Sin alas que protejan Cap 5

“...ya habrá tiempo para hablar”.
Eran esas palabras lo único en lo que Changmin podía pensar. Habían pasado ya cinco días desde aquel encuentro tan desagradable con aquel muchacho de cabello rubio: Kim Jaejoong.
Durante esos cinco días, Changmin estuvo lo más alerta que, según él, podía estar. Cualquier contacto, cualquier mirada, cualquier referencia hacia él, no podía evitar reaccionar a la defensiva aunque trataba de calmarse al ver que no era ninguna amenaza.
Una mañana en la escuela...
-Karina...- Decía Min con una mano sosteniendo su frente. -...No me siento bien...-
-¿Ves?, te dije que pasar las noches en vela pensando a que se refería con “eso” no era bueno- Reprendía la muchacha a su amigo.
-Lo se... pero-
-Nada de “pero”. ¿Porqué no te vas a tu casa?- Sugería. -¿Quieres que te acompañe?-
-...No, no te molestes-
-Por lo menos deja que te acompañe a la administración hasta que te vayas-
-Mmm... Esta bien- Decía sin ánimos de hacer una discusión.
Changmin se levantó de su asiento con la ayuda de Karina y se dirigió al profesor pidiendo permiso para retirarse a lo que el profesor asintió.
Al llegar a la administración pidió permiso para retirarse a su casa lo que le concibieron de inmediato.
-Nos vemos Minnie- Decía una preocupada Karina abrazando fuertemente a Changmin.
-Nos vemos-
-Cuídate mucho. Iré a verte más tarde-
-Ok, adiós-
...Y se fue...
Ya estaba a dos cuadras de llegar a su casa, pero no quería llegar todavía. Se detuvo. Dio la vuelta hacia su lado derecho y siguió caminando, pensando muy bien a donde iría.
-Ya sé- Dijo a si mismo en voz baja.
Caminó hasta su destino, un pequeño parque que estaba muy bien oculto entre las casas de por aquella zona, llegó, se sentó en una de las bancas y observó. Había personas platicando con otras personas, perros siendo paseados por sus dueños, parejas abrazadas, unas hasta besándose, ancianos riendo y hablando con sus iguales, madres charlando con sus amigas y cuidando de sus hijos que jugaban felizmente entre ellos.
Una pelota de color rojo rodó hasta quedar al lado sus pies, la miró, la tomó y se la devolvió a una pequeña que corría para recogerla.
-Ten- Decía el joven depositando aquella pelota en las manos de la pequeña.
-¡Muchas gracias!- Decía aquella niña dedicando a Min una sonrisa de su hermoso rostro.
-D-de nada- Le respondió un avergonzado Changmin.
Y la niña se fue corriendo de nuevo a jugar.
Changmin la observo alejarse con aquella inocencia que solo un niño puede tener. Lo único que hizo fue sonreír.
-Vaya, vaya.- Decía una voz que se le hizo conocida a sus espaldas. -Mira a quien tenemos aquí...-
Changmin se giró rápidamente y se encontró con la persona que menos esperaba ver.
-Jae...- Dijo con un tono impresionado.
-Ey! Tenme respeto, no me llames Jae llámame por mi nombre completo- Dijo acercándose más al menor.
Changmin se quedó paralizado, no se movía.
-Yo...- Intentó responder pero fue interrumpido por el mayor.
-Por cierto... ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la escuela?- Dijo casi como un regaño.
-Es que, me sentía mal y...- Se detuvo. -...¿Porque te estoy dando explicaciones?, además, tu tampoco estas en ella- Se defendió.
-Calla, no te pases de listo conmigo niñito-
Changmin se quedó callado por unos instantes y luego volvió a hablar.
-Como sea, solo haz lo que tengas que hacer para acabar con esto de una vez y que me dejes en paz- Decía con un tono resignado.
-¿De que estas hablando?- Decía aquel rubio arqueando la ceja izquierda en señal de confusión. -¿Acaso te has vuelto loco?-
-No te hagas el desentendido- Decía. -Tu dijiste “ya habrá tiempo para hablar” así que adelante, haz lo que tengas que hacer- Volvió a decir resignado pero esta vez se podía notar el nerviosismo en su voz.
Jaejoong desvió la mirada a un lado para después dibujar una sonrisa sospechosa en su rostro.
-Ha... ¿Con que eso es, he?- Miraba al menor con esa sonrisa que hacia que se estremeciera. -Esta bien, “terminaré con esto” como tu dices- Dijo acercándose a Changmin.
Changmin, por su parte, cerró los ojos y se quedó ahí parado, con los brazos a sus costados sin la intención de oponer resistencia. “¿Qué hará?” pensaba mientras escuchaba los pasos del mayor acercándose a él. “¿Un puñetazo?” “¿Un empujón?” “¿Una patada?”, escuchó como se detuvo frente a él. Sintió una cálida mano posarse sobre su mejilla derecha. “¿Una bofetada?” pensó de nuevo, pero no fue eso, ningún ataque agresivo, en vez de eso sintió algo húmedo sobre sus labios y entonces lo comprendió, abrió sus ojos lentamente y vio a aquel chico rubio besándolo. Pero no hizo nada, solo se quedó ahí... ¿disfrutando? Si, lo estaba disfrutando. Jaejoong se separó lentamente. Changmin veía a Jaejoong con una cara confusa. Jae solo lo miró a los ojos y le dedicó una sonrisa.
-¿Porque?- Preguntó Changmin.
-No lo sé- Respondió Jaejoong con su mano aún sobre la mejilla del menor y con esa sonrisa, una sonrisa que no parecía la de una mala persona. -¿Te gustó?- Dijo asciendo sonrojar al menor.
Changmin solo se quedó en silencio, mirándolo. No sabía que hacer o que responder.
-¡¡¡Jae!!!- Se escucho del otro lado del parque otra voz conocida para Min, Junsu.
Jaejoong volteó y Changmin hizo lo mismo percatándose de que los amigos de Jae tampoco habían asistido a clases.
-¡¿Qué pasa, Junsu?!- Preguntó gritando.
-¡Vámonos, llegaremos tarde!- Dijo de nuevo aquel chico de cabellera castaña llamado Junsu.
-¡Enseguida voy!- Respondió y luego volteó a ver a Changmin. -Bueno niño, me tengo que ir, nos veremos en otra ocasión- Dijo posando una mano sobre la cabeza del menor haciendo que se sonrojara más. -Nos vemos- Se dio la media vuelta, se dirigió hacia sus amigos y Min los vio alejarse de su vista. Aún confundido se quedó por unos instantes en el mismo lugar, sin moverse. Después decidió ir a casa y todo el camino se la pasó pensando en lo sucedido con Jae.
Al llegar a su casa solo se encontró con su madre que se sorprendió de verlo tan temprano en casa.
-¿Qué pasa?- Pregunto su madre. -¿Porqué llegaste tan temprano?-
El menor no respondía, su mirada estaba puesta en el suelo y él ya hacia recargado en la puerta de entrada.
-¿Changmin?- Su madre le llamó al ver que no respondía.
Changmin seguía sin hacer caso.
-¡CHANGMIN!- Gritó ahora su madre.
-¿He?- Reaccionó y su mirada se encontró con la de su madre.
-¿Qué te pasa?- Preguntó de nuevo ahora que tenía la atención de su hijo.
-Nada- Dijo serio.
-¿Porqué llegaste tan temprano?-
-Es que me sentí mal-
-Ha- Dijo con algo de duda.
-Me voy a mi habitación- Dijo subiendo las escaleras rápidamente.
Al llegar a ella y cerrar la puerta se quedó recargado en la misma con la mirada hacia el piso. “Maldito Jaejoong” pensaba haciendo un gesto de confusión y soltando una risa discreta. Se descolgó su mochila y se dirigió a su cama donde pronto cayó en un profundo sueño.
“No...” “Otra vez este sueño”.
-¡Ey! ¡Espera!- Gritaba Changmin al ir corriendo tras un niño de una edad aproximada a los 10 años. -¡Detente por favor!- Pero el niño se perdió de la vista de Changmin al adentrarse en una densa niebla.

Changmin se detuvo, su respiración era agitada.
-¡Changmin!- Oyó una voz que lo despertó.
-Ha...- Changmin se incorporó en su cama y su respiración, al igual que en su sueño, era agitada.
-¿Estas bien?- Preguntó aquella voz.
-Si, no te preocupes, Karina- Dijo tratando de calmarse y estabilizar su respiración.
-¿De verdad estas bien?- Volvió a insistir.
-Si, solo fue un mal sueño...-
“...Pero ¿Porque otra vez?” Pensó.
-¿Min?- Preguntó Karina.
-¿Si?, Dime-
Karina tenía pena preguntarle a su amigo que era lo que soñaba, pero pensaba que tal vez era eso lo que hacía que se distrajera de la realidad.
-¿Karina?- Dijo al ver que su amiga no decía nada.
-Es que...-
-...-
-¿Qué...- Reunió valor para preguntarle. -¿Qué era lo que soñabas?-
-¿Lo que soñaba?...-
Era verdad, Karina no sabía muchas cosas de él, Changmin jamás le dijo lo de su hijo, por consiguiente tampoco le dijo sobre los abusos de su padre hacia con él. Si le decía lo que había soñado tal vez no lo entendería.
-Nada importante, ya te lo dije, solo fue un mal sueño- Mintió.
-Mmm...- Soltó Karina con desanimo y se quedó un momento callada. -¡Ah si! casi lo olvidaba, te traje los apuntes de hoy-
-Ha, si gracias-
Karina notó algo raro en Changmin así que le sugirió...
-¿Porqué no salimos a pasear para que te distraigas?-
Changmin se le quedó viendo unos cuantos segundos y después asintió.
-De acuerdo, pero ¿a donde iremos?- Preguntó.
-Tu solo sígueme-
Ya en la calle caminaron por varias cuadras, hasta que se le ocurrió preguntar de nuevo.
-Karina- Dijo esta vez en tono serio. -¿A donde demonios me llevas?-
-Aquí- Respondió deteniéndose en seco y mirándolo.
-¿Haaa...?- Exclamó Changmin viendo el lugar en donde estaban. -Es... Es este parque- Dijo intentando susurrar.
-¿Qué dijiste?-
-¿Porqué me trajiste a este lugar?- Le dijo ignorando la pregunta que le había hecho ella.
-¿Porqué lo dices? A mi me parece un lugar tranquilo-
-Es que...-
-Nada de excusas, vamos- Dijo tomando del brazo al chico y adentrándose a aquel sitio.
Changmin no estaba disfrutando para nada aquella salida, Karina “platicaba” con él pero en realidad no le estaba haciendo caso, un simple “Si”, “No”, “Ok”, “Esta bien”, etc. Bastaban. Se mantenía alerta y miraba para todos lados rogando que no apareciera.
-Creo que es hora de que nos vayamos- Habló Karina haciendo que Changmin la mirara de repente. -Se esta haciendo tarde y tenemos cosas que hacer-
-Ok, de acuerdo- Respondió poniéndose de pie él primero. No podía estar más agradecido.
-Pues vámonos-
Changmin, con la mirada al piso, lanzó un suspiro discreto agradeciendo por irse de ese parque por fin y no haberse encontrado con aquel tonto.
-Changmin...- Habló Karina.
-Dime- Dirigiendo la mirada a ella y observando que la de ella miraba nerviosamente hacia adelante.
Volteó lentamente en la misma dirección que ella miraba y los vio.
-No- Reprochó.
Aquellos tres tipos venían en dirección a ellos.
-¿Qué quieren?- Preguntó Karina indignada.
Changmin solo trago saliva.
-Sigamos caminando- Sugirió. -Tal vez nos ignoren-
-De acuerdo- Soltó no muy convencido.
Y siguieron caminando acercándose más a aquellos tipos, cada paso que daban era una tortura para Changmin, su corazón parecía que estallaría de lo fuerte que latía.
Pasaron al lado de ellos y no hubo interacción alguna. Eso alivió el corazón de Changmin, pero uno nunca sabe lo que puede pasar.
-¡Ey!- Sintió una mano sobre su hombro derecho y una voz llamándolo.
Changmin y Karina se giraron. Esa mano pertenecía a Jae.
-¡¿Qué quieres?!- Le regaño Karina.
Jae la ignoro por completo.
-¿Por que no me saludas?- Reprochó a Min. -¿Acaso no te dije que me debías respetar?- Continuo con un tono más serio.
Changmin solo se quedó en pleno silencio observándole, estaba nervioso.
Karina los miró confundida.
Jae subió su mano hasta el cuello del menor lo que hizo que se estremeciera y se le fue acercando.
-¡Oye déjalo en paz!- Gritó Karina empujando a Jae y “defendiendo” a su amigo.
Jae le dirigió la mirada y sonrió.
-Vaya- Dijo sin despegar la mirada de Karina. -Que simpática amiga tienes- Dijo con desagradable sarcasmo.
-¡Cállate idiota!- Volvió a gritarle Karina. -¡Déjanos en paz pedazo de animal!- Esta vez acercándose a él con la intención de golpearle.
-Tranquila...- Le dijo lo más calmado que pudo y sujetándola por los brazos.
Karina se resistía, se trataba de zafar de su agarre.
-Déjala...- Se escuchó a Min decir, lo que hizo que Jae le mirara y Karina también. -...Por favor- Continuó.
-Como quieras- Jae la soltó bruscamente de su agarre.
-¡Vámonos, Changmin!- Dijo Karina casi como una orden mientras se acercaba a Min y lo jalaba del brazo para irse de ahí.
Changmin siguió torpemente a Karina y se fueron de aquel lugar. Caminaron rápidamente hasta llegar dentro de la casa de Changmin y fue entonces que lo soltó de su agarre, Karina se adelantó unos pasos de él dándole la espalda. El silenció se hizo presente entre ellos dos.
-Karina, yo...- Intentó decir.
-¿Qué fue todo eso?- Decía Karina con notable enfado en su voz.
-Déjame explicarte-
Karina se giró hacia con él.
-Bien, te escucho-
-Veras...- Dijo reuniendo fuerza y aspirando aire para poder contarle claramente. -Hoy en la mañana, después de que me fui de la escuela, llegué a ese parque por que no quería llegar aún a mi casa y...- Se detuvo un momento. -...tuve un encuentro “desagradable” con Jaejoong- Changmin se detuvo de nuevo y podía notar en los ojos de Karina aquel brillo especial que fácilmente se podía notar en cualquier persona, el brillo del inicio de el llanto.
-Continua- Le ordenaba Karina con la voz quebradiza.
-Yo pensé que me iba a hacer algo, por lo que me dijo el otro día digo, pero...- La miró a los ojos y se acercó. -Karina. Jaejoong...- Suspiró de nuevo. -Jaejoong me besó-
Changmin pudo notar como finas gotas de lágrimas caían de los ojos de Karina.
-Karina, estas....-
-¿Te gustó?- Le interrumpió con una pregunta que le hizo ponerse helado.
-¿Qué?...-
-¡El beso! ¡¿Te gustó si o no?!- Le preguntó gritando Karina, rompiendo en llanto.
-Yo... no lo sé- Respondió y dirigió la mirada al suelo.
-¡Tsk...!- Exclamó Karina llevando una mano a su frente y la otra a su cintura.
-Karina...- Le llamó Changmin intentándola calmar.
-¡No me toques!- Le miró a los ojos, después agarró sus cosas y salió corriendo de ahí.
-¡Karina!- Le llamó Min gritándole y la siguió hasta la salida. La vio alejarse. -Karina...-
···
Karina caminaba rápidamente, se podía notar el enojo en ella, ya iba adelantada unas cuantas cuadras.
-Esto no se va a quedar así, Shim Changmin- Dijo para si.

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