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Newton's Third Law cap 11

—¿Te he dicho que te ves deslumbrante? —preguntó Yoochun mientras esperaban en el pasillo a que el elevador llegara.

Changmin negó con la cabeza mientras su temperatura aumentaba un par de grados por la mirada apreciativa que le daba el otro. Changmin estaba acostumbrado a que Yoochun desviara la situación, no a que coqueteara también con él. Era un cambio agradable.

—¿Deberíamos jugar algo? —sugirió Yoochun con una enorme sonrisa.

—¿Jugar?

—Sí. ¿Tienes una moneda?

Changmin revisó sus bolsillos hasta encontrar una moneda.
—¿Ahora qué hago?

—Pones la moneda en una de mis manos, y haré que desaparezca.

Changmin rodó los ojos incrédulamente.
—Yoochun-ah, tengo diez y ocho años, no ocho. No tienes que hacer trucos de magia para entretenerme.

Yoochun extendió las manos con las palmas hacia arriba y sonrió animosamente.
—Min, sólo hazlo. Anda. Pon la moneda en mi mano.

Changmin de mala gana puso la moneda en su mano izquierda. Yoochun cerró ambas manos e hizo un gran show de soplar aire en cada una. Entonces, levantó las manos y se las mostró al menor.

—¿Dónde está la moneda? —preguntó Yoochun con un destello en la mirada.

—Ni siquiera moviste las manos o las pusiste en tus bolsillos. Debería estar aún aquí.

Changmin tomó su mano izquierda y la abrió. La mano de Yoochun estaba vacía. Changmin levantó las cejas de sorpresa. Yoochun le mostró a Changmin su mano derecha, que seguía fuertemente cerrada.

—¡Tiene que estar en tu mano derecha!

Yoochun sonrió aún más y desenrolló sus dedos uno por uno, revelando un collar de platino. Al final del collar había un pendiente rectangular con una línea bajando del lado izquierdo. En la mitad de la línea había un magnífico diamante. Changmin alargó el dedo para tocar maravillado el pendiente.

—¿Es un diamante de verdad? —Changmin acarició la piedra, fascinado.

—Sí, por supuesto. ¿Te gusta? —La preocupación pasó fugazmente por el rostro de Yoochun, pero desapareció en cuanto vio el asombro en los ojos de Changmin.

—Me encanta. Tiene un hermoso diseño.

—Lo ordené especialmente para ti, y pedí que le grabaran tu nombre detrás.

—¿Es para mí? No puedo aceptar un regalo tan car…

Yoochun puso sus dedos en los suaves labios de Min para detenerlos.
—Sin protestas. Déjame ayudarte a ponerlo.

Yoochun desabrochó la cadena y se paró detrás del menor. Tuvo que ponerse de puntillas un poco por la altura de Changmin, pero se las arregló para sujetar el collar en su cuello. Changmin se giró y miró a Yoochun, sus sentimientos por él escritos en toda su cara.

—Gracias. Siempre lo tendré conmigo —susurró Changmin antes de dejar un casto beso en la comisura de los labios de Yoochun. El mayor se tensó un poco, pero no hizo ninguna protesta. Animado por su reacción, Changmin lo besó de nuevo, esta vez en los labios.

Un tibio hormigueo recorrió el cuerpo de Yoochun y levantó los brazos inconscientemente para acercar al menor. Changmin estaba a punto de tomar ventaja de un extremadamente dócil Yoochun cuando las puertas del ascensor se abrieron. Ambos se separaron con culpa mientras su vecino salía del ascensor con una enorme caja.

—Hola —su vecino los saludó alegremente. Los otros regresaron el saludo con una reverencia. Changmin esperaba que su sonrojo no fuera tan notorio mientras Yoochun tiraba nerviosamente del cuello de su camisa.

—¿Saliendo a cenar? —preguntó su vecino, haciendo una pequeña charla cuando todo lo que Changmin quería era continuar ese prometedor beso con Yoochun.

—Uh… sí. Debemos irnos —Yoochun se inclinó de nuevo y entró al ascensor. Changmin entró después del mayor con una fuerte sensación de decepción en su corazón al ser interrumpido.

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Changmin miraba fijamente el perfil de Yoochun mientras conducían a su restaurante favorito. La intensa mirada comenzó a incomodar a Yoochun después de unos minutos. El mayor extendió una mano para acariciarle una mejilla rápidamente antes de volver a ponerla en el volante.

—¿Tengo algo en la cara?

—No.

—¿Entonces por qué te me quedas viendo?

—Es un poco increíble.

—No estás soñando —dijo Yoochun con una sonrisa cuando Changmin se pellizcó en el brazo para asegurarse.

Changmin suspiró abatidamente y dijo como si nada.
—Yoochun-ah, si esto fuera un sueño, a estas alturas estaríamos semidesnudos en el primer estacionamiento disponible.

De golpe su coche se desvió un poco a la derecha, ganándose fuertes bocinazos de un Honda color rojo que iba detrás de ellos. Yoochun logró estabilizar el volante e hizo un gesto de disculpa cuando el conductor del Honda los alcanzó y bajó la ventana y les lanzó algunas maldiciones. Changmin apretó los labios para evitar sonreír, pero sus ojos lo traicionaron cuando brillaron con una risa silenciosa.

—Perdón por eso. Se me resbaló la mano —Yoochun apretó fuertemente el volante mientras se disculpaba.

—Está bien.

—Música. Pondré algo de música — Yoochun encendió el cd player y suave música de jazz los rodeó. Afortunadamente, Changmin pasó el resto del camino mirándolo silenciosamente, acariciando suavemente el pendiente con la punta de los dedos. Yoochun no creía que podría sobrevivir escuchando cualquier otra de las provocativas remarcas de Changmin. Podría terminar estampando el coche contra algún poste. Suspiró pesadamente cuando llegaron al restaurante sin mayor incidente.

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—Changmin-ah… es bueno verte. Ven, tu amigo me dijo que venían, así que les reservé la mesa de siempre —la señora los llevó hasta su mesa usual al fondo del restaurante.

—Pediremos bulgogi para dos, un japchae, un jangeo-gui, un plato de mandu y dos tazones de baesook de postre —ordenó Changmin sin siquiera ver el menú.

—Bien. Hombres jóvenes como ustedes necesitan comer más. Especialmente tu amigo, aquí presente. Se ve como una vara de bambú —y con esto, la alegre señora se apresuró a la cocina.

—¿Una vara de bambú? —repitió Yoochun cuando la señora ya no podía escucharlos.

—Le dice lo mismo a todos —rió Changmin y se quedaron en un silencio cómodo mientras esperaban por la comida.

Changmin no podía apartar sus ojos de Yoochun. Miró como el mayor estudiaba el menú con una sonrisa curvándole los labios. Yoochun también se había arreglado, cambiando su usual playera y jeans por una camiseta negra con líneas plateadas y unos pantalones negros a juego. El cuello de su camisa estaba un poco desabotonado, revelando una conocida cadena con un pendiente.

—Tu pendiente…

—¿Hmm? —Yoochun bajó la vista y notó lo que estaba viendo—. Ah, venían en par. Me quedé con una y te di la otra a ti. La mía tiene mi nombre gravado. ¿Ves?

Yoochun giró el pendiente para mostrarle a Changmin la grabación. Enarcó una ceja cuando Changmin se quitó el collar.
—Hagamos un trato. Yo me quedo con el tuyo y tú usas el mío.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Sólo hazlo —Changmin afianzó sus palabras con una sonrisa.

—De acuerdo —Yoochun se quitó el suyo y lo intercambió con el menor, quien parecía encantado con usar un accesorio con el nombre de Yoochun. Changmin pasó los dedos por el nombre gravado con una sonrisa.

—Ahora tienes algo con que recordarme —Changmin sonrió cuando Yoochun se dio cuenta.

Una mesera les trajo la comida y la dejó sobre la mesa antes de marcharse de nuevo. El bulgogi llegó junto con una sartén y un quemador, además de un plato con lechuga, arroz, kimchi, verduras rayadas y otras guarniciones. Yoochun colocó unos trozos de carne en la sartén mientras Changmin tomaba algo de mandu.

La carne que chisporroteaba en la sartén caliente pronto estuvo lista para comer. Yoochun envolvió un poco en una hoja de lechuga, junto con algo de kimchi y verduras rayadas, la enrolló y se la pasó a Changmin para que la probara. Changmin abrió la boca indicando que Yoochun debía darle de comer, y Yoochun lo hizo. Changmin hundió los dientes en la jugosa y fresca lechuga, gruñendo en voz alta por la delicia de la carne.

—Me encanta su bulgogi —murmuró Changmin con la boca llena. Yoochun sonrió con placer por la felicidad de Changmin. Asintió ausentemente mientras ponía más carne en otra hoja de lechuga y la pasaba de nuevo al menor.

Yoochun pasó el resto de la cena alimentando a Changmin con comida de su propio plato y viéndolo derretirse ante tan deliciosa cocina. Era entretenido ver a Changmin derretirse muchas veces, con gruñiditos y expresiones de ensueño. Hizo una nota mental de llevar a Changmin a comer pasta y postres italianos, simplemente para ver a Changmin disfrutar la maravillosa comida.

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Era una noche ocupada en Once In A Blue Moon. La banda de jazz ya estaba tocando cuando Yoochun y Changmin llegaron después de la cena. Su presencia casi no llamó la atención, ya que la concurrencia era mayormente de extranjeros y turistas. Inevitablemente había una o dos personas señalándolos y pretendiendo no verlos.

Como sea, la mayoría eran de una generación mayor que no tenía idea de quiénes eran, que era lo que Yoochun prefería. La mesera los guió hasta una mesa desde donde podían ver actuar a la banda de jazz y aún así ocultarse de las miradas de los demás clientes.

El cantante interpretaba una optimista canción en español. La banda claramente se divertía mientras tocaban los instrumentos con estilo y actitud. Changmin se enamoró completamente del lugar. Aplaudió fuertemente cuando la banda terminó, sus ojos brillaban como estrellas. Yoochun no pudo evitar sonreír al ver ese brillo mientras Changmin se unía al ruido del club.

—Esa fue “Canción del Mariachi”. Yo soy Mike y estaré a su servicio esta noche. Ahora una canción que seguro los hará moverlos pies —las conocidas notas de “Can’t Take my Eyes Off of You” comenzó, la gente aplaudió.

—¡Hey! ¡Conozco esa canción! Siempre sale en ese comercial de televisión —dijo Changmin animadamente.

Yoochun rió con el entusiasmo infantil de Changmin. La mesera volvió a su mesa y tomó la orden de Yoochun. Poco después volvió con dos vasos grandes. Changmin miró las bebidas con fascinación. Yoochun dijo algo, pero no pudo escucharlo sobre el ruido de la música. Changmin parpadeó y Yoochun ya estaba sentado justo a su lado, con un brazo alrededor de sus hombros. Changmin no tenía idea de que Yoochun pudiera moverse tan rápido.

Esa profunda y suave voz acarició su oído cuando Yoochun susurró.
—El amarillo en el vaso largo es un Té Helado Long Island. Es tuyo.

Changmin giró el rostro para preguntarle a Yoochun del otro cuando su mirada se desvió a esos gruesos labios que habían estado tentándolo toda la noche. Aún podía recordar la suavidad de esos labios cuando los hubo besado en el pasillo. Deseaba probarlos de nuevo y especulaba la posibilidad de robar otro beso después. Su mente se llenó de imágenes de Yoochun a su merced y sonrió, sin escuchar ni una palabra de lo que Yoochun le decía.

—Min, ¿entendiste? —el suave susurro en su oído envió pequeñas corrientes eléctricas por su cuerpo.

Changmin asintió distraídamente, tratando de no pensar en lo cerca que esos labios estaban de su oreja, y que si giraba la cabeza en el ángulo correcto, esos labios se encontrarían con los suyos, y…

La temperatura en el lugar pareció elevarse rápidamente en los últimos minutos. Necesitaba un trago frío antes de sufrir combustión espontánea. Changmin tomó el té helado Long Island y se lo terminó en pocos tragos, lo que le mereció una mirada extraña de parte de Yoochun.

—¿Pasa algo? —preguntó, pero Yoochun simplemente lo volvió a mirar extraño antes de negar con la cabeza.

La bebida era sorprendentemente dulce, y Changmin decidió que quería más. Llamó la atención de la mesera y señaló su vaso vacío. La eficiente mesera le trajo otra bebida casi inmediatamente.

—¿Min? ¿No escuchaste lo que te dije?

—Sí… —respondió vagamente Changmin, no dispuesto a admitir que había estado fantaseando con malvadamente tomar ventaja de Yoochun. Se terminó el segundo vaso tan rápido como el primero.

—La banda es muy buena - comentó Yoochun.

—Sí, lo son —respondió Changmin mientras el cantante comenzaba otra canción conocida.

—Me gusta venir aquí cuando tengo tiempo.

—Así que aquí es donde vienes cada que te escapas solo…

—A veces Jaejoong me acompañaba por unos tragos, pero ahora está ocupado con Yunho —dijo con un suspiro.

—¿Y Junsu?

—Prefiere los lugares más avivados.

—La próxima vez puedes traerme. Me gusta este lugar.

—¿En serio? Te tomaré la palabra. Vendremos juntos alguna otra vez.

—De acuerdo —sonrió Changmin.

Hubo una pausa en la música cuando la banda tomó un descanso. Changmin estaba muy emocionado por haber logrado una excusa para una próxima cita. No podía dejar de sonreír mientras la mesera llenaba otra vez su vaso. Tomó un largo trago, cuando le pareció que alguien llamaba su nombre.

—¿Min? ¿Yoochun?

Changmin levantó la vista de su copa y vio una figura conocida saludándolo alegremente. Entrecerró los ojos un poco cuando la figura se acercó y pudo reconocerlo.

—¿Hyun Ki?

Su instructor de baile se veía soberbio con una camisa azul oscuro que resaltaba el color de sus ojos exóticos. Parecía encantado de verlos ahí.
—¡Hola! Que gusto encontrarlos aquí. Espera un minuto, ¿no es Changmin un poco joven para estar aquí?

—Tiré de algunas cuerdas. Además, ser una estrella tiene sus ventajas y privilegios. Éste es uno de ellos —dijo Yoochun con una sonrisa torcida.

—Ya veo. ¿Dónde están los demás?

—En casa. Somos sólo nosotros dos esta noche. Queríamos alejarnos de ellos —dijo Yoochun mostrando una sonrisa a Hyun Ki que podría atravesar muros de concreto.

—Ah… Cinco chicos bajo el mismo techo puede ser algo agobiante después de un tiempo. Es bueno buscar un poco de aire fresco —Hyun Ki siguió hablando, ajeno a un cada vez más molesto Yoochun. Mientras tanto, Changmin se terminó su tercer Long Island.

—¿Viniste con alguien? —preguntó cortésmente Yoochun.

—Oh, vine con algunos colegas del trabajo.

—¿Y no deberías volver con ellos? —insinuó Yoochun con otra sonrisa.

—Nah, están bien sin mí. Probablemente estén más relajados sin mí, siendo que soy su sunbae.

—¿Sunbae? —preguntó Changmin con curiosidad.

—Ah, sí. De hecho entrené a la mayoría antes de que se unieran a la compañía o empezaran a dar clases —dijo Hyun Ki con modestia.

—Wow, eres bastante competente para alguien de tu edad —dijo Changmin con asombro.

—Eres muy amable al decir eso.

—Creo que quieren llamar nuestra atención —interrumpió Yoochun y señalo al grupo de hombres y mujeres que los saludaban alegremente desde el otro lado de la pista. La banda comenzó de nuevo, tocando el animado coro de “Sway”

—¡Me encanta esa canción! —gritó Hyun Ki sobre la música—. Voy a bailar. ¿Quieren venir?

Changmin negó con la cabeza, pero miró la pista con ansia. Incapaz de decir no a esa mirada, Yoochun susurró suavemente en su oído.
—Adelante, yo espero aquí.

Changmin se puso de pie y se unió a Hyun Ki y sus compañeros. De inmediato se vio rodeado por la multitud que disfrutaba de la música. Yoochun se sintió un poco resentido al ver a su Changmin mover esas pecaminosas caderas con otra mujer hermosa, probando su encanto con la desprevenida chica.

Su resentimiento se multiplicó por diez cuando Hyun Ki se les unió, bailando detrás de la mujer. Ella claramente se estaba divirtiendo, atrapada entre dos hombres hermosos. Entonces, notó la mirada de Changmin recorrer la multitud buscando a alguien. Sus ojos se detuvieron en cuanto encontraron a Yoochun. Una sonrisa lenta y sensual iluminó el rostro de Changmin miraba a Yoochun. Su boca se abrió, formando la palabra “ven”.

Atrapado por la petición, Yoochun se puso de pie y avanzó entre la gente, que disfrutaba del improvisado espectáculo del trío. Yoochun golpeó suavemente el hombro de Hyun Ki, quien se giró con cierta molestia.

—¿Te importa si me uno? — preguntó estoicamente Yoochun.

—¿Qué dirías si me importara? —Hyun Ki rió cuando Yoochun apretó la mandíbula y comenzó a contar mentalmente desde 50—. Sólo bromeo. Adelante.

Hyun Ki se hizo a un lado, dejando a Yoochun con Changmin y la hermosa mujer. Ella acercó su cuerpo a Yoochun y tomó sus manos hasta ponerlas en sus caderas. Luego tomó las de Changmin y las puso sobre sus hombros. Se movieron al unísono al ritmo de la música, sus cuerpos muy cerca entre ellos.

—Son muy buenos bailarines, muchachos —susurró la chica, mientras se giraba para ver a Yoochun—. Bellísimos, en especial tú —sonrió seductoramente y arrastró a Yoochun más cerca, pasando las manos por su cuerpo. Yoochun sonrió cortésmente, incapaz de detenerla. En vez de eso, se encontró con la mirada fija de Changmin, donde detectó un dejo de celos.

Un golpecito en su hombro lo hizo girarse hacia un sonriente Hyun Ki.

—Se la voy a robar un rato. Muy bien, Samantha, deja a esos agradables chicos solos —rió Hyun Ki mientras se acercaba a la mujer y la rodeaba con sus brazos. Ella le lanzó un beso a Yoochun, quien sonrió torpemente.

Yoochun soltó un suspiro de alivio, hasta que Changmin se tambaleó hacia él. Yoochun alcanzó a atraparlo antes de que cayera. El menor se apoyó pesadamente en él mientras volvían a su mesa. Yoochun sentó a Changmin y lo miró fijamente, notando cómo se veía algo pálido.

—¿Estás bien? —preguntó con preocupación.

—Eso creo. Pero el cuarto está dando vueltas. Tú estás dando vueltas también—respondió mientras reía.

—Es hora de volver a casa —dijo Yoochun cuando Changmin volvió a reír.

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—¿Tienes ganas de vomitar?

—¡No! Quiero bailar otra vez.

—Luego. ¿Cuántos Long Island tomaste? —preguntó Yoochun cuando Changmin se apoyó en él mientras lo llevaba a su habitación.

Changmin rió, su cara sonrojada por los efectos del alcohol. Mostró cinco dedos.
—¿Cinco? No, creo que fueron diez. No…

—Changmin deja de moverte. Te vas a caer —dijo Yoochun cuando el menor movió exageradamente las manos.

—Creo que perdí la cuenta por los ocho… Sabían bien —Changmin rió de nuevo cuando Yoochun por fin lo dejó sobre su cama. Changmin hizo un puchero cuando Yoochun lo obligó a acostarse.

—Deja traerte una toalla —dijo, y corrió a buscar una toalla tibia.

Cuando volvió, Changmin estaba tirado en el suelo, riendo histéricamente.
—Me caí de la cama.

Yoochun suspiró y lo llevó hasta la cama a pesar de sus protestas. Hizo a un lado su flequillo y le puso la toalla tibia en la frente.
—Te dije que no abusaras de los Long Island. Tienen mucho alcohol aunque no saben así. Te sentirás mejor después de dormir.

—No quiero dormir. Quiero bailar contigo.

—Mañana. Bailaremos mañana —respondió distraídamente cuando Changmin se sentó de nuevo en la cama. Yoochun lo recostó suavemente. En un movimiento repentino, Changmin envolvió sus brazos alrededor de Yoochun.

—Changmin, suéltame. Estás ebrio.

—No es cierto.

—Duérmete, se te pasará.

—¡No! Si me duermo, despertaré y todo lo que pasó hoy no será nada más que un sueño. No quiero que eso pase. No otra vez.

Yoochun buscó qué decir, pero nada se le ocurría. Al final, se sentó en el borde de la cama, con Changmin recargado pesadamente en su espalda. Rodeaba su cintura con sus brazos y lo sostenía firmemente. Changmin apoyó la cabeza en su hombro.

—Changmin, huelo a cigarrillos y cerveza. Será mejor si me sueltas.

—Shhh… Déjame fingir por un rato.

—¿Fingir qué?

—Que estás enamorado de mí y que tampoco quieres que esta noche termine.

—Min, yo… —las palabras se le atoraron en la garganta. Cerró los ojos y simplemente dejó que salieran—. No creo que yo esté fingiendo nada.

Yoochun esperó ansiosamente una respuesta, cualquier tipo de respuesta, del menor. Un minuto completo pasó y no hubo movimiento alguno. Entonces, escuchó un ronquido. Lentamente volteó a ver a Changmin. Sus ojos estaban firmemente cerrados y su boca abierta. Soltó otro ronquido, esta vez más fuerte.

Yoochun no sabía si reír o llorar. No hizo ni uno ni otro, y mejor se separó de Changmin y lo recostó de nuevo en la cama. Yoochun se sentó en el borde de la cama y le quitó los zapatos al menor. Lentamente, le sacó la chaqueta y desabotonó los primeros botones de su camisa. Al final, comenzó a soltar el cinturón de Changmin, firmemente puesto alrededor de su cintura.

La hebilla parecía estar atorada en la tela de sus pantalones. Sin pensarlo mucho, pasó una pierna sobre el muslo de Changmin y se puso a horcajadas sobre él. Fijó su atención en el cinturón, decidido a no perder contra esa estúpida cosa. La hebilla se soltó por fin, y sacó el cinturón triunfantemente.

—¡Oh, por amor de Dios! ¡¿Primero tengo que sufrir con Yunho y Jaejoong, y ahora tú y Changmin se les unen?!

Yoochun volteó y vio a Junsu de pie junto a la puerta, llevando un vaso de agua. No se veía nada contento.

—¿Huh? —fue lo primero que salió de boca de Yoochun.

—Aish, ¿de qué sirven las puertas si no las usan? —murmuró fuertemente.

Entonces, Changmin gimió en su sueño y movió las caderas. El cerebro de Yoochun reaccionó al fin, y se dio cuenta de cómo se veía para Junsu. Yoochun estaba sobre un Changmin a medio vestir, estaban en la cama y Changmin estaba gimiendo…

—¡Espera! ¡Puedo explicarlo! No estábamos… —Yoochun de inmediato se bajó de Changmin, pero su pie se atoró en la sábana y cayó de bruces al suelo.

Para cuando logró ponerse de pie, Junsu había cerrado la puerta detrás de él y se había ido de largo. Yoochun golpeó su frente contra el suelo. Tendría mucho que explicar por la mañana.

10 Comentarios:

  1. lalablog-fan^^10/14/2010

    lo ame...adoro a estos 2...

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  2. aaaa geniall!!
    min ebrio uuuuu, vaya hyung tiene
    me enkanto el kapi, kiero mas

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  3. aaa este fic me gusta mucho genial gracias por la traducción me gusta este changmin, yoochun y junsu es genial sus comentarios

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  4. lolz pobre junsu xD siempre llega cuando menos dberia lolz lolz ame este fic, me encanta la entromision de susu pero aun deseo + :P

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  5. me encanto esta buenazo

    kiero saber k expplica yoochun

    y changmin se duerme en un momento muy oportuno

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  6. Anónimo10/15/2010

    lo siento no comente ninguno por q no pare de leerlo ...gran fic felicidades solo espero pronto la continuacion!!!!....gracias HALU....KATYNA

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  7. ohhhhhhhhhhhhhh me eh muerto y renaci y estoy en el cielo deL yoomin guaah es la primera vez que leeo un fanfic de ellos generalmente leeo fanfics del yoosu pero del yoomin creo que ahora me encanta los 2 y adoro la pareja yunjae que mega mega mega asombroso no es very yeahhhhhhhh ^_^actuan como si fueran esposos y jae todo cariñoso ahhhh y yunho sexy y potente jajaja tu ahhhhh me muero amo este fanfic sobre todo tienen una balanze y amo ah este min es lindo y hot y micky ya no dudes mas lo quieres que lindo junsu pobresito espero que encuentre su pareja ideal y no se sienta frustrado del yoomin y yunjae se ha quien se ha su pareja HOMBRE o mujer jojjo gracias por favor continualo y felicidADES por esta GRAN HISTORIA me encanta I LOVE NEWTON`S THIRD LAW CAP 12 PORFIS esperare con ansias ^_^

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  8. Anónimo10/22/2010

    Oh que genial está este fic >3<
    y es Yoomin una de mis parejas favoritas
    kkk...
    Oh, adoro cuando Chunnie se pone celoso de HyunKi xD
    espero leer la continuación en el siguiente
    actúa :D

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  9. Esta genial.
    Me encanto.
    Me fascina la personalidad de Changmin y este ultimo insidente me mata de risa.

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  10. Anónimo10/26/2011

    yoochun es demasiado idiota... no me gusta X_X

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