How Can I Love You? cap 2

Who are you?

-¿Hasta que hora me tenías pensado dejar acá? – Con frialdad en sus ojos me miró directamente…
Si no fuera por las maletas que estaban a su lado, y la característica actitud heredada de mi padre, podría jurar que este no era el niño que hace 7 años no había visto…
Era más o menos de mi porte, y eso que yo no soy tan bajo, tenía unos ojos y labios iguales a mi padre, fríos y sarcásticos, con unas facciones finas que supuse que serían de la mujer con la que se habrá metido mi papá, nariz, piernas, cabello, dientes…todo en él prácticamente resaltaba de alguna forma, quizás su seriedad hacía que contemplara mejor su cara, como si de un muñeco se tratase…

-¿ChangMin? – Mis labios pronunciaron lentamente, y su mirada se fue levemente al piso, hasta que la subió de nuevo tomando sus maletas, entrando sin mirarme e inspeccionando el lugar.

-Shim para ti… - Sonreí ante su actitud tan molesta y arrogante…de alguna forma era interesante, y por otra parte…me sacaba de quicio, pero ambos podríamos jugar el mismo juego.

-¿Shim? …¿Es que acaso mi padre no quiso darte su apellido? - Le miré, y él sólo me daba la espalda admirando el lugar que tenía en frente, de seguro lo primero que diría será que mis gustos son extraños…

-¿Los muebles que tienes son de marca White House?...se nota en la forma del tallado…me gusta – Me sorprendí…primera vez que oía que alguien supiera de una marca tan antigua y de valor, además de apreciar el arte en la forma del tallado, mientras más tiempo pasaba, más me sorprendía de sus actitudes y de sus pensamientos, aunque pareciera que no fuera siempre del todo sincero, supuse que debe ser una especie de coraza que en su vida tuvo que formar.

-Así es… ¿Cómo lo sabes? – Pregunté llegando al lado de él y mirándole directamente, él sostuvo mi mirada y me sonrió con superioridad.

-Conocimiento cultural….esa marca vendió mucho durante su época, me sorprende que tengas sus muebles… - Sonreí nuevamente, se notaba a leguas que era una persona que veía las noticias o leía mucho, al menos no sólo tendría un ser inerte de cuerpo bonito, si no con cerebro también….
Noté como su mirada cambió repentinamente al ver el desorden que tenía en mi hogar.

-Deberías ordenar más, y tienes los muebles en otros lados, los estás desprestigiando si le das más importancia a esto… - Tomó mi atril y yo fruncí levemente el ceño, era cosa mía como yo quería tener mi departamento, así que me dirigí donde él estaba y le tomé las manos antes de que hiciera algo.
Como lo imaginé el tacto de su piel era suave, y sus manos comparadas a las mías eran bastante cálidas, era un tipo de calor que no te gustaría nunca dejar de sentir. Le miré a los ojos…notando como su rostro se había sonrojado levemente, sin sostener mi mirada…tímido…fue lo primero que pensé, pero lo descarté enseguida cuando se soltó bruscamente.

-No me toques con tanta confianza – Se limpió las manos como si yo nunca me las hubiese lavado y dejó el atril donde estaba.

-No toques mis cosas con tanta confianza – Imité su voz arrogante, y él sólo rodó los ojos tomando sus maletas de nuevo.

-¿Dónde está mi cuarto? – Me quedé helado cuando me preguntó eso, ni siquiera le había preparado un cuarto, todas mis cosas estaban puestas en su lugar, y la única habitación que quedaba era la mía. Para mi no era necesario tener un cuarto de huéspedes, por que la única persona que invitaría a mi casa a pasar la noche sería una chica, claramente en mi habitación y sin perder el tiempo.

-No hay – Le dije mirando a otro lado, y sentí el ruido de las maletas que cayeron al piso.
-¿Y dónde quieras que duerma? ¿En el suelo? – Sonreí, tenía una actitud parecida a la de un chico que se esperaba un cuarto de oro…

-No sería mala idea, así aprendes a sentir lo duro que es la vida – Le dije con cierto mensaje subliminal en mis palabras, él se dispuso a matarme con la mirada, se me congeló la piel al sentir una mirada tan fuerte sobre mi…De seguro también lo habrá heredado de papá…

-Hablas como si me conocieras – Dijo con una leve ironía en sus palabras.

-Veremos que puedo hacer… - Suspiré y me fui al cuarto, mi pieza no era, como para todos sería, un espacio personal, por que ya lo tenía en todo mi departamento, para mi…simplemente era un lugar para compartir una noche de copas y sexo. La llegada de Shim ChangMin quizás cambiaría un poco de eso, mi pieza entonces pasaría a ser mi pieza, y no me sentiría muy tranquilo si espiara las cosas que hago en algún momento con una chica…problemas…simplemente él me traía muchos problemas.

Me senté en la cama para pensar donde podría dormir…el cuarto de fotografías no, el cuarto de estudio tampoco, y el cuarto de aseo menos... por ahora tendría que buscar un colchón y dejarlo en el piso, mi habitación era grande, así que habría algo de espacio, luego de eso podría ordenar a que me hicieran otra habitación para él. Me recosté en la cama quejándome levemente, había llegado hace unos minutos y hasta la privacidad de mi pieza me ha profanado, debería ser más frío y dejar que durmiera en el balcón para que los pájaros se lo llevaran y me dejara en paz, sonreí por tales pensamientos.

-¿YooChun?... – Su voz sonó dentro de mi pieza, y abrí los ojos aun recostado, topándome con los suyos, ChangMin tenía las maletas en la mano de nuevo, dándole un leve aspecto de ternura, sin embargo sus facciones se veían agotadas, quizás quería descansar un poco.

-Iré a conseguirte una cama, si quieres puedes desempacar…-Dije levantándome y sin dejar de mirarle, no podía quitarle los ojos de encima, cada expresión que hacia de alguna forma me fascinaba – Pero no muevas ni toques nada que sea mío – Advertí mientras salía de la pieza. ChangMin no respondió nada y por el ruido supuse que estaba sacando sus cosas, cuando estaba callado parecía una persona totalmente diferente a cuando te lanzaba sus sarcasmos. En parte entendía que fuera así, por que yo tenía algo de su actitud arrogante.

Al tocar la perilla para abrir la puerta me tocó el brazo, entonces le miré y vi como me sonrió satisfactoriamente al tener mi atención.

-Quiero asegurarme de que en verdad irás – Desconfiado…bien, en parte quizás no hubiese ido, y hasta no hubiese vuelto al día siguiente, pero esta vez ni siquiera lo pensé.

-Como desees – Abrí la puerta finalmente y salí junto con mi medio hermano.
Caminamos un poco hasta llegar a una puerta, con naturalidad toqué y esperamos un rato hasta que alguien abrió.

-¿YooChunnie?... – Con gestos amables saludé, ChangMin estaba atrás mío, prácticamente escondiéndose, con la mirada baja…tímido…volvió esa palabra en mi mente, y me pareció algo tierno.

-¡JunSu-ah!...necesito que me hagas un favor – hice un puchero para que no se le pasará por la mente rechazarme, pero le conozco…y nunca diría que no ante un favor…

-¿Qué necesitas? – Me dijo con un tono amable, mientras se apoyaba en el marco mirando a ChangMin, de seguro pensará que ahora estoy sometiendo niños pequeños o algo así.

-¿Tienes un colchón o algo así que me prestes? – Cuando lo dije, JunSu se sorprendió, por que eso suponía que alguien más iba a vivir conmigo o pasar el día en un lugar que no fuera mi cama, quizás empezó a atar cabos del por que tenía a un niño atrás mío.

-Claro…enseguida te lo traigo, espera – Se adentró a su departamento, y nosotros nos quedamos afuera esperando, ChangMin seguía con la mirada baja, y yo le miré, como si fuera inercia puse mi mano bajo su mentón para subirle la cara. ChangMin me miró sorprendido y quitó mi mano rápidamente bufando, me molestó un poco…pero en parte yo tenía la culpa por haber tomado tanta confianza.

-¿Quién es el tipo que abrió la puerta? – Preguntó intentando mirar adentró del departamento.

-Es un amigo que tengo desde el colegio – Recordé las épocas en las que JunSu y yo nos juntábamos para jugar playstation, lástima que el trabajo le consume tanto tiempo; me dio algo de nostalgia… Su era uno de los mejores amigos, corrección…verdaderos amigos que tuve. JunSu llegó casi arrastrando el colchón y cuando le vi, me acerqué a abrazarlo.

-Estás muy cariñoso Chunnie – Sonreí y me separé para ayudar a sacar el colchón afuera.

-Digamos que fue por los viejos tiempos – Le contesté, sintiendo que la nostalgia también le invadió, mirándome con unos ojos levemente brillosos.

-Un día de estos nos tenemos que juntar – Dijo decididamente, dándome otro abrazo y despidiéndose de mí, yo sólo susurré un “si”.

ChangMin me ayudó a entrar el colchón a la pieza, y él lo acomodó en el lugar donde le pareció mejor, mientras ordenaba las sábanas no había dicho ni una sola palabra, estaba muy callado y con un rostro demasiado serio, aunque talvez él siempre este así…no podría saber exactamente ya que recién lo estaba conociendo.
La primera noche que compartí con él fue bastante extraña. Ya me había acostado, pero él se movía bastante en el colchón y me preguntaba si estaba bien observarle tanto; Cerré los ojos para darle paso a mis sueños, había sido un día con bastantes emociones encontradas, desde sorpresa hasta la nostalgia…un suspiró se apodero de mi al recordar la cara que había puesto JunSu al saber que yo tampoco me olvidaba de aquellos tiempos. Entre mis divagaciones sentí como un peso más se agregaba a mi cama, no podía ser nadie más que él.
Abrí los ojos para observarle nuevamente, y mi corazón se apretujó ante lo que estaba viendo…soledad…expresaba demasiada soledad y falta de cariño en sus ojos, era una sensación tan abrumadora que no podía sacar los ojos de encima, hasta que se dio cuenta que lo miraba; al ver sus ojos me vino el recuerdo de mi padre, el padre que lo tenia todo menos el cariño de familia, su frialdad, su ausencia en mi niñez, todo lo estaba viendo reflejado en sus ojos…y mi madre, la mujer que trato de ayudarme a salir adelante, pero en el fondo ambos sabíamos que lo hacía más por obligación que por quererme. También me acordé del momento en que mi mamá me llamo para decirme lo de mi medio hermano, el motivo de que ChangMin estuviera aquí era por que su madre había muerto, entendí talvez por que ese muro que levantaba tan a menudo al hablar, y talvez el por que no querría dormir solo. De nuevo la sensación me abrumó, no quise preguntarle nada y decidí abrazarlo protectoramente, ChangMin, a lo contrario que haría realmente, me correspondió el abrazo y ocultó su cara en mi pecho.

No podría asegurarlo, por que estaba demasiado cansado y quizás el sueño ya me había vencido, pero creí haber escuchado unos leves sollozos muy distantes.

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