How Can I Love You? cap 1

Mi Independencia

Mi vida era perfecta, una vida que a cualquiera le gustaría tener, y quizás a otros no, pero yo no tenía nada de que quejarme…
Tenía dinero, tenía independencia, tenía un departamento del lujo sólo para mí. Hacer lo que se me diera la gana era ya casi mi forma de vivir la vida, nadie quien te diga que hacer ni que te reclame por si algo estuvo fuera de lugar.
Todo era realmente excelente….
Pero….como siempre cuando todo es perfecto, siempre hay algo que lo arruina.
Así es…..siempre hay algo.

Park YooChun, soy fotógrafo y pintor, desde pequeño siempre me atrajo esto del ‘‘arte’’, pero no era bien visto la carrera de un pintor, generalmente cuando se habla de ello, uno se imagina un tipo vestido de blanco en un balcón pintando en un atril y económicamente…muy mal. Mis padres no eran la excepción, ellos sabían que si su hijo quería ser siquiera un pintor, era como ‘‘el castigo del cielo’’, todo eso se debe por que son personas importantes….
Mi padre es un médico de re nombre, todo el mundo que necesita operarse urgentemente confiaban 100% en mi padre, con eso a él no le faltaban las mujeres, tenía fama, inteligencia, una carrera prometedora…todo lo que una mujer como mi madre deseaba como esposo…
Ella es una actriz, siempre haciendo telenovelas o participando en cosas de la televisión, hermosa mujer de pronunciadas caderas y labios gruesos, reconocimiento y disciplina, todo lo que un hombre como papá quisiera tener.
Se conocieron por que mi mamá tuvo problemas en la salud, después de un tiempo vieron que tenía un tumor y por ende necesitaba ser urgentemente operada, como ella era imprescindible para la tele, la mandaron enseguida con el mejor doctor que se pudiera encontrar…Park SeungWoon, mi padre…
Mi madre de naturaleza coqueta no pudo evitar sentirse atraída por los gestos varoniles de mi padre, y este no pudo evitar sentirse en el cielo por tratar con semejante mujer.
La química se dio por si sola y comenzaron a salir, al poco tiempo decidieron estar juntos y al año después ¡tan! Boda…la peor elección de sus vidas.
El primer hijo que tuvieron fui yo y él único que quisieron tener…
Yo, según ellos, les traje la desgracia…
Cada vez tenían menos tiempo de verse, las peleas aumentaban y a mi me dejaban al medio, preguntándome con quien prefería pasar el tiempo, cosa que cuando era niño no entendía por que tanta curiosidad sobre eso.
Pasaron los años, yo apenas tenía 12 cuando se separaron, cosa que me dolió mucho, no sólo por el hecho de que mis padres ya no iban a estar juntos, si no el por que ya no iban a estar juntos.
Como todo hombre mi padre tenía sus necesidades, cosa que mi mamá no podía cumplirle por que cada vez llegaba más cansada del trabajo, por lo tanto se buscó otra mujer y tuvo una aventura que por lo que yo sé aun no termina. Como todo mi mamá descubrió aquello y eso fue la gota que rebaso el vaso, decidió darle fin a esa penosa relación y pedir el divorcio, la pregunta ahora era… ¿Con quién se iba a quedar Park YooChunnie?
Yo no pude responder a aquello, me sentía tan mal por toda la situación que pase días sin hablar, ni siquiera ganas de dormir tenía, parecía completamente un zombie, y como no…si las personas que en parte querías, a una ya no le ibas a ver más.
Mi madre decidió recurrir a la demanda y por las evidencias mostradas ella se ganó mi tuición…lloré como nunca…lloré cuando empacaba sus cosas, lloré cuando me dijo que hiciera lo mismo y lloré cuando vi el rostro de mi padre, mirando el suelo y apretando sus manos en forma de puño.
El era mi ejemplo a seguir, me defraudo y no lo vería más, aunque debería estar feliz…dolía, y no podía hacer nada contra eso…nada.
Vivir solo con mamá no fue la gran diferencia, ella ni siquiera pasaba tiempo conmigo así que entre empleadas me críe, por lo que las cosas de la casa las dominaba.
Fue cuando encontré la forma de escaparme de la realidad…el arte y la fotografía, aquello…encerrarme en aquello hacía que todas las cosas malas desaparecieran de mi alrededor, sólo existía yo y aquello.
Le conté a mi madre mi pasión como lo haría cualquier niño de mi edad, pero casi se desmaya y un no rotundo me dio, cosa que me dolió mucho…ella no entendía que si no tenía eso, mi vida prácticamente no tenía sentido…
Juré…juré irme de casa a penas cumpliera los 18 y hacer realidad mi sueño, así es…lo cumplí, lo mejor de todo al tener padres de re nombre todos me dieron un buen trabajo para juntar mucho dinero…lo suficiente para comprarme un hermoso departamento vista al mar, pero había un problema…
No quería que compraran mi arte por mis padres, si no por mi, por mi talento, así que después de juntar el dinero suficiente decidí cambiarme el apellido, uno en inglés iba a estar bien…
Todo iba bien entonces, la universidad me la podía pagar perfectamente y tenía suficiente para comprarme cosas, pero…. En mis planes no estaba vivir con él…
ChangMin….

Mi medio hermano, supe por otros que mi padre formó otra familia con otra mujer antes de que se separara completamente, aquello provocó muchos colapsos a mi madre, que la pusieron enferma y tuvo que quedarse mucho tiempo en el hospital, cosas como estas me dolían tanto que era lo mismo que me atravesara un cuchillo. Mi padre le ponía más atención a él, lo veía más a él…yo simplemente era nada, ni siquiera llamadas de su parte, soy su pasado y él su presente.
Lo vi cuando mi padre se digno a presentarnos un día, era más pequeño que yo(Debía tener unos 10 mientras yo unos 15), a mi parecer no era tan atractivo, poseía orejas más grandes de lo normal, unos labios que parecía que se secaran constantemente y un cabello demasiado desordenado.
¿Cómo llegué a vivir con él? …Ni yo entiendo bien el por que, después de que me lo presento aquel día, no volví a ver, actualmente tengo 22 años, ósea hace 7 años que no lo veo. Todo empezó con una llamada que deseé no contestar nunca…
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Me levanté medio dormido de mi cama, que estaba totalmente desordenada por moverme mucho en la noche, me dirigí a la cocina mientras me revolvía el pelo con una mano, el día anterior había ido a un bar y aunque no me excedí tomando, aun sentía algunos efectos malos sobre mi cuerpo.
El café que me preparaba estaba casi listo cuando sentí el teléfono sonar, me acerqué extrañado a contestar, puesto que nadie llamaba a esta hora a mi depto.

-Alo, habla YooChun

-¡YooChun! – Escuché el grito desesperado de una mujer al otro lado del auricular, era claramente mi madre.

-¿Qué pasa? – Respondí con indiferencia, era pan de cada día.

-Esa mujer…

-¿El nuevo trofeo de papá? ¿Qué paso con ella?

-Se murió… - Al escuchar esas palabras no pude evitar sonreír irónicamente, que feliz se debe sentir mamá.
-¿y?.... – No es que fuera realmente frío, pero ella no me agradaba, por su culpa mi madre tuvo muchos problemas.

-Tú sabes que tienen un hijo ¿no?, tú padre no puede cuidarlo, no tiene tiempo

-Que contrate empleadas, yo crecí así…

-Tú padre quiere que él vaya a vivir contigo… - ¿Escuché bien?.... ¿dijo vivir conmigo?

-What?

-Lo que escuchaste YooChun…

-¡No! ¡Claro que no! Yo vivo solo y punto, además ¿Qué no puede comprarle un departamento o algo así? – nadie me quitaría mi independencia.

-El es el ejemplo vivo de tu padre, dice que si vive contigo cambiaras tus puntos de vista…

-Excelente…ahora no es por que no tiene con quien quedarse, todo tiene un plan malévolo detrás ¿no? – Esto no me extrañaba nada…

-YooChun, es tu hermano…velo por ese lado – Me dijo mi madre intentando convencerme, yo sólo suspiré sin responderle nada aun, no me imaginaba viviendo con alguien más, que estorbo…

-Tengo la edad suficiente para decidir lo que quiero y lo que no quiero, y yo digo que no – Dije tajantemente, haber si de esa forma entendía.

-YooChunnie por favor…es un niño de 17 años recién, necesita alguien a su lado... – Sonreí irónicamente, yo nunca les preocupe así…

-Ajá…y yo tengo 22, así que es un no – Esto ya me estaba desquiciando…

-Irá…y punto – Colgó y yo sólo me sorprendí de que no importara que tan lejos o cuan mayor fuera, siempre lograrían una manera de manejar mi vida, simplemente es como si aquellos hilos de mi niñez estuvieran siendo desempolvados y mi madre haya empezado a manejarlos con cuidado.

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Hoy debe ser el día en que llega el dichoso “Niño-Prodigio-Orgullo-De-Papá”, como me apestaba la idea de vivir en el mismo techo con él, de seguro era de ese típico niño mimado que le daban todo, que cuando se enojaba daba berrinches y llamaba a mi padre para que solucionara sus problemas, hasta podría asegurar que ni siquiera sabría como manejar una licuadora. Sonreí malvadamente ante eso, apenas pisara este suelo, su vida sería un infierno, por que yo no le tomaría atención y tendría que cuidarse solo, ya que no estaré todo el tiempo con él como debe creer…que ingenuidad.

Terminé de prepararme mi delicioso café, el aroma llegaba hasta mis entrañas, haciéndome despertar y degustar el delicioso sabor amargo que proporcionaba en mi boca, una gran manera de despertar y apagar un dolor de cabeza, miré a mi alrededor y vi mi departamento exactamente como lo había dejado ayer, totalmente desordenado, con algunos muebles en otros lados, dándome espacio para poder dejar mi atril…mi hermoso atril que estaba al frente del ventanal de mi hogar, mi perfecta inspiración…sé que nunca encontraré a alguien mejor que un pincel y los colores, que nadie reemplazara el dichoso gusto de tomar una foto significativa de los paisajes que ya nadie se atreve a apreciar. Dejé mi taza en el lavaplatos, luego lo lavaría, y me dediqué a recorrer con mis ojos el ambiente que me rodeaba. Paredes blancas con toques rojos, tonos cálidos y muebles antiguos daban vida a este ambiente, me gustaba…por que así yo decidí que fuera. Siempre cuando traía una chica me preguntaba por mis excéntricos gustos de los muebles antiguos, y llegué a la conclusión de que nunca existiría un ser humano que sea capaz de comprender la belleza de estos enseres tallados en madera.
Entre mi divagación tocaron el timbre, cosa que me sorprendió que el tiempo pasara tan rápido como para que alguien viniera a visitarme, fuera quien fuera, no le iría abrir la puerta…si no que fue como un aviso de que me tenía que duchar y poner ropa decente, cuando ya había cumplido mi cometido, me miré al espejo que estaba en el comedor, sonriéndome y viendo cada defecto que sobresalía de mi cara, pero sé que yo era excepcionalmente atractivo…lo que me molestaba era que me parecía a ellos dos.
Tenía los labios de mi madre, los ojos de mi padre, la piel de ella, la voz de él…una lista sin fin que podría tomarlos como defectos más que virtudes.
El timbre de la puerta volvió a sonar, así que esta vez si me dirigí a abrir la puerta con pesar.

-¿Hasta que hora me tenías pensado dejar acá? – Con frialdad en sus ojos me miró directamente….

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