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Arualthings

Ai Maid Café capitulo 14

Sentir los latidos de un corazón.



YooChun jugó con los platos en sus manos y los colocó graciosamente sobre la mesa frente al televisor. JunSu sonrió en cuanto lo vio susurrar una canción de navidad mientras YooChun lo miraba y bailaba colocando todos los utensilios sobre la pequeña mesa.

Hubo un corto momento en el que Park se acercó, lo suficiente como para poder robarle un corto beso de los labios y luego volver a lo suyo, JunSu amplió su sonrisa y tarareo levemente la canción.


—Ya está. Podemos cenar.


JunSu asintió y sonrió.


—Pizza en navidad.


YooChun asintió y le extendió una pequeña servilleta a Kim, quien no podía borrar esa sonrisa de su rostro. El leve ambiente caliente por la calefacción y el aroma de la pizza inundaban el lugar mientras afuera empezaba a nevar una vez más.


—Usualmente… La gente cree que solo en la navidad podemos sentirnos así.— YooChun le extendió una copa con vino a JunSu, mientras Kim lo observaba atentamente, a cada una de sus palabras. –A mi me gustaría que la gente entendiera, que no solo en navidad nos podemos sentir cálidos, amables, y felices.

—¿Eso es lo que quieres pedir en navidad?

YooChun negó, levantando un poco su copa.

—No sé lo que quiero pedir en realidad. Quisiera pedir que el mundo se volviera un poco mejor, y que comprendamos que todos los días pueden ser navidad, que no es necesaria una fecha para ser mejores personas, no necesitamos una fecha para ayudar, pero al mismo tiempo quiero pedir estar así, contigo por siempre. ¿Es… Egoísta?


JunSu sonrió y besó cortamente los labios de YooChun.


—Tú pide por un mundo mejor, y esta navidad yo pediré por los dos.


YooChun le quitó la copa de las manos a JunSu y junto con la suya, las colocó sobre la pequeña mesa, tomó el rostro de JunSu con algo de suavidad y comenzó a besarlo, con la misma lentitud de saber que no hay nada más allá fuera que ambos.

Pero cuando el timbre del departamento, sonó. Ambos sonrieron.

YooChun se paró y caminó hasta la puerta, cuando la abrió un delicioso aroma llegó hasta su nariz y JunSu de inmediato estuvo a su lado, HeeChul y Siwon se encontraban justo frente a él. Con unas bufandas gruesas por el frío.


—Feliz navidad.

HeeChul levantó un poco la gran bandeja que tenía en sus manos y Siwon hizo lo mismo con unos pequeños recipientes que sostenía también.

—No queríamos que murieran de hambre en navidad.

JunSu rió un poco, pero aún así ayudó a Siwon con las pequeñas bandejas que llevaban y entraron al departamento con una pequeña sonrisa en el rostro.


—Huele delicioso. ¿Qué es?
—Si huele delicioso quiere decir que Siwon no metió mano ahí.


YooChun estaba a punto de robar un pedazo del Pavo que le habían traído pero el golpe en la cabeza lo hizo detenerse, Siwon le sonrió irónicamente y se cruzo de brazos.


—Es pavo a la naranja. Esperamos que les guste.
—Gracias, íbamos a comer pizza.
—Lo sabía, si fuera por ustedes, mueren comiendo cualquier cosa.


YooChun le sacó la lengua a HeeChul y abrazó por la espalda a JunSu.

—Nos vamos.
—¿Tan pronto?
—Es tarde y no queremos que nos de la media noche en la calle.


HeeChul les brindó un leve abrazo a ambos y lo mismo Siwon. Cuando ambos volvieron a cruzar el umbral de la puerta, YooChun entrelazó su mano con la de JunSu mientras cerraba la puerta.


—Un milagro de navidad.


Junsu rió y corrió a la cocina para poder servir la cena navideña que sus amigos le habían traído esa noche.







Tal y como lo había imaginado.

El departamento de Rain era amplio y elegante. ChangMin se quitó la leva que llevaba puesta con cuidado, puesto que la calefacción dentro del departamento era abrigador, sin embargo quiso mantener la bufanda un rato más en su cuello.


—Voy por un poco de vino.


Rain dejó las llaves sobre la mesita de entrada y ChangMin asintió con una sonrisa en los labios, caminó hacía el gran librero que había y sus ojos brillaron al notar un montón de libros que le hubiera gustado comprar.

Luego recorrió el gran ventanal que había y observó iluminada Akihabara de esa noche, a pesar de la nieve, tras ese vidrio la ciudad se veía realmente bien, como un gran paisaje. ChangMin respiró hondo y cuando vio la imagen del mayor acercarse por el reflejo, entonces giró.


—No te emborrachas con el vino. ¿Cierto?


Cuando Rain escondió la copa tras su cuerpo, hasta esperar una respuesta, ChangMin rodó los ojos y se la quitó de las manos. Oliendo el delicioso contenido y caminando hacia los sillones negros que había en la pequeña sala.

Se sentó con tranquilidad y Rain casi de inmediato lo imitó, un inconcreto nerviosismo lo rodeó casi por completo y bebió el vino que tenía casi de una tomada, por lo cual Rain enarco una ceja y sonrió gracioso.

—¿Y eso?
—Estoy nervioso.

Dos segundos después ChangMin se dio cuenta de que no debió haber dicho eso, por eso cuando miró a Rain con algo parecido a la consternación, el mayor rió abiertamente frente a Shim quien solo quería hundir la cabeza en cualquier lugar donde Rain no lo pudiera ver.


—Voy a creer que el licor hace que digas tus verdades.
—Cállate… Mejor cambiemos de tema.

Por el momento, ChangMin optó por dejar la copa sobre la mesa y suspirar levemente, sin embargo Rain bebió un poco de su vino y dejó la copa igualmente sobre la mesa, con la diferencia de que se empezó a acercar al menor.

ChangMin entonces sintió su pulso acelerado, por que estaba en navidad, con el olor de una cena deliciosa en el ambiente, a solas con Rain en su departamento, nevando y con una vista perfecta desde donde se encontraba, con un poco de vino en sus labios.

…Y ChangMin estaba, luego de comprender aquello, aún más nervioso.

Rain acercó sus rostros, ChangMin por un momento cerró los ojos y pegó la barbilla a su pecho, como si en realidad no supiera que hacer, el problema era que en realidad en ese momento pensaba demasiado.


—¿Me amas?


La voz baja y susurrante de Rain llegó a sus oídos de una manera casi embriagante y envolvente. Cuando Shim abrió los ojos Rain estaba tan cerca a su rostro que por apenas un centímetro y sus labios se rozaban.

ChangMin mordió su labio inferior y lo miró a los ojos, por que ahora que lo notaba él se encontraba semi apoyado en el brazo del mueble y Rain con un brazo en el respalda, se encontraba casi sobre él.

Respiró hondo y cerró los ojos.

—…Si.

No pudo verlo en ese momento, pero cuando pronunció aquellas dos letras, aunque fuera con una voz algo débil, la sonrisa de Rain en ese momento fue totalmente dulce, como si hubiera esperado por esa respuesta demasiado tiempo.

—Yo también te amo, Min.

Y mientras Rain pronunciaba esas palabras, ChangMin podía sentir sobre su rostro las caricias de la mano de Rain sobre su rostro. Y cuando sus labios encontraron a los suyos, lentamente ChangMin se permitió pasar sus brazos por encima de los hombros del mayor.

Entonces, si. Estuvo casi recostado sobre el sillón con el sabor a vino entre sus labios y con Rain demasiado cercano a su cuerpo, jugando con el cabello del mayor, y sintiendo una mano de Rain en su cuello y la otra en su espalda.

Y aunque la mano en su espalda se encontraba sobre la ropa, aún así ChangMin volvió a sentir los nervios de no saber si estaba haciendo lo correcto en ese momento. Por eso cortó el beso y alejó un poco a Rain, decidiendo mirar a cualquier otra parte.


—¿Qué sucede?


Y sinceramente ChangMin no contaba con la posibilidad de que Rain se lo pudiera preguntar directamente y lo más preocupante de todo era que ChangMin no hallaba las palabras para decir que odiaba ser consciente de que Rain era más experimentado que él, por lo menos sin sonar tan patético.


—Es que… Yo no… Bueno…
—Estas nervioso.


La conclusión de Rain y su sonrisa conciliadora fue suficiente, el mayor arregló uno de los mechones de su cabello ahora despeinado.


—Min… Yo no te traje aquí para que estuviéramos juntos, menos aún si tú sientes que todo esta yendo demasiado pronto o algo así. Yo quise que vineras por que quería que pasáramos la navidad juntos. Yo jamás, óyeme bien, jamás te obligaría a algo que no quisieras.


ChangMin sonrió y asintió algo consternado en realidad, principalmente por que según sus palabras Rain creía que lo detenía por que todo era demasiado pronto. ¿Quería decir entonces que Rain pensaba que él ya tenía experiencia?

Oh, santa suerte que nunca estaba de su lado. Rain lo abrazó y ChangMin suspiró entre sus brazos. Se suponía que debería tener experiencia, es decir tiene dieciocho en plena etapa hormonal, debería tener experiencia. Por un momento pensó que YooChun tenía razón cuando le decía que era un mocoso.


—¿Todo bien?
—Si, no te preocupes.

Rain le dio un corto beso y se levantó, estirando una vez más su mano hacía él, ChangMin entrelazó sus manos y Rain lo comenzó a guiar hacía la cocina.


—¿Te parece si empezamos a servir la cena?
—…Eh… Si.


Y ChangMin ya no miraba el camino, simplemente se dejaba guiar, por que en ese momento, ver su mano entrelazada con la de Rain había producido en su rostro una enorme sonrisa y un sentimiento de pertenencia que no cambiaría por nada y que sería su regalo de navidad en esa noche.






TaeMin esa noche de veinticuatro de diciembre abrió la puerta de su casa cuando escuchó el timbre sonar, tenía apenas un buzo y un jean puestos, el cabello algo alborotado y mientras su familia reía por los chistes malos de su padre junto a la chimenea y TaeMin solamente negaba con la cabeza.

Sin embargo sus ojos se encontraron con un muchacho que sostenía entre sus manos una pequeña caja que tapaba su rostro, se apoyó en la puerta y enarcó una ceja, un corto suspiro emitió de sus labios, no necesitaba mirarlo por más de dos segundos para saber de quien se trataba.


—No se por que de pronto me has dejado de hablar, pero es época de paz, amor y de perdonar a los estúpidos de tus amigos.


MinHo bajó el regalo y cuando los ojos de TaeMin se cruzaron con los de su mejor amigo, fue casi inevitable no sonreír al ver la cara de niño arrepentido por alguna travesura que Choi llevaba en ese momento.

Cuando MinHo estuvo a punto de dar un paso hacía él, TaeMin optó por enderezarse y mirar fijamente a los ojos del mayor.


—¿Te sigue gustando Rain?


MinHo torció sus gestos, confundido.


—¿Qué? ¿Qué tiene que ver con esto?
—Solo responde.
—…Pues si.
—Adiós.


Ni siquiera lo dudó, cerró la puerta frente a los ojos sorprendidos de MinHo y por unos segundos se apoyó en la puerta, cerrando los ojos y pidiéndole a su corazón que por favor dejara de latir tan rápido cada vez que lo veía.


—¡TaeMin!— Se escucharon unos pequeños golpes en la puerta, y ante eso no le quedó más que sonreír. –Oye, me costó encontrar el regalo.— Dos golpes más y MinHo parecía no tener la intención de marcharse. —¡Tae!


Abrió la puerta una vez más, con un gesto resignado en el rostro, algo, que probablemente Choi no notó. Le regaló una pequeña sonrisa a su mejor amigo y MinHo se lanzó a sus brazos con una radiante sonrisa antes de abrazarlo.


—¡MinHo!


Escuchó la voz de su madre desde la sala y por supuesto su amigo giró con una sonrisa hacía donde el resto de la familia Lee se encontraba, tomó el regalo entre sus manos y únicamente lo vio acercarse a sus padres a saludar como cada año en navidad.


—Señores ¿Pueden creer que su hijo casi me deja afuera con este clima que hay?
—En serio que Tae se pasa de malo con alguien tan lindo como tú.
—Si ya sé señora, pero ya estoy acostumbrado a sus bromitas raras.

—¿Y? Supongo que este año también te nos llevas a Tae para fin de año.
—Por supuesto señor, no hay mejor celebraron para fin de año que en Infinity, la pasaremos muy bien y le prometo que Tae regresa sano y salvo.


Así que mientras MinHo sociabilizaba con sus padres, TaeMin optó por mejor abrir su regalo y sacar la pequeña cadena que recitaba ‘Best friends’ y aunque era verdaderamente llamativa, no le importó, aunque por un momento llegó a fastidiarle el hecho de que a pesar de sus años de amistad, MinHo no se diera cuenta.

Dejó el paquete del regalo sobre las escaleras y se colocó la cadena con cuidado, con un suspiro y una pequeña sonrisa en los labios, cerró la puerta y mientras caminaba de regreso a la sala pudo escuchar la risa fresca de MinHo.

Un suspiro salió de sus labios. –…Idiota, MinHo.






—¡No! Y tenías que haberlo visto en la obra de la escuela.
—Era el príncipe y le salían mejor las líneas de la princesa.
—¿A que se dio haber visto linda? Es decir… lindo.
—¡Lindísimo, YunHo! Tienes que haberlo visto, es más creo que hay fotos.


—¡Ok, basta!


JaeJoong se levantó del sillón y miró a todas sus hermanas y madre con odio mal disimulado, SungMin ya se había marchado a pasar la navidad con su familia hace rato y por tanto eran todos contra él, incluyendo a YunHo por supuesto.


—Todas ustedes dejan de hablarle de mi y mi pasado a YunHo y se quedan tranquilas calladas, casi como si no existieran y tú madre, por favor, ya deja de enseñarle fotos de cuando yo era pequeño a YunHo. Y tú YunHo deja de divertirte con mi pasado.


Hubo un denso silencio en el que solo YunHo tuvo el valor para no soportar más la risa, tapar su boca y empezar a reír bajamente pero cuando JaeJoong rodó los ojos la risa de todos los presentes fue audible y JaeJoong bufó con fuerza volviendo a sentarse.


—JaeJoong quería ser cantante cuando era niño.
—Y canta muy bien.
—¿Lo has oído cantar? Nunca canta para nosotras.

—Por supuesto que lo he escuchado, y es muy bueno. Es más tengo otros amigos que cantan y debo decir que es su voz la que más me gusta.
—Aww~


JaeJoong realizó una mueca de desesperación y decidió optar mejor en ir un rato a la cocina, ya habían cenado y este era el peor momento post cena, cuando se debía nada más conversar hasta esperar las campanadas que indicaban la llegada de la navidad.

Traer a YunHo no había sido tan buena idea. Es decir, prácticamente lo ignoraba por estar concentrado en sus hermanas y su madre. Y eso eso hasta cierto puno era desesperante/tenebroso.


Escuchó el celular de YunHo sonar, se asomó un poco desde la cocina y vio a YunHo pedirle permiso a todas las mujeres de la casa Kim mientras se levantaba para poder contestar la llamada en el jardín.

JaeJoong sonrió un poco y se apresuró en servir un poco de chocolate caliente en los pequeños jarrones, por fin tendrían al menos un momento a solas. Caminó con los jarrones en las manos y antes de salir miró a todas las mujeres en la sala.


—Ni se les ocurra salir, su estado social con YunHo terminó aquí.

Y a pesar de que vio la sonrisa cómplice de su madre y sus hermanas prefirió no decir nada mientras ellas se levantaban y alegaban que no importaba, después de todo ya empezaba a ser tarde y necesitaban su sueño de belleza.


—Claro, igualmente. Felices fiestas para ti también.


Espero un momento apoyado en la pequeña pared blanca mientras YunHo conversaba por el celular, por lo que pudo escuchar aparentemente con Boa. El humo y olor delicioso del chocolate pareció llegar hasta YunHo por que de pronto giró hacía él, le regalo una sonrisa y le pidió que esperara un poco.


—Esta bien, nos vemos.


Luego de esas palabras, YunHo por fin termino con la llamada y guardó el celular en su bolsillo, Jaejoong le extendió uno de los jarros y la expresión de YunHo cambió por la de una persona llena de satisfacción en ese momento.

—Luces muy feliz.
—Hace mucho que no pasaba la navidad con una familia de verdad.
—¿Te agradó mi familia?


YunHo rió abiertamente, expresión que luego de unos segundos quedó en una amplia sonrisa mientras miraba el jardín y sostenía la taza con chocolate en las manos, con el cálido humo llegándole a la cara.


—La verdad es que tu familia está tan loca como tú, pero… Son una familia, que se quiere, no importa que. Supongo que extrañaba eso, sentirme así, parte de algo o de alguien. No quiero decir con esto que con los muchachos no me sienta igual, pero…

—Es diferente, por la manera en que lo percibes.


YunHo giró hacia Jaejoong y asintió, chocando sus tazas en el proceso.


—Me encanta la manera en la que pareces leer mis pensamientos.


JaeJoong sonrió y bebió un poco del chocolate que tenía, YunHo se sentó en el pequeño escalón que había, perdiendo la mirada entre el pequeño césped y las pocas rosas que habían agrupadas en unas esquina del lugar. JaeJoong hizo lo mismo, manteniendo una corta distancia entre ambos.


—Feliz navidad, YunHo.
—Feliz navidad, Jae.


Habían muchas cosas a las que le costaría acostumbrarse antes de nada, pero cuando se sentía así de cerca a YunHo, a Jaejoong a veces no le resultaba tan difícil sentirse cercano a él, en medio de un proceso que no está seguro desde cuando comenzó a vivir.

Por eso, aunque le costó reunir un poco de valor, esperando que YunHo no dijera algo, en medio de ese agradable silencio. JaeJoong optó por apoyar lentamente su cabeza sobre el hombro derecho de YunHo.

Jung no se movió ni dijo algo al respecto, a cambio únicamente sacudió los cabellos de Kim y sonrió. Antes de beber un poco de chocolate y sentir la misma calidez que JaeJoong sentía en ese momento.







JunSu miraba la nieve caer en ese momento.

Desde el balcón en el departamento de YooChun con una pequeña copa con vino en la mano, así de simple JunSu observaba la hermosa imagen frente a sus ojos. Pudo escuchar los pasos de YooChun y ni siquiera se inmutó cuando sintió sus brazos rodeándolo por completo.

La quijada del mayor estuvo encima de su hombro, sus rostros juntos y JunSu cerró los ojos para poder guardar en sus recuerdos aquel maravilloso momento.

—Feliz navidad, Su.
—Feliz navidad, Chunie.







La moto de Siwon iba una velocidad moderada.

Por eso, cuando el sonido de las campanadas llegó hasta él, HeeChul se tomó la molestia de levantar un poco la cabeza y sonreír. El aire de la noche, más la poca nieve que caía, mientras se deslizaban por las calles de Akihabara lograron que HeeChul emitiera un pequeño suspiro.


—Feliz navidad, Siwie.


Se apoyó en la espalda de Siwon y se abrazó un poco más a su cuerpo, cerrando los ojos y escuchando a lo lejos un leve ‘Feliz navidad, Chul’ que seguramente por el casco no alcanzó a escuchar bien.






El cabeza de la familia Lee fue el que hizo explotar las pequeñas serpentinas, todos aplaudieron con una sonrisa en el rostro, MinHo rió cuando vio a la mamá de TaeMin sonrojarse cuando su esposo le robó un beso.

Buscó con la mirada a su mejor amigo y lo encontró parado frente al árbol, observando con atención la estrella que se encontraba hasta arriba, con una pequeña copa con rompope en la mano.


—¡Feliz navidad, Tae!


Y se colgó del cuello del menor, con una sonrisa en el rostro y desestabilizando la etérea imagen que por un momento TaeMin había estado proyectando, TaeMin murmuró algo que no escuchó bien, pero supuso que eran sus felicidades también.

No importaba, por el momento, realmente no importaba.

Por que abrazado asía a TaeMin, MinHo se sentía bien.






—Feliz navidad…


Cuando su voz y la de Rain se juntaron al mismo tiempo ChangMin se permitió reír ante aquello, Rain tomó su mano por encima de la mesa y le sonrió sinceramente. Se encontraban aún cenando, en el gran comedor dentro del departamento, de extremo a extremo.

ChangMin suspiró y decidió hacer lo que desde un principio había querido hacer, tomó sus platos y los movió exactamente al asiento junto a Rain, volvió a colocar las servilleta sobre sus piernas y sonrió abiertamente ante a Rain.

En medio de esa cercanía Rain se acercó besó sus labios una vez más y ChangMin cerró los ojos, sintiendo entre besos como a medias le pronunciaba un ‘Te amo’ y alegrándose por no dejar de sentir extremadamente bien con cada segundo que pasaba a su lado.







YunHo dejó el pequeño jarrón a un lado, una vez hubiera terminado.

JaeJoong comió el pequeño malvavisco en sus manos y se abrazó un poco así mismo por el frío. Había extrañado Corea por muchas cosas y situaciones, pero hoy, junto a YunHo, en vez de sentir que había jalado una parte de Japón con él.


…En realidad se sentía completo.


¿Crearían los sentimientos esa hermosa percepción? Probablemente si, aunque prefería pensar en que todo era tan fácil, calmado y sin complicaciones con YunHo que incluso su relación aunque llena de discusiones y peleas, era normal.

Con ese razonamiento pensó en que no habría nada de malo en confesarle lo que sentía, que sería fácil y no le costaría nada, en este momento lo sentía demasiado fácil, pero tal vez era fácil por que YunHo no lo estaba mirando a los ojos.


—¿Por qué luces tan pensativo?
—Por que tengo muchas cosas en las que pensar.


YunHo sonrió ante la respuesta de JaeJoong y dio un corto suspiro.


—¿Sabes? Las cosas no siempre resultan como uno quiere.
—¿A que te refieres?


—Cuando iba a casarme creí que la amaba más que a mi mismo, todo era tan… Perfecto. Nos llevábamos de una manera tan única, nunca me había llevado de esa manera con alguien, tan confidencialmente, tan bien. Dios… La amaba de verdad.


Jaejoong miró a YunHo, no tenía molestia alguna de que YunHo le hablara de Seulgi, por que de algún modo, sabía que eso iba a suceder, en cualquier momento. Por que Seulgi fue importante y probablemente hoy, YunHo pensaba cerrar la puerta a esa historia.


—Luego ella me lastimo, y todo se esfumó tan fácilmente como si en realidad nada hubiera pasado entre nosotros. Pero tuve la oportunidad de aprender muchas cosas y por supuesto de conocerte.


En ese momento YunHo, lo miró, le sonrió y golpeó levemente su brazo, JaeJoong se paralizó por que no sabía en realidad como debía tomar aquello.


—Después intenté alejar las relaciones por completo de mi, en un principio pensé que estaría bien quedarme solo para siempre, luego de un tiempo me dije a mi mismo que no, que era mejor darme un poco más de tiempo y entonces tal vez lo intentaría. Y de repente un día me levanto con la firme idea de que ese momento llegó.


JaeJoong agachó un poco la cabeza y respiró profundo, por que esa conversación estaba tomando un rumbo desconocido, y de pronto toda esa fuerza con la que había contado desde el comienzo ya no estaba presente.


—Yo…


Pero ya no quería dar más vueltas entre sus sentimientos y los que YunHo podía sentir, por que JaeJoong a pesar de todo lo que puede llegar a ser, siempre a sido en extremo confiado y sincero, por que él puede expresar lo que siente y no temerle a sus palabras.


—YunHo tu me gustas, no, es mas que eso, te quiero, mas allá de lo que mi cerebro puede procesar, de lo que tu estúpido cerebro pueda entender y de lo que a mi gustaría aceptar, pero es así, y si me preguntas no quiero cambiar. Es así, me gustas, te quiero y posiblemente…


Y parece que toda su valentía tuvo un corto tiempo de vida, por que de pronto las palabras murieron en su garganta y le costó incluso respirar profundo, agachó un poco la cabeza y mientras veía su mano apoyada en el pequeño escalón en el que se encontraban sentados, vio también como la mano de YunHo se deslizaba hacía la suya con lentitud. Hasta posarla justo encima de la suya.


—Te amo, Jaejoong.— Para ese momento, ya no hablaba, levantó la mirada y vio el rostro sonriente de YunHo. —¿Por qué siempre te tienes que adelantarte a mis palabras?— Una de las manos de YunHo estuvo sobre su mejilla y él se tuvo que quedar mudo. –Estaba a punto de decírtelo.


Ocurrió tan lentamente como la primera vez, YunHo fue el que se acercó, el que unió sus labios y JaeJoong en esta ocasión cerró los ojos, complementándose ambos en un solo beso, el primero beso entre ambos que realmente contaba.

Pero JaeJoong se alejo un rato, mordiendo su labio inferior y con las manos sobre el pecho de YunHo.

—¿Es en serio?
—JaeJoong yo no ando por la vida besando a cualquiera que se me cruza por el camino.
—Pero…

—¡Demonios, solo cállate!


Y con una sonrisa divertida en los labios, YunHo se volvió acercar, esta vez poniendo una mano en su cuello y acercándolo para que pudieran estar verdaderamente cerca, los suspiros de JaeJoong lograban inundar el alma de YunHo en ese momento y cuando el aire fue necesario y se alejaron, YunHo le dio un corto beso sobre los labios antes de alejarse verdad.

JaeJoong en ese momento le dio un pequeño golpe, en el pecho y arrugó el entrecejo y YunHo no comprendió.

—No me mandes a callar.

YunHo rió ante esas palabras y el puchero que JaeJoong hizo en ese momento. Fue inevitable no tener esa necesidad de tenerlo entre sus brazos y abrazarlo con fuerza, así que mientras tenía a JaeJoong abrazado, bajo el nivel de su voz y susurro muy lenta y sensualmente.


—Dilo… Termina lo que habías empezado, Jae.


Pudo sentir el cuerpo de JaeJoong estremecerse con el sonido de su voz y eso bastó para que YunHo supiera lo que JaeJoong sentía, aún así escucharlo sería tan agradable. JaeJoong se apegó un poco más a su cuerpo y suspiro.


—…Te amo… YunHo.


Sabía lo difícil que se le haría a Kim pronunciar esas palabras, por eso lo alejó un poco y besó sus labios una vez más. Aún demasiado nerviosos como para comprender lo que acababa de suceder, prefirieron continuar abrazados un rato más.

YunHo besó el cabello de JaeJoong y luego se apoyó ligeramente a él, sintió la mano de JaeJoong buscando la suya, sintió como entrelazaba sus dedos con suavidad y se quedaba así por un largo rato.

Todavía el corazón le latía agitado, todavía sentía la respiración inconcreta, todavía había estragos de su confesión en el aire. Pero justo en ese momento YunHo cayó en cuenta de que estaba en Corea, donde todo había terminado en su vida una vez hace mucho tiempo.

Y el día de hoy, de la mano de JaeJoong, gracias a él, estaba a punto de comenzar una vez más.

3 Comentarios:

  1. Anónimo8/18/2011

    que lindo me encanto !!!

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  2. Anónimo8/19/2011

    OH DIOS MÍO!

    Te juro que me encanta la historia, me encanta la forma en que narras cada hecho y acto de los personajes y tienes una forma muy particular para hacer que la situación se adecue con el ambiente romántico y rodeado de ternura <3

    Ahora sí es definitivo, este fic es mi fic favorito *A*

    Muchas gracias por escribir un fic tan genial!

    Meguri.

    ResponderEliminar
  3. minato-chan11/27/2011

    uwaaaaa sencillamente hermosooooo por dios no me espero una confesion tan bella y awa no se ni que decir sin palabras ame y amo este cap es hermoso muchisismas gracias por el cap XD (aun en la nube del yunjae )

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