Titulo: Midhuyo
Autora: nïn@
Parejas: HoMin
Género: Slash
Extención: Oneshot
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Autora: nïn@
Parejas: HoMin
Género: Slash
Extención: Oneshot
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-¡Hyung!- Gritó el pequeño abrazando al líder con cariño. Yunho sintió como se tensaba ante el contacto y apartó a su compañero casi con rudeza.
-¿Qué haces Min?- Se giró deprisa, encerrándose en el baño y encendiendo el grifo del agua fría. Sin duda necesitaba tranquilizarse; por lo que no pudo ver la cara de Changmin, que miraba al suelo con tristeza, sin entender el porque del cambio de actitud del mayor.
-¿estás bien?- Le preguntó Jae poniéndole una mano encima del hombro. Pero Min ni lo miró. Jaejoong era la última persona que deseaba ver en esos momentos. La persona que le había robado a Yunho. ¿O es que pensaba que no los veía cuchichear cuando creían que nadie los veía? Siempre con sus secretos. Secretos que Yunho nunca compartía con él.
Salió del apartamento sin siquiera darse cuenta de que la lluvia caía como una cortina de agua; empapando su ropa, su pelo, calándolo a través de la piel.
-Estúpido Yunho- murmuró mientras le daba una patada a una piedra que tenía cerca.
¿Por qué era tan espeso? ¿Por qué no podía darse cuenta de que lo quería? Aunque tal vez fuese mejor así.
Se tumbó encima de un banco del parque, podía parecer un vagabundo desafortunado, obligado a dormir a la intemperie en una noche de lluvia, pero no le importaba lo que los otros pudieran creer.
Simplemente dormir. Olvidar. Descansar lejos de la respiración tranquila de su hyung, que lo atormentaba noche tras noche.
Pero sin quererlo miró hacia el cielo y vio a cassiopeia.
Ni siquiera así podía librarse de lo que era, de lo que sentía. Y sin quererlo, las lágrimas se mezclaron con la lluvia que aún caía con furia.
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-¿Te responde?- Preguntó Jaejoong preocupado mientras Yunho volvía a llamar al pequeño una vez más.
-Nada- respondió preocupado -voy a salir- Yoochun levantó la mirada del álbum de fotos que estaba mirando con Junsu.
-Changmin es mayorcito, quizás esté con alguna amiga- Dijo, sin mala intención; sin saber que eso fue lo que acabó de empujar a Yunho a coger la chaqueta y salir a la calle.
Sin paraguas a pesar de que todavía llovía.
Corrió entre la gente, empujando a las parejas que paseaban de la mano. Estúpidas personas felices. Pensó con celos. Si tan solo él pudiese caminar así con Min, no necesitaría nada más.
Escuchó como alguien lo llamaba al móvil. Jaejoong. Lo cogió, sintiendo como la desesperación lo carcomía por dentro.
¿Dónde estaba Changmin? ¿Y si se había perdido? Era casi un niño, a pesar de todo… O peor. ¿Y si no era tan niño y Yoochun tenía razón? ¿Y si estaba con alguna chica?
No podría soportar eso.
-¿Jae?- Inquirió con impaciencia.
-Sí. ¿Lo has encontrado?- Preguntó el mayor preocupado. Sabía lo que su hyung sentía, y temía que hiciese alguna tontería -Ten cuidado- Fue lo último que dijo antes de colgar.
-Estúpido Jae- Refunfuñó Yunho al colgar -¿Para eso me llama?- Volvió a guardar su móvil en el bolsillo, dispuesto a correr de nuevo. Pero un resplandor en el cielo le hizo levantar la cabeza. Y allí la vio; a través de las nubes.
Cassiopeia.
-¿Qué estás haciendo Changmin ah?-
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Y volvió a clavar la mirada al frente, esperando encontrar a aquél niño que había crecido demasiado deprisa, sin darle tiempo a nadie a asimilarlo.
Entonces lo vio. Tumbado en un banco, calado de lluvia hasta los huesos y temblando como un niño al que han abandonado.
Sin saber que nadie lo había dejado en realidad.
Sin quererlo sus pies se movieron solos hasta su hyung, agachándose a su lado de modo que sus rostros quedaban a pocos centímetros.
-¿Changmin?- Preguntó en un susurro.
El pequeño abrió los ojos escuchando aquella voz que plagaba sus más dulces sueños, y también sus pesadillas; y se encontró con unos ojos oscuros que lo miraban preocupado.
Unos ojos que lograron estremecerlo más que el frío que había estado soportando durante horas.
Trató de sonreír, pero sus labios no le respondieron.
-¡Hyung levanta!- gritó Yunho entre sollozos. Odiándose por haber dejado salir a Min sin chaqueta con aquel frío.
Pero Changmin no abrió los ojos.
Yunho lo cargó asustado.
No podía ser. No podía dormirse.
Corrió hacia el hospital más cercano, cuando a medio camino sintió como el pequeño se movía en su espalda. Respiró aliviado, aminorando el paso hasta limitarse a caminar deprisa; tratando de que su respiración volviese a acompasarse.
Sintió como los brazos del pequeño empezaban a aferrarse a su cuello con un poco de fuerza; perdiendo su flacidez de hacía unos momentos.
Y lo más importante, empezó a sentir calor en su espalda. Eso es bueno. Pensó, sintiendo como podía volver a respirar.
-¿Dónde vamos?- Preguntó Changmin con voz débil a su oído; haciendo que se estremeciera.
-Al hospital- respondió Yunho autoritario. Notando al instante como el pequeño hacía esfuerzos para bajar de su espalda. Pero no lo dejó. Aunque sí prestó atención a las palabras de queja que salían de sus labios.
-No- Dijo simplemente; pero bastó para que el mayor se detuviera obediente. ¿Sabría Min alguna vez el poder que tenía sobre él?
-Changmin, tenemos que ir- trató de convencerlo sin mucho resultado -No puedes ir así hasta casa o te pondrás peor. El hospital está más cerca- Changmin recostó la cabeza en el hombro de Yunho, haciendo que este sintiera en su cuello la respiración de su amigo.
Intentó mantener despejada la mente mientras hablaba.
-Por favor… No quiero preocupar a nadie. Quedémonos en un hotel entonces-
Yunho sospesó las opciones. No podía llevarlo al hospital en realidad. No si no quería que su mánager supiese lo que había ocurrido.
Y por otro lado, podría tenerlo una noche sólo para él. Sin Junsus que corretearan por la casa suplicándoles a todos que jugaran con él, sin Yoochuns que perseguían al pequeño delfín con fines pervertidos ni Jaes que obligaban al resto de miembros a comerse todo lo que había preparado; montañas y montañas de comida, que debían engullir a pesar de no tener hambre si no querían ser castigados por la mamá del grupo. Sí, era un milagro que no pesaran 150 kg.
Volvió a mirar al pequeño mientras este tosía; tenía que tomar una decisión y hacerlo deprisa.
Y sin pensarlo más se encaminó hacia su derecha, donde había un gran cartel con letras fluorescentes que ponía:
HOTEL.
Pidió una habitación y entró en el ascensor, agradeciendo no tener que subir los 8 pisos a pie.
Changmin no estaba gordo, pero no era una pluma tampoco.
Suspiró mientras abría la puerta por fin y dejó caer al pequeño en la única cama que había, de matrimonio; sintiéndose como si acabara de correr una maratón.
Changmin abrió un poco los ojos, haciendo que Yunho levantara la cabeza del colchón dónde la había tenido apoyada para verlo mejor.
-Pareces cansado. Lo siento- Susurró Min aún temblando. Yunho se levantó y se sentó en la cama, poniendo su mano en la frente de su hyung; que estaba terriblemente caliente.
-No vuelvas a hacerlo- dijo solamente -Pasé mucho miedo- Changmin sonrió avergonzado. Se sentía mal por haber hecho sufrir a su hyung; pero a la vez se sentía terriblemente contento por que lo hubiese ido a buscar.
-Estás ardiendo- Dijo Yunho preocupado levantándose un poco con intención de ir a buscar toallas húmedas.
-Tengo frío- Lo contradijo en enfermo; haciendo que Yunho olvidara su anterior propósito y mirara a su amigo, que aún iba cubierto de las ropas empapadas.
Volvió a sentarse a su lado y empezó a quitarle la ropa fría como el hielo; provocando que Changmin se pusiera todavía más rojo y se apartara asustado.
-¿Qué haces hyung?- Preguntó tapándose pobremente la parte del pecho que había quedado al descubierto al desabrochar los botones de la camisa.
-¿No tenías frío?- Preguntó Yunho, apartando con cuidado los brazos de Changmin, y volviendo a su tarea de desvestirlo.
Tratando de concentrarse sólo en cuidar de él, del modo que debía hacerlo. Porque él era el líder; el hermano mayor. Pero sin quererlo, su propia piel se erizó y su piel se puso de gallina.
Miró a Min que había apartado la mirada avergonzado.
Llevó su mano hasta el brazo del pequeño haciendo que todo su cuerpo se tensara y se girase sorprendido; mirándolo de un modo extraño.
-Deberías dormir, para entrar en calor- Dijo tratando de que su voz sonase fría, neutra.
-¿Por qué no me haces entrar tú en calor Yunho?- Preguntó Min, rojo a más no poder de vergüenza, haciendo que el líder también sintiera la vergüenza y la sorpresa en su propia piel.
-¿Qué?- Preguntó sin atreverse ni siquiera a moverse, o a hablar demasiado fuerte por miedo a que todo se desvaneciera.
-Nada- rectificó Changmin; dándose la vuelta y abriendo la cama, con intención de meterse en ella; pero Yunho se había empezado a quitar también la ropa; aunque esta vez no lentamente, como había hecho con su amigo; sino casi con urgencia. Y lo abrazó.
Changmin se quedó petrificado, al sentir ese cuerpo cálido contra el suyo que estaba demasiado frío.
-¿Y ahora? ¿Aún tienes frío?- Preguntó Yunho mientras los introducía a ambos dentro de las mantas.
-No- Susurró Changmin, escondiendo la cabeza en el pecho de su amigo mientras cerraba los ojos. Rezando para que todo no fuese más que un bonito sueño.
Deseando que durase eternamente.
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Changmin se revolvió inquieto entre las sábanas sintiendo como el calor provocaba que las mantas se pegaran a su piel.
Se destapó preguntándose quién habría puesto tan fuerte la calefacción antes de notar que a su lado, un cuerpo humano le transmitía la mayor parte del sofoco.
Apartó su brazo incorporándose un poco; sintiendo como se mareaba al hacerlo.
Y de repente recordó lo que había ocurrido hacía unas horas.
EL rechazo.
La huída.
La lluvia.
El reencuentro.
Cerró los ojos sintiendo aún la mano de Yunho acariciando su pelo, como había hecho hasta que se había dormido y se giró mirando como se revolvía también inquieto.
-Yunho…- susurró apartándole el pelo de la frente mientras su hyung gemía dándose la vuelta.
Se sentó, observándolo con una sonrisa; había venido él. Ni Jae. Ni Yoochun. Ni Junsu. Él.
El mayor abrió un poco los ojos al sentir como una mano caliente le apartaba el pelo del rostro provocando en él unas agradables cosquillas.
Y sonrió inconscientemente antes de ver que era Min el que lo observaba sentado a su lado.
-¿Qué haces despierto?- Preguntó todavía medio dormido, incorporándose también y sonrojándose al ver su torso desnudo.
-Hace demasiado calor- Susurró Changmin, sin atreverse tampoco a mirarlo.
Yunho volvió a ponerle la mano en la frente, sintiendo el calor; pero ya no era tan intenso como unas horas antes. Sonrió aliviado.
-Creo que estás mejor- Dijo sintiendo como de repente la temperatura del pequeño subía.
-Yo no lo pienso- Gimió Changmin sintiéndose realmente mal; su vista empezaba a desenfocarse y todo le parecía extremadamente lejano.
¿Estaría Yunho realmente allí? Medio desnudo frente a él; como hacía tanto que soñaba.
Sí, lo estaba. Y él se estaba comportando como un cobarde al no aprovechar la situación; porque no habría otra como esta.
-Yunho…- Comenzó sintiendo como le costaba incluso hablar. Tenía la boca seca y pastosa al mismo tiempo. Cerró los ojos tratando de encontrar las fuerzas que le faltaban para decir lo que quería -Gracias- El líder clavó su mirada oscura sorprendida en el pequeño.
-¿Por qué?-
-Por… Venir a buscarme, por quedarte conmigo- un suspiro siguió a las palabras de Min. Había fallado. No había logrado declararse.
-Es lo que hacen los compañeros, los amigos- Respondió Yunho; también decepcionado.
-Ya… Claro- El pequeño agachó la cabeza y las palabras salieron solas de sus labios; aquellas palabras que tanto lo angustiaban.
-¿También lo hubieses hecho con Jae?- Preguntó; clavando ahora su mirada en los ojos del mayor. Haciendo que ambos se estremecieran.
Yunho tuvo que tragar dolorosamente antes de responderle.
Tal vez había llegado el momento.
-Sí- Respondió haciendo que los ojos del pequeño se apagaran y su respiración se hiciese más fuerte, como justo antes de llorar.
-Pero no hubiese disfrutado tanto- Changmin levantó los ojos sorprendidos; sin saber como tomarse aquello. Sin estar seguro de si era una declaración torpe o unas palabras amables para que se sintiera mejor.
Pero el siguiente acto de Yunho no dejó lugar para la duda; se acercó a él; hasta que sus labios se juntaron en un corto y suave beso.
Yunho se separó notando como el corazón le latía desbocado en su pecho. ¿Realmente acababa de hacer eso? No se atrevió a mirarlo cuando se apartó de su lado y bajó los pies al suelo; con intención de vestirse y marcharse de allí. Estaba avergonzado; realmente avergonzado. Pero sobretodo asustado.
Porque sabía que ahora todo sería diferente; y no necesariamente mejor.
Tal vez si no lo hubiese hecho; hubiese visto que Changmin se había quedado petrificado en su sitio; rozando sus labios con la punta de los dedos; hasta que, lentamente, una sonrisa se asomó en su rostro.
Pero no era la sonrisa que les dedicaba a las cámaras o a las fans.
Era una sonrisa realmente feliz.
-¿Hyung por qué te vas?- Preguntó Changmin abrazándolo por la espalda y cerrando los ojos con fuerza. Sintiendo su sangre circular deprisa por sus venas. Viva.
Yunho dio un respingo al sentir los brazos del pequeño rodear su cintura con fuerza. Se giró con lentitud; devolviéndole el abrazo con tanto ímpetu que acabó medio tumbado encima de su amigo; que ahora estaba de espaldas a la cama.
-No me voy-
Y volvió a besarlo; esta vez más profundamente. Sintiendo como sus cuerpos subían de temperatura al mismo tiempo.
-Te quiero- Susurró Min al oído de Yunho; haciendo que este sintiese un escalofrío por todo el cuerpo. No iba a dejarle dormir esa noche.
-Yo también-
Volvió a besarlo, susurrando palabras incomprensibles por culpa de los jadeos a su oreja.
Estaban tan entregados que no escucharon como alguien picaba a la puerta hasta que los sonaron casi como disparos.
Yunho se levantó de la cama a regañadientes, mientras Changmin se incorporaba un poco sonriendo todavía ruborizado.
Se levantó al escuchar unas voces conocidas entrar a la habitación como torbellinos.
-¿Así que haciendo perversidades eh?- Rió Yoochun al ver al pequeño en ropa interior al igual que su líder.
-No es eso Changmin estaba helado y yo sólo…-
-Le abrazaste desnudo para darle calor- Culminó Chunnie; haciendo que esas palabras sonaran totalmente lascivas.
Los interesados se sonrojaron, mientras el resto se reía con ganas.
-Tenemos trabajo recordáis?- Preguntó Jae, cogiendo una botella de agua del minibar.
-Mierda- Yunho se puso la camiseta con prisas, mientras le dirigía a Changmin miradas de decepción.
Min hizo lo mismo; sabiendo que su momento se había terminado.
Por ahora. Pensó con una sonrisa; antes de tomar la mano de su líder; que se la apretó con fuerza y salir al exterior.
Suspiró al ver a los empleados mirarlos con cara de asombro.
Volvía a ser Max.
-Estamos juntos en esto- escuchó como Yunho le susurraba a la oreja. Y se sonrojó de nuevo; sintiendo por primera vez que dentro de si mismo había lugar para dos almas.
Max y Changmin.
Fin
bello me encanta este fic
ResponderEliminarprecioso!!! ame este homin fue muy dulce!!!! *o*
ResponderEliminarpero el hyung(hermano mayor) es yunho entonces como es que yunho le decia hyung a min quien es su dongsae(mas pequeño)??no entiendo :S
ResponderEliminarjeje lo de hyung capaz fue un error, pero no importa por que esta demasiado hermoso!, haaa la lluvia!!! me encanto!!!
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