ECLIPSE LUNAR
- tienes hambre?... – el menor mostró un bolso donde llevaba comida japonesa, era un pretexto por demás absurdo siendo ya más de las nueve de la noche, pero no se había atrevido a llegar solo porque sí…
- eh… ya cené… - para el castaño era realmente incómodo tener al menor en su puerta, de hecho, aún no se mueve para permitirle la entrada…
- oh, claro… - murmuró mirando al suelo, se sentía apenado y apunto de ser despedido sin siquiera poder decir lo que le había llevado al departamento del castaño… - ya es súper tarde, no sé porqué pensé… como tu mamá no está casi en casa y… - era él? O estaba siendo ignorado! Levantó la vista y vio ante él a un Kenryu con una mano en el bolsillo del pantalón y la otra en la puerta como esperando a que se vaya para cerrarla… - puedo pasar?... – pero si hay algo que el menor tiene, es que es terco, hasta que no le pateé el trasero echándolo de su casa, él no se rendirá…
- no creo que sea buena idea…- eso puede considerarse una patada en el trasero? Porque, con ese tono frío, esa mirada indiferente…
- yo creo que va siendo hora de que hablemos de lo que pasó entre nosotros… - replicó con el ceño fruncido. El castaño sintió un vuelco en el estómago y no tuvo más opción que hacerse a un lado. Minnie tenía razón, le debe cuando menos una disculpa…
- Minnie, sobre eso… yo… - Kenryu notó que el menor se quedaba parado en el pasillo, mirándolo con seriedad… era extraño, pero con él era con quien sentía que su instinto se descontrolaba con facilidad…
- sé que eres un híbrido…. – soltó el menor… - y sé que en parte fue mi responsabilidad que nosotros, bueno, lo hiciéramos ese día…
- quién te dijo eso?... – interrumpió el castaño, sintiendo la molestia nacer en su interior… seguro de que Takeshi está detrás de ello…
- no lo sé, la información llegó a mí… - Minnie trató de mantenerse sereno, él tratando de hablar de ESO y Kenryu interrumpiéndolo!... pero lo comprende, es decir, no se supone que sea conocimiento de dominio público…
- y tú no dudaste de ello, asumiste que era verdadero… - los ojos del castaño adquiriendo un brillo púrpura. Lo sabía, todos sus instintos a flor de piel, no solo el sexual, sino también el de protección, sintiendo su privacidad invadida por la simpleza con que el menor le habla… la molestia brotando desde sus entrañas…
- te equivocas, lo dudé, pero viéndote reaccionar como lo haces, acabas de diluir toda duda, Kenryu… siento que tus instintos despierten con facilidad, pero no puedes pasarte la vida controlándote, mírate, estás más delgado, haz faltado a clases, a los entrenamientos… - y eso ya era mucho que decir, según el menor, todos saben la pasión que el castaño siente por el soccer… - tienes que aceptar lo que eres, Kenryu… - dio un paso hacia el castaño, notando su respiración agitada… - quería decirte también que no te puedo guardar rencor alguno por aquello, fue solo que estuve en el momento y el lugar equivocado… con el deseo erróneo... – admite que se sentía tan necesitado de encontrar cariño, que incluso no le importaba intimar con el castaño con tal de obtenerlo… lo que había quebrantado la ilusión había sido solo un nombre…
Kenryu sintió como la ira era reemplazada por la culpa, escuchar al menor hablando así, tomando parte de una responsabilidad que sentía solo suya, estando ahí frente a él con temple, no demostrando siquiera temor alguno por su reacción… comprendiéndolo. Sus iris grisáceos retomando la pasividad, más no el brillo refulgente de antes de que Junsu comenzara a salir con Yoochun, porque toda esperanza había desaparecido y se sentía como un lobo solitario que tendría que vagar sin ese soporte que lo hacía sentir humano… sin amor.
- siento haberlo mencionado… - pero sabía que Minnie no merecía lo que había hecho… tenía razón, había estado en el momento y lugar equivocado…
Después de esas palabras el silencio se asentó en el departamento. El menor quería acercarse más, pero no sabía si eso podía ser malo, no porque le temiera a Kenryu, pero no quería alterarlo otra vez… y para su suerte, a pesar de lo equivocado que se dieron las cosas entre ellos después de tener sexo, un cariño especial por el castaño estaba comenzando a echar raíces en su corazón…
- amigos?... – atinó a decir el menor, extendiendo su mano mientras esboza una sonrisa. Tal vez su corazón desquebrajado no vuelva a latir con la misma intensidad… pero puede sanar.
- amigos… - aceptó el castaño, estrechando su mano con la del menor… Minnie era para él un chico único, en alguna medida era como el pelirrojo, porque no importa cuán mal vayan las cosas siempre consiguen dar con la pequeña luz en medio de la oscuridad…
………………………..
Era cerca de medianoche cuando Mimi abría la puerta de su casa lista para descansar después de mucho bailar y divertirse en compañía de Inamoto, Mayuko y Hiro. La sonrisa en su boca era pura y brillante, a pesar de haber visto a Micky disfrutar de la noche a lado de Junsu sin preocuparse por lo que fueran a decir de ellos, ella había conseguido sentirse contenta, y por vez primera desde su rompimiento con el pelinegro, podía decir que lo tenía superado.
- quieres pasar?... – y su amiga podría tener razón, tal vez era hora de seguir adelante y darse una oportunidad…
- es media noche, no se verá bien que entre a la casa de una chica cuando está sola… - Mitsuo no quería quedar como el aprovechado que solo está esperando la mínima posibilidad de pasar la noche con ella…
- cierto… - la castaña se avergonzó, sintiendo su rostro arder, porqué diantres lo había invitado a pasar a esa hora, bien que la visite durante el día, pero… - Mayuko, te voy a matar por poner ideas en mi cabeza… - pensó. En alguna otra casa, una chica de cabello teñido estornudó…
- duerme bien, nos veremos el lunes en la escuela… - se acercó y le besó la mejilla… - espero que podamos salir otra vez… solos tú y yo…
- sería estupendo… - su corazón latía emocionado… eso era el previo a una proposición de cita, cierto?
- fantástico, hasta luego, buenas noches…. –
- buenas noches… -
………………………..
Mayuko se sentía en la nube, acababa de despedirse del atractivo Hiro Mizushima y era maravilloso recordar las últimas horas, porque había bailado con él… después de conseguir manejar su emoción y nervios al conversar con el susodicho y conseguir estructurar frases de más de dos palabras… y había descubierto que antes solo había idealizado a su príncipe azul en el chico de perfectos rasgos… pero, ahora que podía decirse que han comenzado a conocerse, realmente se siente enamorada de él.
- me invitó al cine… - toda emocionada, la peliteñida se dejó caer en su cama, sonriendo como tonta enamorada (n/a sin ofender xD)… - creo que, después de todo, si estábamos destinados a encontrarnos en el camino…
………………………
- Yunho…- el pelioscuro luchaba por no ceder a sus propios deseos, bien llegó a escuchar entre murmullos en los pasillos de la escuela o en algún programa de tv, hombre, que como todo adolescente tiene sus curiosidades y busca comprenderlas, bueno, a lo que iba, que una vez que lo pruebas es imposible no desearlo cada que se encuentran en el mínimo espacio de privacidad… - es tarde, aahhh, Yunnie… -
- es tu culpa, JaeBoo… - el moreno besó una vez más esos labios rosados de un sabor único y una textura sinigual… - quisiera poder amarte día y noche…
- yo también… - con todo y que no quería, el pelioscuro tomó las manos de su novio apartándolas de su cintura… - pero tienes que volver a tu casa… - el moreno suspiró resignado. Miró por la ventana de su auto la mansión de su novio…
- te veo mañana, descansa y si sueñas, más te vale que sea conmigo… -
- mh, me apetecía soñar con Cristiano Ronaldo… - el pelioscuro sabe bien que ese jugador de soccer es de los favoritos de su novio, así que aprovechó para bromear y ver qué tan celoso puede ser, si a tal futbolista en la vida lo vería… - mira que esas piernas… - escuchó a su novio murmurar maldiciones por lo bajo mientras trataba de tomarse el comentario como una broma… - y además, sus ojos…
- ok, ya, no sigas… - el moreno atrapó nuevamente su boca, besándolo con apremio… - no bromees así conmigo, Boo…
- Yunnie tonto… - le devolvió un beso aún más profundo… - Te Amo, sueño contigo todas las noches… -
- igual yo… -
- pues que narcisista, soñando contigo… - el moreno rodó los ojos…
- Boo! Creo que no debiste tomarte esa cerveza… - el pelioscuro solo sonrió, tal vez si le había afectado un poquito, salió del auto, imitado por su novio… - tus padres aun no vuelven…
- no, ya sabes, andan en todo esto de localizar a ese tal Michael… - los chicos caminaron hasta la entrada principal de la casa… - la pasé muy bien esta noche, me fascina como bailas…
- es que no te viste, JaeBoo… - sonrisa seductora… - si no hubiera habido tanta gente alrededor… - un dedo de su novio se posó sobre sus labios…
- lo sé, pensé lo mismo… - depositó un beso suave en boca de su novio… - pero mejor no lo digas, quiero dormir sanamente… -
- buenas noches… - volvió a su auto y arrancando el motor se dirigió a su propia casa, con el dulce sabor de los labios de su amado en su boca.
………………………
Yoochun había hecho un esfuerzo sobrehumano por no llegar a más esa noche con su delfín. Primero, luciendo tan atractivo con esos jeans blancos que resaltaban su torneado trasero, que para que negarlo, despertaba muchas fantasías en él y más después de la primera vez. Y por supuesto, esa camiseta negra sin mangas y cuello de tortuga que se cernía a su cuerpo dándole un toque sensual al combinar perfecto con sus mechones pelirrojos y esa sonrisa de ángel. Segundo, mostrando esos movimientos al bailar que hicieron que su corazón se acelerara y no pudiera evitar por lo menos acompañarlo de muy cerca (claro, a él también le molestaron algunas miradas lascivas hacia SU delfín, así que mientras más cerca, mejor), si de no ser por toda esa gente a su alrededor se lo habría devorado completito a besos y caricias. Tercero, haber recibido ese beso tan dulce como efusivo, suave y apasionado, fugaz y prolongado, que despertó y nubló cada uno de sus sentidos invitando a sus hormonas a participar… pero todo había culminado con un “”buenas noches” murmurado en su oído con ternura, un casto besos sobre sus labios y una sonrisa tímida viniendo del sonrojado rostro de Junsu.
- cuándo hubiera imaginado que amaría de esta manera… y aun chico… - el pelinegro daba una vuelta más sobre su cama, sin poder aun conciliar el sueño… - delfín, te amo tanto que tengo una extraña opresión en el pecho, por más que intente no pensar en ello, sé que mi destino tiene al final un encuentro que podría ser fatal… y de solo pensar que terminarás involucrado…. Solo espero tener el poder suficiente para protegerte…
…………………………
Yoo Hwan nunca antes había besado a una chica… pero cuando rozó los labios de Yumi Omhura… wow! Fue como… como ser rodeado por una gentil corriente calida que apaciguaba todo el dolor de siete años de oscuridad, de luchar contra la voluntad gélida de Michael, del distanciamiento voluntario que se impuso con su propio hermano… pareciendo poco más que un fantasma en casa o en la escuela, recriminándose cada que descubría que cedía y se relacionaba, que reía, compartía, conversaba o bromeaba, cada que se comportaba como todo adolescente… cuando debe ser cuidadoso, mesurado y prácticamente inexpresivo.
Sabía bien que Michael no tiene ya contacto mental alguno con Yoochun, pero el lazo psíquico con él continúa y son pocas las ocasiones que logra persuadirlo y guardar secretos en lo más profundo de su mente.
Pero cuando sintió esos labios femeninos… por esos breves segundos toda sensación sombría o melancólica se había esfumado… y a pesar de haber sido lo más maravilloso desde su regreso no quería arraigar ilusión alguna por ello… porque podría ser un arma usada en su contra más adelante…
- el tiempo llegó, este martes hay eclipse lunar, sé que Tulkas se debilita cada que hay uno, y Michael quiere poder, así que le pondré una tentación que no podrá resistir…
……………………..
El inicio de semana fue sencillamente espectacular… mayormente para Mayuko, a quien Hiro cortejaba románticamente entregándole una rosa roja a la entrada a clases y deseándole un buen día con voz varonil que hizo que las piernas le temblaran de emoción…
- la próxima procura decir algo más que… - y luego Mimi simplemente suspiró, imitando perfecto la reacción que su amiga había tenido… - creo que no se dio cuenta de que trae “cacheteando banqueta”… - (n/a expresión mexicana que hace alusión al enamoramiento que orilla a la persona a actuar con torpeza)… la castaña sonrió con burla…
- oh, no seas así conmigo, Mimi… - la peliteñida trataba de no parecer la chica más feliz del universo entero, pero fallaba con creces porque la sonrisa no le cabía en la boca y su rostro estaba iluminado. Llevó una vez más la rosa a su nariz, oliendo su aroma y recordando lo sexy que luce su “peor es nada”… (n/a lo siento, no puedo evitar sacar frases populares, es que como que les queda por ser adolescentes xD) con las puntas del cuello de la camisa del uniforme levantadas, dándole un toque rebelde que combinaba perfecto con ese semblante de chico interesante… -
- oh my good… - la castaña resopló, la fase “perdidamente enamorada” de su amiga podía llegar a ser algo empalagosa con suspiros liberados al por mayor…
……………………….
El resto del día transcurrió sin demasiada novedad… oh, aguarden, tal vez sea importante recalcar todas esas miradas seguidas de comentarios silenciosos que persiguieron al YunJae y al YooSu toda la mañana, logrando captar cosas como <.se dice que son pareja,.> <.supiste que Yoochun terminó con Aki Tanaka (Mimi) por Junsu.>… y éste era tal vez el único comentario que crispó los nervios de los chicos. Podrían tolerar otra clase de murmullos, pero al pelinegro le desagradaba que aquello se dijera de tal forma, aunque al parecer Mimi lo estaba manejando muy bien haciendo caso omiso de todas esas palabrerías. Y Yoochun se vio obligado a callar y no molestarse en desmentir nada porque hacerlo sería en alguna medida aceptar a los cuatro vientos su noviazgo con el pelirrojo o bien dar rienda suelta a más comentarios en torno a ellos. Además, había sido justamente Junsu quien le pidiera que dejara que sus compañeros hablaran, tenían cosas más importantes de las que ocuparse.
- mi hermano se niega a hablar de eso, pero se que sigue estudiando todos esos mapas, libros y papeles desde aquella vez… y tengo un mal presentimiento… - el ratón estaba recargado sobre el tronco de un árbol en los jardines de la escuela, era hora del segundo receso. Yoo Hwan y Minnie estaban ausentes…
- lo sé, Minnie dice que lo que ha traducido no le dice nada claramente, pero cree que tu hermano planea algo arriesgado, y no puedo entrar en su mente, hay un muro telepático que me lo impide, no es muy fuerte pero si intento pasar a través de el seguro Yoo Hwan se percata, y no quiero tener rencillas por eso… - el pelirrojo estaba sentado en el pasto, las piernas flexionadas y sus manos cruzadas en sus rodillas…
- nuestros padres dijeron que capturaron a algunos magos que estaban bajo el mando de Michael, pero ninguno a hablado, algunos hasta se quitaron la vida antes de ser interrogados… - la piel de los cuatro se erizó, cómo puede alguien tener tal devoción por un ideal que solo pretende dominio y caos… - otros perdieron la memoria en cuanto todo intento mágico por obtener alguna respuesta fue efectuado… - Jae estaba sentado junto a su hermano, mientras menos motivos den a sus compañeros de hablar sobre las parejas, mejor, aunque no le importaría que todos supieran de lo suyo con el moreno, es cierto que ahora no deben desviar su atención de todo lo referente al Gen de Dragón.
- eso dónde nos deja, viendo el panorama de esa manera siento que solo estoy cruzado de brazos sin hacer absolutamente nada… - el moreno estaba de pie con las manos en los bolsillos a lado del pelinegro. Los cuatro debatiendo sobre algo que es más como un misterio.
- no eres el único que se siente así… - acompañó el ratón, sintiéndose impotente al no saber siquiera lo que su propio hermano planea…
……………………………….
- te puedo preguntar algo?... – Mitsuo estaba en casa de Mimi, veían una película ahora que han terminado de hacer la tarea juntos, como extrañamente había comenzado a hacerse un hábito entre ellos…
- seguro… - la castaña se sentía simplemente bien a lado de él, y esa sensación le gustaba, de una manera diferente a como se sentía con Micky.
- tu padre nunca está en casa, o, algún sirviente?... – y es que desde que recuerda, cada que visita a la chica se encuentra a solas…
- antes había sirvientes, pero un día mi padre los despidió a todos, decía que no tenía caso que estuvieran aquí si de todas formas yo casi no estaba en casa, y era cierto, en aquel entonces, por la reciente muerte de mi madre, yo prefería estar fuera, porque todo aquí me la recordaba y me hacía llorar… - sonrisa melancólica… - la verdad es que mi familia se vino abajo cuando mi madre murió, al principio papá solo se iba por un día o dos, pero el resto de la semana la pasaba aquí, si bien era encerrado en su despacho o en su habitación, pero luego sus salidas se comenzaron a hacer más largas, hasta que dejó de vivir aquí… - la castaña decía aquellas palabras casi con naturalidad, como si lo que estaba narrando no le afectara… - ahora viene cada mes y es solo para cerciorarse de que nada me falta, claro, en cuanto a cosas materiales, porque lo que más necesito es justamente a él, pero de alguna forma es como si él se hubiera ido el mismo día que mi madre…
Silencio.
- lo siento… - murmuró el muchacho, mirando el perfil de ella, que mantenía su vista en el televisor como si en verdad le estuviera prestando atención. Y sentía deseos de cuidarla, de protegerla, pero… por el contrario, necesitaba algo en específico de ella… - tu madre también era, una bruja…
- sí… era una bruja extraordinaria, ella lograba siempre que papá hiciera acciones que limpiaran por lo menos un poco el apellido de la familia…
- por lo que se dice acerca de relaciones con la Triada?... –la chica asintió… - mi madre también estuvo involucrada con ellos… - Mimi lo miró con sorpresa… - de hecho, podría decirse que aún lo está… y trato de ayudarla… - evadió la mirada de la chica… - pero es difícil, esas personas suelen pedir lo que uno no tiene…
- dinero?...
- no, si fuera eso yo no estaría en problemas… pero, no debería hablarte de esto, solo engrandezco tus problemas tal vez… - la chica negó efusivamente con la cabeza…
- es buena hablar de ello con alguien, y… si puedo ayudarte en algo, cualquier cosa… - la chica apretó la mano masculina, mirándolo con determinación y ternura… - cuenta conmigo, Mitsuo…
- gracias… - pero contrario a lo que debería esperarse, el chico se sentía un miserable al sentir ese apoyo… había conseguido su confianza, y sabía que con solo decirlo, ella le entregaría lo que fuera, pero… era eso jugar con Mimi, cierto. Y sin embargo, no tenía demasiadas opciones… - sigues dibujando aquél emblema?
- eh… - su mano apartándose de la del chico… - sí, no se porqué hago eso, me pasa desde niña, sabes, hay épocas en las que dibujo algo una y otra vez, y aun en ocasiones vuelven a mi mente y termino trazándolos prácticamente hasta en las paredes… - comentó con una sonrisa nerviosa, eso sonaba bastante loco…
- has intentado darle vida a lo que dibujas…
- darle vida?
- sí, bueno, materializarlo…
- no… no sabría cómo… - Mimi recordó que ya antes había escuchado algo parecido, pero era como un recuerdo difuso que no lograba rememorar…
- oh, pues, yo tampoco lo sé, pero había escuchado antes de hechiceros que tenían el don de materializar las cosas que dibujaban… -
- sí, también escuché algo de eso… - y de pronto se habían sumido en un silencio que dejaba al descubierto la respiración de cada uno, intranquila, casi como si de un momento a otro el espacio entre ambos resultara incómodo.
Giraron el rostro al mismo tiempo encontrándose con la mirada. Las mejillas femeninas tomaron un tono carmesí cuando notó que el chico se acercaba lentamente a su rostro. Mitsuo quiso detenerse, de verdad lo intentó, pero hace tanto que tiene ese deseo, que sabe que después de probar sus labios querrá ser capaz de volver en el tiempo y evitarlo… pero lo necesita…
Un beso suave… que logró que los deseos reprimidos de ambos salieran a flote y se entregaran sin reserva a esa pasión adolescente con besos más demandantes y manos que comenzaron a moverse con descuido por el cuerpo del acompañante.
Se separaron con la respiración entrecortada, las mejillas fuertemente sonrojadas y los labios húmedos. Mimi pensó que lo que haría a continuación era una locura, pero eso no impidió que lo hiciera, tomó la mano de Mitsuo y sonriendo con timidez y coquetería, lo instó a seguirla escaleras arriba hacia su habitación. El chico no se negó, ya sus sentidos se habían entregado a ella, su voluntad le pertenecía y deseaba tanto como ella sentirse querido.
Cerró la puerta de su alcoba con el nerviosismo corriéndole por las venas, pero fueron desplazados rápidamente cuando su cintura fue rodeada por los brazos masculinos y su boca profanada con un beso apasionado que la hizo sentir en el aire, libre de toda atadura.
No dieron tiempo a la razón, se despojaron de sus ropas en seductores movimientos, la mirada penetrante de Mitsuo hacía estremecer cada fibra en Mimi, podía sentir su caliente piel amoldarse a su propio cuerpo mientras se besaban libremente recostados sobre la cama, ella bajo el cuerpo de él. Gimió cuando sintió los dedos del chico invadir su intimidad y jugar ahí, la humedad de la excitación lubricando aquellos intrusos que se movían sin cesar, haciendo que ella se sintiera rodeada de un ardiente deseo que la llevaba a arquear la espalda y chocar contra la virilidad de Mitsuo, en tanto él dejaba libres sonoros gemidos y devoraba con su boca el cuello femenino, bajando después a su pecho, donde su lengua se entretuvo por minutos y sus labios saborearon de aquellos montes femeninos, aumentando la excitación en la chica, llevándola a un primer orgasmo cuando sintió su calido fluido mojar sus dedos.
La dejó descansar unos momentos antes de que su erección fuera quien ocupara aquel estrecho pasaje virginal, retomando caricias y besos que mantenían el calor de sus cuerpos. Habían olvidado por completo el resto del mundo en esos instantes, era como vivir algo que ya existía de antes, era como simplemente recordar tiempos pasados, como si en otra vida ya se hubieran pertenecido y ahora rememoran tiempos de gozo.
Mitsuo abrió las piernas de Mimi un poco más, colocándose al medio, dirigiendo una mirada a la chica antes de adentrarse en ella, asegurándose de que no se arrepentía de haber iniciado ese encuentro íntimo, la castaña le sonrió, llevaba el rostro coloreado por la excitación, el cabello suelto y desordenado, se mordía el labio inferior por la expectación… dicen que la primera vez duele… el chico besó sus labios mientras se deslizaba en su interior, sintiendo la humedad de su intimidad abrazar su erección, la castaña lanzó un pequeño gemido de dolor que se ahogó en el beso.
No esperó demasiado para comenzar con las embestidas suaves y lentas, disfrutando tan solo de esa sensación caliente que la humedad de la vagina de Mimi dejaba en su miembro cada que entraba y salía. Aumentando el ritmo conforme se acoplaban mejor y el calor del momento lo impulsaba a dar estocadas más profundas. Hasta que el orgasmo los alcanzó a ambos y sus esencias se liberaron a la par, mezclándose en la intimidad femenina.
Mitsuo salió de su interior con cuidado, tenía la respiración alterada y los espasmos aun recorrían su cuerpo, como el de ella. Se quedaron en silencio, acababan de hacer el amor, o había sido solo sexo, eso no podía saberlo ninguno con certeza, porque los sentimientos de ambos eran algo confusos, porque ella temía haberse enamorado solo para olvidar al ratón; y él pensaba que finalmente se había equivocado al estar con ella, porque sería fácil para Michael ver a través de sus orbes el cariño por la chica de cabellos castaños.
- oh… acabo de recordarlo… - soltó de pronto ella, saliendo de la cama envuelta en una sábana, fue hasta su clóset de donde sacó una caja de madera que contiene dibujos que ha conservado por años. Tomó el primero, ese lo acababa de dejar hace un par de días, el emblema de la Raza Híbrida, una insignia donde se representaban los lobos y los vampiros con un par de colmillos que se cernían sobre una bestia, los colores ocre y rojo predominaban en él. La chica simplemente posó su mano sobre el dibujo, cerró los ojos y luego lentamente el dibujo se materializó saliendo de la hoja de papel… - toma… - le extendió la insignia, no era más grande que la palma de su mano… - tengo el presentimiento de que debes tenerlo… -
……………………………..
Yoo Hwan sabía que el eclipse lunar estaba por ocurrir al otro lado del mundo, el momento de arriesgar su propia vida por la de sus padres y hermano llegó. Tomó un pergamino en su mano y desapareció entre lucecillas nacaradas, justo cuando Yoochun abrió la puerta de su alcoba, alcanzando a ver simplemente que su hermano orbitaba.
- Yoo Hwan… - murmuró con preocupación, e inmediatamente rebuscó entre las cosas de la habitación cualquier cosa que le dijera sobre el paradero de su hermano, pero al parecer todo había sido destruido porque no encontró absolutamente nada. Con la sensación de pesadumbre instalada en su pecho, el pelinegro orbitó hasta la habitación de su novio… - mi hermano orbitó, no se a dónde…
…Bajo el ombligo del universo descansa un reflejo pasivo que guarda una realidad irascible custodiada por un venero de hierática. Y aquél que ose mancillar las tierras sagradas al pie de la montaña sacratísima iniciará su camino por la Calzada de los Muertos…
En su casa, el menor parecía comprender por fin aquel escrito, habiéndose dado cuenta entonces del error que cometía Yoo Hwan de confiar en esas palabras antiguas. Orbitó a la casa de los Park, pero nadie estaba ahí, así que se fue directo a la de los Kim, apareciendo en la estancia, donde ya se encontraban además de Yoochun y Junsu, Jae y Yunho tratando de ubicar la energía mágica del menor Park.
- no busquen más, se dónde está, hay que darnos prisa, o Yoo Hwan caerá en su propia trampa…
…………………………
El curso de la Luna se adentró en la sombra de la Tierra, cuando ésta se interponía entre el astro sol y el plateado. Dejando sobre el satélite lunar un tono rojizo, se escuchó a lo lejos un aullido que hizo eco entre las pirámides que se levantan en torno a la ciudadela. Yoo Hwan sintió un escalofrío cuando de entre las sombras emergió Tulkas… acompañado de Michael…
- me alegra verte… - el ojiazul esbozó una malévola sonrisa…
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