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Arualthings

Se Solicita Novio Cap 9

Punto de Desequilibrio.



¿Si o no que YunHo besa realmente espectacular?


JaeJoong se había acomodado con tanta facilidad en el asiento del copiloto en el carro de YunHo que el recordar aquellas palabras sinceramente lo molestó. Llevó una mano a su estómago y pensó que ese retorcijón al imaginar a YunHo y YooChun besándose no podía ser normal.

—¿Te sientes mal?

Cuando YunHo después de varios minutos de silencio por fin se digno a hablarle. Kim tuvo que reconocer que no se encontraba bien, el alcohol todavía tenía mucha influencia en él y el movimiento del carro no estaba ayudando.

—Por favor detén el auto.
—¿Qué? ¡No! JaeJoong ni siquiera se te ocurra, acabo de mandar a lavar el carro.

Si no se hubiera sentido tan mal como en ese momento, JaeJoong hubiera muerto de risa al ver el rostro de Jung y por supuesto al notar lo impresionantemente rápido que YunHo frenó.

—YunHo… ¿Es cierto?

—¿El que?— JaeJoong suspiró, acercándose al rostro de YunHo quien lo veía un poco intrigado por el cambio abrupto que había sufrido su prometido. Repentinamente se veía mal y ahora tan solo lo absorbía con su mirada —¿Estabas fingiendo?

—No, el movimiento del auto en verdad me estaba empezando a afectar pero no lo suficiente. Solo quería que habláramos.

YunHo rodó los ojos, lo que JaeJoong había hecho con las manos en la fundación, lo mucho que lo había sorprendido. Empezaba a borrarlo con los pies, con su actitud de esta noche. Portándose tan infantil y engreídamente al mismo tiempo.

—JaeJoong…

—Una vez escuche…— Por primera vez en su vida a JaeJoong le costó mantener la mirada en aquellos ojos cafés, y sinceramente prefería pensar que era todo culpa del alcohol –…Que los besos son el lugar donde se esconde el amor. ¿Tú crees que eso es verdad?

—…No lo sé.

—¿Entonces por que besaste a YooChun? ¿Por qué te desapareciste con JunSu quien sabe a donde, por que pareces tan cómodo junto a él? ¿Por qué intentas llamar la atención de ChangMin todo el tiempo? ¿Por qué dejas que Hyun Joong te afecte tanto? ¡¿Por qué todos ellos están siempre antes de mí?! ¡¿Por qué tienes que portarte igual que el resto del mundo y dejarme de lado?!

YunHo nunca creyó llegar hasta ese punto.

JaeJoong, el perfecto JaeJoong acababa de derrumbarse frente a sus ojos. Apretaba con sus puños el asiento de su auto y ya había bajado la mirada, cerrando los ojos fuerza. Si YunHo llegaba a ver lágrima alguna en ese rostro entonces si, se sentiría culpable.

No lo había notado hasta ese día. JaeJoong simplemente no era culpable de ser como era, después de todo JaeJoong era el resultado de una crianza llena de lujos, de unos padres que creyendo en que darle todo era ser buenos padres se habían equivocado. JaeJoong había sido así por muchos años.

Por tantos años que cambiar era difícil, tomaba tiempo.

…Y él no estaba siendo comprensivo.

YunHo no estaba siendo consciente de que Kim JaeJoong había tenido muchas aventuras, pero ningún amor. Estaba olvidando que JaeJoong estaba rodeado de personas, pero no de amigos. Y entonces decidió abrazarlo. Con toda la fuerza que le fue posible.

—Actuaste mal esta noche ¿Lo sabes?

JaeJoong solo asintió, hundiendo el rostro en su pecho y respirando dificultosamente mientras mordía su labio inferior. Jung no pudo evitar pensar que aquella situación era realmente tierna. Parecía que hubiera estado regañando a su hijo. Y ese abrazo, el aroma de Jae lo terminaron por envolver. Por que a pesar del ligero olor a licor en el muchacho.

…El aroma de Kim JaeJoong se empezaba a impregnar en su piel.





JunSu se encontraba en la entrada del edificio.

Con las manos en los bolsillos de su pantalón, con la mirada perdida y el viento moviendo su cabello corto. Con las misma tres palabras clavándose hondo en su mente y alma. Con la misma expresión indescifrable en su rostro… JunSu solo recordaba que esas tres palabras no podían ser mentira.


‘YunHo está comprometido’


Y lo suponía tristemente, alguien como YunHo no podía estar simplemente solo. Pero el hecho de que fuera JaeJoong solo volvía la puesta en escena aún más patética para él. Por que el muchachito JaeJoong ese, tenía fama de enamoradizo, de no tomar en serio a nadie. JaeJoong no lo merecía.

Incluso estaba seguro, de que JaeJoong jamás, hasta ahora había sentido lo mismo que él cuando ve a YunHo, esta más que seguro de que JaeJoong la primera vez que lo vio, no se sintió como se sintió él.

—¿Lamentándote por ir detrás de un hombre a punto de casarse?

JunSu giró, brevemente sorprendido ante el despreocupado comentario de YooChun.

—Yo no…

—Ni si quiera intentes negarlo, modelito— YooChun lo miró y sonrió –Casi te brillan los ojos cuando lo ves— JunSu se sonrojó y bajó la mirada, ver el piso era mejor que enfrentar aquellos profundos ojos –Eres… Demasiado infantil, ¿Tierno? No lo sé… Nunca había conocido a un chico como tu.

JunSu volvió a sorprenderse —…¿Es eso un halago?

—¿Desde cuando es un halago que a un chico le digan dulce o tierno?— La mirada fría y JunSu tuvo que admitir que aquel hombre en definitiva era difícil de entender. Sus palabras no coordinaban con sus miradas. Sin contar con el hecho de que no terminaba de entender ¿Era un halago o no?

—Supongo que no es un halago, viniendo de ti.
—¡Bingo! Ningún chico que se respete puede gustar que le digan dulce, tierno o infantil— YooChun buscó en su bolsillo un cigarrillo y no tardó demasiado tiempo en encenderlo. Dejar que la nicotina entrara en sus pulmones y el frío de la noche dejara de ser.

Lo que YooChun no sabía es que la campaña de JunSu se había basado principalmente en eso. Ser dulce, tierno e infantil. Y que recién ahora empezara a convertirse en un icono sensual, avanzando un poco más de acuerdo a su edad, no quería decir que hubiera olvidado como empezó. YooChun tampoco notó lo mucho que a JunSu le molestó su comentario.

—¿Entonces dices que es mejor ser un macho alfa dominante, protector y fuerte?
—Así es.— El humo del cigarrillo que salió de los labios de Park logró que arrugara el entrecejo, pero JunSu no solamente era lindo. Sino también muy observador.

—¿Un macho alfa dominante al que le gusta otro hombre?

Y las palabras acertadas de JunSu bastaron para que YooChun lo volviera a mirar, esta vez de manera diferente. Dejó el cigarrillo en sus manos y se acercó con lentitud al menor. Olvidando por un momento que había mucha gente a su alrededor, al igual que ellos esperando por su auto.

—Resultaste más interesante de lo que pensaba Kim JunSu.
—¿Interesante?
—Pensé que eras lindo y estúpido. Creyendo en el amor a primera vista y eterno. Pero ese comentario…— YooChun incluso se permitió reír brevemente –Fue muy de JaeJoong, frío y sin preámbulos.

—¿Piensas que soy igual que él?
—Te convendría, tus posibilidades de que quedarte con YunHo aumentarían si te le parecieras. Después de todo están comprometidos— YooChun palmeó su rostro una vez, con una sonrisa realmente despreciable. Entonces JunSu volvió a arrugar el entrecejo.

—Eso no quiere decir que YunHo sienta algo por él. Atracción cuando mucho y casi te puedo asegurar que tampoco es así. Lo de JaeJoong está noche fue acto impulsivo y estúpido. Jamás querría parecerme a él.

—¿Toque una fibra sensible?— YooChun sonrió –Entonces si te gusta YunHo, casi podría apostar que demasiado.
—¿Y a ti te gusta o solo quieres llevártelo a la cama?
—Algo de las dos cosas, si no me gustara entonces ni siquiera estuviera aquí hablando contigo.

—Entonces estás aquí evaluando a tu competencia.
—Tal vez.

Para cuando HeeChul llegó a la entrada, observar aquella mirada entre JunSu y YooChun fue verdaderamente anormal. Esos ojos parecían echar chispas. Y HeeChul pensó que debería intervenir como fuera.

—¿Nos vamos?

JunSu giró, sorprendido por no haberse fijado en la presencia del mayor.

—¿Vamos? ¿Para donde vas, Chul?
—Oh, voy a cenar con SuSu.
—¿SuSu?
—JunSu. En mi lindo apodo para él.

—¿Lindo como él?
—Por supuesto que si.

JunSu supo que la pregunta de YooChun fue intencional, su mirada desafiante se lo demostró. Pero JunSu no era como ChangMin, no. Claro que no, no se iba a poner a pelear hasta el cansancio con Park, él era más pacífico en ese sentido. Sonrió ampliamente y suspiró.

—Invité a cenar a HeeChul Hyung ¿Algún problema?
—No, ninguno.— Park tan solo volvió a fumar su cigarro mientras dejaba que el viento se llevara el humo.

—De todas formas, cuídate mucho Sexy Chunie— El abrazo por parte de HeeChul lo sorprendió un poco, sin embargo y en contra de sus propias convicciones correspondió al abrazo y sonrió –Saldré de viaje mañana temprano, así que no los veré en un buen tiempo.

—Oh, cuídate mucho entonces.
—Solo no se maten hasta que yo este de vuelta.

YooChun volvió a sonreír, pensando en lo mucho que le agradaba el primo de YunHo. Tan diferente a los otros cuatro muchachos con los que había convivido la noche de hoy. Observó al Ballet entregarle las llaves a HeeChul y los observó marcharse con tranquilidad. Lanzó un corto suspiro y pensó que su auto estaba demorando demasiado.

—¡Demonios! ¿Por qué no contesta?… De seguro se volvió a quedar dormido.

Miró hacia donde Shim se encontraba, parloteando constantemente contra el celular y aquella persona que parecía no querer contestar su llamada. Y observó por primera vez en toda la noche a ChangMin; descubriendo con asombro lo curiosamente ajustado de ese pantalón. No demasiado, pero si lo necesario.

¿Había seguido su consejo acaso?

Graciosamente, Shim giró en ese preciso momento, y mentalmente Park se lo agradeció puesto que al ver su rostro, recordó que Shim no era de su agrado y más que todo que él no tenía por que haber estado viendo aquella zona donde la espalda pierde el nombre.

—¿Qué pasa, Shim? ¿Ni el chofer puede dejar de ignorarte?
—Cállate, pervertido.
—…Y eso que recibe un sueldo.

YooChun se permitió reír gustoso. Por algún motivo le gustaba la manera graciosa en la que ChangMin arrugaba el entrecejo, al mismo tiempo que aquel movimiento chistoso que hacía con los labios cuando se enojaba. Lo pensó por un momento y rectificó, no. En definitiva no le gustaba nada de ChangMin.

Aprovechó la llegada de su auto para dar por terminada la absurda pelea y luego de dar la respectiva propina al Ballet Parking. Condujo un par de metros. Vio por el retrovisor a Shim quien seguía lamentándose por sus llamadas sin contestar y suspiró.

—De seguro ni siquiera sabe tomar un taxi. Un completo hijo de papi.

Retrocedió aprovechando la poca afluencia de carros y frenó justo frente a Shim. Por obviedad el menor, retrocedió un par de pasos y cortó la llamada.

—Vamos.
—¿A dónde?
—Al país del Mago de Oz— Sonrió burlonamente y ChangMin rodó los ojos –A tu casa ¿A dónde más? ¿A mi departamento? ¡Ja! No tienes tanta suerte, niño.

ChangMin tuvo que morder su labio inferior, solo para no terminar gritando todo aquello que se le había ocurrido con ese solo comentario. Sacudió un poco su cabello y exhaló aire de sus pulmones.

—Dichoso estuvieras de tenerme en tu auto, Park. No cualquiera tiene ese privilegio.
—Si, claro. Yo no soy tan ¿Afortunado? Como mi tío…— Shim estuvo a punto de hablar, incluso abrió la boca dispuesto a replicar, claro hasta que YooChun dio justo en el clavo —…Ó YunHo ¿Verdad?

—¿Te mantendrás callado hasta mi casa?
—¿Acerté?
—Mejor lárgate, Park.

Shim le dio una vez más la espalda, intentando hacer su veinteava llamada, y YooChun agitó con fuerza la cabeza. ¿Qué demonios le pasaba? Si tenía que ver el trasero de alguien entonces sería mejor que nadie el del modelito y no del niñito ese. Carraspeó levemente y decidió marcharse.

Se colocó el cinturón de seguridad y feliz de culpar al licor por sus extraviados pensamientos hacía Shim estuvo a dos segundos de arrancar nuevamente hasta que la puerta del auto se abrió.

—Sin comentarios. Y no me arriesgo a coger taxi a estas horas…— ChangMin se subió con la arrogancia en el rostro, sin mirarlo y prácticamente tratándolo como a su chofer, incluso estaba seguro que ni a su verdadero chofer lo trataba como los estaba tratando ahora a él, YooChun sonrió divertido —…Aunque pensándolo bien, tal vez tu eres más peligroso que cualquier taxista secuestrador…

—Si yo no voy a hablar ¿Por qué tu si?

ChangMin lo miró sorprendido, YooChun quiso reír a carcajadas.

—…Imbécil.

El susurro de Shim dio punto final a su conversación. ChangMin decidió mirar a la ventana y YooChun encendió la radio, justo en aquella canción dentro de su memoria. Aquella tan intensa y fuerte que provocaba escucharla a todo volumen. Por supuesto el ruido incomodó al menor.

—¡¿Puedes bajarle?!
—¡…No!

Era obvio que ambos hablaban casi a gritos la música a todo volumen se los exigía. Y a partir de ahí la lucha por el volumen exacto comenzó. El subir por parte de YooChun y el bajar por parte de ChangMin, se volvió incluso hasta divertido hasta el punto tal, de que incluso ahora lo hacían más por contradecir al otro que por la canción en si.

…Hasta que claro, el aparato repentinamente se apagó.

ChangMin recogió las manos de inmediato y a pesar de estar conduciendo YooChun miró la radio enojado y luego poso sus ojos en un sorprendido ChangMin.

—Quien te manda a tener cosas de tan mala calidad.

—¿Perdón?— YooChun incluso frenó, se sacó el cinturón de seguridad y miró con más rabia al menor, quien parecía no tener entre sus planes mostrar el más mínimo gesto de arrepentimiento –Absolutamente TODO en mi auto es de la mejor calidad, no en vano es un Audi y no en vano tiene todo original.

—¿Qué? ¿Quieres una disculpa?

ChangMin no quiso, en serio que no quiso mostrarse débil, pero esa mirada furiosa en YooChun sinceramente lo estaba intimidando ¿Qué tanto podía querer a un carro? Maldito superficial.

—Eres un…— YooChun pareció tomar un poco de aire, buscó en la gaveta del auto y sacó una botella con algo muy parecido al ‘Tequila’ ChangMin no sabía mucho de licores pero las grandes letras marcadas en la botella lo ayudaron.

—¿Estas demente? Estás conduciendo.
—¿Y? Es eso o golpearte en este preciso momento, tu decides.
—¿Por qué cada vez que paso más tiempo junto a ti descubro algo peor?
—¿Y por que quieres encontrar algo bueno en mi? No soy una buena persona, ChangMin.

Diferentemente a como lo hubiera esperado, esa fue la primera vez que Park lo llamó por su nombre y más raro todavía justo después de eso, Shim se quedó sin palabras. Lo observó beber un poco de aquel licor y al ver como arrugaba sus expresiones, ChangMin se preguntó lo mismo que siempre. ¿Por qué bebían si aquello parecía quemarlos por dentro?

—Tienes que conducir todavía, así que ya para con un trago basta.
—En realidad no es necesario, mi departamento está cerca puedo llegar caminando.
—¡¿Qué?!— ChangMin comenzó a agitarse —¿Y yo?

YooChun bebió un poco más y volvió a sonreír –Apuesto a que ni siquiera te sabes la dirección de tu casa, de seguro el chofer te ha llevado y traído toda la vida de un lugar a otro ¿Cierto?

—Yo…

—Patético— Más licor en su organismo y YooChun tuvo que volver a agitar su cabeza –Vives tan encerrado en tu burbuja de perfección que no consideras a los demás dignos de tu presencia, esa es la razón por que la que no tienes amigos. Por que subestimas a los demás.

ChangMin sintió una punzada horrible en su pecho ¿Podría tener razón? Sacudió de inmediato la cabeza, por supuesto que no. Claro que no, apretó los puños con fuerza y arrugó el entrecejo. Park no era quien para juzgarlo.

—Mejor guarda silencio no sabes de lo que estás hablando y además ¿Quién te dijo a ti que no tengo amigos?
—Nunca te he visto junto a absolutamente nadie más que YunHo.
—Tú y yo nos hemos visto apenas un par de veces.

—Entonces según tu me equivoco. Pues yo no lo creo así— YooChun se acercó levemente al rostro del menor, se lo notaba molesto, YooChun sencillamente amplió su sonrisa, inconsciente de que esa sonrisa era igual a las que le mostraba a YunHo –Alejas a los demás por que crees que eres perfecto y el resto no te sirve.

—Basta…

—Es por eso que él único cercano a ti es YunHo, el perfecto príncipe Jung YunHo. O me vas a decir que nunca lo has pensado así. ¿Me vas a decir que no fue eso lo que pensaste cuando lo viste por primera vez?

—¿Por qué insiste en hacerme ver como una mala persona? El que tú seas de lo peor no quiere decir que todos los demás también lo seamos.

YooChun afiló la mirada, la tensión se estaba volviendo demasiado fuerte, ambos se estaban llenando de palabras que no dejaban algo bueno en algún lugar. ChangMin ya estaba molesto y él ya estaba con demasiado licor en la cabeza, después de todo en la recepción también había ingerido alcohol.

—Eres un niño mimado hijito de papi que no sabe nada de la vida.
—Bastardo insensible y patético.
—Apuesto que ni siquiera tus padres se acuerdan de ti.
—Apuesto a que los tuyos se avergüenzan de ti.

…Y el punto sensible había sido tocado.

Ambos lo sabían, esa furia corriendo por sus venas no podía ser sana.

Por eso es que YooChun no lo pensó, agarró de la cara camisa a ChangMin lo atrajo hacia él y besos sus labios con la misma intensidad y pasión que planeaba algún día haber podido besar a YunHo, por que si en realidad debía admitirlo, esa era apenas la segunda vez que besaba a un hombre y era muy distinta a aquella vez con YunHo.

Por que ChangMin le estaba respondiendo de la misma manera, por que agarraba su cabello y besaba sus labios con aquel ímpetu que el tanto añoraba. Por que esa fantasía que vagaba entre sus pensamiento era exactamente así, intensa, fuerte, por que estaba junto a ChangMin cumpliendo su fantasía sexual reprimida.

…Y por que nunca imaginó que el niñito este supiera besar de esa manera.

ChangMin se alejó, repentinamente y con la respiración agitada. YooChun tuvo que admitir que esa imagen en el menor le resultó atractiva, su pecho subiendo y bajando, su cabello alborotado y esos labios completamente rojos debido a él.

—Al final resulta que somos casi huérfanos— YooChun rió ante su propio comentario y ChangMin solamente volvió a sentarse con la mirada hacía el camino.
—Eres un pervertido.
—Y yo acabo de descubrir que tu no estás tan lejos de ser igual que yo.

—Jamás.
—¿Quieres?

ChangMin observó como YooChun le ofrecía aquella botella con Tequila y de inmediato arrugó el entrecejo. Si bien era difícil de entender lo que acababa de suceder. Sería mucho peor si ambos bebían.

—Por supuesto que no.
—…Niño miedoso.

YooChun no terminaba de llevar la botella a sus labios, cuando la mano de ChangMin se interpuso quitándole la botella, y llevándola a su propia boca.

—¿Cómo se supone que llegaras a tu casa?
—Vete al diablo.

Oh, YooChun adoraba sacar lo peor de ChangMin.





—Entonces es verdad.
—Si, están comprometidos, pero yo no lo tomaría como un compromiso real, real.
—¿No?
—No están comprometidos por voluntad propia.

JunSu suspiro. Miró la comida en su plató y HeeChul sonrió al notar que el muchacho lucía levemente triste. Llevó una cucharada de su postre a la boca y recordó la manera en la que JunSu le había dado de comer en la boca a YunHo, lo bien que se veían juntos y lo extrañamente cómodo que parecía verse YunHo con JunSu.

—¿De verdad te gusta tanto?
—A veces creo que demasiado.

HeeChul suspiró y por alguna razón, JunSu le recordó a él mismo unos años atrás cuando estaba en la Universidad, cuando solía ir al parque a sentarse bajo un árbol solo para leer, cuando su rostro era fotografiado por Siwon la mayoría del tiempo. Sintió el amor en los ojos de JunSu, y se preocupó.

—¿Estas enamorado de YunHo?
—¿Enamorado?
—Una cosa es que te atraiga, otra que te guste, otra que lo quieras y más distintita que cualquier otra, que lo ames.

JunSu lo pensó. Se acomodó en su asiento y analizó la posibilidad, finalmente luego de unos cuantos segundos sonrió.

—Quizá es muy pronto para hablar de amor.
—Oh, no.

JunSu se asombró ante la respuesta por parte de HeeChul, arrugó el entrecejo y bebió un poco de su jugo.

—¿Por qué ese ‘Oh, no’?
—Por que eso fue lo mismo que me dijo Yunnie unos años atrás cuando le pregunté si estaba enamorado de… Alguien. Y luego… Luego, lo siento no puedo contarte.
—¿Por qué?

—Solo pregúntaselo a YunHo, él sabrá si te cuenta o no.
—Ese alguien es ¿Hyun Joong?
—…Se me hace tarde, Su. Mañana salgo temprano de viaje y quiero dormir un poco.
—Está bien.

HeeChul se levantó de su asiento y a JunSu no le quedó más remedio que imitarlo. Dejó el dinero sobre la mesa y siguió al mayor quien extrañamente parecía encerrado en sus pensamientos.

—HeeChul Hyung si lo deseas puedo pedir un taxi.
—No te preocupes, Mir me mata si se entera que te mandé en taxi.

HeeChul le sonrió y JunSu pensó entonces que todo marchaba bien, el problema fue cuando por mirarlo, HeeChul no se dio cuenta del muchacho que entraba al restaurante. JunSu solo vio el momento en que HeeChul giraba hacía la salida y en el momento de girar, su cuerpo chocaba con el de aquel hombre un tanto más alto.

—Lo… Siento…
—¿HeeChul?

JunSu no supo muy bien lo que pasó, por que ni HeeChul ni aquel hombre se alejaron, por un momento pensó que se trataba de un lindo reencuentro de amigos o con algo de suerte de algo más que amigos. Pero cuando el hombre frente a HeeChul marcó distancia, arrugando el entrecejo y pasando su mirada de Chul hacía él, supo que algo no andaba bien.

—Su, vámonos.

Velozmente HeeChul lo agarro por el brazo guiándolo hacía la salida, JunSu no sabía lo que pasaba y solo por eso se dejó guiar. A pesar de que HeeChul lucía levemente afectado ante ese encuentro.

—¿Tantos años y no puedes ni siquiera dirigirme la palabra, HeeChul?
—Solías llamarme Chul— A pesar de que HeeChul estaba hablando en ningún momento giró, continuaba dándole la espalda a aquel hombre.
—Y tu solías decirme Siwie.

—Yo… Lo siento, todavía no creer tener respuestas para ti.
—¿Y por que crees que sigo esperando por tus respuestas?
—Mejor así entonces— HeeChul enfrentó los ojos de Choi aparentemente tranquilo y con una conciliadora sonrisa en los labios habló –Lo mejor para ti, es olvidar todo respecto a nosotros.

—HeeChul…
—Adiós, Siwon.

El camino hacia el auto de HeeChul fue silencioso, el mayor seguía jalándolo del brazo, cerrando con fuerza su mano, de tal forma que JunSu sentía que era su manera de no perder la calma. JunSu prefirió no preguntar. HeeChul parecía querer solamente olvidarse de todo.

—Por favor no le digas nada de esto a Yunnie.

HeeChul arrancó el auto y se percató entonces que en ningún momento miró hacía atrás. Supuso por la cantidad de veces que los ojos de HeeChul parpadearon, por la velocidad en que lo hacían, que HeeChul luchaba por no llorar.

Deseó con todas sus fuerzas no sufrir de esa manera algún día por YunHo. Deseó con todas sus fuerzas que YunHo pudiera corresponderle. Y fue en ese preciso momento, camino a su departamento, que Kim JunSu descubrió que estaba corriendo el riesgo de enamorarse, que su corazón sin consultarle había decidido abrirle las puertas a Jung YunHo.

…Su propio corazón lo había traicionado.





JaeJoong estaba siendo abrazado por YunHo, su mente divagaba todavía y Kim todavía no se percataba de que estaba caminando guiado por Jung, respiró hondamente antes de suspirar y descubrió con gusto el fabuloso aroma del perfume de YunHo.

“El perfume de un príncipe”

JaeJoong sonrió antes sus propios pensamientos, observó el perfil de YunHo y apenas notó su rostro tan cerca, esa piel se veía tan suave que su mano se movió prácticamente sola, acarició el rosto del más alto y sonrió ante lo tersa de su piel.

—¿Qué haces?
—Tu piel es muy suave, YunHo.
—Gracias… Supongo.

JaeJoong sonrió nuevamente ante la cara de escepticismo en su prometido, por que Kim lo sabía, no era algo usual que a un chico le dijeran o alabaran por su piel. Aún así JaeJoong no notó que esa comodidad que sentía junto a YunHo era peligrosa. Para cuando se pudo dar cuenta YunHo digitaba una clave frente a una puerta y unos segundos después esta se abría mostrándole un amplio y elegante departamento.

—¿Es tuyo?

YunHo lo sentó en uno de los sillones. No respondió y caminó hacía la cocina, o eso pudo deducir Jae en cuanto lo vio regresar con un vaso con agua en las manos. Ser cuidado por YunHo le resultaba aparatosamente agradable.

—Si, lo compré hace algún tiempo.

—Pero tu vives con tus padres ¿No?— Aceptó el agua que YunHo le ofrecía y bebió un poco, solo lo necesario para no sentir tan seca la boca.
—Vivíamos aquí hace algún tiempo, luego pasaron un montón de cosas y no quise permanecer aquí, así que decidí regresar por una temporada con mis padres.

—¿Vivíamos?

—…Si, bueno ¿Por qué no descansas? Vamos, te llevo a la habitación— JaeJoong podía estar muy borracho, pero no lo suficiente como para no darse cuenta de que YunHo estaba intentando cambiar el tema.

—¿Y por que no lo has vendido?
—Por que siempre creí que algún día me sería útil. Además hay demasiados recuerdos que me hacen daño y que debería olvidar, pero aún no estoy seguro si quiero olvidar.
—Si te hacen daño, olvida. Alguien como tú no debe sufrir, no lo merece.

—¿No has pensado en que lo merezco? En que debo recordar, para no cometer los mismos errores.
—¿Estas demente? Tú no eres una mala persona.
YunHo sonrió –Increíble, borracho eres más humano que cuando estás sobrio.
—…Idiota.

JaeJoong se dejó caer sobre el colchón, permaneció sentado viendo como YunHo movía un poco su cuello. Aparentemente cansado.

—¿Por qué me has traído hasta acá? ¿Por qué has hecho todo esto por mí?

—Pensé llevarte a tu casa, pero no me pareció adecuado que llegaras en ese estado y mucho menos siendo yo quien te dejaba ahí, a pesar de que no salimos juntos de tu casa. Luego pensé en llevarte a la mía pero luego deduje que me insultarías mañana si dejaba que mis padres te vieran en ese estado.

YunHo se empezó a sacar la leva, quedando con el chaleco y la camisa blanca, apenas, luego se sentó en el pequeño sillón frente a la cama. JaeJoong por un momento pensó en que quizá YunHo había querido ‘aprovecharse’ de él y su borrachera. Aunque claro, YunHo no era así. Y de todas formas no podía considerarse un ‘aprovechado’ si él también quería ¿Verdad?

JaeJoong abrió los ojos en extremo. Se había encontrado así mismo ¿Deseando a Jung YunHo?

—¿Jae? ¿Te pasa algo?

La voz masculina azotó sus frágiles ideas y por alguna razón la imagen de Jung susurrándole al oído con esa misma voz, sobre su cuerpo. Fue tan real, fue tan fácil imaginar aquello, que un escalofrió recorrió su cuerpo. Y buscó de inmediato las mantas y se acostó en la cama cubriendo por completo su cuerpo.

—Estoy bien ya puedes irte.

Tapó con las manos su rostro, el alcohol no era bueno para su salud mental y acababa de aprender la lección. Se suponía que debería ser al revés. YunHo deseándolo a él. No él, Kim JaeJoong haciéndose ideas locas de que Jung quisiera ‘aprovecharse’ de él.

—¿Seguro que estás bien?

YunHo levantó la manta, aquellos ojos lo interceptaron y un leve latido en su corazón le indicó que para dormir tranquilo cuando menos debía hacer algo de lo que tanto estaba deseando.

—YunHo… ¿Los besos son el lugar donde se esconde el amor?
—Jae, ya te dije que no lo sé, tal vez deber…

La mano de JaeJoong en su cuello y la manera algo lenta en que lo acercó, fue peligroso. Los labios de JaeJoong eran suaves, tenían el vago sabor a aquel coctel que había probado en la recepción y que tanto le gusto.

Fue un beso sencillo, lento pero entregado y YunHo por un momento se asustó. Por que si JaeJoong estaba borracho ¿No debería besarlo con pasión o algo parecido? Entonces… ¿Por qué lo besaba de esa manera? Tan lentamente como si quisiera guardar un recuerdo, tan entregadamente como si quisiera descubrir algo.

Tan confusamente que para cuando YunHo quiso alejarse, JaeJoong ya se le había adelantado.

Kim cayó sobre la cama con una sonrisa en el rostro, probablemente agotado, y aparentemente con el sueño ganándole la batalla. YunHo sonrió ¿Qué importaba como lo besaba? Estaba seguro de que quizá esa era la manera extraña de JaeJoong para agradecerle.

JaeJoong era muy extraño después de todo. Cubrió con las mantas al mayor y le dio una última mirada a aquel rostro entre pacífico y sonriente. Apagó las luces y cerró la puerta, estiró un poco su cuerpo y salió del departamento dispuesto a llegar a su casa antes de las cuatro de la mañana.

—Pensándolo bien…— YunHo empezó a encender el auto –Tu y yo tenemos mucho de que hablar, Kim JaeJoong.





—¡Ten cuidado!
—¡Pff!

ChangMin rió abiertamente, pero tapó su boca al ver el gesto de YooChun indicándole que bajara la voz —¿Vives con alguien más?
—No, pero mis vecinos son muy quejumbrosos— YooChun encendió las luces y miró el pequeño jarrón que ChangMin había hecho caer. Decidió dejarlo ahí.

—¡Wow! Que vista más hermosa.

ChangMin acababa de abrir las puertas del balcón, recibiendo el asombroso aire de esa madrugada directamente en el rostro. Lo que no sabía Shim es que el aire fuerte más la cantidad de licor en su cuerpo no era una buena combinación. Un mareo repentino lo hizo alejarse del balcón.

—¿Café?

YooChun rió ante su ofrecimiento, por que recordó que ese supuesto café era para YunHo.

—Odio el café. ¿No tienes más de ese Tequila?
—¿No que no bebes?
—Y no lo hago, pero eso estaba muy rico.

ChangMin rió divertido, YooChun se subió a la cama y se quitó los zapatos, empezaba a entrar en la fase aquella en la que el alcohol le estaba robando las fuerzas y únicamente quería dormir.

¿Por qué estaba ChangMin en su casa?

Ni siquiera lo recordaba, solo pudo ver al muchacho moverse por entre su departamento curioseando torpemente un par de cosas en el camino. Observarlo fue vagamente interesante y cuando lo observó caminar hacía la repisa donde se encontraban sus CD, sonrió.

—¿Escuchas a Bosson?

—Por supuesto, me encantan absolutamente todas sus canciones— YooChun se levantó, se colocó detrás de ChangMin y tomó uno de los CD que se encontraban entre los más altos, sus cuerpos se rozaron y pudo notar en el menor un espectacular sonrojo —¿Has escuchado a Darren Hayes?

—…Si.

ChangMin únicamente tomó el CD que YooChun le acababa de ofrecer y observó a ratos al mayor quien solamente se había apoyado en la pared con los brazos cruzados. Cuando YooChun se había acercado, se había sentido nervioso, nervioso pero inadecuadamente excitado.

Leyó el repertorio de canciones y por un momento olvido a YooChun.

—Amo esta canción— Sacó el CD con un poco de dificultad, después de todo no coordinaba con facilidad cuando sus conexiones al cerebro se veían afectadas por culpa del alcohol.
—¿Insatiable?— YooChun sonrió desde su lugar y apenas la canción dio sus primeras tonadas, ChangMin pensó que una sonrisa así no debería estar en poder de alguien como Park.

…Por que con una de sus sonrisas, podría tener a cualquiera.


Cuando la luz de la luna avanza lentamente por la calle, el mundo gira y yo lo dejo ir.


Y ChangMin tuvo que admitir que la voz de YooChun era envolvente, por que a pesar de que Darren Hayes la cantaba maravillosamente bien. YooChun en este momento lo estaba superando, la lentitud de la canción, jugando a ser pura seducción. ChangMin creyó encontrar la canción adecuada para alguien como Park YooChun.

Quizá era solamente la parte inadecuada de su cerebro la que estaba actuando, quizá era el alcohol ingerido, quizá era tan solo que odiaba con el alma a ese hombre, por que Park YooChun no era ni de cerca lo que él pretendía tener como amigo. Lo odiaba pero aún así se estaba acercando. Aún así cuando estuvo frente al mayor y su sonrisa lo atrapó. A pesar del retorcijón en su estómago.

ChangMin no se detuvo.


Está lloviendo dentro de mi corazón y yo apenas puedo tocarte.


Y volvió a ocurrir, de la misma forma que hace un par de horas, YooChun agarro por la camisa al menor lo juntó a su cuerpo y beso sus labios, atrapó ese cuerpo entre sus brazos como el mejor de los regalos y en ese momento, en ese beso YooChun tuvo la peor de las sensaciones… Por que no lo quería dejar ir.

ChangMin no tuvo reparo en el beso, no jugo al niño indefenso, es más ni siquiera estaba pensando claro, por que en lo único que sentía era el calor subir por su cuerpo, cubrirlo todo y nublar su vista. Así que antes de que YooChun pudiera negarse abrió la camisa del mayor y dejó que sus manos descubrieran aquella nívea piel.

YooChun gimió entre sus labios, el sonido fue tan agradable que ChangMin quiso escuchar más de aquellos gemidos, y aunque rara vez separaron sus labios, en cuanto YooChun se acercó a su cuello y sus labios se encerraron en su piel. ChangMin entonces recuperó ese lado de su cerebro consciente.

—No… Espera…

Sin embargo, YooChun ya lo había lanzado contra la cama y cuando YooChun se terminó por sacar la camisa, ChangMin volvió a sentir esa sacudida en su estómago ¿Qué demonios le pasaba? Los labios de Park volvieron a estar sobre sus labios. Y a él se le olvido oponerse, se le olvido que supuestamente se estaba negando.

Su camisa fue abierta, sus alertas internas se encendieron. ChangMin no estaba haciendo lo correcto, podía culpar al alcohol por todo. Pero ese no era el problema, el problema era que YooChun también estaba tan o más ebrio que él. El problema era que él deseaba a YooChun y YooChun lo deseaba a él.

En medio de la inconsciencia de sus sentidos, ambos se deseaban.

Y la sola idea de aquello le estaba agradando demasiado.

La mano de YooChun buscó demasiado pronto su pantalón, ChangMin no supo cuando, pero la mano de Park se cerró sobre su miembro e inmediatamente su cuerpo se tensó, cerró los ojos y apretó con fuerza la sábana bajo sus manos.

—¡Ah!… Espera… Yo no… Detente…

La mano subía y bajaba, sus cuerpos se rozaban y a YooChun parecía haberle encantado demasiado su cuello, no lo estaba escuchando y a ChangMin se le estaban acabando las palabras en negación. Por que la excitación se había apropiado de sus sentidos, el calor en su cuerpo lo abrazaba por completo y el estómago se le contraía a ratos.


Tu dulce aroma baña mi piel, me estoy quedando grabado en ti.


La velocidad en la que la mano que se ceñía a su miembro aumentó. Fue enloquecedor, ChangMin llevó su cabeza hacía atrás, gimiendo con más fuerza cada vez que podía. ¿Es que YooChun no entendía lo que era detenerse?

—¡Ahh!

Aunque bueno, sus gemidos de complacencia no estaban ayudando demasiado.

—Te odio, ChangMin ¿Lo sabes?
—Por supuesto… Por que… Yo también te odio.

Ni siquiera podía hablar concretamente, ni siquiera estaba seguro de que era aquello que se estaban diciendo. Por que sencillamente, por que usualmente, no se deberían estar odiando, no si estaban como se encontraban en estos momentos.

Un último gemido y el cuerpo de ChangMin cayó desplomado sobre la cama. El orgasmo había llegado y la paz en su rostro era señal de ello. Por que su respiración todavía parecía agitada y por que esa sensación le fue inigualable.

—¿Eres consciente de que esto no termina aquí, verdad?

YooChun sonrió mientras se colocaba a gatillas sobre el cuerpo de ChangMin, podía no tener experiencia con chicos, podía ser este su primer acercamiento sexual con uno, pero no por eso iba a satisfacer a Shim y él quedarse con las ganas. Las cosas no funcionaban así con él. Además luego de esto siempre llegaba su turno.

Por tratarse de un chico las cosas no cambiaban ¿Verdad?

—¿Piensas que te voy a dejar?— ChangMin sonrió, no sabía mucho del tema, YooChun era un chico después de todo, pero de lo poco que sabia, de algo estaba seguro, él por ningún motivo iría abajo –Ni lo pienses, imbécil.

—¿Bromeas?
—No, pero eso no quiere decir que no te pueda devolver el favor.

YooChun lo miró confuso. ChangMin únicamente lo empujó, lo suficientemente fuerte como para que YooChun cayera acostado boca arriba sobre la cama. ChangMin se sentó y un mareo lo volvió a detener. Definitivamente había bebido demasiado.

Se aseguró de encontrarse bien una vez más y observó el rostro lleno de expectativas por parte de YooChun. Y ¡Demonios! Que tenías que admitirlo, Park era demasiado sexy. Una pequeña sonrisa en sus labios y bajar el pantalón de YooChun fue fácil.

Logró imitar la misma acción de YooChun y cerró su mano alrededor de su miembro. La espalda de YooChun se levantó levemente y pudo notar como Park mordía su labio inferior solo para no demostrarle lo mucho que le estaba gustando.

—¡Mmh!

No quiso jugar a que le mordía el cuello a YooChun, por que sencillamente no se veía haciendo algo como eso. Y a YooChun parecía no hacerle falta, hasta que claro, YooChun se levantó y sentado como ahora se encontraba comenzó una vez más a morderle el cuello.

—Es…Espera…
—¿Por qué? ¿No podemos disfrutar al mismo tiempo?
—¿Y… Quien dijo que me gustaba que jugaras al vampiro con mi cuello?
—¿No te gusta?

YooChun mordió su cuello una vez más e inconscientemente ChangMin cerró aún más su mano. YooChun gimió con más fuerza y cerró los ojos. Soltando un poco de su aliento en el cuello del menor. El aire caliente que despedían los labios de YooChun volvían a cada momento más delirante a ChangMin.

Entonces supo que las cosas se le estaban saliendo de control.

Por que YooChun gimió una última vez, por que YooChun cayó rendido sobre la cama y él también cayó sobre YooChun inesperadamente cansado. Por que se sintió cómodo junto al mayor y por que apenas deslizo un poco su cuerpo hacía la derecha solamente para poder caer sobre la cama, todavía con sus cuerpos rozándose, sin que el cuerpo de YooChun dejara de brindarle ese calor tan, pero tan agradable.

Por que cerró los ojos y creyó quedarse dormido, hasta que Park estiró el brazo y colocó una manta sobre sus cuerpos. Por que ChangMin debió moverse, pero no lo hizo, por que YooChun debió echarlo y tampoco lo hizo.

—YooChun, te odio.
—Yo también te odio, ChangMin.

Y por que finalmente el alcohol, el cansancio y el frío pudieron más. Y ambos se quedaron dormidos.


Apaga las luces lentamente y déjame mostrarte que mi amor por ti es insaciable.

1 Comentarios:

  1. Anónimo8/21/2011

    ohhhhhMD la lo habia leído antes(me lo he leído entero)pero lo estoy leyendo de nuevo aquí y me he vuelto a enamorar jeje.

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