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Arualthings

Last Vow/Bow cap 6

Jamás pensé tener problema alguno con la homosexualidad ni con homosexuales, de hecho, vivía rodeado de homosexuales en Sm. El problema fue que jamás me planteé estar yo en esa situación.


¿Acaso no había amado lo suficiente en mi vida? ¿Había amado, siquiera? ¿Qué me hizo descubrir mi sexualidad a ésta etapa de mi vida cuando se supone que una mujer ya me había roto el corazón? ¿Por qué Yunho? Y más dramático aun… ¿Por qué me estaba pasando esto a mi?


Lee Jin y Yunho eran discretos pero se abrazaban y tomaban de la mano como cualquier pareja normal. Era infernal lidiar con la dura realidad de mi amor no siendo correspondido y esa persona queriendo a alguien más. Me alejé lo más posible de Yunho en ese tiempo… me dolía verlos hacer cualquier cosa juntos pero estaba aun menos listo para verlos besarse.


Comencé a encerrarme en mi mismo. Decidí enfocarme únicamente en mi carrera, en mi canto y cualquier otra cosa que me hiciera mejorar mi habilidad artística. Haría lo que sea por tratar de distraer mi atención en Yunho y su romance juvenil.


- Jaejoong-sshi, a qué hora es la reunión? – Me preguntó Heechul quien parecía haberlo olvidado todo.


- A las 5, creo.


- Creo que hoy darán la próxima rotación para las nuevas bandas – Agregó con preocupación – Creo que entraré a una banda! Quizás Esté en DBSK con Yunho!


- Quizás, hyung. – Dije con desdén.


- Hyung. Hyung! – Gritó Sungmin - Hoy es la rotación final para las nuevas bandas!


Cuando Sungmin se incorporó a nuestra conversación automáticamente comencé a perder el hilo de la misma. Había entrenado duro; me merecía entrar en alguna pero, conociendo mi suerte, probablemente tendría que esperar otro año más. Además, el ruido de las canchas a esa hora distraería a cualquiera.


- No estoy seguro de que lo logre, Hyung – Afirmó Sungmin dirigiéndose a mí- Me desilusiona pensar que esté perdiendo mi tiempo.


- No estás perdiendo el tiempo, tonto! Recuerda que todavía tenemos muchas oportunidades!


No estaba de ánimos para sermones, ni siquiera para los que no eran para mi. Me limité a observar a los empleados y trainees que transitaban por las canchas en ese momento cuando… los vi.


Ella sujetaba la cerca y el le acariciaba el cabello mientras se sonreían el uno al otro. Cómo odiaba verlos juntos pero no podía dejar de mirarlos.


- También escuché que hoy discutirían el futuro de los trainees que no son elegidos… unos quedarán fuera de Sm. Estoy tan preocupado!


Yo sólo asentía… escuchaba por escuchar. Ninguna de sus palabras tenían efecto en mí, tan sólo las caricias y miradas fogosas de Yunho eran fotografiadas en mi mente.


- Sí, yo también lo escuché. Creo que serán despedidos.


Yunho se acercó paulatinamente a Lee Jin de modo que estuvieran realmente cerca. Comenzó a deslizar sus manos por la pequeña cintura de ella y por un momento ellos dejaron de hablar y solo se miraban con pasión.


- Creo que me preocupa también… No quiero dejar éste lugar.


Lee Jin y Yunho estaban jugando con el diminuto aire que separaba sus labios uno del otro. Mis ojos comenzaron a abrirse desmedidamente en escepticismo, ya sabían que eran novios pero…


- No quiero abandonarlo todo. Pero a veces una voz me dice que lo haga. “Abandónalo todo”


No sé ni me interesaba cuál de los dos decía qué. Sólo esperaba el nefasto momento en que ellos dos se besaran.


- Eres un débil? Lo abandonarás todo?


Sus labios se unieron y comenzaron a besarse apasionada y lentamente. Sentí cómo un escalofrío recorrió mi espina hasta el cabello. Me quedé frío e inmóvil. Era incapaz de parpadear y aunque fuese una pesadilla, mi masoquismo me obligaba a presenciar aquel lamentable momento hasta el final.


Yunho sonrió y luego besó su frente. Lee jin acariciaba su cabello lentamente y se alzó para besarlo nuevamente. Yunho rió esta vez como alguien que está viviendo un momento lleno de dicha y miró al cielo. Su risa hizo un triste eco en mi mente que incluso hoy en día escucho con claridad. Yo no era parte de la dicha de Yunho; todo lo que hacía era discutir y evitarlo… Maldita Lee Jin! ¿Cómo has podido lograr en tan poco tiempo lo que yo había tratado de construir con él durante toda nuestra amistad?



- Yo te digo – dije tratando de disipar un nudo en la garganta. – Si no reconocen tu esfuerzo… al diablo! Al diablo! Al diablo con todo!


Di media vuelta sin reparar en las caras de sorpresa de Sungmin y Heechul y como un fantasma crucé todas las instalaciones rápidamente, lo suficiente como para estar fuera en pocos minutos. Me dolía la cabeza al punto de la migraña. Me sentía iracundo y triste al mismo tiempo. Llegué a la estación de trenes, compré un boleto y partí sin mirar atrás. Eran exactamente la 1:30 de la tarde cuando decidí huir.


No sé qué fue exactamente lo que sentí cuando mis ojos vieron las montañas de Chungnam aproximarse. Había llorado en silencio desde que conocí a Yunho pero mi cuerpo no podía aguantar más, mi alma tampoco. Me remitía a resoplar con melancolía tocando mi pecho pretendiendo acariciar mi corazón. Ignoré por completo a los demás pasajeros, para mí solo existía el vagón, las montañas, el sol y yo… llorando en silencio por Yunho.


Llamé a la puerta dos veces y fue suficiente para que mi madre abriera la puerta como de costumbre. Soltó un alarido de emoción y estrechó mis mejillas con sus suaves manos y me dio un abrazo tan cálido como la brisa de las playas de Chungnam en pleno verano. En lugar de sonreír me provocó el llanto, pero nuevamente contuve toda mi frustración en mi silencio. Mi padre vino en seguida, al igual que mis hermanas. Todos me acogieron al acto con abrazos y afecto pese a haber huido de casa por perseguir un sueño, uno que me estaba pareciendo bastante incoherente y algo ridículo. No me cuestionaron en lo absoluto… Así era mi familia. Nuevamente comenzaba a sentir calidez humana desde que había huido sin contar a Yunho.



Entré a mi cuarto y cerré la puerta para estar un momento solo, lo irónico es que después de sentirme solo entre mucha gente durante tanto tiempo seguía buscando soledad. Me dejé caer en mi cama y boca abajo miraba el panorama de mi ventana. Una gota de agua se deslizaba sobre una rama de nuestro árbol y mientras tanto una lágrima recorrió sin piedad mi rostro; estaba tan caliente y mis ojos tan adoloridos que traté de cerrarlos para evitar llorar… pero no pude.


Acerqué una almohada hasta mi boca para poder amortiguar los horribles alaridos de mi llanto. Lloraba con intensidad y golpeaba el colchón repetidamente. La imagen de Yunho jugueteando con los labios de Lee Jin rondaría mis pensamientos a cada segundo; Sus manos deslizándose sobre su cintura, sus ojos en los de ella y sobre todo… su amor para ella.


¿Por qué no podía ser todo como antes? Daría mi vida entera por contemplar a Yunho llorando en aquel bus mientras el viento soplaba sus cabellos. Daría lo que fuese por una sola lágrima suya dedicada a mi amor como yo lo hago por el suyo. Cuánto no daría por ver a mi ángel derrotado necesitando de mí. ¿Cuánto no?


- ¿Es una simple atracción o… amor? – Me dije en medio de llantos.


Me lavé el rostro con abundante agua para tratar de componerme y en pocos minutos salí corriendo de casa… otra vez.


Quince minutos después estaba en el vecindario de Eun Mi. Estaba a pocos metros de su casa cuando me la encontré cara a cara; venía del colegio y estaba con algunas amigas que me reconocieron al instante. Hicieron un gesto de chisme y algarabía pero les resté importancia… sólo miraba a Eun Mi.


- Eun Mi… Hola.


- ¿Qué haces aquí? – Preguntó con escepticismo – ¿Saben tus padres que estas aquí? ¿Saben los míos que estas aquí?


- ¿Cómo estas, Eun Mi?- Pregunté ignorando todas sus anteriores inútiles preguntas.


Me tomó de la mano y me haló hasta otro sitio dejando solas a sus tontas amigas y luego me observó con cara de decepción.


- ¿Por qué has venido hasta aquí? ¿Qué quieres?


- Necesitaba hablar con alguien, noona.


Eun Mi era una mujer popular, calculadora y un poco superficial pero, nadie conocía lo que yo… ni siquiera ella misma, es por eso que me enamoré perdidamente.


- ¿Qué quieres de mi, Jaejoong?- Dijo nuevamente perdiendo la paciencia.


- Quiero… Quiero. – No podía decir nada.


La tomé por un brazo y le asesté un beso intenso pero corto en la mejilla y muy cerca de sus labios. Me preocupaba que Eun Mi me golpeara pero no hizo nada en lo absoluto y se dejó llevar.


- Quería decirte que... que mis noches en vela por ti han terminado por completo. Ya no te pienso siquiera. No importan tus desplantes y desaires, tengo otra vida por vivir y te olvidé Eun Mi. Mi querida Eun Mi, ya te olvidé.


Se quedó perpleja y balbuceaba antes de poder decir algo hasta que optó por quedarse en silencio por un rato. Decidí dejarla sola luego de tal descarga en aquel lugar.


- Jaejoong!- Alcanzó a vociferar mientras corría hacia mi- Escúchame! Todas esas noches de tus llamadas he preferido no hablar contigo porque sólo deseo tu bien! Ahora que tendrás éxito lo verás con claridad.


- Gracias por alejarme del mal, noona. Sólo me estoy asegurando de que haya una despedida - Agregué mientras observaba su consternado rostro ante la última frase.


Era la quinta llamada sin contestar de mi celular… pero necesitaba terminar esa conversación antes de poder atender cualquier cosa.


- No quiero que te vayas… Pero no quiero que sufras – Me decía sin sentido alguno – Quiero que sanen tus heridas.


- Otras heridas la están sanando


- Jaejoong...


- Eun Mi. Adios!


Me fui al árbol de mi vecindario al que solía a mirar el atardecer en los días de dicha y pena. Aquel día parecía propicio. Me trepé para meditar todas las cosas que estaba haciendo y me estaban sucediendo. Yunho estaba en todas esos pensamientos.


- Acaso ella te respeta, te admira o te quiere como yo? Acaso ella te merece como yo te merezco? Acaso no merezco ser feliz? - Reclamé al aire como si agitara al mismo Yunho.


- … Pero tú también mereces ser feliz, Yunho.


El llanto se apoderó de mi mientras mi mirada se perdía en la naranja tarde y la maravillosa puesta de sol.


- Sé feliz, Dongseng.


No soportaba el sonido de las llamadas sin contestar de mi teléfono así que cuando intenté apagarlo decidí leer al menos un texto.


“Hyung, todos te buscan desesperadamente!
Eres un Dong Bang Shin Gi.”



Aunque sorprendente, no logró sorprenderme lo suficiente la noticia.


- Sí… Yo también me aseguraré de que haya una despedida

4 Comentarios:

  1. oh No! es tan triste.
    Ua no llore Jae , ven a mí XD (lo siento .... no pude evitarlo)

    Me encanta!!!

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  2. Anónimo10/04/2011

    omaiiiii..xD!
    dios es q esto se pone bueno ^_^!
    me encantaaa,pero Jae ya no sufras muzho..Y^Y!

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  3. TOT pobre Jaejoong!
    está sufriendo y mucho, al menos ahora se dio cuenta de que no siente nada por esa chica y cerró esa etapa de su vida.

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  4. Anónimo9/12/2015

    Es un DBSK!!!! Jaejoong lo lograste!!!

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