- ¿Jaejoong Hyung?- Preguntó, el hipo delatando su estado.
- ¿Minnie, estás llorando…?
El menor respondió un leve si, mientras hacía lo posible por detener su el maldito hipo. Se sentó en su cama para estar más cómodo, mientras secaba, o al menos intentaba, aquellas saladas gotas que caían como cascadas de sus ojos.
- Estoy harto de esto Hyung- Confesó- Me la he pasado llorando-
- Changminnie, por Dios. ¿Qué te pasó?- Su preocupación era casi palpable.
- Jae… ¿Soy una mala persona…?- Preguntó el menor.-
- Minnie, ¿Cómo puedes pensar una cosa así? No eres una mala persona, jamás lo serás.-
- Entonces, dime ¿Qué mierda tiene Dios en mi contra?- Dijo casi en un grito.
- Bebé, ¿Qué pasó…?- Preguntó otra vez.- Sabes que puedes confiar en mi.-
- Si… Lo sé…- Respondió tratando de calmarse. El sólo escuchar a su querido Hyung por teléfono le hacía sentir una pequeña paz interior.- Es que, yo…Mañana no podré ir a tu casa después de clases…-
- ¿Es eso…?- Changmin sabía muy bien que el moreno había tratado de disimular su tristeza al preguntarle aquello.
- Mi padre me castigó por haber bajado mis notas. Me va a tener encerrado en mi pieza.-
- Lo siento mucho Min….-
- No, yo lo siento mucho. Es toda mi culpa.-
Changmin, hijo… ¿Estás ahí?. Era la voz de su madre que lo llamaba desde el otro lado de la puerta. Estaba preocupada, y seguramente venía a consolarlo.
- Lo siento, debo cortar.-Se disculpó y cortó muy a su pesar.
¿Puedo pasar…? Preguntó, ahora tocando la puerta. El pequeño se levantó, y tratando de esconder todo rastro de haber estado llorando, quitó el seguro a la puerta y la abrió para dejar entrar a su madre.
- Hijo, no te hagas el duro. Llora todo lo que quieras, yo estoy contigo.- Le sonrió con ternura, cerrando la puerta tras ella, al ver las marcas de lágrimas en las mejillas de su hijo.- Los hombres también lloran cuando tienen pena.
- Mamá…Te quiero mucho…- No dudó en abrazar a la castaña, quien le devolvió el abrazo gustosa.-
- Lo sé.- Dijo dulcemente acariciando los sedosos cabellos de su hijo- Yo a ti te amo, mi niño grande. Hacía años que su bebito no lloraba en sus brazos. Le dolía verle así, y todo lo que podía hacer era intentar consolarle.- Todo va salir bien.
Jueves. Gimnasio de la escuela
Suspiró. No iba a fingir felicidad. Porque definitivamente estaba todo menos contento. El marcador iba 15 a 9, a la cabeza el equipo de sus hermanas. Pero a pesar de eso, no estaba para nada gustoso. No estaba enojado con ellas, estaba enojado con su incomprensivo padre. Si algo podía ser peor que no poder estar en casa de Jaejoong Hyung en estos momentos, era el hecho de no haberle visto en todo el endemoniado día.
- Mira, hijo, tu hermana anotó otra vez- Celebró su padre.
- Ahá. Genial- Respondió fingiendo la mejor de sus sonrisas. Su madre por otro lado, ya había notado su mal humor, y sus inútiles intentos de convencerla a ella también de que ya todo estaba bien.
Como estaba en época de exámenes, luego de llegar a su sala ya no salía a menos que tuviese que ir urgente al baño. Por eso no había tenido la oportunidad de ver a su amado hyung. Encima, sus interesados compañeros lo buscaban todo el día para preguntarle cosas o pedirle que les “soplara” en el examen. Eso lo indignaba, el no tenía problema en ayudarles, pero jamás iba a regalarles nada, menos respuestas. No iba a arriesgarse por gente que no haría lo mismo por el.
- Changmin…- Su madre lo sacó de sus pensamientos- El partido ya terminó- Le dijo la mujer.
- Oh, claro…- Se levantó junto con ella, como todo el público allí presente, y aplaudieron a las jugadoras. Como era de esperar, la escuela ganó limpiamente y por una gran ventaja.
Felicitó a sus hermanas, y luego toda la familia se subió al auto, y se dirigieron a casa.
- Como lo han hecho tan bien hoy, las voy a llevar a cenar padre e hijas. ¿Qué les parece?- Comentó llegando a la casa.
- Genial- Exclamaron a la vez.
- Iremos a dejar a su hermano a casa porque está castigado. Y así mamá aprovecha de arreglarse.- Dijo el señor. Changmin asintió en silencio.
Finalmente llegaron, las dos chicas fueron a ducharse y a arreglarse rápidamente. El Sr.Shim acompañó a su hijo hasta el cuarto de este.
- Esto lo hago porque quiero lo mejor para ti. No puedes salir de aquí a menos que quieras ir al baño. Aprovecha y estudia para tener un futuro.-
- Si papá…-
El señor salió de la habitación, y Changmin tomó un libro de historia y se acercó a su escritorio. Iba a tratar de leer algo. De todos modos no tenía nada mejor que hacer. Pero por alguna extraña razón, no podía concentrase. Seguía con su vista fija en su ventana, siempre que estaba triste o desanimado, miraba por allí. Y esque, a pesar de vivir en departamento, la vista que tenía su pieza era hermosa. Podía ver el hermoso jardín del edificio, he incluso, había un pequeño balcón, con una escalera de emergencias al lado, que ahora estaba cubierta por enredaderas.
¿Chicas, están listas ya?
Escuchó fuera de su pieza. Podía oírlas correr de un lado a otro. Suspiró. No iba a poder leer así.
Tic…
Un extraño ruido hizo eco en su habitación. Pero hizo caso omiso, quizás habían sido sus hermanas, y estaba tan concentrado en tratar de leer que lo había confundido con alguna otra cosa.
Tic…
Otra vez. ¿Habría botado algo? No, todo estaba en su lugar. Sus hermanas corrían a la puerta, y al parecer su padre estaba llamando a la Sra.Shim para que se apurase.
Tic…
- ¿Pero que demonios…?- Se levantó bruscamente de su silla, y de pronto notó algo en su ventana.
Tic…
Pudo ver una piedrita chocar contra el vidrio. ¿Había alguien allí afuera? ¿Sería quizás el vecino tratando de molestar? O probablemente eran los pequeños malandrines del apartamento 413 que siempre estaban haciendo maldades por la vecindad.
- ¿Hijo, estás bien?- Preguntó la señora.- Te dejé comida en el refrigerador. Nosotros ya nos vamos-
- Si gracias.- Contestó medio ido, mientras caminaba en dirección a la ventana.
- Cualquier cosas nos llamas, ¿vale?- Le dijo desde el otro lado de la puerta.- Cuídate mucho. Te quiero.
- Yo también mamá.- Respondió, y abrió la ventana para mirar hacia abajo.
Su asombro no podía ser mayor. Allí abajo, en el jardín de su “casa”, a sólo unos metros de su ventana, un moreno de piel blanca, y ojos oscuros lo miraba sonriente y le hacía señas con sus manos.
- ¡No puede ser!
Del otro lado del cuarto de Changmin, una castaña sonreía apoyada en la puerta. Susurró un inaudible “Te quiero bebé…” y corrió hasta la entrada donde su marido y sus hijas la esperaban. En el camino, sacó su celular, y corrió con su familia al auto. Ya sentados, se puso su cinturón de seguridad, y comenzó a navegar en el menú.
- Has estado pegada al teléfono todo el día. ¿Pasa algo?- la interrogó el señor mientras ponía en marcha su auto.
- Sólo me preocupa mi hijo.- Mintió con excelencia.
- Estará bien, es muy maduro y estoy seguro que entenderá.
Revisó nuevamente su directorio de llamadas. Tenía la manía de borrar todo, los mensajes, llamadas, buzones de voz…Volvió a sonreír, esta vez para sí misma, y antes de presionar la opción de borrar, miró por ultima vez el último número al que había marcado.
Kim Jaejoong
- Lo sé.- Sonrió- Estará bien.
Residencia Shim, habitación de Changmin
- ¡Jaejoong Hyung!- gritó lleno de felicidad el castaño.-
- Hasta que me haces caso. He estado tirando piedritas un buen rato ya.- Sonrió.
- ¿Qué haces aquí?
- ¿Porqué no mejor te esperas a que suba? Gritar no es muy cómodo.-
El moreno comenzó a subir por la escalera de emergencia, iba pisando con cuidado y aforrándose también a las grandes enredaderas. Changmin por su parte, abrió completamente su ventana, para que el mayor pudiese acceder a su habitación.
- Hyung, cuidado te puedes caer.- Le dijo cuando Jaejoong por fin logró pararse en el pequeño balcón que daba a la pieza del castaño.
- Calma, no me voy a caer- Le dijo, y entró la mitad de su cuerpo a la habitación- ¿ves Minn—?
- ¡Cuidado!-
Casi como escena de una comedia romántica, Jaejoong tropezó cuando ya estaba apunto de pasar completamente a la habitación del pequeño. Changmin no dudó en intentar ayudarle, pero el peso fue demasiado. Ahora el castaño yacía en el suelo boca arriba, con un sonrosado moreno sobre el. Jaejoong sonrió tímido ante el numerito que había montado. Estaba literalmente sobre su querido dongsaeng, sus piernas una a cada lado de las del menor, y sus brazos apoyados a la altura de la cabeza de el.
- ¿Sorpresa…?- Dijo el mayor rompiendo el extraño silencio que se había formado.
- Hyung… ¿Qué haces aquí…?
- Vine a verte, tontito.
- Si pero… Este…- Changmin se sentía un tanto incómodo. El rojo se hacía presente en su rostro. Podía sentir el fresco aroma a fresa proveniente del sedoso cabello del moreno, y debido a la cercanía de sus rostros, podía sentir el aliento de su Hyung chocar contra su cara y cuello, haciéndole sentir mariposas por dentro.
- ¡Ay lo siento…!
Se levantó rápidamente, y luego ayudó al menor a pararse.
- No es primera vez que terminamos así ¿no?- Añadió Jaejoong recordando su primera clase.
- Si, esa vez tu te me tiraste encima…Y te llamaste a ti mismo “vaca”- Rió.- Amm, este….¿Cómo llegaste hasta aquí?
- ¿No me viste subir por la escalera acaso? Escalé y todo Minnie.
- Si, pero, me refiero… ¿Cómo supiste que mi ventana daba justo al patio?
- Ah, eso me lo dijo tu mamá.- Confesó.- Me llamó anoche muy preocupada por ti, y me dijo que viniera a visitarte. Muchos detalles no me dieron, sólo me dijo que estabas castigado. Algo también me comentaste tu ayer por teléfono…-
- Oh…- Sonrió ante aquel relato. Su madre era tan comprensiva-
- Ella te quiere demasiado.-
- Si, yo también la quiero mucho.
- Pero, tu eres muy capaz, y tus notas van a subir te lo aseguro.- le dio ánimos el mayor.
- Gracias…-
- Te exigen mucho… ¿no?- Preguntó, cambiando a un tono más serio.
- Mi madre no me exige tanto, sólo me pide lo que sabe que soy capaz de dar. Pero mi padre. Es estricto y frío. Yo sé que quiere que tenga un buen futuro, pero me cuesta. Ya no lo soporto. Quiere que sea un destacado físico pero yo…-
- No quieres…
- No, no quiero. Y no es que no me guste. Amo la física y la astronomía, pero hay algo más que quiero hacer.
- Dile entonces, Minnie.-
- Jamás lo va a aceptar.- Dijo sombrío.- Yo quiero estudiar idiomas. Me encanta aprender nuevas lenguas y nuevas culturas. Pero el no me va a dejar. A veces, sólo quiero escaparme de casa. Ayer lo pensé, pero no tengo a donde ir…-
- Vente conmigo….-
- ¿Qué?
- Ayer me habló mamá. Me dijo que se quería mudar a Chungnam, pero yo…Yo le dije que lo compraba su apartamento, y se lo iré pagando de a poco. Por eso me voy a poner a trabajar.- Explicó.
- ¿Entonces ahora vives solo…?
- Si, y un poco de compañía no me haría mal.- Sonrió.- Changmin, vente a vivir conmigo…
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siiiii yo tambien quiero irme a vivir contigo hero jajajajaja
ResponderEliminarSiii! Que se vaya a vivir con Jae! *_______*!
ResponderEliminar*explota*
Woooh el fic va mejorando cada vez mas *__*... Es tan genial que no se como podria ser mejor xD
Espero continuacion *--*! <3
Que buena madre!! XD Yo quiero una mamá asi!! jajaj es broma, ya la tengo xD
ResponderEliminary.t.y.y.y espero la continuación!
La verdad me gusta mucho como escribe esta autora, quisiera leer más cosas de ella
Hay La mama de min es un amor *o*
ResponderEliminarsi changmin quiere huir
tambien se puede quedar en mi casa XD
la mama de mi io quiero que la mia sea asi
ResponderEliminaryo si que me iba a vivir con jae
sin pensarmelo dos veces