Por la Senda del Lobo:
Valles del Sur – Segunda Parte
Puede que salte y me arrastre
Cielo, efecto retardante
Ceder permite hablar
Tienes que ser un milagro…
[Milagro, Lucybell]
Heechul caminó hasta las fértiles tierras donde yacían las múltiples madrigueras alrededor. Allí el valle era estrecho, y las montañas cubiertas de verde estaban tan cerca que Yunho prácticamente podía tocarlas con la mano. Yunho le siguió el paso de cerca, siendo escudriñado por la gente que se encontraba en los terrenos o cualquier licántropo que pasaba a su alrededor. Sabía que para ellos era considerado como una amenaza, pero aun así no podía evitar sentirse incómodo ante sus miradas de desconfianza. La madriguera central de Heechul destacaba entre toda la vegetación de las tierras, inserta en las entrañas de una enorme montaña que cerraba los límites de los extensos valles. Yunho pudo distinguir que al este de los terrenos yacía una enorme vertiente de aguas clara perfectamente adaptada para el consumo.
“Luces sorprendido” fue lo primero que Heechul le dijo al detenerse a pasos de su ostentosa madriguera, girando el rostro para mirarlo y esbozándole una pequeña sonrisa.
“Es que…jamás me imaginé lo hermoso que serían los valles del sur” Yunho confesó.
“Yo me enamoré de estas tierras al segundo que puse un pie en ellas, a pesar de la circunstancias” su tono bajó a tan sólo un murmullo y Yunho volvió a sentir las entrañas revueltas.
“La gente dice que hay que quedarse con lo bueno y dejar atrás lo malo…y por lo menos yo me sentí acogido por los sureños, a pesar de que al principio me rehusaba a cooperar. Finalmente terminaron de encantarme y me convertí en un hijo del sur”
La sonrisa que adornaba su rostro era triste, casi melancólica. Heechul le hizo un gesto con la mano y ambos avanzaron por su madriguera. La madriguera desprendía la misma calidez del ambiente, a pesar de estar inserta en las entrañas de la montaña. Lo primero que se destacaba era la gran alfombra de piel blanca que yacía bajo los dos sillones hechos de cuero curtido teñido en el centro. Al costado izquierdo había una mesa de caoba redonda con bancos a su alrededor, y al lado derecho un enorme espejo de vanitorio también en madera, con toda clase de accesorios perfectamente ordenados. Al fondo y cubierta con una especie de cortina hecha con corteza de árbol se distinguía la enorme cama. Todo el lugar estaba inundado por una esencia exótica que relajó a Yunho al apenas entrar.
“Ha pasado mucho tiempo” Yunho no pudo evitar murmurar lo que tenía atravesado en el pecho. Realmente sentía como si hubiesen pasado siglos desde que Heechul fue arrebatado de su lado cuando ambos eran unos muchachos. Heechul abrió los ojos de par en par y luego tan sólo suspiró, asintiendo.
“Ya casi van a hacer diez años…” Heechul susurró, caminando a los sillones del centro y sentándose, tosiendo levemente para cambiar el tema. No quería tocarlo…aún no, porque sentía todo demasiado latente en su interior, y volviendo a reabrir viejas heridas temía que todo volviera de nuevo…
“Lamento lo de Keiichi, a veces actúa de forma muy precipitada” se encogió de hombros, sus labios apenas curvándose al mirar la figura de Yunho.
“Descuida, supongo que su comportamiento es normal considerando la situación” Yunho murmuró al sentarse en el sillón de al frente, mirando a Heechul a los ojos.
“Créeme que no habría usado el fuego si no me hubiesen rodeado. Gracias por recibirme, de verdad te lo agradezco”
“Sé que lo hiciste en defensa propia, tú crees en las peleas justas. Y bueno, recibirte es lo menos que podía hacer si has venido desde tan lejos” Heechul le sonrió, pero luego su expresión se apagó, tornándose seria.
“Supongo que estás consciente en el lío que me has metido…”
“Heechul, necesito que me escuches. Vengo a pedir tu ayuda, necesito que dejes de apoyar las órdenes de Changmin”
“Yunho” Heechul pasó una mano por su larga cabellera, suspirando. “Lo que me pides es imposible, sabes perfectamente que nosotros somos colonias hijas de la del bosque y por ende les debemos estricta lealtad”
“No creo que estés de acuerdo con mandar a tus lobos en manadas a cazar híbridos cuando realmente no hay necesidad de ello” Yunho lo escudriñó con la mirada, analizando su reacción y atento a alguna brecha.
“Mis lobos han dado pelea, estamos bajo órdenes directas después de todo. He oído de algunas matanzas de híbridos, pero aun así las pérdidas de lobos han sido abismantes” Heechul suspiró pesadamente, frunciendo el ceño.
“Estás en contra” Yunho le señaló y Heechul mordió su labio inferior.
“Yo le dije a Changmin que enviar a los lobos a cazar híbridos sería un suicidio, pero su temple siempre va a estar por sobre el nuestro” volvió a suspirar, pero esta vez de agobio, y Yunho pudo ver finalmente una luz de esperanza en sus palabras. Quizás convencerlo no sería tan difícil después de todo.
“Todavía estás a tiempo de rebelarte contra él, Heechul. Estás a tiempo de imponer tus propios ideales en su contra”
“Que no esté de acuerdo con la matanza no significa que quiera apoyar a los híbridos, Yunho. Todavía repudio lo que has hecho…en lo que te has convertido”
Heechul clavó los ojos en los suyos, su mirada perforándolo con desprecio, y Yunho sintió el dolor del rechazo como un verdadero balde de agua fría sobre su cuerpo. Este no era el Heechul de antes, este no era su Heechul, el chico risueño y jovial que conoció tantos años atrás en el bosque y que podía dejar prendado a cualquiera. Yunho se preguntó si los duros años de separación habían transformado su corazón en piedra… ¿Realmente le iba a dar la espalda? Necesitaba que entendiera sus razones…necesitaba hacerlo entender que tan sólo había escogido, había seguido a su corazón en vez de a su impuesto destino. Tenía que volver a tocar el tema, no tenía otra alternativa.
“¿Qué habrías hecho tú?” Yunho le disparó al utilizar su último recurso para apelar a su empatía. “Si nuestra situación hubiese sido de otra manera, si yo hubiese sido un vampiro… ¿Las cosas habrían sido distintas?”
Heechul abrió los ojos de par en par al escucharlo, perplejo ante el cuestionamiento. No podía creer que Yunho estuviese sacando a la luz su pasado siendo que ambos acordaron silenciosamente que nunca volverían a tocarlo. Trató de contenerse, pero al escuchar la mención de su relación todo volvió de nuevo y se quebró, llevando la mano a su boca para cubrir el ahogado sollozo que amenazó con destrozarlo.
“O-Oh, Yunho…” murmuró, voz quebrada a causa de todas aquellas reprimidas emociones. “¿Cómo puedes ser tan cruel?”
Al observarlo quebrarse Yunho se aterró e inmediatamente se paró de su asiento para trasladarse a su lado, envolviendo a Heechul entre sus brazos. Heechul se sobresaltó ante el súbito contacto, pero luego finalmente se rindió y tan sólo sollozó contra su pecho para liberar el dolor.
“Lo siento…por favor no llores, Chul. Sabes que me destroza” Yunho le susurró al enredar los dedos en los mechones. “Sólo quería que entendieras que mi elección no fue para rebelarme contra el yugo de Changmin o para obtener más poder transformándome en híbrido. Yo tan sólo…me enamoré de la persona menos indicada y seguí a mi corazón”
“Lo sé, y te entiendo. Tenías derecho a rehacer tu vida” lentamente Heechul se separó del abrazo, limpiando sus lágrimas con el dorso de la mano y sintiéndose extrañamente más liviano al haberse quebrado.
“Tú…debiste haber sufrido bastante abandonado a tu destino en la colonia del bosque” las palabras de Heechul calaron hondo en Yunho, hicieron eco…y tiraron emociones arraigadas en el fondo de su corazón. Yunho se removió un poco, incómodo por primera vez ante las orbes resplandecientes de su amigo.
“No podíamos hacer nada…era nuestro destino” fue su respuesta, corta y precisa. No podía permitirse volver a revivir un capitulo que estaba enterrado dentro de su corazón…
“Desearía haber tenido tu coraje para rebelarme contra mi destino…quizás si hubiese sido más valiente las cosas habrían sido distintas” el susurro de su voz fue tenue, melancólico, y cargado de lo que podría haber sido y no fue.
“Te habrías escapado conmigo…” Yunho murmuró con cautela. Estaba tocando un tema muy delicado para ambos y no quería dañarlo más al hacerlo recordar.
“Jamás te habría abandonado” Heechul suspiró, tomando una mano de Yunho entre la suya; sus ojos nunca dejando de contemplarlo.
“Yunho, entiendo tus razones y voy a ayudarte. El problema es que yo no puedo rebelarme contra la colonia del bosque porque cuando asumí el liderazgo del sur tuve la venia de Changmin al igual que Siwon…pero hay un modo, una forma en que podrías lograr rebelarte”
“Si hay alguna forma entonces quiero escucharla” Yunho le dijo, expectante, y Heechul asintió.
“Yo soy el actual líder de la colonia del sur, fui elegido por Changmin al probarle mi fortaleza en una asamblea de sucesión, por lo que él influye directamente en todas las decisiones que tome y debo seguir sus órdenes. Esto será así hasta que muera o hasta…que surja otro lobo que se atreva a desafiarme”
“¿Qué has dicho? No puedes estar hablando en serio” Yunho le arqueó una ceja, sorprendido ante sus palabras.
“Si un lobo me vence en combate, obtendrá el puesto de líder pero lo hará como independiente pues los retadores no tienen que rendirle cuentas a nadie, tan sólo prueban su fortaleza ante la gente. Si peleas conmigo y vences…tendrás el control de la colonia y por ende, Changmin perderá el control del sur”
“Tiene que haber otra forma. No pelearé contigo, Chul…es tu puesto y tu gente, te respetan. Además…yo no podría ser líder de licántropos si me he transformado en híbrido”
“Pero no luces como un chupasangre. Tu forma de lobo sigue intacta…si me vences, te ganarás el respeto de la gente. Todos están hablando de ti Yunho, todos hablan de tus habilidades”
“Déjame pensarlo por un segundo” Yunho suspiró, pasando una mano por su cabello en un gesto de agobio. “Si te gano y me vuelvo líder del sur, eso significaría que tendría que hacer lo mismo con el Norte para dejar a Changmin sin respaldo e impedir que siga con las persecuciones. ¿Será realmente posible a pesar de mi condición?”
“Por supuesto, te olvidas de que Akela lo fue” Heechul le sonrió, reafirmándose así mismo que por las venas de Yunho corría sangre con su misma fuerza. Él era el susurro de la profecía.
“Por lo tanto es válido. Son las reglas de los lobos Yunho, es la única forma si quieres romper las órdenes de Changmin”
“¿Qué hay de ti? No quiero que pierdas tu cargo” Yunho murmuró, volviendo a tomar su mano.
“Si me ganas puedo ser tu alpha, estaría a cargo de igual forma” Heechul volvió a sonreírle, apretando su mano en gesto de apoyo. “Está es mi forma de apoyarte, quiero verte realizar un cambio”
Yunho reflejó su sonrisa, volviendo a estrecharlo entre sus brazos.
“Eres el mejor, de verdad”
“Lo sé, soy magnifico ya lo sabía. Ahora suéltame que me estás cortando el aire…” Heechul se retorció en el amarre, chillando, y Yunho lanzó una risita, soltándolo.
“Tendrás que desafiarme en torno a toda mi gente. Espero que estés listo” le arqueó una ceja y Yunho le sonrió.
“Descuida, no voy a utilizar mi habilidad contra ti. Cuerpo contra cuerpo en una pelea justa”
“Ese es mi lobo” Heechul lanzó una risita, levantándose de su asiento. “Vamos, tenemos un duelo que anunciar”
Afuera el panorama no era muy esperanzador. Heechul y Yunho caminaron de vuelta a la extensa pradera verde que ahora estaba repleta de una aglomeración de licántropos que se juntaban alrededor de la figura de Keiichi. El bullicio y las protestas siendo audibles para todos.
“¡Silencio!” bramó Heechul al llegar a la controversia y todos los murmullos cesaron. “Mis lobos, sé que están ansiosos con todo lo que ha pasado, pero debo informarles públicamente que he recibido a un retador”
El bullicio volvió con mucha más fuerza, las voces llenas de preguntas y cuestionamientos; todos los ojos fijos en Yunho, que se encontraba un paso más atrás de la figura de Heechul, impávido. Keiichi se acercó hasta Heechul, arqueándole una ceja.
“¿Qué es lo que pretendes?” le preguntó muy bajito, pero Heechul no le contestó y simplemente se dirigió a Yunho.
“¡Proclama tu desafío ante mis hijos, forastero! ¡Es a los sureños a los que les debes rendir cuentas!” le exclamó, haciéndose a un lado para que Yunho pudiera enfrentar a la aglomeración de lobos. Yunho dio el paso al frente, ojos disparejos brillando al hacer contacto con la multitud.
“Lobos del sur” articuló, voz alzándose al dirigirse a la gente. “Mi nombre es Jung Yunho, pero los rumores se refieren a mí como el Lobo de Fuego”
La mención del apodo provocó ansiedad en la gente. Gritos con palabras como: ‘Demonio de ojos plateados’ ‘profecía’ y ‘engendro’ podían ser escuchados prácticamente a coro entre el bullicio de murmullos.
“He venido a desafiar a Kim Heechul, su actual líder, a un combate por el derecho de gobernar estas tierras. Voy a vencerlo para liberar al sur del yugo tirano de la colonia del bosque”
“¿Acaso te has vuelto loco?” Keiichi tomó a Heechul del brazo, forzando el contacto visual.
“No puedes dejar que el híbrido te desafíe a un combate, te quemará vivo. ¿Acaso no viste como puede hacer aparecer fuego como si fuese de su propia sangre? Es una locura”
“Yunho puede ejercer el derecho a desafiarme, sigue manteniendo su licantropía intacta después de todo” Heechul le susurró, acercándose a Yunho y nuevamente dirigiéndose a él frente a la gente.
“El Lobo de Fuego ha propuesto el duelo. Yo, su actual líder, lo acepto y ordeno que la pelea se realice ahora mismo. Si el retador resultase victorioso, aceptaré mi derrota y lo proclamaré como el nuevo líder, probando su superioridad ante toda mi gente”
Los lobos de Heechul respondieron a su llamado, aceptando la propuesta del duelo ante la voluntad de su líder para el combate. Lentamente los licántropos fueron tomando posición alrededor del extenso prado verde, dejando un espacio al centro para el enfrentamiento. Todos los lobos del sur estaban presentes y listos para ver pelear a su líder, defendiendo su honra. Keiichi trató de persuadir a Heechul, pero fue completamente inútil ya que él había tomado una decisión.
“Todavía podemos apresarlo…por favor piénsalo” Keiichi le dijo, pero Heechul negó con la cabeza.
“La gente ya ha aceptado mi voluntad de pelear, tú también deberías hacerlo”
“Prométeme que no hay otra razón por la que lo estás ayudando. Sé cómo lo miraste…” la voz de Keiichi hizo eco dentro de Heechul, pero él no le respondió…ya estaba decidido y no se retractaría. Lo dejó atrás para caminar finalmente hacia Yunho; todas las miradas expectantes en ambos contrincantes.
“La regla es tan sólo una: el primero que caiga rendido pierde” Heechul habló en voz alta, acercándose para darle la mano.
“Pelearemos en nuestra forma intermedia, batalla cuerpo contra cuerpo tal cual pelea para Alpha” Yunho asintió, soltando su mano y observándolo darle la espalda para alejarse algunos pasos. Keiichi finalmente se dirigió al medio de ambos contrincantes, indicando el inicio de la pelea.
“Que sea una pelea limpia y que gane el mejor” dijo, observándolos comenzar a gruñir al transformarse a su forma intermedia. El pelaje rojizo de Heechul brillaba cual cobre resplandeciente, mientras que el níveo pelaje de Yunho reflejaba toda la luz del lugar.
“¡COMIENCEN!” gritó al hacerse a un lado.
Heechul se abalanzó contra Yunho en un parpadeo; sus movimientos agiles y rápidos al comenzar a atacarlo con sus garras, siendo incentivado por las millones de voces que coreaban su nombre en vitoreas y gritos. Yunho contrarrestó los golpes, usando sus propias garras como escudo, empujándolo hacia adelante en un abrupto movimiento. Heechul se sorprendió con su fuerza al ser empujado algunos metros atrás, pero era de esperarse si estaba peleando contra un híbrido. Esta vez fue Yunho el que llegó a su lado en un abrupto movimiento, lanzándole un zarpazo con sus garras que casi lo atrapa desprevenido, Heechul apenas pudo levantar el brazo derecho para bloquear el ataque; gotas del veneno chorreante salpicando su pelaje y haciendo arder la piel. Yunho aprovechó la brecha en su costado izquierdo y le lanzó un zarpazo directo a las costillas; Heechul no pudo esquivarlo por completo y gruñó cuando las garras desgarraron su pelaje, reaccionando a tiempo para esquivar el golpe de Yunho que amenazó con atravesarlo y tomándolo del brazo, propinándole una brutal dentellada que machacó carne. Yunho gritó al sentir los colmillos desgarrarlo y maldijo su movimiento, empujando a Heechul con una patada y separándolo de su cuerpo; la carne de su brazo abierta y chorreando sangre. Heechul se repuso rápidamente y cargó contra él, el veneno haciendo brillar sus garras al chocar contra las suyas; el agudo chirrido resonando por todo el valle como un verdadero estruendo. Heechul pudo percatarse de que la herida de Yunho había comenzado a formar una gruesa costra, y supo que tendría que darle un golpe directo o de lo contrario no podría ganarle.
Los zarpazos de garras iban y venían en brutales azotes que cada vez se tornaban más fuertes. Ambos caminaban en torno al otro, esperando la brecha exacta para atacar. Yunho le lanzó un zarpazo al cuello a Heechul que casi lo atrapó desprevenido; sus movimientos eran aterradoramente rápidos. Heechul desvió las garras de Yunho con las propias, retrocediendo con la fuerza del choque y entonces Yunho se lanzó a él, llegando en un parpadeo y azotando su torso con sus garras; el zarpazo quedando impregnado en todo su torso. Heechul rugió de dolor, perdiendo el balance y sintiendo el dolor aturdiéndolo, pero no bajando la guardia. Yunho retiró las garras de su cuerpo, tan sólo un segundo de descuido que Heechul aprovechó para enterrarle sus propias garras en el costado izquierdo, perforando y desgarrando piel dentro. La sangre brotó a borbotones, empapando su níveo pelaje. Yunho dio un rápido salto hacia atrás para alejarse antes de que Heechul volviera a atacarlo, lanzando un quejido al ver los orificios sangrantes producto de las garras de Heechul, quien lanzó un gruñido bajo; la multitud clamando su nombre, eufórica al observar que lo había herido de gravedad.
Ambos estaban sangrando por las heridas, pero ninguno iba a dar el brazo a torcer. Yunho observó a Heechul volver a cargar contra su cuerpo con gracia, lleno de majestad, demostrándole a su gente porqué había sido escogido como líder. Ya llevaban varios minutos peleando y Yunho sabía que tenía que doblegarlo; la herida de su costado que Heechul le había provocado no cicatrizaba por la profundad, el veneno estaba quemando y corroyendo la piel, por lo que decidió que era hora de dar el golpe final. Esquivó cada zarpazo brutal de las garras de Heechul utilizando su velocidad, decidido a utilizarla en su contra. Era el as bajo la manga del híbrido después de todo. Heechul le lanzaba zarpazo tras zarpazo, gruñendo al no poder siquiera rozarlo con sus garras, Yunho prácticamente desaparecía de su vista en cada ataque, y esto sólo lo incitaba a atacarlo con más fuerza. De un segundo a otro Yunho se paró en seco y justo cuando Heechul estaba por atravesarlo con las garras, utilizó su velocidad para rodar hacia un costado y posicionarse detrás de él, llegando a su espalda y colocando sus garras envenenadas en la piel de su nuca. Suspiros de asombro se escucharon en la multitud. Heechul se congeló, perplejo. No podía asimilar lo que había pasado…
“Me rindo” murmuró al verse acorralado, la punción de las garras erizando su piel.
“Sí que eres lo que dicen, Yunho…” Heechul le susurró al caer de rodillas para ponerle énfasis a sus palabras. El sonido de los suspiros de asombro de los presentes hizo eco en prácticamente todo el valle. Yunho retiró las garras del nivel de su nuca, dando un paso atrás para observar a los presentes que ahora lo miraban con expresión sorprendida. Ya no había desprecio en sus miradas, ya no había siquiera atisbos de disgustos por su condición…en sus miradas Yunho tan sólo pudo distinguir asombro, respeto, y hasta un atisbo de…miedo.
Keiichi inmediatamente corrió hasta la figura de Heechul, ayudándolo a levantarse. Heechul volvió a su forma humana y pasó un brazo alrededor de los hombros de su alpha, jadeando de dolor ante sus sangrantes heridas. Estaba bastante magullado y desgastado por la pelea; Keiichi miró de reojo el cuerpo del Yunho y pudo percatarse de la cicatrización en sus heridas; sólo la herida brutal de su costado seguía sangrando, letalmente asestada, tiñendo su níveo pelaje de sangre. Yunho volvió a su forma humana a su vez, girando el rostro cuando Keiichi y Heechul se acercaron a su lado. Heechul dejó apoyar su peso en Keiichi mientras alzaba la voz para dirigirse a su gente.
“Lobos del sur. Yo, Kim Heechul, su líder, acepto mi derrota frente a Jung Yunho, mi contrincante. Él ha probado frente a mí, y frente a ustedes ser superior en fuerza y le otorgo mi puesto. Confío en que Yunho los liderará con sabiduría y sabrá proteger nuestras tierras”
Lentamente Heechul se desasió del amarre de Keiichi para acercarse a Yunho, caminando pausadamente hasta su figura. A pesar de que estaba sangrando, Heechul se erguía tan grácil como siempre, aceptando la derrota sin un atisbo de repudio adornando su rostro.
“Su gente está esperando sus palabras, líder” Heechul bajó la cabeza, reconociéndolo como su superior. En ese mismo instante Yunho observó a toda la aglomeración de gente imitando el gesto, bajando la cabeza en gesto de reconocimiento y respeto ante él. Realmente lo había hecho, realmente había podido llegar al corazón de la gente y lograr el reconocimiento. Era un hijo del sur ahora.
“Hermanos” Yunho articuló, consciente de su nuevo cargo y de la ansiedad de los licántropos a su alrededor.
“Podrán llamarme aberración allá afuera, podrán decir que sólo quiero expandir el caos y causar una rebelión contra nuestras tradiciones, pero déjenme decirles que se equivocan. Soy distinto a ustedes, lo sé…pero tan sólo porque fui capaz de tomar mis propias decisiones y no seguir una obligación. Hay gente que se refiere a mí como la profecía cumplida, la promesa del regreso de las palabras de Akela, nuestro Padre. Bueno…realmente no sé si seré la verdadera profecía, tan sólo sé que tengo esto dentro…este poder, tal cual él lo tuvo hace tantos siglos atrás, y es con tan sólo un propósito: el comienzo de un nuevo orden. Lobos del sur, han vivido bajo el yugo de la colonia del bosque y las imposiciones de Changmin toda su vida, pero ya no más. Es el momento de dejar de seguir sus impuestos ideales, ¿O acaso no se han preguntado qué fin realmente tiene pelearnos hasta la muerte con los vampiros si aquí no protegemos a ningún mortal? Estas tierras son lugares de entrenamiento, de perfeccionamiento de nuestras habilidades, de crianza y de orden, pero Changmin…ha puesto sus intereses personales en la guerra para manipularlos. El líder de la colonia del bosque y a cual todos respetan…tiene un pasado oculto con un vampiro, y ese vampiro no es nada más ni nada menos que Kim Jaejoong, el líder del movimiento vampírico”
Sus palabras resonaron cual rugido de bestia. Toda la multitud ansiosa ante la revelación de Yunho, murmullos inquietantes y protestas. La gente incrédula ante la relación.
“Ambos líderes han estado poniendo sus intereses personales en esta guerra. Aquí el problema no son vampiros contra licántropos, bien sabido es por todos que por años hemos convivido perfectamente con el tratado establecido. El problema está en ellos, quieren que nos destruyamos mutuamente y tan sólo nos han estado manipulando”
“Reafirmo las palabras de nuestro líder” Heechul habló, su voz alzándose desde su lugar junto a Keiichi.
“Como ex líder estaba consciente de los rumores que corrían en torno a Changmin y su pasado relacionado a un vampiro, pero al estar bajo su mando no se nos permite cuestionar sus órdenes. Yunho ha llegado al sur para cambiar todo ello, él va a sacar a Changmin del mando poniendo a las colonias hermanas en su contra, buscando un tratado más justo para todos, y nosotros que somos ahora sus lobos vamos a apoyarlo”
La gente reaccionó ante las palabras. Gritos y vitoreas recorrieron el sur, remeciendo la tierra. El nombre de Yunho resonando en el aire como la revelación de la que por tantos años se había hablado. De un segundo a otro, los licántropos comenzaron a transformarse en su forma de lobos, creando un aullido colectivo que inundó todas las tierras; el sonido expandiéndose, queriendo llegar aún más allá de las fronteras y con tan sólo un mensaje en su sinfonía: El sur es tierra del Lobo de Fuego.
“Está listo. ¿Todavía te arde?” Heechul le preguntó a Yunho al terminar de tatuar el símbolo del sur en su hombro izquierdo, como dicta la tradición. Se encontraban en la madriguera central, que ahora había pasado a ser los aposentos de Yunho, pero él insistió en que Heechul se quedara allí en su ausencia. Era lo menos que podía hacer por él después de todo.
“No, ya no. Te ha quedado perfecto” Yunho le sonrió al observar la figura que Heechul había grabado en su hombro con el ácido de sus garras. La medialuna envuelta por enredaderas perfectamente distinguible en su enrojecida piel. Heechul desasió sus garras, girando el rostro para mirarlo.
“Supongo que no planeas quedarte…” le dijo, voz baja y apagada, y Yunho casi pudo jurar que percibió algo de tristeza en su tono.
“Los lobos te tienen bastante fe Yunho. Probaste tu valor ante ellos y te seguirán hasta la muerte, esa es la devoción del sur”
“Estoy consciente de ello” Yunho asintió, un sentimiento de calidez expandiéndose por su pecho al saber que ahora era respetado por la gente, a pesar de su condición de híbrido. Aquellas cosas le daban la pauta para predecir que una vez que tuviera ganada la confianza de ambas comunidades de licántropos, sacar a Changmin del mando sería un juego de niños, y luego tan sólo había que establecer un nuevo tratado, uno en que los híbridos también fuesen respetados.
“Pero quita esa mueca del rostro, volveré por ti para ir rumbo al norte. Como mi Alpha debes acompañarme o de lo contrario no podré proclamar el desafío” Yunho sonrió al acercar su mano a la de Heechul, apretándola suavemente.
“Aun así, debo regresar a la tribu de ojos plateados para rendir cuentas de mis avances. Sabemos que las crueles montañas son un viaje muy exhaustivo y los lobos del norte darán bastante trabajo, pero confío en apelar a la voluntad de su líder…tal como lo hice con la tuya” Heechul asintió y Yunho se levantó de su asiento, cogiendo la capucha que Keiichi le había devuelto después del encuentro y volviéndola a ajustar a su cuerpo; el color de sus ojos camuflado de vuelta al café oscuro natural.
“¿Órdenes, líder?” Heechul preguntó y Yunho lanzó una risita, haciéndole un gesto con la mano.
“Nada de formalidades, Chul” le dijo y lo observó sonreír. “Nunca me han gustado, y menos si estamos entre amigos”
“De acuerdo. ¿Órdenes, Yunnie?”
“Así está mejor” escuchó a Heechul reír con el comentario y le sonrío. “Quiero a todos mis lobos de vuelta a la colonia, lanza un aullido colectivo para devolver a los lobos que andan repartidos por las tierras, ningún lobo del sur saldrá a perseguir híbridos. Otra cosa, la entrada al sur de lobos del bosque y del norte está completamente prohibida. El sur ahora es independiente de la colonia del bosque, y estamos en contra de su orden por lo que cualquier lobo que siga sus intenciones tiene prohibida la entrada a los valles. Quiero a tus mejores lobos de guardias, y no descuides a ninguno en el entrenamiento. Los sureños son rápidos y precisos, quiero que eso se siga manteniendo”
“Ya rugiste” Heechul le dijo y Yunho volvió a reír. “Yunho, quiero que sepas que la gente de la tribu también es bienvenida aquí. Esta es tu colonia ahora, y los lobos del sur aceptaran a tus hermanos en sangre al igual como te aceptan a ti”
Yunho abrió los ojos de par en par ante sus palabras. Eso era algo que no se esperaba y lo tomó por sorpresa.
“¿Crees que estén realmente de acuerdo a la visita de híbridos? Recuerda que hemos sido criados con la idea de que el hibridaje es una aberración, yo no voy a imponer nada…tan sólo quiero igualdad para todos y que los híbridos dejen de ser marginados y cazados cual ganado. El hibridaje debe ser considerado como una opción propia y no como un pecado en el tratado, ese es mi último propósito”
“Lo sé, pero ya te has ganado el respaldo de los lobos del sur. Si decides traer a tu otra gente a la colonia lo aceptaran”
“Lo pensaré” Yunho le dijo, volviendo a sonreír. “Te diría que entrenaras para ir al norte…pero con ese golpe que me asestaste en el costado te has ganado todo mi respeto” Yunho volvió a sonreírle, divertido, y Heechul lanzó una carcajada.
“No por nada fui líder de estas tierras. Si no hubieses sido un híbrido quizás las cosas habrían sido un poco más interesantes…” sus ojos color avellana centellaron en un destello enigmático, chispas doradas casi…tentativas en el fulgor. Yunho se quedó mudo, mirándolo. Por un segundo estaba de vuelta a cuando aquellos iris centellaban por él…y cuando Heechul se percató de sus ojos persistentes tan sólo le sonrió, casi como si hubiese leído su mente. Yunho pestañeó reiteradamente…un tenue rubor tiñendo sus mejillas al percatarse de que se había quedado absorto mirándolo como un embobado quinceañero.
“Gracias por todo, Heechul” murmuró de abrupto, antes de que Heechul pudiese hacerle un comentario sugestivo o algo tan a su estilo por lo que le había pasado, perturbado y maldiciéndose a sí mismo. No le gustaba nada lo susceptible que estaba a los recuerdos…
“No sabes lo fundamental que ha sido tu apoyo. Aún me parece extraño haberme ganado el liderazgo del sur…tu insinuación al duelo realmente me pareció un milagro”
“Bueno, en cierto modo yo quiero lo mismo que tú Yunho, un poco de paz a estas tierras. Los que quieran luchar que regresar a donde los mortales, pero aquí…dennos paz”
Ambos sonrieron y luego Yunho se acercó para abrazarlo en apenas un rodeo de sus brazos, pero el gimoteo de su bestia le ardía en la piel junto con el hormigueo que fluyó por sus venas prácticamente al instante…
“Amén a tus palabras” Yunho le comentó y se rieron juntos en el abrazo, luego se separó de sus brazos. Heechul lo observó transformarse a su forma de lobo, sorprendiéndose a su vez al percatarse de que su forma de lobo había crecido en tamaño, tornándose más maciza. Yunho giró la cabeza y Heechul le sonrió, luego se puso en marcha desapareciendo de su vista en prácticamente un parpadeo, dejando una leve brisa cálida al comenzar el trote.
Yunho recorrió el camino a la salida de la colonia escuchando aullidos y gestos de despedida de cada licántropo a su paso; su blanco pelaje destacándose entre la hierba mientras corría a la salida de la tierra alguna vez repudió por haberle arrebatado a lo que más amó, pero ahora era todo distinto…ahora Yunho estaba más que conforme consigo mismo al sentirse, finalmente, un hijo más del sur.
-o-
Koiko: Toda la gente que pensó en una infidelidad debería avergonzarse u_U ¿¡Cómo se les ocurre!? XD no soy tan predecible y Heechul no es tan perra como para agarrarse a Yunho en su propia madriguera así sin consideración alguna…tienen sus uniones y todo, lo que sí que los tira son sus lobos internos y los recuerdos…pero ese es otro cuento e.e En fin, respiren mis fans HoSu que no pasó nada, tranquilas xd
Me gustó mucho escribir sobre los Valles del Sur C: y estoy muy conforme con cómo me quedó. Aún estoy trabajando en escribir enfrentamientos…tratando de pulir mi descripción y todo pero es difícil, tengan compasión con eso…escribir violencia es bastante exhaustivo u.u en fin. Ahora nos vamos directo al enfoque de Junsu y sus andanzas…tengo muchas sorpresas allí y estoy segura que les volaré la mente jeje e.e
Gracias nuevamente por todo el apoyo y sus palabras. Sus comentarios son el cemento para las paredes que construyen este enorme muro que es la historia
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