Blind cap 6

“Algunas personas no actúan de acuerdo a su edad, otros no se ven de su edad. La edad es solo un número, no una regla,” YooChun respondió.

“Buen punto. ¿Crees que me veo muy viejo para mi edad?”

YooChun hizo un sonido de ‘Pfft’ y el Sr Kim casi sonríe.

“Eso fue inmaduro,” hizo notar el empresario. “Pero lo tomaré como un cumplido”

“Es el único cumplido que obtendrá.” Murmuró YooChun. “Odio ser llamado inmaduro porque ¡En realidad no lo soy! Al menos, no soy tan inmaduro como me hace sonar.

“Yo creo eso. Después de que habláramos anoche, sentí la necesidad de protegerte,” confesó repentinamente el Sr. Kim. “Supongo que es porque eres muy joven y tengo un lado de mi al que le gusta proteger niños pequeños.”

“Primero,” YooChun hizo un débil intento por alejar la mano del Sr. Kim de su cabello, pero el otro no lo permitió. “No soy un niño. Segundo, usted fue el que dijo que no sacara conclusiones.”

YooChun estaba a punto de alejarse para que el Sr. Kim dejara de jugar con su cabello, pero permaneció sentado cuando vio que el borde del labio del Sr. Kim se doblaba hacia arriba. ¿Era eso una sonrisa?

Entonces, preguntó de repente, “De todas formas, qué apariencia tienes?”

YooChun sintió que su mano bajaba hacia su rostro y se hizo para atrás en un movimiento brusco. Cayó de la silla y se sorprendió tanto que casi no nota la cara de sorpresa del Sr. Kim. Sus ojos estaban completamente abiertos viendo hacia la nada y se le notaba confundido.

“Debo ir… baño… usar baño… digo, limpiar el baño. Disculpe.”

YooChun se escabulló fuera de la cocina y se pasó los dedos por el cabello, peinando los mechones hacia adelante para cubrir el lado izquierdo de su rostro.

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“¡Sólo lo vi por unos segundos cuando huyó frente a mi auto!” Exclamó el Sr. Kim por el teléfono. “El chico feo tiene el cabello despeinado a la altura de los hombros, es más o menos de mi estatura, flacucho y tiene una cicatriz en el lado izquierdo del rostro. Eso es todo lo que sé. ¡No me importa lo que esos idiotas que contrataste hagan, pero más les vale encontrarlos!”

YooChun brincó cuando azotó el teléfono en el escritorio. Estaba pasando por la oficina y no sabía si era seguro entrar justamente en esta conversación.

“Entra,” Su voz vino desde dentro justo cuando YooChun estaba a punto de retirarse. Su oído ha mejorado desde que perdió la vista.


“Yo sólo pasaba por aquí.”

“Siéntate.” Ordenó. YooChun hizo lo que le pedía y observó cómo el Sr. Kim frotaba sus sienes en señal de frustración. “¿Piensas que esté mal que quiera encontrar al chico y ponerlo en donde corresponde?”

¿Qué se supone que debía responder?

“Yo… no lo sé. Los accidentes ocurren.”

“Este accidente me costó la mujer que amo y posiblemente el resto de mi vida. ¡Podría quedarme ciego para siempre!”

“Perdón.”

“¡Deja de pedir perdón cuando no es tu culpa!” Rugió y tomó un respiro profundo para calmarse. “Olvídalo. Di algo para hacerme reír.”

“Tengo cosas que hacer…”

“Vamos a caminar a la playa,” sugirió de repente el Sr. Kim, aunque no sonaba para nada como una sugerencia.

“Tengo cosas que hacer,” repitió YooChun

“¡Tengo que cuidar mis niveles de sangre! Si me haces enojar de nuevo, mis venas explotarán y tendrás que limpiar la sangre. ¡Ahora vamos!” extendió la mano.

Con un suspiro, YooChun se rindió y comenzó a guiarlo hacia afuera de la oficina. Primero, sujetó la muñeca del Sr. Kim, pero el mayor (si, increíblemente mayor) torció el brazo hasta que fuera YooChun el que se sujetara de su mano.

Sin decir una palabra, ambos salieron de la casa.


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“Así que… ¿Te gusta cantar?’

“¿Qué?” YooChun dejó de mirar alrededor y centró su atención en el Sr. Kim. Estaba checando que nadie los viera en la playa. Se sentía tan… paranoico.

Qué suerte que se las había arreglado para tomar su sombrero antes de salir de la casa.

“No estás disfrutando la caminata.”

“Sí lo estoy.” Mintió.

“No estás viendo por donde caminas y claramente no estás escuchando lo que estoy diciendo.”

“Yo…” YooChun trató de explicar, pero ¿Cómo se suponía que le dijera al Sr. Kim que tenía MIEDO? Tenía miedo de que alguien los viera juntos y se preguntara porqué alguien tan guapo y lindo caminaría mano de la mano con alguien tan… feo.

“Busquemos un lugar para sentarnos.”

Callado, YooChun lo llevó a una gran roca. Mientras se sentaba en la roca, YooChun se sentó en la arena junto a esta.

Se sentaron en silencio y YooChun trató de no voltear a todos lados como un criminal paranoico. Tenía suerte de que la isla estuviera tan desierta.

“Tengo algo de calor. ¿Se está poniendo el sol?” el Sr. Kim interrumpió sus pensamientos.

“Si,” YooChun miró hacia el infinito y sonrió ante el ocaso. “Es una hermosa clara de huevo.”

Escuchó la risa amarga del Sr. Kim. Deseó que el Sr. Kim riera desde el corazón.

“No puedo ver el sol, ¿Por qué no me compensas diciéndome cómo te ves?”

Eso lo tomó con la guardia baja. “Simplemente me veo como un chico flacucho y ordinario.”


“Respuesta incorrecta, trata de nuevo.”

YooChun sintió como le comenzaban a sudar las manos. “¿Cómo cree que me veo?”

El Sr. Kim vio hacia la nada por unos segundos antes de responder con una sonrisa; y que hermosa sonrisa. Tenía una sonrisa maravillosa, más maravillosa que el mismo ocaso, tan sorprendente que YooChun sintió cómo se le estrujaba el corazón.

“Me imagino que tienes ojos brillantes y hermosos que siempre pueden ‘ver el lado positivo’, una nariz perfecta, piel suave y blanca como la leche, suave cabello a la altura del hombro, y por supuesto, labios besables,” dijo provocándolo.

YooChun se mordió los labios y se tocó el cabello. Mierda, no se suponía que dejara que el Sr. Kim descubriera su apariencia, pero había sido lo suficientemente estúpido como para dejar que el tipo tocara su cabello el otro día.



Sabía que debería estar volviéndose loco con la posibilidad de que el Sr. Kim descubriera su verdadera identidad, pero por el momento, tenía algo (más llamativo) en lo que pensar.

El Sr. Kim estaba describiendo a una persona tan hermosa y atractiva.

“Me haces sonar como una chica,” murmuró.


“Tal vez de verdad eres una chica disfrazada.”

“Lo sabría,” YooChun suspiró, incapaz de mejorar el humor en su voz. Entonces, tenía que preguntar, “¿Qué pensaría si le digo que soy completamente lo opuesto de lo que acaba de describir?

“Diría que eres demasiado modesto.”

Silencio. YooChun no sabía que decir.

El Sr. Kim rompió el silencio, “Últimamente he tenido dolores de cabeza constantes. ¿Sabes manejar? Necesito ir al pueblo para ver a mi doctor.

“¿Pueblo?”

“Si, esta es una isla. Manejando por tres horas llegarás a un pequeño mercado y encontrarás los edificios necesarios alrededor. La clínica está cerca de la librería. Tal vez puedes escoger un libro de cocina sobre cómo cocinar un buen filete.”

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YooChun se retiró inmediatamente después de hacer la comida. Revolvió sus pertenencias para encontrar un kit de maquillaje que su mejor amigo le había comprado. YooChun recordó haber exclamado que era un chico y no usaría maquillaje. Su mejor amigo había insistido en que el kit contenía los artículos necesarios para hacer que su cicatriz fuera menos visible.

Su mejor amigo estaba tratando de ayudarlo, pero YooChun simplemente no quería usar el kit de maquillaje. Aun así lo conservó porque había sido un regalo.

Pensar en su mejor amigo hizo que YooChun recordara al Sr. Kim.

YooChun recordó el día en el que estaba en las montañas. Casi no tenía señal en su teléfono, pero afortunadamente, había podido recibir una llamada de su mejor amigo. Su mejor amigo estaba histérico diciéndole por el teléfono que su hermano estaba en el hospital

¡La forma en la que gritaba hizo que YooChun pensara que estaba al borde de la muerte!

Por fortuna, su hermano había quedado en coma por una semana y finalmente despertó. Después de lágrimas de alegría, YooChun levantó un viejo periódico que le recordaba sobre el hombre que había experimentado un accidente automovilístico en las montañas.

[F.l.a.s.h.b.a.ck.]

YooChun apretó con fuerza el teléfono y el miedo consumió su corazón.

Se había habituado a trotar cada mañana en las montañas. Si no podía cambiar la fealdad de su rostro, al menos quería tener una figura decente.

En ese momento, no agradecía lo que el ejercicio había hecho por su cuerpo, agradecía tener la energía para correr montaña abajo tan rápido como podía.

Mientras corría, decidió tomar un atajo. Acabó en la carretera y estaba mareado por correr; casi no vio el auto que venía hacia él. Le convenía esquivarlo, así que YooChun siguió corriendo, sólo capaz de pensar en la vida de su hermano.

Cuando escuchó el ruidoso choque, volteó la mirada para ver al auto chocado contra las rocas. Las piernas de YooChun se congelaron del shock por uno segundo y vio cómo el hombre del auto salía. El conductor estaba sobándose la cabeza pero aún estaba en pie.

Viendo que estaba bien, YooChun se dio la vuelta y siguió corriendo. Sólo que… no sabía que una vez que se dio la vuelta, el hombre cayó inconsciente.



[F.i.n.d.e.l.F.l.a.s.h.b.a.c.k.]

YooChun recordó que el periódico decía que una pareja que escalaba en las montañas lo había descubierto. Afortunadamente lo habían hecho o ¡YooChun se habría convertido en un asesino!

El estaba sano y salvo ahora, y eso era lo más importante.

Dirigiendo su atención de nuevo hacia el kit de maquillaje, YooChun pasó la noche practicando el arte de la belleza artificial.

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