El Flautista de Hamelin Prólogo

Ahí va de nuevo, caminando bajo los arcos, como cada mañana entre las 7:15 y 7:20. Ya me he
aprendido su rutina:

Casi siempre llega tarde.
Casi a punto del cierre de la puerta del salón de clases, entra jadeando y sudado por correr tanto.
Sé que puede sonar raro y que pareciera que le espío pero no es así.

Desde que empecé a dar clases en esta universidad hace dos meses el destino se ha encargado
de ponerlo frente a mi cada mañana y cada salida a diario pero esta vez… en el mismo salón de
clases.
Diariamente lo tengo frente a mi, cada día con su tierna mirada y su cabello castaño
atormentándome ¿Por qué?
Pues sencillamente por que antes de entrar a trabajar aquí yo llevaba una vida más o menos
común, bueno si así se le puede llamar a la vida de un escritor.

Con mi último libro teniendo las ventas necesarias para poner alimento en mi mesa y por
consiguiente mi club de fans haciéndose cada vez mas chico, todo atribuido a mis crecientes
depresiones que no me permitían escribir como yo quería.
"Pero ¿Por qué estabas deprimido Yoochun oppa?" Me decían mis fans
“No es nada, ya se me pasara” yo les decía.

Pero como podía explicarles que por dentro solo quería estar solo, de verdad quería regresar a
esa cueva a las afueras de la cuidad a la que solía ir cuando era niño para encontrarme de nuevo
con el yo que quisieron callar desde hace tanto.
Quería dejar de sentir el horrible sentimiento de aprehensión que tenía en el pecho desde hace
años. Irme lejos de aquí para meterme y quedarme dentro envuelto en la oscuridad y el delicioso
olor a tierra mojada.

¿Desde cuándo escribir se volvió tan vacío?

De repente solo servía para ganar dinero o para hacerles creer lo que querían sin respetar mis
propios ideales.
Lo único que tenia entonces de repente desapareció.
.
No tenía nada que llenara ese vacío, nada ni a nadie, pues en cuanto a mi vida personal, siempre
fui muy popular con las mujeres, tenía novia tras novia y a cada una la quise, pero a ninguna la
amé.

Así es como veía mi vida pasar diariamente frente a mí.

Hasta que un día mi representante me propuso entrar como maestro de literatura en la universidad de Seúl por mi amplia trayectoria, yo sabía perfectamente que la verdadera razón
de esto era porque había perdido mi inspiración y ya no podía escribir mas por mucho que lo
intentara, así que no me quedó de otra que aceptar el empleo.

Al inicio yo estaba decidido a convencer a mi representante de abandonar esa idea, inclusive tuvimos varias discusiones al respecto, pero él no movía el dedo del renglón

-Por qué no solo lo intentas una semana, si no te gusta, pues lo abandonas y ya-
-Tú no entiendes hyung. Cuando un escritor empieza a dar clases en una escuela significa que ya
no sirve para nada, que el mundo ya no quiere escuchar más de él, y que no le queda de otra que
ayudar a unos muchachos torpes a escribir bien, mientras él se consume por que el mundo ya no
lo necesita-

Yo sabía que ya no podía escribir pero, tengo que admitir que soy masoquista y quería que si
dejaba de escribir fuera él quien me dijera que no era más que basura.

-Creo que estas sobreactuando Yoochun, yo nunca dije retirarte, ni mucho menos que ya no
servías- hipócrita, pensé- yo estaba pensando más bien, en unas vacaciones-
-como se le puede llamar vacaciones a tener que estar soportando a un montón de torpes que no
se saben el abecedario-
-no seas así que no eres mucho mayor que ellos, de por si ellos deben estar encantados con el
hecho de que un novelista de tu talla les de clases-
-deja ya la fanfarronería, no lo hare y punto.-

Estuve con mi firme idea hasta que los fondos en mi cuenta bancaria se agotaron y mi manager
al saberlo, me persuadió solo de echar un vistazo al campus y hablar con el director sobre la
paga por supuesto. Como yo era una “celebridad” podía exigir una suma superior a los demás
profesores, al principio el director se mostro un poco inflexible pero tengo que admitir que mi
hyung tiene una gran capacidad de persuasión porque al final accedió, yo todavía estaba un poco
molesto con la idea de tener que verme obligado a ser un maestro así que decidí dejar a mi hyung
hablando con mi nuevo jefe mientras yo daba una vuelta por ahí para familiarizarme con mi
nueva vida.

Llegue a una jardinera que se encontraba a las afueras de la escuela porque creí que ese sería
un sitio tranquilo para relajarme, o eso creí hasta que escuche unos gritos provenientes de el
otro lado de la jardinera, había un árbol enorme en el centro así que me escondí por inercia en el
mientras me asomaba con cuidado para ver de qué se trataba

-ya basta hyung mira como me dejaste-

Me sorprendí al ver que eran dos muchachos, uno totalmente empapado y el otro con una cubeta
en la mano solo un poco salpicado con agua, la escena me causo mucha curiosidad así que me
quede para ver de qué se trataba

-no te quejes que tú empezaste-
-¿que yo qué?, tú fuiste el que empezó a burlarte de mí por mi estatura-
-jajaja pero Minnie como quieres que no me ría, si esa chica te rechazo fue porque le diste miedo
porque estas tan grandote jajaja-

El chico más bajo se agarraba el estomago mientras se tiraba en el pasto riendo sonoramente,
mientras el otro solo se quedaba ahí mirándolo un poco sonrojado.

-¡nn nno es cierto!, fue porque ella ya salía con alguien-
-jajaja jajaja ¿eso te dijo?-
-ya basta hyung-

El otro no paraba de reírse y vi como el más alto tomaba la cubeta que el castaño tenía hace unos

momentos y la llenaba de agua de un pequeño estanque que había cerca, el castaño estaba tan
divertido riéndose que no se percato de nada, hasta que sintió el cubetazo de agua sobre él fue
que reacciono y tratando de parar a su amigo trato de pararse, pero por el agua que estaba en el
suelo se resbalo cayendo de espaldas, mientras ahora era el más alto era quien no paraba de reír
mientras veía a su amigo, el otro después de enfadarse un poco se reía ahora con el otro. Los dos
estaban mojados pero el castaño estaba mucho mas a causa del lodo que se había formado bajo
el, y se levantaba para reírse con el otro.

Toda esa felicidad me desconcertó, ¿porque yo no podía reír como ellos sin preocuparme por mi
imagen ni nada? Solo tirarme en el lodo y mojarme como ellos.

-Ahora si te pasaste Min mira como me dejaste, dime que vas a hacer al respecto-
-¿yo?-
-pues sí, ¿cómo voy a regresar a casa así?-
-y que quieres que haga al final fue tu culpa por reírte-
-es que esa chica de verdad me hace reír-
-¿si? Pues a mi no-

El más alto se puso serio y el castaño lo noto.
Entonces se le acerco repentinamente y lo abrazo mientras le acariciaba la espalda,
el más alto solo permaneció ahí, congelado por la acción del otro.

Entonces vi como el más bajo le susurro algo, no pude escuchar lo que le dijo pero en verdad
desee saber que era lo que le decía.

Algo en ese abrazo me había perturbado, desde el ángulo en el que me encontraba podía ver la
cara del castaño sobre el hombro del mas grande “parece un ángel” pensé mientras lo miraba,
algo en el me llamaba mucho la atención, su cara, su voz, su risa…Inevitablemente me imagine
a mí en el lugar del más alto, sentía celos de no ser el sintiendo el calor de ese abrazo, mi
mente estaba haciendo cosas raras y me asusto pensar en eso así que decidí alejarme de allí
rápidamente.

Pero por la imagen que se había formado en mi mente anteriormente no pude concentrarme en
el camino, y cuando estaba a punto de salir de la jardinera alcance a ver de reojo un montón de
ramas secas que se encontraban cerca pero no las evadí y las pise haciendo ruido; casi caigo al
suelo por esa torpe acción pero pude mantener el equilibrio.

Suspire por la acción embarazosa que acababa de hacer y empece a sacarme las ramas de mis
zapatos finos.

-¡hey!, - me paralice al escuchar ese grito que provenía de atrás de mi, ¿acaso me abrían
escuchado?

“Qué tontería” pensé “¿porque tengo miedo de voltear?, solo voltea Park Yoochun, te hicieron
una pregunta”

Trate de convencerme de que todo estaba bien, pero al escuchar esa voz mi cuerpo no respondía
a lo que le mandaba y no podía voltear.

Después de una lucha interna Me gire con cierta reticencia, y alce la mirada…
El chico castaño de antes estaba frente a mí, solo que esta vez no tenia playera…

Al ver su torso desnudo sentí una sensación extraña, mi corazón empezó a latir muy rápido, no
podía quitarle los ojos de encima a ase figura escultural que el poseía

-pero que descuidados son los intendentes, dejando aquí estas ramas, cualquiera podría
lastimarse-
-si...-apenas pude decir
-no te paso nada cierto- dijo mientras examinaba mis pies
- wow que zapatos tan finos, ¿de dónde eres?-

El castaño logro que me quedara sin palabras, no podía permitir que me viera desarmado ante él.
Ahora yo era una autoridad allí y tenía que comportarme como superior, sino el se daría cuenta
de que algo me pasaba y no lo permitiría

-No soy un alumno-
-¿entonces eres un visitante del extranjero?-
-acabo de volver de Estados Unidos-
-wow un alumno de intercambio- su expresión me causo gracia pero no lo di a notar
-acabo de decirte que no soy alumno-me mantuve serio – soy el nuevo profesor de literatura-

En cuanto pronuncie esas palabras inmediatamente el se dio cuenta de que acababa de meter la
pata y se sonrojo.

-hay discúlpeme- de repente cambio su manera de hablarme y se inclino como disculpa – no lo
sabía-
-no te preocupes, apenas entre hoy, así que es natural que no me conozcas-
-qué vergüenza, disculpe esta terrible mal impresión- note como sus mejillas se sonrojaban mas
y me pareció adorable la manera en como trataba de cruzar sus brazos para ocultar su pecho
desnudo de mi vista “demasiado tarde, lo he visto todo” pensé

-bueno me retiro, tengo cosas que hacer - dije mientras salía de la jardinera
-sssi yo también me voy- me dijo todavía algo sonrojado
- espero verte en alguna de mis clases- El solo se rio apenado, me dejo una profunda impresión,
quería preguntarle su nombre para poder recordarlo, no sabía si hacerlo pero cuando me gire
para ver si todavía seguía ahí, lo vi sacando una mochila de la esquina de la jardinera, era el
momento, no sabía si me lo encontraría en las clases así que tenía que preguntárselo
-¡Oye! – le grite sin pensarlo más. El volteo para verme -¿Cómo te llamas?- le grite
-¡Kim Junsu!- me contesto

Eso me basto para querer quedarme en esa escuela, tenía una curiosidad enfermiza por saber
en donde vivía, que le gustaba, si vivía solo, todo sobre él, así que cuando volví con mi hyung
estaba decidido a aceptar el trabajo

-¿Qué? ¿Lo vas a aceptar?- me miro extrañado- de verdad que a veces no te entiendo, primero te
estás quejando y ahora de repente lo aceptas sin chistar ¿Qué fue lo que paso?-
-ni yo mismo lo sé- mire por la ventana esperando tener suerte y verlo pasar –pero de verdad
quiero averiguarlo-

Cuando finalmente empecé a dar clases e inevitablemente lo tuve frente a mi creí que seria
como cualquier otro estudiante, un tanto cuanto atractivo, sumamente encantador y con esa
mirada que me hace querer….

Pero en que estaba pensando, si el es mi estudiante, es un niño y lo mas importante, el es
hombre.
Pero entonces ¿porque ese sentimiento de querer estar junto a el a toda costa? De querer tenerlo
entre mis brazos y fundirme con el para siempre…
Esa sensación de calor en el pecho cuando lo veo cerca me hace sentir realmente bien.

No puedo creer que ahora este envuelto en esta clase de cosas, no me reconozco a mi mismo,
quisiera poder quitarme estos pensamientos pero ya no puedo. El solo hecho de que el sea
la primera cosa en la que pienso cuando me levanto y la ultima al acostarme me indica que
definitivamente algo estaba pasando conmigo y eso no me gustaba para nada.

Tengo que reconocer que Al inicio esto me asustaba pero creo que desde esa vez en la cafetería
me di cuenta de que no era mi imaginación- como trataba de convencerme cada noche desde
que lo conocí- esa vez… si creo que fue ahí que me convencí de que la única persona con la que
quiero estar es…. Junsu

Recuerdo muy bien ese día. Como siempre Junsu había llegado tarde a clase, tanto que cuando
estaba en la puerta pude ver como se arrepentía de entrar, daba la vuelta y desaparecía de mi
vista “por lo menos fue razonable” pensé.
Igual si trataba de entrar era mi obligación no dejarlo pasar por la hora que era, aunque ese día
era el siguiente de un puente de 4 días y de verdad lo extrañaba no era justo para los demás
estudiantes, además por sus crecientes retardos todos se preguntaban si lo correría de mi clase.

Termino el primer bloque de clases para mí y era tiempo de un descanso.
Me dirigí a la cafetería. Fue ahí donde me lo encontré.
Estaba mirando con indecisión el menú de ese día, nada me apetecía demasiado asi que solo
permanecía en la barra.

-le recomiendo el puré de papa
-ah Junsu no te reconocí con esa gorra-

Me sobresalte un poco al verlo aparecer de repente, pero me alegre de verlo después de varios
días.
Estaba en mi papel de profesor así que tenia que verme molesto por su comportamiento (aunque
no lo estaba realmente por las faltas, mas bien por que no lo había visto muy seguido, ni había
podido hablar con el y eso me causaba molestar) Me mantuve en mi papel y trate de evadirlo
como forma de reclamo.
El solo me miraba expectante. Cuando yo comencé a avanzar se percato de mi molestia y se puso
mas cerca de mi “no tan cerca” pensé.

Me causaba sensaciones extrañas tenerlo así, por lo que trate de evadirlo nuevamente

-perdone por no llegar a tiempo a su clase en la mañana, es que… me da pena decirlo pero…
me… quede dormido-

Trato de justificarse al adivinar por que me sentía molesto

-jajaja ¿no tienes algo mejor que eso?- dije sin mirarlo nuevamente

-¡pero si es cierto!- me dijo haciendo un puchero que encontré sumamente adorable, no pude
evitar mirarlo.
El hacia eso muy seguido. Me descontrolaba con un solo gesto.

No quería que el se diera cuenta así que solo volví la mirada hacia al frente y le dije

-si sigues así reprobaras el curso, te das cuenta de que vas muy atrás comparado con tus amigos
con los que tanto te juntas- El solo me miraba con la cabeza baja

-Mira a Changmin por ejemplo es el segundo en calificaciones, deberías aprender de el- continúe
- y Jaejoon es el primero, vez? – lo regañe

Me gustaba tener el control, ser yo quien lo manejara y no al revez

-pero es que Changmin se la pasa hundido en sus libros y Jaejoong no tiene vida social- me
miraba con la cabeza hacia abajo pero subiendo la mirada para mirarme con precaución

-si... Pero- dije componiéndome-el al menos se esfuerza, tu si no te apuras reprobaras el curso-

Entonces avance por la barra dejándolo ahí parado.
Cuando creí que lo había dejado atrás sentí como su brazo me jalaba por la camisa.
En ese momento sentí esa presión en el pecho que me acompaña desde que vi a Junsu por
primera vez y sentí un vuelco en el corazón.

Cuando voltee para mirarlo, tenía la cabeza hacia abajo mientras jalaba mi camisa

-yo... Le voy a demostrar que puedo dar mas de lo que piensa- me dijo repentinamente con una
determinación que no le conocía, entonces se altero y dijo- ¡nadie cree que yo pueda lograr nada!
¡Siempre piensan que no puedo hacer nada por mi mismo, pero se equivocan!-

Hizo una pausa, se le habían sonrojado las mejillas a causa de la exaltación de hace unos
momentos. No quise hacerle pensar eso pero ese Junsu enojado y decidido me había tomado por
sorpresa, y fue entonces cuando entendí que el era mucho mas complicado de lo que yo pensaba.
Entonces tome su mano que sujetaba mi camisa, la desprendí suavemente de mí y lo mire.

- Junsu - le dije alzándole la cara. Jamás me había mirado de esa forma y de alguna manera no
me gustaba verlo así, soy un tonto, por que le dije eso, de verdad quería verlo reír de nuevo

- yo si creo en ti- su sola presencia me perturba… no puedo soportar verlo…

Se le dibujo una sonrisa en la cara lentamente mientras se me acercaba, y sin que yo pudiera
preverlo me abrazo fuertemente, me ardió el pecho en ese momento, ese pecho que ahora el
presionaba con su cara

-Gracias- de repente alzo su cara sin dejar de abrazarme - no lo voy a defraudar ya vera -

Me soltó y sentí que el alma volvía a mi cuerpo, me quede pasmado por su solo contacto y el
solo se alejaba dando pequeños saltos.
Lo único que pude hacer fue seguirlo con la mirada…

Desde ese momento me di cuenta

Estoy enteramente… enamorado de Junsu.

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