
– Fui con el staff para que retocaran mi maquillaje, estoy sudando mucho y se corre.
– Que precavido. Ahora ve con el león. – Me crucé en mi camino con YunHo, quien me sonrió muy contento cuando pasé por su lado ¿Qué le dio ahora? Tomé asiento en las sillas que estaban detrás de Haruhiko y me dediqué a mirar al YunJae, quienes obviamente tenían muchas más facilidades para posar en situaciones más comprometedoras. – ¿Alguno de los dos sabe como le hace un león para atacar a una jirafa?
– En realidad no.
– ¿Qué no han visto Madagascar? ChangMinnie-Chan, por favor ilumínalos con tu sabiduría.
– Los leones atacan a las cebras por atrás, generalmente entierran sus garras en las caderas de su presa y luego desgarran los músculos de las piernas para dejarlos tumbados, tras eso atacan el cuello para terminar.
– Te dije que los iluminaras, no que los dejaras ciegos con tanta información. Pero ya lo escucharon, JaeJoongie-Chan, te quiero detrás de la cebra, con tus manos en sus caderas y tu boca en su nuca. YunYunnie-Chan, tú se lo más entregado que puedas y pon cara de sexo… – Vi a JaeJoong reír suavemente, mientras se tapaba la boca, a lo que YunHo se puso una mano en la cara, al parecer avergonzado. – ¿y ahora qué les pasa?
– No, nada sólo que… es raro.
– ¿Raro? ¿no me digan que…? Oh… ¡Oh, ya entendí!, YunYunnie es el Seme… ahora todo tiene sentido…
– ¿Qué es Seme? – Consultó JaeJoong hyung, adelantándose a mi pregunta. Tenía la leve sensación de que no me gustaría el significado de esa palabra.
– Oh, ya saben, el activo de la relación, mientras el Uke es el pasivo, son cosas del yaoi ¿Qué nunca han leído las cosas que escriben sus fans? Si son unas diosas para eso. Lamentablemente no podemos intercambiar sus papeles ahora, un león no puede ser sometido por una cebra, así que se las apañan o se las apañan, no pienso cambiar mi visión de las fotos.
– Entendido. – Asumieron la pose que Haru les pidió y me perdí completamente en sus cuerpos, se veían tan bien juntos, se complementaban de tantas formas distintas. Ahora entiendo porque duraron tanto juntos, si están hechos el uno para el otros ¿Qué tan idiota pude ser para que se me pasara por la cabeza la idea de verlos separados? Así es como deben estar, uno junto al otro, esa persona que los hizo separarse debió calar muy hondo en sus corazones para que terminaran una relación así.
– ¿Ven que no es tan malo? Yo sabía que YunYunnie sería un excelente Uke, si… muy sexy… muerde su hombro JaeJoongie-Chan, eso, eso… me encantan… ¡ChangMinnie-Chan, lleva tu hermosa persona al set, ahora!
– ¿Por qué?
– Porque yo te lo digo y porque me quedan 30 minutos antes de que me empiece una crisis de histeria ¿quieres evitar eso o prefieres verme mal?
– Por eso digo que voy al set.
– Así se habla. Te quiero junto al león, del lado derecho y la cebra del lado izquierdo. Ahora, JaeJoongie-Chan, pon tus manos sobre ambos, donde tu quieras, me da igual. Quiero a mis dos presas con cara de “Oh, no, me va a comer un sexy, sexy león y posiblemente me guste” ¿OK? Y quiero a mi león con cara de “Mmm, trío…”
– ¿Cómo es esa cara?
– Como la que tenías hace un minuto cuando llamé a la jirafa al set.
– ¿perdón?
– Ay, como si no fuese obvio que le tienes ganas a la jirafa, se te nota a kilómetros. Al parecer no te basta con el juguetito que tiene la cebra, eres un goloso.
– ¡Eso no es cierto!
– ¡Si es cierto!
– ¡No es cierto!
– ¡Si es cierto y lo probaré! – No estoy muy seguro de que fue lo que pasó en esos segundos, pero cuando me vine a dar cuenta de mi situación, los delgados dedos del fotógrafo me tenían sujeto por las mejillas, obligándome a agacharme para que nuestros labios se unieran en un beso que obviamente no correspondí.
– ¡Aléjate de ChangMin! – escuché que alguien gritó y lo siguiente que vi fue a YunHo siendo sujetado de la cintura por JaeJoong, para evitar que matara al asustado fotógrafo que estaba sentado en el suelo, con un hilo de sangre cayendo desde la comisura de sus labios.
– ¡YunHo, tranquilo!
– No, a éste yo lo mato ¡yo lo mato!
– Hyung… – Lo llamé, en un hilo de voz, no entiendo que está pasando, pero tampoco quiero entenderlo, sé que, cuando logre dar con las respuestas a las preguntas que rondan en mi cabeza, voy a estar aún más confundido.
– ¿ChangMin? – Se soltó de los brazos de JaeJoong y se acercó a mí, mirándome por todos lados, como si algo me hubiese pasado o si me hubiese pegado la peste con ese beso. – ¿estás bien? ¿no te hizo daño?
– ¿daño? Hyung, sólo me besó… no entiendo el alboroto, deberías disculparte con Haru.
– Pero él…
– Sólo bromeaba ¿cierto Haru-Chan? – Me acerqué al fotógrafo y le ofrecí mi mano, quien la tomó para que lo ayudara a levantarse. Era como una pluma de liviano, talvez sea la fuerza extra que he ganado.
– Sí, sólo jugaba, no era para que te enojaras tanto. Pensé que JaeJoongie-Chan iba a ser el que reaccionara mal, pero terminas siendo tú ¿Quién los entiende? Yo creo que tienen un serio problema. – Limpió la sangre de su labio con el dorso de su mano y se fue a sentar a las sillas que estaban bajo uno de los toldos. El staff por su parte fue a ver al YunJae, que habían comenzado a discutir y posiblemente iba a ser necesario ir a separarlos también.
– ¿Te encuentras bien? – Le pregunté a Haru, había decidido atenderlo a él primero, el YunJae puede esperar un rato, son más resistentes que nuestro delicado fotógrafo. Le ofrecí mi botella de agua y él la aceptó, sonriéndome levemente. Yo o estaba enojado por el beso, en realidad ni siquiera lo había asumido.
– Sí, sólo fue un rasguño, nada grave, con un poco de hielo y algo de base ni se notará… – Bebió un largo trago de agua y suspiró con pesadez. – Por suerte pude esquivar las patadas y los demás puñetazos, no tenía idea que YunYunnie supiera artes marciales. – Cierto, YunHo sabe Hap Ki Do, lo había olvidado. Me senté junto a Haruhiko, necesitaba pedirle disculpas por todo el alboroto.
– Lamento lo que hyung hizo, últimamente está muy estresado y pierde con facilidad la paciencia.
– ¿Estresado? Yo diría más bien que anda con síndrome de abstinencia, le hace falta que le den y quedará mansito como un cachorrito tonto. – Volvió a beber de la botella y luego me miró a los ojos. – ¿tú no estás enojado porque te besé?
– Aún no le tomo el peso a la situación, posiblemente lo asimile más tarde y ahí puede que tenga algunos problemas.
– Oh, ya veo… – Volvió a beber de la botella, perdiendo su mirada unos segundos en YunHo y JaeJoong, quienes estaban cada uno en un extremo del set, se habían enojado y no se hablarían por… media hora. Siempre pelean así en casa y poco les dura, así que de aquí a un rato volverán a ser buenos amigos. – ¿muy confundido con tu sexualidad últimamente? – Me preguntó de repente Haru, sereno, sin gritos, sin extravagancias y sin comentarios innecesarios ¿será que se puede mantener una conversación razonable con él?
– ¿A que viene esa pregunta? – Consulté, intrigado. Tal vez aclararía muchas de mis dudas.
– Se nota una tensión sexual muy grande entre los cinco, la gacela y el leopardo viven en su mundo aparte, pero yo me preocuparía por la cebra, el león y por ti, ya que tanta atracción puede causarles problemas. Mira en lo que me vine a meter yo, quería provocar al león metiéndome con su jirafa y me termina pegando la cebra ¿Quién lo diría? Si fuera tú me cuidaría de esos dos, se pueden ver muy lindos y todo, pero los dos quieren contigo.
– ¿Por qué dices eso?
– Ay, ¿Qué no te has dado cuenta? Te miran como si estuviese cubierto de chocolate y por poco babeaban y todo eso, el león se calentó completo con las poses que hizo contigo y la cebra casi me mata cuando te toqué, y es una de dos; o te tienen ganas o tienen alguna extraña enfermedad mental que los hace actuar como tarados. Yo creo que la más factible es la opción uno ¿Qué crees tú?
– Yo… no lo sé… todo esto es muy extraño y yo…
– ¿Confundido?
– Sí… no sé que me pasa… – Suspiré con fuerza y me hundí en mi asiento. Muchas cosas daban vueltas por mi cabeza y todas tenían que ver con el YunJae.
– Yo si sé, no sabes a cual escoger, pero yo estaría igual, ambos están bien buenos…
– Ellos no me gustan. – Dije serio, totalmente convencido de lo que decía.
– Si claro, y mi pelo es rojo natural. Vamos, sé que te gustan, por lo menos un poco, puede que aún no te des cuenta, pero es así.
– No me pueden gustar, son hombres.
– Eso no es una excusa, siguen siendo personas.
– Pero…
– No hay pero que valga, ya te lo dije antes. Piénsalo, debe haber algo que te guste más de uno que del otro. ¿Qué te agrada de JaeJoong, por ejemplo?
– Él cocina muy rico y siempre me comprende cuando estoy triste.
– ¿Y YunHo?
– Él no cocina y muchas veces no tiene tiempo para mí, pero se tiraría frente a un tren para que nada me pasara.
– Oh… la tienes difícil… te tendrás que quedar con los dos.
– No me voy a quedar con ninguno, no me gustan y no me voy a meter en medio de su relación.
– Como quieras, pero ten por seguro que más temprano que tarde vas a terminar revolcándote por ahí con esos dos.
– ¿Eres siempre así de directo?
– Si precioso, por eso no le caigo muy bien a la gente. A todo esto, van a ser las cuatro y aún me faltan las fotos del león, vamos, alguien le debe hacer compañía a la cebra para que no se me tire encima y me mate ¿te ofreces tú o te obligo?
– Voy, voy… – Me levanté de mi puesto y seguí a Haru al set, en donde YunHo y JaeJoong ya nos esperaban. El primero en acercarse fue YunHo, quien no levantó la cabeza en ningún momento, posiblemente avergonzado por su extraña reacción.
– Lo lamento mucho, no hay excusa para mi comportamiento…
– Si la hay, te pusiste celoso, es simple. Yo también te hubiera golpeado si hubiese besado a mi novio.
– Aún así, yo… – La disculpa de hyung se voy interrumpida cuando Haru dejó caer un manotazo en su cabeza, que obviamente había quedado a su alcance por la continua venia que estaba haciendo. – ¡Au!
– Me la debías – Acomodó sus finas manos en su delicada cintura y esperó a que hyung levantara la cabeza. – ¿estamos a mano ahora?
– Supongo que si. – Dijo, mientras se acariciaba la cabeza.
– Bien… ¡Quiero al león en el set ahora mismo, tengo fotos que tomar y recuerdos que comprar! – Y pareció que nada había pasado en toda la tarde, ya que nuevamente JaeJoong estaba posando solo en mitad del set, como hace unas horas. – Quiero que seas fiero, que rujas ¡Ruge!
– ¿Groou…?
– Tú me quieres tomar el pelo, ¿cierto? Dije que rugieras, no que maullaras, vamos, que te salga del alma, eres un león, eres fiero, el rey de la selva ¡Ruge! – Un rugido tremendo se dejó escuchar por todo el set… eso no me sonó a JaeJoong. – ¡Excelente! Hazlo otra vez para poder fotografiarte.
– Yo no rugí.
– ¿Ah? ¿Entonces quie…? – Desde los pastizales se dejó escuchar mucho movimiento, junto con algunos gruñidos que me parecieron amenazantes. Una figura grande se abrió paso entre la maleza y lo primero que vi fue un montón de dientes blancos y una gran melena café oscura. – ¡León! – Gritó Haru y se colgó de mí no sé como, ya que era el que estaba más cerca de él. Al instante YunHo se ubicó frente a nosotros, dispuesto a protegernos con su propio cuerpo, mientras JaeJoong se movió hasta quedar junto a mí, dándome apoyo al tomar mi mano con fuerza. Hasta el fondo logré escuchar los gritos y el alboroto general del staff. – Soy muy bonito para que me coma un león, muy bonito… muy bonito…
– Silencio, no se muevan. – Nos advirtió YunHo, haciendo que retrocediéramos lentamente al empujarnos con su cuerpo.
– No vamos a morir todos y yo no alcancé a ver a mi bello Aki en taparrabo. – Se quejo Haru, apretando mi cuello con sus brazos delgados. Era como tener una mochila colgada del cuello, incómodo pero no mucho.
– Haru, no hables. – Le dije al oído, tratando de calmarlo o por lo menos de hacer que se quedara callado.
– Si me voy a morir pues me voy a morir hablando, jirafita. – Pasó un rato en que ninguno se movió, ni siquiera el león que sólo estaba ahí, mirándonos atentamente.
– YunHo, algo raro tiene ese león, mira su cuello. – Comentó JaeJoong, apretando más mi mano. Me sentía seguro entre mis dos hyung, si casi se me olvidaba que tenía colgando Haru del cuello y que un león me podría comer en cualquier momento.
– Tiene… ¿un collar de perro? – ¿collar de perro? ¿o sea que…?
– ¿Hola? – Desde atrás de el león, y sosteniendo una gruesa cadena, estaba un sudafricano alto, de piel obviamente oscura y las demás características que tienen las personas de color, sólo que su pelo, en vez de tener ese intenso color negro, brillaba decolorado en naranja. Usaba ropas normales, una camiseta blanca que se le pegaba a todos los músculos y pantalones cortos color caqui. – ¿hablan inglés?
– Si, hablamos ingles. – Le respondí, obviamente en inglés, ya que en ese idioma me hablaba él. Ya había olvidado que ese idioma existía, entre el Kenyan el coreano y el japonés ya estaba hecho un lío.
– Lamento que Boki los asustara, en muy travieso. – Dijo, apuntando apenado al león, que se había sentado su lado. Sólo ahí me vine a dar cuenta de que no era un león adulto, era un adolescente, posiblemente de dos años, no más.
– ¿Es tu mascota? – Le pregunté, cuando dejó su mano perderse entre el pelo largo que había en la cabeza del animal.
– Si, ¿no crees que sea lindo? Está castrado, así que no es agresivo.
– ¿Qué dice ChangMinnie-Chan? – Me consulto Haru, descolgándose lentamente de mi cuello.
– Dice que el león está castrado, que se llama Boki y que es su mascota.
– ¿Mascota? ¡Es un león, por dios! – Me reclamó JaeJoong, abrazándose a mi brazo con fuerza. Me lo va a arrancar en cualquier momento.
– Ya sabes que todos aquí son unos locos, si Okum tiene un elefante, ¿Por qué o tener un león de mascota?
– Disculpen ¿ustedes son los que se están quedando en la aldea Onolu? – Preguntó el joven, que no superaba los veinticinco años y en si no era feo. Creo que es más atractivo que el común de los sudafricanos, claro, son contar a Okum.
– Si ¿Cómo lo sabes? – Le pregunté, ya más relajado. El león se había echado por completo en el suelo y parecía dormitar. Era como una gato super desarrollado tomando una sienta.
– Me lo contó mi papá hace una semana, dijo que vendrían visitas, no pensé que serían los Dong Bang Shin Ki. – ¿Nos conoce?
– ¿Quién eres? – Le pregunté, inseguro. YunHo aún permanecía en su puesto, haciendo de escudo humano, así que no me podía acercar a tipo para hablarle bien.
– Soy Marot, hijo de Solum, jefe de los Onolu.
– ¿Eres un príncipe?
– Algo así… ¿van a tardar mucho? Llegué a la aldea hace un par de horas y ya me encontré con sus otros dos amigos, mi papá me envió a buscarlos porque los quiere invitar a mi fiesta de bienvenida.
– No tardaremos mucho, ya casi terminamos.
– Bien, los esperaré entonces. – Se sentó en el suelo, junto al león y se echó sobre él, utilizando al animal como una almohada.
– ¿Qué fue todo eso, ChangMin? – Me preguntó JaeJoong, cuando nos alejamos un par de metros del tipo.
– Dice que es hijo del jefe, que llegó a la aldea hace un rato y que vino para invitarnos a su fiesta de bienvenida.
– Él es muy raro. – Comentó YunHo, sin quitarle la vista ni un solo momento.
– Lo sé, nos conoce y no parece muy nativo que digamos. – Le contesté, Marot era sospechoso, algo extraño tenía.
– Yo creo que es lindo. – Comento Haru, enfocándolo con su maricona cámara fotográfica.
– Terminemos, puede que se enoje y nos tire el león encima. – Nos advirtió YunHo, serio.
– Cierto. – Volvimos al trabajo y en pocos minutos las últimas fotos ya estaban tomadas. Haru ya se iba, tras hacernos prometer que lo iríamos a ver cuando llegáramos a Japón y luego de su emotiva y hueca despedida – en la que apretujó a JaeJoong, manoseó a YunHo y a mí me dio un rápido e inesperado beso en la boca – se subió al Jeep en que había venido y se marchó. El staff recogía las cosas, mientras YunHo, JaeJoong y yo nos vestíamos. Me puse a pensar en ese momento en que creí que moriría en las garras de ese león. YunHo me protegió sin pensarlo y JaeJoong no me dejó solo en ningún momento, su sola cercanía me había calmado y me agradaba, ellos obviamente me atraen… y cuando me estaba poniendo los pantalones me di cuenta…

Me gusta YunHo… pero también me gusta JaeJoong.

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Por si nos encontraron los cinco links, aquí de los dejo:

http://img404.imageshack.us/img404/6341/jaejoongtaparrabocolor.jpg http://img404.imageshack.us/img404/8558/yunhotaparrabocolor.jpg

http://img404.imageshack.us/img404/9448/yoochuntaparrabocolor.jpg http://img404.imageshack.us/img404/7578/changmintaparrabocolor.jpg

http://img404.imageshack.us/img404/9895/junsutaparrabocolor.jpg


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10 Comentarios:

  1. Unnie! resuví el capítulo, ya que esta versión se subio mal. Pásate por la pág y revisa, por favor.

    se te quires.

    Atte: Kats

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  2. ya lo arregle...

    OWO waaaaaaaaaaaaaaa
    estoy viendo porno >////< kyaaaaaaaa

    gracias gracias XF gracias

    que hermoso dibujos waaaa para que imaginacion si los estoy viendo con su taparrabo waaaaa changmin me mato x_x(muerta pero feliz) waaa las nalgas de junsu dicen "touch touch me..."

    waaa `w´soy feliz ....

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  3. Anónimo5/02/2009

    jajajajaja esta bueno me he reido bastante, megustan las poses ¬//¬ jeje ^^' terminenlo quiero leerlo!!! >w<

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  4. asdasdasds moriiii am este fic aaa quiero mas capitulos!!! de donde lo sacas??? es que en balloons no lo he visto entonces queria sbaer quien era la magnifica que lo creo, esop gracias por subirlo

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  5. http://lala-tvxq.blogspot.com/2009/04/problema-hormonal.html

    ahi estan todo los datos yo tambien amo a la autora "Kats/ChinSung"

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  6. Anónimo5/15/2009

    jajajaja
    jaejoong kon eso jajaja
    se ve muy curado pero sensual
    xD

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  7. Anónimo11/09/2009

    uuuuuuu a jaejoong le keda todo tipo de ropa
    k envidia lo esperaba de mi proximo esposo
    deeeeeeeeeeeeee
    ya kisiera no en cerio ya kisiera
    u-u
    jajajajjaja bueno me boy a leer el siguiente
    adius!!!
    aki eli

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  8. Anónimo5/10/2010

    Me encantaaaa!!
    Es el mejor Fic que he leido! No puedo evitar babear cuando imagino las partes de Yunho *¬*!!
    Mi amooooor! ahhaha xD

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  9. Estuvo buenísimo no paro de reirme XD pero también m sorprendió en sobremanera lo del YunJae no x lo q fueran y sean nuevamente xq eso m encanta sino x q ya intuimos xq se separaron y no me gustaría q vuelva a pasar pero tampoco q los pongan como trío, espero se arregle y mas bien q haya YooSu q al parecer no habrá T-T

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    Respuestas
    1. Olvide decir q los dibujos están Magnificos~~!!!.... FELICIDADES~~ *^*

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