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My life as Kim JaeJoong cap 2

~¿Lo que no te mata te hace más fuerte?~

Aquel chiquillo escribía la segunda entrada de su nuevo blog, sentado en una esquina recóndita de aquella biblioteca, ocultándose de esa bibliotecaria neurótica. Hasta tecleaba con lentitud y suavidad para no generar ninguna especie de ruido que pudiese delatar su ubicación. Estaba en la lista negra de aquella mujer, ¿Por qué?, bueno digamos que JaeJoong nunca ha sido bueno con las fechas de devolución de los libros que pide, ni tampoco los cuida demasiado, la mayoría de ellos regresan con manchas de mostaza o picante, y como si eso fuera poco siempre y repito siempre que se encuentra en aquel lugar mete la pata de alguna manera.

~ ¡AIGOOOOOO!, lo que es la pobreza…No puedo escribirles desde mi casa porque no han pagado el internet y tengo que esconderme como criminal de esa bibliotecaria…¡La biblioteca me importa un comino!, si fuera por mí ni siquiera vendría, ¿A quién le importan un par de libros viejos?(soy burro, unos cuantos libros no cambiaran ese hecho, de ser así mis padres me hubiesen hecho vivir en un lugar como este), lo que me tiene atado aquí es la conexión Wi-fi.

…Desde el comienzo me desvió del tema, debería existir una maquinita de electroshock que te mantenga concentrado…y aquí voy de nuevo.

Entrando al tema que si nos importa…¿recuerdan las alternativas?, les diré de inmediato cual fue la correcta, redoble de tambores para la opción correcta:

¡E!

Sí, como leen, le volé la geta al desgraciado infeliz de Changmin por supuestamente engañarme y ¡ENGAÑARME MAL!, porque si me va a montar cachos que al menos se lo lleve a la tumba (¿Qué filosofía de vida es la que tengo?), luego de aquello pateé al chico que se encontraba a su lado con unas ganas y una satisfacción que espero haberle roto un hueso o al menos un ligamento.

…¿Se la creen?, porque yo no me creí ni una sola palabra mientras lo escribía. ¡Carajo!, como me gustaría poder hacer algo como eso, me sentiría como superman o batman, pero ustedes ya me conocen y saben que no tengo la personalidad y mucho menos el carácter...A veces me pregunto ¿Qué diablos me pasa?, ¿Nací con algún defecto?, ¿Tuve alguna experiencia traumática que me dejó así?, pero no, la única justificación para aquello es que soy y siempre seré tarado, y lo acepto, ya les dije una vez es como una enfermedad genética, hay que aprender a vivir con ello, admito que a veces me molesta ser tan reprimido y tímido…aunque el término “tímido” se queda corto conmigo, más bien soy invisible.

¿Recuerdan que en el colegio prácticamente nadie me conocía?, pues bien, en la universidad…¡Me pasa exactamente lo mismo!, ¿Se pueden creer que el otro día pasaron lista y un profesor al decir mi nombre pensó que era un estudiante nuevo de intercambio?...¡Joder que llevo tres meses en su clase!, ¡Me ve el rostro al menos dos veces por semana! Y ¡Aún así no reconoce mi existencia!.

…Lo siento tenía que desahogarme con alguien…De vuelta a las alternativas, noto que ya me conocen bastante, es eso o soy muy predecible.

La respuesta correcta era la D, ¿Qué más podía hacer siendo el estúpido que soy?...Les juro que en ese momento deseaba con todas mis fuerzas el enterrarle el zapato en el trasero a aquel chico que abrazaba a Changmin, pero ¿Qué ganaría con eso?, bueno si, ganaría regocijo eso no se los niego, mientras más dura fuese la patada mejor se sentiría mi corazoncito traicionado, pero no me serviría de nada…al carajo sólo soy cobarde.

Solté el rostro de Yunho al instante y los miré por un par de segundos, mordí mi lengua e hice una reverencia hacia aquellos chicos, para luego caminar con rapidez, alejándome de ellos.

Déjenme preguntarles, Si se enterasen de que su novio se fue con otro chico por tres semanas y al regresar los ven juntos, ¿Les harían una reverencia?...no ¿Verdad?. ¡NO Y NO!, cosas como estas comprueban que mi cabeza está vacía, no tengo cerebro debo tener pajaritos anidando allí dentro.

Caminé, caminé y caminé…en casos como estos también es bueno ser uni-neuronal, se los juro, solo pensaba en alejarme de ellos a como dé lugar. No pensaba en nada más, en mi mente solo se encontraban activas dos funciones, mover la pierna derecha y luego la izquierda, pestañear, ver y respirar estaban en piloto automático.

Pie derecho, pie izquierdo pie derecho, pie izquierdo…solo podía pensar en aquello, todo lo demás se encontraba “temporalmente fuera de servicio”.

Pie izquierdo, pie derecho, pie izquierdo, pie derecho...y sin notarlo me encontraba a unos cuantos metros de mi amado y dulce lugar de torturas hogar. Detuve mis pasos por un instante para buscar mi juego de llaves, ya saben “piloto automático”, pero ¡Por dios!, apenas dejé de mover las piernas mi mente se llenó de ideas que se amontonaron y amontonaron creando una pila de mier…porquerías en mi cabeza.

Aun no sentía dolor ni decepción, ¡OH NO!, lo que empezaba a pensar era mil veces peor.

“¿Será demasiado tarde?...y ¿Si trato de recuperarlo?...digo, no creo que lo haya hecho a propósito o ¿sí?” ¿Estaba pensándolo seriamente?...si, de hecho por eso es que había apagado mi cerebro de forma inconsciente, parte de mí sabía muy bien que de darle libre albedrío ¡TERMINARÍA PENSANDO SEMEJANTE ESTUPIDEZ!, *no creo que lo haya hecho a propósito* no claro, de seguro iba caminando un día y de la nada pufff se le apareció ese cara de momia (ya saben de mi falta de imaginación para apodos) y le dijo “hey, te tendré como amante, pero nada de esto es planeado ni mucho menos a propósito, si mi (censurado) llega a entrar en tu (censurado) será netamente por accidente” ¡POR FAVOOOOR!.

Una especie de alerta se encendió en mi mente, “Peligro, peligro, riesgo nuclear, la planta de idiotez extrema se encuentra en nivel crítico”, tenía que salvar a mi uni-neurona de aquellos pensamientos, por lo qué reaccioné rápidamente intentando buscar una solución, tratando de alejar aquellas ideas de mi mente.

¿Qué creen que hice?, si, muy bien le acertaron, lo que un tonto hubiese hecho. Me sujeté con ambas manos de un poste de luz que se encontraba frente a mi casa, incliné un poco la cabeza hacia atrás y estrelle la frente contra aquel poste sin siquiera detenerme a pensarlo dos veces. ¿Qué si dolió? ¡DOLIÓ COMO EL DEMONIO!, pero al menos el dolor iba a dejar fuera de servicio a mi uni-neurona por un par de minutos más.

- ¿Qué diablos estás haciendo Kim JaeJoong? – Volteé a ver y era Yunho, quien se encontraba mirándome total y completamente desconcertado.

- ¿Qué no ves?...Me estoy golpeando contra el poste de luz – contesté sujetando mi frente con ambas manos.
- Si…pero ¿Por qué?.

- Arggg…olvídalo, ¿Qué haces aquí? – pregunté sin si quiera mirarlo a la cara.

- Te seguí…vi que no estabas bien y me preocupó, así que quise asegurarme de que no te pasara nada… - Se acercó a mí con lo que percibí en sus ojos como preocupación sincera.

¿Otra broma del destino?, ¿Se preocupaba de que me pudiese ocurrir algo malo?...¡¿Dónde quedó esa preocupación cuando decidió engañarme con el poto mutante y terminar conmigo a través de un mensaje de texto?!, ¡¿DÓNDE?!.

- No tienes por qué preocuparte…no es nada – aún acariciaba mi frente, de seguro parecería semáforo con el golpe.

- Déjame ver – dijo aquello sujetando mi mano para poder examinar de cerca el golpe, la verdad es que no supe que hacer, entiéndanme, estaba aturdido, la uni-neurona estaba fuera de servicio.

Acarició mi mejilla y pude notar en su rostro una especie de sonrisa traviesa justo antes de que se inclinara a besar mi frente.

- Eso debería ayudar – susurró a mi oído en un tono que pretendía ser sensual.

- Yunho… - pronuncié su nombre acercando mi rostro al suyo, dejando nuestros labios a un par de centímetros de distancia.

- Dime cariño… - contestó fijando la mirada en mi boca.

Sonreí tímidamente justo en el momento en que elevaba la pierna para propinarle la patada del año. Golpeé su rodilla, tal vez injustamente porque concentré en aquella acción toda la rabia que sentía contra aquel chico que caminaba junto a Changmin. Yunho simplemente pegó el grito de su vida (debería audicionar para tarzan) y cayó al piso.

- ¡QUE NO SOY FÁCIL!, ¡por dios!, ¿Cuántas veces te lo voy a tener que decir?....¿Acaso no te bastó con lo de la última vez?...¡Carajo!, ¡Al menos ten la decencia de fingir que crees que no soy fácil y trata de emborracharme un poco! – divagaba mientras ingresaba a casa, maldiciendo y peleando conmigo mismo.

Me encerré en mi cuarto de inmediato, hundiendo la cara en mi almohada en un inútil y patético intento de suicidio que perduró por un par de horas. Ahhhh, pensaba que mientras menos oxigeno recibiera mi cerebro fantasma (fantasma porque no estoy seguro de su existencia) más tiempo tendría para evadir mis problemas. Porque si en algo soy bueno es en evadir la realidad, sino ¿Cómo se explican todo lo que hice al intentar recuperar a Yunho?.

Estaba completamente inmóvil sobre aquella cama, mi mente se encontraba ausente. Hasta que sentí el sonido del teléfono acompañado de la voz de mi madre al contestar.

- ¿Aló?....Ah sí Changmin, ¿Cómo estás?...Creo que llegó hace un rato, espera un segundo – podía oírla claramente debido a que la mesita del teléfono se encontraba en el pasillo adyacente (palabra descubierta y utilizada gracias al tío google) a mi cuarto.

Todos y repito, todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo se tensaron al momento de oír su nombre. Caramba, se me tensaron lugares que ni siquiera sabía que poseían músculos (para su bienestar psicológico no describiré exactamente de qué lugares estoy hablando). Me sentí nauseabundo y no estoy exagerando, aquello era una experiencia traumática, las líneas telefónicas no estaban de mi parte. Mi primer novio me había mandado a volar a través de un mensaje de texto y ahora ¿mi novio actual me cortaría por línea fija?, ya está…pensé que de ser así nunca más en mi vida me acercaría a un teléfono, viviría a la antigua, comunicándome con señales de humo de ser necesario.

- ¡JaeJoong!, ¡Te llama tu novio!.

- ¡Mamá! – exclamé al instante, pensando en cavar un agujero en mi cuarto y vivir en él por el resto de mis días - ¡No estoy para nadie! – volví a gritar pensando que aquel mocoso me terminaría apenas contestara su llamada.

- …Dice que no está – contestó la mujer que me dio la vida.

-¡Mamáaaaaa! – exclamé una vez más ante la respuesta de aquella mujer que se hacía llamar mi madre.

- ¿Pelearon o algo?...Déjame decirte que si decides dejarlo te apoyo…pero ven a casa y te presentaré a una de mis hijas…eres tan guapo que me gustaría conservar tus genes en la familia – Aquí fue donde comencé a dudar que esta mujer fuese mi madre biológica…

-¡MAMÁAA! – exclamé saliendo de mi habitación y mirándola con reproche.

- Ajá…ajá…claro muchacho, hasta luego – Mi santísima madre colgó el teléfono para luego mirarme de pies a cabeza. – No te hagas de rogar…estaba pensando en presentarle a una de tus hermanas, parece que le gustas al muchacho…así que, ¿Cuál de ellas crees que se parece más a ti? – se lo pensaba enserio, ¡enserio!, lo podía notar en su expresión.

- Voy a hacer como que no escuché eso… - contesté sin poder quitarle los ojos de encima, vaya amor de madre.

– Por cierto…como no le contestaste, Changmin viene a verte – Comenzaba a voltearse con dirección a la sala.

“Changmin viene a verte” aquella frase hizo eco en mi mente (es fácil que haga eco si allí arriba no hay nada) una y otra vez hasta que logré comprender el significado de la misma…Cuando logré hacerlo todos mis sentidos adoptaron un estado de alerta, les juro que entré en modo de supervivencia extrema, o como suelo llamarlo “el momento houdini”, en casos como este me convertía en el mejor escapista del mundo.

En menos de un segundo mi uni-neurona retomó parte de sus funciones ordenándome la evacuación inmediata del lugar.

- ¡Mamá!...¡Preséntale a In sook , es quien más se me parece! – grité antes de salir de aquel lugar como cohete, es que enserio debí inscribirme en alguna actividad de atletismo, ganaría siempre y cuando en vez del típico disparo que indicaba el comienzo de la carrera alguien gritara el nombre de Changmin, así de seguro llegaría a las olimpiadas.

- ¿Escapando? – escuché su voz al poner un pie en la calle y me detuve al instante, ya que reconocí de quien se trataba, oh sí, era el chico por el cual me había convertido en una copia fallida de houdini.

No pronuncié palabra alguna, no podía, tampoco volteé a verlo. Me sentía impotente y más estúpido que de costumbre. Debería estar exigiendo alguna especie de explicación o al menos enfadado o resentido…pero ¡No!, ahí estaba yo completamente asustado e intentando escapar de mi destino…si quieren golpearme adelante se los permito.

- JaeJoong te estoy hablando, ¿Me escuchas? – Changmin se encontraba tras de mí, sonaba calmado y compuesto como de costumbre.

Sólo pude asentir repetidas veces, de píe y como estatua en aquel lugar, lo único que faltaba es que pasara una paloma e hiciera sus necesidades sobre mi cabeza.

- Bien…supuse que intentarías escapar por lo que te llamé desde aquí afuera…necesito que hablemos en privado, es urgente – ahí estaban las palabras que había temido, podía oír en mi mente una especie de marcha fúnebre. Sí, hasta lo poco y nada que tenía de cerebro me jugaba una mala pasada…¡La marcha fúnebre por dios!. – Vamos a mi apartamento, ahí nadie nos molestará.

Volví a asentir con rapidez, volteando lentamente y siguiendo a aquel muchacho quien caminaba frente a mí. Siempre mantuve unos cinco metros de distancia entre nosotros así que solo podía observar la silueta de su espalda.

Debería haber deseado enterrarle una estaca o darle una puñalada por la espalda ¿verdad?, pues no, todo lo contrario, lo amaba y por ende al estar frente (en este caso tras él) a él todos aquellos sentimientos de odio y rencor se disiparon, tan solo esperaba que las cosas terminaran pronto, para poder volver a mi patética rutina…A mi aburrida y solitaria vida sin Changmin.

El trayecto se hizo corto, ya nos encontrábamos ingresando a su apartamento y en ese momento la marcha fúnebre se hizo más fuerte y constante en mi mente, resonando con burla, ¡Ni siquiera mi inconsciente me respeta!.

- ¿Quieres algo para beber? – Preguntó sin siquiera esforzarse en mirarme a la cara, en parte le agradecía aquel gesto.

- No…

- Entonces sé lindo y ve a buscarme un vaso de agua.

- Ok…

¿Ok?...¡¡¡Métete el vaso de agua por donde no te llegue la luz del sol!!, pero ahí voy yo de tarado a buscarle un vaso de agua, ¿Qué esperaba lograr con aquello?, ¿poder encogerme hasta alcanzar el tamaño de un dulce y tirarme por el desagüe?.

Mientras sostenía el vaso bajo el grifo, Changmin se acercó hasta ingresar a la cocina, lo supe por el sonido de la puerta y por el agujero que sentía en mi espalda gracias a su penetrante mirada.

- JaeJoong, supongo que conoces o imaginas el motivo por el cual te pedí me acompañaras…

- Ajá… - contesté cerrando la llave y dejando aquel vaso de agua sobre el mueble del lavaplatos. No volteé, no quería hacerlo porque estaba seguro de que lloraría si me lo decía mientras lo miraba a la cara.

- Que bueno…- se acercó hacia mí hasta rozar el lóbulo de mi oreja con sus labios al mismo tiempo que sujetaba mi cadera con sus manos, acercando su cuerpo hasta rozar mi espalda. – y ¿Cuál es ese motivo? – susurró aquello ejerciendo más presión en mi cadera y dejándome sentir la calidez de su respiración sobre la piel descubierta de mi cuello.

En ese momento pensé que estaba tratando de torturarme...¡¿Qué tanto le costaba mandarme al diablo de una vez?!, la idea de que me terminaran por mensaje de texto ya no parecía tan horripilante, de hecho lo hubiese preferido de esa manera así al menos no tendría que enfrentarme a una posible futura erección…¡JODER!, ¡¿A QUIEN DIABLOS LE DAN GANAS CUANDO ESTAN A PUNTO DE MANDARTE AL DEMONIO?!.

-…¡termina conmigo de una vez por todas!...¡Por dios! ¿Qué tan difícil puede ser?...mira, lo hago por ti…¡JaeJoong terminamos! – Había alcanzado mi límite al sentir como cierta parte de mi anatomía comenzaba a reaccionar gracias a su cercanía, grité todo aquello de una vez, sin siquiera detenerme a respirar.

- Tan tarado e imbécil como de costumbre…es que… - Su voz ya no era firme y decidida...era débil y poseía algo que en ese instante no pude identificar. Descubrí de qué se trataba en el segundo en que estalló en carcajadas. – jajajajaja….JAJAJAJAJAJAJAJAJA…Hombre por dios, nunca has fallado en hacerme reír JAJAJAJAJAJA.

¿Estaba riéndose enserio? Pues si, ¿Se reía de mí?...debía ser así, no había nadie más en el lugar, ¿La situación en la que me encontraba le parecía graciosa?, joder si…¿saben? algunas personas retorcidas disfrutan con el dolor ajeno y ustedes ya han podido confirmar que Changmin es una de esas personas. ¡INFELIZ!.

- ¿Dé que te ríes? – pregunté volteándome al instante, ahora si estaba comenzando a enfadarme enserio, una cosa era que me engañara y quisiera terminar conmigo…pero que se riera de mi ¡Eso si que no se lo iba a permitir! (lo sé, eso sonó estúpido pero tengan en cuenta que se trata de mí).

- ¿De qué más me voy a reír idiota? Jajajajajajaja ¡De ti! ¿Hay algo más gracioso que tu persona en este mundo…yo creo que no tarúpido - Dijo aquello mirándome de una manera extraña, no me veía con seriedad ni desprecio…era…era…¿Ternura?.

- ¿Ta…tarúpido?...¿Qué?....no, no entiendo…¿Por qué te ríes? - preguntaba sin entender nada, la uni-neurona había sufrido demasiada presión por un día por lo que descansaba en paz.

- Si tarúpido…eres un tarado, un estúpido, imbécil e idiota – me insultaba mientras sonreía. Acercó su rostro al mío y para mí gran sorpresa unió nuestros labios, robándome un beso. – Eres tan tonto Kim JaeJoong .

Pronunció mi nombre mientras comenzaba a acariciar mis labios con los suyos, mordiendo y succionando parte de ellos, logrando que aquella familiar sensación de embriaguez se hiciera presente, nublando lo poco y nada que me quedaba de juicio.

- ¿Qué…qué estás haciendo?...- pregunté mientras las palabras se trababan en mi lengua, y ¿Cómo no?...¡Si el muy desgraciado había comenzado a acariciar mi pecho, escabullendo sus manos bajo mi camisa!.

Temblé por completo al sentir sus manos, era la primera vez que me tocaba de esa forma luego de aquella no violación. Me sentí febril al instante, su roce, sus caricias y sus besos lograban que mi temperatura corporal se elevara…estoy seguro que si sostenía un jarro con agua, esta se evaporaría. En estos casos deberían utilizarme como mechero en alguna clase de química ¡Carajo el mocoso sí que me dejaba caliente mal!.

Mi respiración se tornó pesada mientras su lengua recorría mi cuello y sus manos se divertían recorriendo mi torso por completo, estuve a punto de gemir al sentir la presión de sus dientes sobre mi piel pero ¡NO!, eso sí que ¡NO!. Mordí mi labio rápidamente reprimiendo cualquier sonido traicionero que quisiera abandonar mi boca. No podía caer en su juego cuando no sabía que se traía entre manos…¿Es que acaso eso era lo que algunos llamaban comúnmente… “Sexo de despedida”?...¿Lo era?.

Al diablo si lo era o no, todo me dejó de importar de un segundo para el otro, Changmin me jodió por completo al sujetar mi entrepierna con una de sus manos, apretando un poco aquel lugar tan super hyper requetecontra sensible…en ese instante cualquier rastro de conciencia que pudiese quedar en algún recóndito lugar de mi ser se esfumó por completo, fue casi como si nunca hubiese existido, tal vez se subió al mismo avión que los pasajeros de Lost y pufff la perdí para siempre.

- ¿Qué haces? – mordí mi labio aún intentando retener cualquier sonido traicionero, pero aquello había sido demasiado, me había puesto duro, completamente duro y podía sentir la tensión en mi cuerpo, junto a la adrenalina que comenzaba a invadirme.

- Shhh – me hizo callar y sujetó con más fuerza la tela de mi pantalón, justo en mi entrepierna, acariciando aquel lugar lentamente, ¡Por dios! ¿Cómo podían sentirse tan bien las caricias de ese mocoso?. – Ven conmigo… - sonrió de manera traviesa para luego lamer mi labio inferior, les juro que para ese entonces ya estaba viendo estrellitas de mil colores.

Sujetó mi mano y tiró de ella sin dejar de besarme en ningún momento. Mis piernas temblaban y me detuve a pensar por un momento “¿estará temblando?” ¡Pero no!, no estaba temblando era Changmin ¡con su increíble súper poder de moverme el piso!.

En menos tiempo de lo imaginado ya me encontraba en su cuarto, este mocoso sí que es rápido…A veces me pregunto ¿Cuánta experiencia tenía antes de conocerme?...mejor ni pensarlo.

Sus labios eran persistentes, no le daban descanso a mi boca y no era necesario, cada uno de sus besos me otorgaba un placer inexplicable y sus manos, sus manos poseían una suavidad y una calidez que no parecía ser de este mundo, mi piel se había vuelto adicta a su tacto…después de todo deduje que sin alcohol en el sistema, estaba disfrutando de la experiencia completa.

El mocoso me empujó y caí sobre su cama, no me dio respiro alguno ya que se dejó caer sobre mí al instante, sin librar mis labios, sin dejar de recorrer mi boca en ningún momento. De la nada sentí sus manos sobre mi pantalón y al abrir los ojos para intentar ver lo que sucedía allí abajo noté que el muy infeliz me los estaba quitando, ¡Que habilidad es esa!, ¡Ni siquiera sentí cuando o cómo diablos los desabrochó!.

- N… - “¡NO!”, como lo leen parte de mí quería decir que no, al parecer todavía me quedaba algo de decencia y un poquito de conciencia, pero no la suficiente…ya que otra voz en mi mente (una mucho más potente) me obligó a callar “¡Tarado!, ¿Para qué le vas a decir que no?, de seguro es la última vez que están juntos así que ¡Aprovecha!, al fin y al cabo ya no te queda nada de virginidad por proteger o ¿Si?” Joder, ahora entiendo porque mi conciencia casi nunca está presente, de estarlo de seguro terminaría siendo prostituto.

- N…¿Qué? – murmuró Changmin con una voz seductora, se notaba su deseo, mucho más al sentir como en ese mismo instante recorría mi pecho con su lengua (porque ni siquiera noté cuando me quitó la camisa. Un segundo la traía puesta y al otro había desaparecido, este chico sí que tenía futuro como mago erótico), deteniéndose a morder uno de mis pezones de manera juguetona mientras dirigía su atención hacia única prenda que aún cubría cierta parte de mi anatomía que para ese entonces más que bóxer parecía tienda de campamento.

- Ahhh – gemí sin poder retenerlo por más tiempo, ¡¿Cómo se le ocurría morderme en un lugar como ese?!.
Sentí como una especie corriente eléctrica comenzaba a inundar mi cuerpo, el calor aumentaba y el deseo era tan grande que no podía hacer más que morder mi labio en un intento por acallar cualquier tipo de negativa que intentara abrirse paso. Ah carajo con solo recordar todo aquello me empieza a subir la temperatura…¡Necesito agua!.

- N…¿No? – pronunciaba aquellas palabras en un tono burlón mientras comenzaba a bajar lentamente mi ropa interior, mirándome de una forma traviesa y lujuriosa a la vez, encargándose de que aquella tela rozara por completo contra mi entrepierna con un propósito más que seguro…¡Jugar conmigo!.

Ni siquiera quiero pensar en el tipo de expresión que mantenía en mi rostro en aquel momento. Todo empeoró aún más al sentir la invasión de sus dedos en mi entrada…

- Ahhhh…Changmin… - Pronuncié su nombre sujetando su cuello y obligándole a verme a la cara, aquello había sido demasiado, se sentía extraño, ardía y molestaba pero…pero lo más raro era que poco a poco comenzaba a sentirse ¿bien?, en especial cuando comenzó a moverlos dentro de mí, sin poder evitarlo encorvé la espalda y comencé a mover mis caderas, deseando sus besos y buscando sus labios con desesperación.

¿Qué si parezco virgen?, pues recuerden que la primera vez que lo hice con este infeliz estaba demasiado alcoholizado y no recuerdo muchos detalles lo único que recuerdo con extrema claridad fue, es y siempre será el monumental dolor en el trasero que sentí al despertar.

- Mmmmm – gemía mientras lo besaba desesperadamente, jugando con su lengua y deleitándome con el sabor de su cavidad, lo sostenía por el cuello impidiéndole que dejara de besarme, no se lo permitiría por nada del mundo, después de todo aquellos podrían ser los últimos besos que recibiría de su parte. – ¡Ahhhh!… - gemí fuertemente al sentir la calidez de su miembro descubierto sobre el mío, les juro que cualquier sensación placentera que pudiese sentir en ese momento se duplicó, triplicó y cuadruplicó. Era mucho más consciente de mi cuerpo, en especial aquella zona baja.

Era tanta la necesidad de sentir sus caricias en mi entrepierna que la tensión comenzó a transformarse en dolor, un dolor ligero pero dolor al fin y al cabo…pero ¿Cómo le iba a decir que estaba necesitado de esa forma?...¿No debería haberlo notado por su cuenta?...de seguro lo había notado pero disfrutaba al verme así, completamente rendido…¡Es que si lo tuviera cerca lo pateo!.

- ¿Aún no quieres JaeJoong? – susurró a mi oído, succionando el lóbulo de mi oreja y comenzando a moverse, rozando aún más su cuerpo contra el mío, logrando que me hiciera falta el aliento por un segundo al sentir aquel deseo recorrer mi cuerpo en la forma de un escalofrío. Mi corazón ya no aguantaría por mucho tiempo más, el pobre se encontraba sobre cargado al lidiar con tanta emoción al mismo tiempo.

Negué insistentemente, cerrando los ojos con la esperanza de que siguiera con lo suyo de una vez por todas, aquellos dedos ya no eran suficientes (ya me está entrando la vergüenza extrema).
- Dime… - pronunció librando mis labios, quitando sus dedos de aquel lugar y separando mis piernas con fuerza, sujetando mis muslos, impidiéndome cualquier movimiento. - ¿Aún no quieres? – dijo aquello mirándome a los ojos de manera autoritaria y posicionando su miembro justo en mi entrada, logrando que todo mi cuerpo temblase al sentirlo en aquel lugar.

Y aquel era el límite, ¡Mas caliente no podía estar!, si sentía que en cualquier momento iba a arder en llamas (y no precisamente las del infierno). Sentirlo tan cerca de aquel lugar era desesperante, ya casi no podía respirar al sentir como se quemaba mi piel en cada lugar que él había tocado.

- Si… - dije aquello al cerrar los ojos, no quería verle el rostro de satisfacción al oírme decirlo.

Apenas pronuncié aquel “si”, el muy condenado de Changmin sujetó mi cadera y me penetró con un solo movimiento.

- ¡Ahhhhh! – me quejé al sentir el dolor de aquella penetración y abrí los ojos al instante. Mi corazón comenzó a latir con más intensidad mientras mi visión comenzaba a nublarse, era demasiado, el placer entremezclado con aquel atractivo dolor era total y completamente adictivo.

- Mmmm JaeJoong…sigues como la primera vez - dijo aquello mientras intentaba ahogar gemidos, yo tan solo me abracé a su cuerpo, sujetando su espalda y mordiendo parte de su cuello al sentir como su miembro comenzaba a moverse dentro de mí.

¡Estaba a punto de llorar! Bueno por varios motivos pero no iba a hacerlo, por eso es que mordí a Changmin…al menos que soportara eso ¿No creen?.

Changmin comenzó a moverse con más y más rapidez, logrando que mi cuerpo se tensara por completo, ejerciendo presión sobre su entrepierna. Supongo que como venganza ante aquello llevó una de sus manos hacia mi miembro, lo tocó y acaricio delicadamente en un principio, aumentando la intensidad de dicho roce.

Con el pasar de los minutos mis caderas cobraron vida propia moviéndose al compas de sus estocadas, sentía que me penetraba por completo, ya no quedaba espacio entre nuestros cuerpos, la delicia de sentirlo dentro de mí era en sí un éxtasis interminable.

Sus manos jugueteaban con ni palpitante extremidad mientras me penetraba una y otra y otra y otra vez. El dolor desapareció por completo al ser reemplazado por aquella sensación de satisfacción, y justo cuando rozaba la punta de mi miembro con sus dedos no aguanté ni un segundo más, me aferré aún con más fuerza a su cuerpo llegando al límite y sintiendo la humedad de aquel líquido que no pude contener por más tiempo.

Aquella era la primera vez que me venía en brazos de alguien… y ¡LO RECORDABA!.

Pude oír las ligeras carcajadas de aquel niñato al notar lo que había logrado y les juro que en ese mismo instante mordí mis labios, ya que el muy condenado había comenzado a moverse de una manera…Que ni les explico, con decirles que sentía que me estaban destrozando aquella entrada debe ser suficiente…aunque no me quejo se sintió bastante bien.

Supe que estaba a punto de venirse al ver su rostro y sentir su fuerte agarre, terminó en mi interior, mientras nos besábamos…sentí que aquella había sido por lejos la mejor experiencia de mi vida, su calidez, sus caricias, su entrega todo había sido más que maravilloso y el poder oír su respiración en aquel instante aún era excitante porque, después de todo era yo el causante de aquel estado… ¡ERA GENIAL! ¡COMPLETAMENTE GENIAL!, de haber podido hubiese grabado todo lo sucedido para restregárselo en la cara de vez en cuando.

Bueno…aquella experiencia se vio interrumpida por la realidad, a penas terminamos ¡sentí como si me hubiese pasado un ejército por encima (no piensen mal), enserio era como si hubiese caminado por un desierto al menos una semana!, estaba total y completamente exhausto y su peso sobre mi cuerpo no ayudaba en nada…aunque lo soportaría de ser necesario ya que no me incomodaba para nada tener su rostro sobre mi pecho, de un estado salvaje había pasado a lo que parecía ser un bebé…¿era bipolar en la cama?...¿Fue así la primera vez también?.

- Creo que…ya debería irme – murmuré luego de un par de minutos en aquella posición, por un momento fui feliz y olvidé de que se trataba todo el asunto.

- ¿Irte?...¿A dónde? – preguntó para luego soltar un par de carcajadas. Levantó el rostro mirándome a los ojos con seriedad. – JaeJoong…¿Qué crees que acaba de pasar?.

- Mmm…Sexo de despedida ¿no?.... – Afirmé aquello creyendo cada una de mis palabras, tendría que abandonar rápido aquel apartamento…no quería que viera mi llanto desconsolado, porque de que lloraría, lloraría y de mis lágrimas surgiría un nuevo diluvio.

- …Tan tonto como de costumbre jajajajajajajajaJAJAJAJAJAJAJA – comenzó a reír con desenfreno, librándome de su abrazo y moviéndose en aquella cama.

-…¿tonto?... – pregunté sintiendo como aquellas lágrimas traicioneras estaban a punto de hacerse presentes.

- ¿Dije tonto?...¡Más bien tarado!, Ay JaeJoong…¿Cómo es que puedes pensar tanta estupidez? – aún no dejaba de reír como condenado, ¿Es que acaso tenía cara de payaso? ¡¿La tenía?!, de seguro mi mamá engañó a mi padre con algún payaso ¡Es la única explicación razonable!.

- Mejor me voy… - contesté intentando levantarme pero no pude, aquel bastardo me sujetó de inmediato.

- A ver tarado, Pensaste que el chico con el cual me viste era mi amante y que yo te buscaría para terminar contigo ¿no?- ante sus palabras tan solo podía asentir. - Bueno y además de todo pensaste que esto era sexo de despedida ¿verdad? – volví a asentir mordiendo mi labio. - ¿Ves que si eres tarado?...¡Idiota! jajajajaja.

- ¿Ah?...o sea que…¿No me vas a terminar?- pregunté con algo parecido a una sonrisa en el rostro.

- ¿Y eso es lo que preguntas?...¿No preguntas si de verdad te fui infiel o no? Jajajajajaja Kim JaeJoong nunca cambias – afirmó aquello sin ser capaz de dejar de reír.

- Sabes que en momentos como estos te odio…¡Olvídalo me voy! – Contesté quitándole la sábana y cubriéndome con ella.

- No te he engañado imbécil…ese chico es Yoochun, un amigo de hace años, paso con él al menos tres semanas en las vacaciones porque vivimos lejos…- sujetó mi mano obligándome a tomar asiento al borde de aquella cama y déjenme decirles que al oír sus palabras una especie de gong retumbó en mi cabeza.

¡¿CÓMO PODÍA SER TAN RECONDENADAMENTE IMBECIL?!.

- ¿Por qué no me dijiste eso antes de irte? – pregunte sin ser capaz de verlo a la cara, no mientras tuviese la estupidez colgando en la frente como una especie de exposición.

- Porque no me preguntaste….prácticamente saliste corriendo ese día…ni siquiera tuve la oportunidad de decírtelo.

- Ahhh…y ¿Por qué no me…no ha…no habíamos…hecho esto antes? - ¿esto?, dios mío, me internaré voluntariamente en un hospital para un trasplante de cerebro.

- ¿Tener relaciones?...no me malinterpretes siempre tengo ganas pero ni te imaginas lo divertido que es ver tus reacciones y mucho más tu proceso de pensamiento…¡Mira las cosas que se te ocurren!, nunca dejas de sorprenderme – comentó todo aquello sin siquiera una pizca de remordimiento…o al menos yo no noté nada, no de hecho no sentía remordimiento.

Y si, me enojé al instante, aquella inmensa felicidad que sentí al enterarme de que no me había engañado duró menos de un milisegundo, se hizo añicos y ¡desapareció por siempre!. ¡MALDITO MOCOSO DE LOS MIL DEMONIOS!, ¿ACASO SEGUÍA TRATANDOME COMO SU RATÓN DE LABORATIORIO? ¿TENGO CARA DE EXPERIMENTO? ¡¿LA TENGO?! ¡JODEEEEER!.

- Olvídalo…ahora si me voy… - comente pero no pude hacerlo ya que aquel idiota tiró de mi brazo y me abrazó fuertemente y por más que intente librarme mediante golpes (si golpes, se los merecía) no pude lograrlo.

- Shhh, tranquilo, duerme, mañana hablamos – dijo aquello y besó mi frente.

¡¿QUÉ SE CREE ESTE MOCOSO?!...pero bueno, como buen idiota que soy le hice caso porque, debo admitirlo…ni aunque hubiese querido hubiese podido salir de aquel lugar, el trasero me estaba matando y no tenía las fuerzas como para caminar de vuelta a casa, de hacerlo lo más seguro es que hubiese terminado durmiendo en plena calle.

Me dormí al instante y desperté a la mañana siguiente, al sentir un peso sobre mi rostro.

- Bello durmiente…Vístete.

- Mmm – me quejé al abrir los ojos y notar que me había lanzado una camiseta. – Ok.

Me vestí rápidamente y estaba listo para escaparme de aquel lugar, casi…casi lo logré sin que Changmin lo notara. ¡Ahhhh! Estaba seguro que seguiría con sus burlas y humillaciones y déjenme decirles que con mi propia vergüenza era más que suficiente, con todo lo que había sucedido la única opción que tenía era ir a vivir al medio oriente y ocultarme junto a Osama Bin Laden.

- Espera un poco, prepárame algo para el almuerzo ¿sí?.

- Ok… - contesté dirigiéndome a la cocina y comenzando a prepararle una caja de almuerzo, algo rápido y sencillo…al parecer si era su sirvienta, ni siquiera pensé antes de decirle que sí.

- Yoochun viene a buscarme, así aprovechas de conocerlo – comentó aquello mientras sostenía una taza de café entre sus manos.

- ¡¿Qué?! – Exclamé mirándole con desconcierto mientras sostenía el cuchillo con el cual cortaba un par de vegetales.

- Si…se mudó a la ciudad y seremos compañeros de clase…ya no puedes huir debe estar a punto de… - en ese mismo instante oí el timbre y ¡por las faldas de mi abuelita!, ¡Estaba a punto de tirarme por una de las ventanas!, es que ese chico también debía pensar que soy un completo idiota. – …llegar.

Changmin abrió la puerta y saludó con un abrazo efusivo a aquel muchacho quien al instante fijó la mirada en mí, estuve a punto de cortarme un dedo así que dejé aquel cuchillo de lado por un segundo

- Eres JaeJoong ¿verdad?- preguntó sonriendo de oreja a oreja.

- S…si – contesté deseando que me tragara la tierra.

- ¡Un gusto! – Se acercó y me abrazó de la misma forma.

- Voy a arreglar mi bolso, vuelvo en un segundo…conózcanse mejor – Changmin se apresuraba a ingresar a su cuarto.

¡Lo mato!, me dejó sólo con aquel chico que acababa de conocer, peor aún…con un chico que de seguro pensaba que yo era una especia de espía-pscicopata-celoso. Volví a lo que estaba haciendo y continúe cortando los vegetales mientras esperaba a que el arroz terminase de cocinarse, rezando porque esta vez no se me quemara (vaya ironía ¿no?).

- Lo siento…por lo de ayer…pensé algo que no era, de verdad lo siento – comenté sonriendo tímidamente.

- oh, no no no, no es necesario que te disculpes – Respondió apoyándose en el mueble de la cocina, a un lado de donde me encontraba preparando el carbón la comida.

- Si lo es…debes pensar que soy paranoico…y bueno probablemente estés en lo cierto – Vaya disculpa…siempre que abro la boca termino metiendo la pata ¿Raro verdad?. – lo siento.

- No, no lo eres para nada… - sonreía y me observaba mientras cortaba cuidadosamente. – Verás, el que debe disculparse aquí soy yo porque… - el tono de su voz había disminuido considerablemente, y su mirada ya no era para nada amable. – te quitaré a Changmin.

Seguía sonriendo pero de una manera para nada amigable….pero ¿Qué me había dicho?.... “¿Quitarme?...¿Quitarme a Changmin?...¿Por…que?” pensaba mientras sostenía aquel cuchillo. Al parecer mi uni-neurona aún no había procesado sus palabras.

- ¡¿Qué?! – exclamé al comprender por fin de lo que se trataba.

Y les juro qué en ese mismo instante pensé que todo eso se trataba de alguna especie de pesadilla o quién sabe, tal vez estaba en la matrix y cualquier día alguien me desconectaría librándome de aquella patética y complicada vida, es que de verdad eso no podía ser real, es mucha porquería para una sola persona.

¡JODEEEEER!, ¡¿cómo diablos llegué a esto?, había salido de una para meterme en otra mil veces peor…¿Lo que no te mata te hace más fuerte? lo dudo, lo que no te mata simplemente te deja vivo y propenso a que te sigan pasando cosas sin sentido. Ahora...¡¿qué se supone que debía hacer?!, ¿Cómo debía responder o reaccionar ante aquella declaración de guerra por territorio Changminiesco?...Lo único que podía pensar en ese momento era en agarrar el teléfono y llamar a emergencias pero ¿Qué iba a decir? “¿Ayuda, me quieren robar el novio?”…de seguro mandarían una ambulancia pero para llevarme al lugar que siempre ha sido mi destino ¡EL PSIQUIATRICO!.

Les preguntaré algo….¿Qué hubiesen hecho ustedes de encontrarse en mi lugar? Y sean 100% honestas:
a) Lo apuñalan con el cuchillo que tenían en mano y lo matan…pasan el resto de sus vidas en prisión, pero ¿Qué más da?, al menos mataron al condenado.

b) Lo amenazan al más puro estilo de “la novia psicópata”, intimidándolo mientras sostienen el cuchillo, el tipo las denuncia y pasan un tiempo en la cárcel, pero ¿Qué más da?, al menos amenazaron al condenado.

c) No hacen nada, solo lo miran con asombro, como si estuviesen en una especie de parálisis mental momentánea.

d) Se despiertan…porque bajo ninguna circunstancia esa situación puede siquiera llegar a considerarse como algo real.

e) Lo insultan como si no existiese un mañana, diciéndole palabrotas que ni siquiera sabían que existían.

Bueno, ya me voy porque creo que esta señora está a punto de encontrarme….¡Besos!.


0 comentarios Publicado por Kim JaeJoong en 10/11/2010 18:45:00 PM~



Aquel chico se levantó cuidadosamente, sin notar la pila de libros sin ordenar que acababa de derrumbar.

Como el patoso que es cayó al piso, creando un desorden y atrayendo de esa forma la atención de aquella adorable terrorífica bibliotecaria, esperemos que sobreviva, para que nos cuente que fue de su vida.

2 Comentarios:

  1. Anónimo10/03/2011

    jajja que fue de su vida MMmmm amaria que hiciera cualquiera de ellas pero conoccioendo a JJ facil la C xD

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  2. Omo ya termine de leerlo hahaha xD y de nuevo haciendo frio ^ ^ hahaha uhm? yo digo que la C para ser honestas y aunk tengo aveces momentos de reflejos seamos honestas a quien rayos no se le paralizarian la uni-neurona si llega alguien a decirte que te robara a tu novio??? O.o uhm? por cierto este capo estubo genial xD

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